Disclaimer: lo mismo que en el capitulo anterior
Fe de erratas: en el capitulo anterior cuando Harry le cuenta a Hermione lo de Pansy dice el maleficio Cruccio y es Crucciatus, sepan disculpar, no se que me pasó.
Aquí va el segundo!
Capítulo 2: "Inflamables"
Hermione Granger despertó en medio de la noche, sobresaltada. Se incorporó sobre su cama y observó el desastre que era a su alrededor. Las sábanas estaban por doquier arremolinadas en torno a su sudoroso cuerpo. "Que diablos…"-pensó. El corazón le latía abruptamente. Parecía que un huracán había pasado por allí. La muchacha trató de recordar que era lo que había soñado, pero su mente estaba en blanco. "Algo bastante intenso seguramente". Una ducha fría, eso necesitaba. Se levantó tratando de hacer el menor ruido posible para no despertar a sus compañeras de cuarto, aún dormidas, "lo que yo tendría que estar haciendo". A medida que las gotas resbalaban por su rostro, la confusión que sentía se iba disipando. "Por supuesto que fue un sueño-se dijo a si misma-nada ocurrió realmente". Nunca fui a la sala de Pociones, nunca me encontré con Malfoy y definitivamente nunca lo ayudé con el encantamiento. Había sido todo un sueño. Suspiró aliviada. Sentirse atraída por alguien como él sería un suicidio, aunque pensándolo bien, Harry me mataría primero-pensó. Sin embargo su reciente alivio no duró demasiado. Hermione recordó lo que sí había pasado la noche anterior. Ron-murmuró-habrá sido mi imaginación también? Sabía que no. A decir verdad hacía tiempo estaba esperando esas preguntas incómodas de su amigo, pero cuanto más tiempo pasaba, menos alerta estaba y dejó de preocuparse por eso. Hasta que finalmente llegó y ella no tenía nada preparado para decir. Como tampoco sabía que decirle esta mañana. "Le diré la verdad-concluyó-le dire que no lo veo de esa manera". El corazón se le oprimía de solo pensarlo. "Estoy segura que me odiará por un tiempo, pero no estoy dispuesta a sacrificar la amistad, si él comprende eso, no habrá problemas". Era precisamente en estos casos cuando deseaba tener una amiga mujer, existían cosas, asuntos, inquietudes que no podía compartir con Harry. Ni siquiera con Ginny. A ella si la consideraba una amiga, pero no su confidente. Además era la hermana de Ron, ni modo podía contarle cosas con respecto a su hermano. Sería demasiado incómodo. ¿Luna quizás? Tampoco. Era una excelente muchacha pero Hermione simplemente no confiaba en ella, se llevaba extrañamente bien con Harry y probablemente le contaría todo. "Debes encontrar una amiga, no te cuesta nada ser mas sociable"
Regresó a su dormitorio tiritando de frío. Ya había amanecido. Al llegar a su cuarto se encontró con Parvati y Lavender observando extrañadas la cama de Hermione.
-¿Qué pasó por aquí?¿una guerra?- preguntó Lavender
-No, claro que no, es que tuve un sueño de lo más raro y…
-¿Un sueño excitante?-interrumpió Parvati con una mueca obscena en su rostro
-No es lo que tú piensas
-Yo creo que nuestra pequeña Hermione ha conocido el "amor"
-Piensen lo que quieran-dijo la muchacha castaña vistiéndose-peor no fue nada de eso
-¿Vas a contarnos?
-No hay nada que contar, fue un sueño, solo eso
-Vamos, queremos saber!. Hermione dio media vuelta y haciendo caso omiso a las incansables preguntas de sus compañeras se dirigió al Gran Comedor dejando un torrente de risas a su paso.
Entró a su sala común y notó que los libros aún seguían en la mesa donde los había dejado. La sala estaba desierta. "Todos ya deben estar desayunando". Recordó que la noche anterior no había cenado. "Yo debería hacer lo mismo"
Se detuvo en el umbral del comedor y distinguió una cabeza pelirroja entre la multitud de Gryffindor. Harry estaba sentado a su lado. Respiró hondo y se dio ánimos repasando mentalmente las palabras que iba a pronunciar.
-Buenos días
-Hermione, buenos días- saludaron sus amigos al unísono
-¿Todo bien?
Ambos asintieron levemente
-¿Dónde te metiste anoche? preguntó Ron
-¿Anoche?
