Disclaimer: los personajes de Harry Potter pertenecen a JKR y wb...
Bueno pues vengo con otro capítulo de mi historia. espero que no os aburra mucho. XD
Una carta y una boda:
Hermione se despertó, y miró su despertador para saber que hora era.
-las 9 en punto! Tengo que estar dentro de treinta minutos en el ministerio! Dijo Hermione levantándose precipitadamente de la cama y se dirigió al baño para ducharse.
Faltaban diez minutos para la hora y Hermione apareció en el vestíbulo del ministerio, y sin perder tiempo se dirigió a los ascensores. Al entrar se encontró con la melena rubia de Luna. Que le sonreía, nunca veía a Hermione así de revolucionada.
-Hermione, tendrías que estar ya en la reunión, vas a llegar tarde. Dijo ella con una sonrisa, era divertido ver por una vez la preocupación en el rostro de Hermione, por su tardanza a la hora de entrar al ministerio. Siempre era de las primeras.
-si, ya lo se, pero hoy no he dormido muy bien... y me quedado dormida. Dijo la castaña poniéndose bien túnica.
-otra vez Harry? No sabía porque lo preguntaba sabía perfectamente la respuesta.
-si otra vez... dijo ella suspirando, anhelaba volver a verle, ni que fuera un solo segundo, además quería saber el motivo de su marcha, una marcha de cinco años.
-por cierto tienes que hablar con Ron, el ya te lo comentará todo. Dijo Luna no quería ser ella que le contara lo de la carta de Harry.
-comentarme el que? Dijo ella cogiendo bien el maletín estaban apunto de llegar a la segunda planta, donde trabajaba ella.
-ahora lo sabrás. Nos vemos esta tarde... dijo la rubia.
Las puertas del ascensor se abrieron, dejando ver a aurores pasando por los corredores con carpetas y archivos. Hermione salió corriendo hacia la sala de reuniones. No podía permitirse llegar tarde.
Mientras en algún lugar de la tundra siberiana.
Un hombre estaba sentado encima de una piedra en posición de meditación...
Alrededor de él habían algunos grupos de árboles, y poca más vegetación. Unas montañas blancas, por la nieve detrás de él. Cerca había un gran lago helado, como si de un espejo se tratara, reflejaba perfectamente la luz del sol. Cegado según la posición del sol y desde donde lo miraras.
-hola Harry. Dijo un hombre apareciendo detrás de uno de los pocos árboles que habían por ahí, su voz era grave y contundente.
-como te va Vladimir? Dijo el moreno sin levantar la vista, ni mover un solo músculo.
-bien, y a ti? Hace dos meses que no nos vemos.
-Desde que te fuiste de viaje urgente a Hungría. me va igual que siempre.El moreno continuaba con los ojos cerrados respondiendo sin pensar en que lo decía, como si su mente estuviera en otro lugar.
-si.
-que sucedió para que tu marcha fuera tan repentina?
-un encargo del ministro de ahí. Nada, un joven búlgaro, un poco mayor que tú, hizo la osadía de ir a entrenarse para el quidditch a la garganta del Dragón. Tuve que ir con Jack a rescatarlo, me pagaron muy bien por ese trabajo.
-siempre te pagan bien. Vladimir.
-es lo que tiene ser uno de los tres mejores con los dragones. Por cierto su nombre era Victor Krum, dijo que había ido allí para mejorar su habilidad con la escoba porque recordó tú habilidad delante de un dragón. Le conoces, verdad?
-si, participó contra mí en un torneo. Fue bastante divertida esa prueba.
-Harrry, llevas dos años aquí, porque no vuelves con los tuyos o es que no hay gente que te quiera en Inglaterra? Dijo Vladimir sentándose al lado de Harry.
-si que la hay, pero hasta que no esté preparado no puedo volver, me lo prometí, y se lo prometí a ella.
-así que de verdad hay alguien. Y cual es su nombre? Le podría hacer una visita. Dijo Vladimir.
Pasaron unos minutos en silencio, Harry ni se movía, parecía una estatua encima de esa piedra. Vladimir sabía que nunca respondería a esa pregunta.
