25 de Diciembre:
Explícame.
Explícame, por favor, como pudiste destruirme de este modo.
Porque no tiene sentido.
Porque no tiene sentido llorar. ¿Por qué llorar? Pues eso es lo que intento averiguar.
¿Cómo llorar si eres feliz? No lo sé. No se nada. Sólo se que acabo de ser destruido. Sólo se que verte feliz me destruye, me consume. Y pensar que hacerte feliz es lo único que yo deseaba en este mundo. Y me cumpliste el deseo, decidiste ser feliz.
Vaya paradoja, el amor. Pensar que yo deseaba tu felicidad. Sobre todas las cosas de este mundo. Esa felicidad que traté de brindarte. Que puedo decir de la felicidad. Yo, que solo fui feliz a tu lado. Y tu lado se me va, trato de atraparlo, de rodearlo, de mostrarle que hay algo más que un yo. Quiero mostrarle que hay más que un 'tu y yo'. Quiero mostrarle que hay mas que un 'amigos'. Quiero mostrarle que existe un 'nosotros'.
Pero ahora no puedo. Ya no. Otra vez intento sonreír.
No puedo ni sonreír. El daño que me he hecho solo puedo ocultarlo yo solo. ¿Perderlo? No, nunca. El dolor no está para dar lástima. No. Está para demostrar los sentimientos. Vaya Gryffindor que soy yo. Un verdadero cobarde. No, no permitiré que sufras por mi. Ya para sufrir estoy yo. Porque deberíamos de sufrir los dos. No, tu debes ser feliz.
Feliz Navidad. Uno de los pocos recuerdos bueno que conservo. Las Navidades. Pensar que siempre fueron fiestas felices. Comida, festejos. Regalos.
Y tu regalo. Tan precioso como de costumbre. Pensar que yo pensaba regalarte lo mejor de mí. Pero recibiste mejores regalos que ese.
Pero ayer era un día importante para mí. Vaya regalo te tenía preparado. Era lo mejor que podía darte. Era darte mi alma. Todo lo que me queda ahora, y se destruye lentamente.
Pero llegué tarde. Por ser cobarde. ¡Cuántas oportunidades tuve en el pasado de decirte todo!. Incontables. Pero siempre deje todo para ultimo momento. Así ocurrió y seguirá ocurriendo.
Pero llegué tarde. Él me ganó. Él te merece más que yo.
Pero luego me di cuenta. Como siempre, tarde. Podrías haber sido feliz de tantos modos. Pero no de ese modo. No así. Podrías haber sido tan feliz. Tan feliz, que no me habría dado cuenta de nada. Feliz, solo así podría vivir tranquilo. Ahora me lo trato de asegurar. Serás feliz.
Sí, lo serás.
Serás feliz con él. Él te hará feliz. Él, mi mejor amigo, compañero en las buenas y en las malas. Él. Sólo él.
Ya no habrá más tu y yo. A partir de hoy somos almas separadas. Ya no más amistad incondicional. Ya no más entendimientos. Ya no más noches de estudio frente a la chimenea. Todo se acabó. Y pensar que hacerte feliz es lo único que quería. Y pareces serlo, vaya si lo pareces.
Y tú no lo sabías. Ni lo sabes ahora. Y luego de esto, no lo sabrás.
Y ahora eres de él.
Me hace sentir decaído, triste, amargado, huraño, desgarrado, desgraciado, innecesario, sucio y sufrido.
Pasas a mi lado.
Te detienes. Me miras. Me observas. Me investigas. Me sientes. Me haces sentir aún peor.
Por supuesto, como si eso fuese posible. Parpadeas, preguntándote que me sucede. Pues nada, no me sucede nada.
Siento como me desgarras. Como me destruye tu mirada. Esa mirada que antes deseaba para mí solo. No puedo decirte todo lo que siento. ¡cómo lo haría! Pero ya no puedo. Feliz Navidad.
Pero ya no me puedo mentir a mi mismo. Ya no más. Antes, podría haberlo hecho. Hoy no. Ya no. Nunca más lo haré. No tendré otra oportunidad. La tuve, y la desperdicié. Como todo en mi vida.
La vida, desperdiciada.
Me sigues mirando. Pareces preguntarte el porqué. Te preguntas si fuiste tú.
Siempre fuiste tu.
¿Qué hiciste? Pues, nada, creo que ser feliz. Lo que hiciste fue elegir un camino de felicidad. Y eso me alegra. Aunque no pueda sonreír. Tu lo sabes mejor que nadie. Hay mas de una forma de demostrar la alegría.
Aunque no se la pueda demostrar de ninguna forma.
Y sigues mirándome. Y me destruyes más. Y no quiero. No quiero verte más.
Y aquí sigo, y seguiré hasta el último de mis días.
Y pasa su hermana con mi enemigo.
Y Neville. Y Luna.
Y pasas tú.
Y yo, solo.
Te detienes, me desnudas con la mirada. Niego con la cabeza.
"Sigue tu camino, sin mirar atrás... no busques la calma, no existe la paz... revélate a la tristeza y al destino"
Y al final, era obvio. Los polos opuestos se terminaron atrayendo.
Allí estás tu. Y él está a tu lado. Tomando el olor de tus rizos, sintiendo el gusto de tus suspiros.
Y aquí estoy yo. En el medio, tironeado de un lado al otro. ¿a dónde fui? No, yo no me fui.
Suspiro.
Trato de acortar la distancia.
Pero ya te has ido.
Adiós Hermione, te extrañaré. No me fui yo. Te fuiste tú.
