MI VIDA CONMIGO
Capítulo ocho:
Las cartas de Isabella Farethy
-Te quiero...
-Lo se, amor.
Akira sonrió abiertamente.
Eran las cuatro de la tarde del día siguiente y le habían permitido ver a Sophie y a su hijo solamente a el, que más tarde entrarían los conocidos y familiares. Se encontraba sentado en la cama de Sophie, abrazándola a ella por detrás mientras ella mecía a su hijo, que se encontraba durmiendo.
-Es muy guapo... –susurró Sophie con cariño.
-Como su madre –acabó Akira por ella, haciéndola sonreir.
-No, no –rió-, como su padre.
-Si tu lo dices, cariño...
-Si, lo digo –afirmó.
Habían acordado que Akira tendría que volver a Inglaterra, pues su ausencia sería muy extraña y llamaría atenciones que no debía de llamar. Asimismo, se pusieron de acuerdo en que los fines de semana cogería un traslador hacia su casa para pasarlo con su familia, pues estaba claro que le hechaban de menos y no podían ser ellos los que fueran a visitarlo. Y así Sophie quedó más que contenta, aunque no le gustaba que su hijo creciera practicamente sin su padre, a lo que Akira respondió que pronto acabaría todo... y muchos lo esperaban.
-Te hecharé tanto de menos...
-Y yo a vosotros, Sophie, sabes que...
-Ya sé –interrumpió- que lo que más te gustaría es estar aquí, pero eso no arregla nada.
-Intenta comprenderme, acaso crees que eres la única que sufres?
-No, no... es solo que...
-Lo sé, no hace falta expresarlo con palabras, a mi me ocurre lo mismo –explicó Akira.
-Averiguaste algo de mis ascendientes? –cuestionó curiosa Sophie
-Anoche visité a un viejo conocido, me dio mucha información valiosa, pero no era exacyamente lo que buscaba. Sabes que la sangre élfica dicen se extinguió hace muchos años, y pocos sobrevivieron, ocultándose entre humanos y hechizando con sus artes su apariencia –explicó concentrado-. Solo los... "cabeza defamilia", de cada uno saben si lo son. Siguiendo ese patrón, yo mismo, (o cualquiera) podría ser un elfo y no saberlo hasta que mi padre muriera o estuviera en chances de hacerlo, y decidiera confiarme mi secreto. Y solo lo sabrían mis descendientes si yo muriera, o... ya sabes.
-Entonces yo misma podría ser una elfa? –se extraño Sophie.
-Si, Sophie, pero no es muy posible –prosiguió-. Aunque eso no quiere decir que no lo seas o lo lleves en la sangre. Supongo que habría que preguntarle a Micky, tras la muerte de tu padre debió de ser ella quien cargara con el secreto, sino alguien que no conoces, como un primo lejano que estuvo con el momentos antes o algo así.
-Suena raro... lo sabría simplemente con preguntarle a mi madre? –cuestionó Sophie con una mueca indescriptible.
-Tampoco exactamente -siguió-. Que el secreto lo lleve ella (si es que lo lleva) no quiere decir que pueda decírtelo como si nada. Hay veces, que no siempre, cuando pasas el secreto le haces hacer un juramente élfico, haciendo que si dibulgas el secreto mueres al instante. Por eso suelen pasarlo cuando se es viejo, cuando estás seguro de tu muerte o morirás pronto aunque no tuviras que perecer. No siempre sucede eso, pero si le preguntas a tu madre y te dice que no, es que o ha hecho el juramento o no tienes ascendentes élficos. Deberías investigar las causas de la muerte de tu padre, el pudo haber obligado a alguien a guardar su sereto y esta persona lo podría tener ahora, y no tu madre –recomendó Akira.
-Como voy a investigar un ataque mortífago? –preguntó, excéptica.
-Preguntando a lo mortífagos capturados que estaban presentes o mirando los informes de ministerio japonés, por ejemplo. Si quieres, eso lo puedo hacer yo –propuso.
-Si, mejor, porque con Matt no voy a poder hacer mucho –expresó, mirando a su hijo.
-Podrás, podrás, no te preocupes. Mi madre me dijo que te dijera que se va a quedar un mes aquí para ayudarte y decirte como va todo. Sakura se volverá conmigo, no es seguro que se quede aquí, y mi padre nos acompañará. Nadeshiko también se quedará, ayudó mucho a mi madre cuando Sakura era pequeña y sabe de lo que se habla.
-Pero necesitarán a tu madre allá, para los ataques y eso, Akira, con Nadeshiko podré arreglármelas –explicó Sophie con el ceño fruncido.
-Oh, no, no, no, jovencita –exclamó Naruko al tiempo que entraba por la puerta.
Siguiéndola, estaban Nadeshiko, su padre, Sakura, y Diana Michelle Nevou, madre de Sophie, profesora en la Universidad Mágica de Kioto, tutora de los violeta, conocidos mejor como viio, por tanto, tutora de su hija. Y también conocida como Micky.
-Oh, Sophie! –exclamó Micky-. En cuanto recibí la carta de Nadeshiko intenté salir de la Universidad, pero no me dejaron. Pedí permiso y hasta hoy no me dejaron salir de allí, siento no poder haber venido antes, hice todo lo que pude –le aseguró Micky.
-No tienes que disculparte por nada, mamá –dijo Sohie sonriente-. Sé como va el registro de salidas de la Universidad. Fue como cuando lo de papá... –dijo, recordando aquel momento.
