Heridas abiertas
Por Khira
Capítulo 22. Más reacciones
Cuando Sakuragi terminó de contarle toda la historia a Yohei, esperó paciente a que su mejor amigo reaccionara. Pero el moreno se había quedado de una pieza.
- Rukawa te besó en el New Otani…
- Sí…
- Y cuando fuiste a Nueva York a buscarle se te declaró…
- Sí…
- Y tú le mentiste y le dijiste que también sentías algo por él, y que podríais intentarlo cuando se recuperara para animarle a ello…
- Sí…
- Y ahora que está mejor, lo vais a intentar de verdad…
- Sí…
- Porque resulta que sí que sientes algo por él…
- Sí…
- Y anteayer os… os… acostasteis juntos…
- Sí… Maldita sea, Yohei, quieres dejar de repetir lo que te he contado y decirme que piensas al respecto! – exclamó Sakuragi cansado.
Yohei parpadeó por fin y pareció reaccionar.
- Qué pienso al respecto? – preguntó sin entender del todo.
- Sí… Te acabo de contar que estoy saliendo con Rukawa, necesito saber que opinas…
- Por qué?
- Porque eres mi mejor amigo, y necesito saber si te molesta, si va a cambiar algo entre nosotros por el hecho de que me esté acostando con un chico…
El moreno sonrió divertido.
- No digas tonterías, Hanamichi. No va a cambiar nada entre nosotros. Seguiremos siendo igual de amigos que siempre.
- Gracias, Yohei… - suspiró Sakuragi.
- Aunque me cueste entender como es posible que Rukawa y tú hayáis terminado así… Se dice que los que se pelean se desean, pero nunca pensé que hasta ese punto… - Yohei soltó la risa.
- Ja ja, muy gracioso…
Sakuragi miró por la ventana del bar donde había quedado con Yohei para tomar algo y contarle todo, con expresión triste, lo que no pasó desapercibido para su amigo del alma.
- Qué te pasa? – preguntó Yohei.
- Eh?
- Te has puesto triste de repente – explicó.
- Ah… Bueno, es que hay una cosa que me preocupa mucho… - murmuró el pelirrojo.
- Y qué es?
- Aunque al final todo ha salido más o menos bien, mentí a Rukawa cuando le dije en su casa que sentía algo por él… porque en ese momento no era cierto…
- Ya… Te preocupa que lo descubra?
El pelirrojo negó con la cabeza.
- No, si no se lo cuento yo es imposible que lo descubra… Pero me siento mal igualmente… le engañé…
- Bueno, pero tenías un buen motivo – repuso Yohei – Y tal y como has dicho todo ha salido bien: Rukawa lo está superando y tú le quieres…
- …
- Porque tú le quieres, verdad…?
- Yo… estoy hecho un lío, Yohei… - murmuró Sakuragi pasándose nervioso una mano por los cabellos.
Yohei miró a su amigo comprensivo.
- Es lógico que te cueste analizar tus sentimientos por otro hombre, Hanamichi… pero agobiándote no vas a solucionar nada…
- Y qué hago entonces? – preguntó el pelirrojo.
- Bueno… dices que ahora Rukawa y tú estáis muy bien… Quizás deberías dejar pasar un poco de tiempo, a ver como avanza vuestra relación… no es muy justo para Rukawa pero es la única opción que veo…
- Puede que estés en lo cierto…
xXx
Akagi estaba terminando de ducharse cuando oyó sonar el teléfono.
- Kogure! Puedes cogerlo! – gritó cuando ya llevaba varios tonos.
Pero nadie respondió. Entonces Akagi recordó que su compañero de piso le había dicho que tenía que ir un momento a comprar. Así que se secó lo más rápido que pudo, se anudó la toalla en la cintura y salió del baño rápidamente para contestar la llamada.
Cuando Kogure volvió, encontró a Akagi con el teléfono todavía en la mano, tieso como una estatua.
- Qué sucede, Akagi? – preguntó mientras dejaba la compra en la cocina.
- …
- Akagi? Quién era?
- Era Ryota… - dijo al fin.
- Y que quería?
- Contarme…
- Contarte qué? – Kogure se moría de curiosidad por saber qué había impactado tanto a su amigo.
- Que Sakuragi y Rukawa se han liado…
- Que se han liado? A qué? A golpes? Pensaba que ya se llevaban mejor…
- No, que se han liado… entre ellos…
- Ah, entre ellos… QUÉEE!
xXx
Estaba tumbado en la cama cuando el sonido del teléfono le alertó de que le había llegado un mensaje. Estiró el brazo rápidamente hacia la mesilla, cogió el aparato y vio que era de Karen. Le preguntaba que tal le iba todo y también que en unas semanas le visitaría de nuevo. Rukawa se alegró de recibirlo pero él esperaba que fuera de Hanamichi.
