Capitulo 10: El precio de la Imprudencia
Todos los recuerdos se han ido, no puedo sentir nada mas que su toque mientras caía a la muerte que le obsequie. Las cenizas danzan en el viento, alejándose de mí, dejándome encantado... Y tan solo me pregunto que he hecho...
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Mientras despierto de mi letargo, escucho una voz femenina... sí, conozco a la dueña de esa voz... Megumi-san. Ella venda mis heridas cuidadosamente, pero aunque ya no sienta dolor, no quiero abrir los ojos...
Escucho como Megumi-san cierra la puerta diciendo que me dejen descansar, lo único en lo que puedo pensar aunque me cueste admitirlo, es en Tomoe...
Me giro una vez sabido solo en la cama, no estoy en ningún centro de atención, desconozco este pero a la vez me parece tan familiar, tan cálido.
Observo las vendas en una cubeta con agua tibia, toco mi frente y siento la humedad de las vendas. Nuevamente vino a darle un vuelco a mi vida, Tomoe...
Sin fuerzas para seguir pensando en algo que solamente me trae malos recuerdos, me duermo. Y como si me persiguiera, sigue en mis sueños.
Torturándome, recordando lo que sucedió hace pocos días en lo que sería un paseo para despejar nuestras mentes luego de tanta presión.
Mientras esquivo los ataques de mi contrincante, me toman por desapercibido y caigo al suelo. Mi visión es borrosa y el dolor recorre mi cuello hasta llegar a mi cien. Cierro los ojos tratando de mejorar la calidad de mi visión, estoy en suelo y agarran mi barbilla. En ese entonces pude ver su rostro, martillando en mi cabeza recordándome que nunca podré olvidarla. Me negué a mí mismo la realidad¡Ella no podía estar viva! en su rostro una sonrisa se formo al notar mi estado, formulando frases incomprensibles.
Su semblante se mostró demudado al saberse ignorada.
Siento sus labios sobre los míos y caigo en cuenta de la realidad, ella esta hay y no conforme pasa su mano sobre mi mejilla esperando una respuesta.
No pude contenerme, como tenia la osadía de tocarme, mi mano se estampo en su mejilla y sin poder soportar más, me abalance sobre ella apretando su cuello.
Fui detenido por sus secuaces, no puedo escuchar sus palabras mas leo en sus labios su nombre, el nombre de aquella persona que por mi culpa ahora se encuentra herida.
Tira del gatillo de la ballesta y veo como su sangre se mezcla con la tierra, sus gritos haciendo eco en mi mente torturándome.
Ella tan solo ríe, al ver su objetivo completo... quitarme a la persona que amo y a la vez, la que es su rival.
¿Es que acaso no tengo derecho a seguir adelante sin ella?
Me acerco, camino lentamente tratando de atrapar cada suspiro hasta llegar a ella, yace sobre el piso con sus manos intentando parar la hemorragia causada por la flecha. Pongo mis manos en su mano intentando ayudarla, sus ojos se abren y puedo percibir ese azul zafiro del cual me he enamorado, pero... tan solo hay lagrimas en sus ojos y con su ultimo aliento me dice Adiós...
Despierto súbitamente, quedando sentado sobre la cama con una mano en mi cabeza, tratando de disipar el dolor que cada vez es más fuerte. Mis costillas se resienten y me obligan a acostarme nuevamente.
Cierro los ojos y lo único que logro ver es su rostro riéndose, una y otra vez...
¿Por qué? Es lo único que me pregunto ahora que sé que ella sigue con vida, al principio me negué a creerlo pero ahora tan solo siento un gran vacío, culpabilidad, nuevamente vino a destruir todo lo que amo y en mi inmadurez por negar la realidad, casi pierdo a mi querida Kaoru.
