Día de Tanabata
-No tiene importancia, de verdad
-Bien gracias –dijo ella, y en un inesperado movimiento, Sano le beso suavemente en la mejilla, le sonrió
-Te veo en la noche kits...Megumi
-Hasta esta noche
-Hai –contesto ella -hasta esta noche... Sanosuke
-Son las 6:45, tarde como siempre, esa tonto cabeza de pollo, nada más falta y me haya dejado plantada –mascullo la hermosa doctora dando vueltas por la habitación al tiempo que veía de vez en cuando el reloj de pared –ese idiota cabeza de pollo, ya se que el es impuntual como pocos, pero hacer esperar a una dama, tonto e idiota y... –Toc, Toc –Debe de ser el –en efecto la joven abrió la puerta no tuvo necesidad de preguntar quien era, ya que antes había visto un reflejo en la puerta una silueta alta, tan alta como pocos hombres había en la ciudad, ahí estaba su amigo
-Llegas... –la mujer doctora no hablo más, lucia raro, pero no mal, se veía más aliñado que de costumbre, su ropa limpia, su pelo mojado, inclusive le dio la impresión de que se había puesto un poco de colonia, pero no estaba segura, tal vez, solo se había bañado
-¿Megumi?
-...tarde –dijo ella sintiendo las mejillas rojas y una sonrisa involuntaria en el rostro
-Hay que esperar para obtener esta calidad –dijo el de forma arrogante abriendo los brazos para que le viera mejor, Megumi tuvo que reprimir una risa y solo opto por:
-Te ves bien –dijo Megumi con una sonrisa coqueta en su rostro
-Gracias, no sabes a cuantas les tuve que decirles que no –contesto el acomodando su camisa blanca hasta que quedo perfecta
-¿No me digas? –dijo ella arqueando sus cejas
-Así es, pero yo les dije que no, porque ya tenía una cita con mi kitsune –Megumi frunció el entrecejo
-No es una cita –dijo ella volviéndose para buscar su bolso
-Pero como si lo fuera... por cierto hoy luces diferente –dijo el viéndole de arriba abajo descaradamente, por suerte Megumi no le vio pues seguro recibiría una buena bofetada de su parte en cambio contesto
-Si hoy me cambie de ropa
-Ahhhh... tu kimono es raro
-Si porque es otro tipo de kimono –le explico Megumi jalando su manga para que lo viera mejor, Sano se entretuvo viéndolo y tras observarlo un momento dijo
-Se parecen a los que usa Jo-chan
-Si los de Kaoru son más clásicos, pero un poco inútiles... hablando en términos médicos claro
-Ya... ¿por cierto que tanto buscas?
-Mi bolso... no lo encuentro
-Déjalo hoy no lo necesitas, hoy yo te invito
-Que honor me invitas a una cena a la que ya me han invitado
-Así es
-Bien... entonces acepto tu invitación –respondió ella caminando a su lado, no hablaron demasiado, el clima, los pacientes, las peleas, trivialidades, finalmente el momento de llegar al dojo kamiya había llegado... apenas daría vuelta en la esquina y estarían en la fiesta, más a cada paso que daba más ganas tenía la doctora de regresar a su casa, a su cama y a su grueso libro de medicina, aminoro el paso y el joven lo noto
-¿Qué pasa kitsune?
-¿De que?
-Vas mas lento
-Es que...no creo que fuera buena...idea venir –Sano sonrió un poquito rodeo con su brazo derecho la espalda de la doctora y dijo al oído con una voz sumamente tranquilizadora
-No me digas que te vas a arrepentir
-Ya lo estoy haciendo
-No te preocupes mi linda kitsune yo voy a estar contigo–la puerta del dojo se abrió revelando a una jovencita preciosa de una larga trenza que les vio sorprendida
-¡Ah ya llegaron justo íbamos a buscarlos! –dijo Misao con lo ojitos centellantes, Sano retiro rápidamente su mano y saludo a la jovencita, la cual lucia encantadora vestida con un hermoso kimono del mismo color de su traje de ninja oni, parecía realmente de su edad verdadera, Sano sonrió travieso coloco una mano sobre su enmarañada cabellera y dijo
-¡Que tal comadrejita, hacía tiempo que no te veía!
