Hola aquí esta un nuevo cap, espero que les guste... este va nuevamente por Valentina siii, y Meruru aunque no me hayas contestado también va por ti , muchas gracias a Sayo-Yukishiro besooss, Ana, gaby(hyatt, Serenity, Kaoru himura, justary, makarena, Millenium himura y natzzumi. Muchos besos y abrazos.

Capitulo 3: Zafiro

"En sus ojos había tanta paz a pesar de lo que sucedido hace años, quisiera saber como lo supero... como ella logro olvidarse de algo tan traumático, para así poder hacer lo mismo y por fin vivir una vida normal, sin tener miedo de herir a ninguna persona; Sobre todo a las personas que amo... Aun recuerdo aquella ocasión, era una de esas noches en las que soñaba con Tomoe; Sus hirientes palabras durante mi encierro y todas las veces que me golpeo repetidamente hasta cansarse al no conseguir que emitiera palabras afectuosas hacia ella... si, esas noches me levantaba a altas horas de la madrugada, con altas fiebres convertido en Battousai.

Ataque a mi padre en mi inmadurez, culpándolo de todo. Pensaba que por ser su hijo había sido victima de una psicópata en busca de venganza. Peleamos como nunca, Hitten Mitsuruyi contra Hitten Mitsuruyi, en un intento de calmarme lo herí en el abdomen con la katana. Recuerdo haber llorado por primera vez al verlo en ese estado tan decadente, la herida no dejaba de sangrar y su piel se tornaba cada vez más pálida, lo único que atine a hacer fue pedirle ayuda a Misao que en esos instantes estaba de invitada.

Después de unas semanas él estaba recuperado y actuaba como siempre pero para mí, todo era diferente... sabia que podía herirlo... a mi propio padre."

Todo este torbellino de recuerdos y pensamientos pasaban por la cabeza del pelirrojo mientras veía por la ventana del automóvil, el cielo y los imponentes edificios de Tokio. Luego de varios minutos pudo notar como se iban alejando poco a poco de la ciudad dando cabida al bosque y una oscura carretera, pronto llegaron al portón de la lujosa mansión haciendo que el carro se detuviera. Hiko no dejaba que ningún vehículo entrara sino era propiedad de los Himura, eran cuestiones de seguridad. Kenshin y Sano bajaron del taxi no sin antes pagarle al conductor de dicho vehículo, en la cara de estos dos apuestos chicos había una expresión de fastidio

Sano: ¿por qué no deja entrar al maldito taxi? Sabes cuanto demoraremos en entrar caminando ¬¬ y tras de todo mira el cielo, va a caer una tormenta... Suspira. A veces pienso como soportas tener al señor Seujiro como padre

Kenshin con una sonrisa falsa: cálmate, ya estoy acostumbrado... además te servirá para bajar toda la comida que te tragaste en la cafetería

Sano enfadado: ¿tragaste? Por que me suena a insulto ¬¬

Kenshin con una gota: seamos honestos Sano tu no comes, tu tragas solamente, ni siquiera masticas v.v

Sano ùú: Ken muchas gracias por tu sinceridad, imagínate si fueras mi enemigo

Kenshin: no te pongas así y caminemos

Kenshin y Sano comienzan a caminar hasta la mansión, la tormenta no se hizo esperar y se cernió sobre ellos, la temperatura bajo radicalmente, viendo esto decidieron correr para llegar lo antes posible a la mansión.


En la mansión, en una enorme sala, se podían apreciar diversas esculturas griegas y una chimenea con acabados muy elegantes, en el centro había tres reconfortantes sillones color vino rodeando una pequeña mesa de cristal en la cual tan solo había una bandeja. Sentados estaban tres personas conversando amenamente mientras tomaban un tibio té, buscando calor por el tremendo clima que azotaba mientras esperaban la llegada de dos chicos un poco singulares. Hiko estaba en un sillón singular y al frente de él estaban Kaoru y Aoshi en otro.