-Si –afirmó su madre, ligeramente incómoda. Rapidamente cambió de conversación-. Haber, déjame ver a primer y único nieto... por ahora.
-Si, sí; por ahora –remarcó Sophie. Akira soltó una risita.
-Se parece mucho a su padre... –dijo observándolo en sus brazos cuidadosamente-, aunque tiene los reflejos del pelo como su madre, aparte de los ragos europeos de su madre... Pero sin embargo... –dijo algo criticamente-... tiene una belleza extraña... Como tu padre Sophie... –dijo pensativamente.
-Sabes algo de eso, mamá? –preguntó Sophie esperanzadamente, olvidándose momentáneamente de los demás.
-No, lo siento hija. Recuerdo que alguna vez le pregunté a tu padre, pero siempre me evadió el tema –respondió Micky pensativa.
-Ni una simple expeculación? –preguntó Akira con esperanza..
-Nada. El me dijo que no sabía nada y que no buscara. Supongo que tendría una buena razón para ello –dijo, encogiéndose de hombros, pues no encontraba extraño el tema. Sophie y Akira intercambiaron una mirada.
-Entonces tenías razón, Akira –le dijo Sophie, seriamente-. Qué vas a hacer?
-Investigaré el ataque, como ya te dije, ya suponía que pasaría esto. Tengo una ligera idea de lo que pudo haber pasado, pero debo cercionarme. Dudo que tu padre se lo haya dicho a cualquiera –le explicó. Sophie asintió y los demás optaron por no preguntar nada; si necesitaban ayuda, ya la pedirían.
-Bueno, y cómo se llama? –preguntó Micky de nuevo, para deviar nuevamente la atención.
-Se llama Matthew Akira –explicó Nadeshiko desde la puerta, con una sonrisa.
-Buena mezcla –exlcamó aprovativamente-. Ese niño tiene que saber que a pesar de haber nacido en Tokio también pertenece a Francia, o en su defecto, a Europa.
-Cuando sea más mayor lo llevaremos hasta Francia para que vea sus orígenes –rió Sophie-. Tiene que saber que Japón no es el centro del mundo –dijo mirando indisimuladamente a Akira.
-Yo no pienso que japón sea el centro del mundo! –protestó el, a lo cual Sophe se encogió de hombros con una sonrisa.
Mientras una divertida batalla de miradas se establecía entre ambos, el bebé comenzaba a despertar. Poco a poco. Y cuando el pequeño Matt estuvo plenamente conciente, rompió a llorar al verse en unos brazos que no eran de ninguno de su padres. Ambos dejaron su pequeña batalla y Akira se acercó a coger al niño antes de que se pusiera peor. Sorprendentemente, al verse entre conocidos, paró de llorar inmediatamente, a pesar de que sus ojos seguían ligeramente rojos. Ojos, que no se apartaban ni un solo segundo de los de Akira, hipnotizados por poseer ambos el mismo tono mágico azul. Desde su cama, Sophie se rió tranquilamente, mientras le explicaba a su madre que cuando el pequeño estuviera más tranquilo y se separara de su padre, probarían a ver si la aceptaba.
-Cualquiera diría que haí dentro están batallando –opinó Nade divertida.
-Recuerdo la primera vez que vi a Akira después de tantos años –explicó Takeshi, también divertido-. Me aparecí en su habitación, y aunque parezca extraño, no me atacó. Después el mismo me había dicho que no sabía por qué, pero había tenido un presentimiento de que era confiable. Sin que dijera él nada, empecé a explicarle todo. Una vez le dije que yo era su padre, se me quedó mirando sin hacer nada, como sabiendo que todavía quedaba algo por hacer. Me preguntó una cosa, y le quité los encantamientos de apariencia. Al verse como era en realidad, no hizo nada, siquiera se movió, simplemente siguió mirándome y mirándome con sus ojos azules...
-...Justamente como ahora –terminó Naruko por el-. Y era exactamente igual, según me contaste, que cuando eras un adolescente y tu padre te pillaba haciendo una de las tuyas.
-Si –rió Takeshi-, exactamente igual. Y recuerdo que una vez que lo comenté con mi padre (en esa ocasión yo no había hecho nada), este me dijo que lo mismo le había sucedido con su padre cuando era un adolescente.
-Entonces esta mirada proviene de familia, es herencia, supongo –supuso Sophie divertida.
-En efecto –confirmó él.
Se hizo un silencio, pero para nada incómodo. Todos miraban maravillados a Akira y al pequeño Matt, como si fuese un gran mago y quisieran subirlo en un pedestal, pues ese niño, como ya se mencionó antes, tenía una magia especial y misteriosa a su alrededor.
-Ya dejen de mirar a mi hijo como si fuera una medalla –se quejó de broma Akira, sin apartar la mirada de su hijo.
-Pero es que es tan mono... –rebatió Nade divertida imitando un tono soñador.
-Si es que se parece a su madre –dijo divertido.
-Pero no habíamos quedado en que se parecía a ti? –cuestionó Sophie desde su sitio, riendo disimuladamente.
-Bueno, bueno... –tranquilizó Micky de broma-. Se parece a los dos, vale?
Ambos asintieron contentos y sonrieron más si era posible. Ese recién nacido había hecho olvidar por unos días las adversidades de la época a la pareja, que estaba más feliz que nunca. Y es que tener un hijo no es para menos...
