Heridas abiertas
Por Khira
Epílogo
- TE QUIERO!
- …
- Te quiero! Te quiero… Kaede…
- …
- Me daba vergüenza reconocer que me había enamorado de ti… Y por eso no te lo había dicho antes, ni a ti ni a nadie… Lo siento, pero esa era la verdad… Me perdonarás algún día por ser tan estúpido?
- …
- N-no vas a decir nada?
- …
- …
- ¿Qué haces mirando eso? – se sorprendió Rukawa al entrar en el salón y verse en la pantalla del televisor besándose con Hanamichi.
En lugar de contestar, Sakuragi hizo sitio en el sofá e invitó a Rukawa a sentarse junto a él, cosa que el moreno no tardó en hacer.
- Estaba rebuscando entre los vídeos de nuestros partidos en la JBL cuando lo encontré – explicó.
En la pantalla Sakuragi y Rukawa continuaban besándose hasta que avergonzados por tantos aplausos que se escuchaban decidieron separarse completamente ruborizados pero felices.
- Sabes, si llego a saber que el puercoespín de Sendoh estaba grabando no creo que me hubiera atrevido – admitió Hanamichi mientras apoyaba la cabeza en el hombro de Kaede.
- Entonces no estaríamos aquí… - murmuró Rukawa un poco resentido, recordando todo lo que tuvo que pasar para que por fin su pelirrojo le declarara su amor.
- No, tonto, te habría seguido hasta la calle…
- Ah, bueno…
Se besaron dulcemente durante un buen rato. Aunque la casa contaba con calefacción, era un invierno terriblemente frío, y se apretujaron el uno contra el otro en busca de calor antes de volver a dirigir la vista hacia la pantalla. Ahora las imágenes que se mostraban eran de Ryota y Karen, enfrascados en una apasionada conversación por señas.
- Aún me cuesta creer que Miyagi consiguiera ligar con Karen – rió Rukawa.
- Lástima que lo suyo no saliera bien… – comentó Sakuragi.
- Demasiada distancia…
- Pero esa relación le hizo mucho bien a Ryota…
El vídeo estaba por acabar, y como broche final uno a uno fueron apareciendo todos los asistentes a la fiesta que celebró Ayako por su 22º cumpleaños felicitando a la anfitriona.
- No parece que hayan pasado quince años, verdad? – preguntó el pelirrojo tras unos minutos de silencio.
- No…
Sakuragi apagó el reproductor y el televisor y se acurrucó contra su zorro.
- Tengo ganas de verles a todos de nuevo… - murmuró con voz soñolienta.
- Sí, desde la boda de Ayako y Sendoh que no coincidimos todos – añadió Rukawa – Podríamos organizar una cena o algo así…
- Sería perfecto…
Sakuragi se acurrucó aún más junto a Rukawa y cerró los ojos. El zorro iba a quejarse cuando se fijó en la carita adorable de su pelirrojo, y en lugar de eso se inclinó para besarle de nuevo, apretando delicadamente sus labios contra los suyos. Sakuragi, sin abrir los ojos, le agarró de la nuca y profundizó el beso.
Sin dejar de besarse y de manosearse se levantaron y se fueron a su cama, donde se dejaron caer y continuaron con sus caricias. Se despojaron mutuamente de sus ropas y una vez completamente desnudos Sakuragi se posicionó sobre Rukawa, pero el zorro en un hábil movimiento que aprendió del pelirrojo hace mucho tiempo le atrapó las piernas y rodó sobre si mismo dejándole debajo.
- Me toca – dijo con una sonrisa ladina.
Hanamichi le devolvió la sonrisa y le besó en señal de acuerdo. Las manos de Rukawa le acariciaron el abdomen y luego fueron bajando hasta sus glúteos, apretándolos suave pero firmemente. Sin dejar de besarse Kaede se acomodó mejor y entró en él despacio, para a continuación empezar a moverse con más energía. El miembro de Sakuragi quedó atrapado entre los vientres de ambos lo que le proporcionaba tanto placer como el que estaba sintiendo el zorro. No tardaron ambos en venirse, y después de asearse un poco, se quedaron tumbados en la cama, abrazados estrechamente.
