Sensaciones Verdaderas

Capítulo V : El Nuevo Profesor y el Beso Triste.

Era como si el tiempo se detuviese con aquel beso. El silencio los envolvía, la música había cesado y el fuego de las antorchas se había apagado. Los minutos no pasaban, los segundos se habían estancado. El aire se hacía sofocante y caluroso, imposible de respirar.

Más sin embargo, Harry sentía descargas eléctricas en su estomago, y su cerebro no hacia ninguna función más que ordenar a sus labios moverse rítmicamente con los de Hermione, que para su sorpresa, le resultaba placentero, tanto, que no deseaba dejar de sentir aquella extraña sensación.

Absorto de la realidad, sino concentrado en esos cosquilleos helados en su cuerpo, estira sus brazos, pasando sus temblorosas manos a los brazos de Hermione, presionándolos. Se levanta de un brinco de su silla, tumbándola detrás de él, levantando también a Hermione de su silla, con tal brusquedad que la chica se sobresaltó.

Harry separó sus labios tan solo unos milímetros de los de Hermione, más sin embargo no abrió sus ojos. En lugar de eso, apartó el único estorbo que le impedía hacer lo que deseaba. Se giró un poco, aún sosteniendo a Hermione de los brazos, y con su cadera apartó la mesa hacia un lado, haciendo que se tambaleara, derramando las cervezas de mantequilla en las patatas, empapándolas junto con la ensalada.

Ahora libre de aquel "estorbo", posó sus manos en ambas mejillas de Hermione, y sus labios se unieron de nuevo, y aquellos cosquilleos eléctricos en su estómago se hicieron más persistentes.

El corazón de Hermione daba saltos bruscos saltos en su pecho que casi podía sentir dolor. Esas dichosas descargas eléctricas placenteras también recorrían su estómago, enfriándolo. Pero había una gran diferencia; ella estaba consiente de la realidad.

Harry acarició con su mano derecha el cuello de Hermione hasta llegar a la nuca, posando su mano por completo. Su mano izquierda se colocó en la espalda de la chica, aprisionándola en una especie de abrazo.

Harry parecía perderse cada vez más, olvidando el tiempo y realidad, pero con Hermione era todo lo contrario.

Estaba más ubicada que nadie, y la confusión y tristeza era más fuerte que esas estúpidas descargas eléctricas en su estómago.

Entre abrió sus ojos y posó ambas manos que hasta hace minutos caían sobre sus brazos, en los hombros tensos de Harry. Y juntando fuerzas en sus manos, dio empujones al chico.

Sus manos contra el dorso del chico, una batalla difícil de ganar. Harry se oponía a las manos de la chica que lo empujaban intentando separarlo, ganando la batalla.

Consiente de su derrota, Hermione deja sus intentos de empujarlo.

Alargó su mano y la dejó caer con fuerza al rostro de Harry...

¡Plaff!

El sonido de una bofetada invadió la habitación. Fue tal la fuerza que usó Hermione que Harry se había tambaleado unos pasos hacia atrás, tropezando con su silla yaciente en el piso, cayendo estruendosamente contra el piso y el cosquilleo placentero se convirtió en dolor cuando sus costillas golpearon con la silla y luego con el piso.

Harry había llegado de nuevo a la realidad, con la misma brusquedad que recibió la bofetada.

El silencio que hasta hace poco ignoraba se hizo incomodo, más sin embargo ninguno era capaz de romperlo.

Segundos, minutos, horas... No sabían cuanto tiempo había transcurrido, solo permanecían callados, cada uno perdido en sus pensamientos y confusiones.

Harry no se había molestado en levantarse, seguía tirado boca arriba en el piso y entre la silla, y Hermione seguía de pie, cabizbaja.

-¿Porqué? –Exclamó Hermione, casi en un susurro, rompiendo el atormentador silencio.

Harry pateó la silla, apartándola para poder incorporarse. Hermione le extendió una mano, y él, aceptándola, se puso de pie. Sus miradas se toparon, pero Harry ni pudo sostenerla, pronto la desvió, sintiéndose avergonzado.

