Intercambios Estudiantiles
A/N: Bien, heme aquí con un nuevo cap. Espero que les haya gustado el anterior, cuando lo releí me di cuenta de que tenía muchos errores… Pueden creer que ya llevo 63 hojas en word? Ah, por cierto. El rating subió de K+ a T debido a ciertos pensamientos insinuativos. No es nada serio, pero prefiero hacerlo por seguridad. Bueno, muchas muchas muchas gracias a quienes dejaron reviews! Y perdón de nuevo por demorarme taanto! Pero el año se acaba, y el colegio me tiene más ocupada. Ah! También… por fin tengo 15 años! Bueno… ya basta de charla, vamos al cap.
IMPORTANTE! Una última cosa… En cierta parte del cap habrá un "juego de cámaras". Me explico: va a haber una alternancia entre dos situaciones que pasan simultáneamente y que comparten de cierta forma un mismo diálogo, sólo que referido a otra persona. El "cambio de cuadro" estará marcado por --- ---. Tendrán que estar atentos para saber quién es el que habla. Eso… espero que les guste, cuando lo pensé lo encontré una buena idea.
Capítulo 12: Problemas Post-Baile.
Al día siguiente del baile, todos estaban muy felices y contentos comentando todos los sucesos de la noche anterior y todos los regalos que habían recibido en la mañana. Hermione, a parte de sus regalos habituales de sus padres, Harry, Ron, Ginny y la Sra. Weasley, había recibido un hermoso brazalete de parte de Meganius, dulces de Demian Y Chris, y un perfume de parte de Alegra que venía con una nota que decía "Para que no dejes de seducir". Hermione se rió al leerlo y lo probó. Ella también les había dado un regalo a sus nuevos amigos. Se vistió para bajar al Gran Salón a tomar desayuno y poder darle las gracias a sus amigos y a su novio. Al decir la última palabra en su mente, Hermione sonrió. El día anterior había tenido que contenerse para no gritar a la mitad de la noche lo feliz que estaba (le había costado más de una hora conciliar el sueño). Y ahora se sentía en las nubes. Más que en las nubes, en el paraíso.
'Creo que esto es más que sólo una atracción' Pensó Hermione.
Cuando llegó abajo, saludó a todos, menos a Ron, que ni siquiera la miró. Ella siguió sin darle importancia y saludó Meganius con un beso en los labios y luego se dirigió a Harry.
"¡Hermione! ¿Por qué no me contaste ayer de la noticia?" Dijo Harry emocionado.
"Lo siento, Harry, pero estabas bailando con Parvati y no quise ir a interrumpir" Dijo Hermione disculpándose y feliz de que Harry no se lo había tomado como Ron.
Harry abrazó a Hermione. "Bueno, felicidades"
"Gracias, Harry" Dijo Hermione sonriendo.
En ese momento, Madame Varenkov y la Profesora Tomlin entraron. Ambas parecían muy felices y conversaban animadamente. Cuando pasaron por al frente de donde ellos estaban, Demian le habló.
"Buenos días, Madame. ¿Cómo durmió? ¿Soñó con los angelitos… o con mi hermano?" Preguntó Demian traviesamente. Todos lo miraron sorprendidos, pero para su asombro, Madame Varenkov sonrió, se acercó él y le susurró sin que nadie más escuchara. "¿Y acaso no es lo mismo?" Demian rió y ella siguió hasta la mesa de los Profesores.
El ambiente en el Gran Salón era muy bueno, se podía sentir la alegría y el amor en el aire. Después del baile, muchas nuevas parejas se habían formado, había sido una noche muy especial para todos. Sólo había una persona que no estaba muy feliz con esa "noche especial". En lo más profundo de las mazmorras se encontraba en su habitación Severus, todavía acostado en su cama y mirando el techo como trastornado mientras pensaba en la noche anterior.