-Si, me dijiste que irías ala biblioteca, pero no regresaste, mandé a Ginny a buscarte a los dormitorios pero me dijo que no estabas allí
-Estaba allí, ¿estas seguro que fue a buscarme?
-Por supuesto que estoy seguro, es que como no venías comencé a preocuparme
"Ahora me dirá lo que quería anoche, prepárate". Sin embargo nada de eso pasó, Ron solo se limitó a sonreír y a seguir disfrutando del tentador pastel de manzana que tenía frente a él.
-De repente me sentí muy cansada y decidí ir a dormir temprano-dijo Hermione retomando la conversación
-Ez que tudias múto-dijo Harry mientras engullía su desayuno
Los tres quedaron en silencio, mirándose ocasionalmente mientras comían lentamente.
-¡La correspondencia!- gritó Seamos rompiendo el silencio
Miles de lechuzas comenzaron a revolotear por el techo. Hermione vió como la de Ron, Errol, se dirigía hacia donde estaban ellos y cubrió su cabeza instintivamente. El pájaro se acercó y entregó el paquete a su dueño. La cara de Ron se puso del mismo color que su cabello.
-No es mio, les juro que no-repetía nervioso
Lo que sostenía en su mano era el último número de la revista "Corazón de Bruja".
Los alumnos que estaban cerca comenzaron a reír.
-Vaya Ron no sabíamos que te gustaban estas cosas- se burló uno
-¿Ha traído un brazalete rosa de regalo?-bromeó otro
Harry y Hermione también reían.
-¿Y ustedes de que se rien?
-Lo siento amigo-se excusó Harry-es que es muy gracioso
-No es mía –repitió indignado y se levantó de un salto dispuesto a abandonar el lugar
-Oye espera, no te enojes, te creemos-dijo Hermione aún riendo
-Entonces cállense-el pelirrojo metió la revista entre sus libros- será mejor que nos vayamos o llegaremos tarde a clase
-Pociones-dijo Harry con una mueca de asco- que feliz seré el día que Snape caiga muerto
-Harry- lo interrumpió Hermione alarmada- no digas esas cosas
-No creo ser el único-terminó éste-vámonos
-Vayan ustedes, yo los alcanzaré luego, debo ir a la biblioteca
-¿Otra vez? Me parece que nuestra inocente Hermione tiene un hombre escondido en una estantería ¿no crees Harry?-intentó sonar bromista, pero su tono de voz era más bien acusador
-No sean absurdos, es que debo buscar unos libros para estudiar…
-¿Otra vez, bien, procura no llegar tarde ¿de acuerdo?
-De acuerdo, adiós
"CS"
Hermione salió de la biblioteca cargada de libros. Necesitaba apurarse si quería llegar a horario. Comenzó a correr por los pasillos sin reparar en la muchacha que estaba a unos metros de ella. Un gran estruendo de libros contra el suelo retumbó en el colegio.
-Oye, fíjate por donde vas-dijo una voz con acento extranjero
-Lo siento-se disculpó Hermione recogiendo sus libros-estaba apurada
Se incorporó y observó a la muchacha que tenía delante y la miraba con cara de pocos amigos. Era alta, con unos grandes ojos color ámbar y una larga y sedosa cabellera rubia que caía sobre su espalda. Hermione descifró que tendría la misma edad que ella. Llevaba la insignia de Ravenclaw en su túnica, pero jamás la había visto.
-Lo siento-dijo otra vez-¿eres de Ravenclaw?
La muchacha asintió
-¿Cómo es que nunca te he visto antes?
-Es que soy nueva
-¿Nueva? ¿estás en primer año?
-No, me transfirieron del colegio Beauxbatons – el acento francés era muy marcado- mi padre tuvo que mudarse a Londres por cuestiones de trabajo y heme aquí. Por cierto, mi nombre es Gaia Grosjean
-Hermione Granger -se estrecharon la mano- soy de Gryffindor
-Bueno, veo que tenemos algo en común, nombre de diosas
-Creo que mis padres pensaron más en Shakespeare que en los griegos, ¿no tendrías que estar en clase, ¿estas perdida?
-Es que estoy esperando a alguien, un muchacho-se sonrojó
-Más vale que tengas cuidado, no dejes que los chicos de Hogwarts se aprovechen de ti…
-Oh no, no te preocupes, el es muy lindo y dulce
-Lo siento, me encantaría quedarme, pero..
-¿Qué clase tienes?