Recuerdo claramente mi encuentro con ella, tan solo la mención de su nombre me repugna. Pude ver como disfrutaba al ver el sufrimiento en el rostro de Kaoru y todo mi ser se lleno de una ira que solo era contenida por los sujetos que me aprisionaban, obligándome a ver como ella la lastimaba sin ninguna clase de escrúpulo, mientras disfrutaba de mi impotencia...
Y ahora entiendo el significado de la palabra Traición, pero que traición puede haber si nunca hubo amor, tan solo una enfermiza obsesión.
De nadie más fueron sus palabras, mas que equivocada esta. Tanto Battousai como Shinta tienen un nuevo amor, uno que es sincero... no correspondido pero tierno y puro como su dueña.
Con mucho esfuerzo me levanto y escucho la conversación entre Megumi-san y Misao, al parecer saldrán a comprar vendajes. ¿Tanta sangre a perdido Kaoru?
Y todo es por mi maldita culpa, si, por mi culpa...
Entro nuevamente en mi habitación sin poder retener más esta rabia que recorre mi cuerpo. Sin duda Battousai se encargara de hacer lo que yo por cobardía no me atrevo a hacer. Cierro la puerta sin ser notado y apoyo mi peso contra la puerta.
Quería desahogarme y sin dudarlo grite pensando que tal vez todo se iria pero en nada ayudo, con desesperación comencé a llorar y como un frenético agarre mi cabeza, destruyendo todo lo que estuviese en mi camino, luego mi atención se fijo en una silla que termino hecha pedazos contra la pared.
Mi respiración entrecortada no ayudaba a mejorar mi estado. Arrojo los pedazos de la silla que aun seguían en mis manos no sin antes sentir su presencia. Al voltearme me tope con sus ojos, ella estaba parada en el umbral de puerta con una mano en su boca, quizás asustada de ver lo que realmente soy. De sus labios escapa mi nombre, pero tan solo percibo lastima¿Será que ella tan solo siente lastima por mí?
Battousai¿Por qué?... ¿por qué me miras de esa manera, mujer?
Ella tan solo me respondió que yo le preocupaba, reí cínicamente. No era sincera, tan solo sentía lastima por mí, me veía como alguien a quien socorrer nada más. Cansado de todo ese teatro se lo dije
Battousai: tan solo sientes lastima por mí¿cierto?
En su cara una expresión entre dolida y comprensiva, me dijo que me quería... como un amigo. Pero si ella supiera que por mi culpa esta herida, ni siquiera se me acercaría. Sin poder seguir con mi posición de orgulloso, baje la mirada sintiéndome culpable.
Battousai levantando su mano, señalando a un costado de Kaoru: sabes que por mi culpa tienes esa herida...
Ella me mira interrogante esperando una respuesta: Sí... Tomoe fue la que te hirió
Al decirle esto, su expresión cambio a una serena, algo que me desconcertó por completo, se acerco a mi y sin poder poner resistencia, me abrazo. Podía sentir como toda esa rabia desaparecía dando paso a la serenidad que necesitaba en esos momentos.
Podía aspirar su suave aroma y sentir su suave piel. Me sentía amado, pero sabia que me esta engañando, ya que ella tan solo me quiere como un amigo.
Siento su respiración cerca de mi oído y escucho sus palabras: tranquilo, no te preocupes por mí... ahora trata de sanar esas viejas heridas que tan solo causan dolor en tu interior
Me sentía confundido, por que ella me trataba de esa manera. Se lo diría, ya que si no lo hago ahora, mi otra estúpida identidad nunca tendrá el valor de hacérselo saber.
Battousai cortando el abrazo, mas no acortando distancia: por que me tratas así Kaoru, no sabes lo que produces en mi, yo no quiero ser tu amigo...
En su rostro pude ver la sorpresa al decirle mis sentimientos y como si fuese niño inmaduro me dijo que no sabia lo que estaba diciendo, que estaba confundido, tan solo para no enfrentarme
Battousai¡No me digas lo que siento o lo que no siento! Sé que no me correspondes pero... no puedo evitar sentir este deseo por ti
Sin poder resistir más su cercanía y no poder tenerla, agarre sus mejillas y como si de eso dependiera mi vida, la bese abalanzándome sobre ella.
