Perdón por demorarme tanto :(, pero tenía un bloqueo de escritora! Bueno.. ya sé, este capitulo no es de lo mejor, pero .. créanme, es necesario ;)!
Gracias por todos los reviews! Prometo que el siguiente capitulo será bueno.
CAPITULO IV
"¿Sabe que esto es motivo de expulsión, Shuichi? -le dijo a Shuichi su director- Pero antes de tomar una decisión, quiero que me digas la verdad. ¿Te obligó Yuki? Porque, de ser así, será necesario llamar a la policía."
"¡No! –gritó Shuichi- ¡Jamás había deseado algo con tantas ansias como lo que hice con Yuki! Lo amo."
"No tienes por qué mentir por mi. Yo lo obligué, abuse de él." dijo Yuki, con una sonrisa malévola.
"¿Qué? ¿Por qué dices eso?" Shuichi sentía como caían las lágrimas por su rostro. Su desesperación era demasiada, pensaba que su amor por Yuki era correspondido, pero ahora tan solo parecía como si lo hubiera usado.
"No solo eso. Abuse de él delante de Hiro. Él no está loco, tan solo un poco traumatizado por las cosas que le hice ver." Yuki parecía decir todo esto en serio, tenía una expresión de satisfacción.
"¡Yuki! ¿Por qué dices esas cosas? –Shuichi no podía creer lo que estaba sucediendo, parecía una pesadilla- ¡No me hagas esto, por favor!"
Shuichi estalló en llantos, el dolor de ver a su amado decir aquello tan despiadadamente era demasiado.
"Pues, si lo que dice el Sr. Yuki es cierto, tendré que tomar serias medidas. -mientras el director decía esto, buscaba un número entre sus papeles- Pueden retirarse de mi oficina por ahora. Los haré llamar luego."
Apenas se retiraron de la oficina el director, algo afligido por la situación, procedió a llamar a la policía para informarles del presunto abuso. Luego, llamó a quien sería la nueva sicóloga de Hiro para contarle lo sucedido.
Una hora después.
"Bien. Hablé con la sicóloga de Hiro –dijo su director, haciendo una leve pausa-, cree que deberá seguir con su tratamiento pero será menos riguroso de lo que se esperaba. Hiro parece estar respondiendo mucho mejor y, al saber la causa de su trauma, será más fácil tratarlo."
Shuichi se sintió un poco aliviado tras saber que su amigo estaba mejor, pero aun así sentía que su corazón se partía en dos.
"Con respecto a usted –dijo su director, mirando a Yuki-, hablé con la policía y, si lo que dice es cierto, habrá que tomar medidas legales."
"Esta bien, como sea…" dijo Yuki, algo desinteresado por lo que el director le decía."
Shuichi estaba atónito, no lograba asimilar lo que estaba ocurriendo. Yuki ciertamente no había abusado de él y ahora tendría que ir a la cárcel por su culpa. No sabía que era lo que buscaba Yuki al decir esto, no había tenido la oportunidad de hablar con él aun y, aunque le era casi imposible, prefirió esperar a hablar con él a solas antes de perder la razón.
"Director…"
"¿Qué, Shuichi?" le respondió su director.
"¿Puedo hablar con Yuki a solas por un momento?" dijo Shuichi, bastante abatido.
"Esta bien, pero si necesitas algo, solo dilo –le dijo, mientras salía de su oficina-, no queremos otro… accidente."
"Gracias" dijo Shuichi, despacio.
"Bueno, y… ¿qué quieres?" preguntó Yuki, crudamente.
"¿Por qué me haces esto? –Shuichi sentía que podría morir de amor en cualquier momento- ¿Acaso no significó nada para ti? ¿No significo nada lo de anoche? Porque fue el momento mas bello de toda mi vida."
"Shuichi, yo… -Yuki sentía como las lágrimas comenzaban a brotar de sus bellos ojos- no quiero que sufras por mi culpa."
Shuichi lloraba, pero esta vez de felicidad; Yuki se estaba sacrificando por él, pero lo que él no entendía era que Shuichi sin él no podría vivir.
