Disclaimer: Vean el capítulo uno, por favor.

Nota: La advertencia de siempre, suspenso al frente, aunque descubrirán algo muy divertido... Jejeje...

Ocupantes Inesperados

El resto del viaje por el lado este de las Montañas Nubladas fue tranquilo, el silencio nervioso con el que habían empezado el viaje fue remplazado por juguetonas bromas mientras Aragorn y Legolas contaban historias de sus pasadas aventuras. Atavus no estaba segura di ellos estaban exagerando o sus nuevos amigos realmente se metían en problemas, pero estaba realmente entretenida por las historias.

No estaban muy lejos del paso norte sobre las Montañas Nubladas cuando Atavus decidió empezar a buscar una cueva en la que pasar el invierno.

"¿Estás segura de esto, Atavus? No sé si me sentiría cómodo sabiendo que estás viviendo aquí afuera sola", preguntó Aragorn después de haber encontrado la quinta cueva para descubrir que esta ya era la casa de una familia de osos.

"Aragorn, estaré bien. Estamos lo bastante cerca de Imladris para que sea capaz de cazar por comida, y si encuentro una cueva lo suficientemente baja en la sierra no tendré que preocuparme por quedarme atascada por la nieve. Lo único que falta ahora es encontrar la cueva", dijo Atavus escogiendo un camino entre la pared de roca y cantos caídos que la rodeaban. "Sabes que ustedes dos no tienen que quedarse y ayudarme a encontrar una cueva. Puedo arreglármelas sola. Sé que estás apurado por regresar con tu familia". Aragorn le había contado que en Rivendel tenía una familia adoptiva élfica, pero ella aún no sabía quienes eran.

"No, yo nunca te dejaría sola aquí afuera, a menos de que supiera que estas preparada para el invierno, y sé que Legolas tampoco lo haría", le respondió Aragorn mirando a Legolas entrar a otra cueva frente a ellos.

"No, no lo haría", oyeron el eco de la voz de Legolas en las paredes de la cueva.

Atavus entró a la cueva detrás de Legolas, pero fue obligada a detenerse porque Legolas había parado justo dentro de la entrada de la cueva. Su sentido del olfato automáticamente capto la esencia que había detenido el siguiente movimiento de Legolas. "Orcos", silbó entre dientes.

"Legolas, ¿ves algo?", susurró Atavus, sabiendo que el sitio del elfo era mucho mejor que el suyo.

"No, la cueva esta vacía, pero no creo que lo haya estado por mucho. Probablemente ellos están viviendo aquí", dijo mirando alrededor y viendo los objetos personales de los orcos.

"Por los Valar. No quiero orcos por vecinos este invierno", maldijo suavemente Atavus.

"Espero que no los tengas. Podemos esperar encima de la entrada de la cueva hasta que regresen y sorprenderlos", sugirió Legolas.

"No lo sé", a Atavus le preocupaba que sus amigos pudieran resultar lastimados. Recordaba las historias que le habían contado acerca de que siempre aparecían en Rivendel con al menos uno de los dos estando herido. Esta vez no quería ser la causa.

"Estamos obligados a hacer algo Atavus. Los orcos están demasiado cerca de Rivendel. Tienen que ser destruidos", razonó Aragorn.

Ella sabía que él tenía razón, pero la idea de que si algo les pasará a ellos sería su culpa persistía en su mente.

"Ven, déjanos encontrar una buena posición sobre la boca de esta cueva", dijo Legolas empezando a empujarlos hacía la boca de la cueva, pero se detuvo cuando escucharon algo afuera. "Regresen. Alguien está viniendo". Todos se movieron hacía las esquinas de la caverna, arrodillándose detrás de algunas rocas. Aragorn terminó separándose de ellos.

Atavus hizo una mueca al ver diez orcos a la entrada de la cueva. "Tenemos que pelear", susurró con el ceño fruncido. "Aunque no me gusta pelear en un espacio tan pequeño".

Legolas asintió apoyándola. "Si nos apuramos podríamos tener el elemento sorpresa de nuestro lado, sugirió en voz baja Legolas.

Justo entonces vieron a Aragorn salir de su escondite y ensartar al primer orco con su espada desenfundada previamente.

"Humano imprudente", dijo Legolas levantándose para unirse a su amigo.