-Como siempre eres un tonto
-Déjame verte bien chica comadreja... nunca te había visto vestida decentemente–dijo Sano viendo a la hermosa chica frente a el, Misao divertida dio vuelta para que le viera mejor, Sano sonrio -¡te ves bien... te queda muy bien!
-Gracias cabeza de pollo -contesto la jovencita levenmente apenada
-¡Hasta ya pareces una mujer!
-¡Ya veras tu!
-No le hagas caso
-Si es cierto... Megumi...
-Hola Misao –dijo Megumi con una reverencia
-¡Que bueno que si viniste!
-¿No esperabas que viniera?
-No es que... pues ya sabes por lo de... Kaoru y Himura y... yo...pensé que...pues tu sabes-Megumi apretó un poco lo labios y dibujo una falsa sonrisa en el rostro –lo siento Megumi yo no...
-No te preocupes Misao yo entiendo
-Megumi...la verdad no quería que...lo siento... kuso que boba soy... yo...no quería ofenderte y...
-De verdad Misao no tiene importancia
-Buenas noches –dijo una voz muy conocida detrás de la joven ninja, Megumi ni siquiera tuvo que levantar la mirada a pesar de no ser una de sus personas favoritas reconocía la voz perfectamente
-Buenas noches Shinomori Aoshi
-Megumi-san–respondió el con una ligera inclinación
-Es una sorpresa verle por aquí
-Siendo una ocasión tan especial no podría dejar de asistir
-Por supuesto
-¿Hey comadreja donde anda la feliz pareja?
-Hace rato estaban dentro y ahora...
-Sano... Megumi-dono finalmente llegaron
-Kenshin amigo, déjame felicitarte –dijo Sano con una sonrisa en la cara abrazando y palmeando la espalda del joven vagabundo
-Arigato –dijo el vagabundo con una sonrisa tímida se dirigió a la mujer
-Megumi-dono
-Hola Ken...
-Es un placer que haya venido...-Megumi sonrió y dejo que el vagabundo siguiera hablando –se ve hermosa esta noche Megumi-dono
-Gracias Ken –Megumi esbozo una sonrisa aún mayor en sus labios y beso su mejilla –eres muy dulce
Kenshin ni siquiera se molesto ni hizo ninguna muestra de extrañeza, sonrió amablemente y dijo
-Seguramente Kaoru se alegrara de verla... esta en su alcoba y...
-Supongo... que iré con ella –Sano toco unpoco hombro y le dijo
-En un segundo iremos con ustedes kitsune
-Hai –dijo Megumi sonriéndole y caminando hacia dentro del dojo mientras que escuchaba como Sano empezaba a hablar en voz baja con el vagabundo seguro que estaban hablando de ella pero no le dio demasiada importancia, siguió caminando como si nada, demostrando una gran dignidad paso de largo por los pocos presentes, no tenían demasiados conocidos en la ciudad, de hecho la mayoría de ellos, eran de Kyoto, el grupo oni, el atractivo maestro de su vagabundo, un muchacho de una sonrisa constante que escucho que le llamaban Soujuro y algunos conocidos del Akabeko, no quiso entretenerse demasiado hablando con cada uno y siguió su camino, se dirigió a la alcoba dentro del dojo donde antes de entrar toco un par de veces para luego escuchar la voz de la jovencita
-Ya voy... –la joven Kamiya recorrió la puerta y abrió los labios sorprendida –¡Megumi... que gusto!
-Hola Kaoru... –la chica se ruborizo un poquito y sonrió ampliamente
-Pasa por favor
-Hai –dijo Megumi con una sonrisa
-Te ves muy bien...
-Igual tu –contesto Megumi admitiendo que ese día la joven se veía más radiante que nunca, quizás hubiera sido su ropa o el hecho de que el amor realmente embellecía a las personas
-Ken me dijo que estabas aquí espero no haberte molestado
-En lo absoluto –contesto ella –es que Yahiko me tiro un te encima y vine a cambiarme
-Ya veo...