'Bailé con ella… se apoyó en mi hombro… le dije que se veía bien… me dio un beso en la mejilla… Baile con ella… se apoyó en mi hombro…'
Severus repetía estas frases en su mente una y otra vez, y todavía no podía entender como diablos había pasado todo eso. Lo que más le asombraba, era la reacción que había tenido ella. Mientras bailaban ella le sonreía, ¡feliz, ¡contenta, ¡hasta el dio un beso en la mejilla! ¿Quién se creía? Y él, como un imbécil se había dejado absorber por ella. No, no podía ser así. Él tenía una reputación que había cultivado durante 17 años en Hogwarts, y una mujer no lo iba a hacer perder todo su esfuerzo.
'Pero en verdad se veía muy bonita, y bailaba muy bien… y sus ojos… y sus cuerpo…'
¡No! ¡No podía estar pensando así! Ella era esa mujer insufrible que siempre se metía en su vida y que no lo dejaba vivir en paz. Sí, ella era sólo eso… sólo eso, nada más…
"Severus"
Severus casi se cayó de su cama por el susto. Cuando vio que sólo se trataba de Dumbledore, lo miró con odio y él le sonrió de vuelta.
"Lo siento, Severus. ¿Por qué todavía no te has levantado?"
"No había sentido las ganas para hacerlo" Dijo Severus saliendo de su cama y dirigiéndose al baño. Unos minutos más tarde salía de su habitación, completamente vestido, hacia su sala de estar, donde Dumbledore lo esperaba con una taza de té.
"¿A qué se debe tu visita, Albus?"
"Quería saber por qué no te habías presentado en el Gran Salón"
"Ya le dije, no había sentido las ganas de hacerlo"
"Sé que nunca tienes ganas, Severus, pero ¿qué hay de diferente hoy de todos los otros días?"
"Usted ya sabe eso, para qué pregunta" Dijo Severus de mala gana.
"Entonces sí hay algo distinto hoy…" Dijo Dumbledore sonriendo. Severus tuvo el impulso de golpear su mano en su frente. Había caído en su juego.
"No, Profesor Dumbledore, no hay nada distinto hoy"
"Bueno, Severus, como tú digas. Por cierto, ¿qué tal estuvo el baile? Vi que te divertiste mucho con Madame Varenkov"
Severus pensó bien su respuesta. "Con tal de que me deje de molestar y de meterse en mi clase…"
"Sabes que eso no será posible, Severus. La idea de todo este intercambio estudiantil es poder complementar la enseñanza de los tres colegios más importantes de Europa juntando a sus profesores durante casi todo un año escolar para que intercambien métodos de enseñanza. Ella, como directora, quiere que esto se haga realidad, pero si tú no cooperas, no será posible. Madame Varenkov era la más emocionada con todo esto, es por eso que hará lo que está a su alcance para hacer que todo sea perfecto, y eso implica hacerte ceder para que compartas tus métodos y conocimientos con ella"
"Estás diciendo que todo lo que hizo ayer fue sólo para hacerme ceder" Dijo Severus, sintiendo una sensación extraña en su pecho.
Dumbledore sonrió. "Se puede decir que lo que todo lo que pasó ayer es aparte…"
Severus quedó aún más confundido. Sólo estaba seguro de una cosa, y era que no quería tener ningún contacto con ella por hoy día.
"Bueno, Severus, ahora que ya sé que estás bien, te dejaré en paz. No faltes al almuerzo, por favor" Dumbledore se levantó de su asiento y salió de la habitación.
Severus se quedó ahí sentado, pensando, descifrando que era lo que sentía.
'Esto es muy extraño…' Pensó. '¿Qué es lo que quiero hacer?'
'Creo que lo primero será averiguar sus verdaderas intenciones… si todo lo de ayer fue sólo por interés, le mostraré de lo que soy capaz…'
'¿Y si lo hace sinceramente? ¿Y si en verdad está interesada en ti…?'
Severus se quedó pensando eso (e ignorando que había tenido un diálogo consigo mismo). ¿Y si en verdad él… le gustaba? Y lo más importante, ¿y si ella le gustaba a él?
