Todos los personajes son propiedad de Rumiko Takahashi
Reflejo del futuro
Escrito por Lucy chan
Capitulo 8: ¡Sorpresa!
Al día siguiente todo transcurrió como de costumbre. Tanto Mayumi como Akane marcharon hacia el instituto Furinkan y, una vez más, la joven de larga trenza azulada se perdió en la hora del descanso.
La chica suspiró sentada ne su pupitre, otra vez sola. Le resultaba extraño esas escapadas pero seguí sin entender cual era el motivo.
Ling se levantó de su asiento después de echarle una mirada fugaz a Akane. Con una sonrisa se acercó a ella:
- Estas extrañada por las misteriosas desapariciones de Mayu chan, verdad? - dijo muy convencida.
La muchacha no pudo negar lo obvio, se sentía profundamente intrigada pero no quería ser una chismosa y cotilla.
- Solo te digo.- continuó la china.- que si ves cierto video sabrás la respuesta.
Una pícara sonrisa apreció en su rostro. A Akane le desconcertó… ¡Cuánto misterio había con la dichosa cinta, caray! Aún así no quería entrometerse en la vida de su futura hija.
- Yo estaba allí cuando Hiroshi la rodó jeje… créeme, vale la pena verlo.
La joven se fue a retirar a su asiento cuando Akane al detuvo.
- Tu eres la hija de Shampoo y Mousse, verdad?
- Si.- contestó girándose y prestándole atención a la muchacha.
- Como es que… ya sabes… en fin…
- ¿Cómo se enamoraron y llegaron a casarse?
Akane asintió curiosa.
- Bueno, no se mucho de la vida de mis padres pero debo decir que todo aquello se remonta a cuando mi madre descubrió el romance de los padres de Mayumi. Ella estaba enamorada de Ranma por no se que ley de las amazonas (sinceramente no me han inculcado ese tema como se lo hicieron a ella) y ese descubrimiento le hizo entender a mi madre que no era para ella, no era le destino pese a todo lo que había hecho para conseguirle. Eso y la gran entrada en escena de mi padre hicieron que al final ambos se comprometieran.
Akane escuchó la historia muy atenta y asintió sorprendida hasta que sonó la campana del final del descanso. Todos volvieron a sus asientos rápidamente aguardando la llegada del profesor. Justo antes Mayumi entró como una bala por la puerta, con una enorme sonrisa de oreja a oreja.
La muchacha de cortos cabello son se atrevió a preguntarle, sin embargo sentía cada vez mas un curiosidad extrema por el famoso video.
A la salida del instituto las dos chicas salieron tranquilamente de regreso al Dojo cuando una pala de okonomiyakis se cruzo en su camino.
- Satoshi idiota! - gritó furiosa Mayumi.- Como me vuelvas a pegar otro susto así…
- ¿Qué me harás? - contestó creídamente.
- ¡¡¡Esta noche te reto!
- Ah es verdad que hay cena esta noche en tu casa… hmmmm… no se si ir…
- Bah! Pues no vengas… quien querría compartir mesa con un tonto como tú?
- Jajajajaa… pues más de una!
- ¿¿Más de una que? ¿Rana? ¿¿Gallina?
El chico torció el labio y frunció el ceño, arrugando un poco el pañuelo amarillo idéntico al de su padre.
- En fin, ya nos veremos… chao! - el muchacho desapareció entre los tejados con ágiles saltos.
- Que tonto… - musitó la chica entre risas de satisfacción al creer haberle vencido.
Akane miró a su futura hija un poco recelosa. La curiosidad le empezó a picar de forma extrema sobre aquel video. Podría haberle pedido a Mayumi que se lo enseñara, sin embargo algo le decía que desistiera de aquello, pues si no se lo había comentado antes la negativa ahora sería rotunda.
