24 HORAS CAPITULO Nº18: "SEXO, PUDOR Y LÁGRIMAS " Por Mapachita
Dispuesto a soportarlo por que no le iba a dar en el gusto a Draco de sentirse ganador. Él podía hacerlo, podía soportar el dolor que le producía ver a Hermione cerrar los ojos extasiada y la manera en que sus manos comenzaban a sacarle la camisa a Draco.
Su mente estaba tratando de mantenerla ocupada, pensando en la navidad que se aproximaba, pensando en que regalarle a Ron y en esas cosas absurdas que siempre se intenta pensar para escapar de algún sentir penoso, pero que no surge jamás efecto alguno... Casi lo estaba logrando cuando sintió la voz a brumada de Hermione decir con tono incitante una frase que debía de recordar para siempre: te amo Draco, te amo.
Eso bastó para mirar concentrado la imagen de los dos amantes.
Draco ya estaba sobre ella. Y completamente desnudo, al igual que Hermione.
Draco ya iba a introducirse dentro de aquel triaúngulo abrumador, cuando sucedió lo impensable. Quizá lo que nunca pensaron que ocurriría. Era tan inprevisto, que los amantes tuvieron que detenerse, para mirar de donde provenýa aquel ruido.
-¡¡¡Harry, Harry!!!, ¿qué pasa?, demonios harry, ¡¡¡respondeme!!!-gritó Hermione desesperada al verlo en el suelo, con un aspecto petrificador-
-¿Qué demonios pasa aquí?, ¡¡no entiendo nada!!-exclamó Draco cubriéndo su cuerpo desnudo para dirigirse hacia el chico desmayado-
Hermione ya había llegado hasta su lado e intentaba reanimarlo con golpes en el pecho, que propiciaba con los puños cerrados y llena de ira, mientras unas lágrimas cubrían sus mejillas.
Draco se acercó hasta ella y la cubrió con una sábana que tomó de la cama desarmada.
-Es inutil Hermione, ha vuelto al mundo real- mencionó Draco con voz seca-
Hermione se paró del suelo y se cubrió aún más con la sábana, alejándose de Draco y de Harry dió a entender que su mente ya habría colapsado, se sentía como si hubiera llegado un dementor y como si este le hubiera dado un beso.
"Harry desmayado y Draco a medio vestir"
Todo esto formaba un cuadro lo bastante turbador como para que ella se sintiera así. Ya ni siquiera le quedaban lágrimas para derramar, era como si su corazón ya no pudiera soportar tanto dolor, y que su mente habría dejado todo raciosino de lado. Y ahí se quedó, observando con aquellos ojos miel apagados y desorbitados.
Draco estaba muy lejos de sentirse con un vacío como el de Hermione. Al contrario, sentía una alegría brutal que pareció abundarle. Ahora ya no habrían intrusos. Podría cumplir perfectamente con el hechizo.
Pero no pensaba siquiera en lo que vendría por delante, lo que ambos tendrían que esperar para sentirse por fin en paz...
¿era eso lo que realmente quería?, ¿sentirse en paz y ya nunca más sentir esa adrenalina que le producía estar escondido o de estar averiguando paso a paso todo sobre el hechizo?... Sin duda la repuesta tendrá que venir con el tiempo, al menos eso pensaba él.
Hermione dejó de ser una niña... Fue solo en ese momento en que logró decifrar lo que tenía que hacer de ahora en adelante... Tendría que juntar tres factores, solo tres factores para lograr cumplir lo que el hechizo le pedía. Ella pensaba... ya tenía la respuesta, pero sus labios temían de decirlo a viva voz para que el chico que estaba parado detrás suyo también fuera partícipe.
Pasaron largos minutos, los que aprovechó Draco para dejar a Harry en la cama.
Sintió como sus manos se habían vuelto derepente más firmes, con ganas de luchar contra todo lo que se le atreviera a interponerse en su camino... También como sus ojos se volvían quizá más oscuros y con una mirada más agria y determinante. Ella no podía verse a sí misma, pero no era necesario, lo percibía tan claramente como si estuviera frente un espejo.
Volteó decidida hacia Draco para decirle todo de una vez, para averiguar si así podía sacar ese nudo que le apretaba la garganta y parecía a ratos querer ahogarla.
-Draco... -mencionó con voz seca e implacable-
El chico de cabellos rubios platinados y ahora rostro encendido, se quedó perplejo en la forma totalmente distinta en que se veía Hermione.
