Todos los personajes son propiedad de Rumiko Takahashi

Reflejo del futuro

Escrito por Lucy chan

Capitulo 6: Todo lo que soy

El niño hizo una reverencia tras pronunciar su nombre.

- Hi… Hiroshi… Kuno! Primo de Mayumi…- Akane empezó a intentar atar cabos en su mente y encontrarle una explicación lógica.- Tu eres el hijo de Kuno?

- Por supuesto! De Tatewaki Kuno y de Nabiki Tendo para ser más exactos.

La chica de cortos cabellos se quedó completamente atónita al ver que aquel muchacho era (o sería) su sobrino. Empezó a mirar su rostro y reconoció la pícara sonrisa de su hermana, la cual tantas veces ponía cuando tramaba uno de sus planes.

- Ay primita.- dijo el niño tocando su gorra.- Si no recuerdo mal me debes dinero.

- Yo no te debo nada! - gritó furiosa.

- Entonces creo que podré enseñar a todo el mundo el video de la noche de fin de año…

- Eres… eres… eres un… - la muchacha se mordió la lengua.- ¿Cuanto quieres por esa cinta?

- Emmm… digamos que 6000 yens. (Te lo dejo barato porque eres familia mia)

- En fin… trato hecho… - suspiró resignada sacando su cartera y entregándole a su primo un billete.- Adiós vestido nuevo…

- Es un placer tratar contigo! - contestó el niño después de recibir el dinero y entregándole un video a la joven.

- Espero por tu bien que no hayan copias de esto…

- Tranquila, no hay ni una.

Hiroshi se quedó mirando a Akane de arriba abajo con detenimiento.

- Tu cara me es familiar… - dijo un poco pensativo.

- N… no no! No me conoces! - se apresuró a decir ella nerviosamente.

- Hmmmmmm… pues tu cara me suena…

- A lo mejor la has visto en la televisión! - se apresuró a decir Mayumi.

- Bueno, es igual… chao primita!

Hiroshi desapareció tras una esquina contando los billetes que la chica le había entregado.

- hmmmm… por cierto… - comentó Akane con picardía.- ¿Y que es ese video que nadie puede ver?

La joven de la larga trenza azulada se sonrojó tanto que su rostro parecía un tomate.

- No es nada! - negó nerviosamente escondiendo la cinta tras ella.- Cosas que pasan… Vámos!

Las dos muchachas caminaron por las calles del barrio. La verdad es que en veinte años no habían cambiado demasiado las cosas, no al menos tanto como en las típicas películas futuristas en los que en veinte años cambia todo radicalmente y solo hay nuevas tecnologías; la realidad era que seguía siendo un barrio, tranquilo, periférico; puede que con más tráfico y algunos edificios nuevos, pero manteniendo la misma esencia de siempre.

Akane miró su hija caminando de espaldas, todavía no le cabía en la cabeza que aquella joven iba a ser fruto de Ranma y ella misma; de solo pensarlo comenzó a sonrojarse de manera exagerada, pero intentó evitar esos pensamientos obscenos lejos de su mente. Sin embargo, lo que más le intrigaba era la manera en que ese zoquete habría tenido el valor de pedirle matrimonio.

Pararon frente a una tienda y Mayumi se quedó mirando el escaparate embobada; y también maldiciendo a su primo porque la había dejado totalmente vacía de fondos.

Akane miró a su alrededor, la calle comercial parecía la misma de siempre y de repente se le vino a la cabeza una pregunta bastante interesante:

- Mayumi… - dijo un poco nerviosa.- Ryoga y Ukyo… se casaron, verdad?

- Pues claro.- contestó la chica mirando a su madre con sus enormes ojos azules como su padre.- ¿Si no cómo crees que tuvieron al idiota de Satoshi?

- Ahh… - ella no sabía si esbozar una sonrisa.- Y… ¿todavía Ukyo tiene el restaurante U-chan's?

- Por supuesto. ¿Quieres que vayamos?

- ¿Tu crees que sería conveniente? Recuerda que soy una extraña en este mundo y a lo mejor podría tener consecuencias nefastas.

- A lo mejor tienes razón.- musitó la muchacha tocando su larga trenza.- Por ahora solo saben quien eres Cologne y mis padres.

- Estoy segura de que tanto Ryoga como Ukyo me reconocerían al instante. Eran de los mejores amigos que hemos tenido.

- Ahhh… no hace falta que lo jures.- comentó la adolescente con un suspiro.- Mis padres y ellos se ven todos los días… En fin, a lo mejor lo más prudente es regresar a casa.

