ENCUENTROS.
Capítulo 8: Tuyo
Summary: Anakin y su maestro Obi-Wan, han tenido que hacer un aterrizaje forzoso y han quedado en un planeta "olvidado"¿podrán entender sus sentimientos encontrados? Slash Obi-Wan/Anakin.
Disclaimers: Star Wars, en sus diferentes sagas y series, NO ME PERTENECEN, pertenecen a George Lucas y respectivos autores, sólo lo uso con fines de entretenimiento, NO de lucro.
Advertencias: Éste fic contiene Slash (relación hombre/hombre), en caso de que sean homofóbicos les recomiendo no leerlo, ya están advertidos, no se quejen después.
Capítulo 8: Tuyo
Caminó a paso rápido hasta perderse en la espesura del bosque. Nunca lo habían preparado para ese dolor. Pareciera como si le hubieran tomado el corazón y lo hubieran destrozado por la presión de una mano. Sentía un vacío profundo en el pecho y se mareaba con mayor fuerza, las piernas comenzaban a fallarle.
No era un dolor por pérdida, como la de su madre. Pero aquella vez no había dolido más bien se entristeció y esa tristeza de convirtió en segundos en rabia e ira. Para después vengarse. La dulce venganza. Tal como lo predicen las palabras del Maestro Yoda. El marcado camino hacia el Lado Obscuro.
¿Venganza?. No podría¿contra quien?...Obi-Wan... ¿Matarlo?. Si él muere, no pudiera seguir, se desvanecería en cuestión de tiempo. Es más, ni siquiera sería capaz de hacerle daño, de hacerle un rasguño a propósito. Su mente abatida por el golpe causado por las palabras que saltaron de los labios de Obi-Wan, sus preciosos y dulces labios.
Los otros estragos a su corazón no habían sido más que odio por la pérdidas.
Está vez era dolor nublado con tristeza. Jamás odiaría a su maestro. Ni siquiera lo hacía ahora cuando sentía que Kenobi había tomado su confuso corazón y lo había destrozado con sus ásperas pero hábiles y fuertes manos.
Y así su lastimado corazón le había dado una idea de la incalculable magnitud de lo tanto que amaba a Obi-Wan. Algo que jamás notó ni quiso saber ni imaginarse. Todo lo que Obi-Wan causaba en su interior, cada segundo de su vida al lado de él había hecho enamorar a su ciego corazón lleno de barreras. Con todo ese afecto creciendo silenciosamente. Tanto así comenzaba a comprender su amor hacia su maestro.
No sabía hasta donde llegó. En medio del bosquejo se tiró. Llegó lejos, pero las piernas no soportaron más. Todo el cuerpo le fallaba, sintiéndolo adormecido por completo. Era un lugar abierto, justamente dónde los árboles de abrían y podría contemplar la profundidad del espacio. Ahí no había luces ni humos que impidieran la vista al cielo nocturno. Ni ocupadísimas misiones, ni deberes de dirigir ejércitos en una guerra. Podía observar el cielo toda la noche, como solía hacerlo de niño en Tatooine, algunas veces al lado de su madre, a quien echaba de menos. Y otras veces solo.
"¿Alguien las habrá visitado todas?"... "Es improbable"
Qui-Gon. El siempre querido por Obi-Wan. Y al parecer ahora, el siempre amado por Obi-Wan. Tampoco podría odiar a Qui-Gon. Y si lo hiciera era imposible vengarse de él. Estaba muerto, uno con la Fuerza. Lo reconoció como un gran hombre y maestro. Pero ahora su admiración hacia él era mayor. Conquistó a su amado Obi-Wan. Estaba celoso de él, eso era claro, celoso de alguien que no podría quitarle a Kenobi por que ya lo había hecho en vida, quedándose por siempre pregnado en el corazón de su maestro.
Lamentablemente las negras nubes corrieron rápido para taparle la vista. Quitándole las estrellas de enfrente.
El viento comenzaba a calarle, traspasando sus gruesas túnicas y músculos. Nufal predijo que habría tormenta. Podría soportarla, soportó climas realmente extremos en las misiones, eso no era nada. Pero esa vez, por primera vez en su joven y activa vida, se había debilitado completamente . Había perdido las ganas y voluntad de recuperarse.
"Quizás Obi-Wan sienta lástima de mi y me abrace para brindarme su hermoso y único calor"
Nunca de los jamases en la vida pensaría si quiera que alguien le tuviera lástima, NUNCA.
Pero comenzaba a tener los melancólicos pensamientos de un crío estúpido y débil, ridículamente en estado de corazón roto, dictaba su agotada conciencia.