Estaba cubierta con la sábana de una forma despreocupada, en la que se podía divisar la orilla de un pecho terso y duro, de color mate que en su forma sensual acompañaba sus cabellos despeinados que caían en el mismo pecho, cubriendo con delicadeza aquella parte tan promiscua como lo era el centro de su seno adolecente. Su cabello parecía más risado y mucho más largo...
Hermosa, simplemente hermosa...
-dime -dijo tratando de disimular su sorpresa-
- " Sexo, pudor y lágrimas"... debemos juntar todo eso Draco, así dará resultado...
Su voz parecía tan segura de sí misma, que Draco nisiquiera pensó y asintió levemente.
"****************************************"
Snape hizo aparecer tres camillas y puso a los chicos en ellas.
Llegó después de unos tropiezos a la enfermería, entrando lo más sigolosamente posible. No quería ser descubierto totalmente desprevenido por la enfermera que sin duda no aguantaría la razón para dirigirle una palabra desagradable...
Los dejó en un compartimiento, intentando hacerlo lo más disimulado posible... aunque con tres chicos era bastante dificil lograrlo.
Después de mucho esfuerzo, pudo dejarlos en su entera conformidad, ahora venía lo más complicado... hablar con la señora Pomfrey y convencerla de que no dijiera nada a nadie... pero como...
-¡profesor Snape!, que sorpresa verlo, ¿qué lo trae por aquí?-preguntó la voz de la enfermera-
El profesor volteó lentamente, intentando guardar las apariencias mostrándose sereno. Su mente avanzaba acelerada intenado encontrar las palabras, el tono necesario para saludar a la persona que seguramemente podría salvarle de la expulsión de Hogwarts.
-¡buenas Pompy!, ¿cómo estás?-dijo en un tono afable-
La enfermera quedó perpleja. Sólo Dumbledore le decía así... y además ese tono no venía con la postura de siempre del "abominable profesor de pociones". Su cara fue lo bastante explicita para darle a conocer a Snape que su actuación había sido demasiada exagerada.
Pasaron unos minutos para que Snape se atreviera a volver a hablar.
-madame Pomfrey... te voy a ser sicero... -dijo alfin cayendo rendido en una silla, ante la mirada asustada de la mujer vestida de blanco que imitó su movimiento acercando una silla junto a él.-
Snape ya no pudo más...
Su cabeza se enredó entre sus dedos, mientras al mismo tiempo sus lágrimas humedecían su capa negra.
Aquel cuadro llegó a conmoverla... acarició su cabello tal cual una madre lo hace con un hijo.
-¿qué es lo tan grave como para sacarle lágrimas a Severus Snape?-preguntó con voz dulce-
-es una historia muy larga... -respondió tartamudeando-
-tengo tiempo...
"***********************************************"
Asintió por la sencilla razón de que esa mirada, esa postura desafiante no le dejaba otra alternativa. Por que Hermione Granger por fin había podido tomar las riendas y dirigirlo, ordenarle lo que debía hacer.
Hermione observó algo asombrada la reacción tan sumisa que presentó. No se lo esperaba. Pero no era hora de "sorpresas ni de perplejidades", era hora de seguir con esa fuerza que de un momento a otro se le había infiltrado en su semblante siempre tan felino, siempre tan de palabras y no de acciones, como ella había acostumbrado a practicar en su relación con Draco.
Se acercó cautelosa . Con la mirada firme y altiva, cosas que seguramente le traerían buenos resultados.
La cabaña había parecido congelarse de un momento a otro... La ventana que Harry Potter había dejado abierta ya estaba causando efecto y el viento corría de una forma violenta; la tormenta no parecía calmarse, al contrario, había superado su magnitud y quería llevarse consigo a estos amantes que en ese preciso instante se miraban concentrados, observando cada movimiento, cada gesto que les indicara que podían acercarse con más energía y simplemente sucumbir en las garras del amor.
El viento movía sus cabellos de una forma tan sublime que a ratos parecía una especie de diosa de la mitología griega la que se acercaba hacia Draco y le palpaba la mejilla derecha, mientras éste, derretía su conciencia cerrando sus ojos con la esperanza de salir huyendo de ahí y de no volver jamás... de salir unido a aquella mano de tan tersa textura, que le decía un te amo silencioso, una declaración de amor de la manera más tenue que puede existir en este mundo. Hermione percibía la electricidad que estremecía a Draco... Era imposible no sentirla... Draco movía su cabeza de un lado a otro lentamente, con una sonrisa fina dibujada en su rostro; su cuerpo se enroscaba como una serpiente expuesta al fuego mientras su otra mano comenzaba a hacer un trabajo verdaderamente enloquecedor... su estómago ya no resistía más ante aquellos dedos tan fuertes y sutiles a la vez...
su camisa caía nuevamente al suelo por los constantes movimientos.
