Bueno aquí vengo con otro capítulo de mi historia espero que os guste...

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CAZADOR DE DRAGONES

El reencuentro...

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Mientras al sur de Inglaterra.

-Lucius! Lucius! La misión alada ha salido mal. Dijo colagusano entrando en un salón, donde Lucius y Bellatrix hablaban.

-Que estás diciendo! Dijo Bellatrix levantándose de la butaca que ocupaba. Mirándolo con cara de asombro.

-si, unos cazadores de dragones con algunos aurores, capturaron a los dragones y muchos de los mortifagos que estábamos allí, entre ellos a Avery. No pudimos empezar la misión por una miserable hora. Aparecieron de golpe y en unos instantes nos desarmaron y capturaron a la mayoría de los dragones. Dijo Petter Pettigrew aún recordando la imagen siendo alcanzado por un expeliarmus, mientras veía como dos dragones eran atrapados por aquellas redes tan efectivas.

-pero no notasteis nada? Ni un solo ruido?. Preguntó Lucius con impotencia ante la explicación de colagusano.

-estábamos vigilando todo el rato, por si veíamos algo. Pero nos alcanzaron unos expeliarmus y vimos que nueve dragones ya estaban capturados. Entonces yo y dos más, pudimos escapar.

Lucius se levantó de golpe y amenazó con su varita a colagusano –pero como pudiste huir!

-Lucius eran por lo menos quince aurores y nos desarmaron a la vez. Dijo colagusano arrodillándose pidiendo piedad.

-Crucio! Pronunció el mortifago sin ninguna compasión por su compañero mortifago.

Colagusano empezó a revolverse por el suelo de dolor. Agarrándose las costillas del dolor intenso que recibía.


En la tundra siberiana...

Vladimir y Jack llegaron a la roca donde encontraban antes a Harry meditando. Pero esta vez, él no estaba, pero si sus dos espadas.

-pero si siempre que venimos a verle está aquí. No habrá vuelto con los suyos? Dijo Jack sentándose.

-no lo creo, dijo que sabríamos donde estaría, y este es el único lugar que se me ocurre. Además sus dos espadas están aquí. Dijo Vladimir señalándolas y dejando en el suelo una bolsa y su hacha.

-pero si eran tuyas, puede que te las haya devuelto.

-no son mías, una se la trajo él desde Inglaterra y la otra la consiguió en la garganta del dragón. Pero están encantadas para que no se vea su aspecto de real. Dijo Vladimir sentándose en la roca, para esperar que volviera Harry.

-nunca me lo dijo.

Jack también se sentó. Casi era de noche, el sol se escondía detrás de las montañas nevadas y el lago helado reflejaba la luz rojiza del cielo. Oyeron un rugido a su derecha, y giraron su cabeza para ver que era.

Harry iba hacia ellos, seguido por Blade. Ya no llevaba el cabello azul, sino que volvía a ser el negro azabache de siempre, pero aún recogido en una coleta. Llevaba las gafas puestas y sus lentes parecían brillar con los últimos rayos del sol. Y ya no tenía barba, sino que se había afeitado.

El moreno y el dragón llegaron hasta ellos. Blade se tumbó en el suelo ante ellos como si simplemente se pusiera a dormir.

-donde estabas Harry? Preguntó Vladimir curioso de saberlo, normalmente siempre estaba meditando.

-Hemos ido a buscar comida para ella, no quiere volver a su casa. Por cierto, si que habéis tardado en llegar. Hace cuatro días que os fuisteis de Inglaterra. Dijo el moreno con ironía.

-bueno, quien debía llevarnos hasta aquí, desapareció ante nosotros y tuvimos que llegar con nuestro propios medios. Vladimir le devolvió la ironía y preguntó -Por cierto, porque te fuiste de golpe? No lo entendí. Dijo el cazador levantando sus gruesas cejas.

-si me hubiera quedado algunos minutos más, ella me descubriría. Dijo Harry con melancolía en su voz.

