Las Dos Caras de la Moneda
Disclaimer: el de siempre (para mas información ver el del capítulo anterior xD)
Advertencias: esta historia tiene contenido slash así que a las personas que no les guste… bueno… la puerta es grande ò.ó
El segundo capítulo de la historia… estoy muy contenta de realizarla porque hay veces en que yo me aburro de terminar historias o otras en que no sigo la trama con la que empecé… en fin… ustedes deberán avisarme cuando me desvíe del tema xD
Capítulo 2:
"Maldiciones y Diablos"
Fue ese momento en que el gran y famoso Harry Potter decidiera caer de la cama con un sonido apagado.
Se tomó la cabeza con un pequeño puchero inconsciente, sobándoselo con lentitud, pues había chocado con la pequeña mesita de luz al caer… además no le sorprendería que aquel nuevo día tuviera un gran chichón en la frente.
Pero la razón de aquella caída todavía lo incomodaba y a la vez generaba una intensa curiosidad en él.
Había soñado con un extraño hombre como de unos 35 años totalmente desquiciado y muerto luego por una intensa opresión en su cuello… todavía podía recordar aquel atroz sonido que todavía le retumbaba como un incesante mosquito.
"esto de Voldemort y sueños de muerte y locura me deben de estar haciendo imaginar cosas" se dijo el moreno de hermosos ojos verdes negando la cabeza y mirando de soslayo el reloj. Las 5 de la mañana.
Resopló sintiéndose cansado de tan solo ver el reloj, se acostó en la cama tapándose hasta la barbilla con una sonrisita de satisfacción al sentir el calorcito de su cama por todo su cuerpo.
Y es que eran esos días de invierno que uno odia con todo su corazón debido a ese frío glacial en las noches, impidiendo tener un sueño reparador… cosa que para Harry Potter ya no existía en ninguna parte de su cabeza.
Rememoró a los recuerdos de aquel sueño BASTANTE extraño y llegó a la simple y fácil conclusión de que su cabeza, acostumbrada ya a los "sueño- torturas" que tenía con Voldemort, ya empezaba a crear algunas estupideces de las cuales la gran mayoría podía jurar que eran reales.
Además esta vez no podía echarle la culpa a Voldemort porque simplemente en su sueño no aparecía y su cicatriz no le ardía como lo hacía veces anteriores… bueno… tampoco ha tenido alguna visión de Voldemort desde hace varias semanas y eso lo ha tenido preocupado y semi aterrado… bueno… no tanto como aterrado pero tenía un mal augurio frente a eso.
"¿quién era ese tipo?" se preguntó tratando de recordar algunas de las facciones de aquel hombre "se parece mucho a mi… podría hasta decir que ese hombre era mi padre si no fuera por las obvias razones de que fue asesinado y se llamaba Will" se dio vuelta en la cama cerrando los ojos por incontables segundos.
- rayos… ¿Porqué tiene que sucederme todo a mí?- susurró el moreno frunciendo el ceño y apretando sus nudillos con fuerza- ni que hubiera tan poca gente importante como para que todo caiga en mis espaldas-
Se restregó los ojos con suavidad y se dio nuevamente un vuelta… resopló aburrido notando que el sueño se le había volado desde que había despertado.
Volteó nuevamente quedando mirando al techo ausente… contando cada argolla de sus cortinas cerradas y las pelusas y hoyuelos de aquel tan "bello" techo… cerró los ojos dejando que el resto de sus sentidos tomen el control de todo.
Oyó la respiración de su amigo Ron al lado y los inconfundibles ronquidos de Neville y Seamus casi al mismo ritmo…
Sonrió con ligera nostalgia al darse cuenta de que era su último año en Hogwarts… la guerra con Voldemort se acercaba cada vez mas y temió no quedar vivo después de esta.
¿Qué sería de sus amigos cuando muriese?
La pregunta era egoísta y un poco egocéntrica pero no podía dejar de preguntárselo cada vez que meditaba ante todos los puntos de su vida. Tal vez lo llorasen por un buen tiempo, recordándolo en su mente o tal vez fuese olvidado por ellos con el tiempo hasta ser solo el niño que vivió a uno de los maleficios imperdonables.
