NOTA: espero que les guste capitulo, el proximo es el final, mandes sus reviews
PARTE III
Esa tarde Len se encontraba en la alcoba del príncipe, Horo lo había invitado para que pudiera mostrarle la colección de pequeñas esferas de colores muy variados que tenia, saco su cofre donde guardaba su más grande tesoro, y lo puso en la mesa, pero no se dio cuenta que no estaba bien puesto y el cofre cayo y todas esferas fueron esparcidas por el cuarto.
Cuando Len empezó a ayudarle a recoger las esferas resbalo en una de ellas y cayo encima de Horo, sus rostros estaban muy cerca, el rostro de Len tomo un color carmesí, entonces Horo trato de levantarse pero no pudo y en ese momento sus labios se juntaron en un dulce beso.
Momentos después Len se puso de pie y cuando estaba a punto de pedir disculpas por lo pasado, vio que del cuerpo de Horo salía una luz intensa que le dejo por unos momentos ciego, cuando se reacciono se dio cuenta que Horo estaba a punto de caer al suelo y rápidamente lo cogió en sus brazos y lo llevo a su cama, cuando Horo reacciono lo primero que vio fue a Len y lo miro con una enorme sonrisa y lo abrazo.
Horo: gracias, por haber roto el hechizo
Len no sabia que decir estaba como un tomate, el contacto de Horo le erizaba la piel
Len: yo……..yo
Horo no dejo que terminara la frase porque en ese momento lo beso nuevamente, Len al principio no sabía si corresponder al beso pero era muy calido y agradable, que termino cediendo y ese beso suave se fue convirtiendo en uno apasionado.
Mientras el padre de Lyserg les explicaba con más detalles el problema del hechizo, se oyó como un cristal se rompía en dos, y todos los presentes se asustaron por aquel suceso, era el cuadro donde se encontraba el retrato de Horo, al ver esto la reina se lleno de temor creyendo que algo malo le había sucedido a su hijo y se dirigió corriendo hacia la habitación de este, los demás la siguieron apresuradamente.
Horo y Len ya llevaban unos minutos uniendo sus labios en un beso muy salvaje, y tuvieron que separarse porque tenían que respirar.
En eso entro la reina muy desesperada, dirigiéndose hacia Horo, y lo abrazo
Reina: OH¡ mi pequeño creí que algo malo te había ocurrido
Horo: no te preocupes mamá estoy bien
Reina: estas seguro?
Horo la miro y le sonrió
Su madre al verlo detenidamente se dio cuenta que sus ojos ya no miraban hacia la nada, eran los mismos ojos picaros que ella conocía.
Len al ver tanta gente en la habitación del príncipe decidió retirarse sin ser notado, el alboroto en la habitación era grande todos estaban muy felices de que el príncipe fuese aquel pequeño niño alegre de antes.
El padre de Lyserg estaba muy sorprendido también
Sr. Diethel: pero como es que se rompió el hechizo, no logro entender, solo tu amor verdadero lo podría a ver logrado príncipe
Lyserg: es cierto Horo como es posible?
Reina: si pequeño que te paso?
Rey: si quisiéramos que nos expliques
Horo: pues si me dejaran hablar podría decirles lo que paso,
Reina: pues cuéntanos pequeño
Horo: es verdad que el hechizo esta roto, y todo es gracias a un a persona, porque si esa persona no hubiese estado a mi lado yo jamás habría podido salir de aquel hechizo y…………
Fue interrumpido por Hao
Hao: solo dinos quien fue, y no des tantas vueltas la asunto.
Horo: esta bien, pero no seas tan impaciente, todo esto de lo debo a Len
Al oír lo que dijo Horo todos se quedaron muy sorprendidos, nadie podía creer lo que oía
Reina: pero mi pequeño eso no puede ser posible, se supone que la persona que debía romper el hechizo era aquella a la que tu amases y que te amase también. Len es tu amigo y ……….
Horo: mamá por favor compréndelo, mi corazón ama a Len
Rey: estas muy cansado ahora, descansa mañana hablaremos sobre esto, es mejor que nos retiremos todos y lo dejemos descansar.
Horo: pero papá……….
Rey: mañana pequeño, mañana
Todos se retiraron de la habitación.
Len es su habitación estaba recogiendo sus pertenencias para irse, sabia muy bien que no podrían estar juntos, Horo era un príncipe y tenía que pensar en el futuro de su reino, tarde o temprano le exigirían un heredero, y si se quedaba con él jamás pasaría.
Cuando estaba en sus pensamientos sus amigos entraron
Hao: y tu a donde crees que vas
Len: no lo ves, o es que acaso te volviste ciego, me marcho
Yoh: pero por que tomas esa decisión tan apresurada?
Len: ya lo pensé mucho y como el príncipe volvió a la normalidad, ya no tenemos nada que hacer aquí
Hao: tu crees que al príncipe le agradara la idea de verte partir?
Len: eso no importa, he dicho que me marcho y me marcho
Hao: pues has lo que quieras
Yoh: Len por favor recapacita
Len no dijo nada más y salio del cuarto con sus cosas, se dirigió hacia donde se encontraban los reyes
Len: su majestad, me marcho, ya todo esta bien en su país y es hora de que yo me vaya
El Rey se acerco a Len le extendió la mano y le dio las gracias por todo, porque era la segunda vez que lo ayudaba
Rey: gracias a ti nuestro hijo volvió a ser el de antes, así que pide lo que quieras que se te otorgara como agradecimiento a tu ayuda
Len estaba a punto de pedir que le dejaran estar toda su vida al lado del ser que amaba pero no lo hizo
Len: no es necesario su majestad, la primera vez me dio lo suficiente, ahora volveré a mi aldea
Rey: si esa es tu decisión, no podemos retenerte, ve con cuidado y nuevamente gracias
Len se retiro, se dirigió al establo y estaba ensillando su caballo sus dos amigos aparecieron en el establo
Len: y ahora que quieren, nada de lo que me puedan decir me hará cambiar de opinión
Yoh: nosotros no venimos a detenerte, vinimos los tres y nos vamos los tres a casa
Así los tres amigos volvieron a su aldea.