-No lo sé... –Contestó con tono melancólico- No sabía que estaba haciendo, solo sabía que...debía...hacerlo.

-Harry...

-Perdóname...

-¿Qué te sucede, Harry? ¡Has estado muy raro!

-Es que no lo sé.

-Harry, me preocupa que pueda sucederte, y hace rato tus ojos...¡Harry algo te sucede y debes decírselo a Dumbledore!

-Estoy bien.

-No es verdad.

-Sí es verdad.

-No

-S

-¡Harry!

-Mira, Hermione...el motivo por el cual era esta cena era para...

-Disculparte –Le interrumpió.

-Sí...yo me siento fatal por haberte dañado, y...

-No estás arrepentido, me pides perdón para tu bien, por que así tu conciencia estará calmada, pero en realidad...eso es lo que sientes por mi...desprecio a una vulgar sangre sucia.

-¡No!

-¿No? Harry, no intentes engañarte...tu sabes que lo que digo es verdad.

-Hermione...

-¿Porqué me besaste?

-Yo...no lo sé.

-Solo te dejaste llevar verdad –le cuestionó con tono ofendido.

-¿Porqué quieres saberlo, eh? –La gota que derramó el vaso para Hermione. Y Harry supo que lo que acababa de decir la había ofendido completamente.

-¡Tu no puedes entenderlo! ¡No puedes entender lo triste que fue ese beso, no puedes entender como me siento!

-¿Triste?

-¿Cómo crees que me siento? Primero me dices que voy a desaparecer y luego me besas, ¿Puedes imaginarte lo confuso que es eso? ¡Ni siquiera me besaste por que sientas algo por mi!

-¿Desaparecer? ¿Eso te dije? Yo...no lo recuerdo.

-¡Por eso debes ir con Dumbledore urgentemente!

-Ya, sí.

-¿Porqué nunca me tomas en serio, carajo? ¡Estoy harta!.

Harry nunca había visto a su amiga así de enfadada y verla así era un golpe de culpabilidad en sus riñones.

-En serio, Hermione...perdóname, estoy consiente que algo raro pasa...a veces no me siento yo, me siento extraño y hago cosas igual de extrañas....- Harry se interrumpió al ver el rostro de Hermione. Las lagrimas recorrían las mejillas de la chica, y mordiéndose el labio inferior, retenía sollozos en su garganta.

-¡Oh, Harry! –Se abalanzó al muchacho, abrazándolo como si buscara consolarlo...o consolarse.- ¡Debes tener mucho cuidado!.

El chico asintió, y recibió el abrazo, entrelazando sus brazos en la espalda de Hermione, capturándola en un abrazo también.

-Lo siento, Hermione...

==-==-==-==-==-==-==-==-==

Las voces alegres de los alumnos resonaban por todo el Gran Comedor, por alguna razón, todos los alumnos murmuraban más que otras noches de cena. Y la razón era porque desde hace día se rumoraba que llegaría un nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras. Se decía que finalmente Snape tendría el puesto, pero no descartaban la opción de que ese año no tendrían esa materia.

El tintineo de una cuchara golpeando suavemente una copa hizo que todos los alumnos guardaran silencio. Albus Dumbledore se había puesto de pie, y con una cuchara tocaba su copa, buscando la atención de todos los presentes.

-Primero que nada, buenas noches –Dijo al lograr obtener la atención buscada- Espero que estos primeros meses les estén siendo satisfactorios...-Recorrió con sus ojos a través de sus lentes de media luna todas las mesas, observando a todos sus alumnos con una sonrisa- Bueno...como ustedes sabes, no se les ha impartido las clases de Defensa contra las Artes Oscuras, esto debido a que no encontrábamos ningún profesor que tomara el puesto –Snape a unas cuantas sillas a la derecha de Dumbledore, se retorció en su lugar, haciendo un gesto de indignación- Pero afortunadamente, hemos encontrado a un excelente profesor...reciban con un gran aplauso al nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras –Dijo finalmente, aplaudiendo junto con todos los alumnos, mientras el nuevo profesor entraba al Gran Comedor, dirigiéndose a la mesa de los profesores.

