No la bebas, Contamínala….

Esa celda, esa fría y solitaria celda, la cual me aislaba de todo contacto externo. Me aislaba de todo rayo de sol, aquella celda que evitaba sentir su calor.

Miraba por la estrecha ventana de mi nuevo cuarto, aquella repugnante mazmorra, hasta que la presencia de aquel ser bebedor de sangre, se hizo presente.

Permanecí inmutable ante su presencia, como siempre lo había echo, aún sabiendo que era uno de mis más fieles subordinados, me carácter frío y calculador no me dejó de lado.

Este con su ronca voz, pasando su mano por la solitaria mesa me preguntó una vez más

¿y bien? ¿Cuál es tu respuesta? – permanecí con la mirada fija, sin articular ningún gesto, mientras este continuaba ahora acariciando mi chaqueta verde, aquella que despojé de mi cuerpo, para lograr un poco más de comodidad. Al ver que no articulaba ninguna palabra en son de respuesta, este continuó

Tienes todo lo que necesitas para salir de este lugar, Integral. – fue en ese momento que liberando una leve sonrisa de ironía, respondí

¿y eso que es, ¿acaso lo que necesito eres tú? – No dudó ningún segundo en acercarse a mi. Alucard ahora respiraba por sobe mi oreja izquierda diciendo

¿quieres que la beba? – Pero mi silencio era la única respuesta que entregué. A continuación comenzó a hablar

Solo la probé una vez, y esa fue cuando te conocí, desde ahí que no e tenido el privilegio de hacerlo nuevamente… - esta vez como respuesta me di media vuelta para enfrentar su rostro con el mío, era una batalla de escasas palabras, de echo estas no hacían falta, para nuestro encuentro, aquel que solo se daba entre nosotros. Su nariz rozaba la mía, su cuerpo aquel que correspondía a una criatura no humana, expedía un calor inexplicable al estar centímetros cerca de mi. Mi postura permanecía inquebrantable, al igual que mi mirada, que ahora se acentuaba en la de él. Claro que la de él, era ahora totalmente diferentes. Quería probarla, anhelaba clavar sus afilados dientes en mi cuello, atravesando cada partícula de este, hasta llegar a mi arteria principal, para después saborear aquel virginal líquido rojizo el cual lo haría sentirse más vivo que nunca. Yo lo sabía y el también, con mi arrogante sonrisa, descubrí parte de mi cuello, dejando a toda luz, él solo se limito a preguntar

¿es esa tu respuesta, yo quiero oírlo con tus propias palabras… - pero nuevamente mi silencio y mi mirada fija fueron su respuesta. Este se acercó mucho más a mí, ahora podía sentir que su respiración era parte de mi cuerpo, se acercó tanto que ahora ya no extrañaba el calor del sol, ya que este se encontraba muy cerca de mí. Lentamente posó sus labios por mi desnudo cuello, acechándolo como una fiera acecha a su presa, se detuvo justo en el lugar que mi arteria palpitaba cada vez más y más, después subió lentamente sin dejar de rosa mi cuello para llegar a mi odio y decirme

La próxima vez, espero que la respuesta salga de tu boca… - estas fueron sus ultimas palabras antes de abandonar mi cuerpo para luego desaparecer como siempre lo hacía, después de escuchar m negativa como respuesta. Volví a mirar por la ventana mientras en mi mente solo existía una declaración

No la bebas… contamínala.