Día de Tanabata

-¡BRINDEMOS!

-¡POR LOS NOVIOS!...

-Por mi estúpido pupilo y su bella novia kendoka –dijo Hiko Seijuro con un brazo levantando y su ánfora de sake como si fuera un brindis, los demás presentes también levantaron sus respectivas bebidas que variaban entre jugo, sake y te, Kaoru miraba al maestro de su futuro esposo con una sonrisa en la cara y Kenshin parecía mirar con agradecimiento al hombre que había sido un padre para el, mirada que se esfumo cuando el hombre siguió hablando - aunque todavía no se como semejante lindura, puede fijarse en mi estúpido pupilo pero aún así felicidades –un aplauso termino como cierre de las palabras de su maestro, Kaoru aplaudió suavemente más de cortesía que otra cosa, en cambio su futuro esposo veía con un poco de decepción a su querido y algo desconcertante maestro

-Muchas gracias maestro ¬¬ -dijo el espadachín, ante la sonrisa complacida de la joven kendoka, que tomo del brazo a su novio, abrazo que pronto se vio interrumpido ya que Sano para pronto corrió a felicitar por enésima vez a su amigo, rodeándole la espalda con un brazo y con el libre revolviéndole su cabello pelirrojo, se inclino a tomar un vaso de sake, y lo levanto derramando un poco en el acto y con toda la fuerza que sus pulmones le dieron dijo

-¡HAY QUE BRINDAR!

-SIIIIIIIII –dijeron para pronto los más entusiastas en el grupo, mientras que más de la mitad permanecían en un profundo silencio, más este no se cohibió en lo absoluto y siguió

-¡POR LOS PRIMEROS AMIGOS EN DEJAR EL CLUB DE LA SOLTERÍA!

-SIIIIIIIII -dijeron nuevamente los entusiastas

-Sano, olvidas a Saito

-Dije amigos ¬¬

-Por lo visto tu estúpida bocota no puede permanecer quieta ni un segundo ¿verdad?

-¡CALLA LOBO FUMADOR!

-Sano...-dijo Kenshin deteniendo al joven que se lanzaría en un momento a otro hacia el policía, al tiempo que la futura novia se levantaba y agradecía como buena anfitriona

-Kenshin y yo queremos agradecer, a todos por venir a nuestra fiesta de compromiso, en especial a los amigos que han venido desde tan lejos

- la joven vio como Kenshin finalmente había logrado sentar al lado de la joven doctora a Sanosuke, y continuó con las ultimas palabras de su agradecimiento

-Es una gran alegría tenerlos aquí, esto significa tanto para Kenshin y para mi... -la voz de la joven kendoka se quebro y finalizo con voz muy suave - muchas gracias -la joven vio consatisfacciónlos rostrossonrientes de sus amigos al tiempo quecon su brazo derecho tomaba el de su prometido, nuevamente un alegre aplauso finalizo con el encantador discurso, haciendo que la pareja se viera y sintiera sumamente feliz y como en todas las fiestas no podía faltar, los más animados o infantiles según se mire comenzaron a pedirel indispensable beso.

-BESO, BESO, BESO

-Ah... yo... este

-BESO, BESO, BESO

Kaoru volteo a ver a todos lados como buscando una buena excusa para no hacerlo, se veía levemente apenada, en cambio su novio parecía mucho más tranquilo, tomo a la joven de la cintura y comenzó a besarle suavemente ante las miradas complacientes de sus amigos, el beso no se termino más que pocos segundos después cuando ya todos se encontraban complacidos de ser testigos del profundo cariño de la pareja.

Megumi vio a la feliz pareja sonrió un poco melancólica, sintiendo nuevamente que la tristeza la estaba empezando a embargar, apretó un poco las manos ocultándolas bajo la mesa, pero pronto sintió como una mano fuerte y grande tomo la suya

-Sanosuke –la joven vio la mano de el sobre la suya, este le sonrió galantemente y le respondió en voz baja

-¿Kitsune? –el comenzó a acariciar sus nudillos suavemente haciendo que la joven se sonrojara levemente

-¿Si?