"Aún estará con Yohei…", pensó mirando al techo de su habitación.
Se dijo a sí mismo que no debía sentirse celoso. Pero no podía evitarlo, y además no era nada nuevo. Ya en el instituto se moría de celos cada vez que los veía a ellos dos solos o con el resto de su ejército. Se decía a sí mismo que era porque él no tenía amigos, pero la realidad era muy diferente.
Qué habría pasado si hubiera admitido sus sentimientos ya por aquel entonces? Y si se hubiera declarado? Seguramente le habría costado una paliza por parte del bruto pelirrojo quinceañero que era Hanamichi Sakuragi por aquel entonces…
Aún no se podía creer que de verdad por fin estuvieran saliendo. "Incluso tenemos una cita!", pensó feliz al recordar que el sábado saldría con él y los demás.
Pero había algo, que sin saber que era, le inquietaba…
- Kaede, a cenar… - se oyó la voz de su madre tras unos suaves toques en la puerta.
- Voy…
Se levantó de la cama y salió de su dormitorio, no sin antes esconder la pomada y el tubo de lubricante que había comprado para sus siguientes encuentros sexuales con su novio. No iba a negar que había disfrutado su primera vez con él, pero había pasado más de un día y todavía sentía incomodidad en medio de las piernas.
Por el pasillo se detuvo frente a la puerta de la habitación contigua a la suya, decorada como sala de lectura.
Aquella habría sido seguramente la habitación de Kano…
Se mordió los labios y se sintió mal por ese sentimiento de felicidad que había empezado a crecer en su interior gracias a Hanamichi. Él no tenía derecho a ser feliz, no siendo el culpable de la infelicidad de sus padres, no siendo el culpable de la muerte de su hermana. Por mucho que le dijeran que eso no era así, él no les creía…
"Quizás es cierto que no me odian… pero yo tuve la culpa… yo tuve la culpa…"
Notó una lágrima resbalar por su mejilla. Desde que se enganchara a la cocaína que tenía más facilidad para llorar… Una paradoja, pues al mismo tiempo esa sustancia le hacía olvidar su dolor: cuando se colocaba con ella en Nueva York eran los únicos momentos en que era capaz de no pensar en nada que le entristeciera, ni en Kano, ni en sus padres, ni en Hanamichi, ni en su soledad… Añoraba esa euforia que le producía, esa falsa felicidad, la sensación de poder comerse el mundo si así lo deseaba… No había día en que no pensara en conseguir un poco, pero dos razones le frenaban: una, que no sabía donde encontrar, y otra, la principal, que le costaría su relación con Hanamichi si le descubría.
- Kaede…
Volteó sorprendido, pues no había escuchado a su madre acercarse.
- Qué?
- Como tardabas en bajar vine a llamarte otra vez… Cariño, qué te pasa?
- Nada…
La señora Rukawa sacó un pañuelo de su bolsillo y secó con él la cara de su hijo.
- Por qué siempre me dices 'nada'? – suspiró.
Rukawa la miró y se preguntó si realmente su madre sería capaz de asimilar todo lo que pasaba por su cabeza.
- No lo entenderías… - murmuró.
- Por qué no me pones a prueba? – dijo ella.
Entonces Rukawa decidió que, si bien no podía explicar que seguía desesperado por meterse una ralla de coca, si les contaría a sus padres su relación con Hanamichi. Si no le apoyaban en esto, no valía la pena seguir intentando ser una familia normal.
- Pues sí, tengo que contaros una cosa… Bajemos.
Su madre le siguió nerviosa escaleras abajo hasta el comedor, donde su padre ya estaba sentado a la mesa. Se sentó a su lado y Kaede enfrente. Por la mirada de su mujer el señor Rukawa supo que algo pasaba o iba a pasar.
- Se trata de Sakuragi – empezó Kaede.
- Qué pasa con Sakuragi? – preguntó el señor Rukawa.
- Que es mi novio.
Para su sorpresa, sus padres no parecieron sorprendidos ni disgustados por la noticia. Al contrario, ambos se miraron un instante, suspiraron aliviados y luego sonrieron. Kaede estaba completamente desorientado.
- Ya lo suponíamos – dijo su madre sin perder la sonrisa.
- Ah si…?
- Sí. Imaginamos que si le habías contado lo de Kano es que es una persona muy especial para ti.
- …
Kaede bajó la vista, como siempre que se mencionaba el nombre de su hermana.
