Se que tenía que ponerlo ayer... pero llevo 26 horas sin dormir y 25 de ellas en un hospital... es una larga historia... para desconectar de todo lo publico para descansar un poco la mente de todo lo que me ha pasado...
Bueno por fin actualizo. Jejeje. Ya os dije en esa explicación que si no queréis que esta historia termine con final feliz... no continuéis leyendo. Jejeje. Por cierto, para mi las mejores historias terminan en final trágico, son mejores... pero no quería que terminara mal...
Disclaimer: los personajes de Harry Poter pertenecen a JKR... ya sabéis de que hablo.
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CAZADOR DE DRAGONES
By med3s
Podremos ser felices?...
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Unos ojos miel se abrieron lentamente. Parpadeó unas cuantas veces para enfocar la vista y reconocer donde estaba. Estaba tumbada en un sofá de piel negra tapada con una gruesa manta. La sensación de frío y su cuerpo congelándose había desaparecido por completo. Se fijó que llevaba puesta una camisa de hombre que le venía grande. Sus manos ya no estaban llenas de barro como anoche, cuando estaba llamando a la puerta de la casa de Harry. Sintió dolor en el corazón recordando el motivo porque estaba allí tumbada. Entonces identificó donde estaba, la casa de Harry. Pero que significaba eso...
-Harry. Dijo la castaña en un susurro casi inaudible. Se incorporó a la vez que pronunciaba ese susurro de preocupación. Miró a su alrededor y se topó con unos grandes ojos que la miraban atentamente.
-señorita Hermione por fin a recuperado la consciencia. Dobby estaba muy preocupada por usted. Dijo el elfo doméstico con una gran sonrisa.
-Dobby... susurró la castaña, habría sido él quien le salvó la vida... –Dobby donde esta Harry? Preguntó la castaña de inmediato.
-Harry... dijo con mucha dificultad el elfo, le costaba mucho llamarlo por su nombre. -se ha marchado... Dobby quería continuar pero Hermione le interrumpió.
-se ha ido para siempre... no volverá... unas lágrimas aparecieron en su rostro. –todo por mi culpa.
-no señorita Hermione, no es lo que usted creé. Harry... se fue a su casa a buscarle ropa y algunas cosas más para cuando se recuperara. El amo Harry fue quien llamó a Dobby para que la cuidara mientras estaba fuera. Dobby estaba muy preocupado por usted. Pero el amo Harry aún más, parecía que le doliera algo. Harry... volvió hacer esfuerzos para no pronunciar "el amo", porque sabía que no le gustaba al moreno. -pidió a Dobby que si usted se levantara mientras no estaba, que volviera a dormir, que estaba aún débil y debía descansar. Dijo el elfo mientras ayudaba a la castaña a volver a tumbarse. –descanse y no se preocupe. Dobby sabe que el amo Harry no se marchará. Si necesita algo señorita Hermione, llame a dobby.
Hermione siguió con la vista al elfo, como pudo. Sin llegar a levantarse del sofá, Dobby tenía razón aún estaba muy débil. Intuyó que el elfo doméstico había entrado a la cocina. Reposó en el sofá, su cabeza, ahora ladeada observando la chimenea encendida. Hipnotizada por el fuego, las llamas amarillas, naranjas y rojas se entrelazaban con un baile, formando el color indescriptible del fuego. Poco a poco fue cerrando los ojos cayendo derrotada por el cansancio, pero ahora con una sonrisa dibujada en sus labios. Porque él aún estaba allí y tendría una oportunidad de que se quedara y no marchara. El esfuerzo y sufrimiento padecido por ella había tenido recompensa.
La figura de un hombre completamente mojado entró por la puerta. Se fue directamente a la cocina, donde le esperaba su amigo elfo.
-Harry... la señorita Hermione se ha despertado, pero ahora vuelve a dormir tranquilamente. Dobby le ha dicho que lo hiciera. Dijo el elfo doméstico con una gran sonrisa de satisfacción por su buen trabajo.
-bien hecho Dobby. Si quieres... puedes volver a hogwarts. Dijo el moreno quitándose una chaqueta negra, larga hasta el suelo. Estaba completamente mojada. Al igual que la camiseta negra que llevaba aún puesta. Estaba enganchada al cuerpo musculoso del moreno, marcándole sus abdominales.
-Harry... Dobby prefiere quedarse para ayudarle. Harry... y la señorita Hermione son los mejores amigos de Dobby. El elfo esperaba ansioso la respuesta del moreno.
-de acuerdo puedes quedarte. Pero mañana por la mañana vuelve a Hogwarts sino Dumbledore se preocupará por tu ausencia. Harry agarró una bolsa que había traído consigo y se dirigió otra vez hacia el salón. –por cierto Dobby, gracias por llamarme Harry. El rostro del elfo se iluminó al oír las palabras del moreno.
Harry se acercó hasta el sofá donde dormía la castaña. Él sonrió al ver la sonrisa de ella en su rostro, eso significaba que se encontraba mejor. Dejó la bolsa en otro sofá y se acercó hasta ella. Muy lentamente le apartó un mechón de su cabello castaño que le tapaba la cara. Le dio un suave beso en la frente de ella para que no despertara.
-descansa Herms... dijo en un susurro mientras se ponía de pie otra vez. Se dirigió hacia la escalera.
La castaña se despertó... pero no quería abrir los ojos. Por si lo que le había dicho Dobby fuera solamente un sueño y despertara en San Mungo. Lentamente abrió sus ojos esperando ver el mismo lugar del sueño. Y así fue... ahora unos rayos de sol entraban por las ventanas iluminando a la perfección el gran salón. Unos ojos negros la miraban desde el respaldo del sofá. Era un gato negro, no lo había visto nunca, no lo recordaba. Dirigió su vista hacia la chimenea, pero se encontró con unos ojos verde esmeralda que la miraban detrás de unas lentes, y con una sonrisa dibujada en su rostro.
-eres la primera persona, sin contarme a mí, que se muestra como gato... supongo que no quería asustarte. Dijo Harry con una voz suave y calmada. Una sensación de tranquilidad llegó a Hermione. No era un sueño. –como te encuentras? Preguntó el moreno sentándose en la punta del sofá para no molestarla. Harry atrapó entre sus fuertes manos una de la castaña. Hermione reconoció por su mirada la preocupación en él.
