Gracias a todos por sus comentarios...
Y aquella historia "sobre Hielo" desafortunadamente caduco y ya no es posible leerla, trate de convencer a su autora de que lo volviera a publicar, pero esto vez no logre convencerla...
Aun así gracias sondai-sama y a todos aquellos que han leído esta historia rara...
Sinceramente este parte o final me ha gustado mas que los otros.
a y miles de gracias Nax.. por tus fabulosas ideas.. no se que haría sin ellas...
miliquis
Sobre Hielo III
"despierta" Ordenó Ikki lanzando el periódico a la cama donde dormía plácidamente Aioria. En un cuarto a obscuras por unas cortinas cerradas de un material pesado pero hermoso.
Se revolvió entre las cobijas, Aioria se escondió aun más cuando el moreno abrió las cortinas de par en par. Dejando pasar la luz de golpe, inundando la habitación con la luz del medio día
"el rubio cumplió con su parte" resumió en breve Ikki, y abandonó la habitación, pero no el departamento que hasta ayer, los tres rentaban.
Aioria, se sentía aun con sueño, se desperezó y saco una mano, buscando el ejemplar.
'... extranjero, deja sus ropas y una carta de amor en una banca junto al río Rin ...'
Ya sabia que Hyoga estaba algo deprimido, desde el día que le conoció, hacia dos años en aquel encuentro fortuito saliendo de la pista de patinaje cuando buscaba alguna pista de su amado Shaka, solo había sido un momento, un momento que le permitió ver cuanto estaba destrozado aquel rubio.
Días después la misma casualidad le había llevado a conocer Ikki y a Hyoga en una estación de policía, al parecer entre los tres buscaban a los mismos dos.
Ikki parecía querer encontrar a Shun sin importar que, se podía ver que le tenia mucho aprecio a Hyoga, y este se había hundido en una depresión crónica y ya nada le interesaba...
Nada.
Se vistió deprisa, hacer esperar a Ikki era una mala idea, conocía bastante bien su carácter explosivo que se había forjado en ese último año de investigación intensa, tomo el periódico y se quedo parado frente a la mesa donde leía apaciblemente Ikki, tomando café, negro con aroma que inundaba toda la habitación.
"¿Hyoga dejó la carta y lo demás?" Preguntó yendo a la cocina en busca de café y otras cosas para desayunar, y se sentó.
"el muy torpe hizo mal las cosas" contesto Ikki con un tono que Aioria jamas le había escuchado en su vida, era como si, se lamentará algo, como si... "Lee bien ese articulo del periódico" añadió Ikki.
...Muerto ...Si
Hyoga estaba muerto.
Ikki así lo había dicho, Shaka le miraba sorprendido, sin importarle el cardenal en su mejilla, el periódico, el mundo lo decía.
Hyoga estaba muerto.
Una lagrima se deslizo por su mejilla, había querido separare de él, alejarse de su amado rubio Hyoga por tanto daño que le causaba, y ahora esto. Hyoga muerto, sin oportunidad alguna de decirle algo o saber..
...porque.
"eres un completo idiota" gritó Shun refiriéndose a Hyoga, nadie en ese lugar le entendió, increíbles reflejos para cuando se paró, corriendo tratándose de alejar, de huir mas bien. Shaka fue tras él, pisándole los talones en todo momento. Pero el chico era demasiado hábil, podía andar en el pavimento aun con las afiladas navajas de los patines, Shaka no, y así cayó el rubio de larga caballera en el pavimento, viendo a Shun correr...
Shun llegó a su departamento exhausto, su cara sucia de lagrimas adornada de sus ojos rojos. El hermoso colorido de las rosas, premio extra por hermoso trabajo del día anterior, de algún modo le hizo gritar, le hizo odiar toda su existencia.
En un arranque de desesperación comenzó a romper las rosas, a lanzarlas, a pisotearlas, como si ellas hubiesen sido las culpables, como si ellas hubiesen arrancado la vida a Hyoga con sus espinas. Era un llanto mezclado con cierta culpa, con cierta ira...
Un grupo de rosas voló y se estrello a un lado de un recién llegado Shaka, exhausto por la carrera tras Shun, su cansancio no fue lo suficientemente agotador como para ir por su pequeño y sujetarle, detenerle de la locura que le invadía.
"¡Shun, amor... tranquilo!" le gritaba en vano tratando de hacerle entrar en razón, Shun gritaba incoherencias, perdido en un remolino de sentimientos, jamas le había dado la oportunidad de explicarse, simplemente había huido de una vida sin él...
sin Hyoga
Las fuerzas de Shun se vieron menguadas conforme el dolor abatía su corazón, a cada momento la cruda realidad asumía su posición en la mente de Shun. Shaka lo abrazaba, trataba de protegerlo de un adversario invisible...