-Harry, ahora ya sabemos su nombre, no hace falta tanto misterio. Dijo Vladimir suspicazmente. Sabía que estaba poniendo el dedo en la llaga.

-es verdad, y ahora ya podrías volver, creo que estás preparado. Dijo Jack y miró hacia el cielo apareciendo débilmente la Luna y las primeras estrellas.

-no, aún no lo estoy, pero falta menos. Dijo el moreno cogiendo sus dos espadas.

Vladimir le iba a recriminar el no volver, pero recordó su promesa. Y ya que había roto la otra, sería mejor que cumpliese esa pensó él.

-por cierto Harry, Vladimir me ha dicho que tus espadas... están en verdad... ocultas con un encantamiento. Dijo Jack, quería saber como eran en realidad. –nunca me lo dijiste?

Harry sonrió, un poco maléficamente. Mirando a Vladimir.

-si. No te lo dije, no por falta de confianza en ti, sino porque si alguien hubiera visto esta, podrían saber donde estoy. La espada cambió su forma revelando la espada de Gódric Gryffindor, elegante y perfectamente afilada. Entonces Jack entendió el motivo de ocultar la forma.

-pero y la otra? la que encontraste en la garganta del dragón? Dijo Jack sin estar contento porque faltaba aún la otra.

-también le has dicho eso Vladimir? El cazador afirmó con la cabeza y Harry continuó –fue un regalo de los colacuernos, fue la espada del último en llevar la marca. La hoja de la espada cambió de color a un negro brillante y al inicio de ella, la forma de la marca de la espalda de Harry, de un rojo intenso. –creo que si la viera la gente se asustaría por el color, pero creo que es la mejor espada que se ha hecho nunca. No pesa nada para su tamaño, muy fácil de manejar y muy resistente. Terminó Harry moviendo la espada en círculos para demostrárselo. Con la poca luz que había casi no se podía ver como se movía la espada, siendo muy complicado localizarla.

-y cuando crees que volverás con ellos? Preguntó Vladimir viendo que Jack estaba hipnotizado por la belleza de esa espada.

-ya te he dicho antes que no lo se, puede que en una semana, un mes, un año... cuando esté preparado volveré, no te preocupes. Dijo Harry.

-y cuando vuelvas, que harás con Blade? Preguntó Vladimir mirando como descansaba el dragón.

Harry se acercó al dragón que ahora dormía, a veces de sus fosas nasales salían pequeñas llamas. –la llevaré a la garganta del dragón con los suyos. Seguro que se hace la matriarca de un grupo, creo que es la colacuerno más fuerte que he visto.

Vladimir miró el enorme tamaño de ese dragón que dormía ante él, como si fuera un animal inofensivo. –la más fuerte y más grande. Pero creo que si la dejas en la garganta del dragón... te seguirá como siempre. Desde que le salvaste la vida de esos cazadores furtivos, ve en ti un hermano.

-tengo que convencerla que no me siga cuando vuelva a Inglaterra. El ministerio no permitiría su entrada. Dijo Harry con una voz resignada.

-Harry... tú también quieres que venga contigo. Verdad? Harry suspiró ante el comentario de su amigo. –desde que te conozco, los únicos momentos que se te ve feliz, es cuando llega y juega contigo. Y con el ministerio de Inglaterra no tendrías ningún problema, el ministro es el padre de tu amigo, además ya la entraste al país sin que se enteraran.

-pero el problema no es ese Vladimir, es alimentarla. Hoy hemos ido a por cuarenta toneladas de carne y le durarán tres semanas. Además no puedo presentarme cuando vuelva... Hola he vuelto, por cierto arthur este colacuerno estará en tu país, gracias. Dijo Harry desanimado.

-ya encontrarás la solución a este problema, cuando vuelvas. Por eso eres el mago más poderoso del mundo. Dijo Vladimir animándolo.


