30 de Enero:

Los días pasan en una exhalación.

No siento golpear el viento contra mi rostro en esta nueva noche fría. Estoy perdiendo una parte del calor que generalmente respiraba. Ahora respiro tristeza, lástima y melancolía. Eso me mantiene en pie estos días. Días largos, aburridos, sin sentido.

Días en los que mi único pensamiento eres tú. Y no deberías serlo, pero aún así o no quiero o no puedo evitarlo.

Porque la puñalada me está desangrando a cada paso que das. Porque lentamente siento como mi vida se apaga. Porque revivo amargamente lo sucedido a cada día, a cada momento de mi existencia.

Mas cuando creí que solo vivía, me di cuenta que en mi interior hay algo que todavía vive. Es una llama. Pero no es una llama que me dé calor. O al menos eso creo. Es una llama fría, pero que ilumina un pequeño resquicio de mi corazón que no te ha perdido. La esperanza.

Pero no entiendo. Ya no creo posible recuperar lo que perdí.

Suspiro, una vez más. Distancia. Mucha distancia.

Pretendo pensar que estás aquí. Con tu sonrisa, con tu alegría.

Aquí, a mi lado. Aquí, cerca, donde pueda verte.

Aquí, donde te espero.

Pretendo pensar que estás aquí. Con tu amor, con tu cariño.

Sueño.

Tengo miedo de abrir los ojos.

Tengo miedo de descubrir que nada es como lo deseo. Miedo de descubrirlo. Que no estás aquí, ni lo estarás pronto.

No abro los ojos. Corto esa distancia y siento mi pecho inflarse. No sé como, pero me siento mejor. Estás ahí, aquí. Allí.

El amor. Que extraño. En el sueño, imaginario mío, ya no te extraño.

Y pese a todo, quiero abrir los ojos. Es un impulso inconciente. Quiero dejar caer estas lagrimas, quiero que rueden en libertad por mi mejilla y que por allí encuentren mejor destino que retenidas con mis extraños sentimientos. Como cuando tú las atrapabas, como cuando las secabas con tu mano, como cuando me daban escalofríos.

Y quiero que me veas así también ya, porque ya me importas tanto, que no importara pasar un mal momento. Otro mal momento.

Quiero llorar, quiero descargarme. Y lo hago, y sirve. Pero una vez que acabe, la herida seguirá sobre mí.

Y a sabiendas de que no puedo seguir así, lo intento, lo intento. Pero no puedo. No puedo dejarte ir, a donde serás feliz, a donde puedes encontrar más que lagrimas y sufrimientos. No puedo dejarte ir de mi corazón, de mi alma. Porque, si así sucediera, perdería algo más que el amor.

Perdería la esperanza y la medianoche, las estrellas y los sueños. Las noches y los regresos.

Perdería al amor, y a lo necesario.

Y no puedo hacerlo. Y sigo soñando.


N/A: Feliz año 2006 para todos. Si dejan reviews (lo que no creo asd) tendrán mis respuestas en su mail! (si lo dejan, claro). Muchos besos y sobretodo, un GRACIAS enorme.

A.-