Regalo de Navidad
Estamos en fiestas decembrinas eso significa que… que mi mamá me mataría si supiera para que uso el Internet nnU
No es cierto, sólo se que aquí esta este capítulo y que espero que les guste.
Ya saben que los personajes pertenecen a CLAMP y los uso sin fines de lucro, además que cosas en "comillas" son pensamientos, (aqui en parenesis mis acotaciones y comentarios), etc.
Ahora si.
Un avión aterrizaba en Japón. ¿De dónde había despegado? China. Pero el avión no nos interesa, sino un joven adolescente que baja de el a toda velocidad.
Si, Syaoran llegó a Japón. Sólo bajo, tomó su maleta (bastante compacta, por cierto), y salió del aeropuerto con rumbo a la casa Kinomoto. "Tengo que ver a Sakura.", "¿Cómo estará?", "¿Qué le habrá pasado?". Sólo esta clase de pensamientos estaban en la mente del chino. Desde hace años no podía sacar a su flor de cerezo de la cabeza, pero al menos era a causa de sentimientos cálidos y bellos recuerdos, pero ahora sólo cosas horribles como la desesperación y la preocupación lo embargaban (creo que me vi muy trágica o.o).
Iba en un taxi hacia el hogar de Sakura, tratando de sentir su presencia cuando lo notó, hubo un extraño cambio en su aura, como si una parte de su magia se moviera. Lamentablemente estaba demasiado lejos de la fuente como para entender lo que sucedía.
Touya Kinomoto estaba en el cuarto de su hermana. A su lado un tranquilo Yukito lo mantenía en calma (al menos, en lo posible), y en la cabecera un pequeño peluche amarillo observaba a su ama.
De repente una luz envolvió a Sakura y levito un poco por encima de su cama. Todos se pusieron de pie. No sabían que sucedía…
En el interior de Sakura, se podría decir que ésta soñaba, pero estaba plenamente conciente. Era una situación extraña, como si estuviera en otra dimensión dentro de sí misma. Aquí la maestra de las cartas vivía una extraña situación. Una especie de prueba de sus sentimientos.
Sakura estaba frente a una sombra, que era conocida, pero no reconocida (una de mis frases locas que a la mayoría los deja con cara de what nnU. Quiere decir que sabe que la conoce pero hasta ese instante no logra reconocer de quién se trata. Continuamos nn)
La sombra y ella estaban en una conversación. Hasta parecían viejos conocidos; sin embargo la sombra, lo que buscaba era probar su corazón, y los sentimientos que éste poseía.
- ¿Tienes miedo? – inició la sombra, al parecer, no era tan mala.
- No, siento que te conozco. ¿Quién eres?
- Lo sabrás pronto pero por ahora, si quieres recuperar lo que tu alma tanto anhela tendrás que confiar en mí, y pasar la prueba de tus sentimientos.
- No entiendo. – Al parecer la excardcaptor era tan distraída e ingenua como siempre nn.
- Por ahora no es necesario que lo entiendas, pero deseo continuar hablando contigo, sino te molesta.
- Está bien. – Sakura no podía evitar sentir confianza, normalmente ante un suceso así estaría temblando, pero sabía que no debía temer (y que no era fantasma nnU). Algo le decía que "pase lo que pase todo estará bien."
- Dime Sakura ¿eres feliz?
Bien, esa pregunta sí era extraña, pero la esmeralda se limitó a seguir la conversación.
- Claro que sí. Tengo a mi papá, mi hermano que nos visita constantemente, a Tomoyo y mis amigas. Me va bien en la escuela y aunque tengo problemas con matemáticas soy de los mejores promedios. Además según me ha dicho Kero, he aumentado mucho mi nivel mágico.
- Pero¿eres completamente feliz¿Realmente eso es lo que deseas?