Caímos al suelo, al principio se negó pero luego me correspondió con igual o más pasión.
Eso hizo crecer en mi un poco de esperanza, no tenia aun la batalla perdida contra Shinomori.
Quería saciar mi sed de ella, y como si de un encanto se tratara, ella respondía a mis caricias sin ningún reparo. Mi mano se fue deslizando hasta llegar a su herida y pude sentir la venda húmeda, la presión de sus labios sobre los míos era tan débil hasta que llego a ser imperceptible.
Abrí los ojos admirando su rostro, sus ojos estaban cerrados y al separarme de ella pude ver que estaba inconsciente. Me puse de rodillas sobre ella e intente despertarla, para mi tranquilidad abrió los ojos, pero... como quisiera que nunca lo hubiera hecho...
Sus ojos llenos de lagrimas me miraron con rabia y como side un juguete se tratara, me elevo y me aparto de ella. Se apoyo en una mano hasta lograr levantarse y conla otra en su herida me miraba ofendida.
Kaoru llorando¡Cómo pudiste!
Battousai aun sin entender su reacción la miro sin decir nada:...
Kaoru alejándose hasta llegar a la puerta¡No quiero volver a verte! Eras mi amigo, te brinde mi apoyo... como pudiste aprovecharte de eso... como pudiste... empañar algo tan lindo por tan solo un deseo pasajero...
Se voltea y con tal solo mirar la puerta, logra abrirla un poco. No sin antes sentir el agarre en su brazo hasta hacerla girar.
Sus palabras fueron tan duras, no puedo dejar que se vaya sin antes saber que no fue tan solo deseo, que en verdad la amo. La puerta se abre y sin pensarlo dos veces la tome del brazo haciéndola girar hasta ver sus ojos ahora rojos pero sin perder su belleza.
Battousai: no te vayas así, acaso no entiendes que te amo
Kaoru soltándose de su agarre, mirándolo ahora con tristeza: Lo siento, pero... yo amo a otra persona
Battousai: entonces por que me correspondiste ¡Dímelo!
Kaoru sin saber que responder, en esos momentos todas sus emociones estaban en caos, así decidió darle la espalda y no responder algo impulsivo.
Battousai al ver que lo evadía agarro nuevamente su brazo con más fuerza para obligarla a responderle. Pero un grito desgarrador lo hizo arrepentirse de hacer eso, al jalar su brazo había abierto los puntos de la herida.
Sus ojos dorados se volvieron violáceos en un instante: Kaoru déjame ayudarte por favor
Kaoru presa del dolor intenta detener esa terrible sensación que en esos momentos sentía, así arrodillándose abrazándose a sí misma, siente la mano de Kenshin sobre sus hombros, en su interior en realidad deseaba que la agarra en sus brazos y la llevara hasta la cama, sin embargo, una oleada de imágenes pasaron tan rápido por sus ojos recordándole lo que sucedería si se dejaba llevar por sus emociones. Llena de pánico quiso mantener distancia.
Kaoru¡No me toques!. Se levanta con dificultad. �¡No soy tan débil como crees¡Tu tan solo me haces daño¡Aléjate de mí!
Kenshin: tan solo permíteme ayudarte
Kaoru ya sin fuerzas: tan solo aléjate de mí
Dándole la espalda a Kenshin decide llegar hasta su cuarto, pero tan solo logra ver el rostro serio de su padre. Sin poder decir nada, apenada, mira hacia abajo sabiendo lo que se avecinaba.
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Tan pronto me dieron la noticia del ataque que habían sufrido Kaoru tanto Sanosuke, emprendí mi viaje hacia el apartamento de Takani donde me informaron, estaban siendo atendidos de sus heridas.
