holas!

si, si, se q he tardado demasiado, pero la verdad no tenía ánimos de escribir, ni tiempo u.u lo lamento. espero poder cumplir mi promesa desde ahora y actualizar mis fics x semana u.u de veras lo siento.

Pues, aclarando unos puntitos, la palabra o nombre 'Hidori' en sí, no significa nada; ya que saqué ese nombre de la palabra 'hidari', que significa 'izquierda' xp así que dudo mucho que tenga un siginificado real. tendría que ver el kanji de 'izquierda' y analizarlo u.u

Aki no es un chico malo. Todo se verá al transcurrir la historia. Aunuqe yo creo que NADA justifica un aseinato n.n

bueno, mejor empiezo n.n

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

cap 6. Encuentro y decepción

.-Papá... Estás temblando -dijo Hidori sorprendida al ver a su padre -. ¿Qué sucede?

.-¡Nada! ¡Y no estoy temblando!

.-Ah pues claro que no...

Hiei gruñó. La verdad era que estaba demasiado nervioso como para quedarse quieto. Por fin había decidido ir al ningenkai y hablar de una buena vez con cierto zorro… Pero aún no se decidía a llevar a Hidori. Talvez era mejor ir sólo esta vez.

.-Ahora vuelvo. ¡No te acerques al mocoso ese!

.-Sí… sí… -dijo ella sin darle importancia, y cuando ya se había alejado bastante, se dijo -. Como si alguna vez te hubiese hecho caso.

Sonrió y salió a recorrer el Makai, como todas las mañanas. Tenía que encontrar a Aki y preguntarle qué tanto misterio con su padre.

Se entretuvo viendo algunas peleas. Haciendo barra por unos y otros. Ella era bastante conocida en el Makai, pero casi nunca se le veía, ya que sólo podía salir por donde ella quisiese cuando sabía que Hiei estaba en le ningenkai.

.-¡Así se hace! ¡Con más fuerza! ¡Tú puedes, Sui! ¡Eso es! ¡SIIIII! –pero cuando se trataba de alentar a su mejor amiga, no había barra que la superara.

Sui levantó la cabeza de su contrincante chorreante de sangre y sonrió con un poco de vergüenza. Ambas chicas estaban acostumbradas a aquello desde que eran muy pequeñas.

.-¡Bien hecho! –exclamó Hidori sonriendo -. Lo hiciste muy bien, Sui. Y eso, que no te gusta luchar.

.-Sólo lo hice porque fue por ti que me metieron en esto –dijo Sui muy avergonzada -. Si mi padre se entera que estoy matando youkais…

.-No lo sabrá –dijo Hidori sonriendo.

Ambas sonrieron cómplices y siguieron andando por el Makai.

.-¿No te da miedo cuando vas caminando sola por aquí?

.-Naaahh, estoy acostumbrada.

.-¿Y tu padre?

.-En el ningenkai –respondió Hidori sonriendo.

.-¿Haciendo qué?

.-Hm… qué sé yo. Me da la impresión que va a buscar a alguien.

.-¿Enserio?

.-Al menos eso parecía… Hoy en la mañana estaba muy nervioso.

Y cómo no iba a estar nervioso el pequeño youkai de fuego, que aún no se atrevía a dirigirse a la casa del kitsune. Estaba tan nervioso que tenía que regañarse mentalmente cada dos minutos.

"¡Deja de ser tan estúpido!"

.-¿Hiei?

Los latidos del youkai incrementaron al 100 ¡Era Kurama! Volteó rápidamente. ¡Efectivamente! ¡El zorro pelirrojo estaba parado debajo de él! (tomando en cuenta que Hiei estaba en un árbol).

Los ojos de Kurama brillaron con esperanza y alegría… ¡Hiei!

.-Por Inari… Hiei…

.-Hn –fue todo el comentario que hizo éste, ocultando una media sonrisa.

Bajó del árbol y fue sólo para que el zorro lo atrapara en un cálido abrazo que casi hace que el youkai tuviese ganas de llorar.