Hiko viendo picaramente a Kaoru: nunca pensé que te pondrías tan bella

Kaoru levemente sonrojada: que cosas dice, usted nunca cambiara señor Hiko

Hiko riendo un poco: es que pensé que saldrias con la cara de tu padre, pero por suerte saliste con el angelical rostro de la preciosa Tokio

Kaoru sonrió al recordar el hermoso rostro de su madre sonriéndole, siempre lograba calmarla con tan solo una sonrisa, sus recuerdos se vieron empañados por sangre, sangre de su madre en su vestido... el vestido que le había regalado en su cumpleaños numero trece, el mismo día que murió... ese hermoso vestido azul rey que tanto le gusto. Por su culpa su madre había muerto, una feliz Kaoru paso a ser tan solo un ser vacío, su mirada oscureció, baja la cabeza para ocultar sus ojos ahora llenos de lagrimas. Aoshi al ver esto apreto suavemente la mano de Kaoru, ella al notarlo lo vio y sonrió, restregándose los ojos... evitando que más lagrimas cayeran.

Hiko entristeció al ver tal escena y tratando de ayudar a la chica, se levanto y camino hasta ella. Una vez delante de Kaoru se hinco hasta quedar a su altura: Kaoru, no debes ponerte triste al escuchar el nombre de tu madre, a ella no le gustaría verte triste. Se levanta de su puesto y camina hasta donde esta la chica y se sienta a su lado. Ella dio su vida para que tu pudieras disfrutar la tuya, no te encierres en la depresión y sonríe, tienes una linda sonrisa ¿sabes? Así que deja que el mundo la vea y enorgullece a tu madre. De que valió el sacrificio que ella hizo por ti sino disfrutas plenamente tu vida.

Kaoru aun escuchando esas palabras en su cabeza, sonrió como no lo hacia desde que su madre murió, ya sin poder contener las lagrimas alzo su cabeza y abrazo a Hiko así descargando todo el sufrimiento, dolor y culpabilidad que sentía, Hiko correspondió al abrazo. Aoshi aun estaba estupefacto ante tal escena, conocía a Kaoru pero no toda la historia tras su niñez. Al verlos parecían padre e hija. Kaoru se sentía amada por primera vez en mucho tiempo; Saito la había apartado de todo después del secuestro al intentar protegerla pero eso es algo que ella nunca le perdonara. Lo que ella necesitaba no era que la protegiera sino que la amase y consolase, después de haber perdido a su madre lo único que quería es estar junto con su hermano y padre en familia... llenar el vacío que había dejado su madre o por lo menos sobrellevar con ellos su dolor...

Kaoru rompiendo amablemente del abrazo: Muchas Gracias señor Hiko, no sabe cuanto necesitaba escuchar esas palabras, mejor descansare un poco. Me duele la cabeza y estoy muy cansada. ¿Podría mostrarme la habitación que ocupare por favor?

En ese preciso momento se abre la puerta de par en par, dejando ver a un pelirrojo mojado de pies a cabeza y tras él a un chico de cabello chocolate maldiciendo hasta a los árboles por estar mojado

Sano mojado por la lluvia, eufórico: SIEMPRE ES LO MISMO, HASTA CUANDO, TANTO DINERO Y NO PUEDEN PONER UN CHOFER EN LA REGILLA ARGGG

Kenshin apoyado sobre sus rodillas, agitado: cálmate, no grites me duele la cabeza

Sano le cayo encima a Kenshin, ya estaba cansado de las excentricidades del padre de su amigo y ciertamente tenia que descargar su enojo en alguien. Como dos niños pequeños comenzaron a pelear, los dos todos llenos de barro después de haber corrido por el jardín hasta la entrada.

Hiko molesto al escuchar el escándalo se dirige al lobby de la mansión, cuando llego encontró a su hijo de 23 años jugando como un niño pequeño con su mejor amigo, de tan solo verlo hacia que le hirviera la sangre: SE PUEDE SABER QUE DIABLOS PIENSAN QUE HACEN

Sano y Ken al escuchar el estruendo pararon de golpearse uno al otro posando su mirada en el lugar en donde provenía la enfadada voz: creo que tu padre nos descubri

Kenshin un poco adolorido y sucio, arrepentido por dejarse llevar ante la cómica situación: de esta no saldré bien librado v.v

Aoshi y Kaoru fueron a ver que sucedía: ¿Hiko-san que sucede?