Pasaron dos meses desde esa conversación. Era 1 de junio, Hermione, Tonks, Remus y Sirius tomado de la mano de su padre. Caminaban por un sendero de tierra a través de un campo de trigo. Se dirigían a la madriguera. Les habían invitado a cenar, ya que Charlie volvía esa noche de Rumania y toda la familia Wesley estaría reunida.

-esperar! Gritó una persona detrás de ellos.

Se giraron para ver quien era. Y para sorpresa de todos era Draco.

-Draco que haces aquí? Preguntó Tonks sorprendida de la presencia del rubio.

-Ginny y Ron me invitaron a la cena, como todos ibais a ir creyeron que yo también podía ir. Además ya no tengo conflictos con los hermanos de ellos. Dijo con un tono serio.

Hermione le miró pícaramente, sabía que Ginny y él salían juntos desde hacía bastante. Pero nadie de los Wesley sabía nada. Ahora lo toleraban pero si lo descubrían no sabía que sucedería.

Los cuatro adultos y el pequeño Sirius siguieron andando en dirección a la madriguera. Es sol desaparecía delante de ellos, ahogando los últimos rayos de luz del día detrás de una pequeña loma arbolada.

-pero porqué no nos dejan aparecernos dentro de la casa? Preguntó Draco, casi en toda la caminata no habían hablado, aparte de Sirius que no hacía que preguntar.

-Draco es donde vive el ministro por sino lo recuerdas, y por precaución Dumbledore hizo un hechizo de magia antigua, igual que en hogwarts, para su mejor protección. Dijo Remus ante la atenta mirada de su hijo.

-no lo sabía. Pero tener que andar tanto para llegar a su casa. Podría haberme traído mi auto y ya estaríamos allí. Dijo el rubio recriminándose ese detalle.

-no te quejes tanto Draco si dentro de nada llegamos. Dijo Hermione con una sonrisa. Estaba feliz de que hicieran esa cena, y que Draco también asistiera.

Pasaron unos minutos y vieron la madriguera. Mucho más grande que antes y bonita. Las reformas que habían hecho mejoraban mucho el aspecto y por dentro también.

En la terraza que había, una mujer rubia y Bill hablaban, entonces se percataron la presencia de ellos cinco y les saludaron.

-Fleur! Exclamó Draco al verla.

-si, Ron me dijo que estaba saliendo con Bill. Dijo hermione tranquilamente. Pero los tres adultos quedaron sorprendidos con la información.

Llegaron hasta la terraza.

-ya habéis llegado, mi madre se impacientaba porque no llegabais. Dijo Bill saludándolos.

Entraron dentro gran salón que tenían, una gran mesa estaba preparada para la cena. Ron y Luna colocaban platos en la mesa y Percy les ayudaba con las copas. Los tres se dieron cuenta de la presencia de los invitados y les saludaron.

Percy se sorprendió de la presencia de Draco, no sabía nada que vendría, pero Ron le explicó todo.

Solo faltaba por llegar Charlie, y todos le esperaban sentados en la mesa.

-hola, perdón por mi tardanza. Pero andar esta distancia hace que uno se retrase. Dijo Charlie entrando por la terraza como antes lo habían hecho Hermione, Draco y los demás.

Todos se levantaron a saludarlo en especial su madre. Que como siempre hacia casi ahoga a su hijo con los abrazos que le dio.

Al cabo de un rato todos estaban cenando tranquilamente. Molly les sirvió una excelente comida y todos quedaron satisfechos. Incluso Ron, que había comido el doble que los demás.

Recogieron los platos y todo lo que había encima de la mesa. La hicieron desaparecer y en su lugar aparecieron unos sofás para que tomaran el café y algún licor más cómodos que sentados en la mesa, y así lo hicieron.

Hablaban animadamente. El pequeño Sirius estaba sentado encima de su padre, escuchando cada historia que contaban.