Llegaron al Dojo Saotome-Tendo justo a tiempo, todavía no habían venido los invitados. La adulta Akane se encontraba en la cocina preparando cosas junto con Ranma quien le ayudaba siempre que venía alguien a cenar, según él "por si acaso".
La mujer tropezó y un vaso de agua fria fue a parar justo encima de su esposo, empapándolo por completo.
- Oh! - exclamó la joven de cortos cabellos.- No… no se ha…
- …Transformado? - continuó Ranma secándose con una toalla viendo la extrema sorpresa de la muchacha.
Akane asintió con la cabeza, anonadada.- Al final pudiste curarte! ¿Cuándo fue?
- Digamos que tuvimos un inesperado regalo de bodas.- contestó el hombre.
- Cuando celebramos (al fin) nuestra boda.- musitó la adulta de cabello azulado.- Recibimos un pequeño barril con agua de Jusenkyo. Filtrando ciertos tipos de manantiales se logró la mezcla idónea para la curación de todos los afectados. Cuando llegó se formó un revuelo tremendo entre todos. Pero Kasumi se apropió del barril, nadie le negó ni forzó nada, ya sabes como es ella; así que lo repartió todo equitativamente entre los afectados, curando así a todos.
- Oh… así que todos se curaron al fin…- se quedó un rato pensativa.
- Si… je je- rió Ranma.- Y desde ese día P-chan no volvió a aparecer… que curioso.
- Aja… supongo que el pobre re hizo su vida, no se…no le he vuelto a ver desde hace casi unos dieciocho años.
- Je… cosas de la vida, cariño.
- Bueno! - cortó Akane.- Tengo que terminar de preparar la cena! Que Ryoga, Ukyo y Satoshi estarán a punto de llegar.
- Ya… y hablando de Satoshi… donde está Mayumi?
- Hey! - gritó pareciendo por la puerta con una toalla en la mano.- Estaba duchándome! Y no tengo nada que ver con ese niño mimado con pala. ¿Queda claro?
El matrimonio sonrió, pero le dio la razón.
El timbre de la entrada sonó y Ranma se apresuró en abrir la puerta. La joven del pasado se quedó tras la puerta mirando de reojo. Cuando al fin se abrió descubrió a una pareja junto con Satoshi, sin embargo el chico de la trenza tapaba de forma que impedia ver a los invitados.
- Tenemos estos días una invtada especial.- musitó Ranma.- Pasad los tres.
La chica se escondió en la cocina junto con su alter ego y escuchó una voz femenina y otra masculina.
- No te van a morder, puedes salir.- le comentó la adulta.
- Ya pero…
- No pasa nada, ya te has encontrado con muchos otros amigos del pasado. Se que tanto Ryoga como Ukyo son unas personas muy queridas por ti. Tranquila, yo te acompaño. Ah! Y de paso me ayudas a llevar la bandeja con la tetera.
Las dos mujeres salieron de la cocina en dirección al salón. La adulta tomó al bandeja y la colocó encima de la mesa.
- Veréis.- explicó ella.- Estos días tenemos una invitada especial… creo que no hará falta que os la presente.
La adolescente salió de su escondite y entró a la sala. El matrimonio se giró para verla.
- Akane! - exclamaron ambos a la vez.
Al fin la muchacha pudo verles con claridad. Él era Ryoga; sus facciones eran más marcadas, como le sucedió a Ranma y llevaba una bien recortada perilla. Su pelo negro azabache caía por su frente encima de su clásico pañuelo amarillo anudado.
La mujer era Ukyo; la reconoció por sus ojos azul marino intensos, lo que más llamaba la atención. Había llevado bien el paso de los años, su cabello era muchísimo más corto, graciosas mechas caían por su nuca y ya no llevaba su larga melena castaña. Su forma de vestir también había variado, llevaba puesta una falda de tubo que le llevaba hasta mitad de la pierna y una camisa beige.
- Eres Akane Tendo, verdad? Te hubiera reconocido enseguida! - exclamó Ryoga.
