"no tengo muchas ideas en la mente en este momento ¬¬´"

Lily y Emma suspiraron complacidas cuando Sam hubo desaparecido detrás de la raída puerta de la habitación, (después de haber apostado la mitad del oro de Bill Gates en apuestas entupidas, claro) les encantaba escuchar el chisme completo de la cita cuando alguna de ellas salía... Especialmente cuando se trataba de alguna cita curiosa, y no se necesita ser un genio para saber que Sam y Sirius eran definitivamente una pareja especialmente rara.

- ¿cuánto crees que tardaran en llegar? - preguntó Emma tanteando nerviosa con los dedos sobre las orejas de uno de los muchos muebles que habían logrado contrabandear fugitivamente de la sala común.

- ¡5 galeones a que en media hora, después de una cachetada y un mal café en star bucks!

- ¡6 galeones a que en una hora, después de una romántica cena en el blue rose!

- estamos hablando de Sam y Black tarada - puntualizo sabiamente Lily - primero explota el universo

- ¡aah¡que la cita es con el Black! Exijo retirar mi apuesta

- ¡estas pero como loca, falta me hacen esos galeones, vi unos zapatos monos la otra ves...

- ¡uish, me carga la...!

- la vida es cruel Emma... Por eso perdí mas de 30 galeones en tus estúpidos juegos de cartas - se quejo Lily con resentimiento en la voz.

- si, bueno... - Emma sonrió orgullosa - es que son mas malas que el cáncer, en serio

- oye... ¿no se te antoja ir a comer algo a las cocinas, me esta enfermando tu estúpida platica - reprocho Lily molesta, cambiando de tema.

- bueno - acepto Emma encogiéndose de hombros - así podemos pasar el rato mientras regresa Sam - apunto mas entusiasmada.

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- ¡10 galeones a que no le regresa el violín en una semana!

- ¡5 kunts a que no!

- ¡vamos Remus¿qué son esas apuestas de niñita de 10 años? - pregunto molesto James, harto de no poder hacer una apuesta de mas de un galeón.

- para empezar, no tengo mucho dinero, y el poco que tengo, no me gustaría perderlo en apuestas estúpidas, después: tu tampoco tienes mucho mas dinero que yo, de echo me debes mucho dinero de la ultima ves que apostamos y aún no me lo pagas, y también es una tontería compararme con niñas de 10 años, puesto que el ser humano que ha sido mas humillado por niñas de esa edad eres tu. - se justifico Remus, a James le tembló el labio.

- eres tan cruel - dijo con voz quebrada ocultando su rostro entre sus manos

- ¡oh, lo siento mucho Jimmy¿me perdonas? - se disculpo Remus palmeando la espalda de su amigo.

- ¿no te importa herir mis sentimientos? - pregunto James con voz quebrada.

- si, amigo, si me importa, lo siento

- de acuerdo, solo tráeme budín de chocolate de las cocinas del colegio y en paz - negoció James incorporándose como si nada hubiera pasado.

- ¡ah, no! Mejor sigue llorando, yo de aquí no me muevo - reprocho Remus poniendo los brazos en jarra y sentándose en su cama.

- ¡eres tan malo con migo! - chillo James retomando su actitud lastimera.

- ¡bueno, ya voy, ya voy! - exclamo Remus exasperado, poniéndose de pie y saliendo por la puerta.

- jeje, siempre funciona - rió triunfante James, incorporándose de nuevo en la cama, con una sonrisa en los labios.

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- ¿sabes, creo que si Filch nos vuelve a cachar entrando a las cocinas del colegio nos va a poner como referí en el próximo partido de Griffis y Ravens - opino Lily cuando ya hubieron salido de su dormitorio dirección a las cocinas del colegio. - mejor esperemos aquí hasta que llegue Sam... De seguro ella traerá algo de comida.

- de acuerdo, tu puedes quedarte, pero a mi no me apetece comer carnitas de Sirius, gracias.

- bueno, como quieras, pero tienes que traerme algo, por que me cae que ese Black esta rancio - pidió Lily haciendo una mueca de asco.

- Esta bien, pero la próxima ves bajas tu - respondió Emma fulminando con la mirada a su amiga, que la miraba con ojos de borreguito antes de morir. - ¿qué quieres?

