24 horas Capitulo nº19: "Hasta que la muerte nos separe" por Mapache

Las hojas continuaron cayendo del cielo por unos instantes, para cumplir solo con la misión de hacerle recordar a Harry como había sucedido aquello antes. Como se había besado lo anteriormente besado por sus propios labios... como aquel beso había sido correspondido sin recato. Como habían concluido su enlace de amor y a la vez su sentencia de muerte.
Por largos instantes, ningún ruido aparte de la lluvia irrumpió en el lugar...

Mientras; Hermione y Draco solo atinaron a guardar silencio, como para querer brindarle la oportunidad a Harry que se reponiera de tamaña sorpresa y de aprovechar también deshacerce del calor que aún inundaba sus cuerpos, para tratar de disipar aquella niebla con olor a amor que parecía querer extasiarlos y llevarlos nuevamente a las garras de la lujuria. Para calmar esa pasión que a ratos parecía querer volver a reunirlos en abrazos interminables... de besos fugaces que jugaban a parecer constelaciones en el cielo de su amor...

Draco se volvió a poner su camisa con dificultad... Su cuerpo aún ardía.

Como describir la emoción sentida en el lugar... como explicar lo que estos 3 seres humanos sentían en sus acongojados corazones... ¿era tan solo una pesadilla?, ¿solo un juego de la imaginación?, ¿solo era que la luz de la tormenta les había hecho ver esto tan terriblemente doloroso?... Es realmente increible lo que puede suceder si hacemos cosas con todo el corazón, si hacemos cosas con dedicaciòn, con pasión y dando siempre libre salida a nuestras verdaderas emociones. Y estos chicos lo sabían perfectamente.

Harry se puso de pie. Les dió la espalda unos segundos para luego mirarlos fijamente con una mirada algo severa.

-¿y eso era todo?, ¿por esto me cambiaste?-dijo Harry con rostro burlón-

Hermione comenzó a respirar más rápido por el dolor que le producía aguantar las lágrimas.
Draco esbozó una sonrisa divertida mientras se volvía a sacar la camisa que segundos antes le había costado tanto ponerse y se le plantaba enfrente a harry.

Hermione era solo una espectadora de lo que realmente estaba sucediendo, solo atinaba a guardar silencio y a observar lo que este par de chicos hacía. Lo que realmente le traía un gran dolor, pues ver al que su verdadero amor por mucho tiempo y al que había lleghado a negarselo, era verdaderamente turbador para su mente. Esta chica dudaba si saldría cuerda de estas 24 horas... dudaba si podría recomponerse... Dudaba... Dudaba... y eso le inquietaba.

""

Ron terminó enceguecido por el alcohol bebido y por la presencia de este par de chicas tan atrevidas como hermosas que se habían poco menos que ensañado con él. Este trio tan particular continuaron juntos incluso después de la llegada a Hogwarts. Los besos que habían llegado justo después de la salida de las cervezas, resultaron muchas veces implacables... agresivos en su naturaleza.

Ron no supo como llegó a la sala de trofeos. Ni tampoco como se había sacado sus envestiduras que lo cubrían y que en ese momento... estorbaban.

Su mente solo sabía como se había entregado a los besos y caricias de este par de jóvenes que le incitaban a seguir con entereza. Solo supo como lograr sentirse vivo, amado... feliz. Ronald Wesley se vió de pronto sumergido en una nube de calor, en un paraíso hecho realidad... a pesar de la incomodidad del lugar y del miedo de una visita inesperada... A pesar de eso, se sintió libre... Demente... muy demente. Y no por el efecto de las cervezas, sino simplemente por las gratificaciones del amor desenfrenado, aquel sin compromisos previos ni ataduras.

Parvati y Lavender se pusieron a su servicio... Una vez conocidos los puntos donde Ron parecía estallar, comenzaron a comunicarse con él. Recorrieron su cuerpo sin limite alguno, besando, tocando... deslizando sus filudas uñas postizas por el abdomen completamente desnudo de este chico colorín, que solo podía agradecer con gemidos que demostraban claramente el éxtasis donde se encontraba sumergido.