"La única manera en que podría sufrir sería si me negaras tu preciado amor" al decir esto Shuichi lo beso ligeramente en sus labios.
"Shuichi…"
"Bueno. ¿Creo que tendremos que hacer algo al respecto no? -interrumpió Shuichi con una gran sonrisa- Mira, es cierto… me dolerá bastante decepcionar a mis padres cuando lo sepan todo y me expulsen del colegio, pero lo podré superar, ellos también. Lo único que jamás lograría superar sería tu amor."
Hubo un largo silencio por un momento. Yuki y Shuichi permanecieron mirándose directamente a los ojos sin decir ni una sola palabra.
"Aunque… sería bastante excitante verte con unas esposas…" dijo Shuichi, con un tono pervertido.
"¿Ah? –respondió Yuki, atónito- Pervertido. Aquí el que usará las esposas serás tu."
"¿¡QUÉEEE? –gritó alarmado el director, quien entraba en ese momento a la oficina- ¿Cómo osa decir aquel atrevimiento en mi propia oficina? ¿Esposas? ¡No lo puedo creer! ¡Es usted un degenerado!"
"…Qué buen momento para entrar a su oficina, ¿no?" Yuki no hizo mayor esfuerzo por explicar la situación, todo comenzaba a parecerle muy aburrido.
"Director… Hablé con Yuki –Shuichi hizo una pausa, necesitaba organizar lo que diría a continuación-, la verdad es que el no abusó de mi. La decisión fue de ambos."
"Shuichi… no se qué pensar. Quiero que me digas la verdad, ¿acaso Yuki te está presionando para que digas eso?"
El director sonaba preocupado, de verdad creía que Yuki había abusado de él y, aún más, que ahora lo amenazaba para que callara. Mientras pensaba en esto, notó como Yuki tomaba la mano de Shuichi. Estaba a punto de interrumpir, cuando, de pronto, percibió un toque de ternura en la expresión de ambos y en la delicada forma en que Yuki sostenía la mano de su alumno. Quizás estaba equivocado, quizás si se amaban pero, ya no había vuelta atrás, había llamado ya a la policía y sabía lo difícil que sería hacerles ver su error. Además, si se amaban o no, no cambiaba el hecho de que Shuichi era un alumno y Yuki su profesor, ambos hombres además. A esto se le sumaba que hubieran tenido relaciones sexuales no solo en el colegio, si no que en las canchas, donde podrían haber sido vistos por cualquiera.
Mientras todos reflexionaban sobre la situación, un suave aroma a rosas comenzó a llenar la oficina. Todos permanecieron en silencio, cada uno disfrutando del suave aroma. Divisaron, a través de la ventana, a una joven pasar con un ramo de flores saltando y cantando una alegre canción.
"Recuerdas… -dijo Yuki, lentamente- ¿Recuerdas cuando me diste una bella rosa?"
El director trató de recordar instintivamente aquel día en que Yuki había tomado de las manos de Shuichi una rosa. Aquel día, Shuichi se había vestido y peinado como mujer y había llevado una bella rosa roja al colegio. Entonces recordó lo que Shuichi había gritado: había gritado que el profesor era muy bello. Esa manera tan instintiva que tenía Shuichi de gritar lo que sentía era característico de él. Siempre se metía en problemas por decir cosas indebidas, sin querer, pero… no podría haber fingido en ese entonces su atracción hacia Yuki. Debía ser cierto.
"Supongo que fue mi culpa, ¿no? –dijo de pronto Shuichi, entristecido- Jamás debí interesarme en ti"
"Shuichi… No es tu culpa, un sentimiento tan fuerte y sincero como el amor imposible de evadir" le respondió Yuki.
Apenas dijo esto Shuichi se lanzó sobre Yuki, botándolo de su silla. Abrazó a Yuki con todas sus fuerzas, no quería perderlo.
Yuki podía sentir las lagrimas caer sobre su pecho. Normalmente se habría enfadado por botarlo, pero en ese momento tan solo se alegró de ver cuánto lo quería. Permanecieron juntos, abrazados en el suelo y sintiendo el calor de sus cuerpos. Sabían que lo peor estaba por comenzar.