- budín de chocolate y helado de menta con chispas de chocolate, y chocolate, y pay de manzana y algo de te de manzanilla por favor - dijo Lily como quien dicta una lista de supermercado - ah, y algo de fruta también - se apresuro a añadir, ignorando la indiscreta de Emma, como diciendo "si a ti te cabe en el estomago la mitad de eso, me trago la rancia carne de Sirius Black".

- ¿y no quieres de una ves pavo? - pregunto Emma levantando una ceja.

- pues si hay no haría daño...

- ¡pa, pa, pa, pa, que no soy burro de carga, pídeme una cosa solamente - exigió Emma, temiendo tener que transportar provisiones para años de supervivencia en la selva cuatro largos pisos.

- esta bien, déjame ver... Hum... Budín... ¡no, mejor tráeme chocolate... Mejor pay de Manzana...

- ¿que opinas de algo que te haga bajar esa panza? - Emma dio su opinión mirando el fibroso y bien formado cuerpo de su amiga.

- hum... Tienes razón... Tráeme budín de chocolate - decidió por fin la chica Evans.

- creo que no me entendiste, yo me refería a... Bueno, olvídalo - se rindió por fin Emma, dándose media vuelta para evitar un fuerte dolor de cabeza (Lily ¬¬)

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- ¡estúpido James, ya vera, le voy a poner pelos es ese estúpido budín! - refunfuñaba Remus malhumorado, detrás de la capa invisible de su amigo, sin embargo, se detuvo tras ver que una persona se acercaba sigilosamente al mismo lugar donde el pensaba ir: el cuadro del frutero - ¿qué dem...? - la sigilosa figura se acerco cautelosamente al cuadro, y, después de voltear a ambos lado, se introdujo en el cuadro del frutero, y el, curioso, siguió a la misteriosa figura para ver de quien se trataba, con cuidado abrió la abertura del retrato después de hacerle cosquillas a una brillante pera verde.

- ¡gracias Devy, regresare otro día para verlos, pero hoy no puedo¿no tendrás acaso budín de chocolate? - una voz familiar floto por el aire hasta los oídos del atento merodeador.

- ¿Emma?

Su amiga se dio media vuelta, para ver el asombrado rostro de Remus Lupin, mirándola desde un cercano rincón de la cocina, justo a tiempo para ver como escondía detrás de el algo.

- ¡Remus¿Qué haces aquí? - Emma pareció contenta de verlo, hace un par dedias que no hablaba con el.

- pues... pues quería estirar las piernas un rato y decidí venir a comer algo.

- James te mando por algo de comer de nuevo ¿verdad?

- si - Remus respondió eso un tanto ruborizado - ¡es que tiene técnicas de persuasión muy poderosas! - se excuso el guapo merodeador

- ¿fingir que llora?

- ejem... ¿y que haces tu aqui?

-pueees... -carraspeo Emma, pero alguien lo interrumpió.

- aquí esta su budín de chocolate, señorita - una pequeña cabeza le tiraba de la túnica a la chica Reace.

- ¡ah, si, gracias Devy!- respondió Emma, tomando el tazón que le ofrecía una pequeña elfa (poco mas pequeña de lo normal) con cabello negro y lacio, hasta un poco mas debajo de la cintura.

- ¡ah, y yo quiero uno de esos también Devy!

- ¡oh, Devy lo siente señor, pero es el único que Devy tiene - a Remus se le cayo el alma a los pies, es simple echo de regresar sin el famoso budín a su cuarto le puso la piel de gallina. - Devy de verdad lo siente mucho señor.

- no te preocupes Devy, no es nada urgente, bueno, me tengo que ir a ahogar al lago, pero si el calamar gigante logra rescatarme, te prometo que te visitare luego - el chico suicida sintió como una mano lo tomaba de la muñeca, y cuando se dio la vuelta vio como una Emma lo miraba desde una cabeza mas abajo.

- bueno¿sabes, creo que a mi tampoco me cayo muy bien que Lily me mandara aquí por su estúpido budín... Y, solo pensaba ¿por qué no mandarlos al demonio por hoy y sentarnos aquí a tomar te o algo? - Emma deseaba pasar algo de tiempo con su amigo Remus, que últimamente no había estado disponible, y este sonrió, como si estuviera diciendo que si, y se sento en una silla, imitado por Emma.

- Devy... ¿no tandras acaso hidromiel refinada? - Emma solto una estruendosa carcajada y Remus la miro sonriente con una mirada juguetona en el rostro.