Mientras manejaba, abrí el celular remarcando el numero de la doctora mas nadie contestaba, algo que me extraño haciendo que aumentara la velocidad.
Al llegar, toque la puerta repetidas veces sin ningún resultado. Para mi suerte, la puerta estaba abierta.
Entre y pude una vasija llena de vendas ensangrentadas, lo que me desconcertó mas ya que en el informe no notificaron que heridas habían sufrido cada uno.
Seguí caminando hasta llegar al pasillo donde al parecer había tres habitaciones, sin saber en cual estaba Kaoru decidí averiguar su localización sin ser notado, pero lo descubrí muy pronto ya que escuche su grito.
Sin dudarlo ni un segundo desenvaine mi espada y ágilmente corrí hasta la puerta esperando encontrar algún enemigo.
Cuándo me acerque a la puerta pude escuchar su voz, al parecer estaba discutiendo con... ¿Shinta?
Si mis sospechas eran correctas ese bastardo se había propasado con ella y al parecer la había lastimado. Pagara muy caro haber posado sus ojos sobre Kaoru y tras de todo lastimarla.
Proponiéndome abrir la puerta, soy detenido al ver que esta se abre por si sola revelándome el estado deplorable de Kaoru y tras de todo sus suplicas, que no dudaría en hacer realidad.
Pude notar sorpresa en su cara mas no cambie mi semblante, su cabeza gacha al verse descubierta antes de caer inconsciente, al parecer su herida era la responsable de su estado o tal vez... ¿Battousai?
Con sumo cuidado coloque a Kao-chan en el suelo. Él estaba hay parado observándome, tras de lastimarla se mostraba tranquilo. No pude soportar mas y con rapidez me acerque a él propinándole un golpe en la cara y uno en el estomago.
Saito¡Escúchame muy bien, maldito¡No te vuelvas a acercar a ella!Pondré una orden de Alejamiento, la próxima vez que intentes poner tus sucias manos sobre ella te matare, me olvidare que eres hijo de Seujiro.
Mientras deja a un atonito Kenshin en el suelo y una mano limpiándose la sangre que emana de su boca. Carga a Kaoru y sale por la puerta del apartamento topándose con Megumi y Misao que retornaban de comprar algunas vendas y medicamentos.
Megumi: Pero Saito-san ¿Qué hace? No le permitiré que se lleve a Kaoru en ese estado
Saito con la poca paciencia que le quedaba: Quien te crees que eres para prohibirme que me lleve a mi hija
Megumi: pero razone, mire en el estado que esta
Saito: Quítate de mi camino antes de que pierda los estribos
Megumi: por lo menos, déjeme ir a verla esta noche¿si?
Saito: como quiera, Takani
Megumi se hace a un lado mientras observan a Saito dar la vuelta en el pasillo con una Kaoru inconsciente en sus brazos.
Megumi¿Qué habrá sucedido?
Misao mirando el lugar donde desapareció Saito con Kaoru: no tengo ni la menor idea... Shinta. Dice antes de correr a ver el estado de su primo
Al entrar a la habitación se encontraron con un cuarto totalmente destruido y un pelirrojo sentado en el piso mirando hacia la nada.
Misao se acerco a este y con ternura, puso su mano en su cabeza removiendo el cabello de su rostro: Dime¿qué ha sucedido Shinta?
Kenshin tan solo mira el rostro consternado de su prima, sin poder soportar más, se aferra a ella y llorando le dice: La he perdido Misao, este es el precio a pagar por mi imprudencia
Misao abrazándolo con mas fuerza: tranquilo, si ella te ama en verdad... vendrá a ti
Megumi desde el umbral observaba la escena en silencio.
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Ya en la casa, Saito acuesta a Kaoru en su cama y la arropa con ternura.
Esta abre los ojos, su mirada llena de culpabilidad al ver a su padre.
