Fanfic: Aroma con esencia Mizuhara

Cáp. II: Aroma Mizuhara

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-"dialogo"-

-"pensamiento"-

"frases"

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Beyblade y sus personajes pertenecen a su(s) respectivo(s) autor(es).

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-"Max, será mejor que te levantes ya, si no quieres llegar tarde a clase"-

-"Si papá, ya voy"-

-"Te veré por la tarde, ciao"-

-"Claro, nos vemos"-

De aquel día, en el que el padre descubrió que la madre mantenía contacto fortuito con su hijo decidió que cambiarían de residencia. Viajando por toda Italia hasta encontrar un hogar seguro, lejos del asecho de Judy.

Génova en Liguria cumplía con las expectativas de su tutor, el joven Max ya tenia los doce años cumplidos.

-"Primer día de secundaria, que emocionante"-

Para el muchacho las cosas no parecían cambiar, un estancamiento del tiempo-espacio en su mente, tal fue la monotonía rutinaria que al salir de casa se sentía percibir el aroma de su natal Palermo.

-"Escuela, escuela, primer día de secundaria"-

Vagando por las orillas del mar Génoves, le llevaba a aun recuerdo instantáneo y persistente en Palermo; viernes en la universidad jugueteando con su madre y padre…

-"No regresara, y yo no puedo ir… ¿no puedo ir? "-

Vaivén constante en las olas del puerto Génoves, relajan a todo aquel que les dedica un momento, arrullándoles con su canto.
Los turistas son el ejemplo de ello, sonríen, bromean, corren.

Más no es el caso de un delgado chico rubio, que al escuchar el murmullo constante de la muchedumbre matutina fusionarse con la rutinaria música acuática, despierta en si una madurez en su forma de ver el mundo.

Vuelve a casa justo al instante que llegaría de clase, para disimular a su padre que asistió al colegio.

-"Max Mizuhara, llamaron de tu escuela¿algo que decir al respecto? "-

La mirada defraudada del padre, se contrasta con la indeferencia de su hijo.

-"No encontré el camino"-

De unos días atrás la relación de padre-hijo se veía cada vez más afectada, llegando a su clímax en el momento que dejan de hablar el mismo idioma para exponer las causas de dos seres completamente indiferentes y desconocidos.

-"Ah¡no encontré el camino, el señoríto cree que esa es una respuesta propia de su edad.
Estas muy equivocado Max, te enseñe a llegar al colegio desde hace mucho, ASÍ QUE NO ME SALGAS CON ¡NO ENCONTRÉ EL CAMINO!"-

-"Papá, estas gritando."-

Tenía la voluntad a un cien para explotar el resentimiento inconsciente a su progenitor.

-"NO, NO ESTOY GRITANDO."-

El padre respiraba agitado; la sangre que corre por su cerebro pasa con menos fluidez, provocándole un tambaleo.

-"Esta bien, olvide el camino, pensé que estaba en Palermo, seguí la rutina de casa."-

Las gemas azules brillaron con una tendencia gótica, si, tenia un lado oscuro que ni el mismo lo conocía..

-"¿Casa, Max, hijo, esta es nuestra nueva casa, aquí estaremos en paz."-

Trato en balde un acercamiento reconciliatorio con su hijo, pues el muchacho le empujo con ímpetu tal que le derrumbo contra el piso.

-"No, esto no es mi casa, mi casa esta en Palermo, quiero regresar a CASA, NO PUEDES IMPEDIRME EL VOLVER…o es que ¿también me arrebataras ese privilegio?"-

La mirada atónita del padre, le produce un sinsabor enorme, su padre nunca se dio cuenta de cuanto ah sufrido, y aun no lo nota.

"Hijo, yo busco lo mejor para ti, y se que Génova lo es.
Si es nórmal que extrañes Palermo, fue tu casa por doce años, pero ya no lo es y debes aceptarlo, veras como poco a poco te adaptaras a nuestro nuevo hogar"-

Al levantarse, el padre, sacude su saco y sonríe satisfecho a su hijo.

-"Papá, esta será mi casa, lo acepto"-

-"Asi se habla Maxie, sabia que tu no podías fallarme, bueno ya que todo quedo arreglado regresare al trabajo, por sabes tenemos una innovación mercantil recién llegada del Japón, entonces te veré por la noche."-

-"Papá, esta será mi casa, pero ni creas que tomare a Génova como hogar, algún día volveré a Palermo auque tu no lo quieras así…será. Buena suerte, nos vemos"-

Sin tiempo alguno para objetar o aclarar el punto, el rubio sale de casa dejando perplejo a su padre.