Sakura no pudo evitar soltar una solitaria lágrima. Ella sabía que lo que decía era cierto, tenía todo lo necesario para ser feliz, tenía una buena vida ye estaba agradecida por ello, pero, no era completamente feliz. Le hacía falta lo más importante, lo que le haría cambiar todo lo que tenía. Le faltaba… él.
- Sakura¿eres completamente feliz?
Otra vez esa pregunta. Ya sabía la respuesta pero le dolía tanto.
- No.
- ¿Por qué?
- Yo… yo… lo extraño mucho. – de el par de esmeraldas que eran sus ojos comenzaban a salir unas cuantas lagrimas silenciosas, de esas que si no las vieras jurarías que nada le ocurre a la persona.
- ¿A quién?
- A él.
- ¿Él?
- Si. A… A… Syaoran.
-¿Por qué razón lo extrañas tanto¿Por qué alguien te puede afectar así? – la sombra no era agresiva, más bien parecía una amiga que tratara de hacerle comprender la verdadera importancia y profundidad de lo que había en su corazón.
- Porque él es alguien muy importante para mí. Él es… alguien a quien no puedo olvidar, quien siempre está presente en mí, aquel que puede hacer que todo en el mundo este bien… es con quien me siento completa. Es mi persona especial. Es a quien yo, a quien yo. Él es la persona que yo…
- ¿Qué le pasa a Sakura? – preguntaba un MUY asustado Touya, pues había visto lagrimas salir del cuerpo brillante de su hermanita. (muajajaja¿no soy cruel al cambiar así la esena?nOn )
Pero al parecer todo se tranquilizó. En el momento que los guardianes planeaban expandir su magia para tratar de obtener algún vínculo o información sobre su ama, el cuerpo de ésta descendió y dejo de brillar.
Estaban expectantes cuando una pequeña luz salió de su pecho y todos sintieron algo cálido dentro de sí mismos. La luz salió a una velocidad impresionante por la ventana. Los guardianes de inmediato observaron a su ama y se dieron cuenta de algo. Parecía que estaba bien, pero no emanaba esa calidez tan característica. Es como si fuera sólo su cuerpo, como si lo mas profundo, como si Sakura no estuviera ahí. Era extraño pero los asustaba. Incluso Touya parecía notar que algo estaba muy mal con su hermana y tenía mucho miedo, miedo de que fuera algo grave, miedo de perder a su hermanita.
En ese instante la puerta sonó. Fujitaka había salido a hacer algunas últimas compras, así que Touya tuvo que separarse del cuerpo de su hermana para abrir.
Syaoran había llegado a la casa Kinomoto y por un momento juraría que vio una luz salir de la ventana de su flor de cerezo, pero fue tan rápido que lo tomó por una ilusión causada por su estrés. Tocó la puerta y esperó.
El chico sólo vio una especieflashazo de cabellos oscuros y unos ojos fúricos antes de que unas manos estuvieran en el cuello de su camisa y su persona contra la pared del recibidor de los Kinomoto.
- ¡HASTA QUE LLEGAS MALDITO MOCOSO! MI HERMANA ESTÁ EN PROBLEMAS Y TÚ TE TOMAS TU TIEMPO. AHORA ESTÁ EN UN ESTADO QUE NO ENTIENDO Y TÚ, TÚ…
"Kinomoto está fuera de sí" era lo que decía la mente de Syaoran, lo había tomado por sorpresa pero el estaba entrenado. Vio el puño de su "cuñado" (él no lo pensó así pero a la atora le gusta la idea P) preparándose para pegarle un golpe que seguramente mataría o noquearía a una persona normal. Pero Li no era normal. Oh no.
Lanzó el golpe pero el puño nunca llegó. Y no, Syaoran no tuvo que detenerlo. El siempre amable Yukito mostraba una cara seria mientras detenía el brazo de Touya.
- Basta Touya. – dijo en una voz que le quedaba más a Yue que a él.
- Pero Yuki.