Al ver a su hermano y a su amigo en ese estado le invadieron unas tremendas de reír mas solo río por lo bajo, tan solo Aoshi escucho las risas de su prometida. Mas luego su mirada se torno seria evitando que estos notasen su cambio de animo.

Sano se levanto y ayudo a Kenshin: Hiko-san perdón, nosotros no quisimos pero es q Ken me saco de mis casillas. Ahora con la mano en su cabeza

Kenshin: ahora soy yo el culpable ¬¬

Hiko todavía enfadado: no me interesa, ahora limpiaran todo este desastre. No les da vergüenza a su edad estar haciendo estos papeles, tu Shinta tienes 23 años y tu Cabeza de pollo tienes 26, son una vergüenza v.v

Kenshin sintiéndose apenado, sobre todo por aquella joven de ojos azules lo veía seria y distante: no volverá a ocurrir, disculpen. Se retira evitando que la joven de ojos azules lo siguiera viendo de esa manera... tan penetrante.

Hiko un poco más tranquilo: eso espero, y ahora vendrás a limpiar esto, has entendido. Se voltea y amablemente le dice a Kaoru: ven, te diré en que habitación te quedaras, usted también Shinomori... venga

Los dos al unísono: Gracias

Después de haberlo decidido, Aoshi quedo al lado de la habitación de Kaoru, la habitación de Sano era continua a la de Kaoru y la de Kenshin estaba en una esquina siendo la más grande dando la apariencia de un penthouse solo para él.


Eran las cuatro de la madrugada y Kaoru no conciliaba el sueño, cansada de dar vueltas en su habitación, decidió ir a caminar al jardín. Había dejado de llover y le encantaba oler las plantas mojadas y ver las delicadas gotas recorriendo uno que otro pétalo en las flores. Algo que le fascinaba de su estadía en ese lugar era las extensas tierras que tenían, sobre todo por la vegetación. Recorrió el pasillo y paso por los cuatros sin hacer mayor ruido, llego a las escaleras y las bajo cuidadosamente, había sido un éxito... nadie había notado que estaba despierta.

Ya en el jardín, se sentó en la ahora húmeda hierba y con sus manos acariciaba lentamente las plantas. Se recostó así viendo al cielo que ahora mostraba una enorme y plateada luna con muchas estrellas.

Se quedo así un rato hasta quedar dormida en ese ambiente tan placentero.


Otra noche de pesadillas, aquel día había pensado mucho en su pasado, era obvio que tendría pesadillas. Se levanto como otras noches... sudado, con un grito ahogado, sus ojos dorados nuevamente... lleno de ira por un pasado que no le correspondía... ¿o sí?. Corre las sabanas de forma violenta y sin importarle mucho si despertaba a las demás personas baja las escaleras a toda prisa, abre las puertas y camina con paso firme hasta el jardín para descargar toda su rabia, grita en la soledad ( él piensa que esta solo) buscando ahuyentar esos viejos fantasmas pero lo único que logra es sentirse más enojado que nunca, en el aire... se sentía... olía a... a Tomoe.

Kaoru se despierta al escucharlo, se levanta y se acerca con pasos lentos hacia él evitando una reacción violenta: ¿Himura-san que ocurre? ¿ Esta usted bien?

Battousai al escucharla deja de gritar y la mira, voltea y camina hacia ella, todas las personas que lo veían en ese estado mostraban temor en sus ojos menos su padre y claro ahora esta chica... la mira directamente a los ojos... Zafiro contra Ámbar. Sus ojos zafiro seguían igual de imponentes a pesar de la cercanía de este, cosa que hace enfurecer a Battousai

Battousai: tú... eres tan solo otra estúpida mujer

Kaoru al no entender el comportamiento de Kenshin: por que me dice eso, que yo sepa no le he hecho nada

Battousai va acortando las distancias entre ellos y la agarra por el cuello: Crees que no lo he notado, como me sonreíste... ilusionándome para luego darme la noticia que estas con el tal Shinomori. Nadie juega con mis emociones mujer y tu pagaras muy caro.