- Te quiero... – musitó Sakuragi depositando un suave beso en la frente de su zorro.
- Y yo a ti...
Unos minutos más tarde y ya recuperado del esfuerzo, Rukawa miró el reloj sobre la mesilla y se fijó en la hora que era.
- Las doce y media y esa niña sin venir… - gruñó nervioso.
- No es una niña, Kaede… - intentó apaciguarle el pelirrojo, sabía que Kaede perdía demasiado a menudo los nervios en cuanto a la falta de puntualidad de Ling – Tiene dieciséis años…
- Pues, lo que yo he dicho, una niña…
- … - Sakuragi puso los ojos en blanco.
- Iré a buscarla – dijo resuelto al mismo tiempo que se levantaba de un salto, haciendo que Hanamichi, que estaba apoyado en él, cayera de costado sobre la cama.
- Serás zorro… – exclamó incorporándose. Al momento cayó en la cuenta de lo que había dicho Kaede – Ni se te ocurra! La vas a avergonzar!
Pero Rukawa ya estaba vistiéndose en la puerta de la habitación.
- Quedamos en que estaría aquí a las once y son las doce y media.
- Vamos Kae, tienes que darle un poco más de margen... Eres demasiado estricto.
- Y tú demasiado permisivo.
Hanamichi suspiró y se dejó caer de nuevo en la cama sin ánimos de discutir otra vez por el mismo tema. En el fondo no podía culpar a Kaede por preocuparse tanto, ya era un milagro que cinco años atrás le convenciera para adoptar una niña. De lo que no pudo convencerle fue de adoptar una más pequeña, así que al final fue Ling, una preciosa niña china de once años, la que entró a formar parte de sus vidas.
Mientras Sakuragi recordaba Rukawa ya estaba abriendo la puerta de la calle, encontrándose cara a cara con su hija. La chica le saludó con una de sus sonrisas de ángel que para su desespero le recordaban demasiado a las de Akira Sendoh.
- Hola papi! – saludó mientras entraba. Sólo le llamaba así cuando quería hacerse la buena por ejemplo para evitarse una bronca, ya que al haberla adoptado tan mayor, solía llamar a Hanamichi y a Kaede simplemente por sus nombres.
- Que horas son estas de llegar? – le reclamó Rukawa cerrando la puerta y persiguiéndola hasta el salón.
- Sólo me he retrasado un poco... – suspiró la chica quitándose el abrigo.
- 'Un poco'! A una hora y media le llamas tú 'un poco'!
- Vamos Kaede, no te pongas así! No volverá a pasar, vale?
- Claro que no volverá a pasar. Estás castigada.
- QUÉ!
Al empezar a escuchar gritos, Sakuragi decidió vestirse e intervenir. Bajó corriendo las escaleras, que daban directamente al salón, y se encontró con la escena de siempre.
- Cómo que estoy castigada! – gritaba Ling.
- Ya me has oído – dijo Rukawa impasible.
- Dile algo, Hanamichi! – exclamó la chica al verle.
Rukawa le miró con cara de 'No quiero discutir contigo también'. Sakuragi tampoco quería, pero estaba ya muy cansado de verles pelear a ellos cada fin de semana.
- A que no me vais a castigar? – insistió al ver que el pelirrojo no decía nada.
- Ling... Kaede tiene razón... – suspiró – Si te decimos que vengas a una hora, es a esa hora que has de llegar, y no cuando tú quieras...
- Pero la fiesta estaba en su mejor momento! – replicó la chica – No es justo! Por qué tenía que ser yo la única que se marchara antes!
- No nos importa lo que hagan los demás – dijo Rukawa.
- Pero a mi sí! Incluso Chiharu, que es un año más joven que yo, no tiene hora de llegar a casa!
"Porque la tienen mimada", reconoció Hanamichi para sí. Pero en parte lo entendía, Chiharu había nacido que su madre ya tenía casi cuarenta años, y siempre había sido el bebé de la casa.
- Te he dicho que no nos importa – repitió el moreno.