-La verdad –comentó Nadeshiko levantándose-, es que no me agrada decir esto ni mucho menos tener que hacerlo, pero esto es demasiado para un niño tan pequeño y si no me equivoco dentro de poco la enfermera vendrá a echarnos. No me agradaría que esa mujer tan temperamental nos montara un espectáculo, así que supongo que nos iremos yendo –propuso ella, imitando un escalofrío cuando mencionó el carácter de la enfermera.
Sip –afirmó Naruko-, aunque acabe de despertar es demasiada atención para un recién nacido.
Todos hecharon una última mirada al pequeño y tras despedirse, dejaron a Akira con Sophie dentro. Una vez estuvieron fuera, Sophie mostró de repente una expresión cansada junto con una debil sonrisa, mientras se recostaba en la cama con ayuda de Akira. Y lo que pasaba era que la atención no era demasiada para Matt, si no para Sophie.
-Te juro que no aguantaba ya a todos aquí –exclamó sin aguantarse más Sophie.
-Pues ya se fueron, y dentro de poco yo tendré que seguirlos, cariño.
-Tienes que irte? –más que preguntar, fue un suplicar.
-Sabes que sí. Nos dijeron que mañana os daban de alta –esperó a un cabeceo de Sophie y siguió-, pero a lo mejor no pueda estar aquí. Llegaré a casa a eso de las seis y pico si la cosa se alarga mucho, quizá llegue para cuando salgas, que es lo más seguro. A la mañana recibí una carta de Hideko, te acueras de ella?
-Hideko Kado? Esa neg (N/A: negro, según las "casas" de la Universidad Mágica de Kioto; explicado en el primer capítulo) que siempre estaba sola y que todo el mundo ignoraba por que siempre pasaba desapecibida? –respondió a modo de pregunta.
-Sí –afirmó Akira-, la misma. No se si te acuerdas, pero también estudió con nosotros la carrera tras la Universidad Mágica de Kioto, y me tocó de pareja de trabajo todo el curso. Ese año la conocí, o por lo menos la creí conocer. Tu sabes la reputación de los negs. Podría decir que fuimos amigos durante aquel tiempo, pero luego perdimos contacto, ya sabes. Bueno, resulta que ella va a reemplazar a mi madre como profesora y ocupó su despacho. El otro día Atenayse andaba por allí haciendo un recado para mi madre, y ella decidió escribirme, pues me había estado buscando y no lo había conseguido. En ello, me contó que trabaja en el SSJ –explicó Akira.
-En el SSJ? Vaya... me contaron que son los exámenes más dificiles que se realizan en toda Japón. Y qué? –preguntó Sophie algo confundida.
-Te acuerdas de Isabella Flarethy? –dijo, a modo de respuesta. Un segundo después Sophie tenía la boca abierta de la impresión.
-Sí... claro que me acuerdo... fue mi mejor amiga y... –pero se cayó abruptamente. Akira suspiró y la miró con preocupación.
-Esa misma, Sophie. Resulta que la cogieron, y hace un mes murió por causas desconcidas. En su estancia en los SSJ, escribió cosas. Cosas, me dice Hideko en su carta, interesantes para nosotros –explicó Akira-. Sabes que ahí suelen tener mucho trabajo, normalmente ocupa todo el tiempo. Pero bueno, Hideko ha hecho un sitio en su agenda y me pidió que la visitara esta tarde.
-Pero eso no explica que no vallas a venir mañana cuando me den la baja –dijo Sophie mirándole fijamente.
-Sí, tienes razón. No se si te acordrás de Alexander Kado, primo europeo de Hideko Kado, que vive en Inglaterra. Fue a la Universidad Mágica de Kioto y resultó un natt (N/A: granate, ya sabéis, si quereis saber mirar en el primer capi) que compartió habitación conmigo, Nathan y Will. Fuimos amigos, pero al acabar séptimo sus padres le llevaron de vuelta a Inglaterra. Y resulta que me invitaron a comer Hideko y Alexander mañana, pues el se volvía a Inglaterra a la tarde –Sohpie frunció el ceño ante la explicación-. De todas formas te dan de alta a las seis y media, malo será que no estea aquí con vosotros para esa hora... –y Sophie relajó su expresión, pero solo ligeramente.
-Eso espero, por que sino me encargaré personalmente de descuartizarte y enterrarte bajo tierra... muy, muy bajo tierra –explicó Sophie gráficamente, sin apartar sus ojos de los de Akira.
-Tranquila, estaré aquí –dijo, mientras se levantaba y le daba un beso largo a Sophie y a su hijo Matt en brazos de esta.
-Será mejor que te vayas, dentro de poco vendrán a hecharte –le recomedó Sophie con una sonrisa.
-Claro, amor –dijo, despidiéndose definitivamente de ambos-. Hasta mañana! –exclamó mientras salía por la puerta.
-Al parecer nos quedamos los dos solos Matt –suspiró Sohie una vez sola volcando su atención a su hijo.
Fjgdgoreijeoreuih49groikfj34fklsjdf0a23krj24i3orxd2ur98cmoiemcr98rerr843ur34ehr98hrkhhiuwrfh
Diez minutos después, un joven japonés de unos veinte años se encontraba en el edificio más importnte y secreto de Japón, sorteando mesas en busca del despacho que según le dijeron se encontraba al fondo de todo. Y tras casi tres caidas, llegó a su destino, la oficina de Hideko Kado, una 'neg' misteriosa.
Tocó en la puerta tres vces y esperó a que le dieran paso. Unos segundos después se oyó una voz femenina diciendo "Adelante!".