Tal vez era que el frío enfrió su cerebro, quizás ambas cosas una extra de melancolía.
Lo más probable era que tenía un delirio.
Ni siquiera pensar en Padmé lo evitaba o disminuía
Lo seguro era que las atormentadoras palabras de Obi-Wan habían causado eso. Que su maestro deseara que Anakin jamás hubiera llegado a su vida.
Hace unas semanas lo hubiera tomado a la ligera, hubiera reído y comentado sarcásticamente.
Ahora que era un niñito ridícula y estúpidamente enamorado, Kenobi pudo causar lo más bajo a lo que Skywalker pudo llegar en su vida.
Lamentarse a sí mismo y llorar en silencio por un hombre.
Las horas pasaron lentas y atormentadoras. Cada segundo parecía un minuto, los minutos horas y las horas días. Apretando el transmisor contra sí y sintiendo una terrible opresión en el pecho.
Se desgarró por completo al sentir el efecto de sus palabras.
El calvo patriarca les anunció una tormenta. Y en la noche las negras nubes cubrieron todo el cielo visible. Dio vueltas por todo el refugio, a escala pudo haber completado varios kilómetros. No pudo, se resistía a la idea de salir buscar a Anakin, abrazarlo, acariciarlo, besarlo y confesársele
Anakin solía ser especial en esos casos. Conociéndolo por más de una década seguramente saldría a maldecir o caminar. Si estuvieran en Coruscant hubiera ido a verla corriendo, a Padmé. Después volvería, comentaría algo sarcástico, reiría, se disculparía y pidiera que se olvidara todo.
Pero aquella vez reaccionó muy diferente al usual Anakin Skywalker tan orgulloso. Hubiera alargado la discusión hasta convertirla en una larga plática de Obi-Wan. Luego quizás pelearían un poco más y al final recordarían algo gracioso y lo olvidarían. Ambos no podían estar en tanta tensión ni enfadados el uno con el otro. Kenobi sonrió ante la idea que le cruzó por la mente. Fantaseaba con que su Anakin estuviera dolido porla discusión, que estuviera enamorado de él y sus palabras le hubieran dado en lo profundo. Eran las fantasías de un enamorado muy ilusionado, pensaba Obi-Wan con incontenible decepción.
Observaba el transmisor con detenimiento. Su talentoso Anakin reparaba lo imposible. Era tan perfecto, tan perfecto que no podía corresponderle. Él amaba a una mujer, en contra de muchas estipulaciones. Vendría y terminarían su discusión, luego usarían los comunicadores y llegarían a Coruscant, regresarían como los buenos amigos que salieron a una misión, los hermanos. Correría en las sombras hacia los brazos de su amada y Anakin sería feliz.
Parecía un masoquista torturándose por placer. Cada segundo recordándose aquello. Causándose un dolor de magnitud enorme en el alma. Pero esperaba que de tanto dolor su interior se acostumbrara a aquello, que su dueño jamás estuviera en sus brazos.
Un té que dejó de humear hacia bastante rato era tomado por Obi-Wan. Un relajante herbolario. En pocas palabras Obi-Wan lo hubiera aceptado aunque no lo hubieran disfrazado con ese nombre. Era un estimulante, quizás alucinógeno, que lo relejaría o adormecería. El complemento perfecto. ¿Desde cuando de desahogaba con estimulantes?. Desde que descubrió que amaba a Anakin. Sonrío con ironía. ¿Caería hasta ser un Jedi denigrante?. Probablemente. Pero no lo haría, no se permitiría caer así, ni siquiera minúsculamente fallaría ante Skywalker, no perdería su cordura. Intentaría ser lo poco que le quedaba de Jedi.
Tenía el presentimiento de que al paso que iba terminaría siendo un viejo ermitaño exiliado y olvidado, quizás alcohólico un poco.
Algo seguro era que el estimulante ayudaba muchísimo a que las horas pasaran con rapidez. A olvidar sus dolores y sus preocupaciones de que su amor prohibido estuviera afuera, mientras él estaba adentro escuchando el fuerte caer de la lluvia y los atronadores truenos que deslumbraran y ensordecían por segundos. Mientras comenzaba a mirar luces y a caer en la ensoñación.
El estimulante también ayudaba bastante al dolor de la espalda baja, ese dolor le hacía sonreír. Seguramente fue el mejor momento de su vida y no lo recordaba. Ese era el precio por se un Maestro mojigato. Si, tenía que aceptarlo, nunca mostró indicios de aquello... pero muy en el fondo...muy adentro... la flama ferviente del deseo ardía. En verdad que ese té era muy bueno.