- ¿Quieres ayudar a Sakura o no? Porque sabes que él puede ayudar.
Tuya se limitó a observar a Syaoran, que no estaba alterado, simplemente observaba con atención.
- Está bien – concedió mientras soltaba el cuello de Syaoran – pero después pagará por lo que le hizo al mi hermana.
Ahora todos subieron, pues necesitaban ayudar a la persona de su afecto común. Claro que todos la apreciaban de distinta manera. En especial el pequeño lobo, quien, mientras todos subían dio la vuelta para cerrar bien la puerta de esa casa. No noto mientras lo hacía, que una pequeña luz dorada entraba en él. Tampoco sabía que dentro de poco todo esto terminaría.
Pensaba dejarlo ahí pero me pidieron capítulos más largos y la verdad ya tengo más capítulos de lo que había pensado (y más cortos).Así que, continuemos nn.
Todos estaban en el cuarto de la menor Kinomoto y el plan estaba decidido. Tras analizar la magia de Sakura Syaoran descubrió que al parecer el conflicto estaba en su subconsciente, así que habría que entrar ahí. No fue fácil descubrirlo, pues su magia no era la adecuada, tuvo que usar parte de la de los guardianes y aprovechar su vínculo con la magia de su ama par realizar el hechizo con el que descubriría su situación.
No tenía opción. Tenía que entrar en su mente. Sólo así sabría lo que estaba sucediendo. Era un hechizo complicado y muy cansado pero eso era lo de menos. Lo importante ahora era ella.
- ¿Qué vas a hacer mocoso? – peguntaba Touya.
- Entrare a su mente. Quizá pueda sacarla desde ahí.
- Más te vale que no hagas nada malo mocoso. – decía el pequeño guardián de ojos dorados preocupado por su ama.
- Descuida peluche, ¬¬ lo haré bien.
Yukito no participó en la conversación, tenía un extraño sentimiento que su otra parte compartía. Era una tranquilidad extraña y el sentir de que todo estaba bien, sin importar lo que sus ojos veían y no podía dejar de pensar que conocía esa presencia que ocupaba el cuerpo de la que sentía como su hermanita.
Syaoran colocó sus manos en las sienes de Sakura y recitó un conjuro en su lengua natal, parecía estar en trance cuando una luz blanca salió de sus manos rodeando sus dedos e iluminando parte del rostro de ésta. En ese momento él también se desmayó.
Syaoran estaba en un lugar un tanto oscuro, pero se distinguía a sí mismo perfectamente, pensó que debía buscar a Sakura inmediatamente cuando una sombra se presentó frente a él. Era la misma con la que antes hablara Sakura.
- ¿Quién eres? – preguntó autoritario. No por nada era el próximo líder de su clan.
- No es necesario que lo sepas. Sólo quiero hablar contigo.
Cualquiera diría: Sakura confió en la sombra y se sintió fuera de peligro, seguro Syaoran hará lo mismo. Pero todos nosotros conocemos perfectamente lo desconfiado que puede ser, sino olvidar lo mucho que protege a su flor de cerezo.
- Deja de decir tonterías. ¿Dónde está Sakura?
- Estará bien si me demuestras que eres digno de sus sentimientos.
- ¿De qué hablas? (otro despistado uuU)
- Sencillo, responderme 3 preguntas y te diré cómo sacarla de aquí. Es todo lo que pido.
Lógico que Syaoran no tenía la menor intención de negociar con aquella sombra, pero si eso lo llevaba con Sakura podría arriesgarse.
- ¿Por qué habría de confiar en ti?
- Porque sé dónde está ella, no le haría daño y es el camino más rápido para que estés con ella. "En todo sentido" - no pudo evitar pensar la sombra.
- Está bien. Pregunta. (Sé que Syaoran normalmente no aceptaría así de fácil las cosas, pero es necesario por el bien de la historia)
- ¿Eres feliz?
