Capítulo IV: La Cita
Harry se encontraba en un lugar desconocido que tenía olor a viejo y humedad. Estaba completamente a oscuras, mas sin embargo Harry podía ver claramente. Era un pasillo de piedra, que parecía no tener fin. Caminaba lentamente, escuchando como sus pies hacían un sonido sordo contra el piso de piedra. Las paredes tenían manchas negras, señalando que anteriormente hubo un incendio en aquel lugar.
Permanecía alerta, con la varita en la mano. Sus pasos se hacían cada vez más rápidos hasta que sintió la necesidad de salir corriendo.
Corría a gran velocidad por el misterioso pasillo, jadeando del cansancio, y su corazón comenzó a latir con gran velocidad. De pronto, ya no iba corriendo sino cayendo a un pozo negro, que tampoco parecía tener fin. Hasta que sintió un gran golpe en sus costillas y escuchó el sonido que hizo su cuerpo contra el piso. Había caído en una habitación redonda y muy oscura. Miró hacía arriba, pero no vio salida sino el techo, trató de buscar alguna puerta pero solo estaba la circular pared.
Empezó a sentir húmedos sus dedos luego sus manos y sus piernas. la habitación se estaba llenando de agua. En unos segundos el agua había subido de nivel, llegándole al cuello. Al intentar nadar tragó agua, era amarga y más espesa de lo normal...entonces se dio cuenta, no era agua sino sangre. Dejó soltar un grito de terror y de pronto se encontraba tirado en el pasillo de la mazmorra de Snape. Abrió lentamente sus ojos y se topó con la sombra de una mujer que se escondía por los techos.
Harry se incorporó sentado, mirando fijamente la sombra.
-¿Quien eres?
La sombra se dirigió hasta él y aunque estaba a unos cuantos centímetros de Harry, él no podía ver quien era, solo veía la sombra con silueta de mujer.
-¿Quien eres? -Volvió a preguntar.
-La caza, señor, ya terminó...-Le contestó y de pronto la sombra le entregó una vieja copa y se esfumó. Harry sentía una gran emoción y euforia, mirando con cuidado el contenido de la copa.
-Así solo los puros...viviremos...-Dijo contemplando la fluidez que tenía el liquido en la copa. Sangre. Una sangre muy peculiar, roja oscura y brillante. Y aún más emocionado vio que unos cabellos castaños flotaban entre la sangre...
-¡¡Ahhgg!! -Harry despertó sobresaltado. Respiraba con dificultad y estaba bañado en sudor. Posó una mano en su pecho, sintiendo que su corazón se saldría en cualquier momento.- Un...sueño...
Una gran comezón dolorosa y ardiente en su cicatriz le hizo llevarse ambas manos a ella, emitiendo sonidos de dolor.
~ No pasa de la media noche ~ pensó.
Se giró y aunque veía borroso porque no traía puestas sus gafas, pudo mirar a Ron dormir tranquilamente al igual que Dean Thomas y Seamus Finigan.
¡Grhg!
Un ronquido de Neville lo hizo reaccionar, puesto que se había quedado perdido en su mundo viendo a sus compañeros dormir.
~¿Qué me pasa?...~ Pensó dentro de si, parpadeando sus brillantes ojos verdes constantemente. Mirando perdido de nuevo como los tenues rayos de la luna se escondían en los rincones del dormitorio.
Harry frunció el ceño angustiado, y se enredó mas en sus sábanas, ocultándose completamente, como si temiera que alguien lo mirara.
~ Solo fue un sueño...¿verdad?...O será que... ~ Las yemas de sus dedos tocaron con sutileza su cicatriz, sintiendo cada parte de ella, un perfecto rayo. La misma cicatriz que años atrás era lo que más le gustaba de él. Sus yemas seguían recorriéndola suave y lentamente, pero los movimientos se volvieron mas rápidos y bruscos, y ahora no estaba tocándola sino tallándola con fuerza, como si fuese una mancha que quisiera borrar.
