Heridas abiertas
Capítulo 10. Secuelas de un beso
"Rukawa me besó."
"Rukawa me besó."
"Rukawa me besó."
Muchas horas después Sakuragi seguía en shock por el beso de Rukawa. No entendía lo que había pasado la noche anterior, y miles de preguntas se agolpaban en su roja cabeza.
Por qué le había besado?
Porque le gustaba?
El zorro era gay?
Normalmente sólo leía las noticias exclusivamente deportivas sobre Rukawa, pero alguna vez había visto en la televisión programas rosas donde le atribuían romances con un sinfín de modelos y actrices norteamericanas. Pero lo que había pasado en la fiesta le hacía pensar que, o no eran ciertos, o que él era el único hombre que le interesaba.
Y si era así… desde cuándo?
Desde el instituto?
Quizás lo único que había pasado era que Rukawa estaba borracho y no sabía lo que se hacía…
Por cierto él también había bebido bastante…
"Me va a estallar la cabeza…"
- Hanamichi…
Sakuragi levantó la cabeza de entre sus manos y vio que Yohei le miraba preocupado.
- No es sólo resaca lo que tienes…
- …
- No me lo vas a contar, verdad?
El pelirrojo negó tristemente con la cabeza.
- Esta vez… es demasiado complicado…
- Ok, lo entiendo – sonrió su amigo – Si cambias de idea, ya sabes.
- Lo sé.
- Dime, que vas a hacer esta noche? Te animas a salir con Ookusu y conmigo?
- Que va, estoy agotado. Esta noche no he dormido.
- Eso significa que la fiesta fue un éxito, no?
- Más o menos…
Sakuragi le contó brevemente como transcurrió la fiesta, omitiendo por supuesto la parte en que Rukawa le plantó un beso en la boca cuando estaban solos en la terraza, sólo le contó que habían estado hablando.
- Y Rukawa se fue corriendo?
- Sí…
- Así de repente?
- Sí…
"Ya…", pensó Yohei escéptico. Evidentemente la cara que traía su amigo esa tarde y el que Rukawa marchara del hotel de improviso y sin despedirse compartían el mismo motivo.
El móvil de Sakuragi comenzó a sonar y después de rebuscarlo en todos sus bolsillos lo sacó, el número era privado pero aún así descolgó.
- Diga?
- Hola Sakuragi, soy Ayako.
- Ayako? Dónde estás? No me ha salido tú número.
- Eh… estoy en una cabina. Dónde estás tú?
- En casa de Yohei. Qué pasa?
- No me acordaba de si te habías quedado a dormir en el hotel. Como Ryota y tú bebisteis…
- Volvimos con Akagi.
- Ah, ok…
- Por?
- Verás, es que me han llamado del hotel diciendo que uno de los asistentes a nuestra fiesta se dejó una bolsa en recepción. Tiene una etiqueta de estas que le ponen a las maletas en los aeropuertos, y como la dirección que sale es de Nueva York sólo puede ser de Rukawa.
- Rukawa se dejó la maleta? Claro, vino directamente desde el aeropuerto…
- Y como luego se marchó corriendo…
- Sí…
- Pues eso, te llamaba por si aún estabas allí y la recogías… aunque a saber cuando se la podremos devolver…
Sakuragi se quedó un momento pensativo. Le daba pereza volver al hotel, pero si la maleta tenía una etiqueta con la dirección del zorro, eso significaba que podría ponerse fácilmente en contacto con él… Aunque para que iba a hacerlo? Era Rukawa el que tendría que llamarle y darle una explicación… No, sabía que eso no sucedería, así que esos datos se los iba a quedar él por lo que pudiera pasar.
- No te preocupes, Ayako. El lunes me pasaré yo a recogerla.
- Seguro? Puedo ir yo si quieres.
- No, ya iré yo, tranquila.
- Ok, entonces llamaré avisando de que irás tú a por ella el lunes.
- De acuerdo. Nos vemos.
- Adiós.
Sakuragi colgó y metió de nuevo el aparato en uno de sus bolsillos, después le explicó a Yohei lo que había pasado, dejando a su amigo aún más intrigado.
- Incluso se dejó la maleta?
- Sí…
- Hanamichi, no entiendo nada. Por qué Rukawa se marchó con tanta prisa después de hablar contigo en la terraza?
- Y yo que sé…
"Seguramente por mi reacción…", pensó apenado el pelirrojo, "Pero de que otra manera podría haber reaccionado? Me pilló completamente por sorpresa… Me siento mal… y lo peor de todo es que estoy seguro de que él se siente aún peor…"
Yohei, viendo que se había quedado en las nubes, cosa no muy habitual en él, se quedó callado preguntándose que demonios habría pasado en la terraza del New Otani entre su amigo y Rukawa para que la fría estrella del básquet saliera huyendo de la fiesta.
xXx
Era ya de noche cuando Rukawa llegó por fin a su casa. Al no haber reservado vuelo tuvo que esperar bastante en el aeropuerto de Narita. Llevaba más de 24 horas sin dormir, pero al menos al no haber tenido tiempo de adaptarse al horario de Japón no sufriría de jet-lag.