-Pero ya estoy lista así que supongo que lo mejor será que salgamos...
-Espera Kaoru
-¿Si?
-Yo quería...-la jovencita ladeo un poquito su cabeza extrañada
-¿Si?
-Quería felicitarte...
-Ah... Megumi... la verdad no es necesario
-Si lo es...
-No tienes que hacerlo...-contesto rápidamente Kaoru moviendo sus manos de forma frenética se veía un poco apenada
-Quiero hacerlo –dijo Megumi con una sonrisa muy amplia en su cara y por primera vez en un buen de tiempo sonrió de forma sincera -muchas felicidades Kaoru
-Gracias Megumi –de seguro Kaoru noto ese cambio de voz la sonrisa falsa por una sonrisa sincera, Kaoru se ruborizo un poco apenas imperceptible –muchas gracias..
-No tienes que agradecer nada
-No es serio Megumi...
-Kaoru...
-Megumi... la verdad es que...significa mucho para mi... viniendo de ti...eres una gran amiga...
-Eres una buena persona Kaoru... Ken va a ser feliz... y eso es lo que importa
-Megumi...-Kaoru se vio un poquito afligida pero en cambio Megumi rió un poquito y dijo de una forma un tanto sarcástica
-Finalmente fuiste tu quien lo conquisto
-Hai –la joven kendoka se puso de color rojo, Megumi sonrió malévola, al tiempo que unas pequeñas orejitas de zorrita sobresalían de su cabeza
-Pues más te vale que lo cuides porque si me ve a mi seguro que se arrepiente –la chica parpadeo un par de veces rió ligeramente y dijo
-Lo tomare en cuenta Megumi –contesto la chica –ahora creo que lo mejor será que... –la chica abrio la puerta de su habitación al tiempo que sentía que unos fuertes brazos le rodeaban y escuchaba que le gritaban a todo pulmón
-¡FELICIDADES JO-CHAN!-era Sano que abrazando fuertemente a su joven amiga casi le hace perder el aliento
-¡Sano!
-¡A ti no te había felicitado!
-No te había visto
-Es que acabo de llegar
-En serio... cuando es comida gratis no tardas demasiado en llegar
-Por quien me tomas
-Por ti...
-Ja, ja, pues me has juzgado mal, hoy me voy a comportar como todo un caballero
-¿En serio?
-Hai
-No me digas y a quien le debo dar las gracias de tu maravillosa transformación
-A nuestra hermosa doctora
-¿Que? –Kaoru volteo a ver a la doctora la cual parecía levemente apenada más no había dicho nada
-¿Y que, Jo-chan ¿la preciosa kitsune ya te felicito?
-Si... ya lo ha hecho
-Bien entonces, no tienes inconveniente en que me la rapte un rato
-Ninguno
-Me acompañas –dijo Sano galantemente ofreciéndole su brazo que ella dudo en tomar solo unos segundos para después perderse tras dar vuelta en la primera esquina
-Vaya, hoy Sano luce muy raro
-¿Kenshin?
-Amor, todos te están esperando
-Si ya voy... es que... me quede pensando
-¿En que? –dijo Kenshin acomodando su cabeza en su hombro
-En Sano y Megumi
-¿Por qué?
-Hoy Sano y Megumi-dono lucen un poco raros ¿no?
-Tal vez, pero tal vez, sea solo el amor
-¿Amor?
-Si
-Cuando Megumi vino contigo hace rato... Sano me dijo algo...
-¿Eh?
Sano se alejo hasta que el bullicio de la gente quedo atrás y solo se escuchaban como un leve murmullo, se coloco en la gran puerta de madera al lado de la joven que ya se recargaba en ella, vio como la doctora agachaba la cara sintiéndose levemente apenada por lo sucedido
-¿Cómo te fue Megumi?
-¿En qué?
-¿Tu sabes con lo de Jo-chan, como te sientes?
