Holaaaa! Ya volví, después de un mes exactamente actualizo! Ya véis que el fic se ha cambiado de sitio, espero que sirva de algo. En fin, que este mes voy a estar estudiando pa septiembre, así que no sé cuando voy a actualizar. De todas maneras, el siguiente capi ya va avanzando (de momento van 8 páginas...pero hasta las 40 mínimas queda un rato). En fin, este capi ha salido por 49 páginas el formato de siempre...(quién sabe si romperé el récord!) En fin, ahí van las contestaciones a los reviews.
Jhey! muchas gracias por decir que mi historia merece más reviews (no es que quiera que me inunden, pero unos poquitos más...). Lo del título...pues lo tomé "prestado" de uno de los libros de embrujadas (creo que lo dije) y sí, es algo así como "Luna Vudú". Y bueno, en times new de 5 han salido 14 páginas...bueno, otra vez será!(joer eke 50 en tamaño de 5 es un poco mucho bastante eh? XDDD) Besos!
Mariana! tienes un mail muy extraño, pero intentaré mandarte el aviso por si ya no funciona por este lao...(se supone que a mi también me tiene que mandar un aviso, así que si me llega sobreentiendo que te llega a ti también) pero bueno, como tú dices, por si las flies te mando un mail para avisarte. Muchos besossss!
Nota de la autora: seguramente recordaréis que en los primeros capítulos dije que Wyatt tenía cinco años. Pues bien, he de decir que eso fue una ida de pinza mía y que no es correcto porque si no, no me salen las cuentas. Así que tened presente que Wyatt no tiene cinco, sino dos años¿vale? (Además que si no hay cosas que no tienen mucho sentido). Por último, me ha dado por empezar los capítulos con frases o citas (lo de Phoebe se me ha pegado a mi también ;p) así que ahí va la primera:
Capítulo 14: Negra Sombra
"Que me odien con tal de que me teman."
Por Calígula, Emperador Romano
(o eso dice Google)
Dos días después de que los afectados por la maldición del vudú hubieran sobrevivido por los pelos, Harry, Ron, Ginny, Hermione y los gemelos estaban visitando tanto a Arthur como a Tonks, que ahora estaban en la misma habitación. Habían llegado bien vigilados por Kingsley, Moody y Chris sin ningún problema. Aquel día, sábado, las clases de Duelo se habían atrasado hasta la tarde y por ello aprovechaban para visitar al señor Weasley.
Ginny ya se había sentido mejor desde el momento en que vio a su padre sonriendo en la habitación de San Mungo, pero cuando Ron entró por la puerta fue para hacerle una foto. Estaba blanco de la cabeza a los pies y casi tira a Arthur de la cama cuando se arrojó a abrazarle.
x- Ya ha pasado, Ron. No te preocupes, estoy bien.
Entonces Arthur había pasado a contarles lo que las Embrujadas le habían contado a él, de cómo Phoebe y Paige habían encontrado la guarida del brujo y, tras un intenso duelo, habían conseguido matarle y conseguir deshacer los hechizos gracias al trabajo de los estudiantes que Piper había mandado. El primer premio (y los cincuenta puntos) habían sido para Hermione, con lo que Tonks y los Weasley casi se la comen, pues creían que habían sido sus hechizos y averiguaciones lo que había hecho que Phoebe y Paige derrotaran al brujo. El segundo puesto había sido una alumna de Ravenclaw y el tercero para Malfoy...sólo las hermanas sabían que había sido éste último el que verdaderamente había dado con la clave para matar a Kurbain.
x- Es increíble que ellas dos solas pudieran con un brujo aliado de Voldemort y que...bueno, se veía poderoso.x- dijo Arthur cuando acabó su relato.
x- Al parecer Dumbledore no se equivocó con vosotros.x- le dijo Moody a Chris, éste sonrió y asintió.
x- Lo hacemos lo mejor que podemos.
x- ¡Chico!- saltó Kingsley.- Un poco más y podríais matar a Voldemort vosotros solos.
Todos comenzaron a reír con el comentario, a lo que Chris contestó encogiéndose de hombros:
x- ¿Por qué no?
Harry miró a Chris y también rió, pero inmediatamente desvió la mirada hacia la ventana... "¿Por qué no? Sí, profesor Perry¿por qué no¿Por qué debo ser yo?" pensaba.
Poco después se fueron del hospital, aunque casi tuvieron que arrancar a Ron de la sala porque no quería dejar a Arthur.
x- Todo ha acabado, Ron, ya estamos a salvo. Tienes que volver a Hogwarts...
x- Prométeme que no te va a pasar nada.
Su padre sonrió tristemente y Molly suspiró, Arthur estrechó más fuertemente a Ron y le dijo con voz firme:
x- Te lo prometo, Ron.
Entonces todos salieron de la habitación de regreso a la escuela, la mayoría bastante aliviados después de haber comprobado que Tonks y Arthur estaban bien. Pero Ron, aun después de la promesa de su padre, no pudo dejar de preocuparse, y su semblante se tornó serio y pálido...
x- No me gustaría aguar la fiesta,- dijo Chris cuando se hubieron ido.- pero no creo que esto se haya acabado.
x- Lo sé...- suspiró Molly.- de momento demos gracias porque siguen vivos.
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El día había amanecido con una espesa niebla a ras de suelo que daba un aire más que tétrico al pueblo de Little Hangleton. La aldea había ido perdiendo habitantes en los últimos años, y la idea de que la casa señorial en lo alto de la colina estaba embrujada era algo que creía todo el mundo. Los extranjeros que venían les tomaban por supersticiosos, hasta que se acercaban a la casa y muchos juraban haber visto ojos rojos observándolos a través de una ventana, sombras en la noche...hubo algún que otro caso en que el que se aventuró a traspasar la verja de la mansión no volvió a salir.
Últimamente se había quedado más silenciosa de lo habitual, debido principalmente a que su ocupante actual pasaba la mayor parte del tiempo en el Inframundo, aprendiendo a usar sus nuevos poderes y robando nuevos.
Sin embargo, aquel día él estaba en la casa, observando el pueblo a través de uno de los ventanales del piso superior. Con él estaban Bellatrix Lestrange, recién llegada del castigo que Voldemort le había impuesto por su estrepitoso fracaso en el departamento de Misterios, y Colagusano. Le resultaba curioso que aquella rata de cloaca tuviera tan poco miedo a los demonios...pero también le era útil.
Su socio Barbas seguía en el Inframundo, sin embargo, cada vez le iba necesitando menos...y, sobretodo, después de que un misterioso benefactor le regalara un pequeño ejército de demonios encapuchados.
x- Bellatrix.- llamó el Mago Oscuro, la aludida bajó la cabeza en señal de reverencia.- Quiero darte una nueva oportunidad...
A la aludida le brillaron los ojos de enloquecida satisfacción, alzó la mirada y se encontró con la del Lord, que se había vuelto para mirarla fríamente.
x- Demuestra que eres digna de quedarte en mis filas...- dijo él.- o de la muerte.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Bellatrix, que bajó la vista y dijo con voz determinante:
x- Sus deseos son órdenes, amo.
x- Bien...- volvió la vista al ventanal.- Este pueblo apesta a muggles, elimínalos.
x- Sí, mi señor.
x- Hogsmeade es el único pueblo totalmente mágico de Inglaterra...desde esta noche, Little Hangleton será el único pueblo totalmente demoníaco del mundo.
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x- Ron...tío, no tienes buena cara.
x- Ya, bueno...
Harry estaba sentado al lado de su amigo, había llegado la hora de la comida y el pelirrojo pinchaba la comida como si cazara chinches, y de vez en cuando se metía algo en la boca y tardaba unos diez minutos en coger de nuevo otra cosa. Hermione también había notado aquel detalle tan increíble en Ron, que no comiera como si fuera la última vez en su vida.
x- Tu padre está bien, Ron.- dijo Hermione para animarle.- Halliwell y Matthews consiguieron salvarles.
x- Es que...- suspiró.- Ya es la segunda vez que atacan a mi padre. Y ya sabes el dicho de a la tercera...
x- Ni se te ocurra pensar eso,- saltó Harry con un tono duro.- nadie va a morir, y menos en tu familia.
Ron volvió la vista a su plato, pero de nuevo parecía jugar a cazar chinches...Harry frunció el ceño y Hermione se mordió el labio. Entonces, Ron dejó de jugar con la comida y miró a su amigo.
x- Harry...¿de verdad no viste nada?- él negó con la cabeza, apenado.- No es que quiera que tengas visiones, sólo...
x- Si lo hubiera visto, tu madre no habría tenido que pasar por aquello.- contestó rápidamente.
Se hizo el silencio entre ellos, Harry se quedó mirando su vaso de zumo...¿de veras había sido buena idea cerrar su mente¿Sólo porque una de las visiones fue mentira? Aunque las consecuencias de esa mentira fueran fatales... pero¿y si era mejor que pudiera ver lo que Voldemort estaba haciendo?
Recordó de repente el contenido de la profecía, eso era algo que el mago oscuro no podía averiguar bajo ningún concepto...pero, pensó, él no iba a sacrificar ninguna vida más por proteger algo que había matado a sus padres, a su padrino y amenazaba a todos sus seres queridos.
" Jodida mierda...¿profecía? Yo más bien diría "PORQUERÍA", pensó.
Entonces notó movimiento a su izquierda, volvió al mundo real y se encontró con que Ron se levantaba de la mesa sin haber apenas comido nada. Harry miró incrédulo el plato de su amigo, lleno, y luego vio cómo se alejaba.
x- ¿Ron?- dijo.
x- No tengo hambre...- contestó.
Hermione y Harry se miraron, al segundo siguiente él salió del comedor tras el pelirrojo. Aún quedaba media hora para la clase de duelo, y lo último que esperaría de Ron es que fuera antes de tiempo a clase (excepto si se trataba de Adivinación, claro). Harry le alcanzó en el pasillo, la cara de abatimiento que presentaba su amigo le preocupó. Intentó hablarle de Quidditch, de que podrían hacer lo que Dumbledore sugirió al principio de curso, habilitar un aula para practicarlo...luego le animó con algunos planes que tenía para la A.D...
x- Podemos hacer una escapada a Hogsmeade con la capa invisible,- sugirió entonces Harry.- y podríamos beber whisky de fuego sin que Hermione se enterara.
Pero la expresión del pelirrojo no varió.
Decidido a que Ron se riera de algo, Harry se armó de valor y soltó un comentario que hace unas semanas le hubiera parecido una atrocidad, pero no podía dejar a su amigo tan cabizbajo.
x- ¡Hey, hermano! Se supone que el deprimido soy yo¡no me quites protagonismo!
Ron se detuvo de golpe, al principio su cara era de asombro, pero luego sonrió. "Al menos ha servido de algo", pensó Harry aliviado.
x- Es la primera vez que bromeas sobre...
x- Lo sé,- suspiró.- pero si es lo único que puede devolverte a la normalidad, entonces bromearé hasta que Lupin me odie.
x- Eres un gran amigo, Harry.- dijo dándole un golpe amistoso en el brazo.
Sin más, siguió su camino borrando la sonrisa de nuevo y bajando la cabeza. Harry se quedó en el medio del pasillo sin saber qué hacer...
o0o0o0o0o
x- Bienvenidos de nuevo a clase de duelo.- decía Paige.- Hoy aprenderemos algunas técnicas para defendernos de los hechizos enemigos, escudos y cosas así. Así que quiero que os pongáis por parejas.
Mientras todos los alumnos de sexto curso se colocaban, Paige siguió hablando:
x- Supongo que el encantamiento "Protego" lo sabréis ya¿no?
Algunos alumnos asintieron, sobretodo todos los que el año pasado habían estado en el grupo de la A.D., otros sin embargo se miraron como si Paige hablara en chino, así que tuvieron que empezar por ese encantamiento. A medida que iban practicando hechizos nuevos, las parejas iban rotando.
Desgraciadamente para Ron, le tocó con Malfoy en una de las rotaciones. El pelirrojo miró de reojo a Harry, que en ese momento estaba bastante ocupado haciendo que Neville no cayera al suelo por convocar el escudo del revés.
x- ¿Buscando la ayuda de cara cortada, Weasley?
Ron no contestó, simplemente miró a Malfoy con desprecio y se preparó para hacer el escudo. Pero Malfoy no le dejó completar sus hechizos ni una sola vez, ni Ron tampoco dejó de intentarlo. La práctica se convirtió en un tira y afloja entre los dos estudiantes, pues tampoco Ron dejaba que ninguno de los hechizos de Malfoy le rozara siquiera...hasta que el rubio se cabreó y con un hechizo le mandó al suelo, luego se acercó un poco más hasta Ron y le habló con desprecio:
x- ¿Qué pasa, Weasley? Ya no eres tan valiente...- Ron frunció el ceño y apretó el puño con rabia.- Da gracias porque estamos en clase, escoria, porque si no acabaría contigo sin pestañear. Pero antes dejaría que vieras cómo todos tus repugnantes hermanos caen bajo la varita del Señor Tenebroso...
x- Te voy a...
x- ¿Matar?- Draco rió con desprecio.- No sabéis lo que se os viene encima, todos moriréis...en el fuego del Infierno.
Draco rió y Ron se puso de nuevo en pie, le lanzó un hechizo aturdidor pero el rubio consiguió evitarlo, tras lo cual Malfoy usó su propia magia y envió a Ron contra la pared. Toda la clase se quedó mirándoles, mientras Draco se acercaba al pelirrojo y le decía con una expresión de profundo desprecio:
x- Vuestra hora se acerca, sangres sucia...- miró hacia un lado y vio que Paige se acercaba con cara de muy pocos amigos, luego volvió a mirar a Ron.- Tick...tack...tick... tack...
Dejó de hablar cuando la profesora se acercó a ellos, pegando un grito contra Draco que hasta a él mismo le hizo sobresaltarse:
x- ¡De nuevo tú y tus trucos sucios¡Veinte puntos menos a Slytherin!
Pero Malfoy puso su mejor cara de inocente, se encogió de hombros y dijo:
x- ¿Qué he hecho?
Pero Paige no contestó, sino que se puso cara a cara contra Draco y le habló al oído:
x- ¿Quieres a tu padre¡Entonces deja de tocar las narices si no quieres que le mandemos de una patada al Infierno!- Draco la miró completamente atónito por lo que estaba diciéndole.- Sabemos lo de las fotos, Malfoy, y si no quieres que le digamos a nuestra querida Muriel que fuiste tú más te vale que te moderes, o puedes amanecer sin tráquea¿me has entendido bien?
El rubio tragó saliva, estaba lívido de espanto, así que asintió lentamente. Paige le indicó con un gesto que saliera de la clase y Draco no perdió un solo segundo. Luego la Embrujada se volvió al alumnado para despedirles.
x- Bueno, chicos.- dijo con una deslumbrante sonrisa.- Espero que la clase de hoy os haya gustado¡hasta el próximo sábado!
Todos salieron poco a poco de la clase. Harry llegó corriendo y ayudó a Ron a levantarse del suelo y Neville, Ginny y Hermione les acompañaron afuera. El trío se quedó un poco rezagazo para comentar la cara de Draco cuando Paige le había hablado al oído.
x- ¿Qué le habrá dicho Matthews a Malfoy para que se haya puesto así?- se preguntó Hermione.
x- No sé, pero ahora la profesora me cae más que bien.- dijo Harry.- Deberían decirle cosas así a ese capullo todos los días¡o mejor! Que se despertara cada día con ese sonido...- entonces miró a Ron, que se había rezagado un poco.- ¿qué tal?
x- Bien...
x- ¿Qué te dijo Malfoy?
x- Lo de siempre...
Ron contestaba con desgana, tal y como se le veía esa mañana. Harry se detuvo y Hermione también, mirando a los dos amigos.
x- ¿Te ha amenazado?- Ron evitó su mirada.- ¡Ron¡Te hablo en serio!
x- ¡Y qué si lo ha hecho, Harry?- saltó irritado.- ¡No es más que un crío! Si no es capaz de enfrentarse ni a nosotros en duelo¿cómo iba a hacerle algo a mi familia? Además, su padre está en Azkaban...
Harry hubiera dicho "No por mucho tiempo" en cualquier otra circunstancia, pero era mejor que Ron no escuchara esas cosas por ahora.
x- Sea lo que sea.- continuó el pelirrojo.- ya no molestará más en una semana por lo menos, dado lo que Matthews le ha dicho.
x- ¿La oíste? - preguntó Hermione.
x- Palabras sueltas, pero lo que más claro oí era "o puedes amanecer sin tráquea".
Hermione y Harry se miraron asombrados, luego ella comentó:
x- Y yo que pensé que Paige era la más pacífica de las nuevas profesoras.
x- Pues si eso le dice Matthews,- dijo Harry.- no quiero ni imaginar lo que haría Piper Halliwell.
x- Directamente le arrancaría la tráquea.
Hermione y Harry se echaron a reír, consiguiendo al menos que a Ron se le pegara la risa por unos instantes. Aún así, el pelirrojo no podía quitarse de la cabeza las amenazas de Malfoy...ni tampoco las de Paige, pues había oído más de lo que le había contado a sus amigos, más concretamente, algo relacionado con unas fotos...y había oído claramente el nombre de Muriel.
o0o0o0o0o
En la casa de Muriel en las islas, los miembros del clan se disponían a salir para destruir la siguiente escuela demoníaca, situada en medio del Tíbet. Estaban recogiendo mapas y otra información útil cuando una niña de doce años entró por la puerta principal.
x- ¡Hey Booky!- la saludó Sorrel.- ¿Tú fuera de la biblioteca?
x- No te emociones, sigo teniendo alergia al sol.- contestó con una sonrisa.