Lo primero que hizo al llegar fue abrir el mueble-bar y servirse un chupito de tequila. Luego se sentó en el sofá y miró su teléfono móvil, el cual se había dejado a propósito. Tal y como esperaba, tenía una docena de llamadas perdidas, todas de Jack. Seguramente se habría enterado de que había faltado al entrenamiento del viernes y querría saber exactamente porqué.
Se sentía tan mal… Darle un beso en los morros a ese idiota a la primera ocasión no era lo que había planeado… Aunque en realidad no había planeado nada. Lo único que quería era verle, aclarar lo que sentía… y ahora que lo había hecho tenía ganas de vomitar… o quizás era el alcohol que llevaba acumulado en su cuerpo…
Había negado la evidencia tanto tiempo que ahora que lo tenía tan claro se sentía un completo estúpido.
Era homosexual.
En el fondo siempre lo había sabido, pero como nunca se había fijado realmente en nadie, chico o chica, no había tenido necesidad de reconocerlo. Nunca hasta que conoció a Sakuragi.
Primero se fijó en él físicamente… como no hacerlo… ese idiota tenía un cuerpo de infarto.
Al principio pensó que hasta cierto punto no era preocupante que otro chico le atrajera, al fin y al cabo tenía sólo 15 años y a esa edad era normal tener dudas. Y afortunadamente el desprecio que le mostraba claramente Sakuragi delante de todos era más que suficiente para mantener a raya sus hormonas y pensar sólo en él como un mono estúpido, eso sí, con un cuerpazo, que lo único que quería era lucirse delante de una niña estúpida.
Pero eso sólo fue así durante el primer curso.
En segundo su relación con él cambió… y también lo hicieron sus sentimientos.
"Al llevarnos mejor me enamoré de ti… y me horroricé tanto que me lo he negado a mi mismo durante todos estos años…"
Bien. Ya lo había admitido. Estaba enamorado de un hombre. Un hombre que le había mirado con asco después de besarle y al que no se atrevería a volver a ver por el resto de su vida.
"Genial."
Miró la hora que era, se bebió el chupito de un trago y marcó el número de Joe. Necesitaba salir. Esa noche más que nunca.
- Diga?
- Hola Joe.
- Ey Kaede! Qué tal por el País del Sol Naciente?
- Estoy en casa.
- Eh? No volvías mañana?
- Al final no. Dime, donde vamos esta noche?
- Quieres salir? Pero has dormido algo, tío?
- No mucho… pero estoy bastante despejado…
- … - Joe comenzaba a notar algo extraño en la voz de su compañero de equipo - Kaede, has bebido?
- Un poco en el avión… y ahora me estoy tomando un chupito, quieres uno?
- Sería mejor que esta noche descansaras…
- No quiero descansar… si no quieres que te acompañe me lo dices y ya saldré por mi cuenta…
- Ni se te ocurra coger el coche, me oyes? Bueno, dentro de un rato te vengo a buscar…
- Está bien… dónde iremos hoy?
- A Brooklyn… Ah por cierto, Larry se tragó ayer que estabas enfermo, pero Elaine, que estaba por ahí haciendo no sé que ostias, me miró con cara de no creerme… Tenemos que ir con cuidado con ella, sobretodo tú…
- Sí, esa puta me la tiene jurada desde que no quise acostarme con ella después de la cena de navidad…
- Eso parece… En fin, nos vemos después.
- Hasta luego.
Una hora y tres chupitos más tarde Joe pasaba a buscarle, acompañado de su chófer y de su guardaespaldas. Lo del guardaespaldas era algo que podía entender, sobretodo después de sus pesadas charlas con Jack sobre el tema. Pero que Joe no quisiera conducir nunca él mismo su Mercedes, aunque no bebiera, era algo que no comprendía. Con lo que adoraba él conducir…
Abrió la puerta trasera del coche y entró y se sentó junto a Joe.
- Ey.
- Ey.
- No sé para que quieres salir si ya llevas la marcha encima, por lo que veo – se burló el pívot – Tantas ganas tienes de follar?
- …
- O tan horrible ha sido el viaje?
- No quiero hablar de ello.
- Ok, ok…
Joe era una persona muy irresponsable. Él mismo lo tenía muy claro. Pero eso no significaba que no se diera cuenta de las cosas, y en ese momento era evidente que Kaede no debería salir esa noche. Pero también sabía que si no se lo llevaba con él el chico japonés cumpliría su amenaza y saldría por su cuenta, y con el pedo que llevaba o le detendría la policía por conducir ebrio o directamente tendría un accidente.
Aunque después de lo que pasó esa noche, no supo que habría sido peor.
N/A: Olass… sé que os entraran ganas de matarme por dejarlo así, pero ya no puedo hacer nada XD sólo deciros como siempre que actualizaré rápido… Este capítulo en teoría debían ser dos para seguir con la fórmula de uno en Kanagawa y otro en Japón ahora que se han separado otra vez, pero me faltó la inspiración y quedaban muy cortos, así que lo he dejado así, y el título me sirve para ambos XD
Besos
Khira
Respuestas a reviews en el perfil.