Ella se sentía dichosa de poder despertar este placer tan etéreo y enloquecer con él tan desenfrenadamente. Le propició un beso apretado en su mejilla escogida, duradero y tierno como los primeros rayos de luz que se traslucen por la ventana al amanecer y te recuerdan que estás vivo.
Se separó del beso muy lentamente...
Draco abrió los ojos de la misma forma para agradecer con una mirada sincera, aquel gesto tan... tan atrayente a caer vencido ante sus pies.
-Simplemente eres... -quizo decir Draco, pero hermione lo interrumpió con una sonrisa dulce y un dedo en sus labios para no deajrlo hablar-
Y se besaron, se besaron de la forma más hermosa que puede existir, cayendo por fin en un abismo del cual ninguno quería subir...
"*******************************************"
-nunca creí en la posibilidad de que tu hayas amado a alguien en tu vida... -dijo la enfermera algo sorprendida por lo que acababa de escuchar-
Snape le dirigió una mirada pendenciera por su frívolo comentario y luego bajó la cabeza para esconder la vergüenza que le producía el haber tenido que contar algo tan íntimo y secreto.
Pomfrey enrojeció sus mejillas y demoró un poco en volver hablar.
-y entonces debo esconder a estos 3 muchachitos mientras arreglan los problemas de ese... de ese hechizo, ¿está bien?-preguntó temeroza-
-si... y recuerda que ni Dumbledore debe saberlo
-¿acaso no lo sabe ya?, ¡¡¡Severus, debes decírselo!!, tarde o temprano se enterará de lo ocurrido...
-¿qué no lo entiendes?, ¡¡¡no quiero que lo sepa!!!, por eso te estoy pidiendo el favor de que los ocultes aquí, eso podría costarme la salida de Hogwarts... ¡¡¡¡expuse la vida de tres chicos!!!, ¿no es eso grave?
La enfermera no contestó esta vez. Se dió por enterada de que no debía seguir hablando.
Snape agradeció el silencio tomándole la mano y dandole una pequeña caricia. Algo insípida pero caricia al fin. Se dirigió hacia la puerta para marcharse de una vez...
-gracias Pomfrey -mencionó antes de dar vuelta a la manilla y perderse en el exterior-
-de nada -respondió después de estar segura de que ya se había marchado-
Se quedó pensativa durante unos minutos, absorta, sentada en la silla tratando de entender lo que acababa de suceder. Era todo demasiado confuso como para poder entenderlo tan deprisa, se necesitaba tiempo, tiempo para enclarecer las dudas y las preguntas que se le vinieron a la mente y que no se atrevió a formular tan directamente.
Se puso de pie y se fue a observar a los tres chicos que aparentemente dormían en las camillas.
-pobrecillos... No saben que el amor puede causar tantos problemas... -dijo antes de llevarlos a una habitación continua a la suya para poder vigilarlos con entereza y secar las lágrimas que ya le estaban dificultando
la visión-
"*****************************************"
Ron (n/a: ¡¡¡aunque no lo crean, es Ron!!!) caminaba lentamente por las calles de Hogsmeade, procurando distraerse con la cantidad de tonterías
que se puede encontrar en ese pueblo... Pero ya no era lo mismo, ya no era suficiente tener en sus manos un montón de bromas y no tener con
quien practicarselas a alguien y jugar una broma... Ya no estaba su amigo Harry... Y ya no estaba Hermione para castigarlos por su falta
de "sentido común y ser tan inmaduros".
¿Cómo podían cambiar tanto las cosas en menos de 1 año?... Esa pregunta le turbaba la mente y fue esa misma turbación la que lo llevó
directamente a las 3 escobas y sentarse en la mesa más alejada que pudo encontrar.
Su mente viajaba sin rumbo por los recuerdos tan felices que tenía hace unos meses con sus inseparables amigos... Todas las aventuras que
había protagonizado con harry, todas las peleas que tuvo con Hermione... Todas esos chistes y las risas que conseguía de respuesta de parte
de lso dos. Todo se había derrumbado, y él no estaba haciendo nada por detenerlo.
Parvati y Lavender llegaron muy animadas a las 3 escobas buscando su mesa favorita. Pero esta vez estaba ocupada por un chico colorín, muy fornido pero de cara muy triste...
Ambas se miraron de reojo. Este par de chicas estaban tan conectadas que sabía como reaccionar ante estas "oportunidades que brinda la
vida".