- Es una laaaargaaaaa historia… - dijo Akane y comenzó a narra todo lo que había sucedido para llegar hasta aquel momento.
- La culpa siempre es de Ranma… - comentó Ukyo burlona.
- Hey! Vale ya! - se defendió.
- Reconócelo, siempre metes la pata en todo. Que poco fino… - continuó su esposa un poco sarcástica.
- ¿Cuántos días te quedan de estar aquí?
- A ver… si hoy es miércoles y me marcho el viernes.. dos dias.
- Caray! - siguió la señora Hibiki.- Con todo lo que nos ha pasado en esta vida (que no son pocas cosas) esta visita inesperada no me resulta tan extraña.
- Hombre… - vaciló el hombre de la trenza.- Dos Akanes juntas en la misma habitación es para temblar del horror.
- ¿QUÉ HAS DICHO? - se enfurecieron ambas.
Al final todos acabaron riendo y comentando. La joven miraba a los dos matrimonios y no le desagradaba en absoluto ese futuro, al contrario, era lo que siempre había deseado. Se sintió feliz.
Se retiró de la estancia para dejarles cierta intimidad, que pudieran hablar de sus cosas, a ella no le interesaba, prefería esperar. EN un momento le vino a la cabeza el video. Miró a todos los lados y pensó:
- Bien, ahora que ni Mayumi ni Satoshi están podré subir a su habitación y buscar le video.
Las ansias chismosas de Akane se multiplicaron por mil, cosa que jamás antes le había sucedido. Puede que fuera el cambio temporal, pero sus sensores cotillas se dispararon hasta extremos inalcanzables. Esas escapaditas todos los recreos y los comentarios de Ling, la hija de Shampoo y Mousse le hicieron pensar mucho en aquel video, todo el misterio que le rodeaba.
- No está bien lo que hago… - se dijo para si misma. Pero y había subido las escaleras cuando lo pensó y ya era demasiado tarde.
- A ver… creo que lo escondió en su habitación…
Se acercó hasta la puerta de la estancia. De ella colgaba el mismo patito de madera que en su día revestía dicha puerta. Pero ponía el nombre de su hija en vez del de ella.
Con extrema delicadeza (y después de cerciorase de que nadie la miraba) giró el picaporte muy lentamente. La habitación estaba a oscuras así que encendió al luz, miró hacia el frente y…
- Ahhhhhhhhhh! - un grito ahogado se profundizó en la garganta de Akane al descubrir lo que había en la habitación.
Mayumi se encontraba en la cama, solo la sábana cubría su total desnudez. Bajo de ella había una especie de bulto. AL girarse se descubrió a Satoshi, también desnudo y cubierto por la muchacha de larga trenza y la sábana.
- Ahhh… po.. podemos explicarlo! - musitó la adolescente totalmente ruborizada y tapándose con lo que podía para disimular la evidencia.
- Yo… yo… - Akane se vio incapaz de decir absolutamente nada.- Yo… me voy… y tal.. y eso… ya… ya… eso… hasta luego!
Cerró al puerta de golpe y bajó corriendo las escaleras, salió de la casa y en la calle gritó.
- ¿Qué ha sido eso? - dijo Ukyo.
- Hmmm… seguramente algo horrible…- continuó Ranma.
CONTINUARA
Notas de la autora: Uy uy uy… cuantas cosas pasan en este capitulo! Jejeje! Gracias Pablo por ayudarme en decidir que hacer con la parejita in-fragantti jajjajaaa! Eres le mejor y por eso te dedico el fic! También a Ane y Jordi que siguen mis fanfiction muchísimo! Muchas gracias! A ver que tal el próximo capitulo.. uyuyuy… Akane… jeje que ha visto truncada su inocencia visual. Si es que esta juventud… (vaya! Como estoy de onomatopéyica en estas notas juas juas)
