Disclaimer: Los personajes de este fic no me pertenecen, y que son del maga de Gravitation, propiedad de Maki Murakami.
Aclaración: Diálogos entre comillas, pensamientos en letra cursiva.
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Ice and Snow
La primavera ya había llegado al pequeño y apacible pueblecito de Little Hunglon un pueblecito situado en la campiña inglesa, que era sin lugar a dudas, la zona mas hermosa de toda Inglaterra, especialmente en esas fechas.
Little Hunglon era un pueblecito costero, y su muelle era uno de los mas importantes en esos momentos en todo el país. También poseía uno de los parques mas envidiados de Europa, los Jardines Colgantes de Little Hunglon. Dicho parque poseía las mas maravillosas especies vegetales del mundo entero y, ni si quiera los Jardines Colgantes de Babilonia hubieran podido igualarlos.
Los habitantes de este lugar también eran conocidos en el mundo, debido a su hospitalidad y sobretodo a su belleza.
El alcalde del pueblecito era un hombre mayor, de unos setenta años. Llevaba mas de veinte años en la alcaldía, y el pueblo seguía reeligiéndolo como alcalde.
Tsukino Sakuma, que era así como se llamaba, tenia un hijo de unos treinta años, y sin lugar a dudas, el mas guapo de todo el pueblo. Se llamaba Ryuichi Sakuma.
Todas las muchachas del pueblo suspiraban por el, y muchas de ellas ya se habían declarado, pero todas ellas fueron rechazadas por el joven Ryuichi.
Aquel sábado de 1802 se celebraba un pequeño baile, presidido por la familia Uesugi, la familia mas rica y sin duda más influyente de todo Little Hunglon.
Su mansión, la mas grande de todo el lugar, se situaba en lo alto de la colina central y poseía las fuentes y plantas mas preciosas de la ciudad, exceptuando las de los Jardines Colgantes.
Ryuichi Sakuma se encontraba en esos momentos sentado a la sombra de uno de los árboles mas antiguos de todo el Jardín, un álamo negro.
Entre sus manos, sostenía delicadamente un libro que, a pesar de ser nuevo, las tapas que lo recubrían estaban bastantes desgastadas, a excepción del título, que podía leerse claramente.
Su pelo verde brillaba con los pocos rayos del solo que dejaba pasar las tupidas ramas del árbol. Sus ojos brillaban mas cuanto mas leía de aquel libro, que parecía tenerle absorto en el.
Sus delicados dedos recorrían las paginas del libro con mucha sutileza y cuidado, como si fuera en esos momentos, lo mas importante para él.
El tiempo seguía su curso, y Ryuichi ni si quiera se percato de que el mediodía ya había llegado y que tan solo en una hora debía presentarse en el ayuntamiento, debido a una importante reunión con su padre.
El tiempo seguía pasando, y cada vez se acercaba mas la hora de la reunión, y Ryuichi seguía absorto en el libro, hasta que un ruido, producido posiblemente por un conejo, distrajo la atención de peliverde, que decidió marcharse.
Mientras caminaba por un camino de piedra, rumbo a las escaleras de mármol para poder bajar al nivel inferior y de ese poder bajar hasta la calle, el mismo conejo que antes le había importunado, había salido de entre unos arbustos y se había colado entre sus piernas, haciendo que este perdiera el equilibrio y cayese al suelo, haciendo que el libro que sostenía entre sus manos saliera disparado y cayera por las escaleras de blanco mármol.
"¡No!" –grito Ryuichi al ver como el libro caía-
Ryuichi intento ponerse de pie, pero al parecer con la caída se había lastimado un tobillo, y no podía mantenerse levantado.
"Genial, llegaré tarde a la reunión con mi padre y el libro se ha caído por las escaleras" – dijo Ryuichi con un tono de ligero sarcasmo-
"¿Así que este libro es tuyo, ¿verdad?" –Dijo una misteriosa voz-
"¿Qui...quien anda ahí? –preguntó tembloroso Ryuichi.
"Vamos, no me digas que no reconoces mi voz. Me has decepcionado Ryu, y yo que creía que éramos amigos, pero parece que ya ni recuerdas mi voz. Por cierto, no te volveré a prestar los libros de mi hermano, viendo como los tratas"
"Tatsuha, ¿eres tu verdad?" –pregunto Ryuichi algo tembloroso todavía-
"Quien voy a ser –dijo mientras subía por las escaleras con el libro en sus brazos- tan solo te acordaste por lo del libro, ¿o fue por otra cosa?"
"Por favor, ayúdame a levantarme, si llego tarde de esta mi padre me mata"
Tatsuha se agacho a su lado y le revolvió cariñosamente el pelo, mientras le decía:
"Haber si tienes mas cuidado, la próxima vez quizás no este yo para ayudarte"
Ryuichi se incorporo gracias a la ayuda de Tatsuha. Este era el menor de los hermanos Uesugi, y aunque el peliverde le doblaba en edad, eran muy bueno amigos.
Tatsuha era un chico de unos quince años. Su pelo de color oscuro, dejaba caer unos desordenados mechones sobre su frente, incluso cubriendo sus ojos. Su ropa estaba compuesta por una camisa blanca, casaca negra, y pantalones y zapatos del mismo.
Ambos bajaron las escaleras y atravesaron los Jardines Colgantes, hasta llegar a la calle. Apenas quedaban diez minutos para que empezara la reunión, y aunque el ayuntamiento estaba cerca, en el estado en que se encontraba Ryu no podía llegar.