.-No sabes cuánto tiempo estuve esperándote, Hiei…

.-Hn…

Kurama al fin lo soltó y le sonrió. Cuánto había extrañado Hiei aquella sonrisa…

.-Bueno… ¿Y Hidori? –preguntó Kurama.

.-En el Makai –respondió Hiei cerrando los ojos.

.-¿No la traerás? –preguntó Kurama con ansias.

.-Hn. Claro que sí… Sólo me estoy preparando para decirle la verdad.

Y seguro que iba a tener que esforzarse para decírselo. La youkai de 16 años vivía por ahora en una extraña alegría. Le gustaba su vida tal cual era. Hiei no veía la posibilidad que a ella le gustara mucho la vida en el ningenkai… Pero tenía que decirle la verdad…

.-¿Cuándo se lo dirás? –preguntó Kurama.

.-¡No es sólo trabajo mío, sabes! 'Tú eres el padre!

.-¡Pero tú la criaste!

.-¡Tú me lo pediste!

Kurama pestañeó y empezó a reírse. Esto irritó mucho al youkai.

.-¡Ah! ¡Vaya que eres idiota, Kurama1

.-Lo siento, Hiei… Pero no es que nos peleáramos muy a menudo, ¿verdad?

.-Cierra la boca.

Kurama sonrió.

.-No has cambiado nada, Hiei.

.-Tú tampoco, baka.

.-Supongo que es muy feliz ahora, ¿cierto? –dijo Kurama.

.-Así es. No es baka como tú. Aprendió a pelear rápidamente… Pero no muestra señales de ser algo más que una simple youkai.

.-Debe ser porque en parte yo soy un ningen y Amaki… Es humana.

Hiei puso los ojos en blanco al escuchar el nombre de la esposa de Kurama.

.-¿Me lo dirás?

.-¿El qué? –quiso saber Kurama.

.-¿Por qué te presentaste en un estado tan deplorable hace 16 años?

Kurama bajó la mirada.

.-No. Aún no… No es tiempo.

Hiei gruñó.

.-¿Cuándo será tiempo!

.-No lo sé, Hiei… Pero no ahora…

.-¡Vete al diablo!

.-¡Hiei! ¡Espera! –lo cogió hábilmente de la muñeca -. Lo siento… Pero de verdad no puedo decir nada aún.

Hiei se soltó de Kurama y lo miró con ira.

.-Muy bien. Tú resuelve cuándo me lo puedes decir y yo decido cuándo le digo la verdad a Hidori.

.-¡Hiei! ¡No tienes ningún derecho a hacer eso!

.-Sí lo tengo –dijo Hiei con más furia -. ¿Eres estúpido? No dejaré que te lleves a Hidori antes de decirme qué pasa con ella y contigo.

.-¡Hiei! –exclamó Kurama enfadado -. ¡Quiero que me traigas a MI hija!

.-Dime qué está pasando entonces –dijo Hiei.

Kurama hizo un gesto de desesperación y cayó de rodillas.

.-Ya dije que no podía Hiei… Y de verdad no puedo –sus ojos se hallaban inundados de lágrimas -. Por favor… Quiero ver a mi hija…

Hiei lo miró durante unos segundos y desapareció entre los árboles.

.-¡Hiei!

.-.-.-

Mientras caminaban, Hidori iba contando anécdotas de sus peleas y buscando entre a varios youkais a Aki. Había tanta gente que apenas sí podía ver a Sui.

.-¡Demonios! ¡Por eso detesto los campeonatos en pleno corazón del Makai! –exclamó exasperada.

.-¡Hidori, mira! –exclamó Sui jalándola a uno de los campos de batalla -. ¿No es ese tu amigo acosador?

.-¿Mi amigo acosador? –preguntó Hidori desconcertada y se acercó a mirar -. ¡Aki!

El chico de cabello naranja volteó a verla y sonrió. Se notaba que llevaba la ventaja por mucha diferencia. El youkai que estaba peleando con él se veía terriblemente agotado.