-por cierto, junto al ministro de Hungría había una persona que preguntó por ti, justo cuando yo entré. Me parece que se llamaba Dumbledore o algo parecido. Dijo rompiendo el tenebroso silencio, solo interrumpido por alguna ráfaga de viento que levantaba la nieve provocando remolinos blancos. Con la luz del sol parecía como si fueran de cristal, avanzando sutilmente como si marcaran un baile.
-nunca parará de buscarme.
-así que también le conoces. Parecía muy preocupado, quería saber si sabía algo de ti. Dijo Vladimir sacando una petaca llena de Vodka muggle.
-si, fue como mi tutor, y deberías dejar eso. La petaca de Vladimir se elevó en el aire separándose del propietario.
-Harry... yo no soy tan fuerte como tú para aguantar este horrible frío, y el vodka me ayuda a pasarlo. Dijo riendo.
-pues deberías meditar...
-eres muy aburrido Harry, espero que cuando estés preparado, cambies un poco tu carácter. Vladimir estalló a carcajadas.
-viejo amigo, tu nunca cambiarás. La petaca volvió a su propietario.
-tampoco soy tan viejo, pero tu amigo siempre lo seré. Por cierto intenté hacer todo lo que pude pero una amiga tuya me siguió. Dijo levantándose.
-deberías haber seguido mis consejos, ahora la tendré que aguantarla durante meses.
-pero si sois el uno para el otro. Dijo Vladimir riendo otra vez a carcajadas, mientras desaparecía detrás de uno de los remolinos.
-Blade, te dije que no me siguieras...
Otra vez en Londres...
Hermione abrió la puerta de la sala de reuniones, vio que Ron hablaba con Tonks y otra persona. Parecía muy animada su charla. La castaña se dirigió hacia ellos para enterarse de lo que sucedía. Faltaban dos minutos para la hora, pero Hermione nunca le gustaba llegar tarde a ningún sitio y menos a una reunión de trabajo.
-así que el cara rajada te envió una carta. Dijo un hombre dirigiéndose a Ron.
-Draco sabes que no te permito que hables así de Harry, y que es eso de la carta? Dijo enojada Hermione al llegar a su altura.
Draco era auror, y uno de los más reconocidos por el ministerio junto a Ron, Hermione, Tonks y Moody, que era el jefe de aurores. Ojoloco volvió a ser auror por petición de Dumbledore y arthur, cuando el último tomó el puesto de ministro, tardaron bastante pero finalmente lo aceptó. Ellos cinco eran los únicos aurores con despacho propio, los demás trabajaban en la gran sala, donde coordinaban todas las operaciones.
Draco al terminar Hogwarts estudió esta carrera. Siempre aparecía en las portadas del corazón de bruja, desde que Harry se fue, siempre era votado como el mago más deseado de Inglaterra. Algunos magos que odiaban a los Malfoy intentaron incriminarle como mortifago pero Dumbledore le ayudó con su defensa. No le inculparon de ninguno de los cargos que se le incriminaban. Su madre murió en manos de Bellatrix, en la gran batalla donde Voldemort murió, por defenderle a él. Y su padre fue encarcelado por segunda vez en Azkaban pero al año se fugo como muchos de los mortifagos detenidos. Ahora era íntimo amigo de Hermione, Luna y Ginny. Ron por su parte no lo toleraba mucho, pero pocas veces discutían.
-ayer recibí una carta de Harry felicitándome por la boda y diciendo que no podría asistir. Dijo el pelirrojo, intentando ser lo más suave posible para no herir lo más mínimo a su amiga.
-por lo menos se ha dignado a enviarte una carta. Dijo Hermione con un tono un poco rencoroso.
-Hermione, yo no entiendo porque sigues pensando en él, lleva cinco años desaparecido y sin hacerte caso. Dijo el rubio con un poco de prepotencia.
-por cierto Tonks como está Sirius? Preguntó la castaña sin hacer caso a las palabras de Draco.
-muy bien, es muy listo. Con tres años y medio casi habla perfectamente, y un poco te lo debo a ti. Por cierto tendrías que venir un día de estos. Sirius solo hace que insistir que quiere ver a su tía Hermione. Dijo con una sonrisa.
