Fanfic: Aroma con esencia Mizuhara
Cáp. III: Sílice amorfo (ópalo)
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-"dialogo"-
-"pensamiento"-
"frases"
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Beyblade y sus personajes pertenecen a su(s) respectivo(s) autor(es).
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Por largo tiempo el rubio ojiazul busco desesperadamente entre los rincones más ocultos de Palermo a quien fuese su ser mas querido, sin éxito.
Esa persona especial, se encontraba, en misma forma desesperada por saber su paradero y, de igual manera, no le encontró.
-"Las tetras que el destino nos pone, en ocasiones son tan sutiles que, uno nunca sabe si en el momento en que te das por vencido, ese algo que tanto anhelas estará frente a ti, o que quizás, nunca, jamás lo hallaras"-
-"Sra. Judy, en verdad lamentamos que usted crea que su vida es un fracaso, esta olvidando que, uno crea sus propias oportunidades y, si espera a que le lluevan del cielo, pues francamente, no tendrá un razón para hallar ese algo."-
En algún lugar de Génova, el padre de Max, desesperado llamaba a todos los servicios de emergencia. Es por demás sabido que para un padre no hay mayor pérdida que la de un hijo, ciertamente esa filosofía escucho desde pequeño; mas ahora es diferente, pues lo vive en carne propia.
Un abismo entre las dimensiones coherentes e intangibles de su ser, lleno de pánico toda su razón y solo pensó -"Max, regresa, te lo ruego"- el brillo en sus ojos fue sustituido por el imponente abandono de su esencia, vació su cuerpo y su alma, divago en la incertidumbre deseando poder estar a su lado ahora.
Su espíritu se encontró con la nada, al ser traído de regreso a su cuerpo. Se hallo a media autopista, frente a él, una fila incontable de automóviles, cuyos conductores le miraban confusos, entre tanto, otros le recordaban cierto día del mayo mexicano.
Repuesto, Mizuhara, dispuesto a meditar y ejercer concordancia a los hechos, se tumbo en la banca solitaria de una plaza descuidada.
-"Es por que no querías estar en Génova, es por eso ¿verdad, y aun que me lo dijiste en varias ocasiones…yo solo quiero lo mejor para ti¿eso es un pecado según tu juicio?"- Continúo en un dilema que desgarraba el alma, como padre, sabia de sobra la causa de esa desventura, y también como hijo que fue, conocía el dolor.
-"Madre, aun lo recuerdo, aquel día en el que llegue a casa, como de costumbre, con el animo picaresco que siempre me elogiaste.
Te llame para decírtelo; decirte que fue elegido como capital del equipo.
No respondiste, busque por todas partes, creí que jugabas a las escondidas conmigo.
En la mesa, una caja amarilla, delicadamente adornada con una nota tuya, diciendo lo mucho que me querías y que algún día regresarías y me darías un gran abrazo.
Espere por años en casa, todos los días, hasta que, el día llego.
Una llamada telefónica, dos semanas de tu traslado y una caja fúnebre."-
Llevándose las manos al rostro, sollozo ante el recuerdo más doloroso de su juventud.
Culmino entregándose al llanto y la desesperación.
Palermo, yacía un joven en la orilla del puerto, su cuerpo no fue identificado.
-"¿Que le paso a la tranquilidad de mi hogar?"- El rubio ojiazul, contempla el peritaje forense, en su tercer día de estancia.
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-"¡Max, te llego una carta!"-
-"Gracias Papá. Oye es de ¡Mamá!"-
-"Ja,ja,ja. Maxie, tu no tienes remedio"- Revoleo su cabello en muestra de aceptación.
-"Me gusta este lugar, la cuidad es ruidosa, pero me gusta vivir aquí."- comento el joven a su padre.
-"No me lo vas a creer, pero, estoy de acuerdo, llevamos una vida mas tranquila y ya nos entendemos. Soy feliz"-
-"Papá, dejaste las acciones que tenias en Génova, para venirte a Japón"- Su mirada luce con culpabilidad
-"Ja, ja, ja. No, estamos aquí, como representantes de la mejor industria italiana, y lo mejor, sin hacer la gran cosa, ja, ja, ja"- Así entre risas, y confesiones que antes no fueron posibles transcurrieron su primer semana en Japón.
-"¡Bambino, hay algo que quiero darte"- Extendió la mano a su hijo.
-"¿Un colgante?"- Se pregunto en voz alta, con tono sátiro.
-"Es una gema, la que mas le gustaba a mi madre, Ópalo, como su nombre. Y estoy seguro de que le gustara saber que ahora su nieto, recibe un ¡dije!"- Para calmar los nervios y recuerdos contrastados, termino la frase en el mismo tono que su hijo le pregunto.
-"Ah, esto, yo. Gracias, Pa."-
La fotografía, desgastada por los cuatro años transcurridos, luce en la mesa central del recibidor.
Con un nuevo auge, deseos de resurrección, posa para los personajes que le admiraban.
En sus labios se dibuja una sonrisa, sincera, sus corazones suspiran unidos, por que la vitalidad les ah sido otorgada del supremo Ser. Su esencia, agradece la oportunidad de pasar por todos aquellos momentos difíciles y se regocija en la satisfacción del triunfo inherentemente Mizuhara.
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-"Posiblemente en circunstancias diferentes, seria mas fácil resolver el problema."-
En compañía de su eterna desolación, de dispuso a rendirse pues tenia mas que claro el exterminio de sus fuentes y recursos.
-"Aun te recuerdo. El día de tus primeros pasos, fue en verano, cuando el Sol de Palermo parece acariciar con sus rayos.
Te deshiciste de la seguridad de tu padre para cruzar la calle, en una hora pico, cuando los estudiantes empiezan a llegar a la universidad para presentar sus extraordinarios.
En tus tambaleantes pies solo estaba el deseo de alcanzarme, en tus ojos no había otra cosa que el reflejo de mi mano, y tus labios me llamaron, pronunciando tu primera palabra 'Mamá'.
¿Cómo olvidarte¿Cómo rendirme?"-
Lagrimas saladas dolorosamente brotaban de sus ojos, el viento soplo con su característica frialdad invernal.
-"El llanto mas desgarrador, es aquel que se sufre en silencio o soledad"- La autocompasión le comento.
La eternidad visito a la desolación, el dolor se les unió.
-"Estas tan lejos.
Tú le escribes entre cada tiempo libre que tienes, en respuesta él nunca et ha mandado nada."-murmuraron a media voz.
-"te has preguntado ¿Por que prefirió quedarse con su padre?
Si bien pudio venirse contigo."- La intriga que paseaba por allí, al verle en compañía de sus iguales, cuestiono.
-"¡BASTA, Si Maxie, no quiere saber de mi sus razones tiene y yo solo se que algún día lo entenderá."-
Entregándose a la demencia emocional… Judy Mizuhara.
Camino sin rumbo, hasta llegar al enorme aeropuerto.
Despejo sus dudas e hizo lo que quería, deseaba y debía.
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-"Se que algún día te encontrare, si no es en esta vida, en la otra…Mamá"-
"Es una promesa... Maxie"
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Por: Asia Black Mizuhara
Gracias por leer.
FIN