-¿Qué dices?... ¿vamos?-preguntó parvati pícara a su amiga de misma cara-
-por mi no hay problema... Tú trae las 9 cervezas... Yo lo conquisto mientras
-a sus ordenes... -contestó la chica con energía como si estuviera cumpliendo una regla de ejército-
Lavender se acercó cautelosa hacia el chico y lo saludó con una amplia sonrisa:
-¿¡Por qué tan solo Wesley!? -se sentó enfrente y cruzó una pierna ostentando un muslo cubierto apenas con una faldita-
Ron subió la mirada y por un momento quiso marcharse de inmediato... Pero al ver con la "disponibilidad previa" con que venía la chica
decidió quedarse.
-hola Lavender, ¿y tú?, ¿por que tan sola?... -preguntó al mismo tiempo que su mente se olvidaba de los problemas y sonreía con aires
de conquistador-
-bueno... ahora ya no lo estoy, pero si te refieres a que donde está Parvati, te puedo decir que viene hacia acá con unas cervezas muy
heladas...
-¿cervezas? -Ron, al igual que Hermione, no tenía experiencia con el alcohol, así que su cara de sorpresa fue monstruosa-
Parvati llegó muy sonriente, y puso las 9 cervezas de tradición sobre la mesa, ante la mirada impávida de Ron.
-Vamos Wesley, no me digas que no quieres acompañarnos... -dijo haciendo pucheritos y acercándose tanto que Ron pudo ver su escote
perfectamente en 3 dimensiones-
-Yo no he dicho que no quiero... ¿estas son para empezar verdad?-sonrió con cara de felicidad-
Las chicas se sentaron una al lado derecho, y otra al lado izquierdo de Ron, mientras le explicaban las reglas del juego, las mismas que
Hermione conocía tan bien.
"************************************"
Se amaron... se amaron como nunca lo habían hecho, creyendo por fin que encontrarían la felicidad que tan rotundamente se les había negado por pertenecer a mundos diferentes, por ser una Griffindor y un Slytherin. Por ser sangre sucia, y sangre pura.
Quizás, estos chicos no habrían tenido tantos problemas si desde un principio se les hubiera enseñado que en el amor, eso no importa, no importa si eres de allá o de acá, lo que realmente importa es que en el momento del encuentro, las miradas se realicen con sensatez, con entrega sin reserva y con la pofunda fé que se podrán sobrellevar las dificultades que se les puedan presentar en el futuro.
Pero en esos momentos, ambos estaban lejos de pensar en ello... Más bien, no pensaban, sentían.
Sentían como el ser amado se encargaba de hacerte feliz besando y tocando aquellos puntos donde la cordura no tiene cabida... y te hace feliz, y el otro lo es por que te ve siendo feliz... es una conexión muy compleja, que se brinda solo con el tiempo y el amor, solo con el amor.
Draco se encargaba de aflojar las tensiones, de tratar de acomodarla en el piso sin despreocupar su boca que se esmeraba en besar el cuello de Hermione, quién suspiraba de emoción...
Su acto de amor estaba ya en su cúspide, no podían seguir subiendo por que sino, se quedarían en el éxtasis y no podrían volver ya al mundo de estos mortales que ya han despristigiado tanto la palabra AMOR...
Harry seguía tendido en la cama, aparentemente en el mundo real...
Aparentemente, pues Harry Potter ya había comensado a despertar y a reponerse del fuerte golpe en la cabeza...
Pero vino un dolor peor...
Pues vió justamente la culminación de amor por parte de Hermione Granger y Draco Malfoy...
Aunque tuvo que pestañear muchas veces para poder creer lo que estaba viendo...
Por que Hojas amarillentas y viejas comensaban a inundar la habitación...
Y 2 chicos desnudos le miraron sorprendidos...
*********fin de capitulo*********
n/a:
¡¡¡Hola mis queridos niños!!!, ya tienen frente a sus ojos el capitulo 18 de 24 horas, aquel que tanto
deseaban y que por tanto me retaron por el retraso... ¡¡¡MIL PERDONES!!!!
Espero que realmente les haya gustado este cap. para que la espera haya valido la pena... ¿no?
Muchos saludos a todos mis seguidores, dejen muchos r/r y tenganme paciencia!!!
(Quiero mandar un saludo especial a mi novio, quien apoya mis locuras y además, las lee y me deja r/r...
Mi amor, espero que sepas que eres lo más precioso que tengo y la persona que me ha hecho más feliz, como mi primer novio no tengo ningún reclamo... En estos 3 meses, ha sido todo muy lindo, y creéme, que nunca te dejaré y tampocote voy a permitir a ti hacerlo mi bebé... *.* ...)