-bien... susurró la castaña. Físicamente se encontraba bien. Pero su corazón no estaba igual la noche anterior casi lo había perdido para siempre, ahora tendría una oportunidad para retenerlo a su lado. No quería que se fuera. Pensaba fríamente como continuar, que decir...
-Herms te conozco demasiado para saber que mientes... solo en una parte. Dime la verdad... dijo el moreno.
La conocía a la perfección y ella lo sabía, en sus dos últimos años en Hogwarts el moreno siempre notaba si le sucedía algo. Toda su frialdad a la hora de pensar que decir desapareció ante el comentario de Harry.
La tristeza inundó los ojos de la castaña. No pudo reprimir una lágrima y empezó a resbalar por el rostro de ella. La castaña se incorporó y abrazó con fuerzas al moreno. Posó su cabeza en el hombro de él. No pudo reprimirse más y empezó a llorar. Harry le acariciaba la espalda. Ella sintió otra vez la sensación de protección que la inundaba cuando él la abrazaba, como si no le pudiera pasar nada malo. Pero se sentía fatal, se había marchado por su culpa.
-harry... fui una estúpida...por mí culpa te marchaste otra vez...
-si me marché... pero tu corazón me llamó para que volviera sino no estaría, aquí... contigo... Dijo el moreno dando más énfasis a las últimas palabras.
-te traté muy mal... como sino fueras más que un objeto... dijo la castaña entre sollozos y lágrimas.
-no fue culpa tuya... fue mía... por no estar en estos cincos años... no me preocupé por vosotros, me lo merecía... dijo Harry con tristeza en su voz.
-me ayudaste miles de vez durante ese tiempo... y no fui capaz de darme cuenta... te vi un momento en mi habitación del hospital pero no creí lo que mi corazón me decía...
-pero fui un cobarde en no mostrarme ante ti... mientras yo te podía ver... esa palabras dolieron en el mismo corazón de Harry, sabía que había sido injusto. En su cabeza vino Draco, era el único que lo sabía, eso quería decir que les había explicado todo.
-no lo fuiste y nunca lo serás... se que lo hiciste por mi bien, porque me protegías... siempre lo has hecho... dijo la castaña.
-siempre lo haré... siempre protegeré y ayudaré a las personas a las que quiero...
-pero no se si lo merezco...
Harry apartó un poco a la castaña y la miró a los ojos miel ahora vidriosos, ella también lo hizo. Harry con su pulgar limpió alguna de las lágrimas. –mereces mucho más que esto, tú siempre me has ayudado en los momentos difíciles...
-pero Harry no te he tratado bien desde que has vuelto. Me escondí detrás de la mentira que habías cambiado, y no lo has hecho, siempre preocupándote por los demás...
-Herms si que he cambiado, pero tú también lo has hecho... ahora estás mucho más hermosa... dijo el moreno con una sonrisa... la castaña se ruborizó un poco, pero la tristeza aún la rodeaba. –mira Herms volvemos a ser amigos como en Hogwarts y nos olvidamos de todo lo que ha sucedido y empezamos de cero.
-no. dijo rápidamente la castaña. –Harry... no quiero ser solamente tu amiga. Hermione se acercó a Harry y empezó a besarle. El moreno no esperaba eso en ningún momento, pero al notar lo cálidos labios de la castaña correspondió al beso.
Se separaron lentamente por falta de aire, no querían hacerlo. –Harry... te amo.
-Herms yo también te amo. Demasiado tiempo para decírtelo, no se si hubiera aguantado mucho más. Desde de Hogwarts intentando decirlo. Y como un cobarde ocultándolo. El moreno no apartaba la mirada de los ojos de ella, mientras hablaba.
-Los dos lo hemos sido, ocultándolo.
-bueno... no somos muy buenos gryffindors. Pero, al fin puedo mostrártelo. Dijo Harry. La castaña arqueó la ceja, no entendía que quería decir.
Harry agarró la mano de la castaña y a su vez cogió el colgante de ella depositándolo en la mano de ella. Harry hizo que cerrara el puño y besó el dorso de la mano de ella.
-ahora abre la mano. Dijo el moreno con una sonrisa. A la castaña le encantaba que la mirara de esa forma, hacía que se sintiera única en el mundo por captar los ojos esmeralda del moreno.
Hermione abrió lentamente su mano, ahogo un pequeño suspiro de sorpresa al ver que el colgante había cambiado, ahora las dos H estaban entrelazadas.
-Harry es... precioso. No podía dejar de mirar el colgante hipnotizada con ello.
-tu lo eres más. Dijo el moreno acariciando la mejilla de Hermione que enrojeció con el comentario. –bueno voy a preparar el desayuno, seguro que tienes hambre y después ya te cambiarás de ropa. Harry se levantó del sofá y se dirigió a la cocina.
El gato negro subió al regazo de Hermione, pidiéndole que lo acariciara. La castaña aceptó al instante. Le encantaban los gatos. Pero se dio cuenta del detalle de la ropa... no era suya, ni de mujer.
-pues ahora Hermione, puedo decir que eres la primera en acariciar a severus en forma de gato. Harry se acercaba con una bandeja en sus manos. –ni yo lo he conseguido, siempre que se me sube a mi regazo es con forma de pantera y me aplasta contra el sofá. Dijo sin apartar la mirada del gato, como llamándolo traidor. Dejó la bandeja encima del otro sofá.
-Herms... que tienes? Te encuentras bien? Preguntó preocupado el moreno buscando los ojos ámbar de ella, para intentar ver la respuesta en ellos.
-si... Hermione no se atrevía a mirarlo a los ojos. –Ha... Harry... tu... me... La castaña no sabía como preguntarle eso, no se atrevía. Notó como el moreno se sentaba a su lado y le obligó a que le mirara. Los ojos de ella reflejaban cierto temor. Un temor de adolescente, pero le inundó por completo.
Los labios de Harry dibujaban una sonrisa al comprenderlo todo. Cerró los ojos. –No... Susurró a la vez que negaba lentamente con su cabeza.