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- ¿falta mucho para llegar? - pregunto la temerosa voz de Sam a un irritado Sirius

- ¡ya te dije que faltaba poco hace una hora!

- ¡si, pero no faltaba poco!

- bueno - dijo Sirius con una voz más calmada, intentando controlarse - ahora si falta poco

- ¿otra hora?

- bueno... Relativamente poco - termino Sirius

- ¿relativo con que? - Sam parecía irritarse más con cada paso que daban

- con lo que teníamos que avanzar cuando empezamos - respondió Sirius satisfecho de su respuesta.

- ¿entonces falta menos de medía hora? - pregunto esperanzada Sam.

- eso depende - dijo por toda respuesta Sirius, como evadiendo la parte desagradable de la pregunta.

- ¿de que? - Sam no pudo ocultar su preocupado tono de voz

- er... Bueno, de si encuentro del camino o si no lo encuentro - respondió Sirius, rojo como un tomate, como si el mismo estuviera conciente de que era un completo idiota. De pronto Sam sintió como si los enormes árboles se hicieran mucho mas grandes y retorcidosde lo normal y se serraran sobre ella, y sintió también como si el aire fuera espeso y fuera difícil respirar, como si sus piernas fueran de gelatina y no pudieran llevarla un paso mas legos, y respirando con dificultad, pudo articular las siguientes palabras:

- ¿entonces... Estamos perdidos?. - una parte de ella no temía escuchar la respuesta, y lo sabía, pero la parte coherente sabía que lo mejor era enterarse de la situación.

- bueno... Mas o menos... - la dudosa voz de Sirius le indico que la clara y obvia respuesta era "si, estaba perdida en el bosque"

Sam analizo la situación: estaban en medio del bosque prohibido, un lugar que no hubiera pisado si su valioso violín no dependiera de ello, con Sirius Black como único guía, el idiota mas grande del planeta, que solo podría ser usado se escudo una ves en caso de que un oso mutante apareciera de la nada y que de seguro no podría encontrar su trasero con sus dos manos y un mapa, y por si fuera poco, sin provisiones para sobrevivir, ni una pistola de bengala para pedir ayuda, (en este caso, ninguna varita que podrían usar para salvarse el pellejo en caso de ser atacados por un espantoso extraterrestre o algo parecido).

- estoy perdida en el bosque prohibido, con Sirius Black y sin una varita mágica - reflexiono en vos baja; un minuto de silencio absoluto, solo interrumpido por el susurro de las hojas y el silbido del viento, sin embargo, una curiosa sensación se desarrollaba en el estomago de la chica, eso solo podía significar una cosa... - ¡BAMOS A MORIR¡oh, Dios mío, yo que quería vivir para ver un concierto de los Roling Stones¡y ahora moriré devorada por los osos y los buitres roerán mi putrefacta carne, que descansara para toda la eternidad con tu retorcido cuerpo¡como osas llevar a una joven inocente a una muerte segura, prematura, lenta y dolorosa, tu, retorcido loco?... ¡pero yo podré salir de este espantoso lugar sin ti y sin tu ayuda¡tu puedes quedarte aquí para siempre a comer musgo y hojas, y a esperar un ataque de vanados, ardillas o algo peor, señor explorador, pero yo no pierdo la cabeza ante las situaciones mas criticas y podré pensar en un plan que me sacara de aquí¡quieres calmarte un segundo para que puede escuchar mis pensamientos¡si vas a enloquecer vete a otro lugar para que no tenga que aguantar tus chillidos de nena, mientras ideo un brillante plan¿quieres!. - Sirius estaba acurrucado en un rincón, apoyado en un árbol, como si un matón de tres metros del olivo lo estuviera amenazando con torturarlo hasta la muerte.

- ¿S-sam?

- ¿QUE QUIERES AHORA IMBECIL DE MIERDA?

- es que... ya llegamos - a esto le siguio un silencio mortal

-¿ en serio?

- si, mira - dijo sirius apartando un arbusto dejando ver una escena que no se veía todos los días...

- Oh, Dios mio...

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Remus parecía haber contado algo muy cómico, pues en ese momento Emma reía divertida, los dos amigos habían estado platicando animadamente desde hacía aproximadamente una hora, y ninguno había perecido notar cuanto tiempo había pasado (ya sabes... El tiempo vuela cuando te diviertes).