Muriel, al oír a su compañera desde su habitación, bajó hasta encontrarse con la chica. Entonces Booky preguntó en tono de chanza a Muriel:
x- ¿Qué tal lleváis el exterminio?
x- Bien, nos vamos al Tíbet a por la siguiente. Luego iremos directamente a la de Japón y volveremos antes de acabar con la última.
x- Sí, yo también he estado ocupada.
x- Y...- Muriel se frotó las manos.- ¿tienes algo?
x- Pues...- suspiró.- no. Pero siento curiosidad por el tema¿por qué te preocupas por un arco¿Tiene algo que ver con demonios?
x- Eeeh...no lo creo, tiene que ver con el mago al que protegemos, Harry Potter.
x- Hmmm,- Booky se rascó el mentón, signo de que estaba recordando algo.- me suena.
x- ¿Te suena?- dijo Muriel sorprendida.- ¿Y eso?
x- Puede que esté enclaustrada en las islas, pero no por ello estoy aislada del mundo.
Muriel sonrió y en ese momento se vio atropellada por todos sus compañeros, que iban fuera preparados para salir. Saludaron a Booky y esperaron en el jardín a que Muriel acabara de hablar con la joven Necrus.
x- En fin, tenemos que irnos.- dijo Muriel.- ¿Me avisarás si encuentras lo del Velo?
x- Sigo con ello, tal vez en un par de días tenga la respuesta.
Se despidieron de la chiquilla y emprendieron el vuelo hasta desaparecer fluctuando hacia su objetivo. Mientras, Booky se quedó pensativa mientras miraba al cielo despejado y rojizo del atardecer...
x- Harry Potter...- murmuró.
Estaba segura de haber recibido noticias de alguien con un nombre así, o tal vez parecido. Picada por la curiosidad, fluctuó de vuelta hacia su amada biblioteca.
o0o0o0o0o
Aquella noche volvió a ser tranquila para Harry, no tardó demasiado en dormirse y no sintió ni dolor de cicatriz ni tuvo visiones extrañas...pero no se confió, así que preparó sus defensas por si acaso.
Su sueño fue lo que podría considerarse como "normal", aunque por supuesto fue absolutamente surrealista. Soñaba que podía volar sin escoba y estaba tratando de atrapar la snitch pero alguien tiraba de sus pies, miró hacia atrás y vio que se trataba de uno de aquellos demonios de ácido...se sobresaltó y trató de soltarse, pero entonces aparecía alguien debajo de los dos y convertía al horrendo ser en cenizas...de nuevo veía aquellas luces blancas, y cuando miró hacia las gradas, vio que estaban vacías y sólo había una persona que estaba leyendo. Aquella persona levantó la mirada y Harry vio que alzaba una mano y dibujaba un rayo dorado en el aire, con la misma forma que su cicatriz, que resplandeció por todo el campo de Quidditch. Luego aquel rayo comenzó a deformarse para componer otra figura distinta que no supo identificar, rodeada de un círculo...
De repente, escuchó quejidos...pensó que Voldemort estaba intentando entrar en su mente, de mandarle alguna visión, y en sueños intentó conjurar su técnica de oclumencia. Hizo el "espejo" en su mente y esperó notar la conexión que intentaba hacer el mago tenebroso con él...
Entonces vinieron imágenes a su mente y casi se muere de espanto...
La casa de los Weasley en llamas, los hermanos de Ron estaban muriendo a manos de mortífagos que reían como maníacos, sus padres yacían a pocos metros de ellos, ahora los gemelos iban a ser quemados vivos...
Deseó con todas sus fuerzas volver a su cuerpo, se despertó sobresaltado y con sudores fríos, pero entonces oyó los gemidos que había estado oyendo en sueños y se giró hacia la derecha, hacia la cama de Ron. Entonces vio que él estaba teniendo un mal sueño, se retorcía y murmuraba palabras inteligibles, se veía que lo estaba pasando mal.
Conocedor de lo que se sentía con las pesadillas, Harry se levantó de su cama y se acercó a su amigo, zarandeándolo y llamándolo en bajo para que despertara. Ron comenzó a temblar y Harry le llamó más fuertemente, asustado.
Entonces Ron casi saltó de la cama, con la cara contraída por el pánico y gritando:
x- ¡Mamá¡Papá¡NO!
x- Ron...¡Ron!
Su amigo pareció reaccionar cuando le llamó, le miró y enfocó la vista. Al reconocerle, se abrazó a él con desesperación. Harry notó que aún temblaba y que estaba frío, así que trató de calmarle correspondiéndole al abrazo y frotándole la espalda.
x- Tranquilo, Ron, estoy a tu lado.- dijo.
x- ¡Harry¡Dime que no van a morir¡Por favor!
Él se mordió el labio, se suponía que tenía la respuesta..."el poder para evitarlo", como se había estado diciendo a sí mismo desde que el señor Weasley fuera atacado. Maldijo a Malfoy en silencio, él le había metido esos miedos en la cabeza a Ron, y esperaba que la amenaza de Matthews se cumpliera. Respondiendo tan firme y convencido como pudo, suspiró y le dijo:
x- No, Ron, ya te dije que nadie va a morir.- hizo una pausa.- Sólo era un sueño.
Se quedaron un rato en la sala común, Harry intentaba distraer a Ron de su sueño contándole de nuevo lo que había pasado en el tejado a principio de curso y luego lo de aquel ser de ácido, sus sospechas de que Muriel había mentido y no la habían atacado, sus preguntas acerca de si la muchacha tenía algo que ver con Voldemort...aunque siguió sin comentar nada de la profecía.
Ron se distrajo un poco intentando elaborar con Harry alguna teoría que conectara todas las cosas extrañas, y cuando el pelinegro notó que su amigo de nuevo tenía sueño y se veía más calmado, decidieron subir de nuevo a la habitación.
Cuando al poco rato comprobó que Ron dormía tranquilo, Harry se sumió en sus pensamientos... "Estaba viendo tus sueños, amigo mío...", se dijo angustiado. No creía que Voldemort la tomara con Ron, ni pensaba que el mago oscuro pudiera hacerle lo mismo que a él, pues Ron no tenía una conexión...¿o sí podía?
o0o0o0o0o
Las filas de demonios fueron dispersándose por el pueblo, tan discretamente y en silencio que nadie advirtió su presencia. Desde puntos estratégicos se situaron en posición, con sus manos preparadas para cometer una de las peores atrocidades que el mundo mágico conocería en mucho tiempo.
Su jefe, Voldemort, lo supervisaba todo desde su mansión, asistido por la implacable Bellatrix y el torpe Colagusano. Ellos comprobaron que todos estuvieran en posición y que ningún muggle se diera cuenta de nada hasta que fuera demasiado tarde. Todo aquel desafortunado que se aventuraba a aquellas horas por las calles del pueblo, era inmediatamente asesinado.
Cuando los dos mortífagos volvieron a la mansión, no hizo falta que dijeran nada, Voldemort ya sabía que su plan estaba por comenzar...miró hacia el cielo, donde una nube ocultó la luna menguante, dejando todo en la más absoluta oscuridad.
x- Es el momento.- murmuró el mago tenebroso.
Una tenue luz verde iluminó el punto más alto del tejado de la mansión Riddle, señal que hizo movilizarse a todo el pequeño ejército demoníaco, que empezó a atacar sin piedad las casas con bolas de fuego. Éstas comenzaron a incendiarse como si estuvieran hechas de hierba seca, mientras que sus ocupantes comenzaban a despertarse y a darse cuenta de que su casa estaba en llamas y comenzaban a gritar desesperados.
Los demonios reían con crueldad mientras observaban a la gente salir de un salto por las ventanas hacia las calles, rompiéndose más de un hueso los más afortunados y dejándose los sesos en el asfalto los más desgraciados.
Otros conseguían salir por la puerta y los demonios inmediatamente los eliminaban o dejaban que corrieran despavoridos entre la gente que era atravesada por las bolas de energía o se quemaba viva por las bolas de fuego. Una de sus mayores diversiones fue hacer derribar los edificios y hacerlos caer sobre las calles a ver quién salía vivo y quién moría aplastado.
Las llamas alcanzaron una altura inmensa, tanto que pronto los vecinos de Gran Hangleton las vieron y mandaron dos de sus camiones de bomberos para ayudar a apagar el terrible incendio. Las sirenas de los dos vehículos sonaban a todo volumen y las luces que despedían iluminaban la carretera, pero no podían competir con la luz que el fuego daba en ese momento. Empezaba a parecer que una estrella se había estrellado contra el pueblo y ahora soltaba todo su fuego en la zona.
El incendio pareció trazar un perímetro alrededor del pueblo, con lo que los bomberos se detuvieron a las afueras y comenzaron a preparar las mangueras. Sin embargo, cuando comenzaron a lanzar agua contra las llamas estas comenzaron a hacerse cada vez más y más altas, como si el agua las alimentara. Los bomberos escuchaban los gritos de la gente que intentaba salir de aquel infierno, las casas que se derrumbaban, explosiones de gas...incluso una risa macabra y lejana.
Por mucho que los operarios hacían, las llamas crecían más y más. Nadie había visto un fuego semejante en su vida, y lo peor estaba por llegar, pues de repente comenzaron a ver siluetas entre las llamas que trataban de acercarse a ellos, pidiendo ayuda. Algunas lograban acercarse al borde mismo de las llamas, pero ninguno conseguía atravesarlas, bien porque morían calcinados o bien porque las llamaradas parecían hacerse convertido en un muro imposible de atravesar.
x- ¿No os parece divertido?- dijo Lord Voldemort, mirando el desastre a través del ventanal de su mansión.
Miró hacia el muro de llamas, que los bomberos de Gran Hangleton estaban intentando romper. Más refuerzos de la ciudad comenzaron a llegar, e incluso al rato llegó un helicóptero echando agua como si de un incendio forestal se tratase, a pesar de que los bosques que rodeaban el pueblo estaban intactos.
Voldemort sonrió y frunció el ceño en gesto pensativo, luego se dio la vuelta y salió por la puerta de la habitación seguido por Bellatrix y Colagusano.
x- ¿Mi señor?- le llamó la mortífaga.
x- Quedaos aquí, quiero participar de la diversión.
Los dos mortífagos se quedaron en la puerta principal viendo cómo su amo se alejaba de la mansión para internarse en el incendio. Paseó por las calles calcinadas y destruidas viendo los cuerpos y los restos de las casas, aún había algún que otro superviviente con medio cuerpo quemado que intentaba salir...
Haciendo caso omiso de las súplicas que le dirigían, pero a la vez deleitándose en ellas, llegó hasta el muro de fuego. Al otro lado había dos camiones de bomberos que seguían intentando apagar las llamas, mientras que en su lado aún había valientes suicidas que intentaban atravesarlo, mientras que otros buscaban algún refugio del muro.
Voldemort sonrió aún más y alzó las manos, poniéndolas en las llamas, cerró los ojos y se concentró...notó la energía del fuego recorrer cada partícula de su cuerpo, y a él mismo recorrer cada rincón de las llamas...hasta que encontró los focos de las mangueras y utilizó su poder para enviar el fuego a través de ellas.
Los bomberos del otro lado se quedaron sobrecogidos cuando el agua que salía de la manguera se convirtió en fuego y alcanzó el camión a una velocidad impresionante, haciendo que saltara por los aires. Al minuto siguiente le pasó lo mismo al segundo camión, dejando un reguero de cuerpos a su alrededor.
Mientras, Voldemort había abierto los ojos y miraba con atención al cielo, donde esperaba que el helicóptero apareciera de un momento a otro para descargar el agua. Cuando lo tuvo encima volvió a cerrar los ojos e hizo acopio de una gran parte de sus nuevos poderes demoníacos para hacer que las llamas ganaran altura con inusitada rapidez, envolviendo al helicóptero y haciéndolo explotar del mismo modo que los dos camiones de bomberos. Los restos cayeron a ambos lados del muro de fuego...
Voldemort quitó las manos del muro de fuego con una expresión satisfecha mientras oía los gritos de los pocos supervivientes que quedaban en el pueblo. Se dio la vuelta y les vio correr fuera del alcance de las explosiones con una expresión de desprecio...
x- Acabemos con esto.- murmuró.
Y echando una mirada por encima del hombro al muro de fuego, hizo un gesto con las manos y las llamas cayeron hasta la altura del suelo y comenzaron a recorrer lo poco que quedaba en pie de Little Hangleton como si fuera una inundación, completamente fuera de control. Entonces el Señor Tenebroso notó que los magos ya estaban llegando al lugar...y que sus demonios les estaban repeliendo.
Mientras dejaba por unos instantes que las llamas le envolvieran, Voldemort pensaba:
"Quién sabe si la próxima tormenta de fuego será en nuestro querido Hogwarts... ¿Cómo piensas detenerme entonces, Potter?"
x- Pronto, muy pronto, ninguna Embrujada ni ninguna profecía podrá...x- murmuró.
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El Lunes por la mañana Harry, Ron y Hermione se fueron hacia el pasillo de Encantamientos, donde tenían su primera clase de la mañana. Allí vieron a un enorme corrillo de gente alrededor de Dean, que al parecer había recibido destrangis desde su casa una copia del periódico dominical de El profeta, copia que curiosamente había llegado a muy pocos lugares. El periódico de aquel Lunes no había mostrado nada salvo un "incidente en un pueblo muggle", lo que no pareció demasiado preocupante...hasta que Hermione consiguió colarse junto con Harry y Ron y vieron el titular que, por razones obvias, el Ministerio había puesto mucho empeño en censurar.
x- Oh...x- murmuró Hermione al ver el titular.
Ataque mortal en un pueblo muggleLa pasada noche, en un pueblo llamado Little Hangleton, un grupo de seres desconocidos comenzó una absoluta matanza contra cualquier persona que fuera de condición no mágica. El pueblo sufrió incendios y un asedio brutal que acabó por consumir la población en llamas. Los gritos, según los vecinos de Gran Hangleton, se oían incluso desde las casas de las afueras. Cuando los bomberos(personas muggles que se dedican a apagar incendios con mangueras) quisieron acercarse al lugar para intentar sofocar las llamas, se vieron sorprendidos por una auténtica tormenta de fuego que se avivaba más y más cada vez que le daban agua.
Cuando a la mañana siguiente el fuego se hubo apagado, los muggles del pueblo vecino fueron desmemorizados y las fuerzas mágicas del orden que quisieron entrar para buscar la causa de semejante furia y si había quedado algún superviviente, se vieron repelidos por brujos que no paraban de tirarles bolas de fuego y extrañas esferas de color azulado, según la descripción de los testigos.
Pocos pudieron salir de aquel pueblo con vida y nadie se ha aventurado de momento a volver al pueblo, que ha sido calificado como de "Punto Negro" o lugar con un peligro extremo. Según nuestras fuentes, todo apunta a que Elx-quex-nox-debex-serx-nombrado está detrás del brutal ataque y que había planeado reunir fuerzas y situar dicho pueblo como base.
Aunque la información sobre el lugar desde donde opera Elx-quex-nox-debex-serx-nombrado pudiera parecer alentadora, lo único que ha traído al Ministerio de Magia ha sido quebraderos de cabeza pues parece que Little Hangleton es hasta la fecha el único sitio conocido, pero que sin embargo, puede haber decenas de "Puntos Negros" más repartidos por Inglaterra y extendiéndose a Europa.
Harry le cedió el sitio a Seamus, que lo pedía a gritos con la mirada, mientras él se pasaba las manos por la cara y se tapaba con ellas.
x- No pude ver nada de esto...- murmuró.
x- No te atormentes más, Harry.- contestó Hermione, saliendo junto con Ron de la marabunta de gente.- Eso es bueno, significa que Phoebe ha conseguido que domines la oclumencia.
x- Pero...¡pero debería haberlo visto!- protestó en bajo.- ¡Ha arrasado un pueblo entero¡Nadie pudo llegar a tiempo!
x- Harry,- intervino Ron.- tú no tienes la culpa de que Quien-tú-sabes quiera arrasar Inglaterra...
x- ¡Pero sí tengo la culpa de que lo consiga!
Sus amigos le miraron confusos, pues aún no sabían nada de la profecía. Ellos pensaban que seguía empeñándose en que tener visiones de lo que Voldemort estaba haciendo era lo mejor para alertar a la Orden...nada más lejos de la realidad.
Harry cogió de repente su mochila y se marchó a paso rápido del pasillo.
x- ¡Harry¡Que tenemos clase!- le gritó Ron.- ¿Dónde vas?
Pero él ya no escuchaba, se había alejado del pasillo de Encantamientos y ahora se dirigía a la sala de los menesteres para estar solo.
Se sentía terriblemente mal, lleno de rabia y frustración. Ya no se alegraba tanto de haber cerrado su mente, habían muerto decenas de personas en ese pueblo ...si él sólo lo hubiera visto, antes de que empezara...o podría haber intentado leerle la mente a Voldemort...
x- Pero no hice nada...