-cuando noté que estabas en peligro y que estabas aquí, llegué con Amelie. Vimos que tenías claros signos de hipotermia, además estabas inconsciente. Te agarré en brazos e inmediatamente te puse bajo la ducha con agua caliente para que entraras en calor, ropa incluida. Después Amelie te cambió de ropa y te trajimos aquí para que te recuperaras con el calor de la chimenea. Amelie se marchó, y dobby y yo te cuidamos hasta esta mañana que se ha marchado a hogwarts. Si es eso lo que te preocupaba. Dijo el moreno y al terminar le dio un fugaz beso para que se tranquilizara.
-se que parece una chiquillada... pero cuando me he dado cuenta una vergüenza me ha invadido... como si aún estuviera en Hogwarts. Dijo ruborizada por su actitud.
-no te preocupes, si te hubiera visto desnuda, para compensarlo tu también tendrías que verme desnudo, y la misma vergüenza tendría yo en ese momento. Dijo con un tono juguetón y una sonrisa. La castaña sonrió con el comentario. –bueno y ahora desayunamos, te cambias de ropa tranquilamente, y te acompaño a tu casa. Dijo Harry levantándose para coger la bandeja que contenía el desayuno. –no es mucho pero recuperarás un poco de fuerzas.
La bandeja contenía dos tazas de café, unas tostadas, panecillos y mermelada.
-suficiente, tampoco tengo mucha hambre. Dijo la castaña.
Desayunaron sin prisas, disfrutando cada segundo que pasaban el uno con el otro. Una lechuza entró por la ventana trayendo consigo la edición de ese día de El Profeta.
-me extraña que no digan nada de lo de ayer. Dijo Hermione revisando todas las páginas.
-bueno es que le pedí a Arthur que mantuviesen todo en secreto hasta que lleguen a condenar a la mayoría de los mortifagos, y así dar mayor tranquilidad al mundo mágico. Dijo Harry mientras recogía los platos y las tazas de café y se dirigía otra vez a la cocina.
-por cierto como atrapasteis a Lucius, Colagusano y los demás. Se que fuiste tú y Draco. Pero no se como. Dijo la castaña mientras revisaba la ropa que le había traído el moreno.
-como no sabía que te gustaba cogí bastantes cosas de tu armario, así puedes elegir. Y con respecto a lo de Lucius. Sabía donde estaba y Draco insistió que quería venir conmigo. Así que acepté y mientras vosotros atacabais esos dos lugares, nosotros los cogimos por sorpresa y los detuvimos sin problemas. Bueno primero, les asustamos un poquito. Dijo con una sonrisa traviesa, Hermione recordó esa sonrisa de Hogwarts cada vez que hacían con Ron algo fuera de la ley.
-que quieres decir con "asustamos un poquito"? preguntó la castaña. En verdad, tampoco quería saberlo, pero estaba intrigada.
-bueno Draco tuvo la idea de antes de atraparlos asustarlos un poquito con Blade, diciéndolos que ella se los iba a comer uno a uno. Fue bastante divertido, tendrías que ver a Pettigrew suplicando por su vida, mientras Lucius lo maldecía. Dijo Harry.
-antes dijiste que Amelie estaba contigo en la garganta del dragón. Como es que estaba allí? preguntó Hermione, esa pregunta le rondaba por la cabeza desde que le había explicado como la había encontrado.
-eeehhh... la castaña arqueó una ceja viendo que no se atrevía a decir nada. -cada año los cazadores de dragones nos reunimos y este año me tocaba a mí acoger el evento por eso ella estaba en la garganta del dragón. Y ahora sube a cambiarte alguna habitación, y te llevo a tu casa, que tengo que ir a la garganta del dragón a por Blade. Seguro que todos los dragones ya están asustados ante su presencia.
Los dos continuaron hablando hasta que la castaña subió arriba a cambiarse de ropa. Al final decidió ponerse unos jeans y una blusa blanca. Recogió toda la ropa y agarró la bolsa para volver con Harry.
Bajó las escaleras, no vio a Harry pero continuó y depositó la bolsa al lado de la puerta. Miró si estaba en la cocina pero no estaba.
-Harry? Harry? Llamaba una y otra vez al moreno. Ninguna puerta que diese al jardín estaba abierta y arriba no estaba.
Continuaba llamándolo, no sabía donde se había metido. Entonces, detrás del sofá, el suelo se abrió dejando paso a unas escaleras que bajaban.
-Herms estoy aquí abajo, si quieres baja. Pero ahora nos iremos. Dijo Harry, su voz provenía de allí.
Cautelosamente la castaña descendió por las escaleras, estaban poco iluminadas. Más bien se guiaba por la luz que provenía de más adelante.
Las escaleras giraron a la derecha mostrando un enorme despacho, con grandes ventanas, como si estuvieran en el salón. Un escritorio con diversos pergaminos estaba justo al terminar las escaleras. Tenía una silla que parecía bastante cómoda. Más adelante había una pequeña biblioteca donde Harry guardaba unos libros.
Hermione miraba asombrada el gran orden que reinaba en ese despacho, todo perfectamente colocado en su sitio. En una de las pocas paredes libres, un mapa de Inglaterra con unas cuantos puntos señalados en él, cubría esa parte de esa pared.
-bueno pues este es mi despacho. Dijo Harry terminando de colocar el último libro.
-es precioso. Y este mapa? Que señala? Preguntó señalando en el.
-son los sitios donde los mortifagos se han resguardado del ministerio desde la derrota de Voldemort. Ves estos dos son donde atacasteis vosotros. Y este es donde fuimos Draco y yo a por Lucius y los demás. Dijo señalando un punto al sur, cerca de Gales.
-pero como sabías donde estaban? Si tu estabas entrenándote y por otros lugares. Preguntó la castaña.
-lo que en verdad no sabéis es que algunos elegidos por Vladimir forman El Dragón de Fuego. Algo parecido a la orden del Fénix, pero diferente. No luchan contra ningún mago tenebroso como Voldemort u otros, sino que los controla ayudando a las autoridades con informaciones anónimas. Pero en verdad se dedica a la protección de los dragones, siempre ha habido muchos cazadores furtivos y aún los hay.
-bueno eso lo entiendo. Pero este mapa?
-recuerdas que ayer os presenté a Hanzo?
-si, el japonés...