Para Ron, el año que estaba a punto de culminar, no había sido del todo agradable. Se le había obligado tajantemente crecer, madurar y por ende, presindir de aquellas personas que antes creía impresindibles. Y lo había logrado, había conseguido sentirse feliz por otros medios y no por la alegría de los demás... El pensamiento de que era feliz, de que por fin había crecido lo hizo convencerse aún más de que estaba haciendo lo correcto, que no se arrepentiría jamás de aquellos besos que estaba recibiendo.

Por parte de las chicas, hay mucho que decir o explicar. Ambas estaban, digamos... "acostumbradas" (por decirlo de alguna manera) a compartir al hombre a la hora de las relaciones amorosas... Pero esta vez fue diferente.
Al principio, se lo compartieron como buenas amigas y estuvieron dispuestas a sederselo a la otra cuando esta quisiera hascerlo... Mas las caricias de Ron ya no eran compartibles, ni sus suspiros eran como para brindarlos como cualquier regalo barato y olvidarlo.

Ron se percató de tal "percance"... y lejos de sentirse contrariado, se sintió el hombre más feliz del mundo.

Por que a pesar de no estar en el equipo de Quidditch, ni tener los mejores pectorales, ni tampoco esos dibujos firmes en su estómago; él, Ronald Wesley era peleado a la hora de amar...

Y eso le provocó una sonrisa delirante.

(n/a: esto es para las amantes de "RON"... para que vean que no soy tan mala y que me acuerdo de este... de este... ¿personaje?jaja, XD)

""

Severus llegó a su habitación sudando por los nervios, con la cabeza caliente de tanto pensar y con el corazón apretado por la forma en que había liberado su más íntimo secreto. Aquel que no se cuenta nisiquiera en los sueños... aquel por el que se siente pena, rabia... y en su caso, vergüenza, mucha vergüenza.

Cerró la puerta con rudeza, se sacó su túnica negra y la tiró sin más al suelo.
Se lanzó en la cama solo con el fin de que su cuerpo descansara y sus piernas dejaran de correr... Y por un momento, Severus Snape no tuvo nada en su mente, no pensó en absolutamente nada. Su cabeza quedó en blanco y solo el ruido del viento y la lluvia irrumpió en el lugar...

Si... de la lluvia... Por que en ese momento, se vivía una fuerte tormenta... con relámpagos y una aguacera que parecía no terminar.

Por un momento, a Severus no pareció importarle tal ruido. Estaba tan cansado que nada podía interrumpirlo. Cuando ya le faltaba el aire por su nariz sobre la cama, volteó y abrió los ojos... Ya había dejado de sudar y su corazón de palpitar tan aceleradamente.

Se veía sin escapatoria, dentro de un problema que a simple vista no tenía solución. Era una sensación extrañamente asquerosa, se sentía horriblemente culpable por lo que le estaba pasando a estos chicos... Si tan solo él no le hubiera prestado ese libro, si no le hubiera facilitado tanto las cosas a Draco, si no hubiera castigado tanto a Hermione o si tan solo hubiera dejado de odiar con tal ímpetu por un segundo a Harry Potter... Las cosas hubieran sido diferentes.

Se puso de pie de un salto y comenzó a dar vueltas por toda su habitación , como si quisiera que con sus pasos firmes fueran borrandose todos sus problemas, esas tonterías que se le cruzaban por la mente... Esa idea de dar un corte final al problema quitándose la oportunidad de vivir, quitándose por fin ese sentimiento de culpa, que lo estaba llevando hasta un abismo donde dificilmente podría salir... Por que en ese instante, Severus no encontraba otra salida que la de salir despavorido huyendo de lo que su mente llamaba percance, huir de las garras de la vida burlandola con un simple acto que estaba seguro vendría solo a tranquilizarlo, y que no causaría ningún efecto negativo. Por que nadie lo extrañaría, nadie desearía llamarlo desde la muerte para tenerlo cerca... Por que estaba solo, completamente solo... Así que la muerte, el suicidio mejor dicho, sería una buena salida... Tal vez lo haría.... O tal vez no, eso lo decidiría el destino...

