Heridas abiertas
Capítulo 8. Nervios inesperados
Las dos dependientas de la tienda no dejaban de echar miraditas hacia los probadores, esperando ver salir al guapo pelirrojo que había entrado, acompañado, desgraciadamente, de un chica también muy guapa, morena y con el pelo muy largo y rizado.
- A lo mejor es su hermana… - suspiró una.
- No te hagas ilusiones… - dijo la otra con una suave risita.
En los probadores, Sakuragi se contemplaba en un gran espejo de pared.
- Estás fantástico, Hanamichi!
- Gracias – murmuró muy ruborizado.
Era cierto. El pelirrojo se veía muy bien con esa camisa de color beige y los pantalones marrón oscuro que se estaba probando.
- Pues creo que me los voy a comprar…
- Claro que sí, te quedan genial!
- Muchas gracias por acompañarme, Nanako.
- No hay de qué, hombre!
Sakuragi se volvió a meter en el interior de un probador y un minuto después volvió a salir con su ropa habitual: unos vaqueros y una camiseta. Luego fueron a la caja a pagar la ropa que el pelirrojo llevaría a la fiesta del viernes.
- Te veo muy nervioso, Hana – dijo Nanako al salir de la tienda.
- Ah sí?
- Sí. Es por la fiesta?
- Caray, que bien me conoces, no? – admitió Sakuragi con una sonrisa.
- Por supuesto que sí! – la chica le devolvió la sonrisa - Dime, estás nervioso por ver a tus compañeros después de tanto tiempo?
- Sí… - "En especial a uno…"
- Y mañana llegan tus amigos de Tokyo, no?
- Sí, Ryota y yo los iremos a recibir a la estación con la furgoneta de su padre.
Después de acompañar a Nanako a su casa Sakuragi se encaminó a la suya. Al llegar dejó la ropa que estrenaría en la fiesta bien colgada en el armario y se tumbó en la cama, pensativo.
Nunca lo admitiría, pero se moría de ganas de volver a ver a Rukawa. El problema era que no tenían ni idea de si el zorro había recibido la invitación, y si en caso de haberlo hecho vendría.
Lo más probable era que no. Aunque recibiera la invitación, seguramente estaría demasiado ocupado con los entrenamientos de los Knicks o le daría pereza tener que pasar tantas horas en un avión sólo para acudir a una pequeña fiesta. O simplemente pasaría olímpicamente.
"Por qué?
Por qué tengo tantas ganas de verte?"
xXx
Al día siguiente Sakuragi se encontraba con Ryota esperando a que sus amigos aparecieran de una vez. Haruko les había mandado un mensaje desde la estación Tokyo diciendo que el tren saldría con unos minutos de retraso debido a un problema técnico en las vías.
- Ahí están! – exclamó Ryota señalando un pequeño grupito que se acercaba hacia ellos.
Sakuragi reconoció de inmediato la alta figura de Akagi, seguido de la menuda Haruko, un chico moreno con gafas de sol que supuso sería Mitsui, y otro chico castaño que no reconoció hasta que le tuvo enfrente.
- Cuatro ojos! Gori! Michi! Haruko! – exclamó Sakuragi emocionado.
Al momento recibió un coscorrón por parte de Akagi.
- Idiota! Aún no se te ha quitado la manía de poner apodos a todo el mundo!
- Auch! Y a ti no se te ha quitado la manía de pegarme, por lo que veo – se quejó el pelirrojo sobándose la cabeza.
Todos se echaron a reír. Ryota y Sakuragi chocaron sus manos con sus tres amigos y saludaron con una inclinación a Haruko.
- Estoy muy contenta de verte, Sakuragi! – exclamó la chica.
- Yo también, Haruko…
- Cuánto tiempo, Mitsui! Ey Kogure, ya no usas gafas? – preguntó Ryota.
- No, ahora uso lentes de contacto – respondió el castaño.
- Por eso no te había reconocido – intervino Sakuragi – Y a ti casi tampoco, Michi! Que haces con gafas de sol aquí dentro?