Al darse cuenta que no podía borrarla la dejó en paz, y muy resignado dio un resoplido, enfadado.
~...¿Será que sigo viendo en mis sueños...lo que sucederá?...~
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Hermione le había confesado a Ron (A Harry lo evitaba) que había hecho una poción para dormir durante 10 horas, ya que no podía hacerlo por lo mal que se sentía. Y que fue a tomársela a los baños de Myrtle para no ser molestada.
Cuando Ron se lo contó a Harry, éste se puso más mal de lo que estaba. Ron al notarlo se puso a idear un plan, que no quería contar a Harry hasta que estuviese listo.
Parecía que las mañanas hermosas en Hogwarts se habían olvidado de llegar. El cielo estaba infestado de nubes grises, y el sol no podía enseñar su belleza entre ellas.
Más sin embargo, el banquete en el Gran Comedor le subió los ánimos a los alumnos.
De nuevo la mesa de Gryffindor no contó con la presencia de Hermione, según Ron, ella quiso mejor quedarse en la sala común, haciendo todos sus deberes pendientes, puesto que ayer no asistió a ninguna clase.
-Ya te dije que vamos a resolver el problema -Ron hizo que Harry diera un pequeño salto en su silla, pues lo había sacado de sus pensamientos- Cambia esa cara, Harry.
-Sí...- Asintió, tratando de sonreír.
-Ahora...¿Te comerás tu tarta? -Al ver la negación de Harry, tomó la tarta, comiéndosela de inmediato.
-Ron...¿Cual es tu plan?- Preguntó mientras lo veía comer.
-Muenobff...-Se pasó el trozo de tarta que había mordido y prosiguió- bueno...pues ya lo tengo listo, pero te lo diré en otros momentos, aquí pueden escucharnos.
Harry se sintió aliviado al saber que su amigo ya tenía listo el tan anhelado plan. Aunque le causaba una sensación extraña el depender de los planes de Ron, no era que fuese algo malo, pero debe admitir que Ron nunca se había comportado de esa forma. Habría jurado que en el momento que Malfoy le dijo sobre Hermione, Ron se le lanzaría a matarlo a golpes, no obstante fue todo lo contrario, intentó calmarlo y le dio apoyo.
Al terminar el desayuno, Ron y Harry se dispusieron a irse, pero una voz femenina los había detenido.
-¡Potter, Weasley! -Era la profesora McGonagall, que se acercaba a ellos con paso rápido y con un puñado de pergaminos. -¿Donde está Granger? ¡Los profesores me han enviado notificaciones diciéndome que no asistió a ninguna de sus clases el día de ayer! -Exclamó mientras les enseñaba casi en las narices los pergaminos.
-Lo que pasa es que no se sentía bien...-Balbuceó Ron.
-¿Donde está?
-En la sala común
-Cuando la vean, háganme el favor de decirle que vaya a mi despacho ¿de acuerdo?
-Sí, profesora -Contestó Harry, y vieron como McGonagall se giraba y se iba. Harry recordó lo de su sueño, y como sabía que la maestra era de confianza pensó que sería bueno decirle.
-¡Eh, profesora McGonagall! -Le llamó, y la aludida se volteó a mirarlo.
-¿Dígame, Potter?
-Yo...quiero hablar con usted sobre...algo- La maestra lo miró con rareza y a los segundos asintió.
-Muy bien, venga junto con la señorita Granger entonces, los voy a esperar -Y dicho esto se marchó. Ron sonreía ampliamente, y Harry solo sentía como su corazón daba vuelcos, aunque no sabía porque.
Se encaminaron hasta la torre de Gryffindor, iban callados, Ron sonriendo misteriosamente y Harry preocupado.
-Ven, Harry -Antes de llegar al retrato de la señora gorda, Ron jaló por el brazo a su amigo, escondiéndose de la señora gorda, para que no los escuchara.
-¿Que pasa?
-Mi plan! -respondió
-¡Ah, sí! ¿Cuál es? -preguntó Harry ansioso.