-papa me dijo que pidieron los servicios de Vladimir Zubkosky por los mortifagos. Dijo charlie interesado en ese tema.

-si, los mortifagos tenían a dieciséis dragones y vinieron ayudarnos a capturarlos. Dijo Ron mientras tomaba un sorbo de su taza de café.

-y vosotros hicisteis algo? o Vladimir hizo el trabajo solo. Dijo irónicamente Charlie.

-si que les ayudamos, y nuestra colaboración fue vital para la misión. Capturamos a todos los mortifagos. Dijo Ron haciéndose el importante delante de su hermano.

-Ron, Vladimir es también un reconocido auror de Rusia, no creo que os necesitara tanto. Por cierto, Jack Miller acompañó a Vladimir? Terminó preguntando Charlie

-si, él también estaba, tardaron en coger a todos los dragones en unos minutos. Dijo Tonks aún fascinada por la rapidez que hicieron esa misión.

-pues deben haber mejorado mucho, porque la vez que necesitamos de sus servicios sino llega a estar Zoran, hubiéramos tardado horas. Charlie tomo un trago de su copa de whisky de fuego. -Ese tipo era muy extraño, me pareció como si le hubiese conocido antes. Además con ese cabello rojo y los ojos azules daba miedo. El solo controló a catorce Ridgebacks noruegos.

-cabello rojo y ojos azueles! Dijo sorprendido Draco.

-Si, era muy alto y fuerte, además iba con esas dos espadas. Desde hace unos dos años que no he oído hablar más de él. Dijo Charlie recordando a ese hombre.

-Charlie estás seguro que el cabello era rojo y los ojos azules? porque vino con Vladimir y tenía el cabello azul y los ojos ámbar, parecidos a los de Hermione. Dijo Ron recordándolo perfectamente.

-si estoy seguro. Puede que no sean la misma persona. Dijo Charlie sin prestarle mucha atención. Pero Hermione si lo hacía, recordando cada palabra y movimiento de ese hombre.

-su nombre completo era Zoran... Harrison. Dijo Ron dudando un poco, no lo recordaba a la perfección.

-pues no deben de ser la misma persona, porque la persona que yo digo se llamaba Zoran Romanov. Dijo Charlie y continuó después de tomar otro trago de esa fuerte bebida. –de las pocas cosas que recuerdo era que llevaba un colgante de oro blanco.

Esas últimas palabras se clavaron en la mente de Hermione. "colgante de oro blanco" pensaba una y otra vez. –Harry! Dijo Hermione asustando un poco a los demás.

-pero que dices Hermione? Preguntó sorprendido Bill.

-los dos Zoran que habláis son la misma persona. Y esa persona es Harry, nuestro Harry. Dijo Hermione terminando de salir de sus pensamientos.

-pero no puede ser Hermione, Harry era más bajito y sus ojos eran verdes, no azules ni ámbar. Dijo Ron sin creerse ni una de las palabras de Hermione.

-si, era Harry. Yo también tuve la impresión que conocía a Zoran. Charlie, el colgante de oro blanco que viste, era igual a este? Dijo Hermione mostrando el suyo.

-si era igual a este, pero como que tienes uno igual? Preguntó Charlie, no sabía que era un regalo de Harry.

-me lo regaló en séptimo y el se compró uno igual.

En la mente de Hermione aparecieron las imágenes de Harry desapareciendo ante ellos con Blade, entonces recordó ese destello, era el colgante.

-pero estás segura Hermione? Dijo Draco sin terminar de creérselo.

-si, cuando me salvó de esos dos Ridgebacks por un momento tuve la sensación que quien me abrazaba era Harry. Dijo recordando ese momento.

-pero porque no dijo nada que era él? Porque se camufló para que no lo descubriéramos? Preguntó Ron impotente al oír las explicaciones de la castaña.

-porque no estaba preparado para volver. Dijo Luna, nadie entendió las palabras de la rubia.