- Quieres dejar de llamarme así? – se exasperó Mitsui – Las llevo para que no me reconozcan.
- Hahaha ni que fueras tan famoso!
- Más que tú… - replicó con un deje de diversión.
Después de unas cuantas bromas más se pusieron en marcha en dirección al aparcamiento, donde Ryota había dejado la furgoneta. Primero acompañarían a Kogure y a los hermanos Akagi a sus respectivas casas y luego a Mitsui a un hotel, pues sus padres también se habían mudado también a Tokyo y había rechazado la oferta de quedarse en casa de Ryota o de Kogure esos días.
- Por cierto, y Ayako? – preguntó Akagi mientras se subían - Pensábamos que también vendría…
- Dijo que tenía un trabajo importante que hacer… - murmuró Ryota – Pero que mañana pasará a veros…
Durante el trayecto hablaron primero de cómo les estaban yendo sus respectivas carreras. Akagi, que finalmente no fue aceptado en la universidad Shintai, sí que lo fue en la de Tokyo, donde estaba estudiando el último curso de Física. Kogure también estaba en su último año de carrera, Medicina, pero al contrario que Akagi él no jugaba en el equipo de baloncesto de la Todai, pues decidió dejar este deporte al terminar el instituto. Haruko estaba estudiando tercero de Enfermería.
Después de que Ryota y Sakuragi les contaran que tal les iba a ellos, el protagonista pasó a ser Mitsui. No en vano era el único ex-miembro de Shohoku que jugaba como profesional en Japón y además también en la selección.
- Ey Mitsui, qué tal es Joe Bryant como entrenador? – preguntó Ryota.
- Bastante estricto, pero sabe lo que se hace.
- Y qué tal están tus compañeros de equipo, el viejo y el monje gigantón? – le preguntó Sakuragi.
- Te refieres a Maki y a Morishige? – preguntó a su vez el jugador de los Tokyo Apache con una sonrisa. Sakuragi asintió – Pues disfrutando también de unos días de vacaciones por fin. De hecho Maki se venía mañana.
- Lo de que el monje iba a firmar por los Hornets ha quedado en nada, verdad?
- Sí. Era sólo un rumor.
- Vaya, pues nos quedamos sin el cuarto japonés en la NBA – comentó Ryota.
- Por cierto, sabéis si Rukawa vendrá? – preguntó Kogure.
Sakuragi sintió un extraño pinchazo en el pecho, como siempre que escuchaba su nombre en los últimos días.
- No lo sabemos – contestó el chico del pendiente – Le mandamos la invitación a la sede de los Knicks pero no sabemos ni siquiera si la ha recibido.
Haruko dejó escapar un pequeño suspiro que sólo oyó Sakuragi, pero que no le importó lo más mínimo. Lo de la hermana del Gori estaba superado hacía tiempo, pero por lo visto ella aún no había olvidado a su primer amor.
- Ese creído… - masculló Mitsui – No entiendo aún porqué no quiere jugar en la selección… Piensa acaso que es dar un paso atrás después de jugar con los americanos?
- No creo que sea eso… - dijo Akagi – Sawakita y Tabuse lucen la camiseta de nuestra selección muy orgullosos… Rukawa debe tener algún motivo para no hacer lo mismo…
- Es incomprensible… - murmuró Ryota – El mejor jugador nipón del momento y no quiere jugar por su país…
Sakuragi no se dio cuenta, pero en ese momento todos en la furgoneta se extrañaron de que no le hiciera la contraria a Ryota.
xXx
Y por fin llegó el viernes, y con él, la esperada fiesta.
La sala de fiestas escogida del hotel New Otani estaba situada en la segunda planta y contaba con una amplia terraza situada justo encima de la entrada principal del hotel. Estaba perfectamente climatizada y la cena se serviría en forma de buffet.
Los primeros en llegar a las 20:50 fueron Sakuragi, Ryota y Mitsui, seguidos por Ayako, Yasuda, Kakuta y Shiozaki. A las nueve en punto aparecieron Akagi, Kogure y Haruko, y unos diez minutos después el resto: Ishi, Kuwata y Sasauka. En medio de un gran alboroto de saludos, halagos, gritos, risas e incluso algunos llantos, llegó el señor Anzai.