'Bueno, es inteligente, sabe de pociones, y además es muy… bonita'
Aunque bonita no era la palabra que primero se le vino a la mente a Severus, y los pensamientos que siguieron no fueron del todo inocentes. Cuando alguien tocó la puerta, Severus tuvo que reemplazar su sonrisa pícara por su usual expresión seria, y darle la pasada a quien fuera que estuviera interrumpiendo sus fantasías.
"Permiso, Severus. Venía a ver que te había pasado. ¿Por qué no llegaste al desayuno?"
"Me quedé dormido, Demian"
Demian sonrió traviesamente. "Oh, ya veo. ¿Te costó mucho conciliar el sueño después de la noche de ayer?"
Severus sólo lo miró.
"Madame Varenkov se ve muy feliz hoy. Escuché decirle a la Profesora Tomlin que había tenido un muy buen rato anoche contigo" Dijo Demian lentamente.
"Pero qué bien…" Dijo Severus acercándose a su escritorio. "Bueno, Demian, tengo ensayos que corregir"
"Está bien, Severus. Nos vemos a la hora de almuerzo" Dijo Demian abriendo la puerta. "Ah, y ten cuidado con esos pensamientos. Si yo los pude leer, no cabe duda de que Madame Varenkov podrá…" Y con eso cerró la puerta.
Severus levantó una ceja. 'Así es que eso de Legilimencia es de familia' pensó.
Se sentó en su escritorio para empezar sus labores de profesor. Tenía ya su pluma en la mano cuando se dio cuenta de que los ensayos que debía corregir los había dejado en su sala de clases. De mal humor, se dirigió por una pasadizo hacía la sala de Pociones. Decidió quedarse ahí. Se sentó en su mesa, tomó el primer ensayo y lo empezó a leer. Tuvo que leer por lo menos unas 5 veces cada frase antes de poder procesarla. Por fin logró concentrase y le puso la nota, un 0. El ensayo estaba tan mal para él que no merecía más que eso. Enojado por sus incompetentes alumnos dejó su pluma en la mesa y se estiró hacia atrás con los ojos cerrados. Cuando los abrió casi le dio un infarto. Madame Varenkov se encontraba sentada en la última mesa del final de la sala, mirándolo con una sonrisa.
"¿Desde cuándo estás aquí?" Preguntó Severus un poco nervioso.
"Desde antes que llegaras" Dijo Madame Varenkov tranquilamente.
"¿Y qué hacías aquí?"
"Esta es mi aula también, tú lo sabes"
"Pues no veo que estés haciendo algo útil, así es que por favor déjame en paz" Dijo Severus volviendo a tomar su pluma y el segundo ensayo.
"Parecías estar haciéndolo muy bien antes de que te dieras cuenta de mi presencia…"
Severus la miró con odio.
"¿Y qué haces tú?" Pregunto Madame Varenkov acercándose donde Severus. Él no contestó. Ella se puso detrás de él y se inclino para mirar por encima de su hombro. Severus enseguida se puso rígido.
"¿Un 0? Qué malo eres… Por lo menos ponle un 4" Severus siguió guardando silencio. Madame Varenkov volvió a pararse derecha para el alivio de Severus, pero apoyó sus manos en sus hombros.
"Pareces tenso, ¿quieres que te haga un masaje?"
El corazón de Severus se precipito. "B-bueno" Respondió nervioso.
Madame Varenkov comenzó. "Relájate" Le dijo. Severus decidió dejar de corregir y hacerle caso. Cerró los ojos y disfrutó el masaje. Madame Varenkov sonreía al ver cuanto lo disfrutaba. Severus sintió como su cuerpo respondía a su toque. Cuando ella terminó, quería que siguiera, pero no dijo nada.
"Bueno, creo que me voy ahora. Nos vemos en el almuerzo, Severus" Dijo suavemente y salió del aula.
Severus dejó escapar el aire que inconscientemente había estado conteniendo, y masajeó
su frente con sus manos.