-que quieres decir con eso? Preguntó Remus.

-en la nota que nos dejó, cuando fuimos a recoger el regalo de bodas de Harry. Terminaba: "regresaré cuando esté preparado". Dijo Luna con total tranquilidad.

Continuaron hablando sobre detalles de cuando le vieron. La charla era muy animada. Hermione se levantó quería pensar un momento sin que nadie la molestara. Y salió a la terraza.

Hacía un poco de frío a pesar que estaban apunto de entrar en el verano. La luna reflejaba los rayos del sol. Faltaban diez días para la luna llena y Remus a veces se ponía nervioso porque llegaba. Las estrellas inundaban el cielo. Sirius se veía perfectamente.

Hermione se quedó de pie mirando esa estrella. Con los brazos cruzados, recordando el momento que abrió los ojos y vio a Harry con otra apariencia delante de ella.

-porque... porque... susurraba una y otra vez para ella misma, sin dejar de mirar la estrella. Intentaba aguantar las lágrimas como fuera, no quería preocupar a nadie. Pero una lágrima rebelde, se escapó de la prisión de sus hermosos ojos ámbar, deslizándose lentamente por su rostro.

-Herms no me merezco ninguna de tus lágrimas. Oyó la castaña detrás de ella, una voz calmada y llena de sentimientos. Una voz ue anhelaba oír otra vez.

Hermione se giró y vio a Harry, apoyado con la pared.

Esos ojos verde esmeralda, detrás de las gafas, la miraban con nostalgia, y tristeza a la vez por verla llorar. La castaña al verlos, sus ojos ámbar empezaron a brillar, reflejando a la perfección, la felicidad de ella por volverlo a ver.

No sabía que hacer, lo había pensado tantas veces si lo volvía a ver que haría. Pero no se podía ni moverme. Harry se acercó a ella y la abrazó. La rodeó con sus fuertes brazos. La sensación de calidez y protección que cada vez aparecía en ella cuando él la abrazaba hizo acto de presencia. No quería separarse de él, nunca, si intentaba moverse lo atraparía con más fuerza para que no se moviera.

No decían nada, solo se miraban el uno al otro. Como si con una sola mirada se lo dijeran todo. La angustia por el tiempo pasado separados, las preocupaciones por el otro...

-Harry porque no dijiste que eras Zoran. Dijo Hermione en un susurro como si no quisiera que él lo llegara a oír.

-no estaba preparado para volver, y Vladimir y Jack me pidieron que os ayudara. Sino, no hubiera pasado ese mal rato, os veía a todos pero no podía decir que era yo, abrazaros, saludaros. Volver a ser los amigos de antes. Harry pasó sus dedos por el cabello castaño de ella. -No podía, faltaba poco para terminar mi preparación y no debía romperlo, solo por la necesidad de estar con vosotros.

Hermione no podía enfadarse con él sabía que decía la verdad. No dejaba de mirar esos ojos verdes, de los que habían estado tan enamorada y aún lo estaba. Los había perdido durante más de cinco largos años, pero eran iguales. Excepto que no le notaba la preocupación ni el miedo de antes de enfrentarse a Voldemort. Bajó la mirada y se posó en los labios de él. Dibujaban una tímida sonrisa, le atraían, una sensación de besarlos inundó en ella. Intentaba controlar ese deseo de besarle. Pero cada vez podía resistirlo menos... Cerró los ojos y se acercó aún más. Notaba a la perfección su respiración lenta y pausada. Se acercó más y empezó a notar el roce con los labios de él. Ya no pudo contenerse más y empezó a besarle. Primero lentamente y cada vez más apasionados, pero...

Las dudas empezaron a reinar en la mente de Hermione "y si no me quiere y destrozo nuestra antigua amistad...". Pero todas las dudas desaparecieron cuando el correspondió a ese beso a la perfección. Hermione pasó sus manos detrás del cuello de él. Harry posó una mano en la espalda de ella acercándola más aún (N/A: era posible? Jajajja) y la otra en la nuca de ella. Una danza se inició entre sus lenguas, coordinadas a la perfección. Un beso lleno de pasión, de amor, de nostalgia, de deseo...