"¿Qué demonios?" no pudo evitar pensar. "¿Qué clase de pregunta es esa?" Sólo respondió porque mientras más rápido lo hiciera más rápido sacaría a Sakura de ahí. (Aunque sea su propia mente nnU)
- Si. Pregunta que sigue.
- Vaya que eres impaciente, pero¿me estas diciendo que eres completamente feliz¿Qué no te hace falta nada¿Que de verdad vives tal como lo deseas?
- Esas son más de tres preguntas.
- No son preguntas diferentes, estoy confirmando tu respuesta, es una explicación de la primera. Una extensión.
- No puedo ser completamente feliz, nadie lo es.
- Yo no estaría tan seguro. La felicidad sí es algo alcanzable. Pero dime ¿qué es lo que te falta para ser feliz?
- ¿Es esa tu segunda pregunta?
- Sí.
Syaoran no quería responder, sabía perfectamente que era lo que deseaba en su vida. Quería que Sakura estuviera con él, pero no sabía si era correcto estar expresando sus sentimientos frente a una extraña sombra. A pesar de eso, sabía que si lo hacía podría llegar a Sakura. Por alguna razón sabía que así era, que si continuaba con este tonto y extraño interrogatorio estaría con ella.
- ¿Bien¿Qué es lo que te falta para ser feliz? – le repitió la sombra.
- Yo, bien. Lo que quisiera para ser feliz es, es, estar al lado de la persona que más quiero. Estar con quien se ganó mi corazón de modo tan especial, y por quien daría todo. Para ser feliz sólo necesito saber que ella lo es, ver su sonrisa. Lo que necesito es, es...estar con Sakura. – lo aceptaba, y estaba un poco sonrojado, pero casi no era notorio pues no lo decía ante nadie conocido. Sólo estaba avergonzado por haberse expresado así.
Cualquiera juraría que la sombra estaba sonriendo, pero ¿cómo saberlo?
- Mi última pregunta. Después la verás.
- Bien¿cuál es?
- ¿Por qué?
Syaoran estaba confundido.
-¿Por qué? – repitió.
- Sí – la sombra respondió - ¿porqué la necesitas para ser feliz?
Bien, responder eso si era un problema. Lo sabía perfectamente pero aceptarlo en voz alta sí que era complicado. ¡Apenas si lo había podido aceptar él mismo! Luego con Daidouji, pero sólo porque prácticamente lo obligo. Ella si que podía persuadir a cualquiera. Finalmente, cuando se lo dijo a ella, a Sakura, eso si que le había costado trabajo. Necesitaba menos valor para capturar una carta o enfrentar situaciones cercanas a la muerte. Pero por ese mismo sentimiento era que debía responder, debía encontrar al objeto de esos sentimientos.
- Yo… - no sabía como empezar, pero debía responder – yo, la necesito… porque… porque… porque ella, ella me enseñó a vivir. Ella con su calidez me mostró el significado del cariño y la amistad, me mostró que cualquiera puede sentir, que hasta el más duro corazón puede derretirse ante la calidez de una sonrisa sincera – recitaba recordando cuando la conociera, cada momento, cada sonrisa – la necesito porque me enseño un sentimiento que jamás creí posible sentir, porque me enseño lo que era el a…
- ¿Estarán bien? – preguntaba Kero mientras volaba a su alrededor. (muajajaja sé que me odian pero ya verán que vale la pena la espera TT)
- Si Kero, tú tranquilo – respondía tranquilo Yukito.
En ese instante entró Fujitaka.
- Es nochebuena y la cena está lista. No es justo que se desperdicie todo. Será mejor que bajen y comamos algo.
- Pero papá¿no ves la situación? – Touya estaba incrédulo ante la actitud de su padre.
- Lo sé, pero nada se puede hacer, así que dejen todo en manos del joven Li y disfrutemos un poco las fiestas, pues sé que a la Sakura no le gustaría vernos tan angustiados en unas fechas tan importantes.