-bueno de familia asiática, él es inglés como nosotros. Se llama Hanzo Steward y es de Liverpool. Dentro de la orden él estaba destinado ha seguir los movimientos de los mortifagos. Es especialista en rastreo y espionaje. Uno de los mejores y elaboró este mapa. Y me comunicaba todos los movimientos de ellos. Y desde hace casi un año yo le ayudo en esa tarea. Bueno será mejor que vayamos pasando para tu casa, porque Blade me está esperando y prefiero acompañarte en auto, por algo me lo compre.
-te has comprado un auto mágico? Preguntó sorprendida la castaña mientras subía por las escaleras delante de Harry.
-no, es un auto muggle, cuando estaba fuera aprendí a conducir y me gustó mucho, y al final me decidí.
Los dos llegaron de vuelta al salón y cuando Harry subió el último escalón las escaleras se cerraron detrás de él, sin dejar rastro alguno de su presencia.
-pues vámonos. Dijo Harry abriendo la puerta y agarrando la bolsa de Hermione.
Un flamante auto deportivo les esperaba ante ellos, un Mercedes CLK descapotable de color plata, Harry depositó la bolsa en el asiento trasero y abrió la puerta para que entrara Hermione, ofreciendo un gesto caballeroso.
-gracias. Dijo la castaña dedicándole una sonrisa.
El moreno dio la vuelta y entró en el asiento del conductor. Se cambió las gafas por unas gafas de sol.
-tranquila están graduadas. Dijo mirándola por encima de las gafas de sol. –te gusta la música rock? Preguntó Harry mientras se colocaba bien las gafas.
-si.
El moreno al instante accionó un botón, y la música les envolvió a los dos. Y Harry puso en marcha el vehículo. Iban por el camino de tierra, ya no era un barrizal, pero aún se notaban los estragos de la tormenta de la noche anterior.
Harry manejaba el auto rápido, pero para sorpresa de la castaña de una forma segura y sin correr riesgo alguno.
Los dos mantenían una conversación animada mientras se dirigían a la casa de Hermione.
-por cierto Harry como van los estudios de auror? Preguntó la castaña en ningún momento le había comentado nada.
-bien, son bastante fáciles comparados con lo de Vladimir. Pero puede que los deje. Dijo el moreno ante las sorpresa de Hermione.
-y porque?
-bueno al principio pensé que si lo haría, pero el trabajo de despacho me aburre bastante. Continuaré con lo del Dragón, y haciendo misiones como Cazador. Harry se adelantó a la pregunta de la castaña, porque ya se la imaginó. -Vladimir y los demás hemos decidido montar la base central, aquí en Inglaterra. Pero en verdad me ocupará poco tiempo, porque las misiones normalmente duran un par de días, no más. Y me eligieron como jefe del Dragón de Fuego. Además Dumbledore me propuso de hacer las clases de DCAO, pero me negué. Hace unas semanas también me preguntó si aceptaría ser profesor de duelo, la optativa de séptimo, y esta vez acepté. Solo tendré que asistir una vez al mes, y así prepararé a los nuevos aurores. Harry no sabía si ahora Hermione le reprocharía todo eso, no le veía el rostro al estar conduciendo.
-pues me parece unas ideas perfectas. Sabes, en estás dos horas me has sorprendido si que has cambiado, para bien. menos la actuación como Zoran que hiciste. Dijo Hermione. El moreno notó como esas últimas palabras estaban llenas de tristeza.
-gracias y no te preocupes por nada, todo esto me ocupará muy poco tiempo, y siempre estaré por aquí. Ahora que por fin nos hemos encontrado, no pienso separarme de ti por nada del mundo. Dijo Harry posando su mano en la pierna de ella para mostrarle seguridad en sus palabras. Hermione, no dudo en ningún momento de las palabras del moreno. Y agarró fuertemente su mano. Harry se acercó la mano de ella dándole un tierno beso.
Continuaron hablando hasta llegar enfrente del edificio de Hermione.
Bajaron del auto y el moreno agarró la bolsa de ella y cerró el auto.
Subieron por el elevador hasta la planta de su piso. Hermione colocó las llaves de su piso, sin pensar lo que ocultaba en su interior. La castaña reía de un comentario de Harry mientras abría la puerta.
-Hermione! Se puede saber donde te habías metido! Llevamos toda la noche y parte del día esperándote! Gritaba la voz de un hombre desde el salón del apartamento.
-Eso! Y se puede saber de que te ríes! No tiene ninguna gra... dijo ahora la voz de una mujer.
Eran Ron y Ginny dirigiéndose preocupados hacía la puerta y se detuvieron al verla sonreír y con Harry al lado, quien pensaba que se había ido para siempre.
-eehh, perdonad por no deciros nada. Dijo la castaña al ver la actitud de sus dos amigos. Estaba un poco asustada que reaccionaran muy mal.
-no pensamos que... que estarías con Harry, pensamos que estarías por algún lugar de Londres llorando su marcha. Dijo Ron, aún no se movía por la actitud.
-y Harry... no te has ido... pero draco nos dijo... Ginny no sabía que decir.
-bueno si que me iba a ir, pero Hermione llegó a mi casa antes que marchara, y empezamos hablar... y me convenció que no lo hiciera. Y acepté. Dijo Harry con una sonrisa.
-ya os dije que Hermione estaría bien, y vosotros que no. pero nunca me hagáis caso. Dijo con sarcasmo Draco apareciendo detrás de los hermanos Wesley.
-Harry... lo siento por mi actitud desde que volviste, no debí actuar de esa forma. Dijo el pelirrojo recordando todo lo que dijo Draco esa noche.
-Yo cometí errores y vosotros también... y si lo olvidamos por completo.
-de acuerdo.
Los dos amigos se abrazaron demostrando su amistad, una amistad que aún estaba latente desde hacia tanto tiempo.
Los cinco pasaron al salón donde espera Luna sentada en el sofá, ya que con el embarazo intentaba descansar el mayor tiempo posible.
-Luna veo que luces un embarazo perfecto. Dijo Harry con una sonrisa mientras se acercaba a ella para saludarla. –impide como sea que Ron ponga nombre a la pequeña. Susurró el moreno para que los demás no oyeran.