-Una cita
-¿Qué? -Le miró confuso -¿Una cita?
-Sí, mira...las chicas adoran estas cosas, tu sabes...y tal vez si te citas con Hermione, y te disculpas y eres amable y todo eso, ella pueda perdonarte y olvidar todo...¡Pero será un a cita de amigos, no te comprometerás en nada! -Agregó esto último al ver el rostro de incredibilidad de Harry.
-Pero...¿Crees que funcione?...es que...¿Una cita?...no sé, yo no...¡Ay, Ron!
-¿Quieres que te perdone si o no?
-Pues s
-Entonces invítala a una cena!
-Pero en donde? y cuando? y que cenaremos? Se necesita mucha organización, Ron!
-No te preocupes, yo lo tengo todo resuelto -Contestó Ron, expresando una sonrisa de oreja a oreja, poniendo nervioso a Harry.
-Está bien...-dijo resignado.
-Perfecto!...Ahora tienes que invitarla, cuando vayan camino al despacho de la Profesora McGonagall ¿Entendido? -Harry asintió desanimadamente, y junto con un sonriente Ron, entraron a la sala común.
Al entrar vieron a Hermione concentrada entre pergaminos y libros, haciendo sus deberes. Harry y Ron se acercaron a la mesa, pero ella se resistió a mirarlos.
-¿Podemos sentarnos? –Preguntó Ron.
-Si quieren...-contestó con un tono suave.
-Sí queremos –Ron se sentó quedando enfrente de Hermione, pero Harry se quedó parado, sin decir ni media palabra.
-Hermione...
-¿Sí?
-La profesora McGonagall quiere verte –La chica dejó de escribir y se mordió el labio inferior, mirando a Ron nerviosa.
-¿En serio? ¿En este momento? –Se llevó una mano a la boca cuando Ron asintió- ¡Oh, no! Entonces, debo darme prisa!
Hermione se levantó de su lugar rápidamente y salió corriendo hacia el retrato de la señora Gorda.
-¡Hey, Hermione! –la detuvo Ron, antes de que saliera- Harry también tiene que ir con la profesora, espéralo.
Ron se levantó también y le dio un codazo a Harry, y le guiñó un ojo en forma de complicidad. Harry asintió y se dirigió hacia Hermione, que se había quedado sorprendida y más nerviosa aún.
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El trayecto se hacía eterno, y sobre todo muy silencioso. Harry no sabía como pedírselo a Hermione y por lo que podía notar, ella estaba más nerviosa que él. Ambos caminaban a prisa esperanzados de que en cualquier momento llegarían al despacho.
Por intuición Harry levantó la mirada, viendo el techo. No sabía porque lo había hecho, pero se fijaba bien en todos los rincones que había, poniendo alerta sus sentidos sin darse cuenta.
Hermione lo miraba de reojo, y al verlo muy interesado en el techo, ella también volteó arriba, observándolo.
~¿Qué buscas, eh? ~ Se dijo a si mismo y dejó de mirar el techo. Sacó su mano de su bolsillo algo confuso, apenas se había dado cuenta que estaba empuñando su varita todo este tiempo. Dio un suspiro y listo, abrió la boca para por fin decírselo a Hermione.
Pero era demasiado tarde, ya habían llegado a despacho. Se encontraban justo enfrente de la puerta.
Hermione se enderezó tomando postura y respiró hondo antes de tocar la puerta.
¡Pasen! Se escuchó, y obedeciendo, Harry Y Hermione entraron al despacho.
McGonagall se encontraba sentada muy derecha en su enorme escritorio, escribiendo en un pergamino.
-Tomen asiento, por favor –Les dijo sin mirarlos, muy concentrada escribiendo. Ambos chicos se sentaron en las dos grandes sillas que había frente al escritorio. McGonagall dejó de escribir y levantó la vista, encontrándose con la mirada preocupada de Hermione y la nerviosa de Harry. – Bueno, señorita Granger, la he mandado a llamar porque los profesores me han informado que ayer no asistió a ninguna clase ¿Tiene alguna explicación?
