EL OTRO LIBRO

I: El primer encuentro

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Llévame contigo, cuídame con tiento, pues soy tu maestro de hechicería y encantamiento...yo soy la llave a los poderes misteriosos...si los malversas se volverán tenebrosos...

-¿Dónde...? –se preguntó una confundida voz. Mira a su alrededor, y están lloviendo las Clow cards. La torre de Tokio se alza a toda su altura. Su mirada cayó sobre la torre. Estaban combatiendo allí, pero de un momento a otro le dio la espalda a la torre. Se veía una oscuridad densa. No sabía que había más allá de la negrura, pero avanzó hasta lo que parecía ser el filo de un tejado bastante alto. Sin quererlo, se puso en precario equilibrio, y de un momento a otro cayó, internándose en la profunda oscuridad.

-¡NO! –fue el grito ahogado del joven Shaoran Li. Su frente estaba coronada por suaves gotas de sudor. Se incorporó y miró el reloj. Las 5:30 de la mañana. Fue al baño y aunque estuvo en la ducha más tiempo de lo normal, aún así salió con tiempo de sobra para marcharse a la escuela. Desayunó, se despidió del amable Wei, y se marchó a paso lentísimo.

Caminaba con paso monótono, cuando pasó frente al parque. Alguien estaba allí; parecía esperarlo. Estaba de espaldas al rey pingüino, y señaló hacia su flanco derecho. Él abrió los ojos sorprendido, puesto que allí colgaba el amuleto de su espada. Su mano palpó el susodicho flanco, sin quitar la mirada de aquel lugar, pero algo logró distraerlo. Una voz femenina

-Buenos días Li –la voz de Tomoyo Daidouji desde su auto -¿qué haces allí?

-Yo... –balbuceó Shaoran, señaló hacia el parque desierto

-¿Eh? –la joven Daidouji pareció confundida –pero si allí no hay nada...

-¿Qué? –ahora era él quien parecía "despertar" –pero... –lo dicho por Tomoyo era cierto. No había ni un alma en el parque. ¿Sería que acaso él estuviera volviéndose loco?. Se detuvo a pensar en lo que acababa de suceder. ¿Clow card?

-¿Estás bien Li? –Tomoyo bajó del vehículo, preocupada al ver el estado de abstracción en el que se encontraba su compañero –vamos, te llevaré a la escuela.

El viaje fue rápido. Llegaron a la escuela temprano, tanto así que nada más llegar, pudo dar un rodeo por toda la escuela. Tenía una extraña sensación en el cuerpo, como de expectación. Ya había sentido algo similar...

Y fue cuando llegó por las Clow cards...

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-¡Voy tarde! –dijo Sakura atragantándose con su desayuno

-Date prisa monstruo, no quiero llegar tarde por tu culpa –decía Touya mientras se alistaba para salir a la secundaria. Al fin Sakura pudo terminar el desayuno pero su hermano ya se había marchado. Se puso los patines, y salió a gran velocidad a alcanzar a su hermano. Logró hacerlo, justo en el lugar donde Yukito acostumbraba esperarlos

-Hola Yuki –saludó seco Touya

-Ho...hola Yukito –saludó Sakura con un sonrojo tal que opacaría a un semáforo allí mismo

-Hola Touya. Buenos días pequeña Sakura –saludó el joven Tsukishiro a los hermanos Kinomoto. Pero Touya se paró en seco un momento. Había percibido algo fuera de la normalidad de todas las mañanas, pero no le prestó demasiada atención. Sakura ni siquiera notó que los observaban.

-Ah, Hiragizawa y sus gustos... –dijo mientras se desvanecía la sombra que desde un árbol los había observado

Al fin Sakura llegó a su escuela. Entró al salón y encontró un gran revuelo.

-Buenos días Chiharu –saludó Sakura -¿por qué tanto alboroto?