-Pociones
-Suerte con eso, he oído que Snape es insufrible
Hermione asintió efusivamente y despidiéndose con la mano echó a correr hacia las mazmorras.
-Granger, llega tarde, 20 puntos menos para Gryffindor-sentenció el profesor con clara satisfacción-espera, eres prefecta-comenzó a realizar un movimiento desaprobatorio con su dedo índice-mejor que sean 30 puntos
-Pero profesor Snape- se quejó la chica
-Nada de peros Granger o serán 50, tú decides
Hermione guardó silencio y se sentó en su lugar
-¿Dónde te metiste?-preguntó en un susurro Harry
-Tuve un accidente, tropecé con alguien…¿ustedes sabían que en Ravenclaw hay una chica nueva?
-¿Te refieres a la francesa?
-Si esa, se llama Gaia, ¿lo sabias?
-Todo el mundo lo sabe ¿Dónde estuviste toda la semana? Los chicos no paraban de comentar lo bonita que es
-Potter, si llegas a abrir la boca una vez más te castigaré con tres meses más de detención, creo que no sería agradable tener que ver tu cara tanto tiempo, asi que mejor cállese
Harry lo miró, desafiante, pero no volvió a decir una palabra
-¿Alguien puede decirme donde esta el señor Malfoy?-continuó Snape, cambiando de tema
Hermione buscó con la mirada el asiento vacío del muchacho. Es cierto que no estaba allí y a juzgar por la cara de desconcierto de sus compañeros, ninguno tenía la menor idea de donde podía hallarse. "Será relajante tener una clase sin ese engreído molestando"-pensó. Volteó su cabeza con la intención de escuchar lo que Snape comenzaba a explicar sin embargo sus ojos repararon en el viejo armario continuo al escritorio del profesor. Era el mismo que el de sus sueños. "!Que extraño-pensó- ¿Cómo he podido soñar algo que ni siquiera sabía que existía?
-¿Granger?-la fría voz de Snape interrumpió sus pensamientos, obligándola a prestar atención-¿no vas a responder? Todas las miradas estaban puestas en ella, expectantes.
La muchacha, sin darle la menor importancia, contestó –No sé la respuesta. Se oyeron unos gritos ahogados en todo el salón
-Felicitaciones Granger, has conseguido 50 puntos menos para tu casa
Pero a Hermione no le importaba, ni siquiera le estaba prestando atención…nada de eso…solo observaba con expresión confusa el reloj de arena que yacía, hecho añicos, bajo el pequeño armario.
-¿Qué fue eso?
-¿Qué?
-En la clase de Pociones
-¿Es imposible que Hermione Granger no sepa algo?
-Por supuesto que si, eres..!Hermione!
-Para tu información Ronald Weasley, no soy perfecta
-Miren a quien tenemos aquí…el fantástico trío dorado- escupió Malfoy con sarcasmo-me enteré lo que pasó en Pociones sangre-sucia, no creí que fueras tan estúpida
El corazón de la chica comenzó a latir fuertemente, un calor agobiante la inundaba, no podía respirar.
-Déjala en paz idiota-exclamó Harry
-Esta bien Harry, puedo defenderme sola
Malfoy le echó al muchacho una mirada de repugnancia. -¿Lo ves cara-rajada, nadie necesita tu ayuda
-¡Vete al diablo-se exasperó Ron
-¿Por qué no vas a leer tus revistitas comadreja?
-¿Por qué no me dejas en paz?-comenzó Hermione-yo no te he hecho nada
-Ahí es donde te equivocas Granger, naciste, eso es suficiente para mí
-Eres un maldito hurón, engreído y pedazo de …-la chica se acercaba cada vez más al rubio, propinándole pequeños golpes en el pecho, empujándolo levemente-
-A mi no me tocas, mocosa-silbó-y sacando su varita apuntó al busto de Hermione
Ella dio un respingo mientras Harry y Ron se acercaban para protegerla.
Malfoy comenzó a reir con fuerza -¿pretendes quedar como el héroe otra vez Potter? ¿es que no entiendes? A Granger le fascina jugar con mi varita-dijo arrastrando las palabras
Harry volteó a ver a su amiga, esperando una respuesta de ésta. Pero ella no hizo nada, no lo insultó, no le pegó, nada. Quedó estupefacta mientras sentía como una mezcla de sentimientos se golpeteaban en su sien y viendo como Draco Malfoy seguía su camino, aún riéndose de ella.
-¿Qué diablos quiso decir con eso?
-Tonterías, solo quería provocarme Harry no te preocupes
-¿Y porque no hiciste nada?