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-"Y con ello, señores, aseguramos el mercado infantil"-

Pasa las manos por su cabellera rojiza, luego se ajusta la corbata. Se trataba de su más significativa aportación a una de las empresas mas reconocidas del comercio Italiano, esperaba que fuera aceptada.

-"Relájate, es una estupenda idea, la junta lo aceptara"-

Le dijo unos de sus mas cercanos compañeros y amigo.

-"Mizuhara, la propuesta es muy ambiciosa, requiere de recursos multimillonarios y una relación sólida con Japón.
También, en caso de aceptar su propuesta, dependeríamos de la estabilidad económica italiana y japonesa. Y súmele, que puede ser una moda pasajera, como muchas que hay mucho más en este país.
Nuestra empresa a entrado en un época de subcrisis, señores capitalistas¿podremos solventar un muy probable fracaso?"-

El Socio mayoritario, expulso las palabras que devastaron las ilusiones de Mizuhara.

-"Señor Rossi, la junta me eligió para entregarle este sobre con la decisión que hemos tomado, para que usted como dueño del 35 de la empresa, sepa nuestra opinión y tome la suya, a su ves la manifiesta a los presentes.
Solo me resta decirle una cosa, señor Rossi, vallamos encomendándonos a nuestros santos benefactores."-

A Mizuhara le recorrió un escalofrió por todo el cuerpo, y es que Rossi, no es conocido por estar a la par de sus socios, si no mas bien por desear apoderarse de sus acciones a como de lugar.
La decisión que el principal accionista dictarse, valía mucho más que la de los minoritarios juntos, muy a pesar de que poseían más del 60 de las acciones.

-"Encomendarnos a nuestros santos benefactores, señor Aiken, soy italiano no necesito que un estadounidense venga a decirme que debo hacer con los santos o la iglesia"-

La tensión estaba en aumento, nadie toco su vaso de agua a lo largo de la reunión, de mas se noto que si asistieron fue por mera obligación, para proteger sus intereses, pero no se agradaban del todo.

Largos minutos de espera, transcurrieron para un exaltado Mizuhara, un Aiken molesto y un Rossi imponente que al fin se digno a hablar.

-"Compañeros, amigos, socios, eh leído la decisión emitida pos su propio juicio y también eh tomado la decisión de unírmeles.
Hagamos como dice el señor Aiken, encomendémonos a nuestros santos benefactores"-

El aplauso unísono despertó al pelirrojo Mizuhara de su trance profesionista

-"Señor Mizuhara, con una votación mayoritaria se ha decidido invertir en los beyblade japoneses, su propuesta"-

Gran parte de los asistentes celebraban, pues las ideas de Mizuhara a pesar de ser radicales y novedosas para la empresa, resultaban ser de gran beneficio monetario y de estatus.

-"Sin embargo, señor Mizuhara, usted será nuestro lazo directo con la manufactura Japonesa, mientras este proyecto dure.
Vivirá en Japón."

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-"A Palermo, por favor"-

-"¿Un boleto?"-

-"Si uno, de estudiante"-

-"bien, ya esta, la salida es alas 6:00 p.m."-

-"Gracias"-

-"De nada, que tengas buen viaje y espero que te reciban allá tus padres, Ciao."-

-"Si, así será, Ciao señorita y gracias."-

Emprendió un viaje inestable de retorno a su hogar, con la idea de regresar al lado de su madre, saber por que desde hacia tanto tempo no estaba con ellos, por que su padre no la mencionaba en algún momento.

El único recuerdo que le mantenía en al mente la forma real de su infancia, era aquella fotografía en marcada en madera rustica, la que guardaba celosamente en donde solo el sabia.

Los, minutos y horas pasaron, el amanecer llego, amanecer que desde el barco se vislumbra entre la niebla con mas colorido y majestuosidad, sin duda típico del amanecer en Palermo, los colores florecientes de vida y aquel aroma imaginario del puerto, símbolo de la felicidad, vida, bondad, trabajo, risas, juegos.

Aroma que no solo relaja a todo aquel que le deja acompañarle por unos momentos, sino que también revitaliza su alma.

-"Este es mi hogar, el que tiene esa vida propia, ese "aroma Mizuhara""-

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Gracias por leer.
Pasen una hermosa navidad y año nuevo.
Buena vibra.