-bueno Draco, si quieres explícales como fue ayer con Blade, nuestra aventurilla. Hermione aguantaba un poco la sonrisa. Ron se sentó al lado de su esposa. Ginny también se sentó en el sofá.
-ya les explicaré luego.
-ahora tengo que irme porque tengo que arreglar unos asuntos en la garganta del dragón, tengo que ordenar varias cosas. El sábado venís a mi casa a las diez de la mañana, y os quedáis a comer con unos amigos. De acuerdo?
Todos afirmaron con la cabeza.
-por cierto decidle a Neville que también venga y que no quede con Amelie que ya estará allí. nos vemos el sábado. Dicho esto el moreno se acercó a Hermione. –Herms, preciosa nos vemos el sábado y no te preocupes. Harry la besó ante la sorpresa de los demás.
Harry se dirigió hasta la puerta –podéis ir con polvos Flu, solo tenéis que decir mansión Potter y apareceréis allí. la puerta se cerró de golpe.
-Hermione... tu y él... sois pareja? Preguntó Ron aún sorprendido por el beso.
-supongo que si. tampoco hemos llegado hablarlo del todo. La castaña estaba sonrojada por el gesto del moreno, aún no se terminaba de acostumbrar.
-como que supones que si... bueno, en verdad nunca te he llegado a entender. El único que lo hacía era Harry. Dijo Ron recordando los momentos de ellos tres en Hogwarts.
Pasaron dos días, era sábado. Draco, Ron, Luna, Ginny, Hermione y Neville estaba en el piso de la castaña para ir a casa de Harry. Ya eran las diez en punto.
En parejas fueron entrando en la chimenea y pronunciaban el nombre que Harry había dicho. Aparecieron en el salón de la casa del moreno.
-HARRY! Tus amigos han llegado! Exclamó Hanzo ante ellos. encontraron extraño que llevara en su espalda las dos katanas.
-Voy! Oyeron la voz de Harry que provenía de fuera. –Bella dama! Tu novio también ha llegado. Dijo entrando por la puerta de la terraza.
-Hanzo porque llevas las katanas? Preguntó Ron.
-entonces Harry no os la dicho... bueno ahora lo sabréis. Dijo saliendo por donde acababa de entrar el moreno. Harry también llevaba sus dos espadas en la espalda. Y la camiseta negra que siempre llevaba cuando tenía que entrar en acción desde que lo volvieron a ver.
-bueno por fin habéis llegado ya pensaba que no vendríais. Dijo Harry. –hola preciosa como estás? Preguntó Harry después de besar a la castaña, un dulce beso en los labios ante la mirada de sus amigos.
-ahora bien, por cierto... tus espadas... Hanzo con las katanas... Hermione no pudo continuar ya que había entrado Amelie corriendo y lanzándose a los brazos de Neville y se besaron apasionadamente.
-bueno... vamos fuera y os lo explico. Dijo Harry. Todos menos la pareja apasionada salieron fuera.
-Harry cuando te toca a ti? Preguntó un niño conocido por todos ellos
-Sirius que haces aquí? Preguntó Hermione sorprendida.
-hola Hermione. Dijo el pequeño.
-Harry también nos ha invitado. Dijo Remus apareciendo con Tonks a su lado.
-Patrick! Alexander os toca a vosotros! Oyeron la voz de Vladimir por encima la de todos ellos.
-vamos hermano a demostrarles lo que valen los tatatopoulus. Dijo Alexander con su gran martillo en su espalda.
Los gemelos se dirigieron hacia el jardín, donde ahora había una especie de laberinto. Llegaron a lo que parecía la entrada, justo atravesarla las plantas se cerraron sin dejar ver nada más.
-que es todo esto? Preguntó Draco sorprendido con eso.
-ahora os lo explico... pero primero sentaros cómodamente. Dijo Harry señalando la mesa que ya conocían pero ahora también había otra.
Todos se sentaron a excepción de Harry que empezó hablar con Vladimir.
-ahora os lo explica Harry. Dijo con una sonrisa Remus.
El moreno se sentó junto a ellos.
-bueno como os dije cada año los cazadores nos reunimos... pues es esto... hacemos una prueba que decide el campeón del año anterior. Y en este caso fui yo. Harry fue interrumpido por Amelie que llegaba con Neville.
-el año anterior... y el otro... y el otro...
-Bella dama me dejas terminar de explicarlo... gracias... dijo Harry después de que la rubia le guiñara el ojo. –pues este año... al final... el moreno miró a Hermione con una sonrisa pícara. –decidí hacerlo aquí. La competición es entrar allí, superar las diversas pruebas que hay dentro y cuando sales tienes que reducir a Blade que está esperando.
-ahora entiendo... pero es muy peligroso? Preguntó Luna acariciando su vientre donde crecía su primera hija con Ron.
-bueno, un poco peligroso, pero Harry ordenó a Blade que no atacara solo intentara no ser capturada. La competición es en parejas. Dijo Amelie.
-y cuando te tocará a ti? Preguntó Sirius sentándose en el regazo de su padrino.
-soy el último, ya te lo he dicho antes y aún faltan dos parejas antes que yo... eso si después que terminen los gemelos. Dijo Harry.
Continuaron hablando animadamente, los gemelos terminaron y en una pizarra se apuntó su tiempo 7 minutos 10 segundos. De momento eran los primeros, claro que aparte de ellos solo habían terminado Hawk y ligthnock. Los siguientes fueron Amelie y Hanzo que superaron a los gemelos. Ahora era el turno de Jack y Vladimir, que entraron corriendo a gran velocidad como para ganar todo el tiempo posible. Los demás miraron como entraron al laberinto.
-Ron ya habéis pensado el nombre de vuestra niña? Preguntó Harry mirando a Luna para ver su reacción.
-bueno yo creo que...
- se llamará katherine... no vamos a discutir otra vez Ronald... yo sufro en el momento de dar a luz, yo elijo el nombre de la niña. Dijo Luna amenazando a su marido entre las risas de sus amigos.
-Harry te toca! Exclamó Vladimir llegando con Jack al lado. Reposó su hacha en la pared.
El moreno se levantó de la silla y besó a Hermione. –ahora vuelvo. Dijo Harry y se colocó las gafas de sol como si este le molestara. el moreno anduvo con decisión a la entrada y esta se cerró al instante ocultándolo a los demás.