Ambas caminaron por las calles del barrio hasta el Dojo Saotome-Tendo.

- ¡Ya estamos en casa! - vociferó la joven escondiendo la cinta de video entre sus ropas.- Akane… enseguida bajo…

Ella corrió escaleras arriba a, probablemente esconder el video en su habitación.

- Me pregunto que será tanto misterio con la dichosa cinta… - se dijo la joven Tendo para sí misma.

Caminó por el pasillo de la vivienda, algunos muebles habían cambiado desde su juventud e incluso había aparatos electrónicos que en la vida había visto.

Entró a la cocina y se encontró a ella misma (por supuesto que 20 años más mayor) preparando la comida. Se encontraba de espaldas, su larga cabellera azulada le llegaba hasta mitad de la espalda, su figura se conservaba todavía, a pesar de que tendría unos 36 años; se encontraba tarareando una canción mientras que un cazo con agua hervía.

-Ah…-dijo la mujer girándose al reparar en la presencia de la joven.- Eres tú… la verdad es queme resulta extraño hablar conmigo misma, pero creo que peores cosas nos han sucedido.

La joven Tendo vaciló un poco y torció su labio. Era cierto que habían pasado innumerables situaciones realmente extrañas a lo largo de su vida (especialmente desde que conoció a Ranma) pero aquello le parecía totalmente fuera de los límites.

-¿Y como es que Ranma accedió a casarse conmigo? - preguntó bastante curiosa.

- Directa al grano! - respondió su alter ego.- Pues todo sucedió tan rápido! Sin embargo recuerdo cuando era joven, exactamente cuando tenía tu edad y dudaba muchísimo de los sentimientos de él hacia mi; porque siempre estaba insultándome, poniéndome en ridículo y coqueteando con sus otras prometidas…

- Es cierto… ese… - la joven Akane se alteró al recordar lo que su prometido hacía constantemente.

- Pero…- continuó la adulta.- la única verdad es que yo era la que llevaba el mayor jaleo en mi cabeza. El único consejo que te doy es que te decidas a dar el paso, no dudes y confiésale todo lo que sientes hacia él.

- Yo no siento nada por ese pervertido! - exclamó casi automáticamente.

La señora Tendo-Saotome rompió en unas enormes y sonoras carcajadas que casi la hacen llorar.

- Ay querida… - musitó como pudo.- Me parece que eso no es muy cierto; recuerda que yo soy tú en el futuro.

Una enorme gota de sudor recorrió la sien de Akane y resopló dándole la razón a la otra mujer.

- Ya estoy aquí! - apareció Mayumi feliz.- Todo solucionado, je je

- Bueno, yo voy a terminar de preparar la cena. Cariño… puedes decirle a tu padre que repare la grieta del tejado?

- Por supuesto!

Las dos muchachas se dirigieron hacia el salón, allí Ranma miraba la televisión un poco aburrido, con los ojos semi cerrados y con una tremenda expresión de sueño.

- Papa, dice mamá que repares la grieta del tejado.

- Hmmmmm… estoy ocupado… - masculló entre bostezos.- Dile que lo haga ella.

Una sartén se precipitó en la cabeza del hombre dejándole un enorme chichón.

- Cariño… - dijo enfurecida la adulta Akane con su aura de batalla al descubierto.- Ahora!

Ranma apretó los labios y sonrió forzadamente. A continuación se levantó y se dirigió al tejado.

- Lo que hay que hacer… - sopló indignado.

- Cuando acabes te serviré la cena!

- Que si.. que si…

La joven Akane se quedó totalmente perpleja. Le dio tanto la sensación de matrimonio normal y corriente que casi entra en estado de shock.

- Hala… - logró decir.- Si es que ni yo misma me lo creo!

Después de la cena todos se fueron a dormir. La muchacha de cortos cabellos azules miró al cielo desde la ventana de la antigua habitación de Nabiki y suspiró.

- Desde luego mira que las cosas cambian…

Al día siguiente Mayumi interrumpió en la habitación de su joven y futura madre un tanto alterada.

- Como no te des prisa vamos a llegar tarde! - exclamó.

- Ehh… - bostezó la otra desde la cama.- ¿A donde?

- Pues al instituto! No te vas a quedar todo el día por aquí sin hacer nada! Hale, vente… diremos que vienes de intercambio por unos días.