"Esto es peor de lo que pensaba" Dijo Severus para sí mismo. Necesitaba comentar esto con alguien. Era una sensación extraña, pero sentía que debía decirle a alguien lo que le pasaba, y que esa persona le diera consejos. Como respondiendo a su deseo, alguien tocó la puerta de la sala, y Severus le dio la pasada a su cuarta visita de la mañana.
"Buenos días, Severus. ¿Cómo te encuentras hoy?" Saludó Angelus alegremente como de costumbre.
"¿Tienes tiempo para conversar?" Preguntó Severus enseguida.
"Eh... supongo que sí. ¿De qué quieres hablar?" Dijo Angelus acercándose al escritorio.
"Sobre Madame Varenkov"
"Oh..." Angelus tomó asiento al frente de Severus.
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"Soy toda oídos, amiga" Dijo la Profesora Tomlin sonriendo a Madame Varenkov, mientras ella se sentaba al lado de ella en un sillón con una expresión de preocupación
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"No sé qué es lo que me pasa. Yo nunca he sido de esos hombres ujuriosos que andan detrás de las mujeres. Pero con ella me pasa algo muy extraño"
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"Lo veo y, ¡no lo sé, me emociono, me revuelo!"
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"Hace mucho tiempo que no tengo este tipo de sensaciones…"
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"En estos últimos 20 años me he dedicado principalmente a mi trabajo, no me he dado mucho tiempo para involucrarme con alguien"
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"Esto es nuevo para mí. Y no se qué hacer, Angelus"
"Bueno, Severus. Madame Varenkov es una mujer sensual, por lo tanto, es normal que despierte ciertas pasiones en ti"
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"Pero debes tener cuidado. Esto es un colegio después de todo, no pueden ir por ahí dándose tales demostraciones de afecto. No te dejes llevar por la pasión. No es bueno"
"Sí lo sé, Carol Ann"
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"Pero lo principal es, Severus. ¿De verdad estás interesado en ella?"
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"Bueno, sí, bastante. Por muy raro que lo encuentres, hay muchas cosas que me encantan de él. Desde sus sarcasmos hasta su nariz, pasando por su conocimiento en pociones y esa forma en que levanta sus cejas"
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"Su carácter fuerte es lo que más me atrae de ella. Sus conocimientos, esa pasión que tiene al enseñar. Todo esto a parte de su gran belleza"
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"Lo mejor será que vayan despacio. No se acerquen demasiado todavía"
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"Demasiado tarde, Angelus. Hace unos momentos me dio un masaje bastante relajante"
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"Trata de ignorar eso entonces, Samantha. Trata de comportarte más formalmente, pero con cierto cariño. Sonríele a menudo, y conversa con él"
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"Dale cumplidos, pero que no suenen como coqueteo"
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"Pregúntale sobre cómo estuvo su día. Eso le gustará"
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"Cómo han salido sus planes. Y lo más importante, Severus, muestra interés en hacer una clase juntos. Eso le encantará"
Severus suspiró. "Muchas gracias, Angelus"
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"Cuando quieras, Samantha" Dijo la Profesora Tomlin sonriendo.
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Dos semanas pasaron y Severus y Madame Varenkov siguieron los consejos que Angelus y la Profesora Tomlin les habían dado respectivamente. De alguna forma habían retrocedido, se trataban con cuidado, con formalidad. Madame Varenkov le sonreía a Severus a menudo, y él le preguntaba constantemente sobre sus actividades diarias. De esta forma habían aprendido a conocerse y convivir un poco mejor.
"Tenemos que comprar algunos nuevos ingredientes en el Callejón Diagon" Le dijo Severus a Madame Varenkov durante el desayuno del sábado.
"Vamos apenas terminemos"
"Está bien"
Unos 20 minutos más tarde salían de los terrenos de Hogwarts para aparecerse en el Callejón Diagon. Fueron directamente a la tienda de ingredientes y tomaron todo lo que necesitaban. Esta vez Madame Varenkov no aceptó que Severus pagara todo y aportó con la mitad del total.
"¿Nos aparecemos de vuelta?" Preguntó Madame Varenkov.