Llegó al pasillo de la sala y pasó por delante de la pared tres veces deseando tener algo con que desahogar su rabia y gritar sin que nadie le oyera, entonces se abrió la puerta de la sala y cuando Harry entró se encontró con un montón de muebles y trastos viejos que no servían para nada. Mientras destrozaba todo lo que la habitación le iba proporcionando, las frases de la profecía se agolpaban en su cabeza:
"EL ÚNICO CON EL PODER PARA VENCER AL SEÑOR DE LAS TINIEBLAS SE ACERCA..."
x- ¡YO NO PUEDO VENCERLO¿CÓMO VOY A VENCER ALGO CAPAZ DE ARRASAR PUEBLOS ENTEROS¿CÓMO!
"PERO ÉL TENDRÁ UN PODER QUE EL SEÑOR DE LAS TINIEBLAS DESCONOCE..."
x- ¡ESE PODER NO EXISTE¡ES UNA FARSA¡UNA MENTIRA!
"NINGUNO PUEDE VIVIR MIENTRAS EL OTRO SOBREVIVA..."
x- No puedo detenerle, yo no...la profecía se equivocó, no puedo hacerlo.
Soltó un terrible grito de rabia y tiró una piedra que acababa de aparecer contra el cristal de la ventana, que saltó en mil pedazos.
x- ¡La profecía se equivocó¡Sólo tengo dieciséis años¡No puedo vencerle!
Se recostó contra una de las paredes y fue deslizándose hacia el suelo, lágrimas de rabia comenzaron a salir de sus ojos. Se sentía atrapado, como si el Cielo y la Tierra se estuviesen acercando para aplastarle y él no pudiera hacer nada para evitarlo. Le faltaba el aire, le faltaban fuerzas, le faltaba confianza...
De repente, una brisa agitó su pelo revuelto y Harry oyó una voz, femenina, que le hablaba:
"Diciendo eso te condenas a muerte, nos condenas a todos..."
Esa voz resonó en la habitación como si esta fuera una cueva infinita, Harry alzó la vista sobresaltado y miró a todas partes, pero no consiguió ver nada. Aún mirando de un lado a otro, la voz habló de nuevo.
"No sabes lo que estás haciendo, no sabes lo que dices"x- ¿Quién eres¿Qué quieres?
"Dices que no puedes vencerle, pero lo que te pasa es que tienes miedo"x- ¿Miedo¡Qué sabrás tú!- exclamó levantándose del suelo y mirando a todas partes.- ¿Quién eres!
"Deseas matarle, detenerle para siempre, pero por otro lado te dejas vencer y ni siquiera has luchado contra él...¿en qué quedamos, Potter?"
x- ¡Déjame en paz!
Trató de taparse los oídos, pero por mucho que lo intentara, la voz seguía sonando tan alta y clara como al principio.
"¿No existe el poder para vencer a Voldemort? Todo existe, Potter, sólo tienes que creer en ello..."
x- ¿Creer¿CREER¿Creer en que alguien como yo va a derrotarle sólo porque una estúpida profecía lo dice?
"Precisamente porque una profecía lo dice"x- ¡PUEDE EQUIVOCARSE!
"El único equivocado eres tú"x- ¡DÉJAME EN PAZ!
"Estáis en guerra, la gente muere..."
x- Pero podría evitarlo.
"No eres Dios, no puedes estar en todas partes, no eres omnipotente"x- Pero podría evitarlo...podría matarle, podría acabar con esto, con la guerra.
"No podrías, Potter...PUEDES"x- ¿Quién eres¿Por qué me dices esto?
"Porque aprecio mucho el mundo donde vivo, Potter, y si tú eres el único que puede hacer que se quede como está, entonces cuenta conmigo"
Aquello le dejó sin palabras, y notó como si hubiera habido alguien en la habitación y de repente se hubiera ido. Ni siquiera intentó llamar a la voz, supo que se había ido...
Su mensaje se repitió una y otra vez en su cabeza... "Sólo tienes que creer...no podrías, PUEDES...cuenta conmigo". Aquellas últimas palabras eran las que más le habían ahondado, jamás las había oído de boca de los miembros de la Orden del Fénix, jamás las había oído de nadie que dijera estar a su lado en la guerra...aunque de Hermione y Ron no tuviera que oírlo, pues lo sabía...pero necesitaba oír esas palabras. Y aquella voz misteriosa se lo había dicho, sin que él la conociera, aunque tal vez ella a él sí.
Su sentimiento de soledad se aplacó un poco, al menos contaba con alguien...alguien estaba a su lado. Aunque lo que más deseaba en ese momento es haber oído aquello de Sirius, que le hubiera dicho que contaba con él, así no sentiría tanto su pérdida, no se sentiría tan abandonado...
Suspiró para aflojar el nudo de su garganta, carraspeó y trató de cambiar su expresión de tristeza por una de indiferencia. Hecho esto, salió de la sala de los menesteres hacia los terrenos, pues su próxima clase sería Cuidado de Criaturas Mágicas.
Al llegar encontró a Ron y a Hermione, que esperaban a que Hagrid apareciera. Harry recordó que su último encuentro no había sido muy agradable... "O tal vez el nox-agradable fui yo" pensó lamentándose. Aquel momento había estado muy sensible, pues apenas había pasado tiempo desde...
Recordar a Sirius aún le parecía doloroso, pero cada día que pasaba le parecía que estaba más y más lejos, a pesar de que no había pasado ni un año. Ahora tenía otras cosas en las que preocuparse, como Ron o la "porquería".
x- ¿Por qué te perdiste la clase, Harry? - le preguntó Ron, sacándole de su ensimismamiento.
x- Nada,- contestó sonriendo.- yo y mis tonterías, no me hagas caso.
x- Harry, no tienes que animarme...
x- Soy un peyero, Ron.- puso cara de picardía.- Supongo que me estaré pareciendo a mi padre.
x- ¿Sabes acaso si tu padre era o no un buen estudiante?- dijo Hermione enfadada, pero por la cara que pudo Harry a continuación, se arrepintió inmediatamente.- Lo siento...
x- Por lo poco que sé, sí, lo era...pero no era un buen ejemplo.
En ese momento Hagrid salió al encuentro de la clase, Hermione tenía la cara roja por lo que le había dicho a Harry sin darse cuenta y Ron tenía su cara decaída de aquellos días mientras que Harry seguía pensando en la voz y lo que le había dicho...Hagrid les miró con curiosidad, pero no les dijo nada y sacudiendo la cabeza comenzó la clase.
Al acabar, Harry quiso acercarse al guardabosques para hablar un rato con él, no le gustaba tener el mal sabor de boca que le dejó su última conversación. Al llegar al lado de Hagrid, éste le saludó algo nervioso...seguramente porque no sabía muy bien qué decirle o cómo podría reaccionar.
x- ¡Hey, Harry! Eeeh...¿cómo estás?
x- Mucho mejor, gracias...- contestó lo más amable que pudo. Hagrid pareció alegrarse porque no estuviera enfadado.- ¿y tú¿Qué hay de Grawp?
x- Ah, genial, él solo se ha construido una especie de techo entre los árboles...como una cabaña gigante. Y yo...de momento aquí, ya sabes, no hay nada nuevo.
x- Estupendo...
x- Me alegra de que este año sigas en la asignatura...hay algunos que han preferido cursar otras cosas para sus EXTASIS.
x- ¿Y perdernos tus clases¡Ni hablar!- Harry pudo apreciar que a Hagrid le comenzaban a brillar los ojos. Consciente de que estaban en una situación un poco incómoda, sobretodo para Hagrid, decidió despedirse.- Bueno, sólo quería preguntarte qué tal te va...cuídate¿eh?
Harry se dio la vuelta y volvió al castillo, sonrió al pensar que empezaba a arreglar las cosas con todos aquellos con los que no había acabado demasiado bien últimamente...como Remus. Sin embargo, no tenía la esperanza de verle hasta por lo menos Navidad, cuando volviera a Grimmaul place. Intentó que le sirviera de consuelo el pensar que estaría ocupado en otras mil cosas para acordarse de que él y Harry discutieron... pero ahora que parecía que cualquiera de ellos podía morir mañana, pensó Harry, no quería morir sin haber quedado en paz con todos...ni quería perder a otra persona sin antes haberse despedido o haber aclarado todos los malentendidos y discusiones.
No soportaría otra pérdida como la de Sirius.
o0o0o0o0o
Un edificio entero ardía en llamas y los restos caían montaña abajo, entre los estrechos abismos que había entre los picos de las inmensas cumbres de una zona cercana al famoso Kx-2, el segundo pico más alto del mundo tras el Everest. Los fuertes y helados vientos extendían el humo varios kilómetros a la redonda y dificultaban el vuelo tanto que se hacía casi imposible. Pero eso más que un impedimento era una diversión para los seis Necrus que ahora sobrevolaban los restos del edificio, utilizando sus poderes para acabar de derrumbarlo y así poder acceder a la zona secreta oculta en la roca de la montaña, y donde debía estar el cabeza del templo y sus secuaces más cercanos.
Las nieves perpetuas que cubrían la montaña estaban siendo manipuladas por Gabrielle, que sin expresarlo con un solo gesto en su rostro, se divertía de lo lindo congelando a los demonios que salían al encuentro de los Necrus a encararlos con valor.
Sorrel estaba dentro del edificio, empujando a los demonios que le salían el paso a las llamas y avivándolas con sus poderes, cuando ellos intentaban apagarlas con agua, Sorrel convertía esa agua en algún combustible y acababa abrasando a los demonios.
Cuando al fin el edificio se vino abajo y los pocos demonios que quedaban en él fueron estrellándose con los restos y cayendo hacia abajo cientos de metros, los demás Necrus entraron en la zona interior de la montaña a través de un túnel estrecho y por que ahora había una corriente de aire que aprovecharon para planear hasta llegar a un hall casi en el corazón de la montaña, donde les esperaban un grupo de demonios de más alto nivel que los que se habían encontrado hasta ahora. A pesar de ello, al clan le resultó más una diversión que un problema, mientras que los demonios se desesperaban intentando sobrevivir y mantenerse alejados de los colmillos de los Necrus.
Poco después habían aniquilado a casi todos los demonios que habitaban aquella cueva, y como Muriel, se divertían jugando con los últimos:
x- Hey, chicos...- le decía ella a un demonio que había cazado.- ¿qué pasa¿No os iba bien el negocio?
x- Tú qué sabes, escoria demoníaca.
x- Bueno, no veo que haya mucha gente por aquí...- dijo echando una vistazo alrededor.- es una pena, me habría encantado hacer una barbacoa.
x- No hay nadie porque ya ha comenzado la cuenta atrás.
x- ¿Para qué¿Para vuestro final? Ya lo sé...
x- No, para el vuestro.
Muriel empezó a reírse mientras clavaba aún más el pie en la garganta del demonio, que soltó unos gorgojeos.
x- ¿Y tengo que creerme que una pandilla de demonios que no sabrían defenderse ni de una simple bruja va a acabar con nosotros?
x- ¿Una pandilla?- el demonio rió con desprecio.- La pandilla sois vosotros, Necrus. Nosotros somos un ejército, conquistaremos toda la magia y vuestra raza será eliminada junto con las Embrujadas.
x- ¿Debo recordarte cuántos años lleva el Inframundo intentándolo?
x- Esto es la guerra, Necrus, la guerra final.
x- Sí, claro, como siempre.- Muriel rió.- Para los que mueren es su guerra final, desde luego.
x- Nuestros superiores os matarán...- soltó de nuevo un gorgojeo, pero Muriel no aflojó el pie.- de la forma que ninguno de vosotros espera, todos pereceréis y nos haremos con el control del mundo.
x- ¿Con ayuda de quién¿Quién es ese jefe tuyo?
x- Me han dicho que la escuela de magos es un castillo muy hermoso...y que tiene un sombrero muy sabio.
De repente, una extraña sombra flotó a toda velocidad hacia el demonio y pasó a su lado lanzándole un terrible rayo de energía que lo destruyó y tiró a Muriel hacia atrás. Ésta se quedó mirando el lugar donde segundos antes había estado el demonio, completamente descolocada por las últimas palabras que había dicho...¿y ahora qué pintaban los magos con una escuela de demonios¿Y qué tenía que ver todo con el Sombrero Seleccionador?
Con muchas preguntas de ese estilo en la cabeza salió del templo, donde Gabrielle estaba manipulando de nuevo los vientos y alejaba el humo de ellos. Aún así, todos tenían los ojos enrojecidos y tosían de vez en cuando por el humo.
x- Bueno, Muriel, está hecho.- dijo Mikel.- Vamos a por la siguiente, tengo ganas de comer un poco de shushi además...- se paró al ver la cara de desconcierto de Muriel.- ¿Qué pasa?
x- Nada,- contestó al poco sacudiendo la cabeza.- es que uno de los últimos demonios que me he cargado ha mencionado a los magos.
x- ¿Y¡Vamos! No sólo hay magos del tipo Harry Potter, Muriel, hay otros.
x- Ya, pero se suponía que los otros magos estaban extintos, si no recuerdo mal, el último lo mató Beltazor siendo la fuente cuando intentaba robarle un libro o algo así...
x- ¿Debería ser preocupante el que haya mencionado a los magos?
Entonces apareció Ezequiel entre el humo, se acercó a ellos y dijo:
x- No, lo preocupante es que al parecer les reclutaban para alguien que pretende acabar con nosotros.
x- ¡Venga ya!- continuó rebatiendo Mikel.- Chicos, sabéis que ningún demonio puede matarnos. El ser que más posibilidades tenía era la fuente¡y ya no existe!
x- Cuidado, porque para todo hay una primera vez.
x- ¿Y me lo dice Ezequiel¿Ese al que todos los demonios temen?- Mikel, al ver que Zeq se quedaba serio, se preocupó y también borró su sonrisa.- Venga, tío, deja de bromear que no mola...
x- ¿Es que tú también piensas que es serio?- le preguntó Rafael, Zeq asintió.- Pues entonces debe serlo.
x- Pues lo mejor es irnos ahora mismo y acabar cuanto antes con las otras dos.- habló Gabrielle con su voz helada.
x- Sí, esta estaba vacía pero la de Brasil no...- continuó Daniel.- así que a saber lo que nos encontraremos a partir de ahora.
x- Lo que significa que los que estaban aquí ya han ido a reunirse con su amo, donde y quienquiera que sea.- dijo Rafael.
Los demás asintieron, partirían de allí inmediatamente y eliminarían las otras dos antes de que aquel "ejército" pudiera reunirse del todo. Mientras fluctuaban fuera de la montaña, Muriel no pudo evitar pensar en Voldemort y Barbas...las escuelas demoníacas no podían estar relacionadas con ellos, no tenían tanto nivel o poder, a pesar de que Barbas era un demonio bastante famoso. Pero entonces...¿quién les mandaba¿Y por qué sabían de Hogwarts?
o0o0o0o0o0o
Los días fueron pasando sin ninguna novedad ni ningún ataque demoníaco más. No se sabía nada de Little Hangleton dado que nadie se atrevía a acercarse allí. Las Embrujadas llegaron a echar un vistazo desde un cerro cercano, desde donde vieron que Voldemort había utilizado un hechizo para que sólo se vieran cenizas en toda la zona, sin ningún signo de vida. Afortunadamente, los muggles lo habían tomado como que "unas pocas casas se habían incendiado" y pronto dejaron el tema a un lado...más o menos igual que los magos, que al ver que no pasaba nada más en los alrededores de aquel "Punto Negro", pensaron que había sido un ataque aislado.
En Hogwarts, Ron no había variado mucho su humor, con lo que Harry había acudido ya a sus hermanos Fred y George para que le ayudaran a levantarle el ánimo. Al principio les funcionó, pero luego el pelirrojo comenzó a cansarse del juego y les mandaba a la mierda en cuanto les veía. El último recurso de Harry había sido Phoebe, dado que Ron a pesar de todo seguía babeando en su clase, y ahí sí que habían conseguido unas cuantas sonrisas deslumbrantes cada vez que la profesora de adivinación hablaba con él...mientras que Hermione despotricaba contra Ron con argumentos como "Mira que tratar así a sus hermanos y hacer caso a una desconocida", o "Ron no tiene vergüenza", o "Si tanto le encanta la profesora Halliwell que se vaya a vivir con ella y se lleve con él sus malos humos"... entre otros.
Mientras, la Orden andaba investigando si Voldemort estaba haciendo alianzas con otras criaturas como los vampiros o los gigantes, sin encontrar demasiadas pistas...por no decir que no encontraron nada. Sin embargo, todavía se recibían muchos avisos de muggles y magos que decían haber visto a aquellos hombres que lanzaban fuego por las manos. Se sucedían pequeños ataques sin demasiada importancia, a los cuales toda la Orden seguía la pista para averiguar qué era lo que estaba pasando con Voldemort.
Uno de los más preocupados por todo lo que estaba cambiando en las filas mortífagas era Dumbledore, quien en aquellas dos semanas se había comenzado a ausentar casi todos los días para poder seguir rastros por sí mismo o con la ayuda de algunos miembros de la orden. Todas esas ausencias también le traían la preocupación de que dejando solo Hogwarts Voldemort pudiera atreverse a hacer algo...aunque confiaba en las Halliwell y en el resto de su personal, pero no podía evitar preocuparse.