Ella había perdido la noción del tiempo pero le daba igual.

Unos instantes después se separaban poco a poco, como si no lo quisieran hacer. Abrieron los ojos lentamente, a la vez. Como si quisieran guardar ese recuerdo en su mente, donde nunca desapareciera.

-Harry yo te... pero no pudo continuar, indescriptibles eran la necesidad de decírselo, pero el moreno la frenó. No entendió porque. Después de compartir ese beso, no sabía como explicarlo.

-primero debes saber toda la verdad. Dijo harry en un susurró.

Él quería primero contarle toda la verdad, quería que conociera los motivos de su marcha, que no se arrepintiera de su decisión.

Mientras dentro, todos escuchaban como Charlie les explicaba lo que vio de harry en esa misión en Rumania. Nadie quería perderse ni una sola palabra de charlie.

Sirius estiraba la manga de su padre para que le prestara atención –papa, papa, papa susurraba el niño para no molestar a los demás.

-Sirius ahora no, estoy escuchando a Charlie. Dijo sin mirarle a penas.

-pero papa... le recriminó el pequeño.

-te he dicho que no Sirius. Dijo Remus con un tono más severo.

Sirius frunció el ceño al ver que su padre no le hacía caso. Dio una pequeña patada al sofá, sin que se percatara su padre, por el enfado del niño. Solo le quería decir que había visto a Harry en la terraza.

-pues os enteraréis más tarde. Susurró el niño con una rabieta de un niño de su edad y se fue a la terraza.

-hola Hermione. Dijo un poco avergonzado al verlos abrazados, además de la vergüenza de conocer a su padrino.

- hola Sirius. Dijo ella saliendo de sus pensamientos.

-tú... tú eres Harry, mi padrino. Dijo con un hilo de voz el pequeño.

-Si, y tu debes ser el pequeño Sirius. Dijo Harry con una gran sonrisa.

El pequeño corrió hacia él, Harry lo cogió en brazos y el pequeño lo abrazó con todas sus fuerzas.

-por fin has vuelto de tu viaje. Quería conocerte. Es verdad que eres el mago más poderoso del mundo? Preguntó el pequeño con mucha ilusión al poder verlo por fin. Quería saber todo de él, había leído tantas cosas fascinantes.

-no lo se, pero tu serás muy buen mago, ya eres metamorfomago. Dijo Harry ante la sorpresa de Hermione.

-pero como lo has sabido? preguntó incrédula que lo supiera.

-bueno, se parece más a mí o a Sirius, que ha sus padres. Dijo Harry con una sonrisa.

La castaña rió con el comentario de Harry. Y era verdad, sino fuera por los ojos iguales a Tonks, se podría decir que el padre era Harry. El moreno se puso al niño en su hombro fácilmente.

-me gusta mucho tu cicatriz, te la hizo Voldemort. Dijo el niño tocando la cicatriz en forma de rayo. No tenía miedo de ese nombre, no como mucha gente que a pesar de haber muerto aún seguía temiéndolo.

-y como sabes tanto de mí? Preguntó sorprendido Harry.

-Hermione me regala libros donde sales. Dijo el niño con una sonrisa. –Y a veces me explica historias y cuentos donde sales tú, pero se piensa que no lo se. Dijo en voz baja para que no lo oyera ella.

Pero no fue así. –creo que es demasiado inteligente para su edad. Dijo Hermione alborotando el cabello negro del pequeño.

-que esperas su padre, normalmente no se le escapa nada. Dijo Harry con una sonrisa.

-menos ahora, le quería decir que estabas aquí y no me escuchó. Dijo Sirius aún enfadado porque su padre no le prestara atención.