"Vuelve tú. Tengo que resolver algunos asuntos antes de volver"
Madame Varenkov lo miró por unos segundos. "Bueno, como tú digas…" Y se desapareció.
Severus se dirigió de inmediato a la librería. Como últimamente había estado conociendo mejor también a su hermano Meganius, supo que Madame Varenkov le había prestado una novela llamada La Princesa de los Matusalén: Segunda Parte. En su camino a la tienda de ingredientes había alcanzado a ver en la vitrina de la librería la tercera parte de la novela. Meditándolo, decidió comprársela y dársela a ella como regalo de Navidad atrasado. La compró y pidió que la envolvieran, salió de la tienda y se apareció de vuelta a Hogwarts. Caminó tranquilamente por los terrenos de Hogwarts hasta alcanzar el barco de Durmstrang. Tocó la puerta del barco y espero. Unos segundos más tarde abrió la puerta Alegra.
"Profesor Snape. ¿Qué puedo hacer por usted?"
Severus lo pensó, y decidió que mejor le enviaría el regalo con una lechuza.
"Nada en lo absoluto, Señorita Seriogin" Y se dio media vuelta para ir al castillo, dejando a una extrañada Alegra detrás.
Se dirigió a su despacho y tomó un pedazo de pergamino. Escribió una pequeña nota para adjuntar con el regalo:
Querida Madame Varenkov:
Aunque sé que es tarde, Feliz Navidad. Espero que le guste mi presente.
S. Snape
Luego de releer la nota, tomó el regalo una vez más y se dirigió a la torre de las lechuzas. Tomó una de las del colegio y le ató ambas cosas. Luego volvió a su despacho para corregir unos ensayos. Pasaron 10 minutos hasta que alguien tocó la puerta.
"Pase" Ordenó Severus.
La puerta se abrió y Madame Varenkov apareció radiante, sonriendo con alegría. Tenía el libro que Severus le había dado en sus manos. Se dirigió rápidamente hacia él, se arrodilló a su lado y lo abrazó fuertemente. Severus le devolvió el abrazo tímidamente.
"Muchas gracias, Severus" Dijo Madame Varenkov en su hombro, sin dejar de abrazarlo. Cuando por fin se apartaron, ella lo miró intensamente a los ojos. Más de una vez había contemplado sus ojos negros, pero nunca antes los había visto tan profundos como en ese momento. Él, a su vez, contemplaba sus ojos verdes, opacos y casi de un mismo tono, pero aún así hermosos. Sin perder el contacto visual se fueron acercando cada vez más, hasta que sus caras estaban a un centímetro de distancia. Ambos respiraron profundamente, y cerrando los ojos juntaron sus labios. Fue un beso suave, pero largo. Cuando se separaron de nuevo, se miraron y Madame Varenkov sonrió. Severus al ver su expresión no pudo evitar sonreír también. Ella se sonrojó y se levantó del suelo.
"Bueno, sólo quería darte las gracias… Nos vemos más tarde…" Y salió de la habitación un poco apresurada. Severus siguió mirando la puerta incluso después de que ella se había ido, con una expresión indescifrable.
"Nos besamos…" Dijo suavemente.
Madame Varenkov prácticamente corrió al barco de Durmstrang. Llegó al despacho de la Profesora Tomlin y entró sin avisar. Ella se encontraba sentada leyendo un libro.
"¿Qué pasa, Samantha?" Preguntó extrañada.
"Sucedió… por fin sucedió"
"¿Qué cosa?"
Madame Varenkov sonrió y dio un pequeño salto de emoción. "¡Nos besamos, Carol Ann!"
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A/N: Bien… aquí concluye el cap. Espero que les haya gustado. En verdad he estado un poco absenta de inspiración, así es que perdonen si no es lo que esperaban. Cualquier sugerencia y/o reclamo es bienvenido. Respecto a Hermione y Meganius, el próxima cap tratará de ellos dos.
Bueno, como siempre les pido con mucha esperanza… por favor DEJEN REVIEWS!