-Parece que hoy llegan dos nuevos estudiantes, pero no sabemos nada sobre ellos –respondió la chica. Sakura fue a su puesto, y encontró a un meditabundo Shaoran

-Buenos días Li –habló ella, pero él la ignoró completamente, solamente levantó su mano en señal de saludo, poniendo más atención en el espacio infinito que en ella. En ese preciso momento, ingresó el profesor Terada. Todos guardaron un obediente y expectante silencio...

-Muy buenos días para todos. Hoy tendremos dos estudiantes –dijo mientras escribía uno de los nombres en el tablero –él es Eriol Hiragizawa, y viene de Inglaterra. Espero que lo traten muy bien. –al momento ingresó un chico de cabellos negro azulados, anteojos y una sonrisa afable.

-Mucho gusto. Mi nombre es Eriol Hiragizawa –dijo con una gran sonrisa, como si fuera un actor de cine

Mientras el profesor escribía el otro nombre, complicadísimo para algunos –y él es nuestro otro nuevo estudiante. Su nombre es Drake Bathory. Es oriundo de Hungría y espero que sean amables con él también –entonces ingresó un chico un poco más alto que el anterior, rubio y de ojos grises, al mejor estilo europeo.

Eriol miró muy fijamente a Sakura, como había hecho Shaoran en su momento, solamente que su mirada era suave, confortante.

Shaoran pareció entonces reaccionar. Su mirada se estrechó al ver como el chico inglés miraba a Sakura, pero se sorprendió al encontrar al otro mirándolo a él. Con una mirada entre fría y cómplice. A él le pareció que de alguna parte lo conocía... 

-Pueden seguir a sus lugares. Hiragizawa, junto a Daidouji. Bathory, junto a Li. –cuando Eriol iba pasando junto a Li le dirigió una mirada a sus espaldas, pero en ese momento Drake le respondió con una muy elocuente.

Señaló a Sakura, y paseó su dedo por su cuello mientras sus labios susurraban unas palabras

-"Ni se te ocurra, Hiragizawa..."

Eriol bufó calladamente y volvió su vista al pizarrón. El húngaro sonrió complacido y entrecruzó sus dedos sobre el escritorio con una sonrisa.

-Bien, saquen sus cuadernos de matemáticas, comenzaremos la clase –habló el profesor. Hubo un suspiro general, y comenzó la clase con algunas operaciones sencillas. Pero por las mentes de Eriol y de Drake había un solo pensamiento. "La diversión va a comenzar"

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-Hola Tomoyo –saludó Sakura a la chica que estaba sentada en un banco -¿cómo has estado?

-Muy bien –respondió con una sonrisa. Pero vio como Shaoran se encaramaba en el árbol de siempre y ponía una cara muy pensativa –oye, ¿tú sabes qué le pasa a Li?

-¿A Li? –volvió a mirar hacia donde estaba él -¿le sucede algo?

Tomoyo iba a responder pero en ese preciso momento, Eriol se presentó ante las chicas

-Mucho gusto –Eriol se inclinó en gesto caballeresco -¿cómo es su nombre señorita?

Sakura se sonrojó ante el gesto de Eriol. Tomoyo solamente atinó a soltar una sonrisita

-Soy Sakura Kinomoto –dijo ella –y ella es mi amiga Tomoyo

-Mucho gusto –dijo mientras besaba el dorso de la mano de Sakura, provocándole otro sonrojo a la pobre chica. Mientras esto sucedía, el joven Drake vagaba por ahí. Realmente, le disgustaba tanto alboroto. Prefería el silencio y la quietud...hasta que encontró un árbol. Se sentó en el suelo y recostó su espalda contra el viejo tronco. Elevó su mirada al cielo y los murmullos del viento revolvieron sus cabellos rubios y supieron relajar al joven. Pero su mirada gris clara encontró la figura vacilante de Shaoran. El húngaro llamó al chico que estaba cerca de la copa del árbol. Shaoran abrió los ojos y miró perezosamente hacia abajo. Vio al chico nuevo, que le hacía señas para que bajara. Frunció el ceño y bajó.