-bueno pues vamos a darles una sorpresa, y verás como te pide perdón. Además seguro que te ríes con las caras que pondrán todos cuando me vean. Dijo Harry con una sonrisa.

El pequeño afirmó con la cabeza. Los tres entraron dentro, pero los demás no se percataron de su presencia continuaban escuchando el relato de Charlie.

Harry le hizo una señal al pequeño.

-PAPA! Grito con todas sus fuerzas, Remus se giró al ver el grito de su hijo.

Harry reía con el grito del pequeño. Y Sirius reía al ver las caras de todos al ver al moreno.

Todos estaban con los ojos bien abiertos, viendo a Harry con Sirius en su hombro. Nadie decía nada, solo miraban al moreno. Era más alto que cuando se fue, pero como les habían dicho Ron, Draco o Charlie estaba mucho más fuerte.

-papa, eso te pasa por no escucharme. Dijo el pequeño con un tono aún enfadado. Harry bajó al pequeño de su hombro.

Ron por fin reaccionó, se acercó al moreno y lo abrazó. –por fin has vuelto, ya te echaba de menos, amigo. Dijo Ron.

Los demás también reaccionaron y lo saludaron.

-así que el cara rajada se atrevió a volver. Dijo Draco con aire de superioridad.

Todos esperaban una contestación de Harry, pero no fue así... –Draco puedes venir un momento, tengo que comentarte un pequeño asunto. Dijo el moreno ante la expectación de todos. Los dos salieron a la terraza.

-haber cuanto tardan en insultarse y pegarse. Dijo George recordando esos momentos de enfrentamientos entre los dos.

Nadie oía de lo que hablaban. Querían oír como fuera esa conversación. Fred sacó de su bolsillo un objeto extraño y lo lanzó delicadamente por el suelo. Llegó al lado del pie de Harry. Pero al instante volvió con el propietario y las puertas se cerraron. Todos se acercaron haber que sucedía. Hermione vio la cara de asombro de Draco, no decía nada solo escuchaba las palabras de Harry. Ante la sorpresa de todos se dieron la mano, como si nunca hubieran sido enemigos en el colegio. La castaña vio como Harry guiñaba un ojo y después la puerta de la terraza, se volvió abrir. Los dos entraron hablando animadamente, como si fueran tan amigos como con Ron. Nadie decía nada, la imagen de Harry y Draco hablando como si fueran amigos no la entendían.

-bueno nos sentamos? Preguntó Harry como si nada de eso hubiera pasado. El moreno se sentó en el sofá que estaba más cerca de la chimenea. Todos se sentaron menos Draco que miraba a Harry como perdido. Hermione se sentó al lado de Harry. El pequeño Sirius, saltó y se sentó en el regazo del moreno, para sorpresa de su padre. Lo conocía desde hace unos minutos y como si fuera su tío preferido.

La castaña vio que Harry afirmaba con la cabeza como indicando algo, se giró y vio que Draco tomaba aire como para decir algo. –Harry, que le has dicho a Draco? preguntó intrigada Hermione, no creía que el rubio y Harry se llevaran tan mal como en Hogwarts pero tanta confianza... parecía sospechoso.

-mira. Dijo Harry con una sonrisa sin dejar de prestar atención a Draco.

-eeeehhhh... Ginny... puedes venir un momento. Dijo entrecortándose el rubio, parecía muy nervioso. Como si algo importante fuera a suceder.

La pelirroja se levantó del sofá y se dirigió hacia él. La castaña no entendía el porque de todo esas acciones. Pero sus dudas fueron respuestas cuando Draco pasó sus brazos por detrás de la pelirroja y empezó a besarla. Un beso apasionado pero a la vez cohibido por la situación. La reacción tardo unos segundos en aparecer, por la sorpresa, pero los hermanos de ella intentaron levantarse de su asiento para separarlos o golpearlo a él. Ginny pasó sus manos por detrás del cuello de él. Hermione se giró y vio a Harry con una sonrisa.

