La muchacha se movía agitadamente en el futón, le caían lágrimas mientras soñaba. ¿Con quién? Siempre con él… con su Aoshi. "Pero si ya no está, él no está", empezaba a susurrarse en su sueño, un susurro que poco a poco comenzaba a transformarse en un grito desesperado por aferrarse a la realidad. "¡Él no está!" vociferó entre gemidos. Esta vez fue tan fuerte que pudo despertarse ella misma, parar de voltearse como loca y volver a descubrir su mano en su sexo; masturbándose nuevamente mientras rememoraba su rostro en su mente. Sus mejillas se tornaron rosa de pensar en su recurrente sueño, pero de pronto recordó algo importante: "¡Soujiro!" "Seguramente tuvo que irse de nuevo", no se equivocó, una carta revelaba que tuvo que separarse de su lecho antes del amanecer. "Viaje de emergencia, el avión me está esperando. Te amo", pudo leer la chica; de inmediato le entró un remordimiento de conciencia. "Recién lo hice con Soujiro y tengo que soñar con ese escritor internacional", se lamentó, "Qué patético…". Y mientras miraba el techo de su habitación sintió la radio prenderse con cierta cancioncilla que le recordaba un poco a su relación con Soujiro… y ¿porqué no? También la que tuvo con Aoshi, si es que a un par de encuentros le llamas relación; si es que a un par de encuentros con un hombre casado le puedes llamar relación…
aa ryoute ni sora wo mune ni arashi wo
Ah toma el cielo en mis manos, la tormenta en mi corazón
aa kimi ni owakare wo
Ah un hasta siempre para ti.
aa kono umibe ni nokosareteita no ha
Ah lo que deja cada momento es
itsumo okitegami
Siempre una carta
aa yume no naka demo denwagoshi demo
Ah si solo en sueños si solo a través del teléfono
aa koe wo kikitai yo
Ah deseo escuchar tu voz
aa kotoba kawasu no ga niagte na kimi ha
Ah nunca fuiste bueno hablando conmigo
ITSUMO OKITEGAMI
SIEMPRE CARTAS
"Y LA VIDA CONTINÚA"
Capítulo I: Vidas Separadas
- ¡Aoshi, apresúrate¡Vamos a llegar tarde al cumpleaños de Mischa!- llamaba Yumi.
- ¡No quiero ir, mami! Ella… no me gusta…- refunfuñó un pequeño de 6años.
- Sí te gusta, lo que pasa que como ella apenas te toma en cuenta dices eso- replica su madre.
- No es eso… Es que, desde que llegó Roger… ¡todo es su culpa, ahora parece que yo no existiera!-
- Entonces, tienes que demostrarle que eres mucho mejor que él- dijo sonriendo y acercándose a su hijo para arreglarle la ropa.
- ¿Estás listo, pequeño?- pregunta un sonriente ojiazul que parece la versión alta del pequeño.
- ¡No soy pequeño!- grita con energía.
- Bueno, como vas a crecer supongo que no hay que preocuparse por eso…-
- ¡No soy pequeño!-
En eso el par comienza a propinarse algunos golpes de mentira. El chiquito admiraba mucho a su padre y ahora que podía pasar mucho más tiempo con él era más feliz que nunca. Aunque no era el único feliz, Yumi observaba la escena atentamente y veía que por fin tenía la familia que intentó formar por tanto tiempo. Ciertamente, desde aquel viaje a Japón había cambiado, era más accesible y tenía más vida que escribir frente a la computadora, pareciese que por fin se dio cuenta de que tenía una familia. A lo mejor eso fue su culpa. Por eso nunca le reprendió aquello, después de todo ella lo forzó a casarse con él… en ese tiempo amaba a Shishio, quien entonces no tenía donde caerse muerto ni donde pararse vivo¿cómo iba a criar un hijo así? No podía permitir que su niño viviera en la misma pobreza que le tocó a ella. Y pensar que ahora se estaba reenamorando de su Aoshi. La primera vez que lo conoció fue a los 10 años, asuntos de esas becas japonesas de estudio que los juntó hasta E.E.U.U. y hasta hoy… ¿pero cuándo fue que se enamoró de él? Mucho después, como a los 20 años cuando por obra de magia pudo ver su sonrisa y se derritió con ella... y ahora empezaba a entender el porqué.
- ¡Mami, escóndeme!- chilló pequeño Aoshi agarrándose de la falda de Yumi.
- Buena táctica, si te escondes detrás de tu mami, perderé el interés en atraparte- dice besando a Yumi en la mejilla.