Se despide, enamorada y feliz
la ingenua e inocente niña
Mapache -.-`
Dispuesto a soportarlo por que no le iba a dar en el gusto a Draco de sentirse ganador. Él podía hacerlo, podía soportar el dolor que le producía ver a Hermione cerrar los ojos extasiada y la manera en que sus manos comenzaban a sacarle la camisa a Draco.
Su mente estaba tratando de mantenerla ocupada, pensando en la navidad que se aproximaba, pensando en que regalarle a Ron y en esas cosas absurdas que siempre se intenta pensar para escapar de algún sentir penoso, pero que no surge jamás efecto alguno... Casi lo estaba logrando cuando sintió la voz a brumada de Hermione decir con tono incitante una frase que debía de recordar para siempre: te amo Draco, te amo.
Eso bastó para mirar concentrado la imagen de los dos amantes.
Draco ya estaba sobre ella. Y completamente desnudo, al igual que Hermione.
Draco ya iba a introducirse dentro de aquel triaúngulo abrumador, cuando sucedió lo impensable. Quizá lo que nunca pensaron que ocurriría. Era tan inprevisto, que los amantes tuvieron que detenerse, para mirar de donde provenýa aquel ruido.
-¡¡¡Harry, Harry!!!, ¿qué pasa?, demonios harry, ¡¡¡respondeme!!!-gritó Hermione desesperada al verlo en el suelo, con un aspecto petrificador-
-¿Qué demonios pasa aquí?, ¡¡no entiendo nada!!-exclamó Draco cubriéndo su cuerpo desnudo para dirigirse hacia el chico desmayado-
Hermione ya había llegado hasta su lado e intentaba reanimarlo con golpes en el pecho, que propiciaba con los puños cerrados y llena de ira, mientras unas lágrimas cubrían sus mejillas.
Draco se acercó hasta ella y la cubrió con una sábana que tomó de la cama desarmada.
-Es inutil Hermione, ha vuelto al mundo real- mencionó Draco con voz seca-
Hermione se paró del suelo y se cubrió aún más con la sábana, alejándose de Draco y de Harry dió a entender que su mente ya habría colapsado, se sentía como si hubiera llegado un dementor y como si este le hubiera dado un beso.
"Harry desmayado y Draco a medio vestir"
Todo esto formaba un cuadro lo bastante turbador como para que ella se sintiera así. Ya ni siquiera le quedaban lágrimas para derramar, era como si su corazón ya no pudiera soportar tanto dolor, y que su mente habría dejado todo raciosino de lado. Y ahí se quedó, observando con aquellos ojos miel apagados y desorbitados.
Draco estaba muy lejos de sentirse con un vacío como el de Hermione. Al contrario, sentía una alegría brutal que pareció abundarle. Ahora ya no habrían intrusos. Podría cumplir perfectamente con el hechizo.
Pero no pensaba siquiera en lo que vendría por delante, lo que ambos tendrían que esperar para sentirse por fin en paz...
¿era eso lo que realmente quería?, ¿sentirse en paz y ya nunca más sentir esa adrenalina que le producía estar escondido o de estar averiguando paso a paso todo sobre el hechizo?... Sin duda la repuesta tendrá que venir con el tiempo, al menos eso pensaba él.
Hermione dejó de ser una niña... Fue solo en ese momento en que logró decifrar lo que tenía que hacer de ahora en adelante... Tendría que juntar tres factores, solo tres factores para lograr cumplir lo que el hechizo le pedía. Ella pensaba... ya tenía la respuesta, pero sus labios temían de decirlo a viva voz para que el chico que estaba parado detrás suyo también fuera partícipe.
Pasaron largos minutos, los que aprovechó Draco para dejar a Harry en la cama.
Sintió como sus manos se habían vuelto derepente más firmes, con ganas de luchar contra todo lo que se le atreviera a interponerse en su camino... También como sus ojos se volvían quizá más oscuros y con una mirada más agria y determinante. Ella no podía verse a sí misma, pero no era necesario, lo percibía tan claramente como si estuviera frente un espejo.
Volteó decidida hacia Draco para decirle todo de una vez, para averiguar si así podía sacar ese nudo que le apretaba la garganta y parecía a ratos querer ahogarla.
-Draco... -mencionó con voz seca e implacable-
El chico de cabellos rubios platinados y ahora rostro encendido, se quedó perplejo en la forma totalmente distinta en que se veía Hermione.
Estaba cubierta con la sábana de una forma despreocupada, en la que se podía divisar la orilla de un pecho terso y duro, de color mate que en su forma sensual acompañaba sus cabellos despeinados que caían en el mismo pecho, cubriendo con delicadeza aquella parte tan promiscua como lo era el centro de su seno adolecente. Su cabello parecía más risado y mucho más largo...