A la media hora ambas ya corrían de camino al instituto. Vestían el uniforme del centro, no había cambiado mucho en los últimos 20 años, aunque en vez de los típicos calcetines blancos ajustados; Mayumi llevaba unos loose socks (calcetines anchos y caídos)

Todavía no había sonado la campana cuando atravesaron las verjas de la entrada. Akane miró a su alrededor y se dio cuenta que no había cambiado absolutamente nada, a excepción, podríamos señalar del visible paso del tiempo en los edificios y muchos más árboles.

- Ostras! - exclamó Akane.- Si todo esto es igual¿Quién es el director del centro ahora?

- Goooooooooood Moooorningggg girls! - dijo un anciano con gafas de sol y una pequeña palmera plantada en su cabeza, rodeado de canosos cabellos.

- To… todavía sigue este hombre en el cargo? - exclamó la muchacha de cortos cabellos totalmente estupefacta.

- Este es el antiguo director del instituto… - comentó Mayumi.- Ahora su puesto lo ocupa mi tío.

- ¿Tio¿¿Qué tío?

- El fulgor reluciente de las estrellas que muere bajo los tenues rayos de sol de la mañana ilumina el instituto Ffurinkan… - tras una lluvia de pétalos de cerezo y música tradicional japonesa apareció una figura masculina.

- Ahhhggg! - musitó Akane ahogando un grito de terror imaginando quien era.

La silueta de la figura se tornó cada vez más clara hasta que se descubrió que se trataba del mismísimo Kuno Tatewaki. Ataviado con un traje tradicional japonés masculino y un abanico en la mano izquierda, mientras que en la derecha empuñaba una katana, se notaba que había engordado un poquito durante aquellos años, pero mantenía la misma apariencia de playboy de siempre. Un bien recortado bigote sobresalía bajo su nariz puntiaguda.

Mayumi se llevó a Akane a toda prisa por los pasillos.

- La verdad es que no sé que le vio tía Nabiki a ese tonto...

- Ahh… yo si que lo se… - contestó Akane suspicazmente imaginando la cuenta corriente de Kuno.

Ambas llegaron a la clase de 1º-F la misma a la que la muchacha de cortos cabellos asistía. Enseguida le entró un enorme deja vú al contemplar le mismo lugar al que normalmente asistía todo los días pero… 20 años después.

Automáticamente giró su cabeza hacia el asiento que Ranma ocupaba normalmente y observó que en su lugar había un joven de cabellos castaños y un pañuelo amarillo anudado a la cabeza. No tardó en darse cuenta de que era Satoshi, el hijo de Ryoga y Ukyo.

Mayumi tomó a la chica del brazo y la sentó en uno de los pupitres traseros, cerca de donde ella se encontraba.

- Si te preguntan algo di que eres una estudiante de intercambio.- le dijo la joven de ojos azules en tono confidencial.

Unos segundos más tarde la campana de inicio de las clases sonó. Los estudiantes se acomodaron rápidamente en sus asientos y una figura familiar cruzó la puerta.

- Bueeeenoooosss diaaas! - dijo una adolescente de unos quince años más o menos.

Akane no tardó nada en reconocerla, se trataba de la profesora Hinako. El paso de los años no la habí afectado, eso sí, antes tenía la apariencia de una chiquilla de diez años y ahora aparentaba quince. Ella hizo algunas divagaciones e hipótesis de que el paso de los años afectaba al tratamiento del maestro Happosai hace ya tanto tiempo.

La joven profesora esbozó una amplia sonrisa. Vestía con una minifalda de color rosa y un jersey azul celeste. Calzaba unas plataformas y unos calcetines caídos.

- Sacó de su bolsillo un monedero con un osito bordado y dejó caer sobre al mesa algunas monedas de 50 yens. En ese momento todos los estudiantes s escondieron bajo las mesas alarmados, pues temían que pusiera en práctica uno de sus ataques.

- Oppss! Alguien me presta cien yens para comprarme pollo al curry? - preguntó felizmente contando las monedas.

Los estudiantes cayeron al suelo del corte y volvieron a sus asientos tranquilamente cuando pudieron comprobar que ya no quedaba ninguna moneda sobre el estrado.

La profesora Hinako alzó su vista hacia los estudiantes y se fijó de inmediato en la joven Akane, una mirada de curiosidad invadió sus ojos.

- ¿Tu eres Akane Tendo?

CONTINUARA

Notas de la autora: Kieeee! Ya era hora de que acaba el capítulo 6! Me ha costado mucho! He estado muuuy liada estudiando y apenas tenía tiempo para hacer nada TT Espero que os haya gustado! Este capítulo se lo dedico a mi buen amigo Pablo por animarme a seguir escribiendo. MUCHIISMAS GRACIAS! Ánimo con tu fanfic! O