Y al abrir la puerta, lo primero que divisó fue una mujer de su misma edad, con el pelo negro hasta la cintura y los ojos marrones más grandes vistos en Japón, observando detenidaente unos papeles. Unos segundos después levantó la vista y se encontró con la divertida mirada de Akira observándola, la mirada de un viejo amigo.
-Akira! –exclamó Hideko levantándose y acercándose para abrazarle-. Cuanto tiempo!
-Hola, Hideko! –saludó Akira-. Hace cuanto no nos veíamos?
-Pues... –dijo penstiva mientras se sentaba e invitaba a Akira a hacer lo mismo- desde que salimos en primero de carrera, no?
-Hace un año y medio... a veces me pongo a pensar y siento nostalgia por aquellos tiempos, sabes? Cuando las cosas eran más fáciles.
-Sí, yo también... nostalgia de cuando mis padres compraban la comida, pagaban las facturas, limpiaban la casa, trabajaban... y yo siemplemente estudiaba. Debo admitir que es cierto eso que dicen que la vida del estudiante es la mejor –dijo Hideko con la mirada perdida momentáneamente, luego la posó en Akira, para preguntarle-. Y a ti, como te va la vida de independiente?
-Pue bastante facil, Hideko –rió Akira ligeramente-. En vacaciones vivo con Sakura, Nadeshiko, y los chicos; ya sabes, Sophie, Cassidy, Jonathan y William. De vez en cuando se pasan mis padres por allí y eso. Nos turnamos para pagar todo, limpiar y, por lo menos no lo hace uno todo.
-Y cuando no estás de vacaciones? –inquirió curiosa, ignorando el tono de burla de la útlima frase.
-Este año estoy dando clases en Hogwarts, el colegio mágico inglés. Artes Mágicas, pero debo decir que en comparación a lo que nos enseñaron a nosotros y como lo aprendimos, esos niños no tienen ni idea y complican toda la materia. A excepción de uno o dos en cada curso, que tiene verdadero talento –explicó Akira algo pensativo.
-Tu dando clases? –se rió Hideko-. Debo admitir que nunca te imaginé de profesor, aunque mirando la asignatura que das, no es nada extraño. Me contaron que sacaste Matrículas de Honor (N/A: no me refiero a las que dan en Hogwarts, si no a las que te dan en el bachillerato cuando sacas a lo largo del curso un extraordinario número de dieces) en todas las asignaturas, además de una Orden de Kiara por premio a tu "gran desempeño en la Universidad" junto con tu hermana Nadeshiko.
-Sí bueno –dijo, restándole importancia-. Lo que yo no sabía era que habías entrado en los SSJ con tan solo un año de preparación para las oposiciones y que entraras a la primera.
-Pocos los saben, Akira –se encogió de hombros-, y tu eres ahora uno de esos pocos. Cómo lo conseguí es fácil; todo un año estudiando compulsivamente no saliendo ni para fin de año hace que consigas una plaza alta en los Servicios Secretos Japoneses. Pero bueno –dijo levantándose-, no hemos venido a charlar, tengo que enseñarte los escritos de Isabella Flarethy y y acabar con la montaña de informes de mi mesa. Lamento tener que hacer las cosas así, pero no tengo mucho tiempo y este no es momento de hablar. Vamos.
Y mientras salieron del despacho de Hideko, ésta le fue informando de los sucesos respecto a Isabella Flarethy.
-... y falleció hace un mes. Pero no por causas desconocidas, como te informé por carta, si no que alguien la envenenó. Sospechamos que otros mortífaogs no querían que hablara, pero desgraciadamente para ellos, dejó todo en escritos antes de morir. Los hemos revisado, pero nos hemos encontrad con un pequeño problema que no hemos podido solucionar, Akira, y esperamos que nos ayudes en esto –explicó Hideko seriamente, mientras se paraban en una puerta algo antigua.
Hideko la abrió con cuidado, causando que las bisagras chirriasen, y que diera la impresió de que se fuera a caer en cualquier momento.
-Bueno, aquí guardamos los textos que no son requeridos regularmente. Bueno, eso según la versió oficial. Aquí guardamos los textos que no hemos sido capaces de descifrar –explicó Hideko.
Ella se acercó a uno de los estantes llenos de polvo y tras unos miutos en busca de los papeles escritos por Isabella Flarethy, se volvió hacia Akira. Éste estaba en la puerta sin hacer nada, mirando atentamente lo que Hideko Kado hacía. Hideko le mostró una sonrisa cansada y puso los papeles encima de la mesa del centro; a continuación se sentó en una silla, seguida de Akira.
-Como sabes que están relacionados conmigo estos escritos si no habéis conseguido descifrarlos? –cuestionó Akira, sospechando que solo le querían para traducir los escritos.
-Oh, no Akira! –rió de repente Hideko-. No te voy a utilizar para que hagas mi trabajo...
Akira, sin decir nada, levantó una ceja divertido. Hideko rió otra vez y con una sonrisa y sin mezclar las hojas que había sacado, separó la última. Se la enseñó y Akira la miró.
-Si exceptuamos el extraño lenguaje en que están escritas estas palabras, encontrarás algo distinto a lo demás. Algo, que es lo que te mete en este asunto.
Akira solo la miro de reojo, antes de inspeccionar la hoja entera. Debajo de todo, al final, donde en una carta corriente debería estar la firma en el lado derecho, no había nada. Pero en la misma línea, a la izquierda, aparecía una palabra de ese extraño lenguaje antes de que apareciera en letras normales "Akira Kinomoto".