-y nadie va con Harry? Dijo Remus sin terminar de entender demasiado.
Jack se sentó y agarró un vaso de whisky. –No va con nadie... se lo prohibimos, demasiadas ventajas para ganarnos.
-no es que tenga ventajas... sino que es un tramposo. Dijo Vladimir acariciando a la pantera negra.
-tramposo? Preguntó Ron arqueando una ceja, Harry nunca hacía trampas, por lo menos antes.
-si un maldito tramposo... de los más grandes que he conocido. Dijo Vladimir tomando un trago de su Vodka. –de los más grandes. Terminó dejando el vaso sonoramente en la mesa.
Hermione vio como Amelie suspiraba ante las palabras.-Harry no hace trampas... Vladimir. Dijo la cazadora de dragones.
-si que las hace! Salir diez segundos antes que los primeros es hacer trampas! No se esfuerza, no como lo hacemos todos! Podría dejarnos en ridículo! Pero en cambio hace ver que está cansado... y nos felicita... es un tramposo. Dijo un poco enojado.
-mira Vladimir. Te conozco desde hace veinte años y hasta que apareció Harry, tú hacías lo mismo, así que no te quejes. Pero le llamas tramposo porque ya no ganas. Dijo Lightnok ante la sorpresa de todos, ese extraño hombre no hablaba mucho.
-eso es mentira. Dijo Vladimir tomando otra vez su vaso de Vodka, Hawk reía al igual que Lightnok por la reacción de su amigo.
-si... también es mentira que le pusieras cuatro dragones más a él... en su primer campeonato. Dijo entre carcajadas Hawk. –y no pongas esa cara Vladimir que nosotros dos te vimos como lo hacías.
-bueno... dijo Vladimir sentándose derrotado por los comentarios de ellos dos. Los demás empezaron a reír, menos la castaña que miraba a Vladimir con desaprobación.
-Hermione... no me mires así Harry, no le pasó nada... ya era mucho mejor que yo. Por cierto me encantó conocerte ese día... nadie de nosotros sabíamos quien era esa misteriosa mujer sobre la que habla Harry. Dijo Vladmir, la castaña se sonrojó por el comentario y la mirada de desaprobación despareció. –nos hablo de sus padres, de su mejor amigo, de su familia adoptiva, de Neville, de Luna, de Voldemort y los mortifagos, incluso de Draco, pero nunca llegamos a saber ni como eras físicamente, ni tú nombre...
-bueno... nunca nos lo dijo porque alguien no cerró su gran bocaza. Dijo Jack mirando a Patrick. – y no pudimos sorprenderle llevándote con él y así alegrándole un poco su vida. Pero Patrick... se le escapó el plan... rieron alegremente con todo eso.
Todos estaban muy animados hasta que oyeron la voz de un niño pequeño. –Harry vamos a volar con el dragón? Dijo Sirius ante la sorpresa de todos. Se creó un enorme silencio al ver que la especie de laberinto había desaparecido, Harry y el pequeño andaban directamente hacia Blade que reposaba cerca de ellos. ambos subieron al lomo del enorme dragón. Este batió sus alas y emprendió el vuelo colocándose justo encima de la terraza donde los demás permanecían en silencio. Vieron como Harry lanzaba a su habitación las espadas y los guantes, y Blade alzó el vuelo nuevamente pero esta vez sobrepasando la casa y los perdieron de vista, sin dar tiempo a que nadie preguntara.
-esta vez si que se ha esforzado... dijo Hawk mirando a Vladimir, que al igual que otros miraban a la pizarra donde salían los resultados de la prueba. 53 segundos ponía en ella, al lado del nombre de Harry.
-Ya no te podrás quejar Vladimir, pero esta vez no hemos visto como lo ha hecho. Dijo Hanzo, que al igual que todos esperaban su repuesta.
-bueno lo que os decía antes... un tramposo. Dijo Vladimir tranquilamente. Todos estallaron a carcajadas, a pesar de todo, no lo gustaba perder.
Hablan animadamente sobre cualquier tema, hasta que Hermione volvió con el tema de antes de la sorpresa de Harry...
-pero si no me conocíais... como me hubierais reconocido? Pregunto la castaña, queriendo indagar un poco más sobre la vida de Harry todo ese tiempo. Aún faltaban bastantes detalles.
-bueno... hubiéramos secuestrado a Ron y a su familia, para saber quien podría ser y que nos dijeran nombres, nosotros os secuestraríamos a todas y alguna acertaríamos, digo yo. Dijo Jack tomando un trago de su vaso de whisky mientras los demás reían con todo eso.
-pero te reconocí en el claro del bosque, en la misión, cuando mirabas la estrella Sirius. Harry siempre lo hacía cuando lo entrené... un día le pregunté porque lo hacía, y me explicó lo de su padrino, Remus, sus padres... yo me lo creí a medias porque en sus ojos ví la tristeza de cuando pierdes al ser amado... o no puedes estar con él... dijo Vladimir. Todas las risas habían desaparecido prestando atención a las palabras del cazador. –y en tú mirada vi lo mismo que en él. así que no tardé en deducir que eras tú.
Nadie decía nada, en verdad parecía una costumbre cada vez que sabían algo nuevo relacionado con Harry. Pero quien produjo ese silencio lo rompió... –pero Hermione porque ni te inmutaste cuando Harry puso la espada en tú cuello en esa broma? Preguntó Vladimir haciendo reaccionar a todos, que ya lo sabían.
-no se... tuve una sensación que nunca me haría daño, no puedo explicarlo bien...
-bueno y si dejamos todo esto y volvemos a hablar y reír como antes... creo que es agua pasada. Dijo Jack viendo que el clima tenso volvería en unos segundos...
Dicho esto todos olvidaron lo comentado y empezaron a hablar animadamente como habían hecho anteriormente. Esperando el regreso de Harry y Sirius con Blade. Prácticamente vaciaron por completo la cocina de Harry en busca de aperitivos y bebidas antes del almuerzo. El gato "especial" de Harry estaba en el tejado de la casa bostezando las veces que abría los ojos intentando despertarse pero continuamente caía otra vez en su profundo sueño.