No notó cuando el sueño lo consumió lentamente hasta dejar caer de lado su cabeza, rezando inconsciente por un buen sueño en lo que restaba de hora para levantarse.
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- ¡Vamos Harry, a levantarse!- oyó el moreno el confundible grito de su pelirrojo amigo- ¡son las 7:15 de la mañana y Hermione nos va a matar!
Harry refunfuñó con pereza y se levantó dirigiéndose a ojos cerrados al baño a tomar una corta ducha. Luego de ella, ya más reparado, se vistió y dejó su pelo húmedo al ver la hora. Las 7.35
- menos mal que llegaste Harry… agradece que todavía podemos pasar a comer algo antes de llegar tarde a clases de Snape.
Harry torció una mueca en una sonrisa forzada al recordar a su grasoso y amargado profesor de Pociones mirándolo penetrantemente y burlándose de él al no poder responder bien una simple pregunta.
- ¡cuidado Potter!- escuchó el moreno volviendo al presente de un sopetón- casi me tocas con tus sucias manos.
Aquella voz le recordó la otra razón por la cual odiaba y a la vez adoraba Pociones. Draco Malfoy.
Lo vio mover sus manos con una fluidez casi de alguien de la realeza y burlarse de él, sonriendo falsamente a sus amigos imbéciles que no hacían nada más que seguirlo como sus perritos falderos oficiales.
Eso era lo que mas odiaba de él… aquella sonrisa falsa y esos movimientos del típico snob hijo de papi estúpido que no sabe hacer nada más que fastidiar la vida de los demás.
Pero también adoraba su forma de moverse, cual cazador que ha visto a su presa, sus ojos de mercurio líquido y sus maravillosos y apetecibles belfos de fresa.
Sacudió su cabeza con rapidez y bajando la cabeza, entró al gran salón ignorando si su amigo lo seguía o se había quedado peleando por las causas perdidas con el rubio platinado de Slytherin.
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Se dirigió a pociones casi volando al ver que solo le quedaban poco minutos para llegar. Su amiga iba al lado de él de la misma manera y con la misma cara de preocupación. Su gran amigo Ron no había dado luces de aparecer por ningún lado.
Entraron casi saltando, aliviados de escuchar la campana y los pasos sigilosos, pero bastante audibles de Snape.
Se sentaron ambos en el único pupitre libre, el cual estaba desilusionadamente frente al escritorio del profesor con prontitud. Justo antes de que un portazo se oyese con potencia… haciéndolos saltar en sus asientos.
Lo miró, obviamente desanimado y con ganas de salir a darse un buen descanso en cualquier parte, mientras sacaba su cuaderno y su pluma de águila negra.
La clase comenzó con la explicación de Snape sobre la poción que harían individualmente… claro está que Snape había acallado el pequeño y mísero detalle el cual era que aquella poción llevaba una nota mas o menos importante para su futuro laboral.
Harry comenzó a cortar los ingredientes con rapidez que envidiaría el cocinero mas experimentado mientras que con su varita hacía revolver el caldero con las cosas que ya había echado. Miró la hora y echó uno de los últimos ingredientes antes de comenzar con el otro de manera vertiginosa.
Snape veía todos los calderos humeantes, viendo sus colores, su densidad y oliendo su fragancia como si fuese un perfume. Se suponía que la poción debía ser de un color casi calipso chillón, bastante denso, algo así como la miel y que despida un olor dulzón, algo como entre la menta con el chocolate.
Notó con una sorpresa bastante mal fingida a Harry Potter haciendo su poción tan perfectamente que dudaba que ese caldero fuera suyo. Refunfuñando algo entre "chicos copiones" y "malditos suertudos" le puso con todo el dolor de su corazón un 10… volteándose rápidamente siguió poniendo notas soplando con su gran nariz su desilusión.
Harry suspiró aliviado al ver que aquel temible profesor se había alejado de él con su paso sigiloso.
Volteó a ver a su lado y notó a Hermione midiendo la esencia de belladona en un vaso. Atrás estaba Seamus y una chica de Slytherin cuyo nombre no recordaba estaban en bastantes aprietos.
Su mirada, inconsciente, se dirigió a su derecha mirando los Slytherin trabajar con devoción casi enfermiza, vio a Crabbe y a Goyle cortando raíces y mirando de reojo al rubio que ya estaba poniendo el último ingrediente.