Sentía un mal presentimiento, no era obra de la Fuerza. Sentía una horrible corazonada. No era el siseo que sentía cuando la Fuerza viva le hablaba. Era diferente, su mente imaginaba cosas desagradables y el corazón le saltaba. Opinaba que eran los efectos del té. Pero su mente comenzó a recobrarse. Anakin...tormenta...llegado...afuera...no...peligro...tal vez...estar...La mente comenzaba a unir unas palabras indefinidas, Obi-Wan se había como desconectado.
.-" ¿A-A-na...kin?"- murmuraba vacíamente con ojos de cansancio e idos.-"Ana...kin"- volvía a repetir causando eco en su mente que extrañamente se mostraba dolida en repetirlo .-"Anakin...¡ANAKIN!"-. Todo se paró alrededor, su mente conectó todo con rapidez. Pasó mucho tiempo, la tormenta empeoraba y Anakin no llegaba. Automáticamente tomó la capa tirada de su alumno y salió del refugio, tropezó con Nufal que traía abrigos gruesos y una capucha, al parecer quería entrar.
"Este estúpido anciano¿no sabe cuando es el momento inoportuno para aparecer?". El paciente maestro estaba histérico y su paciencia agotada en esos momentos, tenía ganas de patear al anciano y correr hasta encontrar a Anakin y quizás abrazarlo con ternura.
.-"¡Maestro Kenobi, el joven Skywalker aún no ha regresado...Será mejor que entremos!"- gritaba ante la capa de lluvia ruidosa..-"Temo que haya tomado por accidente estimulante y..."- Fue suficiente para que Obi-Wan echara a correr hacia el bosque, olvidando a ese viejo metiche. Si "accidentalmente" Anakin tomó una de sus extrañas drogas, no sería el mismo joven resistente, fuerte y lleno de vitalidad. Conocía algunos efectos de sus dichosos estimulantes.
La espesa neblina junto con los seguidos y atronadores truenos no hacían sencilla la búsqueda. Obi-Wan buscaba la presencia de su alumno siempre fuerte y firme. Pero aquella vez no sentía la imponente presencia de su Anakin, corrió más, adentrándose, desperado, buscando por lo menos una débil esencia de presencia. Comenzaba a desesperarse y a preocuparse. Todo por un maldito arranque de celos hacia la mujer de su alumno. Por una oración insignificante para cualquiera o incluso normal. Pero devastante , seguramente, para ambos, no sólo para él mismo.
Siguió adelante y al parecer la tormenta no cesaba, parecía empeorar y con ella la preocupación de Kenobi, cada vez sentía un profundo sentimiento de culpabilidad. Ya había llegado bastante lejos, hasta que sintió una débil presencia, luego corrió más, hasta sentirla cerca, pero nunca más fuerte. Corría desesperadamente hacia la presencia. Los árboles disminuían la cantidad de lluvia, pero había llegado a un claro dónde los árboles no estaban y el agua caía de lleno, tanto que incluso lastimaban sus filosas y rápidas gotas.
En medio de esa llanura estaba tirado y con una presencia débil, Anakin. Obi-Wan llegó hasta él. Se tiró de rodillas y contempló al derrotado Anakin, no lo podía creer. Su alumno jamás sería vencido por nada, no lo fue, pero ahora ahí estaba. Débil y derrotado. Obi-Wan sintió que su alma y corazón se hacían más añicos de lo que estaban.
Estaba empapado y con los ojos abiertos. La lluvia que lastimaba le había rasguñado la cara. Las gotas que bajaban desde sus ojos parecían lágrimas artificiales. Obi-Wan sintió que el alma se le iba, su vivaracho pupilo no era aquel tan vencido. Tiró la capa de Anakin al lado y cayó rendido a sus brazos, lo cubrió en un abrazo cálido.
.-" ¿Obi-Obi...Wa-aan?"- la voz del joven tembló. La vida volvía a él. Obi-Wan lo abrazaba preocupado. Su calor le recobraba las fuerzas y con ella su energía y presencia, lo que notó Kenobi enseguida.
.-"¡Ani...Anakin!...¡MI ANI!"- usó el sobrenombre que solían usar algunos. El cual, especialmente, Obi-Wan detestaba como llamaran a Anakin. Eso hizo reaccionar a Skywalker y lanzó un puñetazo contra Obi-Wan con su mano mecánica, la más fuerte. Anakin comenzaba a recobrar sus energías
.-"¡Eres un estúpido Obi-wansito!...¡Un idiota, Obi lindo!"- También utilizó los sobrenombres que no le agradaba como llamaran a su maestro. Y por primera vez en la vida entendió el concepto de "Esto me dolerá más que a ti". Siempre sintió que esa frase era especialmente ridícula, pero ahora la comprendía. Le dolió bastante tener que golpear a su amado Kenobi. Se arrodillo y llegó hasta él. Su labio sangraba y el líquido era limpiado por la fuerte lluvia.