- ¡Nooo¡No empiecen con sus cosas raras¡Mejor llévame a ver a Mischa!-
- Nos vemos- dijo el padre del pequeño a su esposa e hizo andar el auto.
Ella se limitó a sonreírles a la distancia. En eso sonó el teléfono.
- ¿Aló?-
- Hola, koi.-
- Shishio…- se expresó algo molesta.- Te he dicho que lo nuestro terminó, déjanos tranquilos a mí y a mi familia.-
- ¿Y eres feliz con tu esposo?-
- Sí-
- ¿No sigue siendo un impotente?- le preguntó con sorna.
- No hables así de él. No tienes derecho- habló enfadada.
- ¿Y no que no te complacía?- le inquirió-
- Eso era antes. Escucha: yo amo mi marido y no voy a permitir que nada destruya a mi familia. Así que dime¿cuánto quieres?-
- ¿No es obvio, koi? Te quiero a ti. Te extraño como no tienes idea, empezando por tu perfume, tu piel, tus labios, tus pechos… deseo recorrerlos todavía y morderlos…- decía con voz pervertida.
- ¡Calla!- gritó.- Tengo familia, olvídate de mí- le suplicó.
- Antes la familia no era un impedimento cuando me sedujiste- replicó él.
- Eso… en ese entonces todo era distinto… Aoshi no me quería- dijo sollozando.- No serías capaz de entenderlo… yo… ¡Viene Aoshi¡Déjanos en paz!- colgó el teléfono y se secó rápidamente las lágrimas. Decidió ir al baño a lavarse la cara.-
Aoshi entró quedamente, esta estrategia de salvar su matrimonio le estaba resultando bien, todo por su pequeño… y por él. Ahora que lo veía así era mucho más fácil y ahora que pensaba hacer la tarea sucia con su esposa en la casa… iba a dejar de ser un monje que lo hace 10 veces en 4 años. Lástima que le estaba siendo difícil de encontrar, pero cuando dio con ella no dudó en besarla en el cuello y rodearla con sus brazos. Cuando leyó sus ojos se dio cuenta de que se lo estaba rogando, y él no se hizo esperar; no entendía bien lo que pasaba pero estaba allí y sólo para ella.
- ¡Es mentira¡¿Te casas con la Ahen Ona!- Fue la voz de Yahiko la que despertó a todo el Aoiya esa mañana.
- Pues sí…- admitió Sanosuke.
- ¿Pero si se viven peleando¿Puedes creerlo, comadreja?-
- Personalmente, creo que ya era hora- dice bastante tranquila.
- ¿Estás, bien comadreja?- dice tomándole la frente a Misao.- ¿Qué te pasó para que estés así de tranquila?-
- ¿Viene Kaoru?-
- Ojalá no venga esa mapache… me va a hacer limpiar todo- refunfuñó.- Y tendré que probar su comida desagradable.-
- ¿Vamos al Akabeko?- propuso Sano.
- ¡Sí!- dijo feliz Myoujin.
- ¿Se les olvida que el Aoiya es también un restaurante?- dijo Misao.- Y por cierto, si la boda de Uds. 2 no es aquí me sentiré muy ofendida…- dijo con una cara metía miedo.
- Pensándolo bien nos quedamos aquí- dijeron los 2. Aunque Yahiko no podía parar de pensar en lo extraña que se había levantado la comadreja hoy.- ¿Y Soujiro no estaba contigo?-
- Tuvo que viajar de nuevo, creo que ese asunto en Francia no se ha solucionado.-
- ¿Y cuándo se casan?- preguntó Sano. A lo que Misao sólo sonrió para luego matarlo con la mirada.
Despertó en medio de la noche con sus piernas entrelazadas en las de él y su nariz rozando en su cuello. "Aoshi", susurró mientras sentía la respiración de su esposo en su piel. Y cuando pensó que nada podría ser más tranquilo, su celular sonó: "Ven a Brodway si es que quieres que todo siga siendo un secreto". Ese mensaje resultó fatídico, no le quedaba otro remedio que abandonar los seguros brazos de su esposo. Se lamentó tener que vestirse y abandonarlo allí, aunque para evitar su desconcierto decidió aplicarle un sedante y dejarlo descansando.
Fin del capítulo I
es una forma de llamarle a Megumi.
Eto, eto… al escribir lo de la carta se me ocurrió lo de la canción, sólo estaba allí porque yo la adoro… Ojalá les guste también aunque ya esté viejita xD… para el que no la cache es Letters de Hikaru Utada.
Grax por leer