-vendré un día de estos, os avisaré con tiempo y así cenamos todos juntos. Dijo Hermione con una sonrisa, parecía muy animada después de la noticia de la carta.
Todos los presentes callaron al instante al ver que Moody y su ayudante habían entrado en la sala. Todos los aurores tomaron asiento, para escuchar las palabras de su jefe. La sala era muy grande. Una gran mesa de caoba, presidía la sala. Después había otra enfrente de esas, donde se sentaban Draco, Ron, Hermione y Tonks. Las demás mesas estaban organizadas según las secciones del departamento de aurores.
Moody se sentó en su silla majestuosa y empezó a colocar papeles en su mesa, mientras su ayudante los iba organizando.
-bueno... hoy os he reunido aquí porque, como sabréis, los mortifagos vuelven aparecer. No creo que con la fuerza de antes. Pero deberemos estar muy atentos a cualquier movimiento. Moody se detuvo unos segundos analizando uno a uno los rostros de sus compañeros de trabajo y continuó su charla. -Según nuestros espías e informadores, sus ataques no empezaran por lo menos en dos o tres semanas, pero debemos prepararnos para lo peor. Creemos que sus ataques serán rápidos y provocando más el pánico que muertes. Pero deberemos evitar sobretodo el segundo punto. Se os entregarán unos informes con sus métodos de ataque, principales hechizos que usan, pociones que deberías llevar encima y más cosas que encontraréis en los informes.
-algunos de vosotros nunca se ha enfrentado a ellos, cuando tenían más poder, pero ellos no tendrán compasión alguna. Por eso vosotros tampoco la deberéis tener vosotros, pero sin infringir ninguna ley o seréis castigados por ello. Alguna pregunta?
-jefe moody. Dijo un joven levantando su mano.
-pregunte Dillon.
-sabe alguno de los posibles objetivos?
-a ciencia cierta no, pero parece como si quisieran centrarse en Hogsmeade, Londres y Bristol. Alguna pregunta más?
-jefe Moody.
-si Evans (N/A no tiene nada que ver con la madre de Harry, es un nombre muy común).
-hay alguna información si tienen algún aliado, como gigantes, dementores...
-por el momento, no tenemos ninguna información al respecto, pero puede ser posible que los dementores estén con ellos como antaño. Alguna pregunta más por responder. Moody miraba a un lado y a otro por si alguno de los aurores levantara la mano. Nadie en la sala la levantó.
-se que esto no tiene que ver con la reunión, pero pediría un aplauso a Ron Wesley que mañana se casa. Dijo Moody con una sonrisa inusual en él.
Todos los aurores se levantaron y empezaron aplaudir. Ron se sonrojó al ver esa imagen de todos sus compañeros felicitándolo. Algunos de ellos se acercaron y le felicitaron personalmente.
-Ron continúa sin saber recibir felicitaciones de nadie. Dijo Draco levantándose de su asiento. Cogió una carpeta donde ponía clasificado.
-me hace gracia que ya no le llames Wesley, con el asco que le tenías a su familia. Dijo Hermione con una sonrisa, sabiendo lo nervioso que le pondrían esas palabras al rubio.
-bueno ya sabes Hermione, su padre es el ministro ahora... pero a ti no te llamo Granger, ni sangre... pero Draco no terminó de pronunciar esas palabras fatídicas, que antes hacían que Harry o Ron se pelearan con él.
-ya... pero es porque intentaste salir conmigo y no lo conseguiste, además no te atreves a pronunciarlo por miedo de que Harry aparezca y te haga algo. Dijo la castaña con una ceja arqueada, y una sonrisa un poco perversa. Sabía que Draco no le gustaba que le hablaran de Harry, siempre le hizo sombra en hogwarts.
-como si fuera aparecer, Hermione tendrías que olvidarlo de una vez, no sabes ni si el te quiere más que como a una simple amiga. Dijo un poco enojado.
-pero la esperanza es lo último que se pierde, Draco. Dijo pasando ante él y dirigiéndose hacia la puerta. No quería continuar esa charla con el rubio.