Kaoru: Otousan, lo siento
Saito: No lo sientas, ese maldito no se volverá a acercar a ti, me entendiste, nunca
Kaoru apretando las sabanas: no me has comprendido, es cierto, se propaso conmigo pero... otousan, creo que le correspondí
Saito frunciendo el cejo: que quieres decirme, Kao-chan
Kaoru llorando: Que pude detenerlo pero no lo hice, que no estoy segura de mis sentimientos y lo que mas me aterra es que...
Saito intentando mantenerse calmado¿Qué?
Kaoru levantándose con dificultad: que tengo miedo, por que, si mi corazón se decide por él... sé que te perderé y... tu también me perderás para siempre...
Saito al escuchar sus palabras, recordó las palabras que Megumi había dicho: "ella dijo que Kaoru, mientras soñaba mencionaba... a Battousai"
Saito acercándose a esta, la agarra por los hombros y la obliga a verlo directamente a los ojos: dime¿qué es lo que sucede en tu sueño exactamente?
Kaoru con ojos desorbitados, al saber que su padre sospechaba ya lo que sucedería: no puedo
Saito sacudiéndola¡Kaoru dime la verdad!
Kaoru: no puedo... lo siento
Saito soltándola, se arrodilla al frente de ella, la cual esta sentada en la cama y le dice: Battousai tiene que ver con tu sueño¿cierto, él es el responsable de tu muerte ?Cierto!
Kaoru tapándose los oídos¡Basta otousan! No sigas, por favor...
Saito levantándose: entonces es cierto, él no se acercara a ti bajo ninguna circunstancia. Antes lo matare con mis propias manos...
Kaoru: Otousan por favor
Saito alzando la voz: No discutas, ahora descansa
Saito sale de la habitación, en el pasillo se encuentra con Sanosuke¿Padre, Jou-chan esta aquí?
Saito: si, pero ni se te ocurra entrar a su habitación en estos momentos
Sanosuke: pero, quiero ver como esta
Saito¡Acaso no entiendes¡Es una orden!
Sanosuke que aun no comprendía que sucedida: No sé por que me tratas así, pero si estas enojado no te descargues conmigo. Sé que nunca me querrás como a un hijo pero por lo menos no lo hagas tan notorio.
Sanosuke se dirige a su habitación, dejando a Saito con un sentimiento de culpabilidad al saber que se excedió.
Saito en un susurro: lo siento...
Mientras tomaba camino al garaje, se disponía a arreglar algunos asuntos con Hiko.
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En una habitación oscura, se encontraban dos hombres y una mujer.
Extrañamente en vez de paredes, el lugar estaba rodeado de espejos. En el centro una mesa de metal con un cuerpo sobre si y en una esquina estaban los sujetos antes mencionados.
Shishio: dime Kamatari¿Todo salió como lo planeamos?
Kamatari con una sonrisa: Sí, Shishio-san... mejor de lo esperado
Shishio aun más complacido: por favor, dame un informe detallado, quiero disfrutar este momento
Kamatari: Los hombres que envió de apoyo, todos murieron, pero hicieron un trabajo excelente. Tanto la niña Saito como Shinomori están heridos y también Battousai. El hijo de Hajime, creo ¿Sanosuke?... bueno ese si no sufrió ninguna herida y la doctora que los acompaña tampoco.
Shishio riendo ahora con fuerza: así que lograste herir a todos los importantes, algo que Tomoe y Anji no pudieron hacer...
Yumi que hasta ahora permanecía callada: Hubiéramos eliminado a Battousai si no fuera por la estúpida de Yukishiro.
Shishio: con calma, después de todo, Battousai nunca ha sido uno de mis principales objetivos. Dejemos que Tomoe arregle sus problemas maritales, mientras pensemos en que hacer con este sujeto.
Mientras observaban a la mesa donde yacía inconsciente un cuerpo.
Shishio: y díganme, donde están ahora
Yumi acercándose a Shishio, apartando a Kamatari: según los informes, recientemente Saito se llevo a la chiquilla esa a su casa, Shinomori, Himura y Takani siguen en la misma ubicación. Battousai tambien regreso a la Mansion Himura.