Su mirada viajó por todo su cuerpo con lentitud, "saboreando" todos sus recovecos con tranquilidad, sin darse cuenta de que Snape ya lo tenía en la mira.
¿Cuándo se dio cuenta de que Draco le llamaba bastante la atención? No lo recordaba con exactitud, pero ya desde sexto, la gran parte de sus pensamientos había cambiado con respecto a su persona. Se fijó en sus manos, gráciles y delicadas, se fijó en sus ojos, concentrados y absortos en la poción y no en su mirada de cazador necesitado.
De pronto un dolor lacerante le cortó la respiración y sus pensamientos. Su cabeza dolía horrores y cerró los ojos para tratar de mitigarlo sin solución alguna.
Se tomó la cabeza con rapidez llamando la atención de todos, Hermione trataba de preguntarle que es lo que le pasaba mas él solo escuchaba balbuceos inentendibles mientras un extraño sonido que asemejaba a un tambor le retumbaba en los oídos, subiendo el volumen cada vez, haciendo palpitar su tímpano con peligrosa potencia.
"estoy vivo… estoy vivo… de vuelta… estoy vivo… he vuelto… vivo…"
Aquellos susurros se repetían como mantra. Apretó sus puños y se mordió los labios para no gritar de dolor, dejando salir de ellos un manantial de roja sangre manchando su barbilla y parte de su túnica.
"vivo… de nuevo… seguiré…yo… mataré… viviré"
La voz se tornó poderosa y bastante tétrica… Harry soltaba pequeñas lágrimas de dolor mientras sus compañeros, en la mayoría espantados, habían salido de la sala cuando el profesor Snape les ordenó… solo cuatro personas quedaron allí… sus dos amigos, el profesor quien buscaba desesperado alguna cura y el rubio Slytherin, quien se quedó de piedra al ver la mirada de sufrimiento del moreno.
Sus ojos se abrieron lentamente mirando borroso todas las cosas que estaban a su alrededor, la voz no se acallaba nunca, proclamando muerte y vida, letanías que de seguro no entendería nunca.
Su vista se posó en la figura estática del rubio preguntándose que rayos hacía él allí.
De pronto, toda voz se apagó al instante, sus ojos parpadeaban al ver cada vez mejor a sus amigos y al profesor Snape con su temible rictus de entre preocupación y enfado.
Solo un pequeño susurro molestoso sonaba cada vez mas al fondo de su mente repitiendo "presa… hermoso… ángel… mío…"
- ¡Harry ¿estás bien!- preguntó Hermione y Ron al mismo tiempo haciendo sonreír al moreno- nos tenías muy preocupados… incluso Malfoy quedó estático al verte en ese estado ¿Qué sucedió?-
- no lo sé- fue su única respuesta, sorprendiéndose de lo lejana que había sonado su voz, ronca de seguramente estar gritando de dolor.
Se tocó los labios y sintió el sabor metálico de la sangre a borbotones, lo rojo de la sangre se quedó pegada a sus dedos, los cuales miraba ausente de todo.
- creo que el señor Potter necesita descanso- fue la respuesta del amargado profesor- llévenlo a su cuarto para que descanse, le diré sobre esto al director y de seguro él sabrá que es lo que usted tiene.
Harry asintió y se levantó siendo resguardado por sus amigos, miró de reojo a Malfoy y se sorprendió al ver en su mirada una curiosidad casi infantil por saber que es lo que sucedía.
Se sonrojó un poco mientras rápidamente desviaba la vista al piso y salía del aula.
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Se había quedado solo en el cuarto, pensando en lo que había sucedido y que es lo que aparecería en el diario luego de esto.
Negó con la cabeza preguntándose si realmente se estaría volviendo loco con tanta pesadilla que no lo dejaba dormir.
Se preguntaba también que era lo que hacía allí Malfoy (de nuevo)… "no era preocupación lo que podía leer en sus ojos, sino una extraña curiosidad… ¡demonios! Capaz que se quedó para ver el espectáculo y luego decirle a sus amiguitos rastreros" fue el pensamiento del ojiverde restregándose los ojos en cansancio, no dormía muy bien desde hace mucho tiempo.