-¡¡¡que demonios estás diciendo Severus!!!, ¿tú?, ¿creyendo en el destino?... Lo que me está pasando, no es más consecuencia de mis mismos actos, yo me llevé a estas circunstancias... ¡¡¡¡No estaba escrito.... No estaba escrito!!!!-gritaba desesperado, rompiendo en lágrimas y cayendo paulatinamente al suelo arrodillado y dando golpes con los puños cerrados en la cama-¡Por los mil demonios!! no estaba escrito...¡¡NO ESTABA ESCRITO!!...

Eran gritos de desesperación, de profunda desesperación. Lloraba de rabia, impotencia por no poder hacer nada más. Solo esperar, y eso ya lo estaba volviendo loco. Su llanto era con un dolor que lo desgarraba por completo, era como si su propia alma estuviera saliendo de si mismo y se despidiera de él para no volver jamás, como si sus lágrimas no fueran más que la muestra física de un error que le estaba costando las ganas de vivir... Era un dolor acumulado, arraigado hacía ya muchos años en su corazón; atezorados en un lugar recondito de su ser y que hoy salían a la luz solo para recordarle cuan infeliz era, cuan desdichado era... Solo para refejarselo en la cara y hacerlo sentir más podrido de lo que ya estaba.

Por que Severus Snape se sentía podrido, sin nada bueno dentro... sin nada digno como para querer mostrarlo... ¿y si lo tuviera?, ¿a quién mostrárselo?

""

Draco rondaba a Harry cuan león acecha a su presa antes de devorarla... Lo miraba fijamente a los ojos, con la esperanza de que esto pudiera atemorizarlo y sentirse con esa gratificación en el pecho que lo llega a hinchar de tanto orgullo... pero de ese henchimiento que no se preocupa de si lo que hiso estaba en lo correcto o no, en fin, que más dá; si te está produciendo orgullo, ¿para que calientarse la cabeza con las tonterías de la moralidad y esas cosas?. Al menos ese era su punto de vista.

Finalmente terminó su paseo para culminar con unas palabras que rayaban en lo irónico. Con un tono burlesco, confiado de lo que realmente se posee, sin temor. Se plantó con una actitud déspota, agresiva pero no con esa sin fundamentos, si no con aquella que sienten solo los que no se sienten menos contra nada y a que a la hora de demostrar sus cualidades y virtudes, no duda en hacerlo, y lo hacen... Lo hacen de una manera ostentosa, glorificandose a gritos estruendosos. Y así lo hiso Draco.

-Si Potter, por esto te cambió, por mis caricias tenues, capaces de hacerla volar por los cielos de la locura, te cambió por mis besos candentes y a la vez tiernos, que la hacían delirar... -dijo Draco aumentando cada vez más su tono de voz y ostentando de su cuerpo fornido- ¿pero sabes que es lo más importante?, ¿puedes siquiera imaginarlo?... pues que yo la hice sentir una verdadera mujer, y eso, no lo sintió jamás contigo...

Harry, que había aguantado las lágrimas, no pudo más y dió rienda suelta al dolor que le producían estas palabras. Hermione solo atinó a agachar la mirada para tratar así de ocultar así su vergüenza.

Al verse triunfador, Draco se volvió a poner la camisa y completó su vestimenta poniéndose sus zapatos y tratando de verse más ordenado, Hermione casi enseguida imitó a su compañero de amor, vistiéndose a la brevedad. Momentos suficientes como para que Hrry pudiera calmarse.

-Ya que la niñita de Potter ha dejado de llorar, ¿por qué no vemos que diablos dicen esas hojas?

Ambos jóvenes asintieron, pero nadie se movió. Draco miró hacia ambos lados buscando algún aliado para comenzar a leer, pero al no ver nadie resolvió hacerlo solo.

-Bueno, si nadie me acompaña, lo haré yo solo... Donde se ha visto que un Malfoy necesite ayuda... -mencionó en tono orgulloso-

Recogió una por una, cada hoja con un cuidado exagerado para así evitar un daño a las ya maltratadas hojas del libro de hechizos amorosos. Lo miraban fijamente Harry y Hermione, que no le quitaban de ensima la vista a ninguno de sus movimientos.

Draco se sentó en la cama una vez reunidas todas las hojas para comenzar al fin a leerlas. Y como unos niños que esperan escuchar un cuento Harry y Hermione se acomodaron a su alrededor.