Por ello, pocos días antes del 31 de Octubre y después de pasar horas y horas meditando sobre la decisión que iba a tomar, Dumbledore llamó a su despacho a Piper Halliwell:
x- He estado considerando esto desde hace...no demasiado tiempo, pero el suficiente.- le decía a la Embrujada cuando ésta se sentó frente a él.- Debo ausentarme durante un tiempo permanente de la escuela, tengo asuntos relacionados con Voldemort y la Orden a los que debo dedicar todo mi tiempo.
x- Entiendo.
x- Bien, entonces espero que no sea una sobrecarga para ti el que te nombre...
x- En absoluto, puedes estar tranquilo...- contestó rápidamente y con una sonrisa, Dumbledore ya le había planteado antes el tema, así que sabía bien a qué se refería.- aunque me gustaría plantearte ciertas cosas antes de que te vayas...
Así llegó el día de Halloween, en el que las únicas actividades que habría sería una cena especial y poco más. Lo más esperado de aquella fecha era que al día siguiente era fiesta y podrían estar en la cama hasta cuando quisieran...aunque en el caso de Ron y Harry, más bien debería decirse hasta que Hermione se lo permitiera, pues pretendía arrastrarles a la biblioteca a hacer sus deberes y tenerlo todo al día.
Aquella tarde, Phoebe y Piper hablaban en el aula de Defensa sobre lo que le había pasado a Arthur. Phoebe estaba preocupada, sobretodo después de la visita de Harry diciéndole los efectos en Ron del ataque a su padre.
x- No puedes hacer un hechizo de protección, Phoebe.- le decía Piper.- Cada vez que lo hacemos el tiro nos sale por la culata.
x- Lo sé, pero después de lo que he estado viendo de Ron cuando Harry vino a contarme todo aquello...
Piper suspiró, miró al techo un momento pensando en una solución...
x- Lo más que podemos hacer es un hechizo de alarma,- dijo.- además de que Paige sabrá cuando estén en peligro y podremos orbitar hasta ellos.
x- Sí...
x- Qué pasa.
x- Es lo que pasó en ese pueblo, Piper.
x- Ya sabemos que Voldemort está cogiendo poderes demoníacos, pero en cuanto le cojamos usaremos el poder de tres y le destruiremos...
x- No estoy muy segura de que vaya a ser tan fácil.
x- Phoebe, nos hemos enfrentado a toda clase de demonios y algunos de ellos eran mucho más poderosos que Voldemort.
x- ¿Cómo quién?
x- Mmmh...no me gusta tener que recordarte a Cole.- Phoebe dio un respingo.- Era la mismísima Fuente¿recuerdas? Y conseguimos matarle.
x- Sí, pero...
x- ¿Pero¡Phoebe¿Qué puede haber más poderoso que la Fuente?- su hermana se encogió de hombros.- ¿Cuál es el problema?
x- El problema es que ni siquiera Cole mataba inocentes de la manera en que Voldemort lo hace, Piper. Era gente seleccionada, cuya muerte tenía un propósito particular...no hemos conocido ningún demonio que vaya arrasando de esa manera.
x- Eso es porque ni siquiera ellos se atreven a exponerse...
x- Y ahí está el gran problema, que los Limpiadores no volverán a acercarse a nosotras...no después de lo que pasó la última vez.
x- Phoebe, dentro de poco Voldemort entenderá que puede matar muggles pero no de la forma en que lo hace, con lo cual tendremos unos cuantos miles menos de inocentes de los que preocuparnos.- su hermana parecía dudar.- ¡Tiene que dejarlos en paz! Es ley de vida mágica que si te expones a los mortales acabarán destruyéndote, y si él no lo averigua por sí solo Barbas se lo dirá.
x- ¿Y por qué iba a hacerlo?
x- No se habrían aliado si no fuera porque Barbas quiere algo de Voldemort, y que me parta un rayo si ese algo no es matarnos. Con lo cual nuestro pesadito demonio del miedo necesita al mago.
x- ¿Y para qué iba a necesitar Voldemort a Barbas?- Piper la miró como diciendo que era evidente.- ¿Harry?
x- Exacto.
x- ¿Pretenden matarle de un susto?- dijo Phoebe riendo.
x- Bueno, si Voldemort no ha podido con sus métodos...
x- Y si Barbas no ha podido matarnos con los suyos...
Las dos se miraron, escépticas de que ninguno de los dos consiguiera su objetivo, con lo que ambas se echaron a reír mientras decían:
x- Demonios ilusos...
o0o0o0o0o0o
x- Ron, por enésima vez, no ha habido noticias. El pueblo del que hablaba El Profeta está a tomar por culo de tu casa.
x- ¿Desde cuando la distancia es un problema para Quien-tú-sabes?
El pelirrojo acababa de mandar la décima lechuza de la semana para asegurarse de que sus hermanos mayores y sus padres estaban bien. Bill y Charlie se habían cansado un poco y le mandaron contestaciones más cortas de lo habitual como "Todo bien", "Ningún problema"... y en vez de tranquilizar a Ron, le había llevado a pensar que estaban secuestrados o poseídos o que alguien contestaba por ellos...
x- Soy capaz de ir a matar a Voldemort ahora mismo con tal de que deje ya de montarse paranoias. - murmuró Harry a Hermione mientras Ron dejaba ir una lechuza del colegio rumbo a Rumanía.
x- Igualmente.- contestó ella, luego se dirigió a su amigo.- Ron, esto es ridículo.
x- Hermione¿sabes qué? Deberías escribir a tus padres más a menudo.
x- Y tú deberías visitar a un psiquiatra.
x- ¿A un qué?
x- ¡Ooj,- dijo poniendo los ojos en blanco.- olvídalo.
Salieron de la lechucería mientras Ron murmuraba el tiempo que podía tardar la lechuza en volver con la contestación, y entonces volvió a empezar a montarse historias como que la lechuza era aniquilada por el camino y etcétera, etcétera, etcétera...
Cuando Hermione estaba a punto de lanzarle el encantamiento silenciador a Ron, Luna apareció por uno de los pasillos y se acercó a ellos.
x- Harry, Dumbledore quiere verte en su despacho, ahora si puede ser.
Él dio las gracias a Luna y se despidió de los otros dos, apresurándose en su camino al despacho del director. Esperaba que no hubiera pasado nada grave, algo que el Ministerio hubiera prohibido publicar en el profeta y que él no hubiera podido ver al haber cerrado su mente... pensó que debería plantearle el si de verdad fue buena idea que cerrara su mente, ya que podría ser un gran espía con ese método, ahora que lo controlaba.
Llegó a la gárgola, acordándose de que no sabía la contraseña...pero se encontró con que una vez más la escalera estaba abierta, así que subió sin demora y llamó a la puerta del despacho de Dumbledore.
x- ¡Pasa, Harry!
El chico entró en la sala, el Director estaba guardando algunos objetos en cajas de madera de distintos tamaños al fondo y Harry advirtió que el despacho estaba un poco más vacío de lo normal. Se acercó al escritorio lentamente, y al llegar miró al director y preguntó tímidamente.
x- ¿Ha...pasado algo?
x- No, Harry...- contestó tranquilizador.- Sólo quería tener unas palabras contigo antes de irme.
x- ¿Irse?
x- Tengo que dedicarme por entero a la Orden en estos momentos, Harry. Pero si necesitas cualquier ayuda de mi parte, las Halliwell o Minerva me lo harán saber.
x- Claro...¿puedo saber cuándo volverá?
x- Ni siquiera yo lo sé seguro, Harry, pero lo más probable es que sea después de Navidad.
x- Pero...pero...si se va...
x- No te preocupes por nada, Harry, lo dejo todo en buenas manos.
Cerró la última caja que estaba empaquetando y se fue a sentar tras su escritorio, invitando a Harry a hacer lo mismo con un gesto de la mano. El chico se sentó y miró con algo de aprehensión al anciano, le preocupaba el hecho de que se fuera, tanto por lo que podía pasar en Hogwarts como por lo que podía pasar fuera.
x- ¿Querías hablarme tú de algo antes de que me vaya?- le preguntó Dumbledore, sacándole de sus pensamientos.
x- Yo...- Harry pensó sobre algunas cosas que le habían rondado la cabeza aquellos días.- bueno, me preguntaba qué iba a hacer estas Navidades. No creo que mucha gente se quede dadas las...circunstancias¿no?- Dumbledore asintió.- Suponiendo que Ron y Hermione se vayan...bueno...Ron seguramente sí, está preocupado por su familia, y yo pensaba que pasaríamos la Navidad juntos...
x- Lo siento, Harry, me temo que tendrás que quedarte en Hogwarts estas Navidades.- el chico asintió, pero se le notaba su decepción.- Debes tener en cuenta que...
x- ...los pongo en peligro, lo sé.- dijo Harry con tono de culpabilidad en la voz.
x- Sabes que eso no es verdad.
x- ¡Ah, no?- gritó de repente.- ¿Entonces lo de Sirius por qué fue?
Dumbledore suspiró, mientras que Harry se cruzó de brazos y se recostó contra el respaldo del sillón con gesto malhumorado debido a su sentimiento de frustración. No quería pasar aquellas Navidades solo, aquellas en las que le faltaría un regalo...o siquiera una felicitación. La que más le hubiera gustado recibir en aquellos momentos.
x- Protegemos bien a los Weasley, Harry...
x- No se nota.- contestó enfadado.
x- ¡No podemos vigilarlos todo el día!- exclamó con tono desesperado.-¡Tenemos que atender ataques¡Los Weasley participan con la Orden¿Qué quieres que haga?
x- Algo más que lamentarse, para variar.- Dumbledore resopló y Harry cogió aire para continuar.- Tal vez yo debería espiar a Voldemort a través de mi conexión con él.
x- ¿Qué estás diciendo?
x- Bueno, si Snape es un inútil porque no es capaz de anticipar la destrucción de un pueblo entero, tal vez yo pueda...
x- Eso que ni se te pase por la cabeza.- le dijo amenazándole con un dedo.
x- ¡Por qué¿Por qué no?
x- El profesor Snape está haciendo cuanto puede, sus noticias son escasas porque algo está cambiando en las filas de Voldemort, y no es bueno.
x- Eso ya lo ha notado el señor Weasley¡y todos!
x- Harry, estoy seguro de que la profesora Halliwell se ha esforzado mucho por conseguir que cerraras tu mente. Te prohíbo que vuelvas a abrirla y menos para ver esas cosas.
x- O más bien para que Voldemort no vea la profecía.
x- Sabes perfectamente que lo último que nos hace falta es que él se entere de su contenido íntegro, Harry.
x- ¿Por qué¡Seguro que se acabará enterando¡Seguro que ese tal Barbas le está ayudando!- comenzó a alterarse, así que se levantó de la silla y comenzó a pasearse.- ¿Y qué sentido tiene¡Yo no creo en la profecía!
Dumbledore cerró los ojos, como si lo que acabara de escuchar de boca de Harry fuera una mala noticia, pero el chico se mantuvo firme porque era verdad. Desde que la oyera en aquel mismo despacho, había dejado de creer en la profecía día tras día...hasta el punto de que en aquellos días la consideraba una farsa, una tontería, y poco podía hacer la gente por hacerle cambiar de idea.
x- Harry, tú oíste ya una profecía de la profesora Trelawney, hace casi tres años, sabes que son verdaderas.
x- ¡Me da igual¡Estoy decidido, profesor¡No voy a sacrificar a más personas por protegerla¡Es más, estoy deseando que Voldemort me de una razón para contársela!
x- No puedes hablar en serio...
x- ¿Por qué no? Ese poder no existe...
La expresión de Dumbledore cambió por completo y Harry comenzó a arrepentirse de todo lo que había dicho. De estar calmado e intentar hacer entrar en razón a Harry pasó a tener una mirada implacable que hizo que el chico se quedara estático junto a la silla, su rostro se ensombreció por la ira...Harry tragó saliva y Dumbledore comenzó a contestar, no sólo a lo que acababa de decir, sino tal vez a muchas más discusiones anteriores...
x- ¡Te bastaría saber que pones a personas inocentes en un peligro muy serio?- gritó.-¡Que tú no creas en la profecía no importa¡Existe y punto¿Crees a caso que me deleito viéndote así¿Crees que me divertí cuando Sirius cayó por el velo¿Crees que me gusta ver cómo Voldemort destruye todo lo que hemos construido?
Harry bajó la cabeza y todo rastro de enfado o de fiereza desapareció de su rostro, se apoyó a la silla pensando en lo que el director le estaba diciendo.
x- Dices que no te conozco, Harry...- continuó Dumbledore con un tono más calmado pero mucho más frío.- puede que no, pero tú a mi tampoco ni sabes cómo me siento, así que deja de ser tan egoísta y afronta la verdad.
x- ¿Cuál?- levantó la vista y miró al director a los ojos.- ¿Que no he nacido para vivir una vida normal sino para morir derrotando a un mago tenebroso?
Dicho eso, se dio la vuelta y fue hacia la salida. Oyó que Dumbledore murmuraba a su espalda:
x- Harry...
x- No, tiene razón, soy muy egoísta.- contestó sin detenerse ni darse la vuelta.- Discúlpeme si de aquí en adelante prefiero morir por los demás en vez de preocuparme de pasar este curso o ganar la copa de Quidditch, es cosa de mi egoísmo y mi arrogancia. No puedo evitarlo.
Sin decir nada más, salió por la puerta y la cerró de un portazo. Anduvo por los pasillos con una sensación de amargura que jamás había sentido antes, de injusticia, de tristeza...de Dumbledore era de la última persona que esperaba que le dijera eso, o al menos, que le diera a entender que su cometido aquí era matar a Voldemort e irse luego con él al Infierno y nada más. Le había pedido que afrontara la verdad, muchas veces le había pedido ser valiente...pero nunca había hecho como aquella voz, nunca le había dicho "cuenta conmigo". Harry le defendió contra Riddle en la cámara...bueno, supuso que aquello estaba pagado después de que Dumbledore le defendiera en el juicio de año pasado. ¿Pero es que en eso consistía¿En favores que luego hay que devolver¿No había nada más?
"Y la voz tiene razón, tengo miedo...", pensó. Porque lo tenía, no a Voldemort, no a sus amigos extraños o a su ejército...no temía por sí mismo, sino por sus amigos. Le daba igual lo que le pasara a él, por horrible que fuera, si con eso ellos estaban a salvo...para él mismo sólo tenía un miedo, y era que esa lucha fuera en vano, que estuviera solo, que todo fuera un error.
"No puede ser un error, no debe ser un error...estoy en el bando correcto y soy la persona indicada...¿verdad?", pensó.
Se sentía totalmente perdido, no tenía a nadie con quien consultar nada...no confiaba en lo que le dijera Dumbledore, no le bastaba.
De repente, se paró en seco en medio del pasillo y pensó en la única persona que probablemente sabría bastante bien cómo guiarle en el asunto...
Y ese alguien era Phoebe Halliwell.
Unos diez minutos después, estaba entrando en el aula de Adivinación, donde la profesora lo recibió amablemente y le invitó a té mientras ella tomaba algo más fuerte. Harry pensó que aún se le hacía raro estar en aquella clase y que no le predijeran su muerte o le asaltaran con profecías raras.
x- Bueno¿a qué debo tu visita?- le preguntó Phoebe.- No tendrás problemas con la oclumencia¿verdad?
x- No, no...para nada.
La Embrujada le invitó a sentarse en el mismo sillón que estuvo usando en sus clases de oclumencia mientras ella, como siempre, se sentaba enfrente suyo. Harry dio un sorbo a su taza de té y se quedó mirando a la profesora...casi pudo notar que estaba adivinando la razón de su visita, sobretodo por su mirada.
x- ¿Preocupado por lo que dicen los periódicos?- dijo ella al fin.
x- Bueno...la verdad es que fue bastante...brutal¿no crees?
Phoebe asintió pero no dijo nada más, sino que esperó a que Harry hablara:
x- Yo...- comenzó.- me preguntaba si...
x- ¿Si yo puedo evitar cosas así ya que soy adivina? Algunas sí, Harry, pero no todas. Creo que es obvio.
x- Claro.
x- Me gustaría haber podido evitarlo...- dijo con la mirada perdida en algún punto de la habitación, luego bajó la voz hasta casi un susurro, recordando palabras olvidadas hacía tiempo.- No podemos salvarlos a todos...
x- ¿Perdón?
x- Nada, nada...hablaba conmigo misma.- dijo, pero entonces cambió de tema.- ¿Por qué no tienes Adivinación este año?
x- Malas experiencias.- Phoebe asintió en señal de entendimiento.
x- Ya veo...suele pasar, la gente no siempre cree en estas cosas. Ni siempre hay que creerlas, claro.
x- ¿Cuándo sabes si es o no es verdad?
x- Eso nunca puede saberse seguro, puede que sea o que no...tal vez eso dependa de ti.- Harry la miró confuso.- Dependerá de cómo recorras tu camino.- hizo una pausa mientras daba un trago a su vaso, luego suspiró y continuó.- A veces ser Adivina es como el trabajo de un detective, seguimos pistas que nos llevan a una conclusión. Aunque he de admitir que esas pistas a veces son menos reales que las de los detectives.
x- ¿Cómo qué pistas?
x- Las cartas del tarot, por ejemplo, nos pueden hablar del pasado de una persona. Las líneas de la mano también...muchas cosas.
x- ¿La bola de cristal?
x- Esa se me da mal.- admitió con una sonrisa.
Se quedaron en silencio por un momento, Harry apuró su taza de té y la dejó encima de la mesita entre ellos. Sentía que podía confiar plenamente en Phoebe...algo, por otro lado, contradictorio. Si su hermana no resultaba ser buena¿no era lógico que ella tampoco lo fuera? Pero alguien como ella no podía ser mala, no es que no tuviera cara...simplemente es que no podía serlo. Sentía esa sensación de que estás convencido de algo, sin saber por qué, pero sabes que es así...