Atavus tenía razón. Peleando en un espacio pequeño las cosas eran más difíciles, especialmente con muy poca luz. Temía la posibilidad de atacar a uno de sus amigos con su propia espada, pero por suerte se las había arreglado para trabajar su camino hacía la salida mientras era perseguida por tres orcos con los que estaba peleando. Vislumbró a Aragorn y a Legolas al fondo de la cueva aún peleando espalda a espalda. Los orcos a los que se estaba enfrentando habían separado de sus amigos sabiendo que ella sería la más débil de los tres. Pero ella estaba arreglándoselas bien hasta que sintió su pie en el borde de la losa de roca frente a la boca de la cueva. Estaba en problemas. Recordaba que ahí había una caída de quince pies y que sería un duro aterrizaje.

Aragorn había terminado al orco con el que estaba peleando y se apuro al ver a Atavus empezando a caer. Por suerte unos pocos pies por debajo de la orilla de piedra había un pequeño borde saliendo de una grieta en la roca. Atavus pudo sostenerse del borde con una mano. Por mala suerte su otro hombro se golpeó con fuerza contra la pared de piedra. Había estrellas bailando frente a sus ojos, pero no se soltó del borde. Podía oír palabras enfrentándose mientras Aragorn peleaba con los orcos que la habían empujado al borde del risco. Después de un momento oyó sonidos arrastrados mientras Aragorn se arrodillaba para asomarse sobre el borde de roca. "Atavus. Espera. Te sacaré de ahí", él extendió su mano todo lo que su brazo alcanzaba, pero no llegaba a la mano que se sostenía de la grieta. "¿Puedes alcanzarme con tu otro brazo y tomar mi mano?" Por respuesta recibió un gemido mientras ella empezaba a mover el brazo.

"Mi hombro se disloco", le llamó ella.

"Estás a seis pies sobre el piso. ¿Crees que puedas dejarte caer sin lastimarte? Puedo encontrar otro camino hacía abajo contigo", le preguntó escéptico.

"Eso creo", dijo mirando hacía abajo, calculando cual sería la mejor forma de aterrizar y no perder el equilibrio. Respiro profundamente, meció sus pies hacía la pared de piedra y se empujó hacía afuera, de modo que no se golpeara en su camino hacía abajo. El caso es que ella aterrizo sobre sus pies doblando las rodillas para absorber el golpe. Ella miro a su amigo sonriendo por su suerte, pero su sonrisa se convirtió en una mirada de horror. "Estel. Detrás de ti".

Aragorn se volteó justo a tiempo para recibir una puñalada en su costado de uno de los orcos restantes que habían escapado de Legolas, quien aún estaba peleando a la entrada de la cueva. Él levantó su espada y dio el siguiente golpe. Sus movimientos se volvieron lentos de aluna forma, pero él aún podía vencer al orco a atravesar al orco por la mitad. Legolas justo había terminado con su último oponente y caminó hacía donde Aragorn estaba parado. Vio a Atavus parada bajo ellos. Ella le llamo, "Legolas, está lastimado. Herida en el costado". Él pudo ver el dolor que ella tenía pero rápidamente buscó el costado de Aragorn.

La herida había pasado todos los órganos importantes, pero Legolas notó que había un poco de veneno, casi imperceptible, bajo la piel. "Tenemos que llevarlo a Rivendel. Esta envenenado. Estel, déjame ayudarte a encontrar un camino hacía donde está Atavus", dijo sirviendo de apoyo para su amigo.

"No, tú ve al frente. Déjame aquí. Estaré bien. Llevado a Rivendel", dijo Atavus agitando su cabeza.

Esta vez fue Aragorn quién le llamó. "Tú hombro esta dislocado. No te dejaremos aquí sola y lastimada. ¿Si tu te quedas, yo me quedo?"

En el tiempo que demoraron en llegar donde Atavus estaba el veneno en el sistema de Aragorn había empezado a debilitarlo, Legolas lo tendió en el suelo, limpió y vendó la herida añadiendo la plata Athelas al vendaje. Aragorn había cedido del cansancio que ahora sentía. Entonces Legolas se volteó hacía Atavus. "Déjame ver tu hombro", el sintió la articulación y pudo ver que si estaba dislocado. "Necesito recolocarlo".

"No deberías demorarte aquí preocupándote de mi. Deberías llevarlo a Rivendel donde los elfos pueden ayudarlo. Mi ayuda no la ofreceré estando cerca de Rivendel. Él puede hacerlo sin mí, y creo que lo prefiero de esa manera", dijo alejándose.