-¿Estas bien? –pregunto el obligándole a abrir su mano entrelazando sus dedos con los suyos, Megumi sonrió ampliamente y dijo

-Ahora si –Megumi vio como Sanosuke abría su boca para decir algo pero pronto la cerro al ver como su amiga Tae del akabeko se acercaba con dos enormes platos de comida

-Gracias –dijo Megumi sintiendo como Sano separa rápidamente su mano y como Tae se inclinaba para dejar los dos platos de comida frente a ellos

-Gracias Tae –dijo Sanosuke viendo los platos

-No ha sido nada

-Oye Tae

-¿Qué?

-Tu hiciste la comida ¿verdad? –Tae sonrio un poquito y dijo

-Si yo la hice

-¡Que bueno, eso quiere decir que si es comestible!

-¡Te oí estúpido cabeza de pollo!

-Aceptalo Jo-chan la cocina no es lo tuyo -la joven se vio roja de coraje, a lo que su joven amiga del Akabeko sugirio a amigo luchador

-Tal vez solo por hoy deberías de planear no molestarla

-Nahh

-No te molestes Tae... los tontos no tienen remedio

-¿Que quieres decir kitsune?

-¿Acaso tengo que explicartelo?

-Veo que ustedes dos se llevan muy bien

-Claro que no -dije rapidamente la doctora, más se sorprendio al no escuchar a coro la voz del muchacho que tambien decia eso cuando alguienhacia alguna leve insinuación, más esta vez elpermanecio en un silencio absoluto, Megumi volteo a ver a su acompañante, pero este ya estaba muy ocupado, peleando con Tae sobre su ración de comida

-¿Oye Tae no crees que me has servido muy poco?

-Pues te he servido lo mismo que a todos los demás

-Por eso creo que has servido muy poco

-Sanosuke

-No te preocupes Tae, no te voy a pedir que te regreses por la más comida, yo me sirvo

-Pero Sanosu...

-Pero nada Tae, ya voy yo...oye kitsune¿tu no quieres que te sirva más?

-No gracias

-Bien ahorita regreso

-Aja

Megumi vio como el joven se alejaba con rumbo a la cocina, Tae, temerosa que se terminara toda la comida de los invitados fue tras el, dejando sola a Megumi la cual decidió, observar un poco más la fiesta, ya que estaba segura que cuando llegara Sanosuke no tendría ningún instante de tranquilidad, como era obvio su vista se poso, en los festejados, Kaoru y Kenshin, eran la viva encarnación del amor sus manos estaban entrelazadas, sus ojos brillaban y sus sonrisas no podían ser más amplias, Megumi sonrió, a pesar de que ver a la feliz parejita besándose cariñosamente ya no le ocasionaría una ulcera, ver el amor flotando por el lugar tampoco la entusiasmaba demasiado, dejo de ver a los felices prometidos y para su bendita suerte vio a otra parejita:

Misao y su Aoshi-sama, a pesar de que Misao siempre se quejaba de que su señor nunca le haría caso, Megumi, no opinaba lo mismo, ya que por lo que podía ver su Aoshi, no le quitaba la mirada de encima y a pesar de que el no sonreía abiertamente como las demás personas, su rostro parecía mucho más relajado cuando estaba cerca de ella, Misao en cambio demasiada despistada para darse cuenta de ello seguro no lo habría notado, quizás algún día ella se lo dijera, pero seguramente no le creería pero a pesar de que Megumi había aprendido a detectar esas pequeñas sutilezas gracias a su experimentada vida como doctora, Megumi suspiro un poquito nostalgia, estaba segura que a la próxima boda a la que asistiría sería sin duda en Kyoto residencia de los oniwabanshu.

Sin mucho pesar la mujer siguió recorriendo con la vista el lugar, al lado de estos se encontraba, otra pareja singular, el maestro de Kenshin, Hiko Seijuro y Okon del oniwabanshu, a pesar de no ser una pareja modelo, era obvio que había entre ellos una atracción, Okon no dejaba de verle y servirle sake y Hiko, como buen machista se dejaba consentir, Megumi sonrió un poquito, a pesar de todo creía que eran tal para cual, hermosos y vanidosos, seguro que si llegaban a casarse y tener hijos, serían los niños más bonitos de todo Kyoto.