-Sí, profesora...-Contestó, arrugando el dobladillo de su falda, muy nerviosa- Sucede que ayer no asistí a ninguna clase porque tomé una poción para dormir, que yo misma hice, porque la noche anterior no podía dormir...¡Pero Profesora, ya me estoy poniendo al corriente con los deberes, se lo juro!
La profesora arqueó ambas cejas y la miró con leve asombro.
-¿Por qué no podía dormir?
-Porque...me sentía muy mal...muy mal...-Hermione miró a los ojos de la profesora McGonagall, tratando de rogarle que no hiciera más preguntas.
-¿Y ya fue a la enfermería?
-No, yo me sentía muy mal...pero no físicamente, profesora.
-Ya hablaremos de eso en otra ocasión –Dijo, entendiendo que era un asunto delicado al sostener la mirada con Hermione y percatar que los ojos de la chica se humedecían.
Harry sentía de nuevo ese nudo en la garganta, y ese remordimiento masticaba sus entrañas, haciéndolas arder.
-¿Y usted, Potter, de quería hablarme? –Harry se sobresaltó, apenas escuchando su nombre, y se puso más nervioso.
-Profesora, yo...bueno, ¿recuerda que en el quinto curso yo...-Miró de reojo a Hermione, la cual le ponía atención- Yo tenía visiones en mis sueños?
-Sí, lo recuerdo.
-Pues, creo que...sigo teniéndolos, profesora.
-¿Cuándo empezó de nuevo? –Preguntó frunciendo el ceño.
-Ayer...Yo iba por un pasillo sin fin y...
-No, Potter, esto lo hablaremos después con el profesor Dumbledore...-Le dijo cortante, y el chico solo asintió.
-Más tarde te avisaré cuando tienes que ir a la dirección de Dumbledore ¿De acuerdo?– Tomó un nuevo pergamino y comenzó a escribir- Enviaré una nota al profesor Flitwick explicando porque han llegado tarde a su clase...-Terminó de escribir y finalmente firmó el pergamino, dándoselo a Hermione- Ya pueden irse.
Ambos chicos respondieron afirmativamente y salieron silenciosamente del despacho.
Hermione cerró la puerta con cuidado, y de nuevo se dirigían los dos hacer el mismo trayecto. De nuevo se hacía eterno conforme más avanzaban.
Pero esta vez Harry iba por fin animarse a hablar con Hermione, tenía que hacerlo, así que tragó saliva y comenzó a hablar:
-Hermione...
-¿Sí? –Respondió tímidamente, evitando la mirada de Harry.
-Yo quería...bueno...quieres...¿Quieres cenar, esta noche conmigo? –Dijo finalmente, logrando articular la oración. Y por alguna razón que no sabía se puso impaciente por escuchar la respuesta de Hermione, mientras su corazón daba saltos.
-Creí que no querías seguir siendo amigo de una sangre sucia como yo...Oh, es verdad, en realidad nunca he tenido amigos ¿verdad? –Le contestó con ironía pero con dolor a la vez, y Harry también lo sintió.
-Por favor Hermione...te lo suplico...Acepta cenar conmigo...
-¿Por qué? –Preguntó, sin poder evitar mirarlo esta vez.
-Porque...Quiero que cenemos juntos esta noche...es muy importante para mi esto, Hermione...-La chica dejo de mirarlo y enfocó su vista al piso, mientras un tono rosa coloreaba sus mejillas.
-Está bien...-Dijo mirándolo de nuevo, embozando una leve sonrisa.
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-¡Que bien! –Exclamó Ron- ¡Sabía que Hermione aceptaría!.
Harry y Ron caminaban rumbo a la sala común de Gryffindor, venían de regreso de Adivinación. La última clase que tenían ese día. Hermione estaba en Aritmancia, y aunque en las demás clases sí estuvo, no se juntó ni con Harry ni con Ron. Aún no estaba segura sí Harry ya no estaba molesto con ella, y eso significaba no acercarse a él ni a Ron, ya que éste siempre estaba con Harry.