Hermosa, simplemente hermosa...
-dime -dijo tratando de disimular su sorpresa-
- " Sexo, pudor y lágrimas"... debemos juntar todo eso Draco, así dará resultado...
Su voz parecía tan segura de sí misma, que Draco nisiquiera pensó y asintió levemente.
"****************************************"
Snape hizo aparecer tres camillas y puso a los chicos en ellas.
Llegó después de unos tropiezos a la enfermería, entrando lo más sigolosamente posible. No quería ser descubierto totalmente desprevenido por la enfermera que sin duda no aguantaría la razón para dirigirle una palabra desagradable...
Los dejó en un compartimiento, intentando hacerlo lo más disimulado posible... aunque con tres chicos era bastante dificil lograrlo.
Después de mucho esfuerzo, pudo dejarlos en su entera conformidad, ahora venía lo más complicado... hablar con la señora Pomfrey y convencerla de que no dijiera nada a nadie... pero como...
-¡profesor Snape!, que sorpresa verlo, ¿qué lo trae por aquí?-preguntó la voz de la enfermera-
El profesor volteó lentamente, intentando guardar las apariencias mostrándose sereno. Su mente avanzaba acelerada intenado encontrar las palabras, el tono necesario para saludar a la persona que seguramemente podría salvarle de la expulsión de Hogwarts.
-¡buenas Pompy!, ¿cómo estás?-dijo en un tono afable-
La enfermera quedó perpleja. Sólo Dumbledore le decía así... y además ese tono no venía con la postura de siempre del "abominable profesor de pociones". Su cara fue lo bastante explicita para darle a conocer a Snape que su actuación había sido demasiada exagerada.
Pasaron unos minutos para que Snape se atreviera a volver a hablar.
-madame Pomfrey... te voy a ser sicero... -dijo alfin cayendo rendido en una silla, ante la mirada asustada de la mujer vestida de blanco que imitó su movimiento acercando una silla junto a él.-
Snape ya no pudo más...
Su cabeza se enredó entre sus dedos, mientras al mismo tiempo sus lágrimas humedecían su capa negra.
Aquel cuadro llegó a conmoverla... acarició su cabello tal cual una madre lo hace con un hijo.
-¿qué es lo tan grave como para sacarle lágrimas a Severus Snape?-preguntó con voz dulce-
-es una historia muy larga... -respondió tartamudeando-
-tengo tiempo...
"***********************************************"
Asintió por la sencilla razón de que esa mirada, esa postura desafiante no le dejaba otra alternativa. Por que Hermione Granger por fin había podido tomar las riendas y dirigirlo, ordenarle lo que debía hacer.
Hermione observó algo asombrada la reacción tan sumisa que presentó. No se lo esperaba. Pero no era hora de "sorpresas ni de perplejidades", era hora de seguir con esa fuerza que de un momento a otro se le había infiltrado en su semblante siempre tan felino, siempre tan de palabras y no de acciones, como ella había acostumbrado a practicar en su relación con Draco.
Se acercó cautelosa . Con la mirada firme y altiva, cosas que seguramente le traerían buenos resultados.
La cabaña había parecido congelarse de un momento a otro... La ventana que Harry Potter había dejado abierta ya estaba causando efecto y el viento corría de una forma violenta; la tormenta no parecía calmarse, al contrario, había superado su magnitud y quería llevarse consigo a estos amantes que en ese preciso instante se miraban concentrados, observando cada movimiento, cada gesto que les indicara que podían acercarse con más energía y simplemente sucumbir en las garras del amor.
El viento movía sus cabellos de una forma tan sublime que a ratos parecía una especie de diosa de la mitología griega la que se acercaba hacia Draco y le palpaba la mejilla derecha, mientras éste, derretía su conciencia cerrando sus ojos con la esperanza de salir huyendo de ahí y de no volver jamás... de salir unido a aquella mano de tan tersa textura, que le decía un te amo silencioso, una declaración de amor de la manera más tenue que puede existir en este mundo. Hermione percibía la electricidad que estremecía a Draco... Era imposible no sentirla... Draco movía su cabeza de un lado a otro lentamente, con una sonrisa fina dibujada en su rostro; su cuerpo se enroscaba como una serpiente expuesta al fuego mientras su otra mano comenzaba a hacer un trabajo verdaderamente enloquecedor... su estómago ya no resistía más ante aquellos dedos tan fuertes y sutiles a la vez...
su camisa caía nuevamente al suelo por los constantes movimientos.