.-¡Muy bien, Aki! ¡¡Sigue así! –gritó Hidori.

.-Oh, ¿qué pasa con esa chica? –preguntó un youkai que estaba a su costado.

.-Es la gritona de la otra batalla –le respondió otro.

.-¡¿Y qué les importa? –les dijo ella a los dos.

.-Tranquila, Hidori…

Y como estaba previsto, Aki ganó.

.-¡Bien hecho! –le sacó la lengua a los dos otros youkais y se acercó a Aki.

.-Hola, Hidori –saludó él. Miró a Sui.

.-Oh, ella es mi mejor amiga, Sui. Él es Aki.

.-Mucho gusto –dijo Sui.

.-Al contrario, el gusto es mío –dijo Aki, casanova.

.-¿Te dedicas a elogiar a todas las chicas que conoces? –le preguntó Hidori sonriendo.

.-Sólo a algunas –dijo él sonriendo. Luego cambió su semblante -. Creo que alguien te busca.

.-¿a mí?

.-¡Es tu padre! –exclamó Sui.

.-¡Rayos!... ¡Escapemos! –dijo Hidori, cogió de l mano a Sui y salieron huyendo a toda prisa, perdiéndose de la vista de Hiei.

.-¡¡HIDORI!... ¡Demonios! –el youkai de fuego volteó a mirar a Aki, hizo una muieca de desprecio y se acercó a él -. ¿Dónde está mi hija?

.-Salió huyendo, ¿no la vio? –respondió Aki con el mismo tono de desprecio.

.-¡Serás…! –Hiei lo cogió del cuello, pero el chico ni siquiera se inmutó.

.-¡Oiga, eso no es justo!

.-¡No está bien pelearse con tanta diferencia de poder!

.-¡Usted es más viejo!

Una venita de furia apareció en la cara de Hiei.

.-¿Vi…e….jo? –Hiei volteó lentamente hacia los otros youkais, olvidándose de Aki, que aprovechó la oportunidad para escapar -. ¡OYE, ESPERA!

Pero realmente no valía la pena. Tenía que encontrar a Hidori ahora.

-.-.-.-.

.-¡Rayos! Papá me gritará esta vez –dijo Hidori cuando decidieron parar.

.-Creo que tienes que empezar a hacerle caso…

.-Nah… Será divertido –dijo ella sonriendo -. Pero no pude preguntarle a Aki por qué mi papá y él no se llevan.

La puerta de la habitación de Hidori se abrió de un porrazo, sobresaltando a las dos chicas. Era Hiei, con una mirada profundamente asesina.

.-Sui, márchate a casa –dijo Hidori sonriendo.

.-Hasta luego señor Hiei –dijo ella rápidamente y desapareció.

.-Creí haberte dicho que no te acercaras a ese gusano.

.-¡Ningún gusano! ¡Es mi amigo! –dijo Hiodri enfadada.

.-Ah, Hidori! Ya no eres una niña! No puedes ser tan caprichosa!

.-¡No es un capricho! –estalló Hidori -. ¡Es mi amigo, además mi novio, gústete o no! –mintió ella a ver cómo reaccionaba su padre.

.-Es mentira –dijo Hiei simplemente.

.-¿Cómo lo sabes? –preguntó ella.

.-Porque ese estúpido está comprometido.

.-¿Cómo comprometido? –preguntó Hidori sorprendida -. ¿Qué sabes de él que yo no sé?

.-Muchas cosas –puntualizó Hiei -. Y si no quieres sufrir será mejor que te alejes de él.

.-No lo haré así me lo pidas –dijo Hidori encogiéndose de hombros.

Hiei resopló y negó con la cabeza.

.-Eso… no importa mucho ahora -. Necesito que vengas al ningenkai conmigo.

.-¿Para qué?

Hiei tomó aire.

.-Para que conozcas a alguien que está muy interesado en ti –dijo Hiei.

.-¿Quién?