Y Megumi así continuo con la siguiente pareja, más singular que la anterior mejor dicho que todas las presentes, los Saito, aun no podía creer que el estuviera casado y menos aún con una mujer como esa, tan encantadora como el grosero, preciosa a comparación de el, aunque no creería que hicieran tan mala pareja de no conocerle, juraría que serían un matrimonio feliz y normal, el parecía comportarse civilizadamente cuando ella estaba a su lado, incluso noto, que Tokio le llamo la atención cuando iba a encender un cigarrillo, pero eso no fue lo más sorprendente, lo que sorprendió a la doctora fue ver como el guardaba el paquete de cigarrillos ante la mirada complacida de su esposa, Megumi recargo su cabeza en su mano izquierda y pensó:

"Vaya lo que hace el amor".

-¿Hey kitsune que vez?

-Nada –mintió ella, volteando hacía su acompañante, ya había regresado de la cocina y traía un plato a rebozar de comida y una sonrisa de satisfacción en el rostro

-Veo que has vuelto a servirte

-Son los privilegios de ser el cliente favorito de Tae

-Dudo que seas su cliente favorito

-No me quites la ilusión kitsune

-Bien –dijo Megumi volteando a ver nuevamente el bullicio de la fiesta pero esta vez, no lo disfruto tanto como hace rato

-Hey kitsune no te acabaste tu parte -dijo este al ver como el plato de la joven estaba casi lleno y por lo visto no tenía muchas intenciones de terminarlo

-No tengo mucho hambre

-Pero casi no comiste nada

-Ya te dije que no tengo demasiada hambre

-Ya... entonces, no tienes objeción en que me coma tu parte

-Por favor –dijo Megumi dándole el plato que para pronto se sirvió el pugilista en el suyo haciendo que casi se tirara

-Gracias

-No hay de que –y por fin Megumi volteo a ver a quien estaba a su lado, Sanosuke, el cual parecía estar demasiado interesado en su comida como para notar que le estaba observando, Megumi en cambio siguió viéndole un tanto sorprendida, comía normalmente, raro en el ya que generalmente comía como un cerdo, pero le dio la impresión de que incluso se estaba comportando educadamente, una duda la asalto de repente¿acaso se estaba comportando bien solo porque estaba con ella, sonaba muy lógico, incluso había dicho que se iba a comportar como todo un caballero, Megumi sonrió un poquito¿todo eso lo había hecho solo por ella?

-¿Umm, kitsune porque sonríes?

-Ah yo... por nada

-En serio

-Si en serio –dijo Megumi con una sonrisa más amplia, Sano sonrió de forma traviesa y le dijo acercando un poco su cara

-No te creo

-No me importa –contesto Megumi sacándose un poco, con sus manos le alejo un poco ya que parecía un tanto apenada

-¿Algo me ocultas kitsune?

-No tengo que ocultarte nada –dijo ella en voz baja, al parecer no quería que nadie se diera cuenta de lo que estaban hablando, gran error, ya que al hablar más bajo la joven hizo que el se acercara más el, quedando a una escasa distancia de centímetros sus rostros, la joven se puso toda roja y trato de alejarlo lo antes posible antes que los presentes notaran ese comportamiento, pero ya había sido demasiado tarde:

-Ujuuuuuuuuuuuuú ahora si Megumi, ya cayo

-¡Sano, ya tiene novia!

-¡Ujuuuuuuuuuuuuuuú, Sano ya tiene novia!

-¡Bien hecho amigo de mi estúpido pupilo!

-¡Me llamo Sanosuke Sagara! Y Kenshin no es estupido -dijo Sano separándose al instante, el comentario de Yahiko había hecho que los que no los habían visto, voltearan haciendo que la joven se sintiera levemente apenada, sus mejillas se colorearon levemente, al ver el montón de ojos pendientes en ellos, la doctora volteo a ver a todos los presentes se levanto y dijo de forma un tanto arrogante

-¿Qué¿ya no puede uno platicar en paz?-sacudió su pelo oscuro y se alejo de ahí con paso firme pasando de largo entre los presentes, saliendo Sanoen cambio se fue contraYahiko el cual se gano una buena serie de coscorrones

-¡Eres un tonto mocoso!