Tal vez Piper simplemente tuviera un problema con él, dado que a Ron le caía bastante bien y Hermione la veía buena profesora...¿y por qué siempre tenía alguna clase de problema con el profesor de Defensa?
Miró de nuevo a Phoebe, que esperaba a que él hablara mientras miraba al techo de la clase...era el momento de arriesgarse. Ella ya había demostrado ser fiable con la oclumencia, esperaba que lo fuera en todo lo demás, así que inició de nuevo la conversación.
x- ¿Le he hablado de que Trelawney pronosticaba mi muerte cada año que entraba en su clase? O cada semana, si podía...
x- Bueno Harry, morir, seguro moriremos algún día...x- contestó Phoebe entre risas mientras volvía a mirarle.- No hay nada nuevo en eso.
x- Ya bueno, pero no creo que la muerte por viejo fuera exactamente en lo que ella pensaba cuando me lo decía.
x- ¿Quieres acaso que vea tu futuro?
x- Ehh...- comenzó, pero de repente se lo pensó mejor.- no, mejor no. Prefiero verlo por mí mismo.
x- Eso está bien. Además, Minerva tiene razón, esto de la adivinación es muy impreciso...porque cambia todo el tiempo. Yo puedo decirte ahora lo que va a pasarte...no sé, mañana...y tal vez diciéndotelo ya lo esté cambiando, o tal vez esté llevándote a ello.
x- ¿Qué quiere decir?
x- La profecía, por ejemplo...
x- ¿Cómo sabe...?
x- Soy profesora de Adivinación, Harry, me ofendes.- el chico se calló, sorprendido de que DE VERDAD alguien consiguiera adivinar cosas así.- Como te decía, la profecía llevó a Voldemort a cumplirla...a sellarla, por decirlo de alguna manera. Tal vez si Él no se hubiera enterado nunca, tú no tendrías esa cicatriz y la profecía habría sido en vano...
x- ¿Eso es posible?- preguntó, Phoebe se encogió de hombros.
x- Nunca lo sabremos.
Harry se quedó un momento en silencio, sopesando la posibilidad y cómo hubieran sido las cosas de no ser porque alguien le dijo a Voldemort la profecía...¿podría no haber matado a sus padres? Tal vez, si la hubiese descubierto el año pasado...¿en vez de Sirius habría podido morir su padre tras el velo¿Cómo habría sido su infancia sin los Dursley?...¿Habría podido tener algún hermano o hermana?
Se sacudió la cabeza de aquellos pensamientos, que ahora le parecían absurdos, no podía cambiar el pasado y pensar en posibilidades no le ayudaba nada con sus problemas reales. Levantó la vista y miró a Phoebe, tomando una decisión algo precipitadamente, pero que sabía que de otro modo no podría hacer lo que estaba a punto de hacer:
x- Me gustaría contarle algo...necesito la opinión de un experto.
x- Eeeh...¿yo?- dijo Phoebe, sorprendida.
x- Sí.
Entonces Harry cogió aire y Phoebe se sentó enfrente suyo. El chico comenzó a relatar los sucesos del departamento de misterios...hasta llegar a la profecía, su existencia no sorprendió a Phoebe, dado que ya sabía de ella...fue el contenido exacto lo que la descolocó. Al acabar, ella tenía los labios fruncidos en gesto pensativo.
x- ¿Qué quieres saber?- le preguntó al cabo a Harry.
x- No sé...la verdad es que no sé que espero, o qué esperan de mí...- suspiró y bajó la cabeza.- Estoy totalmente perdido.
x- Supongo que pensarás que estás atado a lo que dice la profecía.- dijo ella, Harry asintió.- Bueno, no voy a mentirte Harry...simplemente va a pasar.
x- Tengo miedo de...
x- ¿Perder? No puedes perder, Harry.
x- ¿Cómo estás tan segura?
x- ¡Eres el bueno! El bueno siempre gana.
x- Pero esto es el mundo real, no un cuento.
x- Entonces considérate el malo.- Harry se echó a reír.- Alguien como Voldemort no puede durar, por mucho que quiera. El mal durará siempre, sus "representantes" tienen que cambiar constantemente...y al bien le pasa igual.
x- ¿De nuevo con dichos¿No le habrá salido mal otro hechizo?
x- No, pero aprendí mucho del anterior...- dijo con una extraña sonrisa.
x- ¿Y qué quiere decir esta vez?
x- Pues que, según he oído, Dumbledore ya venció en su día a un mago oscuro. Ha habido magos oscuros siempre, y han sido vencidos...¿qué te hace pensar que tú no podrás con el tuyo?
x- Pues que sólo soy un enano...y no me vale el cuento de David y Goliat.- dijo cuando Phoebe parecía que iba a decirle algo así.
x- ¿Te vale el de El Señor de los Anillos?
x- ¿Cuál?
x- ¿No lo has leído?- Harry negó con la cabeza.- Inculto...no tienes infancia.
Harry volvió a reír, mientras Phoebe daba un sorbo a su vaso.
x- Pues deberías leerlo¿sabes?- dijo ella al poco.- Cogerías unos cuantos buenos consejos.
x- ¿Ah, sí¿Cómo cuáles?
x- Como que por muy nefastas que se pongan las cosas, todavía debes seguir luchando porque aún queda algo por lo que hacerlo...siempre queda algo.
Se hizo un silencio entre ellos, Harry se paró a meditar las palabras de Phoebe... era cierto, aunque se hubiera ido Sirius aún quedaban sus amigos, los Weasley, Remus... y en última instancia, siempre quedaría el hecho de seguir luchando sólo porque Voldemort no consiguiera su propósito, aunque a él no le quedara nada.
x- Una vez más, Harry, te diré la verdad.- continuó Phoebe.- Voldemort es poderoso, muy peligroso y tiene recursos...y una vez más¿por qué no ibas a tener tú eso por igual?
x- ¿Lo dice por aquello de "lo marcará como a su igual"?
x- Hey, que salves inocentes no significa que seas inocente tú también...- le dijo con una mirada maliciosa.
x- Yo no quiero ser como Voldemort,- contestó a la defensiva.- ni muchísimo menos.
x- Ni yo te estoy diciendo que debas seguir sus pasos, Harry, solamente que no tienes que ir de santo¿sabes? No porque se supone que debas "salvar al mundo" tienes que ir en plan bueno.
x- ¿Y qué debería hacer¿Convertirme en un demonio?
Aquella frase pareció descolocar a Phoebe del todo, pero sacudió la cabeza decidiendo ignorar aquel comentario, y siguió hablando:
x- Tal vez dentro de un tiempo te pueda contar una historia...
x- ¿Sobre qué?
x- Otro consejo que voy a darte, Harry, es que el camino que estás andando ahora ya ha sido andado por otras personas antes que tú. Un día te contaré la historia de una de esas personas para que aprendas de su experiencia.
Harry sonrió, de veras que Phoebe le parecía la única persona que de verdad le estaba ayudando, y se le hacía difícil creer que ella era la hermana de Piper Halliwell. Tomó un último sorbo de su taza de té y se levantó del sillón, ya que debía irse ya al Gran Comedor.
x- Gracias, Phoebe.
x- ¡Hey! Se supone que vas a salvarnos¿no? Entonces habrá que ayudarte, ya sabes que puedes contar conmigo.
Harry se quedó un momento estático, completamente congelado... pero al segundo sacudió la cabeza y se despidió de Phoebe mientras bajaba las escaleras y se iba hacia el Gran Comedor para cenar.
Mientras bajaba las escaleras, pensaba sonriendo en que ya era la segunda vez que le decían aquello de "cuenta conmigo", y se animó un poco al pensar que tal vez de repente sus seres queridos comenzarían poco a poco a decírselo...
También pensaba que cada vez que visitaba a Phoebe y tenía una charla con ella, salía más animado...incluso aquella vez en que estaba vestida de griega, que le resultó ser la clase más extraña y más breve de oclumencia que había tenido nunca, pero a la vez la más constructiva de todas. Pensó que tal vez Ron debería tener charlas con Phoebe más a menudo... y también pensó que en ese caso debería regalarle unos cuantos cubos de plástico a su amigo para que no inundara la clase de Adivinación.
Estaba sumido en esos pensamientos cuando chocó ni más ni menos que con Remus, que estaba entrando por la puerta principal. Se le notaba cansado y algo agobiado, pero al menos no tenía esa cara habitual de cuando se ha tomado la poción o está a punto de transformarse. Al verle, Lupin le sonrió y le saludó:
x- Hola, Harry...¿qué tal estás?
x- Genial¿cómo os va a vosotros?- Remus se encogió de hombros.
x- ¿Y tú Harry¿Cómo estás?
Él sabía exactamente a lo que se refería Lupin, así que bajó la mirada y se encogió de hombros, contestando a continuación:
x- No he tenido tiempo de pensar en Sirius.- Lupin le miró sorprendido, sobretodo por el hecho de que hablar del tema no le molestara ni le afectara ya decir su nombre.- Ron no está pasando un buen momento, está asustado...- entonces Harry miró a Lupin con una expresión preocupada.- Yo también lo estoy, Remus.
Lupin se acercó a Harry y puso una mano en su hombro en gesto de apoyo.
x- Lo sé, Harry, y serías un loco si no lo estuvieras. Sólo ten confianza...
x- Que tenga fe¿no?- Lupin asintió.- Eso me lo han dicho mucho últimamente.
x- Sí,- contestó el auror con una ligera risa.- bueno...
x- Remus, eso no os salvará de la muerte, me da igual lo que diga la gente.
x- ¿Quién dice qué? Harry...oye, ni puedo ni voy a prometerte que no nos pase nada. Es algo que...bueno, tienes que tenerlo presente.
x- Ese es el problema.- contestó en tono triste.
x- No vamos a desaparecer cuando nos vayamos, Harry...los fantasmas de Hogwarts son prueba de ello.- el chico asintió.- Si admites eso¿por qué entristecerse así? No van a estar con nosotros ni van a compartir nuestras vidas como si estuvieran vivos...pero están ahí¿verdad?
Harry le sonrió, pues Lupin tenía razón...si sus padres, si Sirius...si ellos seguían ahí, en alguna parte donde algún día volverían a estar juntos, aunque ese día no fuera mañana...pero si llegaba ese día¿por qué estar tan triste? Tal vez por eso, porque no iban a compartir muchas cosas...Sirius no volvería a verle jugar Quidditch, ni sus padres le habían visto crecer y meterse en tantos líos como su padre solía hacer... aunque tal vez, desde alguna parte, estaban mirando cada paso que daba. ¿Y estarían orgullosos de él?
Se había quedado tan callado y tan taciturno, que Lupin se acercó más a él y le dio un fuerte abrazo que reconfortó mucho a Harry, quien lo correspondió en seguida. Remus, en sus pensamientos, se alegraba mucho que Harry hubiera cambiado desde Septiembre. Sabía que aún se estaba acostumbrando a vivir sin Sirius, al igual que él, pero el que estuviera aún ahí intentando hacer algo, preocupándose por los demás...como había hecho desde que había llegado a Hogwarts, eso le reconfortaba. Había temido por un momento que perderían a ese Harry que había conocido años atrás, para cambiarlo por otro chico sumido en la oscuridad... supuso que sus amigos habían tenido mucho que ver en ello, y quién sabe si también Phoebe Halliwell. Sonrió ante ese pensamiento, mientras se separaba del chico y le decía:
x- Has sido muy fuerte, Harry. Por Ron has dejado de pensar en Sirius y te has ocupado de él...
x- Bueno, Sirius está muerto...- los ojos se le volvieron vidriosos pero su voz era firme.- Es inútil que me preocupe de personas que ya no están conmigo¿no? Phoebe tiene razón, no dejaré de pelear siempre y cuando tenga algo por lo que hacerlo.
x- ¿Phoebe te ha dicho eso?- Harry asintió.- ¿Está en su clase?
x- Sí, acabo de bajar...le...bueno...le he pedido consejo acerca de la...profecía.
x- Me alegro que confíes en ella, y por la cara que traes parece que te ha aconsejado bien.
x- Sí...- contestó con una ligera risa.- Para un año que no doy adivinación y por fin hay una adivina de verdad. Ron por lo menos puede disfrutar de ello...y no veas lo que disfruta.
Ambos se echaron a reír.
x- Me lo imagino.- dijo Lupin.- Y ya que lo dices, voy a subir a hablar con ella...
x- ¿Vas a que te lea las manos?- preguntó Harry con un tono pícaro, Lupin le miró con una ceja alzada y serio...pero con las orejas enrojecidas.
x- No, sobre lo que pasó en el pueblo muggle.
x- Ah, bueno...adelante.
x- Borra esa sonrisa de tu cara¿quieres?
x- ¿Qué pasa?- contestó haciéndose el inocente.- No estoy sonriendo de ninguna manera, al igual que tú no estás rojo de ninguna manera...
x- Malpensado.- murmuró Remus mientras subía las escaleras hacia la torre.- Más te vale que vayas pronto a cenar, Dumbledore tiene algo importante que anunciaros hoy.
Harry se dio la vuelta hacia el gran comedor mientras murmuraba:
x- ¿Una boda?
x- ¿Decías?- dijo Remus con un tono claramente molesto.
x- Que voy ahora.
Lupin siguió subiendo con un gruñido mientras que Harry se partía de risa por dentro.
Cuando llegó al Gran Comedor, Ron y Hermione ya estaban sentados a la mesa y al llegar Harry le preguntaron sobre el encuentro con Dumbledore. El pelinegro contestó escuetamente, dando a entender a sus amigos que no había ido muy bien y que no quería hablar demasiado sobre ello. Quiso contarles la charla que había tenido con Phoebe, pero eso implicaba revelar la profecía...decidió que tenía que contarles sobre ella, y pronto, o reventaría.
Antes de que los platos se llenaran de comida y empezara la cena, Dumbledore pidió silencio y todo el comedor dirigió su mirada al director, que cuando los murmullos se acallaron comenzó a hablar:
x- Bien, señoras y señores, todos tienen conocimiento de los nefastos acontecimientos que están teniendo lugar en el mundo mágico estos días.- hubo murmullos de triste asentimiento.- Debido a ello el Ministerio de Magia está empleando todos sus recursos a su alcance, todos debemos colaborar en detener esta guerra sin sentido...y una de esas personas soy yo. Por ello, me veo obligado a dejar Hogwarts durante una pequeña temporada.- todo el comedor lanzó exclamaciones de asombro, mientras que Harry notó que se le iba el color de la cara.- Pero nadie ha de preocuparse, pues dejo la escuela en una de las personas más capaces del mundo mágico, con el carácter suficiente para dirigir Hogwarts y mantenerlo a salvo de cualquier ataque. Así pues, tengo el honor de nombrar como mi sustituta temporal a la señora Piper Halliwell.
Piper se levantó y hubo muchos aplausos por la sala, sobretodo en Hufflepuff y en Gryffindor, la Embrujada sonrió y volvió a sentarse. Hermione sonreía y Ron aplaudía, pero ambos dejaron de hacerlo al ver la cara de Harry...
x- ¡Harry!- exclamó Ron.-¿Estás bien?
x- Ron, voy a vomitar.
x- ¿Qué¿Por qué?
x- Esto...esto es una pesadilla, una pesadilla horrible. Voldemort me está torturando...
x- Harry, no digas tonterías.- le dijo Hermione.- La profesora Halliwell es la mejor opción que Dumbledore haya podido elegir.
x- ¿Ah, sí¿Para qué¿Matarme?
x- ¡Venga ya!- se quejó Ron.- Es una profesora genial.
x- Sí, también nos pareció genial Barty Crouch¿a que sí?
x- ¿Quieres dejar eso de una vez?- dijo Hermione con tono serio.- Si las Halliwell salvaron al padre de Ron no pueden ser espías de Voldemort, o de lo contrario le habrían dejado morir.
Harry no contestó, simplemente se tapó la cara con las manos y lanzó un gruñido. Había decidido confiar en Phoebe, pero no estaba seguro de querer dar ese paso con Piper...
La cena comenzó, aunque el pelinegro no comió demasiado... y, desgraciadamente, comprobó que Ron aún no había vuelto a la normalidad, pues tampoco comía como siempre. Al menos, parecía que las últimas noticias y las últimas emociones iban distrayéndole de lo sucedido con Malfoy, y una distracción más fue el hecho de que Hermione les fuera amenazando durante todo el camino de vuelta a la torre de Gryffindor que iban a levantarse temprano para ponerse a estudiar. Ron asentía ante lo que decía la chica, con la esperanza de que se quedara esperando en la sala común a que ellos se levantaran...que podía ser tarde. Sin embargo, Harry sabía que Hermione iba a conseguir que despertaran a la hora que ella quisiera.
A la mañana siguiente, tal como Harry pensó, Hermione aporreó la puerta de la habitación a las diez de la mañana (una "hora intempestiva", según los chicos) y después de que se arreglaran un poco las greñas les arrastró al gran comedor para desayunar.
Al llegar, parecía que no eran los únicos que tenían el mismo plan que Hermione. Seamus también estaba en el comedor, al igual que Ginny y muchos gryffindors de séptimo curso y de quinto... los de cursos más bajos debían de estar durmiendo. A pesar de ser fiesta el comedor estaba bastante lleno de gente.