"La verdad es que puedes ayudarme a llevarlo a Rivendel. Si recolocó tu hombro podrás usar el otro para ayudarme a cargarlo allá. No estará conciente por mucho más. Necesito tu ayuda", rogó. Él sabía que si jugaba con su simpatía por Aragorn ella lo haría.

"Está bien. Pero hazlo pronto por favor", rogó ella. Él podía ver el dolor que articulación causaba en sus ojos. El sintió la articulación dibujándose en su mente, decidió justo como debía moverlo para recolocarlo. Él lo había hecho muchas veces antes. No sería fuerte. Ella estaba sentada contra un gran canto rodado y él sostenía su cuerpo empujándolo hacía atrás con un brazo, mientras con el otras tiraba el hombro y lo colocaba de nuevo en su lugar. Pudo ver la mirada desorientada en sus ojos mientras el dolor la abrumaba por un momento.

"Prueba con mover tu brazo", ella obedeció y se dio cuenta que gran parte del dolor había desaparecido.

"Funcionó", sonrió. Aún le dolía mucho, pero era nada comparado con lo de antes. Empezó a pararse.

"Detente, tengo que hacer un cabestrillo para ese brazo", dijo poniendo sus manos sobre los hombros de ella.

"No hay tiempo Legolas. Aragorn necesita que nos movamos ahora. Lo mantendré pegado a mi cuerpo y tendré cuidado", dijo levantándose de todos modos.

"Está bien", respondió dándose cuenta de que ella no iba a esperar.

Cada uno de ellos tomo un lado del hombre semiconsciente, y entre los dos lo ayudaron a salir de la cordillera y a entrar a los bosques que rodeaban Rivendel. Estaba oscureciendo. Legolas sabía que habían sido vistos y no se sorprendió al oír a dos caballos gemelos idénticos yendo hacía ellos, llevando a dos jinetes gemelos idénticos.

"Por Eru Legolas, mi padre va a ponerse furioso cuando vea que traes a Estel a casa medio muerto otra vez", dijo el que él pensaba era Elladan desmontando rápidamente y cogiendo a Aragorn de sus brazos.

"La herida esta envenenada Elladan. Debemos llevarlo rápido donde tu padre", dijo Legolas mostrándole la herida.

"Pásamelo hermano", dijo Elrohir alcanzando a su hermano menor. "Lo llevare hacía padre. Mi caballo es el más rápido de los dos".

Atavus hizo un sonido en su garganta cuando el gemelo se llevó a su amigo por el camino, sosteniéndolo seguro.

"No te preocupes Atavus. Ellos son sus hermanos", dijo Legolas cuando vio la angustia en sus ojos.

Elladan dio un silbido alto y otro elfo que Legolas había conocido antes, pero brevemente, cabalgo hacia ellos. "¿Puedes prestarnos tu caballo Elruic? Estel esta lastimado y necesitamos llegar con Ada rápido".

"Claro mi señor", el elfo desmontó y Legolas se balanceó rápidamente sobre la hermosa yegua.

Se agachó para alcanzar a Atavus, pero ella dio un paso hacía atrás y sacudió su cabeza. "Tú ve. Estel esta a salvo ahora. Yo debo irme", se sentía muy extraña al casi entrar al reino élfico.

"Atavus, puede que él aún necesite tu ayuda", susurró Legolas. "¿Qué pasaría si lo trajimos demasiado tarde?" Ella oyó la angustia en su voz, y puso su brazo sano en su mano mientras el la balanceaba hacía arriba tras él.

Ellos cabalgaron hacía la Última Morada e hicieron el camino hacía la casa y arriba de las escaleras hacía el cuarto de Aragorn, al que Elrohir lo había llevado. Atavus pudo ver a un elfo de apariencia distinguida sentado en el borde de la cama de Estel examinando su herida. Él suspiró pesadamente.

"Ada, ¿qué es eso?", preguntó Elladan desde su lugar en la puerta.

"Es un veneno rápido. Me temo que sea demasiado tarde para que nosotros podamos ayudarlo", Lord Elrond no quería mentirles a sus hijos. "Vengan, debemos ir a mi habitación de las medicinas, y recoger algunas hierbas. Ayúdenme", Elladan y Elrohir siguieron a su ada con miradas de desesperación en sus rostros.