-Ves? –preguntó, pero no esperó respuesta-. Aparece tu nombre y desde hace un mes he estado buscándote, por orden de mis jefes. Al parecer tu, tu familia y tus amigos habíais desaparecido de la faz de la Tierra, por lo cual me designaron la entera misión de encontrarte. Como tu madre dejó este año su trabajo, decidieron que empezar por la Universidad Mágica de Kioto sería un buen principio. Una vez allí veo a Atenayse, y la convenzo de que te lleve una carta. Ahora que te he encontrado, mis superiores quieren que vuelva a las oficinas y continúe con mi trabajo, pero desgraciadamente (para ellos) no es tan fácil. Esta semana acabo aquí y me voy a dar clases. Tengo un contrato de un año escolar o hasta que tu madre regrese, por lo que me guardan mi puesto hasta que vuelva... –explicó Hideko casi hablando consigo misma más que con Akira.
-Sí, te entiendo. Poca gente ha aguantado más de cuatro años seguidos aquí, conocí gente. Bueno, supongo que tendrás tu propio trabajo, no?
-Qué? ... Oh, si. Bueno –dijo mientras se levantaba y caminaba hacia la puerta-, cuando acabes ya sabes donde esta mi oficina. Pasa por allí para despedirte, ok? –y tras un cabeceo de Akira, abandonó la instancia.
Unos segundos y un suspiro después, Akira se puso a traducir los textos.
Fdsfajlsfkdjaljdflajdswjfj43fjklj4ijo3jfqwdejw0er90j1j1lj34rkj132oidmj32oijr2udsfkjaewhu8r2jewh9wdq8u3jde9jewhdf84
13 de noviembre
Me llamo Isabella Farethy y tengo veinte años. Me enorgullezco al decir que soy miembro de una de las familias más prestigiosas de Italia, con lo cual me pagaron la plaza en una de las instituciones más caras del mundo a los dieciséis años. Estudié por dos años en la Universidad Mágica de Kioto, hice grandes amigos y fueron dos de los años más felices de mi vida.
Creo que debo contarte mi historia, no? Para eso te has trasladado a los SSJ, para leer mis escritos.
Debo empezar, por hablar de mi familia, los renombrados Farethy. Somos gente muy influyente en las grandes esferas mágicas, poseemos muy grandes sumas de dinero, numerosas propiedades y un egocentrismo espectacular. Debido a esta última frase, te darás cuenta de que no aprecio a mi familia sanguínea, y debo decir que no me considero un miembro de ella.
Una de las cualidades más reconocidas en Italia sobre los Farethy, es su creencia de ser los mejores, las personas más importantes y este tipo de cosas. Sí, has acertado. Mi familia siempre, desde su primera generación, ha creído en la pureza de sangre y en la supremacía de los sangre-limpia. Muy a mi pesar, reconozco ahora.
A raíz de esto (un tachón) ...
Los carceleros quieren llevarme a la sala de interrogatorios, intentaré más adelante seguir contándote mi historia. Adios.
Isabella Farethy
Dafsdfsajd8lfkja3sdlfj4dsfdsh26fjkdshfkd3s
2 de diciembre
Lamento no haber escrito con más frecuencia, pero he tenido problemas. Se lo he contado a los guardias, pero no me creen, pues piensan que he perdido la razón, pero no es así. Espero tener hoy el suficiente tiempo como para contarte la historia, y así poder explicar mi problema, pero creo que los carceleros vendrán hoy a por mi, para interrogarme de nuevo.
En mi anterior escrito, hablé ligeramente de mi familia, los Farethy. Creo conveniente añadir que son gente totalmente autosuficiente, que pueden hacer las cosas por si mismos. Yo lo comprobé a muy temprana edad. Creen que solteros son mejores, que no tienen ataduras, pero sus públicas creencias de pura-sangre les obligaron centurias atrás a casarse por conveniencia. Nunca, y cuando digo nunca es nunca, dos Farethy se amaron realmente.
Era, desgraciadamente, una fachada. Siempre fue una fachada de amor y cariño. Pero eso, no solo se extendía a los matrimonios, sino también a la descendencia. En las presentaciones y en las fiestas siempre se aparentó unidad, amor y cariño familiar, pero no es así. Recuerdo que una vez, con seis años, me caí y me rompí la pierna por tres sitios distintos. El médico familiar llamó a mi madre para informarle de que algo me había sucedido, y ella vino rápidamente.
En cuanto me encontré con ella, y se enteró de que ''únicamente'' me había roto una pierna, me dio una bofetada y se marchó rápidamente de mi habitación, como si se fuera a infestar estando en mi presencia. Recuerdo que el médico me miró con algo parecido a pena y tristeza, pero yo estaba demasiado conmocionada para tratar de descifrarlo.
Te preguntarás por qué mi madre vino tan rápidamente si yo no le importaba. Te daré la respuesta, es fácil; yo era hija única, su única descendencia. De la forma en que el doctor le había dicho que algo me había surdido, ella pensó que estaba en coma o muerta. Funestos pensamientos para una madre, sí, pero ante todo, y ante los demás, ella era una Farethy; y lo más importante para uno era la fachada.
Esto es solo un ejemplo, pero te aseguro que te será muy útil en el futuro.
Creo que debo continuar en donde lo dejé en mi última carta.
A raíz de sus pensamientos pura-sangre, como ya te habrás imaginado, decidieron seguir a los símbolos del movimiento. Desde tiempos inmemorables, esta familia a seguido ideales oscuros. Se sabe que apoyó a la maga oscura Morgana, al mago oscuro inglés Slytherin, a la maga oscura Darella italiana de la época de la edad Media (N/A: este nombre me lo he inventado, y es que no podía poner solamente nombre de magos oscuros ingleses... vaya imagen daría del país!), el mago oscuro inglés Grindewald, y el reciente mago oscuro Lord Voldemort, también inglés.