En un lugar remoto al sur de Inglaterra...
Un grupo de personas enmascaradas y con una capa con el símbolo del señor oscuro, estaban reunidas en una lúgubre casa. Las paredes estaban llenas de humedades y el suelo le faltaban algunos tablones de madera. A cada paso que alguien daba todo el suelo temblaba, parecía como si fuese a romperse.
Un hombre bajito y con una mano plateada entró corriendo en la sala donde estaban todos reunidos. Respirando profundamente por el cansancio.
-colagusano, como siempre tarde. No se porque sigues con nosotros. Solo eres que un patético y torpe hombre.
Dijo una voz tenebrosa y rasgada.
-perdóname Lucius... aún le costaba respirar bien -pero estaba eliminando cualquier rastro mío. Para que no encontraran el lugar los aurores ni sus espías.
-bueno da igual, pero a la próxima reunión que llegues tarde, mejor que no entres y esperes fuera. Sino recibirás mi ira por tu impertinencia. Dijo la voz de una mujer, sonaba macabra y producía una sensación de temor solo oírla.
-perdóname Bellatrix, no volverá ocurrir. Colagusano hizo una reverencia.
-ya estamos todos, así que empiece la reunión. Nott, Avery y Crabbe presenten sus misiones, como van y el plazo.
Dijo Lucius cruzando las piernas esperando que todo fuera sobre los planes acordados.
-la misión alada va según los planes Lucius. Aún faltan bastantes detalles pero iría bien tener más tiempo para prepararlo todo a la perfección sin dejar ningún cabo suelto. Creo que en menos de medio año estaría todo listo.
Dijo un hombre bastante mayor y demacrado. Se notaba por su voz grave y rasgada.
-perfecto Avery. Y tu misión Crabbe?
-va según lo planeado, tenemos preparados todos los puntos de ataque y de huída. Podríamos ejecutarla en un par de semanas más o menos. Dijo el mortifago que fue compañero de Draco en Hogwarts, posando unos papeles encima de la mesa que se encontraba enfrente de Lucius y Bellatrix.
-bien Crabbe dos semanas antes de lo previsto, buen trabajo. Mi hijo traidor no te valoró lo suficiente.
-Lucius yo necesitaría la ayuda de Bellatrix para poder llevar a cabo la misión del secuestro, el objetivo es muy poderoso y necesitaré toda la ayuda posible, pero todo va a la perfección. Dijo Nott.
-ya sabes Bellatrix, ayúdale lo máximo posible, su misión es la más importante de todas. Tenemos que probar si el joven Potter se ha marchado de verdad, para poder ejecutar la misión alada con la mayor eficacia posible.
-si Lucius lo haré.
-bueno damos la reunión por acabada, recordad que nadie descubra ninguno de los planes y si no os fiáis de algún miembro, comentármelo más rápido posible. Dijo Lucius levantándose de su silla y marchando aceleradamente por la puerta.
Pasaron unas horas. Hermione estaba revisando unos papeles de los últimos ataques de los mortifagos. Alguien llamó a la puerta de su despacho.
-adelante, puede pasar. Dijo ella sin prestar atención a la puerta por quien entrase.
-hola Hermione, solo venía a pedirte que si me podías acompañar más tarde... a Gringotts, con Luna y Ginny.
-Ron porque? La castaña levantó su mirada del documento que tenía enfrente de ella, para mirar al pelirrojo. No sabía el motivo de que fuera a Gringotts.
-bueno... así hablamos un poco por el camino. Además tengo que ir a buscar el regalo de bodas de Harry. Ron se acercó a ella.
-no me lo habías dicho. Dijo un poco decepcionada la castaña.
-perdóname Hermione. Te lo iba a decir pero entró Moody y no creí conveniente comentártelo en ese momento. Y cuando terminó la reunión te fuiste hacia aquí y no pude decírtelo antes.
-no tienes porque pedir perdón, lo entiendo. Y de acuerdo, os acompañaré. Dijo la castaña sonriendo con la idea de saber que era ese regalo.
-te paso a buscar dentro de dos horas, Ginny y Luna nos esperarán en el vestíbulo.