-No soy un mocoso

-Pero si un tonto -dijo para pronto Kaoru la cual se había levantado, Sano ya lo veía venir, no era un día normal en el dojo Kamiya si no había una discusión y al parecer ese no podría ser la excepción, Sano quedo unos segundos de pie y mirando la discusión hacerse cada vez más grande, hasta que un olor a cigarro y una voz nada apreciada le saco de su ensimismamiento.

-Oye estupido -dijo su querido amigo policia

-¿Que quieres? -dijo Sano sintiendo que toda la calma que podría estar en el, se iba poco a poco.

-Cuando tu chica se va así generalmente se le sigue

-Megumi no es mi chica

-Vaya... entonces eres más estupido de lo que pense -Sano sonrio ligeramente y le dijo un molesto:

-¡Callate! -al tiempo que salia del dojo en busca de la joven

-Kitsune... –dijo Sano casi corriendo busco a lo lejos, a la muchacha pero no había rastro de ella, golpeo con fuerzala puerta de la entrada y maldijo un par de veces -kuso... kitsune... -pero en cambio una voz suave le hizo reaccionar

-Me quiero ir a casa –dijo ella, Sano levanto la cara, la joven se encotraba, casi al costado de el, recargada en la pared que rodeaba el dojo, estaba cruzada de brazos y tenía la mirada clavada en el piso

-Kitsune

-Ya te dije me quiero ir a casa...

-Pero... porque... la estábamos pasando bien¿no?

-Si la estábamos pasando bien... pero...

-Pero...

-Pero me quiero ir a casa

-Megumi

-Tu lo prometiste, dijiste que en el momento en que me quisiera ir nos íbamos

-Si, si se lo que dije pero...

-¿Pero... que?

-Antes de irnos quiero preguntarte algo

-No creo que

-Solo una pregunta y luego te acompaño a tu casa palabra -respondió el, Megumi sacudió su pelo y dijo con un poco de resignación

-Bien, pregunta lo que quieras

-¿Tanto te disgusta la posibilidad de ser mi...

-¿Qué?

-Tu sabes...

-¿Saber que?

-Vamos kitsune... no me hagas decirlo...

-Pues si te explicaras mejor no tendría que preguntarte

-Mmmm... tu sabes...ser mi chica –Megumi vio como el se sonrojaba ligerisimamente, pero ella en cambio permaneció ahí de pie viéndole atentamente, Megumi levanto una ceja y respondió después de el

-¿Ser tu chica?

-Si ya sabes, novios o algo así

-Sano...

-Si ya se, no tienes que decirlo es una idea muy tonta, lo se

-Espera...

-Solo olvida que lo dije¿si? fue un comentario, mejor vamos te llevare a tu casa, que ya es algo tarde –dijo Sano caminando un poco pero se detuvo al ver que la mujer no había dado ni un mísero paso y permanecía ahí de pie observándole parecía un tanto molesta

-¿Qué pasa kitsune?

-¿Porque no me dejas hablar?

-¿Qué?

-¡No me has dejado hablar!

-Creo que no es necesario

-¿Y de donde sacas eso?

-Porque ya se tu respuesta, Megumi fue muy estúpido decirte eso, cuando se que hasestado deslumbrada con Kenshin

-Mira...

-Y no me digas que no es cierto, porque no hay que ser un genio para darse cuenta de ello

-¡CALLATE POR UN MINUTO!-dijo molesta Megumi -dejame hablar... Sanosuke... la verdad es que te mentiría si te dijera que no, desde siempre me sentí atraída por Ken -Megumi viocon cada palabra el joven se veía cada vez más desdichado pero aún así la joven decidio continuar -me trato como ningún hombre me había tratado antes... pero el ya escogió y no soy yo, más sin embargo no puedo seguir llorando por siempre

-¿Me estas diciendo que lo has olvidado tan pronto?