Un estruendo hizo que se giraran todos a mirar al jardín, donde ahora estaban Sirius, su padrino y Blade. El pequeño llevaba un abrigo bastante grueso, y los hombros y cabeza cubiertos de nieve al igual que Harry, pero este continuaba con la camiseta negra que a veces lucía. El enorme colacuerno estaba cubierto también de nieve, pero se movió un poco y eliminó todo rastro de ella. Al cabo de unos segundos alzó el vuelo y se fue al su hogar, el bosque de la propiedad de Harry. Dejando a los dos ante la atenta mirada de los presentes.
El pequeño se quitó unos guantes y al igual que su abrigo, los cogió Harry a la vez que retiraba la nieve de la cabeza del pequeño. También hizo con él lo mismo. Los demás veían como Sirius sonreía y habla con Harry como si rememorara lo sucedido en el tiempo que no habían estado con los demás.
Los dos llegaron a la terraza donde unas miradas algunas de sorpresa y otras de intriga se dirigían a ellos dos. Vladimir se adelantó a las preguntas de preocupación de los padres del pequeño. –por lo que veo, Harry te ha llevado a Siberia... y te ha gustado?
-si, si, si, es muy bonito! Estaba nevando mucho, y con el dragón volábamos por encima de todos esos sitios llenos de nieve, apenas se veían los árboles. Respondió el pequeño, sus ojos se iluminaban mientras explicaba lo que habían hecho, y a su vez la mirada de sus padres se iban relajando. –y me enseñó un lago completamente helado que podía aguantar al dragón sin romperse. El sol estaba desapareciendo detrás de una montaña mientras seguía nevando.
-no os preocupéis, no ha pasado nada de frío, por cierto, esto es un regalo. Dijo Harry refiriéndose al abrigo y guantes. –nunca pasará frió, los utilizan la gente de allí. Sirius quieres una taza de chocolate caliente? Terminó preguntando el moreno. El pequeño aceptó y los dos entraron a la cocina.
-ese lugar sería de los más hermosos del mundo sino fuera por el frío que hace. Harry lo aguanta como si nada... pero dos días seguidos allí es horrible. Dijo Jack, desvió su vista hacia la puerta que daba al comedor viendo como entraba un amigo... –Hola Dobby! Que haces aquí?
-el am... Harry invitó a Dobby a almorzar hoy con ustedes, y acabo de salir de Hogwarts con permiso del profesor Dumbledore. Dijo el elfo doméstico de ojos grandes y brillantes, todos miraron con sorpresa. -y como te encuentras amigo, ya te pagan bien en esa escuela? Preguntó Vladimir con una sonrisa, sabía que le molestaba ese tema.
-si señor Zucobsky, a Dobby le pagan muy bien y le tratan mejor. Dobby está muy contento. Dijo acercándose a los demás.
-ya sabes que no lo dudo. Pero ya te he dicho que me llames Vladimir, que nos conocemos hace ya... tres largos años si mal no recuerdo... dijo Vladimir.
Iba a continuar hablando pero fue cortado por la voz de Remus que no sabía nada de ello. –tres años, pero como...
Sin esperar más el cazador respondió. –Dobby encontró a Harry hace tres años, casi cuatro, cuando estaba entrenando conmigo. Le dijimos si quería entrar a formar parte del Dragón de Fuego, es muy bueno siguiendo a personas, de los mejores rastreadores que he visto nunca, pero dijo que él trabajaba para Hogwarts y su director y que nunca lo dejaría por ser tan bueno con él.
-y antes que le pongáis nervioso con un interrogatorio... nadie le preguntó acerca de si me había encontrado, o me había visto. Dijo Harry saliendo de la cocina con Sirius a su lado, los dos tomando lo mismo.
Nadie hizo pregunta alguna sobre ese tema, tampoco les sorprendió mucho, estaban acostumbrados a descubrir cosas así desde que Harry había vuelto.
Al cabo de un rato Harry hizo aparecer en el jardín una gran mesa donde cabían todos los presentes. Estaba repleta de comida, como si fuera una celebración en Hogwarts. Y todos empezaron a almorzar en un clima distendido y alegre. Para sorpresa de algunos Ron no era quien comía más en aquella mesa...
-que Ron, ya no eres la persona que más come... dijo Ginny con una sonrisa al ver que su hermano estaba siendo derrotado en lo que en verdad le gustaba más, comer.
-pero como pueden llegar a comer tanto? Preguntó Ron mirando a los gemelos tatatopoulus como devoraban todo lo que sus manos podían alcanzar.
-nosotros creemos que no mastican como las personas sino que directamente engullen como los patos. Dijo Jack, al instante todos estallaron a carcajadas con el comentario del rubio, viendo como llegaban a comer esos dos hermanos.
-bueno... como somos tan grandes... comemos por dos... aparte que tenemos un metabolismo acelerado... intentaba explicar Patrick mientras comía pollo asado.
-si... coméis por dos docenas de personas, creo que su madre se pasaba el día cocinando para ellos dos. Dijo Vladimir.
-si que lo hacía... cocinaba en un hotel y nos llevaba un montón de comida para la cena. Dijo Alexander parando unos segundos en su ardua tarea de comer todo lo que podía.
Continuaron así unos minutos. Los gemelos comiendo prácticamente la suma de los demás. Y los demás haciendo comentarios y explicando historias. Sobretodo Ginny y Ron, que explicaban las travesuras de Fred y George que Harry no sabía.
-por cierto Amelie, porque Harry te llama Bella dama? Preguntó Hermione intrigada con eso.
-es verdad, hoy podríais explicarlo. Nos gustaría saberlo. Dijo Vladimir tomando un trago de su Vodka. el rostro del cazador de dragones empezaba aumentar de color debido a la bebida.
-vosotros no lo sabéis? Preguntó Draco sorprendido, normalmente ellos eran los últimos en saberlo todo.
-no, es un secreto entre ellos dos. Pero hoy nos lo podríais decir... por favor... dijo Jack con una carita de cachorrito que hizo que empezaran a reír.
-a mi me da igual... Dijo Harry tranquilamente. –si quieres decírselo...