En el despacho de al lado...
-Alastor porque querías verme? Dijo Dumbledore entrando al despacho. Era bastante grande con una ventana y un gran archivo en la pared con todo de expedientes. –tenía trabajo en la escuela.
-Albus estoy preocupado. Dijo el jefe de aurores mirando por la ventana. A pesar que nada de lo que veía era real.
-por los mortifagos? El director de Hogwarts se sentó en la silla enfrente del escritorio de Moody.
-si, están recuperando mucho poder, a pesar de la ausencia de Voldemort. Ojoloco no apartaba su mirada de la ventana como si tratara de buscar algo por ella.
-lo he notado, pero solo me has hecho venir por eso? Dijo Dumbledore moviendo sus gafas, como siempre hacía. Cuando estaba interesado en saber que pensaba la persona enfrente de él.
-es que tengo dudas que Voldemort muriera de verdad, se ha escapado tantas veces que puede que esta fuera otra. Moody clavó sus dos ojos en Dumbledore.
-si que ha muerto, yo lo vi con mis propios ojos. No te preocupes por eso viejo amigo. Su voz era calmada y segura de sus palabras.
-por cierto, como fue derrotado? Ni Arthur sabe nada al respecto. Solo tu y por su puesto Harry.
-esta pregunta no te la puedo responder, prometí no decirlo nunca. Pero en verdad yo tampoco llegué a ver como era derrotado, sino que lo vi derrotado en el suelo.
-de acuerdo, pero en verdad te he llamado por si sabías algo de Harry, puede que le necesitemos pronto.
-me ha visitado una vez desde que se fue, pero no se nada más. Solo me preguntó como iban las cosas y desapareció. No me dijo nada de cuando volvería. Pude seguir la pista de él por Francia, Bulgaria y Hungría. Pero se hace demasiado complicado seguirlo. Además los últimos datos que tengo sobre él hablan de hace tres años. Dijo con un tono de preocupación en su voz.
-crees que se ha vuelto muy poderoso? Y si él está detrás de los mortifagos? que haya tomado el poder después de Voldemort. Que la sed de poder le haya corrompido. No sabes nada de él desde hace tres años desde que los mortifagos volvieron a unirse. El ojo mágico de Moody se movía de un lado a otro intentando ver que sucedía en la mente de Dumbledore.
-Alastor, ni te cuestiones eso! La voz del anciano era seca y tajante. -Harry se fue para reflexionar, no para volver como un mago oscuro. Su corazón es y siempre será puro, nunca podría corromperse como hizo Tom. Además el nunca ha querido poder y ser reconocido y eso tu lo sabes a la perfección. Dijo con una mirada fría a su amigo. -Y si se ha vuelto muy poderoso no te la puedo contestar, no lo se. Pero antes de irse ya lo era. Sin ninguna duda más poderoso que yo. Pero en estos cinco años puede que haya perdido algunos poderes.
-perdóname Albus, por cuestionarlo. Pero lo necesitaremos, y espero que vuelva lo antes posible. Dijo moody como pidiendo perdón por sus palabras.
Pasó el tiempo y Ron, Hermione, Luna y Ginny se dirigían hacia Gringotts.
Iban por una calle bastante grande, rodeados de Muggles. Y algún mago disfrazado.
-por cierto Ron, no me has dicho en ningún momento que era el regalo de Harry. Dijo Hermione acercándose al pelirrojo.
-la carta decía que era la luna de miel y una pequeña cantidad de galeones. Dijo el pelirrojo sin darle mucha importancia.
-bueno ya hemos llegado. Dijo Luna ante la puerta del banco más importante de magos.
Los cuatro se dirigieron al mostrador. Era una gran sala llena de gnomos que atendían a los magos que querían hacer gestiones bancarias. El suelo era de mármol y perfectamente limpio. Ron les comentó al entrar que hacía una semana su padre había tenido problemas con los gnomos porque querían un aumento de suelo, y que lo había hecho porque sino irían a la huelga. A Hermione le hizo gracia el comentario, pero Ron se enfado un poco porque Arthur había pasado una semana terrible con ese suceso.