Harry miró a la mesa alta, allí ya no estaba Dumbledore, sino Piper con sus hermanas y el profesor Perry, McGonagall, Sprout y Hagrid. Piper no había ocupado el asiento central de la mesa, que correspondería al director, sino que estaba en su sitio de siempre. Aquel gesto, a pesar de todo, agradó a Harry, aunque aún no le bastaba para cambiar la opinión que tenía de ella.
Se sentaron a la mesa, dejando con un sonoro estrépito sus mochilas para recordarle a Hermione lo molestos que estaban por levantarse temprano. Al poco de empezar el desayuno llegaron las lechuzas, como siempre, una se fue a posar al lado de Hermione con un ejemplar de El Profeta. Harry lo cogió primero ya que su amiga estaba demasiado ocupada dando la vara a Ron con la necesidad de "estar al día", y lo que leyó en los titulares le dejó cabreo para toda la jornada...
Cornelius Fudge se da de bajaTras los desafortunados incidentes de la semana pasada. Nuestro Ministro de Magia ha decidido retirarse por el momento de su cargo para, según él, reponerse del terrible ataque a su persona.
El sustituto será nombrado en los próximos días por votación del Wizengamot, ya que se trata de un retiro temporal. Sin embargo, muchos miembros de la comunidad mágica y del Ministerio han protestado enérgicamente contra la decisión del Ministro de abandonar su puesto en esta situación de extrema necesidad, pero dado el estado nervioso en que se encuentra el señor Fudge, incluso los medimagos han aconsejado el retiro.
La baja se dará a partir de mañana, pues el ministro tiene previsto un último compromiso oficial que desea cumplir antes de retirarse.
x- Increíble, esto es indignante, intolerable, inadmisible, insultante, inconcebible, inmoral, in...
Harry bufó y tiró el periódico a un lado en la mesa, sobre el beicon, con lo que empezó a mancharse de grasa. Hermione lo recogió con la punta de los dedos, lo leyó por encima y lo puso doblado bajo su plato del desayuno. Miró a su amigo, que estaba maldiciendo a todo bicho viviente por lo bajo.
x- Tranquilo, Harry, es normal.- le dijo.
x- ¿Normal¡Desde cuando ese hombre es normal¡No te jode¿Y los demás afectados qué? Él se toma unas vacaciones sabiendo que estamos en guerra, sabiendo que hay gente que puede morir, que hay que luchar...- viendo la miraba que le dedicaba Hermione para que se callara, suspiró y se calmó.- Lo que tendrían que hacer es echarle y a tomar viento.
x- Yo más bien creo que lo que van a hacer es darle vacaciones permanentes.- dijo Seamus.- Ya ves que el Wizengamot y el Ministerio no se han tomado nada bien esta decisión.
x- Merlín te oiga, Seamus.- comentó Harry.
Entonces se oyó el golpeteo de una cuchara contra una copa, sonido que inconfundiblemente simbolizaba al director pidiendo atención o silencio. Todos miraron hacia la mesa alta, donde Piper se había puesto de pie, dispuesta a anunciar algo. Harry se temió algún decreto educacional como el año pasado...
x- Buenos días a todos.- el silencio se implantó en el comedor.- Dado que desde hacía unos días ya teníamos prevista esta situación, estuve hablando con el profesor Dumbledore y llegamos a un acuerdo...sobre Quidditch.
Piper dejó que sus palabras hicieran efecto en el comedor, que por supuesto conllevaron murmullos, a Ron se le iluminara la cara al igual que a Ginny y que Harry se atragantara con la leche. Entonces Piper continuó:
x- Durante mi periodo de directora he decidido reimplantarlo, con la esperanza que con las medidas de seguridad que he puesto al campo basten para alejar cualquier ataque. Por ello quiero que todos los miembros de los equipos de las cuatro casas se presenten esta tarde en el despacho del director para hablar de los horarios, miembros y otros asuntos que necesiten ser resueltos.- los estudiantes apenas podían contener murmullos y grititos de emoción.- Y si al final se prueba que el campo es seguro, aun cuando vuelva el director se seguirá jugando como de costumbre en otros años.
De repente, las mesas de las cuatro casas estallaron en aplausos, todos más felices que unas pascuas por que el Quidditch volviera. Harry no pudo evitar sonreír, aunque más pensamientos y paranoias le inundaran la cabeza...¿diversión asegurada o desgracia asegurada?
La voz de Ron le sacó de sus historietas.
x- Qué mala es Piper¿verdad Harry?- le dijo sarcástico.- Implantando el Quidditch de nuevo, con lo que odiamos ese asqueroso deporte...
x- Ya veremos, Ron, ya veremos.
Sin más, se puso a desayunar mientras examinaba el resto de las mesas de las casas...hasta Malfoy alucinaba por la noticia y la comentaba entusiasmado con Crabbe y Goyle, aunque según Harry, parecían estar hablando sobre algo más, dado lo pegados que estaban los tres hablando del tema...
En su mesa, todos se habían arrebujado discutiendo sobre cómo serían los equipos, ya que ahora debían ser prácticamente nuevos salvo por Harry y Ron, que repetirían, mientras que para los demás puestos había que hacer pruebas de selección. Aunque Fred y George aún estaban en la escuela, no estaba seguro de que fueran a continuar en el equipo de Quidditch teniendo que estudiar para sus exámenes y llevando la tienda de bromas al mismo tiempo. Y también había que ver quién iba a ser el capitán...
Aquel pensamiento le provocó un nudo en el estómago, lo más normal era que lo eligieran a él por ser el más antiguo de los presentes en el equipo de Gryffindor...y él estaría encantado, aunque otra cosa era estar preparado. Ocuparse de los entrenamientos era algo para lo que no se veía hecho...siempre había tenido de ejemplo a Oliver Wood, y el año pasado no les fue muy mal después de todo¿pero con él?
Pronto el desayuno acabó y Harry tuvo que salir de sus ensoñaciones para poder concentrarse con los deberes, ya que fue arrastrado a la biblioteca junto con Ron.
Mientras, Piper también se había levantado de la mesa y se había ido junto con Chris a comenzar el que sería uno de los días más agotadores en su estancia en el mundo de los magos. Aceptar la petición de Dumbledore no le había sido difícil, después de todo tendrían más control sobre la escuela si ella estaba el mando pero...ser directora de un colegio no era sólo mandar, sino también atender a un montón de responsabilidades. Y una de ellas se había convertido en recibir ni más ni menos que a Cornelius Fudge.
En ese momento, Chris la habló devolviéndola a la realidad:
x- Te has hecho la más querida de la historia de la escuela¿eh Piper?
x- Carisma, mi joven padawan, carisma.- contestó, Chris se echó a reír.
x- Esta tarde, después de lo de los equipos, podríamos ir a celebrarlo al pueblo, así descansamos un poco.- dijo él.
x- No puedo, Chris, en cuanto me nombraron directora, el Ministerio este extraño me envió una carta, Fudge en persona quiere verme esta misma tarde.
x- ¿Para qué?
x- Según Dumbledore, meter las narices.
x- ¿Y qué vas a hacer?
x- Cortárselas con un cuchillo jamonero.
x- Aaaah, ya veo...¡La chef asesina al ataque!- dijo, Piper sonrió con malicia.
x- Puede que no les asesine... pero desde luego del despacho no salen impunes.
x- Esa es Piper Halliwell...- dijo con orgullo, la Embrujada le miró entre sorprendida y halagada por el comentario, mientras que la mirada del luz blanca se perdía en el vacío.- De todas maneras¿por qué te preocupas del Ministro?
x- Bueno, tendremos que aparentar por ahora que hemos sido "magas" durante toda nuestra vida y que por lo tanto...
x- Ya, ya te sigo...que por lo tanto tendréis que hacer como que todo eso os preocupa.
x- Exacto.
x- ¿Y eso de por ahora?
x- Vamos, Chris, sabes que nos acabarán descubriendo...
El luz blanca hizo una mueca con la boca, se metió las manos en los bolsillos de sus pantalones y dijo:
x- No sé si es buena idea.
x- ¿Y desde cuándo estás de acuerdo con Leo?
x- No es que esté de acuerdo con él...- Piper le miró, escéptica.- Es sólo que...
x- Nada tiene que hacer Voldemort contra las Embrujadas.- le dijo ella claramente orgullosa de sí misma.
Chris se detuvo y la vio alejarse, aún con la cabeza bien alta...de repente, los pensamientos del luz blanca se tornaron sombríos al recordar el futuro del que provenía...un futuro en el que no había más Embrujadas que lucharan orgullosas contra sus enemigos. Y lo peor de todo, y lo que más angustió a Chris, era que no sabía exactamente el origen de tan nefasto destino. A eso había llegado, a combatirlo, pero aquella odisea con los magos no hacía sino confundirle¿cuándo se suponía que aparecería aquel demonio? Chris no le recordaba, es más, dudaba de haberlo visto alguna vez...sólo sabía que era el inicio del fin, y que debía eliminarle costara lo que costara.
x- ¡Hey, Chris¡Vamos!
Miró a Piper, que le esperaba en la otra punta del pasillo... pensó que, de todos modos, algo estaba cambiando. Quizá su futuro ya era distinto, pues tampoco recordaba que en su vida se hubiera mencionado nada de unos magos. Siguió a Piper hacia su despacho, le quedaban aún muchas cosas por hacer...
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Aquella tarde, poco después de las cinco, Fudge se presentó en la puerta principal de la escuela, donde salió a recibirle Filch y le guió hasta el despacho del director, donde se encontraba en ese momento Piper. Sin embargo, el Ministro no quiso venir solo...o más bien, no le dejaron venir solo. Ni más ni menos que la infame Dolores Umbridge la acompañaba a su entrevista con Piper. Fudge pensó desde un primer momento que el que Umbridge viniera con él iba a ser una influencia negativa, sobretodo si Piper se había enterado de los sucesos del año anterior... sin embargo, siempre cabía la esperanza de que no estuviera molesta con ello, o incluso, que estuviera de acuerdo con los métodos de Dolores.
Llegaron a las puertas del despacho, y antes de entrar Fudge respiró hondo mientras su acompañante alzaba la cabeza en gesto orgulloso. Las puertas se abrieron, dejando ver a Piper de pie al lado de su escritorio, esperando para recibirles. La primera impresión que el Ministro recibió de la Embrujada fue que era una mujer sensata y tranquila...aunque había algo en su expresión que le indicaba que más le valía tener tacto.
x- Buenas tardes, señores.- dijo Piper amablemente.- Por favor, siéntense.
x- Gracias, profesora Halliwell.- contestó Fudge sentándose, Umbridge hizo lo mismo sin decir nada.
x- Bien...- continuó ella mientras se sentaba también.- ¿puedo saber a qué debo la visita?
Fudge se tomó su tiempo, pensando bien sus palabras, pues le parecía que Piper tenía poca experiencia pero su rostro apuntaba a que si se pasaba de la raya no sería tan considerada como Dumbledore. Tras carraspear un poco para aclararse la voz, comenzó a explicarle:
x- Verá...estamos preocupados por el tema de la seguridad.- Piper no dijo nada ni gesticuló, sólo siguió escuchando.- Entenderá que después de los ataques que han acontecido en la escuela los padres están preocupados por si...pueden volver a producirse.
x- ¿Usted lo cree?- preguntó Piper con una extraña sonrisa en la cara.
x- Bueno...- comenzó Fudge.
Sin embargo, fue interrumpido por el característico e irritante carraspeo de Umbridge, que miró de manera arrogante a Piper antes de empezar a hablar.
x- La verdad, profesora Halliwell, es que sí. Creemos que la escuela no es segura, por lo que el Ministerio ha decidido hacer una inspección minuciosa de todo el castillo y también implantar a alguien del personal del Ministerio para que se asegure de que todas las normas de seguridad se cumplen rigurosamente.
x- Mmmmh...ya veo.- dijo la Embrujada posando su mirada en el techo.
Umbridge se regocijó al ver que Piper se pensaba sus palabras, pensando que ella no era como Dumbledore y que la escucharía, haciendo que volviera (como ella planeaba) a ser inquisidora de Hogwarts y vigilar todo de cerca, sobretodo a Harry Potter.
x- Así que.- prosiguió Umbridge cuando vio que Piper asentía, creyendo que quizá aprobaba sus medidas.- He pensado que yo podría asistirla en la seguridad de la escuela...como directora adjunta, por supuesto.
x- Mmmmh...- dijo de nuevo Piper, luego quitó la mirada del techo y la posó en Umridge, que no pudo evitar pensar que la estaban apuñalando en todo el corazón por la manera en que la Embrujada la estaba mirando.- ¿Y es consciente de que ya hay una directora adjunta llamada Minerva McGonagall?
x- Plenamente, pero pienso que a su edad lo mejor es que se dedique solamente a la enseñanza, lo que es muy loable, por supuesto...
x- Por supuesto.- repitió Piper.
x- Así que mi deseo es empezar mañana mismo a tomar medidas drásticas con respecto a la seguridad de la escuela. Vendré a primera hora, si no es demasiado inconveniente.
Piper sonrió, lo que dio a Umbridge más seguridad...pero Fudge, como su acompañante hiciera antes, fue quien sintió entonces que le iban a apuñalar, ya conocía de sobra esa mirada. Entonces Piper contestó a Dolores:
x- ¿Y qué le da derecho a tomar esa decisión?- dijo entre dientes, pero suficientemente alto como para que se la entendiera.
Umbridge pareció descolocarse completamente con esa pregunta.
x- No la entiendo.
x- Es muy fácil.- contestó Piper, sonriente como si explicara algo a una niña de cuatro años, pero que sin embargo encerraba una buena tormenta.- Si creen que van a venir a la que, por ahora, es MI escuela poniendo decretos educacionales y a saber qué cosas más a diestro y siniestro y a su antojo están muy equivocados.
x- Señora Halliwell, sólo intentamos razonar...- dijo Fudge, queriendo que Piper le escuchara, pero una vez más Umbridge interrumpió.
x- ¡Tenemos plenos derechos sobre esta escuela¡Es de nuestros hijos de quienes hablamos¡De su futuro y educación¡No podemos dejar eso en manos de cualquiera y mucho menos dejar que haga lo que le de la gana!
x- Creo recordar que el que ahora es Lord Voldemort salió de esta escuela, y no precisamente durante mi mandato.
Umbridge se quedó callada por unos momentos, tras los cuales contraatacó.
x- Tampoco podemos permitir que salga otro como Él¿no cree?
x- Entonces dejen de meterse con Harry Potter como hicieron el año pasado o al final acabará convirtiéndolos a todos en cenizas y bailará sobre sus tumbas.- la voz de Piper era ahora fría y dura.- Ese chico trató de decirles la verdad y ustedes se rieron en su cara, por ello alguien inocente ha muerto... porque espero que mientras vivan no se les olvide nunca el incidente con Sirius Black.
x- Aún no hay pruebas de que realmente sea inocente.- saltó Umbridge.
x- Si le parece bien le traeré mañana la cabeza de Peter Pettigrew para que se trague su cerebro en el desayuno, y me aseguraré de que se lo trague...
x- Deje de amenazarnos, señora Halliwell.
x- Deje usted de amenazarme, de acusarme, de acusar a NADIE que esté bajo mi cargo. Y ahora mismo Potter lo está...
x- Ese chico es un peligro potencial, lo comprobé el año pasado...
x- Lo único que comprobó es que cuando se hizo con el puesto de directora se le escaparon dos alumnos delante de sus narices, la escuela se convirtió en un auténtico caos y más tarde...bueno, volvieron a escapársele nada menos que seis alumnos y usted acabó misteriosamente entre las pezuñas de los centauros.
x- ¡Eso fue una agresión deliberada de Potter hacia mi persona¡Y aún estoy esperando una compensación!
x- Bueno, al igual que usted me pide pruebas de que Peter Pettigrew siga vivo yo voy a pedirle pruebas de que ellos fueron los que la agredieron...porque parece ser que fueron unos centauros¿no? Y que yo sepa, ni Harry Potter ni sus amigos son centauros...corríjame si me equivoco.
x- ¡Le repito que es un peligro¡Tenían un arma¡Y un ejército!
x- Un grupo de alumnos, de los cuales entonces los más mayores tenían quince años y un arma que, por si no lo sabe, en realidad era la famosa profecía del departamento de misterios...- Piper volvió a sonreír.- ¿a eso lo llama usted un ejército armado?
Umbridge se puso roja de ira, sobretodo al ver que Piper aún se estaba burlando de ella.
x- ¡Eso fue cosa de Dumbledore y de las ideas que les mete en la cabeza!- gritó.
x- ¿Quiere decir que las ideas de Voldemort son mejores?
x- ¡Por supuesto que no!
x- ¿Entonces?
x- ¿Entonces qué?
x- Nada.- contestó Piper sin borrar su sonrisa.- Sólo que he estado revisando informes y un montón de cosas sobre la escuela¿saben? Y tengo algo que decir respecto de su intervención, tanto del año pasado como de la que pretenden hacer en este...y así avisarles por si se les ocurre volver en años venideros.