-bueno... haber como empiezo... es bastante simple... bueno el porque me llama así. Hace... casi seis años? Preguntó Amelie mirando a Harry y este afirmó con la cabeza. –pues hace casi seis yo estaba terminando la carrera de sanadora... pero me entraron dudas de si eso era lo que quería hacer, así que fui a pensar durante una semana en los Alpes... me gusta escalar y el montañismo y ese es el lugar apropiado y que está más cerca de donde vivía... así que fui. En uno de esos días tuve la genial idea de escalar una pared de hielo, sola... cosa que nunca debí hacer... y tuve un accidente donde caí desde una gran altura. En ese momento creí que moriría por la caída y sino por las heridas. Pero no fue así, abrí los ojos y estaba tumbada en un refugio con Harry a mi lado.
-yo la encontré tendida en la nieve con heridas y traumatismos, y la llevé a ese refugio para que se recuperara...
-pero cuando desperté no recordaba prácticamente nada de mi vida. No sabía como me llamaba, a que me dedicaba... solo recordaba de dos cosas... que era bruja y un nombre... Vladimir, cazador de dragones y el lugar donde vivía normalmente. En verdad lo había leído el día anterior al accidente... pero no recordaba nada más...
-tenías amnesia temporal... dijo Ginny atenta a la explicación.
-si, y como no sabíamos su nombre, decidí llamarla bella dama... dijo Harry tomando un trago de su cerveza de mantequilla.
-y por eso tanto secreto? Preguntó Jack un poco desilusionado...
-bueno... gracias a eso fui con ella a conocer a Vladimir y entrenarme. te conocí a ti Jack y a los demás. Y hoy estamos todos reunidos aquí. Puede que no fuera el gran secreto que esperabais.
-y también le besé. Dijo como si nada Amelia, vio la mirada de celos de hermione clavándose en ella, mientras Harry hacia girar sus ojos. –que quieres Hermione. Imagina que pierdes la memoria y quien te cuida y te ayuda es un chico guapo con unos ojazos verdes, y encima siempre tan atento contigo. Pues pensé que esa era la mía, sino tenía memoria no podría arrepentirme por ello. Seguro que tú hubieras hecho lo mismo... y creo que muchas veces lo pensaste mientras Harry hacía lo mismo contigo, cada vez que te encontrabas mal... dijo con una sonrisa, haciendo que la mirada de celos desapareciera dejando pasó a una sonrisa mientras se sonrojaba.
Todos continuaban riendo y hablando. Ya había terminado hace tiempo el almuerzo pero continuaban allí. cuando oscureció, aparecieron a su alrededor fuegos que daban la suficiente luz y a la vez calidez al frío que les rodeaba. Ya solo quedaban Harry, Hermione, Draco y Ginny. Así que decidieron entrar dentro de la casa. Con un toque de varita Harry hizo desaparecer la gran mesa y todo lo que había aparecido hasta ese momento.
Estaban sentados en los sofás de piel negra hablando tranquilamente... –Hermione puedes venir un momento. dijo Harry tendiendo su mano para ayudarla a levantarse del sofá. Los dos se dirigieron a la terraza, no decían nada solo miraban las estrellas como antes hacían en Hogwarts, la castaña se frotó los brazos mostrando claramente el frío que la empezaba a rodear. Al instante una manta acompañada de unos brazos que le transmitían seguridad la envolvieron, devolviendo la calidez que tanto ansiaba en ese momento. giró su cabeza y besó tiernamente los labios del moreno y un "gracias" escapó de su boca junto con un suspiro. No podía creer que fuera realidad cuando una semana antes no tenía claro lo que sentía hacia él. pero la serenidad de estar junto a él, cualquier duda desaparecía al instante, dejaba claramente escuchar su corazón que le decía que no podría llegar a amar a nadie como lo amaba a él, a Harry.
-Herms... susurró Harry al oído de ella. –querrías ser mi novia? Preguntó nuevamente susurrando haciendo que la castaña se estremeciera entre sus brazos.
-hace falta que lo preguntes? Hermione se giró por completó quedándose a centímetros de Harry deshaciéndose de la manta. Miraba los ojos verde esmeralda de Harry, segundo a segundo que pasaba sus sonrisas se agrandaban, mostrando la felicidad de ese simple pero emotivo momento. los ojos de los dos brillaban como nunca antes lo habían hecho. Ese momento dejó paso a un lento beso, la castaña pasó sus manos por detrás del cuello de él, y Harry acariciaba suavemente la espalda de ella.
-crees que por fin podremos ser felices? Preguntó Hermione después de separar sus labios de él.
-no te puedo responder a eso. Sabes que nunca he sido bueno en adivinación. Pero si que te puedo decir que haré todo lo posible para que lo seamos. Dijo Harry deslizando su mano por el cabello de ella.
Harry volvió a colocar la manta alrededor de ella y la abrazó otra vez por la espalda mientras miraban las estrellas. Al cabo de un rato Hermione recordó un detalle. –y Draco y Ginny? Preguntó la castaña. Vio como un sonrisa traviesa se dibujaba en el rostro del moreno.
-a estas horas estarán en el restaurante francés más elegante y romántico de Londres...
-y esa sonrisa...
-bueno... dentro de unas horas una histérica pelirroja te despertará mientras duermas con un anillo en su dedo.
-entonces... Draco...
-si. por cierto un día tendrás que volar conmigo y con Blade, y no te puedes negar... ya verás como te gustará...
-si, tu estás conmigo seguro.
Los dos continuaron abrazados el uno al otro bajo la luz de la luna y las estrellas dedicando hermosas palabras y gestos intentando recuperar el tiempo perdido durante esos años...
Bueno pues el próximo capítulo será el último, una especie de epilogo un poco raro...
Barby-chile, Marta, Elemeth Reload, Hermionedepottergranger, Billiwig, Thiago, amaterasu, Yuli35, p-potter, Arcángel-negro, Ann Magus, ladytomoe, lady layil Black, arissita, Mercy, abbyluthien, lewin, marta, elementh reload, achinech, sherlin, amaterasu, soy un angel.
Perdón por no contestar a los reviews... pero no tengo tiempo ni animos para hacerlo... lo siento... pero supongo que os interesaba más el capítulo lo más temprano posible.
Hasta la próxima actualización que será la última. De este fic.