.-¡Cállate y sígueme!

.-¡Ah, de acuerdo!

Los dos fueron rápidamente y son hablar.

Hiei guió a Hidori hasta el frente de la casa de Kurama.

.-¿Y bien? –dijo ella -. ¿Quién es esa persona?

.-Ya llegará –dijo Hiei mientras se apoyaba en un árbol -. Ten paciencia.

"Paciencia dice él ¬¬"

Hidori se sentó en el suelo con las piernas cruzadas, mirando con el entrecejo fruncido a Hiei.

Se escucharon pasos. Hidori volteó a ver a quién pertenecían y se quedó con la boca abierta. ¡La chica pelirroja!

.-Bien, Hidori. Tengo que presentarte a alguien. Él es Kurama.

El aludido dejó caer las cosas que tenía en los brazos.

.-¿Él? ¿Quieres decir que es un hombre? –preguntó Hidori sorprendida.

.-¡Claro que es un hombre! –exclamó Hiei enojado.

.-Oh… ¿Y que tiene que ver conmigo, papá?

Kurama sintió algo muy extraño en el pecho cuando Hidori llamó 'papá' a Hiei.

.-Antes de decirte nada –dijo Hiei ayudando a Hidori a levantarse -. ¿Seguirías viviendo conmigo si yo fuera un ningen?

Silencio………….

.-¿Es una pregunta capciosa? –preguntó Hidori con una media sonrisa.

.-No lo es.

.-Hiei… será mejor… que yo se lo diga –intervino Kurama. Miró a la chica a los ojos… "Son verdes… como los míos…"

.-Que me diga… ¿qué exactamente?

.-Escucha… Sé… que tú no me conoces y que no sabes nada de mí…

.-Eso es evidente –dijo ella mirándolo con suficiencia -. ¿Para qué querría yo saber de un ningen?

Kurama dejó escapar un resoplido.

Se empinó un poco y la tomó de los hombros.

.-Mi nombre… ¿no te suena conocido?

.-¿Cuál? ¿Kurama…? –entonces recordó. Su padre le habñia dicho que había sido su mejor amigo -. El mejor amigo de mi papá –dijo ella -. ¿Y eso qué?

.-No… ¡No! ¡Yo soy tu padre! (N.A: AJAJAJAJA, esto sonó a Luke, yo soy tu padre xDDD) –dijo Kurama mirándola a los ojos.

Ella se quedó callada, medio atontada. Se soltó de él y se acercó a Hiei.

.-Papá, ¡mata a este ningen! ¡te está difamando! ¡tú eres mi padre!

Hiei sólo guardó silencio.

.-Dile… ¡Dile! ¡Dile que tú eres mi padre! –dijo Hidori ya con desesperación ante el silencio de Hiei.

.-No, Hidori. Yo pedí a Hiei que te criara… tú eres mi hija…

.-Cállate ¡Cállate! ¡Yo no soy hija de un ningen! ¡Papá! ¡Dile que está equivocado!

.-No lo está –dijo Hiei la final -. Es verdad. Tu padre es él.

Los ojos de Hidori se llenaron de lágrimas.

.-¡Es una broma de muy mal gusto, papá! –dijo ella llorando -. ¡Tú eres mi padre!

.-No lo soy –dijo Hiei, sintiendo una opresión dentro del pecho.

.-¡Mentira!" ¡MENTIRA! ¡YO NO QUIERO SER HIJA DE UN NINGEN!

Dijo esto y salió huyendo.

.-Espera… ¡Hidori! –la voz de Kurama estaba tensa, angustiada.

.-Estarás feliz, supongo –dijo Hiei con frialdad. Dio media vuelta y desapareció en el lugar que lo había hecho Hidori.

Kurama sintió todo como una venganza hacia él departe de la vida.

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Holaaaas!

SI, ACTUALICE! YA LLEVO DOS! VIVAAAAA!

Espero ya terminar el otro y actualizo n.n

Gracias a todos por leer y x sus reviews!

Matta ashita!