-Sí y oye...¿Dónde se supone será la...cita? –Ya estaban muy cerca del retrato de la señora gorda y de nuevo, Ron jaló a Harry del brazo escondiéndose de nuevo.
-Bueno, lo pensé bien, y lo mejor es que sea en la Sala de los Menesteres, ya sabes, para que tenga todo lo que se necesite –Harry parpadeó sorprendido, y Ron sonrió complacido- ¿Qué te parece?
-Pues...sí, es buena idea. ¿Y que cenaremos? ¿Tendré que llevar comida del Gran Comedor?- Ante la pregunta, Ron sonrió con más ganas.
-Dobby les llevará una cena especial que él y los otros elfos harán
-¿Cómo has organizado todo esto? –Preguntó muy asombrado.
-Bueno, creo que si me concentro puedo tener buenas ideas –respondió con orgullo- la Sala de los Menesteres es ideal para su cita, y bueno, Dobby accedió de inmediato cuando le dije que te molestarías muchísimo sino hacían la comida –Agregó con tono burlón.
-¡Es genial, Ron! ¡Muchas gracias!
-No me lo agradezcas, Harry. Ahora apresúrate, que Hermione no tarda en llegar de su clase de Aritmancia! –Harry asintió, y entraron por el retrato de la señora gorda.
Para la cena en el Gran Comedor faltaba una hora exacta, y ese tiempo Harry y Ron lo aprovecharon para organizar como es que llegarían hasta la Sala de los Menesteres sin ser descubiertos.
Hermione que ya había llegado se fue directo al dormitorio de chicas, sin siquiera saludarlos.
-Bueno, entonces yo utilizo el Mapa del Merodeador –Dijo Harry en voz baja para que los alumnos presentes en la sala común no lo escucharan.
-Sí, y llegas y te encargas de que la Sala de Menesteres esté lista para cuando llegue Hermione.- habló con el mismo tono de voz baja.
-Pero ella aún no sabe donde será ¿o sí?
-Cuando baje yo le diré, no te preocupes.
-Lo mejor será que ella se lleve la capa invisible para que no la descubran, yo tengo suficiente con el mapa.
-Sí bien pensado, Harry. Entonces vamos y alistemos las cosas –Ambos abandonaron la sala común entrando a sus dormitorios.
Adentro Harry alistó el Mapa del Merodeador y la capa invisible para Hermione.
Cuando Ron miró su reloj ya solo faltaban 20 minutos, y cada vez que el tiempo avanzaba parecía ponerse más nervioso.
-Harry, recuerda, debes tener cuidado de que no te descubran.
-Sí, Ron, tranquilo.
-Bueno, entonces ya deberías irte, para que tengas el tiempo suficiente para llegar.
-De acuerdo, entonces nos vemos más al rato.
-Oh, tomate tu tiempo Harry-Le dijo con un tono pícaro, el cual Harry no comprendió.
-Bueno...-Harry se guardó el mapa en el bolsillo y salió de los dormitorios. Ron se quedó mirando varios minutos por donde Harry había salido, perdido en pensamientos. De pronto se levantó de un brinco de la cama donde estaba sentado, tomó la capa invisible y la ocultó bajo su túnica, y finalmente sale también de los dormitorios.
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Harry llegó al enorme papel tapiz que mostraba a Barnabás el chiflado intentando absurdamente enseñar ballet a los trols.
Pasó tres veces por delante del pedazo de pared vacío que estaba frente al tapiz, concentrándose en lo que necesitaba.
~ Necesito un lugar para mi cita con Hermione...un lugar para una cita...con Hermione...una cita...~ Pensó.
Una puerta de mármol había aparecido en la pared, era la puerta más elegante que Harry haya visto jamás. Puso su mano en el picaporte de la puerta. Era de plata y tenía pequeños adornos de figuras en forma de flechas con punta en forma de corazón. Harry la giró lentamente y entró.