-Estoy cansada de pelear constantemente con el, ya pasó, solo vámonos
"Asi que no había sido un sueño, el reloj, el comentario de Malfoy, no podían ser coincidencia"-se dijo a si misma. Estaba aterrorizada no por lo que había pasado, sino por la súbita excitación que sintió al darse cuenta que el sueño de las mazmorras era mucho más que eso.
"CS"
Entró a la biblioteca con paso firme, fingiendo no escuchar los comentarios de los estudiantes que recordaban su "desliz" en Pociones.
-Buenas noches-madame Pince levantó la vista molesta por haber sido interrumpida de su lectura
-¿Si?
-Necesito este libro-dijo Hermione extendiendo un arrugado papel
-¿"Historia de la Magia- lo que nunca se contó"?
-Si, no recuerdo cual es el autor
-Lo siento, señorita ¿Granger es su nombre, pero el libro no está disponible, alguien ya lo ha tomado
-No puede ser, ¿Quién más se interesaría en lo mismo que yo? (N/A: adivinen!) ¿Podría decirme quien lo tomó?
-Claro- y apuntando hacia unas tres mesas de distancia señaló a un joven rubio visiblemente concentrado en su lectura
-Maldito hurón- farfulló Hermione
La muchacha se disponía a irse cuando algo la detuvo, volvió sobre sus pasos y se sentó con energía frente al de Slytherin
-¿Qué diablos…-Malfoy miró en ambas direcciones- que haces aquí?
-Te miro- respondió la chica lacónicamente
-¿No tienes otra cosa que hacer? ¡Lárgate!
-Mmmm, creo que me quedaré un rato más, ¿Qué estás leyendo?
-¿Qué te importa?
-Me importa más de lo que crees, yo también vine a buscar ese libro
-Pues lo lamento, pero yo lo tomé antes, ahora ¡piérdete!- susurró impaciente- ¿es que no tienes amigos Granger, que prefieres pasar una tarde conmigo aquí, viendo como leo?
Hermione se sintió profundamente dolida por el comentario, una mueca de angustia se reflejó en su rostro. –Eso no te incumbe, hagamos un trato, tú me das el libro y yo te dejo en paz
-Ni lo sueñes, yo no hago tratos con los de tu "clase"
-Cielos, al fin, comenzaba a preocuparme que no me estabas insultando lo suficiente
-Bien-dijo Draco levantándose de su asiento-te lo buscaste
Agarró a la muchacha por el brazo forzándola a salir de la biblioteca. –Arreglaremos este asunto de una vez por todas
-¿Arreglar que, suéltame me haces daño
-Deja de quejarte
-Suéltame-repitió- ¿adonde me llevas?
Malfoy se detuvo en la puerta del baño de prefectos
-Entra ya-le ordenó
-¿Y si no lo hago que?
-Haz lo que te digo. Hermione lo hizo
-Bien-comenzó-aquí me tienes
Malfoy volvió a cargar sobre ella, esta vez aprisionándola contra la pared. -¿Cuál es tu problema? ¿me deseas tanto que no puedes dejarme en paz?
-Yo no hice nada-se defendió la muchacha-y no te deseo en lo mas mínimo
-Mientes, y lo sabes-rodeó con un brazo el cuello de la chica y con el otro comenzó a subir por su muslo- no puedes negar que no quieres esto
-Déjame sola
-¿Y si no lo hago que?- repitió sonriendo maliciosamente
Hermione no sabía que responderle. Presa de un ardiente impulso besó con fervor al muchacho de ojos grises, esperando que le correspondiera. Y lo fue. Ahora era él quien la besaba con ansias, explorando con su lengua la boca Hermione, jugando con ella, acariciando suavemente las partes vedadas de su suerpo.
-¿Qué es esto? ¿Qué me hiciste?- murmuró Draco fuera de sí y separándose rápidamente
-¿Qué te hice? Tú empezaste esto Malfoy!
-No querrás meterte conmigo sangre-sucia, si juegas con fuego…
-Tú eres el que va a quemarse maldito, te lo aseguro
"CS"
Bueno, fin del segundo capítulo, espero que les haya gustado, por favor dejen reviews! Una pregunta existencial: porque a las mujeres nos gusta tanto Draco? Seremos masoquistas? Perversas? Jaja Me pareció gracioso ponerle de título Inflamables, debido obvio a la última frase. Un beso y hasta el próximo!
-Nan-