Con pasos largos pero lentos y con una amplia sonrisa camina a su destino, Dumbledore. El mago vestía una túnica algo raída y remendada, y rascaba sus cabellos algo nervioso por todos los alumnos aplaudiendo, que era de color castaño claro, aunque veteado de gris. Y empuñando con fuerza, llevaba su maleta, vieja y pequeña, y en una de las esquinas, portaba su nombre: "Profesor R. J. Lupin".

La mayoría de los alumnos, al ver al profesor Remus Lupin, sonrieron con asombro y aplaudieron con más ganas e incluso chiflidos se oían.

-¡El profesor Lupin! –Exclamó Seamus Finigan desde la mesa de los Gryffindors.

-¡No puedo creerlo! ¡Es genial! –Gritaba Ron emocionado, dejando su puré de patatas para aplaudir y lanzar algunos chiflidos.

Lupin algo sonrojado, les agradeció con una sincera sonrisa y con un gesto con la mano.

-Estoy muy contento de estar de regreso aquí –Dijo al llegar a la mesa de profesores- Y muy ansioso por iniciar las clases, muchas gracias.

-Nosotros también, Lupin, nosotros también- Dumbledore le señaló una silla vacía que estaba al lado izquierdo de Snape- Bueno, chicos, ahora que ya hemos dado la bienvenida al profesor Remus Lupin...¡Que siga el banquete!- Algunos gritaron afirmativamente y otros lanzaban más chiflidos.

Cuando Lupin se sentó, Dumbledore también lo hizo, y de inmediato los murmullos de todos volvieron a escucharse.

-¡Que genial!

-¡Sí!

-¡El profesor Lupin es el mejor que hemos tenido en Defensa Contra las Artes Oscuras! –Conversaban Ron, Seamus Finigan y Dean Thomas.

-Ya lo creo, el profesor Lupin es una buena persona –Intervino Neville, entrando a la conversación, y los demás asintieron efusivamente.

-¡Eh, Weasley! –Se oyó una vocecilla demasiado melosa cerca de la mesa de Gryffindor. Era Cho Chang que se acercaba a pasitos rápidos a la mesa.

-Ah, hola Cho –Le saludó sin muchas ganas.

-Hola, oye ¿Y Harry?

-Eehh...bueno él...pues no pudo venir a cenar porque...tenía deberes pendientes.

-Ah...

-Sí...

-¿Y Granger? –Preguntó al darse cuenta que Hermione tampoco estaba. Ron se puso nervioso y ella pareció notarlo.

-Eehh...ella...se quedó con él para ayudarle...

-Creí que estaban enojados porque Harry la había llamado sangre sucia...Nos lo contaron algunos de los Slytherins –Agregó esto último al ver que Ron la miraba con la boca abierta.

-Oh, bueno, pues ya se reconciliaron –Cho entre cerró sus ojos y chasqueó la lengua en forma de reprobación.

-Ah, que buena noticia –Dijo con ironía , y se dio la vuelta, marchándose con sus amigas que la esperaban a unos cuantos metros de la mesa de Gryffindor.

-Que fastidio –Murmuró, y Neville, que era el único que estaba sentado más cerca de Ron y había escuchado todo, asintió.

Aún con todos los murmullos y risas resonantes de los alumnos, Hogwarts tuvo una cena calmada y tranquila.

En la mesa de profesores le daban la bienvenida a Remus Lupin, estrechándole la mano o dándole palmaditas en el hombro, excepto Dumbledore, él le dio un fuerte abrazo.

Snape lo miraba con recelo y no se tomó la molestia de saludarlo ni entablar conversación, en lugar de eso miraba fijamente su copa. Le parecía mas importante ver como el vino danzaba en la copa que ver a Lupin.

Era de esperarse, Severus Snape pedía el puesto de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras siempre cuando estaba disponible y nunca se le ha dado. Y Dumbledore, excusando que no encontraban profesor, contrata de nuevo a Remus J. Lupin, en lugar de él, que siempre ha estado dispuesto y disponible.