Esa noche los dos padres hablaron
Rey: que haremos con lo que nos dijo nuestro muchacho
Reina: estamos en una situación muy complicada, si tan solo hubiese sido una doncella de la que nuestro pequeño estuviese enamorado
Rey: lo se, pero que podemos hacer
Reina: será mejor que durmamos y mañana con la cabeza más fría lo decidiremos
Rey: tienes razón
Al día siguiente Horo se levanto muy feliz, se baño y se vistió rápidamente, no quería perder ni un minuto más, para estar junto a Len. Salio de su habitación y se dirigió a la de Len llamo a la puerta, y como nadie respondía, decidió entrar y cuando vio las camas tendidas, creyó que ya de habían levantado y que estaban en la sala desayunando, cuando llego al comedor se llevo una gran desilusión al ver que tampoco estaban se sentó a la mesa
Rey: nos alegra mucho que nos acompañes a desayunar
Horo: papá donde están Len y los demás
Rey: ellos se marcharon ayer en la tarde
Horo al oír esta noticia se puso muy triste
Horo: pero porque se fueron sin despedirse
Reina: tú estabas descansando y no querían molestarte
Horo: entiendo
Estaba tan triste que apenas probo bocado
Esto no paso desapercibido por los reyes
Horo se levanto de la mesa agradeció a todos y se fue a su habitación, no tenia ganas de hablar con nadie, no podía comprender porque Len se había ido, y lo peor sin despedirse de él. Es que acaso no lo quería, o talvez había otra persona a la cual no podía dejar, muchos pensamientos inundaban su mente, muchos pensamientos que le atormentaban
Los días pasaban y Horo cada vez se aislaba más de las personas, no quería salir de su habitación y poco a poco estaba dejando de comer
En la aldea también Len estaba con el corazón roto, pero creía que era lo mejor que con el tiempo podría olvidarse de Horo, se ponía a hacer de todo y mantenía su mente muy ocupada como para pensar, y trataba de estar lo suficientemente cansado para dormir sin pensar mucho. Yun noto que su hermano estaba muy diferente y estaba preocupada porque si seguía de esa forma de seguro se enfermaría
Yun: Len que te pasa, he notado que desde que volviste ya no eres el mismo
Len: no me pasa nada solo son ideas tuyas
Yun: te conozco demasiado bien para saber que algo te preocupa
Len: ya te dije que no es nada
Yun: vamos Len confía en mi, yo podría ayudarte
Lo miro por varios minutos y al ver sus ojos notó que tenían un brillo muy especial, que antes no había
Yun: mmmmm… como no pude notarlo antes, mi pequeño hermanito esta enamorado
Len se puso muy colorado
Len: no digas tonterías
Yun: vamos Len ya te dije que te conozco muy bien y tus ojos no mienten
Len no pudo negarse más y tuvo que admitir ante su hermana que estaba enamorado
Yun: y quien es la afortunada
Len: no se encuentra aquí
Yun: entonces esta en aquel país verdad
Len: hai
Yun: y porque no estas con ella en estos momentos?
Len: quien dijo que era ella?
Yun: entonces es él
Len movió la cabeza aceptando
Yun: sabes que a mi no me importa eso, yo solo quiero que seas feliz, y a ti tampoco debería preocuparte eso, y debería luchar por ese amor
Len: no es esa, la razón por la que no podemos estar juntos
Yun: entonces?
Len: es que el es el príncipe
Yun: ya veo, es una situación un poco complicada, pero yo creo que podríamos encontrar una solución
Len: ya lo he pensado mucho y no existe ninguna solución el y yo no podemos estar juntos
Hao tampoco estaba tranquilo, ya que pensaba demasiado para su gusto en Lyserg
Los reyes estaban muy preocupados por que su hijo estaba muy triste, y decidieron que no podían oponerse al amor que había entre los dos muchachos, tenían que dejar que su hijo sea feliz.
La reina se dirigió a la habitación de Horo, toco a la puerta
Horo: pase
Reina: amor, necesito hablar contigo
Horo: y de que?
Reina: tu papá y yo hemos notado que hace días estas muy distraído y ya no sales ni comes bien, que estas triste y ……….
Horo: mmmmmmmmmm
Reina: contéstame algo
Horo: si?
Reina: realmente tu estas enamorado de aquel muchacho?
Horo: te refieres a Len?
Reina: si
Horo: yo lo amo mamá, y no podría vivir sin él
Reina: está bien, entonces alista tus cosas, que mañana a primera hora partimos a buscarlo, vale
Horo al oír esto se puso muy feliz
Horo: gracias mamá
Reina: solo queremos que seas feliz
Y la reina se marcho, la alegría volvía a Horo, que salio de su habitación y se fue a la cocina porque le había vuelto el apetito y tenia muchas ganas de comer
Lyserg que se encontraba en la cocina, se sorprendió mucho por la forma de comer de Horo, nadie creería que era el mismo de hace unas horas atrás.
Las horas pasaban muy lentas para Horo, estaba desesperado de que ya fuese el momento de partir
El día había llegado y Horo Horo estaba muy feliz, una gran caravana salio del palacio hacia el pueblo de Len,