Ninguno de los dos funcionarios dijo nada, así que Piper continuó.
x- El Ministerio de Magia no ha hecho absolutamente NADA.- dijo haciendo mucho hincapié en las últimas dos palabras.- por Hogwarts...y cuando digo nada es que ni siquiera apoya con presupuestos, o apoya con cualquier otra medida, a esta escuela. Se sustenta por lo que los estudiantes que pueden, que afortunadamente son casi el 90, pagan su estancia y sus clases aquí...
x- ¡Por supuesto que apoyamos la escuela!- dijo Fudge.
x- No, desde los años 60 no. No desde que la escuela pertenece a la Confederación Europea de Magia...- los dos funcionarios se miraron sin saber qué contestar.- Antes de eso, el gobierno mágico de Inglaterra se hacía cargo de la escuela, con lo cual hasta entonces tenían ciertos derechos de intervención...pero ahora quien toma esas decisiones es la Confederación...Gran cosa eso de la Unión Europea¿eh?- les dijo a punto de echarse a reír de sus caras.
x- Hogwarts está en territorio Inglés.- dijo Umbridge con tono sombrío.
x- ¿Y? La sede de la ONU está en Nueva York y no es territorio estadounidense, sino internacional. Pues con Hogwarts pasa igual, físicamente es Inglaterra, pero políticamente no.- cuando Fudge iba a intervenir, Piper le interrumpió y le miró desafiante a los ojos.- Por lo tanto lo que hicieron el año pasado es ilegal y denunciable a la Confederación.
Tanto Fudge como Umbridge se quedaron blancos, ninguno de ellos había pensado en la Confederación Europea cuando decidieron poner la escuela patas arriba. Y como Dumbledore no les dijo nada y la Confederación no llegó a enterarse...pero parecía que Piper no iba a dejarles pasar ni una, y en aquel momento les tenía acorralados. Fudge pensó una manera de calmar a la directora, pero Umbridge no pudo más con el insulto que estaba suponiendo aquella entrevista para ella y señaló a Piper con un dedo mientras le gritaba:
x- ¡Usted no tiene vergüenza!
x- ¡Dolores, por favor!
x- ¡No, Cornelius¡No pienso callarme mientras el país se llena de transgresores de la Ley!
x- ¿Puedo entonces invitarla a que se vaya a vivir al Congo?- dijo Piper, que estaba al borde de la risa.
x- ¡Esto no va a quedar así, se lo aseguro¡La enviaré a Azkaban por esto!
Pero entonces algo pareció pasar con Piper, su risa se desvaneció de nuevo y su mirada parecía fulminar a todo aquel que se cruzaba con ella. Se levantó de su silla y pareció que era mucho más alta que la realidad...
x- ¡EL QUE SE ATREVA A SEPARARME DE MI HIJO ACABARÁ DE UNA PATADA EN EL INFIERNO!
Los dos funcionarios parecían enanos ahora, encogidos y echándose hacia atrás mientras Piper se acercaba a ellos desbordante de furia. Estaba harta de aquellos dos idiotas y sería capaz de volarles la cabeza, de no ser porque no eran demonios sino simples magos tocapelotas...
x- ¡DEJEN DE INMISCUIRSE EN ESTA ESCUELA COMO SI FUERA SU PATIO DE RECREO PARTICULAR¡NO TOLERARÉ NI UNA SOLA VISITA CON UN PROPÓSITO COMO ESTE NI UNA SOLA VEZ MÁS¡ME HAN ENTENDIDO?
Fudge y Umbridge asintieron.
x- ¡Y AHORA LÁRGUENSE Y HAGAN ALGO CON VOLDEMORT PRONTO O ESE SE VA A CONVERTIR EN EL MENOR DE SUS PROBLEMAS!
Fudge hizo un gesto apaciguador con las manos mientras la furiosa mirada de la directora se posaba en él, entornando los ojos. El Ministro se apresuró a hablar con un tono amable.
x- No es fácil, señora Halliwell...
x- Aaaah, claro...no es fácil salvar a un pueblo entero de ser masacrado, no es fácil siquiera comprobar que Harry Potter estuvo diciendo la verdad, no es fácil levantarse tempranito de la cama para luchar en una guerra...no, lo mejor es quedarse dormido mientras los demás se dejan el culo y luego usted se lleve la gloria.
x- ¡Esto sí que no, señora Halliwell!- la encaró Fudge, aunque no muy confiado.- ¡Me enfrento a unas duras críticas en el Ministerio por mi comportamiento¡Y estoy muy arrepentido!
x- ¡Y POR ESO TIENE EL DESCARO DE DARSE DE BAJA Y DEJAR TIRADO A TODO EL PAÍS!- Fudge boqueó e intentó decir algo, pero no pudo.- ¡AHORA QUIÉN ES EL QUE NO TIENE VERGÜENZA¡ESTO ES LO QUE NO VA A QUEDAR ASÍ!
x- ¿Y qué hará?- preguntó Umbridge desafiante.
x- ¡DECIR AL MINISTERIO, AL WIZENGAMOT O A QUIEN SEA QUE NO QUIERO QUE ESTE HOMBRE SEA MINISTRO NI UN DÍA MÁS!
Fudge se quedó un momento paralizado y blanco como la leche.
x- ¿Está amenazando con...?- dijo.
x- ¡CON HACER QUE LE CESEN DE SU CARGO, SEÑOR FUDGE¡Y CRÉAME QUE DESPUÉS DE LAS COSAS QUE HE OÍDO DE USTED SÓLO DIOS EN PERSONA PUEDE EVITAR QUE ACABE EN EL PARO¿NO QUERÍA UN DESCANSO¡PUES TOME DESCANSO¡AHORA FUERA DE MI DESPACHO, MI ESCUELA Y MI VISTA!
Sin poder decir una palabra de contestación, ni Fudge ni Umbridge, los dos se dieron la vuelta y salieron del despacho de Dumbledore como almas que lleva el diablo. Pasaron las puertas principales bajo las miradas curiosas de los estudiantes y cruzaron los terrenos hasta la salida, donde se desaparecieron de vuelta al Ministerio todavía con la mirada furiosa de Piper grabada en sus mentes.
Mientras, ella se había quedado sentada en el sillón, se había cansado al pegarles semejante bronca ni más ni menos que al Ministro de Magia, pero no se arrepentía.
x- Ya era hora de poner orden en este mundo, joder.- dijo Piper para sí misma.
Sabía que en un par de horas empezarían a llegarle lechuzas sobre lo sucedido, pero no le importaba, así que salió del despacho de Dumbledore de vuelta al suyo para estar un rato con Wyatt antes de atender los asuntos del Quidditch...sabía que a Muriel le haría mucha ilusión jugar cuando volviera.
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Una media hora después, Harry, Ron y Hermione estaban en la sala común. Los chicos se estaban tomando un descanso después de una dura mañana poniéndose al día, y antes de ir al despacho del director para que Piper les dijera lo que harían con los equipos de Quidditch. Harry no se imaginó que tuviera tanto que hacer, habiendo estado distraído con otros temas. De todas formas, y a pesar del esfuerzo, agradeció a Hermione el que les hubiera obligado a hacerlo ya que al menos tendrían un poco de respiro el fin de semana que viene.
Mientras hablaban de ello y Ron se quejaba por enésima vez, Seamus entró por la puerta y se dirigió hacia ellos.
x- Harry, no vas a creerte lo que ha pasado esta tarde.
x- Dispara, Seamus.- contestó él con tono cansado.
x- La directora ha echado a patadas al mismísimo ministro de magia y a Umbridge.
Los tres amigos se miraron unos a otros, sorprendidos y algo asustados por las posibles consecuencias sobre Hogwarts por la presencia de aquellos dos.
x- ¿Qué hacían aquí?- preguntó al poco Hermione.
x- Eso ahora es lo de menos,- contestó Seamus.- los gritos se oían hasta en el pasillo, así que Dean y yo hemos oído muy claramente que la directora piensa hacer que a Fudge le cesen de su cargo.
Harry abrió la boca y se quedó mirando sin creer a Seamus¿que Piper había estado gritando a Fudge y que iba a hacer que le despidieran?
x- Desde luego, cuando Dumbledore dijo que tenía el carácter para dirigir Hogwarts lo dijo literalmente.- comentó Hermione, también boquiabierta de asombro.
x- Les ha montado la de Dios y Cristo en su despacho.- siguió contando Seamus.- he oído a uno de los cuadros de los directores que los dos habían venido para intervenir como el año pasado con la excusa de la seguridad...pero entonces apareciste tú en la conversación, Harry.
x- ¿Yo?
x- Sí, al parecer Piper te estuvo defendiendo.
A Harry se le iban a salir ya los ojos de lo abiertos que los tenía por el asombro.
x- Es un chiste.- dijo.
x- Bueno, yo no estuve allí.- comentó Seamus encogiéndose de hombros.- pero el director que me lo contó parecía muy serio...
x- Te dije que Piper no era tan mala.- le dijo Hermione.
x- Pero...¿qué dijeron?
x- No lo sé, algo sobre Black...- a Harry se le encogió el estómago.- Al parecer Umbridge no cree que fuera inocente, y según me contó el director que te digo, Piper le dijo que iba a traerle la cabeza de Pettigrew.
En ese momento llamaron a Seamus desde el otro lado de la sala común, seguramente para que contara lo que había oído del despacho de Piper. Los tres, Hermione, Harry y Ron, se miraron alucinando.
x- Primero la tráquea de Malfoy y ahora la cabeza de Peter...¿son brujas o clones de Hannibal?- bromeó Hermione.
x- Sólo lleva un día en el "trono" y ya casi se carga a Fudge...- dijo Ron.- ¿qué pasará cuando haya pasado una semana?
Poco después, Ron y Harry se dirigían hacia el despacho del director, donde Piper esperaba a los representantes de los cuatro equipos. Ambos iban ilusionados por la decisión de Piper, mientras que Ron no dejó de mencionar que necesitaban un nuevo capitán y que ese iba a ser Harry, con lo que él se puso nervioso ante la expectativa de ser nombrado para el cargo.
Llegaron a la gárgola, que estaba abierta, y subieron las escaleras. En el despacho ya estaban los integrantes del equipo de Hufflepuff y Slytherin. Malfoy estaba entre los presentes, que se volvió al ver entrar a los dos Gryffindors...sin embargo, por estar Piper delante no realizó ningún comentario aunque no se privó de lanzarles una mirada despectiva.
x- Hola chicos, sentaos donde podáis, cuando lleguen los de Ravenclaw comenzaremos.
Se sentaron al lado de los Hufflepuff, dejando espacio entre ellos y los Slytherin suficiente como para que también se interpusieran los Ravenclaw, que no tardaron mucho en llegar. Cho iba en el grupo, pero Harry ni se inmutó y actuó como si no estuviera.
x- Bien, vayamos al grano.- dijo sacando un trozo de pergamino, pluma y tinta y anotando cosas.- Lo primero que quiero saber es si tenéis todos capitán.
x- No.- contestó Malfoy.
x- ¿Quiénes no?
Gryffindor, Hufflepuff y Slytherin se nombraron, con lo que Piper alzó al vista de su pergamino y miró a los componentes de los tres grupos.
x- Y de vosotros...¿quién o quiénes llevan más tiempo en el equipo?
Como se temía Harry, que levantó la mano, el nombramiento sería según el miembro más antiguo del equipo. En Hufflepuff la levantó un chico de su edad y en Slytherin, cómo no, Malfoy.
x- Justo tres, bien, pues los tres sois ahora los capitanes.- Malfoy sonrió satisfecho, el chico de Hufflepuff ilusionado y Harry se hundió en su silla.- Necesitáis hacer pruebas para los nuevos miembros¿no?- todos asintieron.- Bien...
Anotó unas cuantas cosas más en el pergamino y luego sacó otros de debajo de una carpeta que había a su derecha. Entonces repartió uno a cada capitán de equipo, eran los horarios de utilización de los campos para las pruebas.
x- Los entrenamientos una vez esté completado el equipo deberán ser notificados con antelación, no sólo para evitar que coincidan dos equipos, sino porque deberéis ir acompañado de un miembro del profesorado. ¿Entendido? El equipo que se atreva a ir solo se puede ir despidiendo de la copa de Quidditch.
Todos asintieron en silencio, la última indicación de Piper antes de despedirles fue que le pasaran una lista con los nombres del equipo completo. Hecho esto todos salieron del despacho y se fueron hacia sus salas comunes, Harry y Ron más rápidamente que los demás, pues veía que Cho tenía intenciones de acercársele otra vez.
x- ¡Es genial, Harry!- decía Ron por el camino.- Bueno, ha sido un poco soso...¡pero te han nombrado capitán¡Y ha sido Piper! Hermione y yo te estábamos diciendo que no era tan mala, y tú todavía sin hacernos caso.
Harry no contestó, la verdad es que aún no acababa de fiarse del todo...tal vez, si no sufría ningún intento de asesinato durante los entrenamientos o en el próximo partido, confiaría un poco más en la nueva directora.
Lo que no podía esperarse Harry, es que Piper se hallaba en la misma situación que él...Paige le había sugerido que confiara en el chico, pero de una forma muy peculiar que implicaba una gran responsabilidad. La oportunidad para Harry de demostrar a Piper que era de confianza vino al día siguiente.
En su última clase de la tarde, esto era, pociones, Harry había procurado ponerse junto con sus amigos bien alejado de Malfoy...sin embargo, el rubio había hecho una movida muy extraña para poder quedar cerca de Ron, lo que sin duda iba a significar nuevas amenazas. La poción del día iba a ser una paralizadora bastante potente y que requería gran atención en su elaboración... de seguro que Ron y Harry la acababan estropeando y perdiendo puntos.
Tras la explicación de Snape, éste se fue a sentar en su escritorio y se puso a leer unos pergaminos. Malfoy entonces no tardó en empezar a hablar, aunque en voz baja y no de la forma que quisiera, pues aún la amenaza de Paige colgaba sobre él y no quería que ella se enterara de que volvía a las andadas...por supuesto, sabía que los dos Gryffindors eran demasiado orgullosos como para ir corriendo a Paige para contarle que les había amenazado de nuevo.
x- ¿Qué tal estos días, Weasley?- dijo.- ¿Preparando los funerales de tu familia?
Ron apretó aún más su cuchara con la mano, mientras que Harry echaba una mirada fugaz a Malfoy. Le daba igual lo que Snape hiciera a Gryffindor o el castigo que tuviera pensado ponerle...como se pasara de la raya le iba a enterar pero bien. Siguieron haciendo la poción mientras Malfoy lanzaba risitas que irritaban cada vez más a Ron y distraían a Harry, con lo que su poción estaba desviándose del color que debía ser, esto es, plateado. Al poco rato, y cuando Snape estaba en el extremo más alejado de la clase, Malfoy volvió a retomar su retahíla de amenazas.
x- Espero que al menos tengas dinero para pagarles la caja, ya sabes, no querrás que les entierren en una fosa común¿verdad?
Harry recordó que tendría que entregarle una redacción sobre los usos de su poción una vez la hubiera pifiado...y de repente se le ocurrió una muy buna utilidad mientras añadía con cuidado el siguiente ingrediente.
x- Aunque claro,- continuó Malfoy.- teniendo en cuenta la clase de sangre que corre por vuestras venas no os merecéis otra cosa. Todos los sangre sucia apestando juntos en algún lugar apartado...un final digno de vosotros¿eh, Weasley?
Ron se volvió hacia el rubio con una expresión de ira en el rostro, alzó la cuchara y amenazó a Draco con ella mientras decía:
x- Maldito Malfoy, te voy a descuartizar como digas una sola palabra más.
x- Me encantará ver cómo lo intentas, comadreja.- contestó con una sonrisa de superioridad.
x- Se acabó.
Entonces Harry cogió un pequeño vaso, lo llenó con poción de su caldero y en un segundo lo vació sobre el rubio. Malfoy abrió los ojos como platos pero no pudo reaccionar a tiempo y la poción le dio en toda la cara, con lo que se quedó completamente quieto y acabó cayendo al suelo como si de un ladrillo pesado se tratara. Crabbe y Goyle se apresuraron a agacharse junto a él mientras Harry notaba que alguien le tapaba la luz de las antorchas de la clase... cuando volvió la cara para mirar, se encontró con Snape y su habitual rostro de "Potter estás castigado, ochocientos mil puntos menos para Gryffindor".
Oyó a Ron tragar saliva y vio a Hermione quedarse completamente quieta a la espera de lo que sucedería a continuación.
x- Sinceramente, Potter.- comenzó.- No sé cómo usted y su amiguito han acabado en mi clase...pero al menos puedo empezar a poner remedio a esta detestable situación.- le lanzó una mirada retadora, pero Harry no se dejó llevar. No iba a gritarle ni tampoco iba a bajar la mirada.- Acompáñeme a ver a la directora...- luego se volvió hacia Crabbe y Goyle.x- Llevadle a la enfermería¡rápido!
Dio un empujón a Harry para que comenzara a andar hacia la salida, y el chico salió al pasillo sin mirar al profesor de Pociones. Ambos se dirigieron hacia el aula de Defensa, ya que parecía que Piper no iba ni siquiera a ocupar el despacho de Dumbledore.
x- Ni siquiera hace falta que le diga que son cuarenta puntos menos para Gryffindor¿verdad?
Harry no dijo nada, pero en su mirada se veía claramente que de no ser Snape profesor le habría pegado una buena leche ahí mismo. ¿Cuarenta puntos¿Por hacer callar al payaso de Maryfloy¡Si había hecho un favor a toda la clase!
Snape pareció complacido con la cara que había puesto, pero pareció fastidiarle el hecho de que no protestara ni pataleara...le hubiera encantado dejar sin puntos el reloj de Gryffindor de un plumazo.