Shun no deseaba estar allí en ese momento, quería volver a verlo, quería ver a Hyoga, reunió fuerzas y se separó del rubio, sorprendiéndolo. Trato de huir, Shaka le tomo por una mano, no le dejaría ir, no permitiría que le apartara de su vida
"¿una caja?" Se detuvo de improviso al levantar un ramo de rosas rojas junto a unas blancas para usarlas en contra de Shaka y le liberarse, era una caja envuelta, dejo las rosas con cierto cuidado.
Shaka no supo que hacer ante esa reacción, tan gentil de pronto, fue a su lado sin soltarle, demostrándole que estaría a su lado pasara lo que pasara, aunque Shun no parecía notarlo, estaba embelesado con la caja.
Esa envoltura era un pañuelo que Shun había regalado a Hyoga en una ocasión, era único y especial, había sido traído de una primera salida al extranjero y ganado su primero competencia fuera del país, Hyoga había atesorado tanto ese pequeño pañuelo blanco de seda que Shun pensó en jamas volverlo a ver. Y allí estaba, nuevamente en sus manos, envolviendo una caja.
"Hyoga"
Desenvolvió la caja, dentro estaba una serie de papeles blancos envolviendo algo aun más delicado y gentil, una rosa seca, sin color alguno...
"si señor" afirmo el gendarme al extranjero de cabellos castaños, miró al moreno a su lado y este parecía revisar cuidadosamente el pizarrón de anuncios, como buscando algo sin prestan ninguna atención a la conversación que ellos dos tenían.
"gracias por todo" terminó la conversación Aioria y se alejo del escritorio del policía alemán, caminando directo a donde estaba Ikki, quien extendió la mano y arrancó un papel
"¿que encontraste?" preguntó curioso antes de revelar la información obtenida con el oficial.
"Nada que te interese" le respondió secamente, lo que hizo que Aioria frunciera el ceño, odiaba ese carácter rudo que a veces le salía a Ikki. "¿qué te dijeron?" Pregunto Ikki reanudando el tema que los había traído hasta la estación de policía, que según llevaba el caso del extranjero suicida.
"Están confundidos" resumió Aioria, caminando detrás de Ikki a paso apresurado, por una calle concurrida, buscando un lugar apartado y privado. "no saben mas que nosotros"
"¿Y el cuerpo?" preguntó de nuevo Ikki entrando a un bar pequeño y poco llamativo, encontraron una esquina apartada y ordenaron un par de pintas.
"Creen que el Rin lo arrastró y que ahora ya debe estar muy cerca del mar" la preocupación se oía en su voz. Una señorita trajo la cerveza con una bella sonrisa y se alejo al momento.
"Ese tonto se equivoco en grande" volvió a decir Ikki debiendo casi media pinta. Aioria alzó una ceja, estaba desconcertado¿acaso ese no había sido el plan desde un principio? "Sin cuerpo no hay forma de separar a Shun de Shaka" le dijo como si hubiese leído la pregunta del castaño.
"No importa" comprendió "lo que hizo fue lo suficiente para mi" bebió lo que quedaba de cerveza "recuperare el amor de Shaka" se puso de pie lleno de energías y una gran sonrisa, y salió del bar.
Ikki no le dijo nada, simplemente sonrío, saco el papel que había tomado en la estación, lo volvió a leer y miro su reloj. Pidió un vodka y otra pinta y se quedo a esperar...
Su espera no fue muy larga...
Usaba una gabardina negra, a tono con su cabello, se sentó frente al moreno y bebió el vodka de un solo trago.
"¿se lo creyeron?" pregunto desesperanzado
"Ahora mismo va por Shaka" le dijo Ikki a su interlocutor "regresa, yo te lo llevare" añadió con tono frío, el otro asintió desganado y salió del bar.
"...a cualquier costo" añadió Ikki para si, terminando su cerveza.
Shun dormía en el cuarto, en un sueño ligero provocado por el cansancio y un buen té, Shaka le miraba inmerso en sus pensamientos, peinaba sus cabellos en un gesto, deseaba tantas cosas y a la vez nada.
Llamaron a la puerta con desesperación, Shaka estaba sorprendido, no esperaba a nadie en su departamento, fuera quien fuera no podría atenderle, el tiradero de rosas aun seguía en la sala, Shaka avanzaba evitando las rosas, mas que nada pisarlas y hacer del suelo un mosaico de colores.
Abrió la puerta y sus ojos se quedaron clavados en el visitante.
"Hola Shaka" saludo Aioria al abrirle la puerta, no esperó a que el otro contestara y se coló al interior del departamento.
"¿Acaso fue una fiesta divertida?" dijo en tono sarcástico, se volvió a ver al rubio que aun no salía de su sorpresa. "ya sé, te estas preguntando, amor mío ¿Qué que hago aquí?" Leyó la mirada del rubio, y se acerco a él en de un solo movimiento, atrapándolo por la cintura , atrapando esos labios con los suyos propios...