Harry se tiró al suelo boca arriba. Puso sus brazos detrás de su cabeza y su semblante solo expresaba preocupación y mucha concentración. En cambio, Hermione se sentó al lado de Draco, tomando una distancia considerada, pensando ingenuamente que podrías escapar de la mirada sagaz que le dirigía Draco en esos instantes.

Afuera la lluvia parecía haberse detenido, cambiando las nubves oscuras por un sol brillante. Las horas ya habían avanzado y el amanecer llegó como de costumbre. Sin importarle que habían 3 jovenes que no habían descansado ni un instante. Se presumía un día maravillozo, de esos en que lo único que se escucha son el trinar de las aves y el sonido de la brisa fresca que recorre los cielos...

Todo esto transcurría mientras Draco leía.
Y lo tan hermoso del día contrastaba totalmente con la cara de espasmo que iba poniendo Malfoy a medida qeu avanzaba en su lectura silenciosa...

Hermione comenzó a impacientarse, por lo que se puso de pie y comenzó a caminar por toda la cabaña...

Cuando la chica no aguantó más los nervios dijo molesta:

-¡¡Lee de una vez Malfoy!!

Draco reaccionó con el grito y le dirigió una mirada asustada. Sus ojos grises expresaban sorpresa y un resquicio de temor. Sus pupilas parecieron haberse agrandado de un momento a otro.

-creéme que no quisieras saber lo que dicen estas hojas amor mío...

-Lee -respondió en tono seguro- y trata de no decirme amor.... -agregó apuntando a Harry con la vista-

-Hermione... Uno de los dos tiene que morir... ¡¡¡ Potter o yo debemos morir!!!

La chica le dirigió una mirada a Harry que comenzaba a incorporarse....

-Potter... a uno de los dos... la muerte nos separará de Hermione para siempre...-dijo Draco algo preocupado en su semblante-

-así veo... -respondió Harry- ¿verdad Hermione?

-claro... -dijo Hermione mirando a ambos- Hasta que la muerte nos separe... -dijo mientras besaba a Harry en la frente y luego repetía lo mismo con Draco-

-hasta que la muerte nos separe-agregó Malfoy- Así se llama esta parte del hechizo....

""

Tocaron a la puerta, pero él no emitió ningún sonido de respuesta ni ninguna intención de abrir... Por lo que Madame Pomfrey dió vueltas a la manilla rápidamente y entró algo agitada. Cerró detrás de sí.

-Supuse que te encontraría así...

Snape levantó la mirada roja.

-vete... -ordenó, pero agregó recordando que le debía un gran favor- te lo suplico...

-Severus, algo le pasa a los chicos, están rarísimos... no sé que es lo que pasa... ¡¡¡Harry y Draco Malfoy no han parado de sangrar!!!

Snape se puso de pie y salió corriendo a la enfermería, con Pomfrey detrás de él.

El profesor de posiones corría agitado por Hogwarts, nervioso, pálido por el temor que le producía encontrarlos ya muertos...

Pero él ni Madame Pomfrey sabían que llegarían cuando las cosas ya estuvieran bastante avanzadas...

Y que costasría demasiado remediar la situación...

Por que unos de los dos chicos estaría al borde de la muerte cuando volviera al mundo real...

Por que uno de los dos tendría que sacrificar su vida...

Pero no su vida física...

Sino su vida espiritual, aquella que le permite al ser humano enamorarse...

Tal como le había pasado a Severus Snape hace ya muchos años atrás...

"fin de capitulo"

n/a:

Bueno mis queridos lectores, aquí está el capitulo que tanto me solicitaron a través de sus r/r y sus mails que me llegaron a mi correo....

Así que espero les haya gustado... ¡¡¡¡demuestremenlo mandandome r/r!!!!, Kiero tener muchos..

¿Se quedaron con la duda?, ¿Quien muere o se queda sin la maravillosa cualidad de amar? .............. ¿Será Draco?............ ¿o será acaso Potter?.......... ¡¡¡¡QUE MALA SOY!!!!! XD (acepto votaciones)

Prometo que no me demoraré tanto con el cap. 20... ¿20?, si!!!, me falta poco, por que yo llego solamente hasta el 24!!!!... cuando lo termine me dará mucha penita ( ; . ;)

Se despide:
la ingenua e inocente niña:
Mapachita