Ella se sentía dichosa de poder despertar este placer tan etéreo y enloquecer con él tan desenfrenadamente. Le propició un beso apretado en su mejilla escogida, duradero y tierno como los primeros rayos de luz que se traslucen por la ventana al amanecer y te recuerdan que estás vivo.
Se separó del beso muy lentamente...
Draco abrió los ojos de la misma forma para agradecer con una mirada sincera, aquel gesto tan... tan atrayente a caer vencido ante sus pies.
-Simplemente eres... -quizo decir Draco, pero hermione lo interrumpió con una sonrisa dulce y un dedo en sus labios para no deajrlo hablar-
Y se besaron, se besaron de la forma más hermosa que puede existir, cayendo por fin en un abismo del cual ninguno quería subir...
"*******************************************"
-nunca creí en la posibilidad de que tu hayas amado a alguien en tu vida... -dijo la enfermera algo sorprendida por lo que acababa de escuchar-
Snape le dirigió una mirada pendenciera por su frívolo comentario y luego bajó la cabeza para esconder la vergüenza que le producía el haber tenido que contar algo tan íntimo y secreto.
Pomfrey enrojeció sus mejillas y demoró un poco en volver hablar.
-y entonces debo esconder a estos 3 muchachitos mientras arreglan los problemas de ese... de ese hechizo, ¿está bien?-preguntó temeroza-
-si... y recuerda que ni Dumbledore debe saberlo
-¿acaso no lo sabe ya?, ¡¡¡Severus, debes decírselo!!, tarde o temprano se enterará de lo ocurrido...
-¿qué no lo entiendes?, ¡¡¡no quiero que lo sepa!!!, por eso te estoy pidiendo el favor de que los ocultes aquí, eso podría costarme la salida de Hogwarts... ¡¡¡¡expuse la vida de tres chicos!!!, ¿no es eso grave?
La enfermera no contestó esta vez. Se dió por enterada de que no debía seguir hablando.
Snape agradeció el silencio tomándole la mano y dandole una pequeña caricia. Algo insípida pero caricia al fin. Se dirigió hacia la puerta para marcharse de una vez...
-gracias Pomfrey -mencionó antes de dar vuelta a la manilla y perderse en el exterior-
-de nada -respondió después de estar segura de que ya se había marchado-
Se quedó pensativa durante unos minutos, absorta, sentada en la silla tratando de entender lo que acababa de suceder. Era todo demasiado confuso como para poder entenderlo tan deprisa, se necesitaba tiempo, tiempo para enclarecer las dudas y las preguntas que se le vinieron a la mente y que no se atrevió a formular tan directamente.
Se puso de pie y se fue a observar a los tres chicos que aparentemente dormían en las camillas.
-pobrecillos... No saben que el amor puede causar tantos problemas... -dijo antes de llevarlos a una habitación continua a la suya para poder vigilarlos con entereza y secar las lágrimas que ya le estaban dificultando
la visión-
"*****************************************"
Ron (n/a: ¡¡¡aunque no lo crean, es Ron!!!) caminaba lentamente por las calles de Hogsmeade, procurando distraerse con la cantidad de tonterías
que se puede encontrar en ese pueblo... Pero ya no era lo mismo, ya no era suficiente tener en sus manos un montón de bromas y no tener con
quien practicarselas a alguien y jugar una broma... Ya no estaba su amigo Harry... Y ya no estaba Hermione para castigarlos por su falta
de "sentido común y ser tan inmaduros".
¿Cómo podían cambiar tanto las cosas en menos de 1 año?... Esa pregunta le turbaba la mente y fue esa misma turbación la que lo llevó
directamente a las 3 escobas y sentarse en la mesa más alejada que pudo encontrar.
Su mente viajaba sin rumbo por los recuerdos tan felices que tenía hace unos meses con sus inseparables amigos... Todas las aventuras que
había protagonizado con harry, todas las peleas que tuvo con Hermione... Todas esos chistes y las risas que conseguía de respuesta de parte
de lso dos. Todo se había derrumbado, y él no estaba haciendo nada por detenerlo.
Parvati y Lavender llegaron muy animadas a las 3 escobas buscando su mesa favorita. Pero esta vez estaba ocupada por un chico colorín, muy fornido pero de cara muy triste...
Ambas se miraron de reojo. Este par de chicas estaban tan conectadas que sabía como reaccionar ante estas "oportunidades que brinda la
vida".