-Creo que es imposible olvidar del todo el primer amor

-Suena lógico

-Pero...también esta fiesta me ha hecho darme cuenta que podré encontrar a alguien más

-No lodudo, seguro quepronto encuentras al hombre perfecto

-No quiero a un hombre perfecto ya que el único que he conocido es Ken –suspiro la doctora

-Lo siento ya te lo ganaron al hombre de tu vida

-No, no al hombre de mi vida...

-¿Qué?

-Perdí tanto tiempo detrás de Ken que nunca me tome la molestia de ver alrededor... si lo hubiera hecho me daría cuenta que tal vez la persona para mi no estaba totalmente enfrente mio, sino tal vez, un poco a un lado...

-¿Kits...?

-Ha sido muy dulce lo que has hecho por mi... si tu no me hubieras insistido en que viniera de seguro en este momento estaría en casa leyendo un gordo libro de medicina

-¿Qué estas diciendo Kitsune? –dijo Sano trastabillando las palabras, estaba del vivo color de su cinta del pelo, lo cual le pareció muy gracioso a la joven

-¿No eres muy listo verdad?

-¿Eh? –fue lo único que pudo decir el muchacho de la cinta, Megumi rió ligeramente y dijo

-Sabes... lo he estado pensado y... creo que no sería tan malo

-¿Que?

-Y quizás hasta sería divertido

-¿Eh?

-Claro si te sigues comportando como hoy

-¿Comportándome como hoy qué estas insinuando?

-Bueno tu sabes, hoy te estas comportando como gente normal, te has bañado y casi no has reñido con nadie

-¡No, eso no, kitsune! Acaso...

-Bien... si supongo que lo podríamos intentar –dijo Megumi tomando un mechón de su pelo detrás de su oreja, sonrió con un poco de timidez, al ver como la sonrisa de el guerrero no podía ser más amplia

-Entonces, nosotros...

-¿Por qué no? –respondió ella

-¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! –Sano tomo en brazos a la doctora y dio vueltas con ella, ante los llamados de la joven que le pedían que le pusieran en suelo firme, gracias a esto Megumi termino toda mareada cuando el la puso en el piso y dijo fingiendo un poco su voz

–¡Pero no te emociones demasiado cabeza de pollo!

-¿Que?

-¡Quizás ni siguiera pasemos de un par de días! -Sano rio ampliamente y dijo levantando una mano muy seguro de si mismo

-¡Siempre tienes que ser tan negativa?... hay que pensar que inclusopodríamos llegar a viejitos juntos!

-Solo si te comportas

-¡Tal como hoy!

-Pero también tendrás que seguir algunas reglas

-¿Reglas?

-Aja ¡Tendrás que dejar de tomar y esas tonterías de apostar, no te dejan nada bueno y sobre todo y mucho más importante dejar a todas esas lagartonas que tengo entendido que te rondan!

-Son solo amigas

-Si claro amigas ¿crees que soy tonta?

-Solo un poco despistada

-Chistoso

-¿Verdad?

-Bueno y si yo sigo las reglas al pie de la letra, tendré algún tipo de concesión

-Si a ser mi chico

-Pero a algo más placentero –dijo el tomándole de la cintura, Megumi rió un poquito y dijo mostrando sus picudas orejitas de zorro

-No lo se, tendrías que ganártelo –contesto ella con una sonrisota en la cara, Sano sonrió un poquito y se inclino un poquito para quedar más o menos a su estatura

-Entonces voy a ser el mejor novio del mundo

-Eso ya lo veremos –dicho esto la joven le beso suavemente en los labios dejando atrás su buena amistad para al fin poder llegar a ser algo más


Hola, gracias a todas aquellas que han leido mi fic, lamento la tardanza, pero es que la tarea no me soltaba, espero que les haya gustado, a pesar de que me ha salido un poquitito más melosode lo quepensaba, espero sus reviews, gracias.

Atte Midory.

Ah por cierto, antes de que lo olvideFeliz navidad y propero año nuevo.