Regalo de Navidad

Bienvenidos al último capitulo de este fic que fue mi primera publicación. Quiero comentar que la verdad me siento orgullosa de él porque siento que me quedo bastante decente, aun así opino que puedo hacerlo mejor, y que con algún fanfic futuro me superaré. Por ahora estoy satisfecha y espero que desfruten este capitulo. n.n

No poseo los derechos de Card Captor Sakura, sus personajes pertenecen a Clamp, que por cierto son unas genios, pero me gustaría que se apuraran con la segunda temporada de TRC y el manga de X. Al menos esta historia sí es mía.

Ya saben:

- Dialogos

"pensamientos"

(mis comentarios y acotaciones)


Capitulo 5 Regalos de Navidad

Esta es una pequeña historia de Navidad, historia acerca de un regalo especial (me salió un verso sin esfuerzo nnU). Era nochebuena, poco antes de las doce cuando esta historia llegó a su punto final.

Estamos en Japón, residencia de la familia Kinomoto. La familia está en el piso de abajo tratando de pasarla bien y dejar en las manos de cierto joven de origen chino el destino de la menor Kinomoto. Touya, el hermano mayor, Yukito, el casi hermano y guardián, el señor Kinomoto y el otro guardián, el pequeño Kero no sabían que en una habitación en el piso superior, la causa de su preocupación, por cierto innecesaria, ya no existía y que en su ausencia una historia de amor y separación llegaría a su fin.

Cierto par de jóvenes, Sakura y Syaoran para ser más claros, se encontraban aún en el subconsciente de la primera, y es que ella no podía creer lo que veía, un Syaoran asegurándole que estaba de vuelta y no sólo eso, sino que estaba en sus brazos. Le parecía más un sueño que nada, pero si así era, era tan real que no quería despertar, y quizá no hubiera reaccionado si el joven que dominaba sus pensamientos en ese instante no la hubiera sacado de sus cavilaciones.

- Sakura, hay que salir de aquí.

- ¿Hoe?

- No se si lo has notado pero seguimos dentro de tu subconsciente – dijo un tanto enternecido ante la ingenuidad de la chica, y el hecho de que al parecer, por más tiempo que pasara, ella no cambiaba.

- ¡Es cierto! Pero¿tú que haces aquí?

-Hablaremos luego, el hechizo me está cansando, así que sería bueno que saliéramos.

- Perdón Syaoran, tienes razón, y no te preocupes yo me encargo – dijo con una enorme sonrisa.

Nuestro pequeño lobo no entendió bien, pero se sorprendió al sentir el nivel mágico de la maestra de las cartas y la facilidad con la que anulaba su hechizo, regresándolo a su propia mente e incluso regresándole parte de sus energías.

La joven fue la primera en despertar y se sonrojó bastante al notar que la razón de su afecto estaba recostada sobre ella, pues al desmayarse, no tuvo control en su caída al parecer (y porque si se lo imaginan bien es una escena muy tierna en opinión de la autora ¿no creen?), por lo que Syaoran terminó encima del cuerpo inconsciente de Sakura.

En ese instante él también comenzó a abrir los ojos encontrándose con la situación y poniéndose de color carmín (nn).

Ambos estaban en silencio, Sakura aún en su cama y Syaoran al borde de ésta. Ambos sonrojados y sin saber qué hacer o decir. Al parecer no recordaban el momento tan tierno que acababan de experimentar.

Haciendo gala de valentía, el ámbar inició la conversación con la pregunta que lo había estado preocupando últimamente.

- Umm, Sakura¿estas bien?

Había escuchado su voz, y aún no podía creerlo, no podía creer cuánto había cambiado y que estuviera ahí. Sakura de verdad estaba impresionada y sin habla.

- ¿Sakura?

- Ah, si. Perdón por preocuparte.

- No, no hay problema.

Otra vez el silencio.

- Y, y¿cómo…¿Por qué estás aquí?

"Por que estaba muerto de miedo, pensé que algo te podría pasa y estaba aterrado, además necesitaba verte" – decía la mente de Syaoran, pero él no lo admitiría tan fácilmente.

- Tu hermano y el peluche llamaron a mi casa diciendo que mi presencia era necesaria aquí. Que algo te pasaba y que necesitaban de un hechicero, y al parecer, no conocen muchos.

- Oh.

El silencio ya se estaba haciendo común pero poco a poco los carcomía, era cuestión de tiempo para que los sentimientos de alguno de los dos explotaran.

Y así fue.

Sin previo aviso, Syaoran sintió unos brazos delgados a su alrededor. Sakura lo estaba abrazando con fuerza y derramaba algunas lágrimas. Él estaba bastante preocupado, no entendía la razón de su llanto.

- Sa-Sakura. ¿Estás bien¿Qué pasa?

- Syaoran, Syaoran… - Ella no paraba de repetir su nombre en un susurro, cosa que sólo lo preocupó más.

- Sakura ¿Qué sucede?

- Es que yo… yo… ¡te extrañé tanto!

Ahora él estaba paralizado, estado que sólo duro un instante.