-en que puedo ayudarles. Dijo un gnomo detrás del mostrador.
-veníamos a ver el contenido de la caja que abre esta llave. Dijo ron mostrando la pequeña llave, que Harry le entregó en la carta.
-perfecto seguidme. Dijo el gnomo.
Este bajó de su silla y fue en dirección a una puerta.
Seguían el gnomo por los pasillos hasta llegar hasta una especie de transporte (ahora no me acordaba como se movían por el banco). El gnomo se subió y los cuatro hicieron lo mismo. Se sentaron porque les dijo que tardarían un poco en llegar.
Estuvieron un buen rato dando vueltas por los largos corredores del banco. Hasta que se detuvieron delante de una puerta de metal.
-aquí es, cámara 189 ponga la llave en la cerradura y gírela a la derecha. Dijo el gnomo bajando del transporte y le señaló la abertura donde tenía que introducir la llave para abrir esa cámara.
-cámara? Pero si en la carta ponía caja, no se habrá equivocado. Dijo sorprendido Ron ayudando a bajar a las demás.
-perdone señor Wesley pero en gringotts, nunca nos equivocamos, y esa llave que tiene en su mano abre esta puerta, la de cámara 189. Insistió el gnomo enojándose por la actitud de incredulidad del pelirrojo.
Ron se acercó a la puerta e hizo girar la llave. Se oyó un estruendo, y todas las cerraduras que tenía la puerta empezaron abrirse. Las puertas se abrieron dejando ver una montaña de galeones y una carpeta apoyada en ella.
-pero que demonios es esto, Harry dijo una pequeña cantidad y el viaje. Dijo Luna al ver todo eso.
-ahora se los explico. Dijo el duende sacando de su bolsillo un pergamino y empezó a leer –se que esto no es lo que os esperabais, pero bueno este es mi regalo de bodas. Dentro la carpeta está el viaje que os prometí. El duende terminó y guardo el pergamino en su bolsillo.
-como siempre Harry nos la a jugado. Dijo Ron rascándose la cabeza.
-si. Dijo Ginny sorprendida ante la cantidad de galeones, nunca había visto tantos juntos.
-bueno la cantidad es de ciento cincuenta mil galeones, cual es la cantidad de la transferencia que quiere realizar señor Wesley y a que cámara o cuenta?. Preguntó el gnomo un poco impaciente porque tenía otros asuntos que atender.
Luna avanzó para recoger la carpeta con el viaje.
-de ninguna cantidad, solo recogemos esta carpeta y le devolvemos la llave a Harry Potter, propietario de esta cámara. Dijo Ron con un tono serio.
Los cuatro subieron otra vez al transporte, pero el gnomo volvió a sacar el pergamino. Ron estaba un poco enfadado por la jugada que le había hecho su amigo y no prestó atención a ese detalle.
-pueden atender un momento. Dijo el gnomo reclamando su atención y añadió -como el señor Wesley no habrá transferido ni un galeón, esta cámara pasará ser propiedad de él y su futura esposa. No se podrá retirar ni transferir ninguna cantidad en cinco años. Dicha cámara contendrá cincuenta mil galeones.
El gnomo acercó el pergamino a una pequeña llama que había dentro del transporte y lo quemó. Entregó la llave de la cámara otra vez a Ron.
-Ron me parece que Harry se ha salido con la suya. Dijo Luna abriendo la carpeta que contenía el viaje.
-si.
-pero no lo entiendo. Dijo sorprendida Hermione.
-aquí hay un escrito de Harry. Dijo Luna sacando una carta de la carpeta.
"
Queridos Ronald Wesley y futura señora Wesley.
Como sabía que vuestro orgullo no os permitiría aceptar ninguna cantidad de dinero. Al coger la carpeta, habéis aceptado un contrato donde pasa a vuestra propiedad esta cámara, con plenos derechos dentro de cinco años. Hasta entonces no podréis modificar el contenido. Se que Ron y Luna se enfadarán con todo esto, pero es lo mínima recompensa por mi ausencia en la boda. Hermione estará sorprendida por mi jugada y Ginny aún estará pensando que nunca había visto tal cantidad de dinero. Un abrazo para todos y no os preocupéis por mi. Regresaré cuando este preparado.