Atavus y Legolas se adelantaron después de que ellos se fueran, sentándose a cada lado de Aragorn. "Legolas que hay del gran Lord Elrond. Se supone que él es el sanador más sabio en toda Tierra Media. ¿Por qué no lo mandan a buscar?" preguntó Atavus desconcertada.

"Atavus, ese era Lord Elrond. Él es el padre de Estel", respondió Legolas.

Nota de autora (traducida del capi original): Creo que debería hacer una declaración antes de ir más lejos. Sé que estoy mostrando a los tres amigos acercarse bastante, pero este no es un romance. Estoy escribiendo solo de amistad. Ahora veamos si podemos encontrar como se las esta arreglando nuestro amigo Aragorn.

Nota de la traductora:

¡Aiya! Lamento haber demorado con este capi, lo que pasó es que estaba en casa de mis primos y no podía ponerme a traducir allá... Ahora estoy de regreso en mi casa, adelantando los capis para cuando regrese a clases (el 5 de septiembre) poder seguir actualizando regularmente... Muchas gracias a todas por sus reviews, me he alegrado al verlos y responderlos, y también a Meluivan :P

Y bueno, dejen otros y me cuentan como les pareció el capi, ¿si:D Y no me pueden negar que Melissa nos dejó bastante colgadas con este capi... Espero que les haya gustado el capi, a mi me encantó traducirlo n.n Aunque les dejó angustiadas por si Aragorn vive o no después de esto... Y también sobre lo que dirá Lord Elrond, aunque si soy sincera él no me preocupa tanto, él es sabio y justo, aunque también es una persona capaz de cometer errores... A mi lo que más me angustia es que los demás elfos se enteren... ¿Cómo reaccionarían si se enteraran? ¿Cómo reaccionará Lord Elrond? Les dejo con esas dudas, eh?

Y bueno, tratare de actualizar pronto, creo que el miércoles, como suelo hacer, si demoro un poco no me maten ¿eh? Es que acabo de empezar mi trabajo en la guardería de mi prima n.n y estamos haciendo los decorados de las habitaciones, además, ya tiene una nena de 5 meses, es preciosa y se llama Natalia... :P Voy a poner unas fotos suyas en mi blog para que si a alguien le interesa la vea.

Bueno, es hora de irme y contestar los reviews n.n Cuídense mucho, besos!

¡Gracias por leer!
¡Namarië!

Respuestas:

Walkyria: Aiya! Jejeje... :P Si, ese par empiezan a ser muy buenos amigos y en cierta forma me tranquiliza que ya no peleen más, bueno, que Legolas ya no pelee con ella xD Me alegro que te haya gustado, gracias por el review! Besos, nos vemos pronto! Namarië!

Morning view: Aiya! Me alegro que te haya gustado :P y si, al menos Atavus ya no tendrá que preocuparse por él ahora... Jejeje... En adelante tendrá otras cosas en mente... (risa malvada) n.n Gracias por tu review, nos vemos pronto! Namarië!

Ariwien: Holas! Como dicen, lo más bello suele ser también lo más triste... Y mejor no te cortes las venas o no sabrás como Atavus sale de esta, ¿eh? Y no puedo prometerte nada porque el fic ya esta terminado... uu Y te aseguró que vas a tener Atavus para largo... jejeje...Nos vemos pronto! Namarië!

Duende: Aiya! Me alegra que te haya gustado, no te preocupes por ellos, vas a ver como termina todo :D Y no te preocupes por el Medio elfo, pronto vas a ver su reacción (risas malvadas) Nos vemos pronto! Besos! Namrië!

Ninde: Aiya! Bienvenida a la sala de torturas de Meluivan Indil xD No, es broma, bienvenida al fic :P Me alegra que te haya gustado el fic, por esa temática tan diferente me gusto tanto y decidí traducirlo (y por cierto, es un gusto traducirlo, disfruto mucho el hacerlo) Atavus es un personaje muy complejo, y si no se quiere a si misma es razonable, solo fijate en el ambiente en el que creció... Es fascinante esta chica, y se hace querer :-) Ya vas a ver como le va a Atavus en la historia :P jejeje, espero que te guste y en determinado momento no desees matarme... Pero muchisisisisisisimas gracias por todo lo que dijiste de Atavus, me has hecho sonrojar... n/n jejeje... y creo que a Melissa también :D Mil gracias por tu review :P Cuídate mucho, nos vemos pronto! Besos! Namarië!