- Joder! – exclamó Ling, ganándose una mirada furiosa por su parte – Pero que os pasa?
- Habla bien – la avisó.
- No me da la gana! – gritó de pronto – Estoy harta! TÚ me tienes harta! – dijo señalando a Rukawa.
- Ling, basta – siseó.
- Por qué me controlas tanto!
- Ling...
- De qué tienes miedo, Kaede! – gritó ya completamente fuera de sí - De que beba! O de que me drogue tal y como tú hacías cuando tenías veinte años! Es que de verdad crees que voy a ser tan estúpida como tú!
El silencio volvió a reinar por fin en la casa. Rukawa estaba muy sorprendido, no de que Ling se hubiera enterado de sus problemas de quince años atrás, sino de que lo estuviera usando en su contra. Sakuragi por su parte también se había quedado helado, pero fue el primero en hablar.
- Ling… - Hanamichi pronunció su nombre con voz dura - Discúlpate ahora mismo.
- No pienso hacerlo… – replicó la chica cruzándose de brazos, sin embargo algo en la mirada de Kaede la estaba perturbando.
De pronto Rukawa empezó a caminar hacia Ling tan decidido que Sakuragi se asustó. Ni él ni Kaede le habían puesto nunca la mano encima a Ling pero el zorro parecía dispuesto a demostrar que siempre hay una primera vez. Sakuragi dio un paso y alargó un brazo instintivamente para detenerle pero Rukawa simplemente pasó de largo a Ling, cogió su abrigo de la percha y salió de la casa dando un portazo.
Sakuragi tardó un par de segundos en reaccionar, cuando lo hizo cogió también su abrigo y salió disparado tras él, ignorando completamente a Ling.
No tardó mucho en encontrar a su zorro. Gracias a sus años como profesionales en la JBL estaban en una buena posición económica, y vivían en una bonita urbanización con un gran parque central, donde más de una vez se habían quedado charlando incluso horas.
Rukawa estaba sentado en uno de los bancos del parque, un poco encorvado por el frío, con las manos en los bolsillos y exhalando bocanadas de aire caliente.
El moreno ni siquiera lo miró cuando se sentó a su lado, pero parecía más triste que enfadado. Hanamichi se acurrucó contra él con la excusa del frío y le dio un beso en la mejilla.
- Estás bien? – preguntó al ver que seguía en silencio.
- ... – Rukawa se acurrucó también contra él antes de contestar – Me odia...
Sakuragi suspiró y le estrechó entre sus brazos.
- No digas tonterías... – susurró - No ves que es una adolescente? Así que mejor no nos quejemos, que podría ser peor – sonrió.
- Pero ahora sabe lo de... – no continuó.
- No sabemos cuanto hace que lo sabe – dijo el pelirrojo – Seguramente hace tiempo que estaba enterada pero te lo ha soltado ahora porque estabais discutiendo...
- ...
- Pero hay que reconocer que Ling tiene razón en una cosa...
- En que...?
- Te preocupas demasiado, la agobias... Tienes demasiado miedo, Kaede...
- No quiero que le pase nada...
Hanamichi se separó un poco de él y le alzó la barbilla con un dedo para que le mirara a los ojos.
- Y no le va a pasar nada, Kaede. No es un bebé ni una niña pequeña, y si alguna vez sucediera algo, hazte a la idea de que no podrás evitarlo...
- No digas eso...
- Pero es la verdad. Y si...
Se interrumpió al escuchar sonido de pasos detrás de ellos. Ambos se soltaron y voltearon a ver a Ling, que se acercaba titubeante a ellos. La chica tenía la cara congestionada y parecía a punto de llorar.
- Bueno, yo me voy para casa, que me estoy helando – dijo Sakuragi levantándose - No tardéis mucho, eh? – al pasar junto a Ling le tocó un momento el hombro en un gesto cariñoso.
Una vez estuvieron solos, Rukawa se levantó y Ling se acercó a él rodeando el banco, sin dejar de mirar sus pies, pues no se atrevía a mirar a su padre a la cara. Cuando por fin lo hizo, ya enfrente de él, y vio esa mirada tan cálida dirigida a ella, no aguantó más y se echó en sus brazos.