-¿Qué dices?... ¿vamos?-preguntó parvati pícara a su amiga de misma cara-
-por mi no hay problema... Tú trae las 9 cervezas... Yo lo conquisto mientras
-a sus ordenes... -contestó la chica con energía como si estuviera cumpliendo una regla de ejército-
Lavender se acercó cautelosa hacia el chico y lo saludó con una amplia sonrisa:
-¿¡Por qué tan solo Wesley!? -se sentó enfrente y cruzó una pierna ostentando un muslo cubierto apenas con una faldita-
Ron subió la mirada y por un momento quiso marcharse de inmediato... Pero al ver con la "disponibilidad previa" con que venía la chica
decidió quedarse.
-hola Lavender, ¿y tú?, ¿por que tan sola?... -preguntó al mismo tiempo que su mente se olvidaba de los problemas y sonreía con aires
de conquistador-
-bueno... ahora ya no lo estoy, pero si te refieres a que donde está Parvati, te puedo decir que viene hacia acá con unas cervezas muy
heladas...
-¿cervezas? -Ron, al igual que Hermione, no tenía experiencia con el alcohol, así que su cara de sorpresa fue monstruosa-
Parvati llegó muy sonriente, y puso las 9 cervezas de tradición sobre la mesa, ante la mirada impávida de Ron.
-Vamos Wesley, no me digas que no quieres acompañarnos... -dijo haciendo pucheritos y acercándose tanto que Ron pudo ver su escote
perfectamente en 3 dimensiones-
-Yo no he dicho que no quiero... ¿estas son para empezar verdad?-sonrió con cara de felicidad-
Las chicas se sentaron una al lado derecho, y otra al lado izquierdo de Ron, mientras le explicaban las reglas del juego, las mismas que
Hermione conocía tan bien.
"************************************"
Se amaron... se amaron como nunca lo habían hecho, creyendo por fin que encontrarían la felicidad que tan rotundamente se les había negado por pertenecer a mundos diferentes, por ser una Griffindor y un Slytherin. Por ser sangre sucia, y sangre pura.
Quizás, estos chicos no habrían tenido tantos problemas si desde un principio se les hubiera enseñado que en el amor, eso no importa, no importa si eres de allá o de acá, lo que realmente importa es que en el momento del encuentro, las miradas se realicen con sensatez, con entrega sin reserva y con la pofunda fé que se podrán sobrellevar las dificultades que se les puedan presentar en el futuro.
Pero en esos momentos, ambos estaban lejos de pensar en ello... Más bien, no pensaban, sentían.
Sentían como el ser amado se encargaba de hacerte feliz besando y tocando aquellos puntos donde la cordura no tiene cabida... y te hace feliz, y el otro lo es por que te ve siendo feliz... es una conexión muy compleja, que se brinda solo con el tiempo y el amor, solo con el amor.
Draco se encargaba de aflojar las tensiones, de tratar de acomodarla en el piso sin despreocupar su boca que se esmeraba en besar el cuello de Hermione, quién suspiraba de emoción...
Su acto de amor estaba ya en su cúspide, no podían seguir subiendo por que sino, se quedarían en el éxtasis y no podrían volver ya al mundo de estos mortales que ya han despristigiado tanto la palabra AMOR...
Harry seguía tendido en la cama, aparentemente en el mundo real...
Aparentemente, pues Harry Potter ya había comensado a despertar y a reponerse del fuerte golpe en la cabeza...
Pero vino un dolor peor...
Pues vió justamente la culminación de amor por parte de Hermione Granger y Draco Malfoy...
Aunque tuvo que pestañear muchas veces para poder creer lo que estaba viendo...
Por que Hojas amarillentas y viejas comensaban a inundar la habitación...
Y 2 chicos desnudos le miraron sorprendidos...
*********fin de capitulo*********
n/a:
¡¡¡Hola mis queridos niños!!!, ya tienen frente a sus ojos el capitulo 18 de 24 horas, aquel que tanto
deseaban y que por tanto me retaron por el retraso... ¡¡¡MIL PERDONES!!!!
Espero que realmente les haya gustado este cap. para que la espera haya valido la pena... ¿no?
Muchos saludos a todos mis seguidores, dejen muchos r/r y tenganme paciencia!!!
(Quiero mandar un saludo especial a mi novio, quien apoya mis locuras y además, las lee y me deja r/r...
Mi amor, espero que sepas que eres lo más precioso que tengo y la persona que me ha hecho más feliz, como mi primer novio no tengo ningún reclamo... En estos 3 meses, ha sido todo muy lindo, y creéme, que nunca te dejaré y tampocote voy a permitir a ti hacerlo mi bebé... *.* ...)
Se despide, enamorada y feliz
la ingenua e inocente niña
Mapache -.-`