Poco a poco los alumnos se retiraban del Gran Comedor, dejando sus mesas casi vacías.

Ron se levantó, con una pierna de pollo al horno en vuelta en una servilleta en la mano, y junto con Neville se retiró. Detrás de ellos iban Dean Thomas y Seamus Finigan platicando animadamente sobre las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras. Subieron las escaleras camino a la torre de Gryffindor, Ron miraba con antojo la pierna de pollo que llevaba en vuelta en una servilleta y Neville iba escuchando la platica de Seamus y Dean, pero sin comentar nada.

-No me agrada mucho- Dijo, girando su cabeza hacia Ron, para mirarlo.

-¿Quién? –Preguntó el pelirrojo a Neville.

-Cho Chang de Ravenclaw.

-Oh! –Dice mientras se encoge de hombros- A mi tampoco, detesto su voz chillona.

-Yo tampoco, es como los chillidos de una rata que está siento pisada –Neville no pudo evitar reírse cuando Ron imitó los chillidos de una rata siendo aplastada. Seamus y Dean había escuchado los chillidos de Ron y se echaron a reír también, sin siquiera comprender por que Ron hacia eso.

-¡Caramelo de limón! –le gritó Ron entre los chillidos a la señora Gorda, y ella los dejó entrar a la sala común.

Estaba vacía, al parecer eran los primeros en llegar del Gran Comedor. Dean y Seamus se fueron directo a los dormitorios, y Neville se espero con Ron.

Ron se dirigió hacía el sillón que estaba más cerca de la chimenea, donde un peludo gato descansaba.

-¡Eh, Crookshanks! Mira lo que tío Ron te ha traído.- El gato lanzó un maullido y estiró sus patas, dejando escapar un bostezo.- Anda flojo, ya levántate.

Ron desenvolvió la pierna de pollo y se la mostró a Crookshanks. El gato de inmediato se interesó y empezó a maullar suplicante, acercando su nariz a la pierna para oler el sabroso aroma del pollo.

-Como tu madre anda ocupada no va poder traerte comida, así que tu buen tío Ron te ha traído una deliciosa pierna de pollo...-Ron examinó la pierna al igual que Crookshanks, y sin poder evitarlo le da un gran mordisco, saboreándolo. Y Crookshanks lanza un maullido agudo, algo desilusionado- No pude evitarlo, jeje...pero toma, anda.

Crookshanks da un gran brinco del sillón cuando Ron arroga la pierna al piso, y maullando de satisfacción, comienza a mordisquear la pierna.

-Bueno, listo, ya hay que ir a dormir Neville – El chico asintió divertido por el espectáculo que Ron acababa de dar, y juntos se marcharon a los dormitorios.

Neville se lanzó de inmediato a su cama, arropándose. Seamus y Dean ya dormían muy tranquilos, y Ron se aproximó a su cama. Para su enorme sorpresa, un bulto yacía  en la cama de su amigo Harry, y ese bulto se incorporó quedando sentado, y Ron dio un respingo cuando aquél bulto lo saludó.

-¡Hey, Ron! –Harry ya traía puesta su pijama, y su gafas estaban en el buró, junto a una vela.

-¡Harry! ¿Pero que haces aquí? –Se acercó más a Harry y empezó a hablar en susurro para que nadie los oyera- Pensé que llegarías más tarde.

-Bueno, pues ya ves...

-¿Qué pasó? ¡Cuenta, cuenta! –Susurró emocionado.

-Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis...

-¡Harry! –El muchacho rió y se rascó sus negros cabellos, mientras bostezaba.

-Mañana te platico, tengo mucho sueño –Ron sintió y se lanzó de una maroma a su cama, tapándose con las sábanas.

-¡Buenas noches, Harry!

-¡Buenas noches, Ron!

________________

Notas:

Gracias a todos por sus Reviews! No tengo mucho tiempo y no puedo ni mencionar las personas que los dejaron, pero les agradezco de todo corazón! Espero tener el capítulo siguiente pronto, mientras me pueden dejar sus Reviews =P

¡los veré pronto!

¡Saludos!

~ Ésta niña os agradecerá si un Review le dan =P....~