-Bonito día, ¿no lo crees? –saludó el joven

-Hola –respondió Shaoran –tú debes ser el chico nuevo ¿cómo es tu nombre?

-Drake Bathory-Kereshtur –respondió él. Ambos empezaron a caminar, en silencio– sabes algo...me caes bien.

-¿Eh? –preguntó confundido el joven Li

-Si, me agradas. No eres como ellos –dijo señalando hacia donde se encontraba Sakura junto con Tomoyo y Eriol –tú eres algo...peculiar

Shaoran guardó silencio. No recordaba que nadie le dijera que le agradaba, a excepción de Sakura, Tomoyo y Mei Ling, además de su amigo Yamazaki.

-¿Qué sucede? ¿el gato te comió la lengua? –preguntó él

-No...es solo que –pero se interrumpió a sí mismo al ver a aquel chiquillo inglés con Sakura. Ardió en celos y se volvió a quedar callado

-A mi también me fastidia mucho ese tipo...

-¿Hiragizawa? ¿ya lo conocías?

-Mejor de lo que tú crees. Pero dime, ¿de dónde vienes?

-De Hong Kong

-Así que vienes de China. Y tú vienes de una familia muy respetada allí, ¿no es verdad?

-¿Pero cómo...?

- La familia Li es reconocida en todo el mundo. Por tus venas corre sangre muy ilustre.

-¿Y tú?

-Ya sabes, vengo de Hungría.

-Seguramente por tus venas también corre sangre ilustre –apuntó Shaoran

-No lo sé...la verdad no tengo ni idea.

 -¿Cómo?

Drake suspiró.

- Dejémonos de historia, sigamos hablando. ¿qué te tiene aquí?

-Negocios familiares –respondió Shaoran -¿y tú?

-Algo parecido –respondió él

Ambos caminaban y sin darse cuenta ya deambulaban por la verja que separaba las escuelas primaria y secundaria. Los estudiantes jugaban un partido de fútbol y Touya y Yukito participaban. Se detuvieron para ver el trámite del juego, y Van der Meyde escrutó disimuladamente a Li, pero cual no sería su sorpresa al ver al joven chino sonrojado. Pudo percibir una energía muy particular, y al encontrar el foco...su mente susurró lo que cualquiera pensaría

-"No me digas que el chico..."

Pero al momento recapacitó en un detalle. Los poderes mágicos –especialmente aquellos cuya fuente era la luna–  poseían un efecto colateral, y ese era el de la atracción física, el cual podía confundirse con "amor". Se estremeció de solo pensarlo, y vio que Tsukishiro le pasaba el balón a Touya. Bathory sonrió, y como todo buen bromista, justo cuando Kinomoto impactaba el balón, este estalló sonoramente.

-¡Touya! –Yukito corrió al auxilio de su amigo. No tenía heridas ni raspones, este solamente veía en derredor buscando "algo"– ¿Touya?

-sssssshhhh...calla un momento...–al momento, su instinto lo llevó a encontrar a Drake, que no se ocultó, sino que sonrió abiertamente, y parte de su aura se reveló monstruosa, provocándole un escalofrío que no solo fue percibido por él. Nakuru, que saltaba junto al campo, también supo percibirla.

-Ese Clow...no tiene remedio...–dijo mientras sus ojos adquirían un color gris acero, y sus sonrisa adquiría un matiz siniestro– no lo tiene...

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Horas más tarde, Eriol reposaba tranquilamente en la recién caída noche. Spinel, en su forma falsa, sentado en el hombro de la joven reencarnación. El sello, resplandecía con las formas del sol y la luna, mientras espiaba las acciones de su escogida para ser la dueña de sus creaciones, en medio de su faena de cazar las cards.