Kaoru asustada: De... de que esta hablando... suélteme Himura-san, ¡¡SUÉLTEME!! Battousai comienza a besar su cuello. Por su mente pasaron rápidamente todos los recuerdos de cuando fue secuestrada, un extraño hombre acercándose a ella... desgarrando su ropa. Detente... ¡¡¡DENTENTE!!! Sus ojos zafiros se pusieron más oscuros y con su mano logro apartarlo, este queda a varios metros regado en el piso adolorido.

Kaoru con un extraño semblante, sus ojos oscurecidos: nunca vuelvas a tocarme, nunca de esa manera y sin mi permiso... Battousai

Kenshin al escucha ese nombre de sus labios volvió en sí. Estaba en el piso a unos metros de Kaoru, su cabeza y abdomen le dolían: Que... ¿qué paso Kaoru-dono?

Kaoru ahora enfurecida: ¡¡¡NO FINJAS IGNORANCIA!!!. Siempre hacen lo mismo pero ya no soy una niñita débil, no me volverás a tocar nunca

Kenshin ahora lo entendía, algo le había hecho a la linda jovencita que tenia al frente... estaba pasando lo mismo que hace unos años cuando la secuestraron, se levanta y se acerca a ella, puede ver como ella levanta su mano y comienza a sentir un grave dolor en su garganta

Kaoru: no te muevas

Kenshin siendo asfixiado: Kaoru... dono reaccione, por favor... nadie te hará daño

Kaoru al escuchar esa frase, comenzó a recordar... su padre abrazándola: nadie te hará daño... Papá. Al decir esto cae desmayada

La lluvia comenzó a caer nuevamente sobre ellos, Kaoru yacía en el piso desmayada, Kenshin pudo ver el extraño fenómeno alrededor de ella, las gotas de lluvia no la tocaban... un extraño aura estaba rodeándola.

Kenshin sorprendido: que... que debo hacer... Sano...

Este sale corriendo hacia las habitaciones en busca de Sano, él es el único que le podía ayudar a Kaoru en esos momentos. Subió las escaleras y para su sorpresa Hiko lo miraba con cierto dejo de decepción

Hiko: ¿que has hecho Shinta?

Kenshin agitado: no tenemos tiempo, debo avisarle a Sano, ella... ella

Hiko presintiendo lo peor, empujo a Kenshin y bajo las escaleras: avísale a su hermano y a Shinomori

Kenshin entro estrepitosamente en la habitación de Sano: levántate Sano es Kaoru. Agarrándolo por los hombros, y moviéndolo bruscamente.

Sano dormitando: por que tanto alboroto, Ken déjame dormir ¿si?

Kenshin: es Kaoru...

Sano abriendo los ojos, se levanta y abre la puerta pero antes de irse: Kenshin, si le hiciste algo... me olvidare que eres mi amigo... te lo juro

Kenshin: nuevamente... tengo que avisarle a Shinomori. Al decir esto sus ojos se tornan dorados por unos momentos.

Kenshin sale de la habitación de Sano y se dirige a la de Aoshi. Toca la puerta y para su sorpresa, hubo respuesta

Aoshi: ¿en esta casa, acaso no duermen?

Kenshin ahora serio: ocurrió un accidente, es Kaoru, ella...

Aoshi no dejo terminar a Kenshin, este bajo las escaleras viendo en ambas direcciones, pudo notar las pisadas de barro en el piso que iban a la parte trasera de la dichosa casa. Al llegar a las puertas del jardín, las vio abiertas de par en par y Sano parado en ella

Aoshi: ¿Sanosuke que ocurrió?

Sanosuke viendo la escena frente a él: esta sucediendo nuevamente

Aoshi se abrió paso al lado de Sanosuke y entendió lo que dijo Sano; Kaoru aun seguía emitiendo la extraña aura y a su lado estaba Hiko intentando ayudarla, pero cada vez que lo hacia pequeñas descargas no permitían que la tocase.

Sano camino lentamente hasta Hiko y puso su mano en el hombro del ahora desesperado hombre: Hiko, vaya y séquese y avise a Saito... él es el único que puede ayudarla.


Hola , sé que quedo cortito pero aquí esta, espero que me envien reviews please ¿si? Y bueno como pueden ver pronto en el proximo cap aparecera Saito y se revelara la muerte de la madre de Sano y Kaoru y el porq de los poderes de Kaoru... pronto jiji