Shaka tardo en reaccionar, hacia mucho que había dejado esos labios agresivos en busca de unos mas tiernos, recobro conciencia y compostura logrando que el beso terminara, considerando que había durado demasiado.
"¿Shaka?" una vos hizo que ambos voltearan, era Shun, despierto, asombrado, enojado... con muchos mas sentimientos mezclados... "¿cómo pudiste?" simplemente dijo, en esos momentos, Shun estaba ciego por el dolor que le envolvía y no preguntó, simplemente actúo...
Salió del departamento, corriendo, con dirección a ningún lado, sintiéndose cada vez mal, sintiendo ganas de ir al río, todo estaba tan confuso, tan mal...
Choco contra algo y en el rebote termino en el suelo, no tenía fuerzas para levantarse, se quedo sentado en el asfalto sintiéndose miserable por no poder ni escapar. Una gentil mano le ayudo a levantarse, le ofreció un pañuelo y le limpio las ropas.
"Perdone" sollozó Shun ante la gentileza de aquel hombre, al limpiarse los ojos, noto que aquel pañuelo le parecía familiar.
"No hay cuidado" respondió el otro, Shun alzo la mirada, y se perdió en los ojos del otro.
"¿qué demonios haces aquí?" preguntó Shaka alejándose del otro, con cierto temor y urgencia por correr tras Shun
"Acaso ¿ya no puedo visitarte amor mío?" preguntó Aioria haciendo énfasis en las últimas dos palabras, acercándose siempre al rubio, tratando de robarle otro beso..
"..." Shaka confundido, no sabía que hacer, la puerta estaba detrás de Aioria, en una extraña danza había quedado así... había que pensar rápido "Aioria déjame salir, no es tiempo para arreglar esto" dijo con seguridad, mas el otro solo negó con la cabeza..
"¿Entonces cuando va a ser tiempo Shaka? Hace dos años me dejaste sin decir palabra, te he estado buscando... te extraño" le dijo en un tono meramente auto compasivo.
"sabes bien porque" afirmó secamente el rubio, cada minuto desperdiciado con el castaño eran instantes en que Shun se perdía en la jungla de asfalto.. "Ahora déjame ir" insistió..
"Shaka he estado muy solo sin ti... te extraño" volvió a decir Aioria mirando al rubio de una forma que le hizo retroceder... nunca antes había visto esa mirada en Aioria..
Decidió el rubio que decía mucho y no llegaba a nada, era mejor actuar que hablar... Shun se le escapaba...
Con firme paso al lado de Aioria tan rápido como pudo, y este solo giró para verlo, pareció que algo le había posesionado, tomando a Shaka fuertemente del cabello y jalándolo hacia si en un movimiento rapidisimo, terminando por sujetarlo del cuello
"Te quiero Shaka... te deseo.." le susurró al oído de tal forma que le hizo temblar ..
"¿Por qué lo hizo?" Preguntó Shun tomando un poco de chocolate, la tarde caía fresca, y algo fría, ambos cobijados en un bar, y aunque sonara extraño, el chocolate del lugar era bastante bueno.
"Solo decía que no quería verme en las noticias de la tarde como una nota amarillista" contesto el rubio, dando un sorbo al vodka que había ordenado. Hyoga, sentado allí, mirando de nuevo a Shun, el amor de toda su vida dispuesto a comenzar de nuevo a hacer lo que fuera por él... por eso se había jugado el todo por el todo...
Shun le miraba con una mezcla de sentimientos, se sentía mal por haberlo dejado sin una explicación que ahora tenía, una alegría de saber que no se había suicidado por su culpa y una extraña preocupación al verlo mas delgado... y en cierta forma... acabado. En su forma de vestir, de andar ya no era el mismo, en sus ojos celestes se notaba que había habido una enorme tristeza.. y su forma de hablar se notaba las escasas ganas de seguir adelante, Shun comprendió que había sido algo injusto con él... y ahora estaba allí en frente, como esperando una sentencia.
Se cambio de lugar Shun y le abrazó... lo atrajo hacia sí, queriéndole devolver un poco de esa alegría robada, la historia contada había sido muy creíble, el rubio no había omitido detalle...
Desde aquel día que se había desvelado en la oficina para sacar aquel informe a tiempo sin errores hasta el momento que había sido invitado a festejar en aquel lugar junto a Ikki, también le había contado las cientos de veces que Shun salía en las conversaciones de Hyoga, el patinador era su orgullo, su amor..
su sol...
Los dos se quedaron largamente abrazados en el bar... hasta que alguien encendió el televisor del bar y subió el volumen..
'... al parecer el altercado en el departamento de la famosa pareja de patinadores se dio acabo hace unas horas, las autoridades solo reportan que el lugar estaba destrozado, la evidencia de sangre encontrada en el departamento aun no arroja señales de quien pudo ser la víctima y quien el atacante...'
continuara...