Los Farethy siempre se han unido ellos mismos y a sus hijos a la oscuridad de los grandes magos ya nombrados. Grandes, sí, pero oscuros.
Mis padres, en contra de mi desconocida para ellos voluntad, me condujeron hasta el a la edad de diecisiete años. Me marcaron y ahora me arrepiento de haberme dejado.
Es sabido que en la Universidad estudian los hijos de grandes familias de todo el mundo, y me ordenaron que buscara gente que quisiera unirse a él. Busqué, lo admito, pues en ese momento pensé que servirle a él era lo mejor que podía estar haciendo. Mientras estuve allí, todos se alejaban de mí debido a los rumores de los Farethy. Sí, pero no todos. Hubo una persona que se acercó a mi y estuvo conmigo, sí, hablo de Sophie, ella si que es una gran persona con un extraordinario corazón.
Fue mi mejor amiga, y la llegué a querer, por ser la primera persona que me ayudó. Y supongo que ella también me quiso, o por lo menos lo espero.
Debo volver al tema principal, mi misión de buscar más aliados jóvenes en las grandes familias. Y ahí, y ahora lamento decirlo descubrirlo y sobre todo fijarme, te vi a ti con tus amigos. Desde un primer momento me fijé en ti, averigüé sobre ti y descubrí sobre ti. Y debo añadir que no solo me fijé en ti, si no que me atraías profundamente. Fuiste la primera y única persona de la que enamoré hasta ahora.
Venías de una familia renombrada, con la que mi madre no tendría problema en arreglar un matrimonio. Sabes? Me hice esperanzas vanas.
Me intenté acercar a ti por medio de Sophie, pues me enteré que ella formaba parte de tu círculo de amigos. Ahora sé que tu sabías que te quería para algo más que amigo, pero siempre ignoraste mis indirectas. Pero como una Farethy que era, no me rendí por eso. Supongo que alguna vez hasta pensé en sobornarte o amenazarte, con ayuda de mi madre. Pero admito que si alguna vez lo pensé, pronto...
---------Akira tuvo que pasar la página, por ahora no sabía a donde desembocaría todo esto y si tendría alguna importancia relevante-----------
...pronto abandoné la idea. Te amaba con locura, e intenté que tu sintieras lo mismo; funestas mis acciones de enamorada, lo admito.
Y eso, como todavía te acordarás, desembocó en malas direcciones.
Sophie por esa época era muy tímida, recordarás, y no solía hablar de si misma demasiado, por no decir nunca. Y fue poco tiempo después, cuando sin que ella me dijera nada, supe sin más que ambas estábamos enamoradas de la misma persona. Y en ese momento preciso, supe porqué me ignorabas, esquivabas y huías de mi. Por que en realidad a quien querías era a ella. Dudo que esto lo hubiera sabido Sophie sino fuera porque tu se lo contarás en cuanto la veas nuevamente.
Pero sigo con mi historia.
Poco después, tu y mi mejor y única amiga empezasteis a salir juntos, y de verdad se os veía enamorados. En ese momento tampoco le dijiste a Sophie mis sentimientos, creo ahora que esperabas en vano que lo hiciera yo, que me sincerara con mi amiga; pero no lo hice.
Cada vez vuestra relación se volvía más sólida, todos lo veíamos, y tu hermana me miraba con tristeza. Supuse, y aun lo pienso hoy, que a ella si le contaste mi oscuro secreto. Oscuro en relación a ti, no en relación a mi familia. Estoy segura de que ninguno sospechasteis de mi mientras estaba allí.
Cuando llevabais casi un año juntos, yo dos años en la Universidad y estábamos a punto de dejar la mayoría de nosotros la Universidad, un sentimiento distinto al amor sobrepasó a este. Sabes cual? Pues el rencor. Sí, Akira, sentía rencor por ti, por preferir a Sophie en vez de a mi, por amarla a ella en vez de a mi... me sentía destrozada y empecé a odiarte con amor. No es algo que pueda explicar con palabras, el odio y el amor a la vez y hacia una sola persona es algo indescriptible; dudo que lo hayas sentido alguna vez.
Me parece que... ( se detuvo abruptamente )
Vienen ahí para interrogarme, de nuevo. Pero no les diré nada, mi confesión ya la está recibiendo otro. Seguiré escribiendo en cuanto pueda. Adiós.
Isabella Farethy
Dfjdsdfjakddskfjoiewfj32j32oj44u
15 de diciembre
Sé que he tardado en escribir, pero el peligro para mi es constante aquí. Creo que la gente que me rodea me espía, me observa, graban todos mis movimientos. Se lo he dicho a los carceleros, pero creen que estoy loca, desequilibrada tras tanto tiempo aquí. Pero no es así.
Debo seguir por donde estaba antes, verdad?
Bueno, debía entregar a estudiantes a los mortífagos. Me dijeron que si no querían por la fuerza, que les dijera nombres de los más poderosos de mi curso. Ahí estaba la oportunidad perfecta para entregarte a ti, que mi deseo de venganza se cumpliese. Que mi odio se cumpliese... pero esa vez ganó en mi el lado bueno, floreció mi amor secreto dentro de mi, y dejé pasar esa oportunidad.