- Eyyy viejooo! – exclamó Sakuragi abalanzándose sobre el gordito entrenador para tirarle repetidas veces de la papada – Cuanto tiempo!
- Pero qué haces, Sakuragi! – gritaron todos.
- Hohoho Sakuragi… yo también me alegro mucho de verte – dijo el señor Anzai sin oponer resistencia al 'ataque' de su ex-alumno.
- Ya suéltale, imbécil! – ordenó Mitsui indignado.
- Sakuragi, basta! – gritó Ayako sacando un abanico del bolso y dándole con él al pelirrojo.
- Auch!
Cuando por fin Sakuragi hubo soltado la papada del señor Anzai todos los demás pudieron saludarle educadamente. Mitsui casi se puso a llorar de la emoción cuando el anciano le dijo que estaba muy orgulloso de él y de su gran juego con los Tokyo Apache, y que por supuesto no se perdía ni un solo partido.
Después de saludar y hablar con cada uno de sus antiguos alumnos el señor Anzai paseó la mirada por la sala de fiestas, pero no encontró a quien buscaba, y su semblante se volvió algo triste. Todos se dieron cuenta y muchos adivinaron el motivo.
Ayako se alejó un poco del grupo y consultó su reloj.
- Qué hora es? – preguntó Ryota acercándose al ver su gesto.
- Casi las nueve y media – respondió la chica.
- Él nunca fue muy puntual…
- A qué hora servirán el buffet?
- A las 22:00.
Sakuragi, aunque en teoría estaba charlando con Anzai junto con Akagi y Mitsui, escuchó atentamente la conversación, e inconscientemente también miró su reloj.
"No vas a venir, verdad?"
Eran ya las diez menos cuarto y ya habían servido las bebidas cuando Sakuragi decidió salir a la terraza solo, o eso pretendía, porque un par de minutos después Mitsui se reunió con él. El pelirrojo estaba apoyado con un brazo en la barandilla, mirando hacia la calle.
- No me digas que tú también querías que viniera?
El pelirrojo no respondió.
"Quien calla otorga", pensó Mitsui.
- Ya le verás en otra ocasión… - murmuró intentando animarle.
- Cuándo Mitsui! Cuándo! – exclamó de pronto el pelirrojo sorprendiéndole - Cuándo a mi también me fichen en la NBA? O cuándo él se retire y vuelva de una puñetera vez a Japón!
- Sakuragi…
- No lo entiendo, Michi… - musitó más tranquilo – No entiendo por qué no quiere vernos…
- Puede que no haya podido venir y punto…
- Puede ser…
Los dos amigos se quedaron unos minutos en silencio, hasta que Sakuragi dejó escapar un suspiro y se dio la vuelta, apoyándose de espaldas a la barandilla. Tenía la extraña necesidad de confesar algo, y Mitsui, al que seguramente sólo seguiría viendo una vez al año, le pareció la persona adecuada en ese momento.
- Le echo de menos… - dijo en voz muy baja.
- Rukawa…
- Sí, a Rukawa… eh?
- Rukawa… es él, acaba de bajar de un taxi…
N/A: Por fin, el zorrito se dignó a venir… No me maten por cortarlo aquí, les prometo que actualizaré muy rápido.
Aclaraciones: Joe Bryant es el padre de Kobe Bryant (jugador de los Lakers, supongo que os suena) y es cierto que es el entrenador de los Tokyo Apache (desde julio, creo). Pero teniendo en cuenta que la JBL (la nueva liga de baloncesto profesional de Japón) se estrena en noviembre de este año, no estoy muy segura de que ya se pueda considerar a Mitsui como profesional, aunque digo yo que estando los equipos creados desde hace tiempo algún partido ya habrán jugado. En fin, que si en la historia digo algo incorrecto, tómese como licencia literaria XD
Besos
Khira
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