- Deja de hacer eso – le recriminó de pronto su padre.
- El qué? – preguntó alzando de nuevo la mirada un momento.
- De no mirarnos cada vez que hablamos de Kano.
Pero Kaede lo hizo de nuevo, y su padre, que aunque era un hombre muy temperamental no solía perder los nervios con ese tema, en esta ocasión se levantó, rodeó la mesa hasta llegar a su hijo, y le alzó a la fuerza de la silla cogiéndole de la camiseta con ambas manos.
- BASTA! ME OYES, KAEDE? BASTA!
- Cariño, cálmate… – suplicó la señora Rukawa acercándose también a ellos.
Como Kaede seguía sin mirarle, el señor Rukawa le zarandeó hasta que el muchacho por fin clavó sus angustiados ojos azules en los suyos.
- Ya no sé como decírtelo, Kaede… - suspiró sin soltarle – Ya no sé que más decirte que no te haya dicho ya, que no te dijera hace unos días cuando volviste…
Tanto Kaede como su madre abrieron grandes los ojos al ver como el señor Rukawa parecía a punto de llorar, sobretodo el primero, pues nunca le había visto así.
- Lo siento… papá… - sollozó también a punto de llorar.
- No! Deja de disculparte! – le zarandeó de nuevo – Deja ya… de… disculparte…
- …
En ese momento, ambos, padre e hijo, ya estaban llorando a lágrima viva. La señora Rukawa hacía esfuerzos sobrehumanos para no imitarlos.
- Cómo hemos de decirte que no tienes que disculparte, que tú no tuviste la culpa…? Que te queremos, que eres lo único que nos importa, que no soportamos verte así…? Cómo, Kaede, dime cómo, por favor…? – suplicó el hombre entre llantos.
Kaede le miraba, mordiéndose los labios, las mejillas también mojadas, preguntándose si no debería creerle de una vez, si realmente su padre estaba enfadado porque él se culpaba y no por lo que pasó…
"No puedo más…", pensó de pronto, sintiendo su corazón tan oprimido que no le dejaba respirar. Y entonces inclinó su cabeza hasta reposarla en el hombro de su padre, al mismo tiempo que levantaba un poco sus brazos hasta sujetarle con ellos la cintura. Los señores Rukawa se miraron atónitos, era la primera vez en doce años que Kaede abrazaba a uno de ellos. Después de la impresión inicial, el señor Rukawa se apresuró a responder el abrazo de su hijo, apretándole fuertemente contra si, sintiendo todavía sus sollozos, y rogando porque ese gesto fuera una señal de que el chico por fin les abriría su corazón de nuevo.
N/A: holaa! A que me tardé menos para actualizar? Intentaré no tardarme tampoco en el próximo. Muchísimas gracias por sus reviews, aquí tienen las respuestas:
Elena: pues sí, en esto está siendo muy lento… pero dentro de poco se sabrá que lo tiene tan confundido. Besos y gracias por el review!
Vanne: hola! muchas gracias por los links! Aunque no me gusta un Hana que 'se deja hacer', igualmente estoy intrigadísima por saber como termina esa historia. Si te gusta SenRu, también te puedo mandar un doujinshi, o mejor dicho, también unos links. Gracias por el review!
Celine: gracioso? Jajaja entonces sí que me salió raro XD. A ver que te parece este. Besos!
Balucita: está muy confundido, pero ya falta poco para que alguien le abra los ojos… quién será? Espero que te guste el capítulo. Kisses!
Miguel: jejeje ya sé que la fama me precede, pero no te preocupes, no le tengo nada preparado a Rukawa que no se vea venir, quiero decir que en este fic ya ha sufrido lo suyo y que ya sólo queda el sustito final. En cuanto a Sakuragi, tienes razón que para los demás está claro, y ya se encargará alguien de abrirle los ojos. El motivo de su confusión y sobretodo de su actitud contradictoria está aún por desvelar pero es algo muy sencillo y yo creo que realista. Perdona por las demoras, para compensar me he puesto las pilas y ya tienes aquí la actualización. Muchos besos y gracias por el review!
Yiya: gracias, intentaré que los demás no te decepcionen. Respecto a 'Lágrimas de hielo 2' me pondré cuanto antes, pero después de terminar por lo menos este. 'Gravitation'… he visto la serie, y la verdad no es una de mis favoritas… supongo que el manga es mejor (como todas). Ojalá pudiera complacerte, pero de verdad que no me veo capaz por el momento de escribir algo que no sea sobre Slam Dunk. Muchos besos y gracias por el review.
Hasta el próximo capítulo
Khira