Harry potter"
Al día siguiente en el jardín de la madriguera había una gran carpa, para celebrar la boda de Ron y Luna. La madriguera era mucho más grande que antes. Desde que Arthur tomó el puesto de Ministro, reformaron la casa.
-Ron deja de ir de un lado al otro. Dijo Draco posando su mano en el hombro del pelirrojo. No paraba quieto solo hacía que ir y venir. De la puerta de su casa a la carpa.
-Estás diciendo que estoy nervioso? Preguntó irónicamente, haciendo ver que no lo estaba.
-no, no lo estás... solo estás desgastando la hierba de tanto ir de un lado al otro. Dijo Draco con un tono de superioridad como el que antes usaba para que Ron, se calmara un poco.
-Draco tiene razón. Dijo una voz detrás de Ron.
-que gracioso Neville.
-mírate tus manos, solo hacen que temblar. Dijo Neville riendo. Draco también empezó a reír con el comentario de Neville.
-puede que este nervioso, pero me gustaría verte a ti en esta situación. La cara de Neville cambió totalmente, y pasó a un mudismo para no contestarle.
-el novio está nervioso? Preguntó una pausada voz que Ron conocía a la perfección.
-Dumbledore! ha podido venir. Ron se giró y saludó a su antiguo director.
-si Ron, pero solo me podré quedar en la ceremonia. Tengo unos asuntos que resolver con un viejo amigo. Dijo Dumbledore con una sonrisa bajo las inconfundibles gafas de media luna.
-tu eres el novio? Preguntó una voz a lado de Dumbledore. Ron afirmó con la cabeza. Felicidades! Ron... te llamabas, Albus siempre me habla de un trío de alumnos que siempre se ponía en problemas. Dijo un hombre con barba y el cabello blanco.
-gracias.
Dumbledore y ese hombre entraron para dentro de la carpa.
La ceremonia empezó. Luna iba radiante. Draco y Neville solo hacían que comentar los nervios de Ron e intentaban aguantar la risa. De vez en cuando los dos se topaban con la mirada enfadada de Hermione. Y hacían ver que no la habían visto.
La boda avanzó. Ron y Luna iniciaron el baile ya como marido y mujer. El pelirrojo había mejorado bastante las habilidades de baile, sobretodo gracias a Draco que le había dado unas clases, para que no hiciera el ridículo en el baile.
Pasó una semana desde que Ron y Luna se habían casado. Al día siguiente de la boda se fueron de viaje al caribe, como Harry les había regalado.
Hermione detuvo su auto muggle ante una hermosa casa con jardín. La casa era de ladrillos. Bajo la ventana que daba al comedor había unos tulipanes rojos. El sol se había escondido detrás de una loma, pero sus últimos rayos de luz iluminaban las nubes rotas que ocupaban el cielo, con un tono rojizo oscuro. Iluminaban débilmente la casa enrojeciendo aún más los ladrillos de esa casa.
La castaña avanzó por el camino de piedras que la dirigía hacia una puerta de madera de esa casa.
Llamó al timbre que tenía al lado y una mujer, de cabello rosa chicle y divertido, abrió la puerta con una sonrisa viendo que había llegado.
pues aquí acaba el segundo capítulo de mi humilde historia. espero que os guste, y sino... pues hay historias geniales por aquí, seguro que encontráis alguna que os guste.
Thiago: gracias por tus reviews...
Hermionedepottergranger: espero que te siga gustando... por cierto tendrías que cambiar la última palabra por wapo XD
Soyunangel: mi angel que decir... PERDON! XD yo también TQM.
Ennaira: gracias por tu review... y más adelante descubrirás lo que ha hecho.
barby-chile: gracias, gracias y gracias... y aquí tienes la continuación jejeje
menlor-griffindor: normalmente subiré capítulos loslunes y viernes. y si esos días no he actualizado es porque me ha pasado algo, espero que no muy grave XD
por último repetir una vez más que muchas gracias por vuestros reviews, y graciasa las personas que lo leen