- ¡que chistosso! - dijo dandole una palmada a su amigo -¿que paso lueso?

- creo que no mas hidromiel para ti señorita... - opino sonriente Remus quitandole un baso de las manos a la chica, aunque el tampoco estaba miy bien del todo, estaba muy rojo por la exitación y el calor de la hidromiel.

- supongo que tienes razón...

- ¡claro que tengo razón mujer! - ambos estubieron riendo un rato mas.

- oye ¿y que tal con Ian? - pregunto unos minutos despues Remus - ¿sigue siendo la misma ralación ardiente de la que presumías tanto? - rio su amigo,Emma suspiro bajando la mirada

- no desde hace un par de semanas - dijo Emma desepcionada - supongo que no era para mi ¿sabes?... resulta que me estaba engañando conYaui Chang...- Emma se interrumpio por unos segundos - no voy a extrañar esa clase de ralación... era solo hormonas y por eso mismo no funcionó con migo, aunque si extrañare... bueno, mejor excluimos los detalles - ambos soltaron carcajadas estridentes.

- no me molestaría saberlos

-¡por favor! solo lo dices por que estas ebrio

- señorita Reace, se nececitan mas que un par raciones de hidromiel para embriagarme - Emma sonrio mirando el suelo

- bueno, era muy bueno besando, y despues de un par de semanas sabía todo lo que me volvía loca

- ¿como que?

- eso - lo corto Emma sonrojada - es algo que no te incumbe, mi metiche y calenturiento amigo

- ¡vamos! siete años de amistad con tigoy que no me incumben tus actos sexuales¡por favor Emma!

- bueno - titubeo Emma dudando - que quede claro que no te diría nada de esto si no estubiera medio... ida ¿comprendido?

- claro que si

- pues... esta este lugar detras de la oreja - Emma reprimio un escalofrio - no puedo ni acordarme- rió - el cuello, me encanta que me besen el cuello y un poco mas abajo... nunca demaciado claro; tambíén... bueno, ejem - acrraspeo sonrojada - los muslos y que me acaricien la parte baja de la espalda... pero nunca quize llegar mas legos con el, ese fue el problema- Emma se mordio los labios, Remus tragó saliva, a pesar de los efectos del alcohol se sentía nervioso ¿acariciar muslos? psss, siempre se podían aprender cosas nuevas de viejas amistades - y... cuentame - Emma corto los muy probablemente indecentes pensamientos de su amigo - ¿que es lo que a ti te buelbe loco? - Remus carraspeo, sonrojado por algo que no tanía nada que ver con la hidromiel que corría abundante por sus venas, despues sonrio...

- no creo estar suficientemente ebrio como para decirte eso Emma...

- ¡oh, vamos, vamos Remsie, yo te confie lo mío, no es justo! - se quejó bromeando su amiga, poniendo los brazos en jarra

- esta bien - sedio por fin su amigo - pues... que muerdan, me gusta que muerdan y rasguñen y... - la respiración de Remus se agito, le benían a la mente muchos recuerdos de experiescias pasadas, Emma solto un silvido

- ¿con que te gusta el amor apache eeh? - Remus sonrió a su amiga, era mucho mas facil hablar con ella de sus exentricas tendencias sexuales de lo que había esperado, incluso se sentía comodo...

- si - admitio el licantropo merodeador

- no lo hubiera esperado del dulce, tierno y sensible Remus - ambos se boltearon a ver sonriendo, hasta que una agetreada Devy entro atropelladamente a las cocinas

- ¡señor¡señorita¡El señor Filch viene en camino, será mejor que el señor y la señorita salgan de las cocinas de Devy¡Devy le dirá que no ha visto a ningún señor y señorita por las cocinas! - Devy hablaba atropelladamente, cuando, prácticamente derribo las puertas de la cocina. Emma, alterada, se puso de pie inmediatamentey corrió hacia la abertura que daba hacia el retrato del frutero, pero una mano de Remus, que la había tomado por la cintura la detuvo.

- ¿qué haces¡si Filch me encuentra de nuevo en las cocinas me va a dejar sin carne para mañana! - chillo intentando soltarse de el fuerte brazo que la apresaba.

- pero si sales de aquí te encontrara de todas maneras - razonó Remus arrastrando a la chica a un lugar situado en el otro extremo de la salida de las cocinas.