Se asombró de ver la habitación. Bastante amplia, las paredes tenían un tapiz floreado y una alfombra roja cubría el piso. En el centro había una mesa muy arreglada, con dos sillas que parecían estar muy cómodas, la mesa iba vestida con un fino mantel rosa y bajilla de plata, con un hermoso florero que portaba hermosas rosas rojas. La habitación estaba iluminada por antorchas sostenidas por unos ángeles de plata.
Harry se sentó en una de las sillas, comprobando efectivamente que las sillas eran muy cómodas. ~ Le falta ambiente...algo de música estaría bien...~ Pensó, y de pronto un hermoso sonido de violín se empezó a escuchar acompañado con una dulce melodía en piano, y Harry se sonrió para si mismo.
De pronto se escucharon unos golpecitos en la puerta, y Harry sin saber la razón se puso muy nervioso. Se levantó de su silla y fue a abrir la puerta.
Hermione estaba esperando afuera , y se veía más nerviosa que él. Harry reaccionó y se hizo a un lado, dejando pasar a Hermione.
La chica se quedó con la boca entre abierta, asombrada y encanta con el lugar. Recorrió con la vista toda la habitación, con una expresión de emoción.
-Toma –Le dijo entregándole la capa invisible.
-Gracias –Harry colocó la capa en una mesita que recién había aparecido ya que tuvo la necesidad de tener un lugar donde ponerla.
Hermione se sentó en su silla contemplando la rosas rojas del florero, Harry vio que estaba encantada y se alegró por eso.
-Bueno, Hermione...-Dijo sentándose también.- Espero que esto te guste.
-Me encanta, Harry –Agregó.
De nuevo se escucharon golpes en la puerta. Cuando Harry la abrió Dobby entró rápidamente, llevando en brazos una gran bandeja de plata con tapadera de igual material.
-Dobby trae la cena, señor Potter –Dijo mientras colocaba la bandeja en la mesa.
-Gracias Dobby –Le dijo Hermione dándole una sonrisa.
-¿El señor Potter no está molesto con Dobby, verdad?-Preguntó tímidamente, mientras se giraba hacia Harry, que permanecía en la puerta con la mano en el picaporte.
-Por supuesto que no Dobby, hiciste un buen trabajo.- Dobby salió de la habitación con una radiante sonrisa de satisfacción, y Harry de igual manera cerró la puerta y se sentó de nuevo.
Miró la bandeja con curiosidad y la destapó.
-Wow! –Exclamaron ambos al ver el enorme pollo al horno, con patatas y ensalada para acompañar y dos cervezas de mantequilla para tomar.
Ambos se sirvieron y comenzaron a comer, sin comentar nada, escuchando la hermosa música.
-Hermione...-Dijo, rompiendo el silencio.
-¿Sí?
-Yo...quería disculparme por comportarme como un imbécil, por haberte gritado...-Hermione dejó su tenedor en el plato y lo miró fijamente.
-Harry...¿Cuándo me dijiste que era una...bueno, eso...es lo que piensas en realidad de mi?
-Hermione, Yo...
-Harry, sé que yo no les caigo bien desde el primer momento que me vieron en el primer curso...Sé que en realidad soy molesta y que detestan mi manera de ser...sé que me detestan...
-Hermione...
-Y por eso...por eso...-La voz de Hermione cambió de tranquila a una temblorosa e insegura- Por eso quiero yo disculparme. Discúlpame por arruinar tu cita con Cho, perdóname por hacerte pasar malos momentos por estos seis años...Y quiero que sepas que mañana mismo iré con Cho y le explicaré las cosas, le diré lo cuanto que me odias y cuanto te repugno por ser sangre sucia –Se detuvo al decir esas ultimas palabras y sus ojos comenzaron a humedecerse- Quiero que sepas que...sí así lo deseas desapareceré de tu vida, no te buscaré ni te hablaré más, para que...
-Hermione... –Le interrumpió- No, no lo hagas...Lo que te dije estuvo mal, no debí dejarme llevar por mis impulsos...