No creía poder bajar al almuerzo luego de todo lo sucedido, su estómago resentiría todo lo que entrase y posiblemente tuviera una confrontación con el baño durante un tiempo prolongado.
El sonido incesante de un tambor todavía resonaba en su mente
Tum… tum… tum… tum…
Parecía como si una tribu se hubiera hecho soberano en su cabeza. Se tapó los oídos creyendo estúpidamente que así se acabaría el sonido. Gritó en un susurro audible para ahuyentar parte del dolor junto con lágrimas que salen automáticamente de los ojos por el malestar.
En un ataque de ira golpeó la cama mientras un grito ronco salió de sus cuerdas vocales… la voz volvía a tomar el mando de la situación y esta vez era con mucho mas poder… se sentía morir, incluso el cruciatus era más benevolente que aquello.
"no podrás escapar… viviré… viviré… seré… morirás… toda tu familia… morirá… viviré"
Desesperado por la aterradora voz, se dirigió al baño y para su horror, al verse reflejado en el espejo no se vio él como en la mañana, sino como un chico bastante pálido (incluso mas que Draco Malfoy), de unos ojos rojos incandescentes y de pelo incluso mas negro que el suyo, desordenado como siempre, mas la diferencia era que estaba sin duda era más manejable que del verdadero.
-encantado de volverte a ver Potter- fue el saludo de aquel terrorífico ser que sonrió maniático mostrando una hilera de los más blancos dientes que Harry haya visto jamás. Un escalofrío tomo posesión de su cuerpo, impidiéndole hacer algo para salvar su vida, era como si fuese de piedra o que hubiese echado raíces en el piso.
-¡VOLDEMORT!- chilló Harry asustado señalándolo con el dedo- MALDITO, TU…
- cálmate Harry Potter- respondió su reflejo, podía jurar que su otro yo había rodado los ojos malicioso- no soy Voldemort… aunque ojalá lo fuese
- ¡maldición¡Entonces que eres!- gritó encolerizado el moreno, viéndose atrapado entre su mente y la realidad. Su reflejo sonrió de lado, altanero como si fuese alguien de la realeza y acercando su cabeza al espejo susurró:
- soy tu más grande pesadilla…-
Continuará! (algún día jeje)
¿Hola? (cugemi sale de su escondite con un escudo) ¡lo siento! En verdad siento mucho no poder haber actualizado hace milenios… lo que pasa es que… no se me venía nada a la mente… recién ahora lo terminé por completo y debo aclarar que me gustó mucho… tal vez las personas que lo leyeron en algún momento de su vida ya no lo lean más, pero les agradecería que por lo menos me mandaran alguna maldición o alguna grosería… en realidad siento esta demora (cugemi se golpea la cabeza en la pared).
Bueno… ahora… las respuestas a los reviews:
SteDiethel: LO SIENTO, SIENTO MUCHO MI RETRASO… me alegro de verdad de que te haya gustado la introducción porque de verdad me tomó solo una hora y media en hacerla jeje… bueno… la voz se explica aquí, pero si tienes alguna duda, pregunta no más… la persona (Will) es… mejor te daré una pista… es un familiar… ¿de quién? Jeje… por allí entenderás… muchas gracias por tu review!
Kai250: Lo siento… de verdad siento mi demora (cugemi se arrodilla pidiendo perdón)… me alegro que te interesase esta humilde obra, soy muy novata en estos temas… pero ya aprenderé jeje… bueno… la victima… aquí se ve jeje… y si, es Harry… ñaca ñaca… lo voy a hacer sufrir bastante esta vez (cugemi pone cara maliciosa)… cuídate tu también y gracias por leer!... por cierto… que yaoi te gusta… estoy desesperada por encontrar algo nuevo…
Caro2791: Siento mi demora… me alegra mucho que te haya gustado mi historia… para mi significa mucho, además me dan ganas de seguir escribiendo jeje… y bueno… Harry es la siguiente víctima… jeje… aunque no es la única ñaca ñaca (mirada maliciosa mientras se maquina una idea)… muchas gracias por tu review!
Próximo Capítulo: "Cap 3: Pasiones y El Comienzo del Infierno"
Ya saben… REVIEWS… REVIEWS…REVIEWS Y MAS REVIEWS… eso es todo xD.
Muchas gracias por leer!
Cugemi Eiri