- ¡y si me quedo aquí no hará gran ayuda genio! A menos que tengas una capa invisible... - para sorpresa de Emma (y de cualquier se humano) el chico Remus saco una capa invisible de detrás de el (ajajajaja a que no se lo esperaban XD!) - ¿qué dem...? - para cuando termino de decir la pequeña frase ya ambos estaba apretujados en un rincón debajo de una mesa repleta de cuchillos y carne cruda. - vaya, señor Lupin, Estas lleno de sorpresas...

- ¡shhh! - en ese momento la puerta se te abrió la puerta, dejando ver al desgarbado conserje, ambos respiraban agitadamente...

- ¡Devy! - gritó el conserge tirando la mesita en la que habían estado tomando Remus y Emma, para suerte de estos dos, el idiota del sonserje no se molesto en pensar que la hidromiel no era algo normal para encontrarse en las cocinas del colegio.

- ¿s-señor? - tartamudeo la pobre elfa

- ¡se que has estado escondiendo alumnos aqui de nuevo¿donde estan? - chillo el conserge

- aqui no hay ningun estudiante señor! - dijo enojada la elfa

- ¡tienes proibido mentirme! - grito el conserje enojado

- entonces ¿por que insiste? - se defendio astuta la elfa, el conserje se quedo sin abla unos momentos antes de salir de las cocinas tirando todo lo que se le cruzara en medio, Devy suspiro viendo el desastre frente a ella - humano idiota - susurro comenzando a arreglar el desastre, era una suerte para los dos chicos escondidos en el rincón de las carnes que su amiga Devy tubiera una mente tan abierta; ambos de vieron a los ojos por unos momentos...

10 minutos despues...

una pareja de jovenes se levanto del rincón de las carnes en las cocinas del colegio Hogwarts muy agitados, la chica tenía su falda lo suficientemente abajo como para cubrirle lo minimo indispensable, solo un par de botones abrochados y muy despeinada,al chico solo le colgaba la camisa de los hombros con la cobata, tenía labial por solo dios sabe donde no y parte de la ropa interior estaba afuera, ambos respitaban agitadamente.

- ¡wow! - susurro Remus sin aliento mientras intentaba peinarse su cabello despeinado - eso fue...

- si

- estubo...

- lo se - ambos se quedaron unos segundos recobrando el aliento y acomodandose todas las plendas...

- ¿era nesecario romperme la camisa? - que quejo Emma

-oooh si que era necesario - respondio el merodeador abrochandose la cremallera - muy nececario - afirmo combencido se sus palabras - por algo me dicen lunatico

- ¡por fin salen de allí! - chillóDevy recogiendo el desastre de Filch - queríadecirles quehabía encontrado otro budin dechcolate, pero se escuchaban un poco... ocupados el señor y la señorita... tamia que si los interrumpía Debypodría salir lastimada - bromeo la elfa ados sonrojados chicos.

- gracias Devy... - jadeo Emma tomando el budin de su amiga - yo... creo que mejor me voy - dijo mientras salía de las cocinas del colegio, durante todo el recorriro a la sala común paracía que el corazón se le saldría del pecho en cualquier momento, ese Remus era el hombre mas salvaje con el que sehubiera enrollado nunca, apenas llego a la sala común se tumbo sobre su cama y se puso la almohada sobre la cara gritando lo mas fuerte que podía.

- ¿que has enloquesido mujer? - gritó asustada Lily; Emma se sobresaltó

- ¿sigues despierta Lily?

- espretando mi budin si... que llego como dos horas tarde, por cierto - se quejo enojada.

- ¿ no ha llegado Sam?

- que yo sepa sigue alla afuera en algún lugar con el Sirius Black haciendo que se yo - dijo Lily quitandole importancia al asunto - ahora dime por que le gritas como decerebrada a tu pobre almohada. - pregunto viendo como Emma se tiraba sobre su cama y se cubría la cara con sus sabanas gritando de nuevo.

- Remus Lupin - dijo riendose - no es humano, te lo juro... es una bestia o un animal!

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hasta aqui llegamos lectores! espero que les haya gustado XD! las dejare en suspenso en cuento a la cita S\S, por otro lado, pensaba ponerle un poco de picante a la historia, peroya veremos si todo es tan dulce como parece, y hablando del castigo... tendra lugar en el siguiente capitulo.