-Entonces eso es lo que en realidad sientes por mí ...que soy una repugnante sangre sucia...
-No...yo...-El corazón de Harry comenzó a latirle con mucha fuerza- Hermione, yo...
-Lo siento Harry, en verdad lo siento –Las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas- Yo no pensé lo molesta que te era...y ahora que lo se te prometo que me apartaré de tu vida...
Era imposible, Hermione estaba muy cegada creyendo que Harry sentía eso por ella...Aunque tiene bastantes motivos para creerlo. Y a Harry se le encogió el corazón al darse cuenta que él tampoco sabía que sentía por ella.
Hermione seguía diciéndole promesas pero él no la escuchaba, estaba perdido en sus pensamientos. ¿Quién era Hermione para él? ¿Qué significaba? Nunca se había planteado eso con ella, nunca. Fuese lo que fuese que sentía por ella era muy diferente a lo que sentía por Cho...
Su vista se posó en los ojos de Hermione, era como ver dos hermosas joyas de color miel, brillantes y llamativas, que ahora estaban bañadas en lagrimas.
Sentía que esos hermosos ojos lo llamaban, tentándolo a rozar los labios de Hermione con los de él... ~ pero...¿Porqué?..~ Decía una voz en su mente. ~¿Porqué?...~
Harry comenzó a sentirse extraño, tenía una sensación de cómo si no estuviera en su propio cuerpo, se sentía una clase de títere, y sin ordenarlo él mismo, una mano se posó en la barbilla de Hermione, haciéndola callar.
-¿Harry?...¿Qué te pasa? –Hermione miró alarmada a Harry, viendo como los verdes ojos de su amigo no reflejaban el mismo brillo de siempre sino que sus pupilas comenzaban hacerse delgadas, muy delgadas...
-Los seres como tu desaparecerán...- Le susurró con un tono de voz misterioso, uno que Harry nunca había utilizado, Hermione lo miraba aterrada, comprendiendo lo que pasaba.
Harry parpadeó y sus ojos volvieron a la normalidad. Ya no sentía esa extraña sensación de ser un títere, se sentía ya dueño de su ser...Y entonces se dio cuenta de que estaba sosteniendo la barbilla de Hermione. No recordaba haberla tomado, y su mente se volvió todo un ramo de confusión y sin pensarlo, solo sintiéndolo, pasó su mano por la mejilla de Hermione y acercó su rostro al de ella lentamente.
No sabía lo que hacía o porque lo hacía, solo sabía que debía hacerlo...Hermione se sonrojó bruscamente y cerró sus ojos.
Harry había posado sus labios en los de Hermione, plantando un tierno beso. Y la música cesó, todo se volvió silencio. Pero Harry estaba muy ocupado para notarlo.
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Notas:
Muchísimas Gracias a Rosana, Lain (Ai_Girl_341@hotmail.com), Jenny, malu (malu_45@hotmail.com), Arabella Granger Potter Black, jessy_tonks (jmma_12@hotmail.com), y a Alba 1 por sus Reviews!!!
Me estoy pensando si debería hacer una sección para responder los Reviews, ¿Ustedes que opinan? Después de todo sin sus Reviews no podría hacerla =P
Bueno, pasando a otra cosa, ¿Qué les pareció? =3 Un poco de Harry/Hermione por ahora está bien, ¿no? Más adelante ya se darán las cosas, primero debo poner unas cuantas más...¡Espero les esté gustando!
En realidad es el Fanfiction que llevo más rápido, trato de actualizar lo más pronto posible, y la verdad me estoy divirtiendo muchísimo. Ya estoy trabajando con el capítulo siguiente, trataré de subirlo lo más pronto posible, todo depende de los Reviews.
Sí tienen alguna duda, o algún comentario pues con un Reviewsito se arreglan las cosas xD ¡Adoro sus Reviews! Así que...¡Déjenme Review, por favor! =3
Bueno, que tengan un buen día.
Muchos saludos a todos!
~ Ésta niña os agradecerá si un review le dan =P...~