Shishio: dime algo, la seguridad en la residencia de Saito... es rigurosa o accesible
Yumi: que tienes planeado hacer
Shishio: tan solo respóndeme
Yumi sospechando: según tengo entendido, tan solo hay cinco guardias
Shishio: era todo lo que quería saber, te era tan difícil decirlo
Dice mientras sale de la habitación con una sonrisa plasmada en sus labios, sube a su habitación y levanta el auricular: prepárenme el helicóptero, visitare a una vieja amiga...
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En otro sitio, un hombre iba con piso firme pero apurado. Apretando el intercom¡Seujiro, déjame pasar!
De la bocina del aparato suena un timbre indicando que la puerta estaba abierta, este se monta al carro y conduce hasta la fachada de la casa.
Desciende del auto y en la puerta esta la persona con la cual quería hablar.
Saito: No vengo por una visita social
Hiko con brazos cruzados decide escucharlo: habla
Saito con cierto desprecio: quiero a tu hijo lejos de Kaoru¿me entendiste?
Ya levante una Orden de Alejamiento contra él.
Hiko enfadado: que seas mi amigo no te da derecho a hablarme así y mucho menos con amenazas
Saito con una mirada fría: no son amenazas, es una advertencia. Créeme Seujiro, si te interpones me olvidare de quien eres, no permitiré que nadie aleje a Kao-chan de mí
Hiko: al menos dime que hizo
Saito: pregúntale a él mismo. Dirigiendo su mirada a donde estaba expectante Kenshin en medio de la escalera.
Saito diciéndolo de forma que también Kenshin lo escuchara¡Esto tan solo es una advertencia! Mantente alejado de ella
Saito se introduce en el carro, dando reversa se aleja dejando a un Hiko molesto y confundido
Hiko mirando a Kenshin desde el Lobby¿Y ahora que le has hecho?
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La cortina se mecía al compás del viento, el cielo ya oscuro mostraba una hermosa luna, el silencio rondaba por los pasillos, pero no era un silencio normal. En la entrada de la casa. Los guardias sin vida estaban sobre el piso dejando un charco de sangre a su paso.
Una sombra caminaba libremente por la casa, cortando la alfombra con el filo de su espada
¿En qué habitación estarás?
Mientras eleva su espada a la altura de su rostro y lame la sangre de sus victimas. En su camino se encontró con dos sirvientas a las cuales solo dejo inconscientes.
Siguió caminando hasta llegar a una de las habitaciones, se detuvo al respirar su aroma, si, era ese olor a jazmines. Con cuidado abrió la puerta revelando una habitación alumbrada solo por una lámpara de mesa, todo ordenado impecablemente, los colores pasteles combinados con el color de las cortinas y en la cama, dormía placidamente una joven pelinegra.
Su respiración calmada era lo único que se escuchaba en la habitación, camino hasta llegar a ella.
Su rostro angelical y pecho subiendo y bajando al ritmo de su respiración, sus manos cruzadas encima de su vientre mientras su cabello suelto se derramaba en la almohada.
Nunca pensé tenerte así, tan cerca de mí
Se acerca a ella y toca su suave rostro, provocando que esta despertase.
Pudo ver esos ojos rubís tan cerca de ella, su respiración agitada sobre su rostro.
Dile a Saito, que nunca deje a sus mujeres solas.
Mientras con su mano ejercía presión en la herida, impidiendo que esta se defendiera, mientras escuchaba sus gemidos y lagrimas caian llegando hasta sus cienes al estar acostada
Tranquila, tan solo quería dejarte este mensaje
Mientras se acerca a este y besa su mejilla, son sin antes sentir entre sus dedos un mechón de cabello.
Acuérdate de darle el mensaje, Kaoru...
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Sí, sé que demore bastante pero aquí estoy de nuevo. La actualización depende de los reviews como ya saben
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