Ante ese argumento sólo pudieron asentir y bajar. Kero los siguió pues hacia unas horas, en cuanto regresó de las compras el señor Kinomoto le había aclarado que conocía todo y que deseaba que los acompañara en estos momentos, pues Kero ahora era parte de la familia. Cabe mencionar que también vio a Syaoran, pero sólo dio una sutil sonrisa y no dijo más.
Todos bajaron a cenar sin pensar que en el piso de arriba, toda la situación estaba en sus últimos momentos.
La sombra parecía complacida con sus resultados. Había obtenido lo que quería así que sólo desapareció con una frase.
- Por lo que veo en tu interior llevas lo que estás buscando. Tu solución.
Syaoran no entendía, pero no le importó, pues en cuanto la sombra desapareció, pudo vislumbrar enfrente de él la silueta de quien buscaba. El único problema era que estaba desmayada.
Se acercó y la recargó en él. No pudo evitar observar los cambios que habían ocasionado los años, su pelo ligeramente más largo, su cuerpo, toda ella se había puesto "hermosa" tal como lo pensó él mientras un pequeño sonrojo cubría sus mejillas. Sacó todo eso de su mente y se dedicó a pensar en cómo despertarla. La llamó.
- Sakura, Sakura, por favor despierta. Por favor necesito que despiertes. – la llamaba mientras la movía ligeramente.
Recordaba que la sombra dijo, que lo que necesitaba estaba en su interior, ahora creía entenderlo, o al menos esperaba que así fuera.Así que pensando que no tenía opción y deseando con todo su cuerpo, magia, alma y corazón que la joven que tenía en brazos despertara, buscó dentro de sí mismo, como sondeando en busca de algo.
Apenas estuvo unos segundos así, segundos que le parecieron horas, cuando encontró algo en él. Sentía algo cálido que no le pertenecía, algo que le recordaba mucho a "Sakura, esto debe ser lo que le hacía falta, por eso su cuerpo estaba tan vacío. Esa luz no era una ilusión"
Aunque no entendía cómo eso llegó a estar dentro de él se concentró en externarlo de forma física. Seguía con los ojos cerrados, cuando una luz dorada, se presentó frente a él. Era la misma que saliera de Sakura y se internara en su pecho cuando cerraba la puerta.
El cuerpo en sus brazos absorbió es luz dorada y poco a poco un par de ojos color esmeralda se dejaban ver. Sakura estaba volviendo en sí y lo primero que vio al despertar fue un par de ojos ámbar, unos ojos que desaseaba ver hace mucho.
Los ojos ámbar y esmeralda se encontraron, consumaron ese encuentro que era tan esperado por ambos.
- Syaoran. Syaoran¿en verdad eres tú? – Sakura no podía creerlo, su corazón debía estar engañándola. Pero sus dudas se despejaron cuando una cálida sonrisa, aquella que tanto amaba se formó en los labios del chico que veía enfrente. Ese guapo joven de pelo rebelde que le respondía.
- Sí Sakura. Soy yo; he vuelto.
Tun, tun , tun
Aquí le dejo, los veré en el próximo y último capitulo de este fic cuyo título hace honor al mismo "Regalo de Navidad". En base a lo que lean en el que sigue y de que tanto me guste veré si pongo epílogo, aunque según la idea que traigo creo que si lo haré. Sin embargo aun no es 100 pro ciento seguro.
Gracias por aquellos que me enviaron reviews.
Espero que estes contenta Nati-chan nn pues hice este más largo, y aunque ya se que contiene el próximo capituloaun no se cuanto espacio vaya a ocupar nnU
Y ebblin-chan ya veré si haó epílogo, pero creo que si, espero que a ti también te guste este capitulo (porq a mi si me gusto )
Bueno, nos veremos en el próximo y último capitulo oficial del fic
Matta ne (Y DEJEN REVIEWS)