- Lo siento, lo siento, lo siento... – dijo con la voz ahogada al tener la cara enterrada en el abrigo de Kaede.
Rukawa por su parte estaba un poco sorprendido con esa reacción, pero no tardó en rodear a su hija con sus brazos y acariciar su largo y lacio cabello, que le llegaba hasta la cintura. No dijo nada, pero ese gesto le bastó a Ling para saber que estaba perdonada. Por si acaso quiso asegurarse.
- Me perdonas...? – preguntó en un susurro.
- Claro que sí... – suspiró Rukawa – Ling, tienes que entender que yo sólo me preocupo por ti...
- Lo sé... – dijo la chica – Es que... hasta los once años nadie se preocupó por mí... y me cuesta acostumbrarme...
- Y yo supongo que a veces me paso... – reconoció el moreno.
- Yo sí que me he pasado hoy...
- La verdad es que un poco... – rió. Pero pronto se puso serio – Ling, sobre eso...
- No tienes que explicarme nada – le interrumpió.
- Lo cierto es que hay muchas cosas que explicarte... – replicó – Pero mejor en casa, aquí nos estamos congelando, vale?
- Vale, papi...
Esa vez el 'papi' no fue para evitarse una bronca, pedir que le compraran ropa nueva de invierno, o que le dejaran ir a un concierto. Esta vez el 'papi' le salió del alma, y Rukawa lo supo. Agarraditos como una pareja, Kaede y Ling se encaminaron hacia su hogar, donde Hanamichi les esperaba mirando a través de las cortinas con una amplia sonrisa en la cara.
Fin
© Khira. Palma de Mallorca, 1 de Enero de 2006.
Dedicado a Laura, por el interés que me mostró por esta historia antes incluso de que la comenzara a escribir, y a Ran, por su constante apoyo.
N/A: Feliz año nuevo a todas! Y Feliz cumpleaños a ti, mi zorrito, que aunque no lo parezca por lo mucho que te hago sufrir en mis fics, te quiero mucho mucho Aquí les dejo el epílogo, con el cual esta historia termina definitivamente (me da penita T.T). Muchísimas gracias por sus comentarios, nunca me cansaré de decirlo.
Kaehana9: yo también los prefiero, son los mejores, a que si?
Pearnirchapi: gracias, espero que te guste el epílogo. Feliz año nuevo a ti también!
ALE: yo también me acuerdo de ese review que me dejaste jejeje Muchas gracias a ti por leer el fic.
Miguel: que bien que te gustara XD El epílogo lo subiré el día de Año Nuevo, para celebrar el cumpleaños del zorrito, vale? Muchos besos y gracias por tus reviews!
Elena: de veras? Que bien, espero que te guste el epílogo. Besos y muchas gracias por tus reviews!
LadyKaoru: hasta las seis de la mañana O.o? caray XD Ey no te olvides de mandarme ese link, eh? besosss
Balucita: jaja pobre Hana, le daba vergüenza declararse al zorrito y al final se lo ha soltado delante de todos... si es que el amor... XD Muchos besos y gracias por tus reviews!
Coulter: waa me he emocionado con lo que me has dicho T.T no solo lo de que es uno de los mejores hanaru de la red, sino lo de que habías aburrido la pareja pero este fic te engancho T.T de veras que me emocione TT.TT XDD muchas gracias por todo!
Rukawa: ays muchas gracias, imaginación tengo mucha, pero talento para escribir es otra cosa jajaja pero que intentaré mejorar a cada historia Muchos besitos y gracias por el review.
Kmiloncia: sí, es que se cortó porque no cabía, yo puse en el resumen 'nos vemos en el epílogo' y aquí lo tienes, subido el día del cumpleaños de mi zorrito.
Pame-chan: es que Rukawa gay es un desperdicio, lo sé XD Pero se ve tan lindo con Hanamichi! XDD Muchas gracias por leer el fic y por tu review. Besos!
Nos leemos en otras historias. Besos,
Khira