Syaoran sólo puso una sonrisa en su rostro, esa llena de ternura que le pertenecía a la chica en sus brazos y respondió el abrazo.

- Yo también.

Y ahí estaban, una vez más en silencio, con la diferencia de que esta vez era un silencio agradable, cómodo para ambos, en el cual no hacían nada más que estar en los brazos del otro, dónde habían querido estar por años.

Todo estaba perfecto, o casi. Aún había varios asuntos sin resolver.

- Syaoran…- lo llamo la joven maestra en un tono de voz apenas audible, cómo si temiera.

- Dime – el también hablaba suavemente.

- Por…¿Por qué ya no escribías¿Por qué ya no respondías a mis cartas y llamadas¿Por, por qué, por qué ya no querías saber de mí? – ahora su llanto se reanudaba.

El pobre Syaoran no sabía que decir, cómo explicarle qué tenía miedo a lo que le pudieran hacer los del consejo (A.K.A. los vejetes). ¿Cómo explicar que no quería comprometerla a todos los compromisos y problemas que podría acarrear su relación¿Cómo decirle que lo que más había anhelado esos años era responder a cada carta que ella le enviaba, o mejor aún, tomar un vuelo a Japón y responder cada frase en persona?.

Su silencio sólo rompía más y más el corazón de la excardcaptor.

- Yo, yo hubiera entendido que no querías saber más de mí, pero el que cortarás así nuestro lazo me dolió mucho Syoran. – seguía mientras se desligaba del abrazo en el que habían estado.

Pero él no la dejo. La mantuvo entre sus brazos y sólo atinó a verla directamente a los ojos, lo que la dejó sin aliento. Esos hermosos y penetrantes ojos ámbar veían fijamente a un par de esmeraldas.

¿De dónde había salido esa decisión? Un evento reciente había abordado la mente del chino, una pregunta:

¿porqué la necesitas para ser feliz?

Y su respuesta.

- Yo… – yo, la necesito… porque… porque… porque ella, ella me enseñó a vivir. Ella con su calidez me mostró el significado del cariño y la amistad, me mostró que cualquiera puede sentir, que hasta el más duro corazón puede derretirse ante la calidez de una sonrisa sincera – recitaba recordando cuando la conociera, cada momento cada sonrisa – la necesito porque me enseño un sentimiento que jamás creí posible sentir, porque me enseño lo que era el a…

Recordó, lo que sentía, que ese sentimiento no era cualquier cosa, recordó que ella era lo que podía hacerlo feliz, lo que necesitaba para ser feliz, que ella, ella era "la persona que yo más quiero. Ella es a quien yo amo"

- No quería dejar de responder Sakura, te juró que era lo que menos quería, pero no sabía que hacer. – estaba siendo honesto, completamente honesto y eso le costaba trabajo, pero una vez iniciado, detenerse era imposible. Los ojos esmeraldas frente a él sólo se abrieron un poco en sorpresa y adquirieron un brillo de incomprensión, como queriendo decirle "entonces ¿por qué?", así que él se limito a continuar.

- Es sólo que, bueno, como sabes en la familia Li hay varias autoridades, la mayor es mi madre, la líder del clan, pero a veces las decisiones se ven afectadas por el consejo. Un grupo de ancianos que tienen cierto poder de opinión, y bueno, ellos, ellos, no te aceptaban Sakura. Y yo tenía miedo, miedo de lo que pudieran hacerte si seguíamos en contacto…

Lo había dicho. Ahora no sabía que hacer, sólo podía esperar su reacción. Tenía la cabeza baja como si esperara ser decapitado por sus crímenes.

Pero Sakura había pasado de estar sorprendida a estar enternecida y hasta cierto punto, arrepentida y triste.

- Yo no sabía que te estaba metiendo en problemas Syaoran, creo que te debo una disculpa, y te prometo que a partir de ahora ya no trataré de comunicarme contigo. –le decía con una triste sonrisa y mientras su corazón se hacía pedazos.

- ¡NO!

Se escucho la queja de Syaoran. Esa era Sakura, la chica a la que no le importaba nada más que la felicidad de otros, pero él, él quería que ella fuera feliz, y quería ser feliz también. Quería estar con ella.

- No – repitió con más calma.- no quiero que hagas eso. Yo, yo, yo quiero.- de verdad que le costaba trabajo expresarse – yo quiero… estar contigo. ¡No me importa lo que digan los tipos del consejo o que tu hermano y el peluche quieran asesinarme! – una sonrisa escapó a los labios de la joven – sólo sé que si quiero alcanzar un poco de felicidad real sólo lo podré hacer sabiendo que tu estás a mi lado. Y, y se perfectamente que después de tanto tiempo ignorando tus llamados, aún en contra de mi voluntad, debes odiarme, y seguramente ya no importa lo que yo sienta pero es sólo que yo, yo te amo Sakura.

Había empezado su monólogo de un modo apresurado, pero esa frase, esa esperada frase había salido de su boca lentamente, en un tono lleno de ternura y profundo amor.

La aludida estaba realmente sorprendida y con la boca ligeramente abierta sin poder producir sonido alguno, lo que más deseaba acababa de suceder, y no sabía cómo reaccionar. Sólo sabía que lo que buscaba para ser completamente feliz estaba frente a ella, que él había vuelto y aún la amaba. La amaba.