Entregué a algunos, y otros fueron por propia voluntad. Creo que sabes quien fue uno de los que fue por propia voluntad, verdad? Sí, hasta yo me sorprendí. Richard Voilett, el llamado ''hermano'' de Akira Kinomoto el mago más poderoso de nuestro curso. Casi me caigo de espaldas, de verdad.
Desde siempre el Lord ha estado interesado en los Kinomoto, y sobre todo en ti. Fue una extraña fijación, todos nos extrañamos, y me había ordenado que te espiara. Y le conté muchas cosas sobre ti la mayoría si importancia. Pero un día por fin descubrí por casualidad una conversación entre tu hermana y tu, hablando del pasado tuyo que todo el mundo desconocía. Descubrí que a pesar de haber nacido Akira Kinomoto, durante dieciséis años te llamaron Harry Potter. Y eso, da gracias, no se lo dije al Lord. Me lo guardé durante años y años, pensando vanamente que si te hacía semejante favor te fijarías en mí. Pero de nuevo me equivoqué.
Y así pasé dos años enteros, amándote en silencio y guardando tu gran secreto.
Pero nada es eterno, sobre todo si está relacionado contigo. Un año tras salir de allí, y un año Voilett haciendo de espía, el Lord decide comprobar su confianza y le manda traicionaros completamente. Lo hace sin dudar, nunca supe sus razones. Debo admitir, pues sería de hipócrita decir lo contrario, que disfruté de tu sufrimiento en ese ataque. Yo era uno de los mortífagos que os estaban atacando y vuestras caras fueron totalmente de chiste. Para una foto diría yo.
Disfruté, disfruté de ese omento como ninguno otro en mi vida. Pero a pesar de eso no descubrí tu secreto, a pesar de que cada día más y más odio y rencor había en mi corazón.
Y llegó el momento que temí desde un principio, el momento que a pesar de quererte como te quería te odié y maldije como nunca había odiado a nadie de mi familia, a los que tanto odié siempre.
Y como si estuviera esperando a que mi odio por ti llegara a niveles estrambóticos, nos pidió, hace seis meses toda la información sobre Akira Kinomoto. Supongo que ya especulas mi reacción...
Se lo conté, le conté que el desaparecido por dieciséis años era la misma persona que le había hecho la vida imposible por la misma cantidad de tiempo. Desapareció por una semana, ningún mortífago supo nunca adonde había ido, no hubo reuniones ni nada. Como si se hubiera muerto de repente. Vuelva al octavo día y nos dice: "ataque al centro de Japón, mortífagos míos". Le seguimos, y entonces supe que era lo que había hecho durante esa semana, verificar la información que yo le di y que os había oído a Nadeshiko y a ti aquel día hacía tanto tiempo en la Universidad Mágica de Kioto.
Ahora, sinceramente, me arrepiento. Totalmente, Akira, de verdad.
Fue mi culpa volar tu tapadera y supe que había cometido un gran error. También me di cuenta de que Sophie era mejor persona que yo y que te merecía más, yo era una vulgar mortífaga sin sentimientos de la familia Farethy. Supe que mi odio era injustificado y que estabas sufriendo por culpa de una encaprichada. Supe del error que había sido enamorarme de alguien a quien no merecía, supe del error que había sido espiarte y enterarme de lo que no debía, supe, sobre todo, del error que había sido seguir los pasos de mi familia. Y ahora me arrepiento. Todo empezó con los Farethy y todo acabó contigo; lamento haber creado semejante conexión.
Odio a mi familia y me avergüenzo de mi apellido, y supe que no debía seguir los pasos de esta. Debo reconocer que si hubiera seguido en el bando oscuro pronto hubiera sido de los candidatos a su mano derecha; pero eso ya no me atraía y lo que quería era enmendar mis errores.
Los traicioné, como os traicioné a vosotros. Hablé con el jefe de los SSJ mágicos y le conté todas las futuras misiones. Habla con el y te dirá todo. De todas formas, no se fiaron de mí y me metieron en esta condenada jaula. Los interrogatorios son precisamente para saber si esto es una treta del Lord o de verdad me he redimido; y en este caso la razón. Pero no les he dicho nada y sin saber nada acabarán.
Me arrepiento, Akira, y pido perdón a todos los que he perjudicado; sobre todo a Sophie, que confió en mí ignorando las habladurías y luego las seguí. Dile, por favor, que lo siento, que no desearía más que cambiar mis actos. Y dile, finalmente, que la quiero.
Debo dejarte, el papel se está acabndo y debo pedir más.
Isabella Farethy
Dsf3diofud2ewrdisuf92qrwjehr923hh9
20 de enero
Me parece que finalmente, después de tremendo intervalo de tiempo, sabrás cual es mi verdadero problema.
El Lord Oscuro quería venganza, quería hacerme pagar mi traición. Yo sabía y sé muchos de sus planes futuros y quiere aniquilarme. Y conmigo sus secretos.
Voy a morir, lo sé, y no tengo miedo. Moriré en paz habiendo confesado en ti mis peores pecados. Sea perdonada o no, nunca lo sabré, pero moriré en paz conmigo misma, que es lo que deseaba hacer. Siento que tu eres la persona que más derecho tiene a escuchar m confesión. Te he arruinado la vida, y repito que me arrepiento.