-Hurón sepárate de ella! Pero porque no puedo moverme! Exclamó con enfado Ron, intentando levantarse pero no podía al igual que sus hermanos.

Al oír esas últimas palabras, Hermione se fijó que el moreno parecía aguantar la risa por el comportamiento de los Wesley, en ese momento vio que la mano de Harry estaba abierta, como si él impidiera los movimientos de los pelirrojos. Entonces en su mente, apareció el enfrentamiento entre Ron y Jack, y recordó que harry con esa apariencia también tenía la mano abierta de esa forma y Jack parecía que alguien no le permitiera moverse. "pequeños detalles" resonaba una y otra vez, la voz de dumbledore, en la mente de la castaña.

La pareja se separó lentamente sin dejar de mirarse el uno al otro. Los hermanos de ella aún intentaban moverse y alcanzar a Draco.

El rubio cogió la mano de la pelirroja entrelazando los dedos.

-solo quería deciros que Ginny y yo estamos saliendo desde hace unos meses. Dijo Draco un poco asustado. Harry le dijo que los mantendría alejados de él mientras se explicaba.

-pero como puedes decirlo tan tranquilamente, delante de todos! Dijo Ron desesperado ante esos acontecimientos, además que no podía terminar de levantarse.

-porque estoy enamorado de ella, y la amo con locura. En sus palabras Draco demostraba la verdad y la felicidad de poder decirlo.

Ron detuvo el repetido intento de darle alcance, al oír eso. Al igual que sus hermanos. Aún quería explicaciones sobre eso pero la pareja se sentó en el sofá enfrente del de Harry. El rubio miró al moreno como pidiéndole gracias por algo, y este guiñó un ojo aceptándolo.

Hermione seguía profundamente inmersa en esas dos palabras "pequeños detalles" no oía nada de lo que sucedía.

-Harry, y donde fuiste de viaje durante tanto tiempo? Preguntó Sirius que no le importaba nada de lo que acababa de suceder.


Thiago: gracias por tu review. Pero tampoco llegamos a ver a Harry, en plena acción del todo jejeje, aún tengo sorpresas escondidas en mi fic... y cerca está la explicación de todo.

Amaterasu: ya se que la parte de los peces parecieron boyscouts... pero es que cambié una parte porque era demasiado animal. Y es difícil hacer escenas de acción... no, muy difícil! El problema es que las pienso como si fueran una película y después no llego a explicarlo a la perfección. Pero habrán más y espero que sean mejores.

Hermionedepottergranger: gracias por tu review... pues ya ves... he continuado jejeje.

Marta: como ya has leído ha vuelto... jajjajaja pero aún no termina la historia no os preocupéis aún falta bastante pero nos vamos acercando. Muchas gracias por tu review y por seguir leyendo.

Tere potter: me encanta que te haya gustado. Espero que los siguientes capítulos te sigan gustando.

Romy: todos descubrimos historias de esta manera... nos aburrimos y empezamos a leer una, y si te gusta te engancha. Gracias por tu review.

Olga: gracias, no creo que sea uno de los mejores... pero me gustó la idea de cazador de dragones... un poco diferente a lo normal... bueno bastante diferente.

Muchas gracias por vuestros reviews. Un beso y un abrazo ha todos lo que habéis perdido vuestro tiempo leyendo esta extraña historia. Por cierto en el próximo capítulo sabréis muchas, pero que muchas cosas. Lo pondré el lunes... pero os dejare con unas frases... pequeños Spoilers... jejjee.

-Harry, te fuiste porque perdiste a otro familiar? Dijo Remus preocupado por la reacción del moreno.

-entonces, en ese momento, no se como lo hice, pero mi mano se envolvió en llamas. Dijo Harry

Se que solo son dos frases, están separadas no van juntas. Pero así os dejo con más intriga jejejeje soy malo, muy malo jajajaja