Sólo atinó a volver a abrazarlo con aún más fuerza que la última vez y con lagrimas de felicidad en su rostro (lo sé muchas lágrimas ¿pero a poco no es bello?). Nada más una frase podía ser dicha, sólo había una cosa que decir…

- Yo también… Syaoran.

El pequeño lobo sólo abrió los ojos como platos, no esperaba eso.

Una vez más estaban en un abrazo lleno de ternura, lleno de cariño y sobre todo de amor.

Podrían haberse quedado en ese momento eternamente sino hubieran sonado doce campanadas, cosa que los interrumpió y que indicó que había llegado el 25 de diciembre, que la Navidad había llegado.

- Feliz Navidad Sakura, lo siento pero no te traje un regalo – le dijo con una sonrisa un tanto graciosa.

Ella se limitó a responder también con una de sus cálidas sonrisas.

- El que tú estés aquí es el mejor regalo de Navidad que podría tener.- dijo mientras levantaba el rostro para encontrarse con esos ojos que tanto le gustaban.

- Aún así, algo pensaré. – decía también hipnotizado con las esmeraldas que estaban frente a él.

No podían dejar de mirarse. Se iban acercando poco a poco un tanto sonrojados cuando

- ¡QUÉ HACES MOCOSO! – si, Touya llegó rompiendo el encanto del momento.

- ¡Hermano! – reclamaba claramente sonrojada.

- Sakura aléjate de él.

- Pero hermano…

- ¿Qué sucede Touya? – llegaba Yukito

- Deja en paz a tu hermana – le reprendía Fujitaka

- Ya escuchaste al gruñón¡aléjate de Sakurita! – el peluche entraba en la batalla


Mientras todo esto sucedía, a muchos kilómetros de ahí, en otro continente, un par de jóvenes de blanca piel, un chico y una chica observaban toda la situación en una especie de hechizo. Parecía un espejo en el que se podía observar todo.

- ¡Por que los tuvo que interrumpir! Por poco y logro grabar el primer beso de mí querida Sakura en video.

- Ya conoces al hermano de la pequeña, pero no te preocupes, creo que con ese video ya tienes un regalo muy especial.

- Lo sé Eriol, y creo que debo agradecerte por toda la ayuda que me prestaste. Sin tu magia no hubiéramos podido reunir a ese par.

- Pero mi bella dama, sabes que siempre es un placer ayudarte y sobre todo darle un rato de problemas a mi querido descendiente. No me vas a negar que a ti también te divierta Tomoyo.

Ella se limitó a sonreír. Pensar que ellos dos armaron todo ese plan. Era una suerte que ella también estuviera en comunicación con Eriol, que por cierto se había vuelto muy cercano a ella.

-Creo que lo mejor será dejárlos en paz por ahora, tienen muchas cosas de que hablar y yo aún no te he dado tu regalo – decía de modo elegante mientras la rodeaba con un brazo para sacarla de la habitación.

- ¿Es necesario?

- Sabes que sí.

- Está bien. Además tengo que envolver y enviar una copia de este video, quiero que a Sakura le llegue la segunda parte de su regalo, después de todo creo que el Regalo de Navidad que le enviamos la hizo y hará muy feliz.

Mientras se deshacía el hechizo se podían observar a varias personas discutiendo (entre ellas un peluche) y un par de jóvenes rojos a más no poder.

A pesar de todo, no se podía negar que Sakura había recibido un muy especial Regalo de Navidad.


¡Se acabó! Pero no crean que los voy a dejar así, haré el epílogo, pues quiero que ahí se concrete la relación de ese par y ¿por qué no, quizá que pasen un lindo día de Navidad juntos. Lo subiré mañana mismo o pasado. Depende de cuando salga de mi casa.

Esta vez el review estrella es de ebblin-chan. Muchas gracias por tu apoyo, no tienes idea cuánto me ha ayudado, y bueno, aquí esta el último espero que te guste.

Por cierto quien quiera les agradecería que me llamara Karipl o Maopl o con –chan, es que conozco a varias Hikari y luego dicen que me robo los nick nnU , pero uso el nick por lo que significa completo.(a ver quien sabe lo q es nn) ya quien quiera después le desvelo el eterno misterio que todos me preguntan. "¿Qué diablos es pl?" Hay gente que se enoja por eso y yo no entiendo por qué.

Escribir la parte romatica con música fue algo realmente horrible, tengo corazón de pollo y para no arruinar la lectura tuve que abstenerme pero iba a poner ahí que me dieron ganas de llorar. Si, soy patética. (estaba escuchando 2 temas d Inuyahsa, el de Dearest y el de la primera peli, ambos en japonés)

y apenas lo subo orita cuando lo iba a subir a las diez de la mañana. El internet me marcaba error en la página una y otra y otra vez >

Espero que no se repita ¡ES DESESPERANTE!

Bueno, los veré en el epílogo y ojalá les guste (hasta yo me quedé picada con la interrupción nnU)

Matta ne y dejen reviews nn