.-"Lo soy, Anakin. ¡ Soy TU estúpido y TU idiota!"- Obi-Wan sintió que merecía el golpe. Y ahora, estaba sangrado y declarándose a un Anakin que quedo noqueado al oír esa confesión.
.-" ¿Entonces tú...tú?...¡Obi-Wan, mi idiota, eres un estúpido!"- repetía sin creer lo que pasaba.
.-"Sólo cállate y disfrútalo"- Anakin saltó y se colocó encima de Obi-Wan. Tomó sus suaves labios y se posesionó de ellos, era mucho mejor besarlo sabiendo que se amaban. En pocas palabras sus labios eran el paraíso, la gloria para Anakin. Y Obi-Wan opinaba lo mismo de éste. Sus lenguas se buscaban desesperadamente, pareciese que no se hubieran besado por años, décadas, siglos. A ambos comenzaba a faltarles el aire, no querían parar, estaban disfrutándolo como nunca. Se separaron con brusquedad y tomaron una bocanada de aire, hasta perderse en los labios del otro.
.-"Es hora de volver, te hará daño"-. Después de una merecida sesión de besos apasionados Anakin se encontraba agotado, mojado y con ganas de enfermarse. Obi-Wan se levantó y le ofreció una mano al más joven. Aún llovía y Obi-Wan en verdad no quería que su pequeño cayera enfermo. Tirado en el suelo tomó la mano de su maestro y lo jaló de nuevo con él, se colocó encima de éste y comenzó a besarlo por todo el rostro juguetonamente. Jamás se cansaría de amar y besar a su querido Kenobi.
.-"No quiero volver, no quiero regresar, no quiero irme...No a Coruscant, no con ellos"- suplicaba en medio de sus besos al mayor y comenzó a bajar seductoramente hasta el cuello del otro, le encantaba mordisquearlo, succionarlo, hacerle recordar a todos que él se adueño de la piel de Obi-Wan.
Su amante no podía negarle nada ahora, desde ahora Anakin era dueño de Obi-Wan y viceversa. El maestro cerró los ojos disfrutando de los tibios labios que tocaban su piel, subían, bajaban, mordían, lamían tan delicadamente que empezaba a dejarse llevar por el momento.
.-"Olvídalo todo por unos momentos, Anakin, a partir de ahora soy tuyo, tú eres mi universo. Actúo a tu voluntad"-
.-"Sólo haz que éste momento dure para siempre, idiota mío"
.-"Todo tuyo"-
Privet! n.n
Actualicé rápido! O.o...La última del año!
Las vacaciones me agradan xDD...Además salí de chilangolandia y eso me hizo bien. XD...no ando atareada para actualizar.
Espero no haber derramado miel por sus pantallas, no soy tan buena para estas cosas de amor.
Muchísimas Gracias por los reviews! Subieron! Me inspiraron mucho!.
BISHOUJO-HENTAI: Tranquila, no me perdonaría regresarlo con Padmé! O.o... Espero que queden juntos...por ahora! n.nU
Phoenix y Nekojin Hiwatari: Bien arrogantes u.u... pero fue necesario... Gracias por leer y tu review! n.n... por cierto, lindo apellido.
gala-granger: Privet! Si, Obi-Wan es mi ídolo, no se como le escribo ciertas cosas u.u... O.o...Uh! los brazos de Obi-Wan! (dale, yo y mis delirios)...En fin, no hagas mucho caso a mis delirios u.uU... Muchas gracias por siempre leer y tus lindos comentarios! n.n.
VenusOfHeaven: Perdón por el retraso! u.u... Me gustó como has acomodado la situación... sólo espero que los desenlaces sean decentes... Gracias por leer y tus comentarios!. También te deseo un próspero año nuevo y atrasada navidad! n.n...
MaRiSoL AyAnAmI: Tanto tiempo, un gusto volverte a ver! n.n.Si, entiendo los caprichos del ordenador... Obi-Wan consolador O.o... Agradezco tus comentarios...Nos vemos!
M-KillerQueen-B: Muchas gracias por leer todo y tus comentarios! n.n
Cualquier duda, aclaración, correción, crítica o comentario, dejen review!
Felices fiestas y Buen Año n.n!
Athena HiwIva
"El miedo lleva al odio y el odio lleva al Lado Obscuro"
Actualizado: Viernes 30 de diciembre del 2005. 11:53 p.m Hora Central.