"Por mucho que corramos no llegaremos, no con el tobillo así Ryuichi" –dijo Tatsuha sutilmente-
"Pero.. pero mi padre me matará" –dijo Ryuichi algo preocupado-
"No te preocupes, iré hasta allí y se lo diré, ¿de acuerdo?"
"Gracias Tatsuha, me harías un gran favor"
Tatsuha se fue corriendo en dirección al ayuntamiento. Entre tanto Ryu, como pudo, se sentó en uno de los precioso bancos de madera que se encontraban frente al jardín.
Durante la ausencia de Tatsuha, Ryuichi continuó leyendo el libro hasta que una persona se coloco delante de él.
"Buenos días Sakuma-san, ¿disfrutando de un buen libro?"
Ante el se encontraba un hombre rubio, muy parecido a Tatsuha, la única diferencia eran la edad, ya que este tenia veintiún años y que tenia el pelo rubio, aunque en estos momentos estaba cubierto por un gran sombrero de copa de color negro. En su mano derecha, llevaba un bastón con la empuñadura de plata.
"Buenas días Yuki. Pues si, la verdad es que es muy bueno, me lo dejo su hermano"
"Me alegra que mi hermano se tome tanta libertad con mis cosas"
"¿Es de usted, lo siento no lo sabia" – La tensión entre ellos estaba aumentado por momentos-
"Entonces, ¿me lo devuelve ya?" –Preguntó algo enojado-
"Lo lamento, es demasiado interesante como para hacerlo, en cuanto lo termine se lo daré a su hermano, téngalo seguro"
"Por si no lo sabes usted me esta robando" -Dijo con una mirada cruel y asesina-
"Cuanto lo lamento, si quiere vaya usted y denúncieme, pero ahora déjeme terminar el libro" –Le replicó burlonamente al rubio-
"Estoy intentando no faltarle al respeto, y me esta costando mucho ya que me esta poniendo de los nervios, así que por favor, devuélvame el libro ya o aténgase a las consecuencias"
El peliverde ni si quiera se molesto en contestar, y seguía leyendo el libro con especial interés.
"Usted se lo ha buscado"
Con estas palabras, el joven Yuki arrebato de las manos de Ryuichi el libro y se marcho caminando calle abajo con el libro.
Al rato Tatsuha regresó acompañado del padre de Ryuichi, y entre los dos se lo llevaron a la casa de Ryuichi, donde le dejaron reposando.
A las seis de la tarde, uno de los criados de la casa entro en la habitación de Ryuichi.
"Señor, debería vestirse ya. El baile comenzara en media hora y ya debería estar listo. El coche ya espera abajo"
"Gracias Shuichi, ahora me visto"
"¿Necesita el señor ayuda?"
"No gracias, puedes retirarte ya. Por cierto, dígale al ama de llaves que volveré alrededor de las once, no mas tarde"
"Esta bien señor"
El joven criado se retiro dejando a Ryuichi a solas.
El peliverde comprobó que su tobillo esta en perfectas condiciones, así que levantándose de la cama, fue a buscar la ropa mas adecuada, escogiendo un camisa blanca, una casaca gris a juego con los pantalones, una capa negra y unos zapatos del mismo color.
Antes de salir de la habitación recogió un precioso bastón, recuerdo de su abuelo y su sombrero de copa de lo mas coqueto.
Al salir de la casa, el coche de caballos estaba esperándole.
Los caballos relinchaban nerviosamente, cosa que asusto un poco a Ryuichi, ya que los caballos no eran de su agrado.
Subió al coche y enseguida el conductor se puso en marcha en dirección a la mansión Uesugi.
La sinuosa mansión esta perfectamente decorada con motivos fantásticos y mitológicos, seguramente encargados por el señor Tohma, el dueño de la casa.
En la fiesta se encontraban todos los habitantes del pueblo, desde el zapatero Bremon hasta el doctor Cedric.
Ryuichi se encontraba en medio del salón, completamente solo. A lo lejos podía ver a Tatsuha hablando con unos amigos, y al insoportable de Yuki en otra esquina rodeado de mujeres.
En cuanto algunas chicas divisaron al peliverde acudieron raudas cual rayo hasta rodearle completo, sin embargo Ryuichi se deshizo rápidamente de ellas y se sentó en una de las cómodas sillas de terciopelo rojo que se encontraban cerca de Yuki, sin embargo no mira para este, y mantuvo su mirada fija en el suelo.
Al cabo de cinco minutos Tohma hizo acto de presencia acompañado de Mika, que llevaba un precioso vestido rojo.
"Amigos, como sabéis todos los años celebro una fiesta este mismo día para celebrar la llegada de la primavera, pero este año esta fiesta no es solo eso, si no que, el heredero de nuestra fortuna, Yuki Eiri, ha elegido prometida. La verdad es que todavía no conozco el nombre de la afortunada, por eso me gustaría que Yuki lo anunciara delante de todos, y si la señorita se encuentra en la sala, seguro será un momento muy especial"
Todas las mujeres de la sala se pusieron nerviosas y empezaron a temblar, esperando que su nombre fuera el que saliera de los labios del rubio.
Éste, que se encontraba apoyado en una de las columnas del salón, dirigió sus pasos a donde estaba Tohma.
"Si, es cierto lo que Tohma ha dicho, ya he encontrado a la persona que amo. La verdad, no era mi intención declararme ante ustedes pero, veo que no ay mas remedio.
La persona a la que amo es..."
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Bueno, hasta aquí el primer capitulo.
Siento mucho haberlo dejado así, pero creo que es mejor porque al menos tendrán el interés de saber como continua muahahahahaha.
Ya saben, por favor deje reviews, son de agradecer.
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