Una de las veces que te espié, descubrí este extraño lenguaje, que sé solo lo habláis, escribís y conocéis la familia Kinomoto. Lo aprendí desde las sombras, con la perversa pasada y malvada intención de utilizarlo en tu contra. Esta, Akira será mi última carta; presiento que me vigilan cada vez más estrechamente y que pronto me matarán. Ellos son capaces de entrar aquí y muco más, siendo como fui una de ellos, te recomiendo que no los subestimes. Nunca lo hagas, o saldrás más. Como rastreros que nos llamas, jugamos sucio y tenemos y oscuro as siempre bajo la manga. Pero creo que ya lo sabes, aunque no está de más prevenir. Mejor prevenir que curar, dice un dicho muggle.
Creo que anteriormente, en otro de mis escritos, dije que mi historia empezó con los Farethy y acabó en ti. Escucha bien esto, Akira, por que es muy importante:
Estoy totalmente segura de que has oído hablar de Sada Farethy; pues bien, aunque por años e evitado decir su nombre y mi parentesco con ella, es mi madre.
Es una mujer muy rencorosa, Akira, y sabe lo que siento por ti. Sabe que les traicioné por ti, sabe que me enamoré de ti... lo sabe. No me quiere, eso lo asumí hace mucho tiempo, pero sigue siendo mi madre, una de las personas que mejor me conocen. Lo sabe Akira, y se tomó mi traición como algo personal. Te odia, lo sé aunque no la haya visto hace años, la conozco, te odia con todo su corazón y hará lo imposible por hundirte. En Italia siempre ha habido un dicho que reza "Si te alejas de algo, procura que ese algo sea Farethy", y te aseguro que no es en vano. Creo que te odia tanto que tú estás por encima de su fachada. Hará lo imposible, Akira, ten cuidado. Le da igual el nombre de su familia o el dinero que pierda, pero ella no morirá hasta verte humillado totalmente.
Es una mujer vengativa.
Ten cuidado.
Y quiero que sepas una cosa, Akira, antes de que quemes estas hojas, por que es lo único que te voy a pedir, que quemes las hojas. Quémalas y no guardes su imagen en ningún pensadero, esto es para ti y solo para ti, mi amor.
Y por último, aunque no sea correspondida, quiero que sepas que siempre estaré...
...amándote, Akira Alan Kinomoto.
Fin Capítulo Ocho
Ola! Lamento haber tardado tanto, de verdad, pero este capítulo se me ha hecho muy difícil de escribir. Y cuando digo difícil, es que se me ha hecho muy difícil. Es verano, son vacaciones y he estado pensando en otras cosas (como todas), supongo que como resultado habrá salido semejante tocho al final, las cartas de Isabella. Por que sí, estoy segura de que se ha hecho un tremendo rollazo leerlo.
Pero no escribí esta nota para disculparme (bueno, en parte sí...), si no para decir que tardaré algo más con la siguiente actualización. Sí, más que esta vez. Resulta que me voy una semana (sí, otra) de vacaciones a París y dudo que me dejen ir hasta un ciber para seguir escribiendo la historia. Además, acabo de acabar este capítulo hace diez minutos, y he estado escribiendo como loca para dejar algo actualizado antes de irme.
Sí, vale, ya sé que estar leyendo esto es tremendamente aburrido, pero quiero decir una cosita más, plisss! A eso de finales de mes, me voy otra semanita afuera a la casa de mis tios. Y creo que estoy en lo correcto cuando digo que este es el año que he estado más tiempo fuera de casa, jejeje! De verdad, siento tardar tanto, solo espero que este cap valiera la pena y que lo disfrutéis. Bueno, ya sabéis, preguntas, dudas y reclamaciones... solo las escribís en los reviews. Reviews, que voy a contestar ahora.
Muxos bss y unas geniales vacaciones!
Reviews:
Seika: Ola! Sip, ya tenía que nacer y me dije, por qué no ya? Jeje! Al principio pensé en poner una niña, pero recordé que siempre en los fics en que harry tiene hijos únicos es una niña. Y, por qué repetir? Pues nada, que va niño. Felicidad, felicidad, no tendrá hasta que todo acabe, pero un poquito de paz vivirá el pobre, que ya tiene demasiado. La madrina? Pues claro! Seguramente serías una buena influencia para el niño... verdad? Jajaja! Te confío al niño un ratito ), pero cuídamelo!. Bueno, muchas grax por el rr, de verdad, y me voy despidiendo. Por cierto, de donde eres? Bss!
Sanarita31: Olassss! Bueno, lo del mercado negro y su secreto medio pasado oscuro no creo que vuelva a salir. Lo escribí de repente, pensando en la época de negro que pasan muchos. Pero nada más, lo siento si querías que salieran más cosas, pero eso, prácticamente segura, afirmo que acabó ahí. En cuanto a la sangre de Sophie, eso va a salir bastante, aunque tardará un poco. Bueno, que pases unas muy buenas vacaciones, un espléndido verano y, Muxos bss!
Susiblackpotter: Ok, lo de la demora es algo ya tratado, no? Y seguir, seguiré en cuanto pueda... Bueno, lo de siempre, te agradezco el review y espero verte de nuevo. Muxos besos!
Belen: Sip, dejé el capítulo muy así, pero nada más. Seguirá, a verás, pero nada en relación al mercado negro ni eso; aunque a lo mejor Ares se cuela por ahí... lo pensaré. Me dices que continué pronto, pero... ya sabes, es verano y el verano son vacaciones. NO voy a dejar el fict ni nada, solo que en estos meses tardaré algo más en subirlos. En cuanto volvamos a la rutina del curso, volveremos a la rutina de un capi por semana... Pero, hasta entonces, a esperar! Bueno, voy diciendo adiós, no? Pues adios, y muxos bss!
Hasta la próxima:
Orhen Shiy