-¿Ella es la destinada a ser la nueva dueña? –inquirió el guardiancillo mientras observaba los desempeños de Sakura

-Así es mi buen Spinel...es ella...–dijo Eriol mientras acariciaba su báculo. Pero de un momento a otro lo agitó suavemente, y la imagen se desvaneció. Cerró sus ojos momentáneamente buscando concentrar su energía, y al hacerlo, el sello en el suelo solo transmitió la imagen de otro sello. Un sol, una luna, rodeados de inscripciones ininteligibles, y dentro del mismo sello, entre el sol y la luna, rondaban símbolos igualmente extraños– no puedo hacerlo...

-Efectivamente, mi buen Eriol –respondió una voz. El sello se desvaneció y Drake Bathory-Kereshtur apareció sentado en medio de un oscuro estudio, donde destacaba el portentoso brillo de un sol plateado y la cálida luz de una luna dorada– buenas noches, reencarnación de Clow

-¿Qué es lo que pretendes? ¿intervenir en lo que he planeado? –inquirió Hiragizawa

-Debes saber que con el destino no se juega Clow...has sido imprudente, y recuerda mis palabras...el destino es vengativo...y le gusta cobrar las jugadas sucias...

-No sabe lo que dice –dijo Spinel observando la imagen del joven hechicero

-Oh, que tenemos aquí...guardián de la todopoderosa reencarnación de Clow...respóndeme una cosa

Spinel guardó silencio y asintió. Drake se reclinó hacia el frente, dejando entrever parte de su túnica rojo sangre, con bordados plateados, y acomodó el báculo a un lado

-¿Nunca le recriminaste a tu creador por tu aspecto? Sinceramente antes tenía un poco de gusto...cosa que no parece ahora...

-¿A qué se refiere? –dijo Spinel, mientras lo veía con mala cara

-Me pregunto si te verás mejor con un par de alas de mosquito, en vez de unas de mariposa –dijo mientras el sarcasmo rezumaba de sus frases– ¿tú que crees guardiancito?

Eriol lo miró con una cara que oscilaba entre el enojo y la risa. Su interlocutor se reclinó en su butacón, entre sombras

-Te agradezco por una tarde de risas Hiragizawa...que tengas buena noche...

-¿Tan pronto a dormir? –respondió Eriol

-Tengo otras cosas que hacer que verte la cara a ti y a tu guardián con alas de mariposa –dijo mientras la imagen se desvanecía

-No ha cambiado un ápice –murmuró Eriol mientras se quitaba sus lentes y los limpiaba– tal cual lo recuerdo...

Entre tanto, Drake espiaba a Shaoran, que contra su costumbre, no se encontraba cazando las Clow cards, sino que reposaba mirando al techo de su habitación

-Hiragizawa escogió...es mi turno para hacerlo –dijo mientras los agudos rayos del argénteo sol de su báculo fulguraban con gracia– es la hora...–su espejo se desvaneció y lo que vio lo dejó perplejo. Era la imagen de Sakura, y un muñequito de peluche, mientras detrás una chica apuntaba con una lente y grababa los acontecimientos. Hizo un esfuerzo sobrehumano para contener la risa, pero al ver los ropajes de la chica Kinomoto, no pudo hacer nada más que romper en carcajadas

-Oh cielos...jajajajajajajajajajajajajaja...me pregunto si Hiragizawa...jajajajajajajaja...está viendo esto...jajajajajajajajajaja –su risa se hizo estridente a la par de la caída de su báculo

Su sirviente sonrió y se acercó por su espalda

-El muchacho encontrará el libro mañana...y la semilla está sembrada

Drake se recobró de su ataque de hilaridad, se secó las lágrimas y recogió su báculo con una sonrisa

-Mañana comienza la revancha Eriol...

Notas y demás

Sé que seré tachado de descarado y desobligado. Pero, qué caray...qué es un autor sin escribir...o no?

^^

NightWalker