Por el pasillo antes de llegar al aula de Defensa se encontraron con Piper, que venía con unos pocos pergaminos en la mano.
x- Severus¿ocurre algo?
Con una sonrisa de superioridad y mientras Harry bajaba la cabeza (pues no quería ver la cara de Piper) Snape contó lo ocurrido en la clase de Pociones. Al finalizar, Piper estaba como si le hubieran hablado del tiempo.
x- ¿Y?
Cuando la Embrujada dijo eso, Snape pareció enfurecerse... claro, que prefirió acallárselo, pues no le pareció prudente una competición de furia contra Piper.
x- Las faltas que ha cometido este estudiante durante los años que lleva en esta escuela son de lo más graves... siempre se ha hecho la vista gorda, pero creo que ahora no debe quedar impune.
x- ¿Qué sugiere?
x- La expulsión.
Harry no levantó la mirada, pero se quedó completamente quieto esperando la respuesta de Piper. Dumbledore jamás le expulsaría, pero visto lo visto con ella...era más que capaz de expulsarle y mandarle a vivir con Hagrid como ayudante del guardabosques.
x- ¿Expulsarle por tirarle una poción a un alumno? Me temo que no estoy de acuerdo.
Harry no pudo contener un leve suspiro de alivio.
x- Pero señora Halliwell...
x- No estoy haciendo la vista gorda, si es lo que está pensando.- el tono de su voz hizo que Snape decidiera ser más comedido con sus palabras.- Así que puede aplicarle el castigo que quiera...la infracción fue en su clase así que...
x- Entonces...¿qué tal limpiar las mazmorras de sol a sol?- propuso mirando a Harry de reojo.- ¿Este Sábado?
Piper miró a Snape de arriba a abajo, parecía que de repente se le había ocurrido algo, alzó una ceja y contestó al profesor de pociones:
x- Bien, estoy de acuerdo.- Snape sonrió y Harry apretó los labios con rabia.- Pero el castigo lo cumplirá conmigo.
Snape se quedó parpadeando unos segundos, como si no hubiese entendido, con lo que dijo:
x- ¿Disculpe?
x- Se le quitarán los puntos que usted considere necesario a Gryffindor y Potter tendrá que estar fregando este Sábado de sol a sol...- le contestó Piper.- pero usted no va a estar supervisando el castigo, sino yo.
x- Señora Halliwell...
x- Soy la directora y mi palabra va a misa,- dijo con un tono que no admitía discusión alguna, pues amenazaba con dar una lluvia de gritos al profesor de pociones.- ¿le queda claro?
Snape pareció tener una lucha interna, después de lo de Fudge poca gente se atrevía a discutir con Piper, ni siquiera él era capaz.
x- Totalmente.- contestó al fin con una sonrisa forzada.- Así se hará.
Dicho eso, se dio la vuelta, haciendo frufrú con la capa, y se fue a paso rápido de vuelta a las mazmorras. Piper se quedó mirando a Harry, mientras que él miraba al suelo, se esperaba palabras igualmente duras para él...
x- Vamos a hacer un trato, Potter.- dijo al fin, pero no parecía querer fulminarle, así que levantó la vista y la miró.- No fregarás las mazmorras...pero harás de niñera.
x- ¡Qué?
x- Este Sábado tengo una vista en el Ministerio para intentar acabar de echar a Bombínverde, y todos los demás están ocupados en otros asuntos. Así que necesito que cuides de mi hijo.
Harry abrió y cerró la boca sin conseguir pronunciar palabra, no podía creerse lo que estaba oyendo. Lo primero, que Piper le iba a tener de niñera...lo segundo, que le estaba confiando a su hijo cuando ni siquiera le conocía e incluso no le tenía mucho aprecio, y lo tercero...¡Piper tenía un hijo!
x- ¿Su hijo¿Yo?- consiguió decir al fin.- Pero...profesora, es que yo en mi vida he...
x- No es niño de pañales ya, descuida. Aunque aún no va al baño solo...
Harry empezó a pensar que el castigo de Snape era gloria comparado con lo que Piper le estaba diciendo...¿llevar a un crío al baño¿Y darle de comer y todo eso?
x- ¿Y qué hay de la clase de Duelo?
x- No te preocupes, le diré a Paige que te diga lo que haréis en esa clase. Te quiero en mi despacho a las ocho de la mañana para explicarte cómo funciona la cosa¿de acuerdo?
Tampoco Harry se atrevía a contradecir a la directora, a pesar de que por dentro estallaba por protestar, así que asintió lentamente y dijo:
x- Claro...sábado, ocho de la mañana.
x- Perfecto.- contestó con una sonrisa.
Y, sin más, se dio la vuelta y se marchó por donde había venido, dejando a Harry con una horrible sensación en la boca del estómago. Él se dio la vuelta lentamente y comenzó a caminar hacia su sala común, para contarles a sus amigos la que le esperaba aquel Sábado...
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Mientras, Piper llegó al aula que usaban Paige y Chris para planear sus clases de duelo, donde Phoebe la esperaba para comentar las últimas noticias que llegaban del Ministerio después de que Piper se la liara a Fudge en la propia escuela.
x- El Sábado me han citado para una vista en la que se discutirá las razones de que yo haya protestado y, por supuesto, van a hablar más de veinte personas que estaban deseando echar a Fudge.
x- ¿Y cómo es que tu opinión cuenta?- Piper la miró molesta.- No quiero decir que no deba contar, entiéndeme, es sólo que no te conocen de nada...¿sólo porque eres la directora provisional de Hogwarts?
x- Tal vez, y porque parece que a todos les encantará ver cómo vuelvo a dejar sordo al Ministro con mis gritos.- hizo una mueca de enfado.- No les voy a dar ese gusto, no soy una verdulera.
Phoebe se echó a reír y dijo:
x- Bueno, debes reconocer que no fuiste muy sutil que digamos¿eh?
x- No se merecía que fuera sutil, y menos la sapo asqueroso que la acompañaba.
x- Lo malo es que el Sábado Chris y Paige están ocupados y yo tengo que ir con uno de esos trasladores extraños a Grimmauld Place...- Piper asintió, ya sabía los planes de sus hermanas.- ¿Y quién va a cuidar de Wyatt?
x- Se lo pedí a Potter.
Phoebe abrió la boca y miró a su hermana con evidente sorpresa.
x- ¿Le has dicho a Harry que cuide de Wyatt?- dijo al poco.- ¡Piper¿Qué hay de sus poderes?
x- No pienso dejar a Wyatt solo¿vale? Tengo lista una poción para atar los poderes durante 24 horas, eso será suficiente.
x- ¿Y qué hay de Leo?
x- Leo está desaparecido por el momento, así que he tenido que buscarme la vida.
El tono ofendido de la voz de Piper indicó a Phoebe que su hermana no estaba muy contenta con su marido. Últimamente Leo pasaba casi todo el tiempo fuera, sin pasarse apenas por la escuela ni para ver a Wyatt. Ahora que Piper había sido nombrada directora tenía muchas más cosas que hacer y se encontraba prácticamente sola para todo, con lo que comprendía su enfado.
x- Bueno...- dijo Phoebe.- si es lo que quieres...
x- Paige me lo sugirió.
x- ¿Paige?
x- Sí, dijo que al ver que Potter cuidaba bien de Wyatt cambiaría mi idea sobre él...- alzó la ceja, escéptica.- Ya veremos.
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Cuando Harry apareció en la sala común, sus amigos (que estaban sentados frente a la chimenea) le miraron esperando que les contara cómo había ido la bronca de Snape. Y una vez el pelinegro les hubo contado la intervención de Piper y, según Harry, sus "macabros" planes de castigo, la reacción no se hizo esperar:
x- ¿Qué?- dijeron los tres a la vez.
x- Lo que oís.
Ron se empezó a partir de la risa, al igual que Ginny, mientras que Hermione se quedaba con la boca abierta...aunque su mirada delataba que la situación le parecía de lo más divertida.
x- Y...¿no ha dicho nada de si puedes llevar ayuda?
x- No creo que me deje, Hermione.
x- ¿Y cámara?- dijo Ginny.- ¡Oh, Harry¡Yo quiero una foto tuya dando de comer a ese crío! Tendremos que convencer a Colin...
x- ¡Nada de cámaras!
x- ¡Venga! Es sólo para nuestra colección personal...- dijo Ron, luego añadió al oído de Ginny.- Ya verás la cara de Fred, George y nuestros padres si vieran algo de eso.
x- No tiene gracia.- se quejó Harry.
x- Es algo muy constructivo para los hombres el tener que cuidar niños¿sabes?- dijo Ginny haciéndose la seria.
x- Y que ninguno de los dos se atreva a decir que eso es cosa de chicas.- saltó Hermione en tono amenazante.
Ni Ron ni Harry se atrevieron a dar ninguna réplica, pero el pelinegro se veía claramente fastidiado.
x- Es que...Hermione, no es que sea cosa de chicas ni nada de eso...es que para empezar no he cuidado de un niño en mi vida.
x- Yo recuerdo que Bill y Charlie solían cuidarnos a Ginny y a mi de vez en cuando.- dijo Ron.- Es una lástima que no estén en el colegio, tal vez podrían ayudarte.
x- Lo peor es si meto la pata.
x- Anda, Harry, no lo niegues...el instinto de padre te llama.- se burló Ron.
x- Me llama a pisarte la cabeza.
Estuvieron riéndose del peculiar castigo de Harry durante un buen rato. Harry al menos se alegró de que Ron pareciera haberse olvidado de las amenazas de Malfoy y de sus miedos...aunque eso fuera a su costa.
x- No te preocupes Harry, iremos a visitarte para que no te aburras.- le prometió Ginny.
x- Creo que no voy a aburrirme en todo el día, así que descuida.
Poco después, en el camino al Gran Comedor, Ron hizo que se rezagaran un poco mientras Ginny y Hermione se encontraban con Luna un poco más adelante. Harry iba a preguntar qué pasaba, temiendo que fuera algo relacionado con Malfoy, cuando Ron comenzó a hablar:
x- Estooo...Harry¿eso de la escapada a Hogsmeade sigue en pie?
x- Sí, bueno...
x- No es por el whisky es...- dijo, pero parecía costarle horrores lo que pretendía contarle.- Es que...mañana es...bueno...eeeh...es el cumpleaños de Phoebe Halliwell y...
x- Y quieres comprarle un regalo.- acortó Harry, Ron asintió rojo como un tomate.- ¿No crees que es un poco exagerado de tu parte, Ron?
x- ¿Qué quieres decir?
x- Que es tu profesora, sí. Que es muy guapa, sí. Que te saca una eternidad de años, también...¿qué pretendes?
Ron se puso todavía más rojo y formó un gesto de querer ocultar algo en la cara. Al poco, dijo:
x- Eso es cosa mía.
Entonces echó a andar para alcanzar a las chicas mientras Harry no podía evitar una risilla. Primero Lupin y ahora Ron... por no hablar de otros muchos alumnos del colegio. La "Phoebefiebre" se estaba convirtiendo en una enfermedad bastante contagiosa en Hogwarts.
Mientras, a Piper le quedaba una última cosa por hacer antes de irse a cenar a la mesa alta con sus hermanas, aparte de dar de cenar a Wyatt...y era hacer una proposición a los gemelos Weasley. Dumbledore ya le había hablado que consideraba que estando en Hogwarts el único beneficio que se sacaba era que estaban más seguros que fuera de la escuela, pero que era más recomendable que salieran lo más pronto posible. Haciendo eco de su opinión, Piper se había puesto en contacto inmediatamente con una de las muchas personas que iba a apoyarla en la vista contra Fudge y le había hablado del caso de los Weasley... con la mayor sutileza posible, le ofreció un trato, que fue presentar ciertos informes sobre las actividades de Dolores Umbridge en Hogwarts el pasado año a cambio de un pequeño favor:
Cuando Piper pensaba en aquello, los gemelos llamaron a la puerta.
x- ¿Profesora?- dijeron los dos a la vez.
x- ¡Pasad, chicos!
Los dos entraron en el despacho algo cohibidos, pero Piper les sonreía amablemente y cuando se sentaron frente al escritorio ella se puso delante de ellos, apoyada en la mesa. Ambos la miraron expectantes, al menos supusieron que no eran malas noticias...¿habrían escuchado la opinión de Piper aquellos "Mayores"? Si les hablaba del mismo modo que a Fudge, desde luego por su seguridad más les valía.
x- Veréis, he estado viendo vuestro caso...lo de los EXTASIS.- comenzó Piper, los dos la miraron atentamente.- Y dado que hay algunas personas en el Ministerio que quieren agradecerme el que haya dado el primer paso para dar a Fudge la patada...he pedido que me devuelvan el favor haciéndoos un examen extraordinario.
x- ¿Qué quiere decir con eso?
x- Pues que cuando os sintáis preparados para hacer los exámenes, yo llamaré a los examinadores y vendrán a evaluaros. Recibiréis las notas en un par de semanas y podréis marcharos de la escuela para ocuparos de vuestro negocio en cuanto os hayáis examinado.
Los gemelos se miraron asombrados y a la vez gratamente sorprendidos, luego volvieron la cabeza de nuevo hacia Piper y dijeron al mismo tiempo:
x- ¿Habla en serio?
x- Absolutamente. El profesor Dumbledore estaba más tranquilo teniéndoos aquí, pero lo considera una completa pérdida para vosotros... es vuestra decisión, chicos.
Ni Fred ni George necesitaron más de tres segundos mirándose el uno al otro para responder, como siempre los dos a la vez.
x- Denos dos semanas.
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Mientras, en Little Hangleton, Voldemort paseaba por las renovadas calles del pueblo. Ahora casi todas convertidas en almacenes, casetas de entrenamiento para los nuevos mortífagos...e incluso un portal al Inframundo construido especialmente para aquellos mortífagos que no eran capaces de llegar fluctuando (como Bellatrix o Lucius Malfoy). Contemplaba las obras de "mejora", cuando oyó una voz a sus espaldas.
x- Voldemort...
Sacó la varita y con la otra mano hizo una bola de fuego, al mismo tiempo que se giraba para ver quién le había llamado. Se relajó al ver a Barbas.
x- ¿Qué te trae por aquí?- guardó la varita y apagó la bola.- ¿Admirando mi obra?
Barbas rió y salió de la penumbra en que se había ocultado, juntó las puntas de los dedos y preguntó al Mago Oscuro con expresión irónica:
x- ¿Quieres morir, Voldemort?
Él tardó un momento en contestar, soltando una carcajada desganada:
x- ¿Qué?
x- Que si quieres morir.
x- Ya te oí la primera vez,- contestó molesto.- ¿a qué viene eso¿Es por las Embrujadas?
x- No...- comenzó a gesticular con las manos.- es por los¿cómo era¡Ah, sí! Muggles.
x- ¿Se supone que tengo que tener miedo de los muggles?
x- Sí, y mucho.
x- No me hagas reír, Barbas.
Miró al demonio del miedo mientras éste caminaba hasta quedar de espaldas a él, esperó a que hablara, pues Voldemort suponía que le explicaría lo que estaba pensando.
x- Imagino que los magos sabréis de sobra las consecuencias de la "exposición",- habló al fin.- ¿no?
x- Sí.
x- Créeme, Voldemort. Preferirías ser ridiculizado por Potter en medio de un atestado Callejón Diagon a tener a los muggles tras tu pista.- el mago oscuro seguía sin creer una palabra.- Son ignorantes y estúpidos, sí...pero precisamente por eso son terriblemente peligrosos. No llames más la atención sobre ti o Potter ni siquiera tendrá que mover un dedo para destruirte.
x- No te creo.- contestó con decisión, Barbas se dio la vuelta y le miró fríamente.
x- ¿Y si te dijera que por eso una de las Embrujadas murió hace unos años?- Voldemort abrió mucho los ojos.- Para que veas que de verdad debes tener cuidado.
x- No voy a tolerar a los muggles.
x- Bah, a mí tampoco me agradan.- contestó Barbas indiferente.- Pero a los poderosos...Mayores...- hizo una mueca de asco.- les importan, y mucho.
x- ¿Y qué van a hacer?- preguntó desafiante.
x- Mandar a los limpiadores, por ejemplo.
x- ¿A quién?
Entonces Barbas le explicó quiénes eran, unos individuos vestidos de blanco que tenían el poder de borrar personas y situaciones de la historia y encauzarla como si nada de eso hubiera existido o pasado, y que sólo intervenían cuando la magia había sido expuesta ante los mortales o muggles. Las explicaciones del demonio dejaron huella en Voldemort, una huella de prudencia más que de miedo. Sin embargo, preguntó con tono arrogante:
x- ¿Entonces por qué no han aparecido ya?
x- Tal vez eso sea otra de las cosas que debes agradecer a las Embrujadas, pues un buen día se dedicaron a salir en la televisión mostrando la magia...creo recordar que Phoebe hizo desaparecer el Golden Gate.
Voldemort parpadeó incrédulo unos segundos, tras los cuales dijo:
x- ¿Y no las borraron?
x- Nos hubieran hecho un favor, pero no. Si las Embrujadas desaparecen tendremos el camino libre, así que tuvieron que ceder a sus exigencias.
x- ¿Entonces qué sugieres que haga?
x- Mata muggles si es lo que quieres, pero hazlo discretamente, por el amor de Dios.
Dicho eso, Barbas desapareció del pueblo mientras Voldemort se quedaba mirando el lugar donde había estado. Entonces sonrió con malicia y murmuró:
x- Descuida, Barbas, descuida...