-Fue.. algo... raro
-Lo siento Megumi
-Si bien... creo que no importa demasiado... tarde o temprano iba a pasar
-Si quieres llorar aquí esta mi hombro
-Tonto yo no quiero llorar ¬¬
-Eso dices ahora –Megumi vio el piso y se entretuvo lanzando una pequeña piedrita con el pie, Sano le vio con un poco de pena y trato de cambiar un poco la conversación –vino mucha gente ¿no?
-Hai, Misao y Aoshi, y todos los del oniwabanshu, varias personas de Kyoto, un niño sonriente...
-Ah si... Soujuro...
-¿Lo conoces?
-Era un hombre de Shishio
-Vaya...parece que es magia de Kenshin que todos sus enemigos se vuelvan sus amigos
-Supongo que es su mejor virtud...además ese chico es muy simpático a diferencia de otros...
-¿Otros?
-Si... ya sabes ese policia loco, con un ego sobrecrecido
-No te cae nada bien
-Nada me alegro que no haya venido...porque es un perfecto idio...
-¿Ah cabeza de pollo estas de portero? –los pelitos de la nuca se le erizaron Sano volteo y vio claramente a una de las personas a las que más repelía, ahí estaba el altivo, mirada fría, sonrisa burlona, y por raro que pareciera sin cigarro en mano...
-¡TUUUUUUUUUUUUU!
-Y tu –dijo el policía viéndole despectivamente -veo que finalmente te hallaron alguna utilidad en la vida
-Saito-san, también ha venido -dijo Megumi tratando de aguantar la risa, pero la verdad era que la cara de Sano era divertida, Saito volteo a ver a la joven y dijo
-También kitsune
-Es un placer
-Igual -Megumi sonrio amablemente al tiempo que escuchace la rabieta de su amigo
-¡Déjate de formalidades kitsune a ti quien carajos te invito! –grito Sano ante el policía que le veía muy desdeñosamente -¡Que haces aquí!
-Vengo a una fiesta de compromiso o tu que creías...
-¿Cómo... cuando?
-Por medio de una carta y gracias a Battosai...y yo no tengo que preguntar que haces tu aquí, o estas ligándote a la doctora o realmente te pusieron de portero
-... hijo de tu...
-Hajime por dios que comportamiento es ese... –escucharon los 3 venir de una voz muy cálida y dulce, finalmente vinieron a una mujer muy hermosa que acompañaba a este
-¿Y esta quien es?
-No seas grosero –dijo Megumi golpeándole en las costillas ligeramente
-Perdon me descortesía... Tokio Saito un placer
-¿Saito? –la mujer accedió alegremente
-Si soy su esposa...
-¿Es...es...es...esposa?
-Hai...
-¿Estas casado?
-No es obvio...
-Pero.. pero...pero
-Ya que tengas un vocabulario mas amplio hablaremos
-Te voy a dar en toda tu...
-¡SANOSUKE! -la puerta de dojo se abrio saliendo por esta su joven amigo pelirrojo el cual como siempre estaba con una sonrisa adornado su cara
-Ah... oímos unos ruidos...
-Querras decir gritos Battosai...
-Finalmente llegaste Saito
-Asi es Battosai –Ken sonrió un poquito- ¿y tu futura esposa?
-Espera dentro junto a Misao y debo suponer que ella es tu esposa
-Veo que no se te ha pegado lo tonto de este
-Hajime...
-Mira hijo de tu...
-Un placer señora Saito
-Lo mismo digo señor Himura
-Por favor pasen que deben de estar agotados por el viaje
-No demasiado
-Hey Sano vamos o no van a entrar
-Si ahorita vamos Kenshin –los tres desaparecieron tras la puerta y
-Vamos Kitsune
-Si... espera Sano
-¿Qué?...-antes de que el muchacho dijera algo la mujer le había dado un suave y dulce beso en los labios–kitsune...-dijo este rojo a más no poder
-Gracias
-¿Por qué?
-Por ser todo un caballero...
-Kitsune...
-Vamos que nos deben de estar esperando
Hola volvi a actualizar, perdon la tardanza es que he tenido demasiada tarea, espero que les guste este capitulo y nos vemos en el proximo, porque si va a haber un proximo y tal vez un quinto, gracias
Atte: Midory
