Lamento la tartanza!
Por fin un capi de verdad, no? Para todos los que lo pidieron!
Este es un poco más fuerte, y un poco más largo….
Peligroso Descontrol
Cap. 3
Al día siguiente de la noche de locuras en aquel cabaret, todo el mundo se despierta en la casa de los Li-Hiiragizawa.
-¿Hasta cuándo vas a dormir? –dijo bruscamente Shaoran, entrando a la habitación de su primo, que aun se hallaba dormido y roncando en su cama. Al ver que no reaccionaba, se acercó a su oído: -¡DESPERTATE!
Eriol se levantó bruscamente, y ante la cara de perro malo que le puso su primo apenas lo vio, se fue tambaleando y medio dormido al baño. Luego de unos momentos, salió del mismo, sin peinar y con pasta de dientes en la nariz. Se tiró en la cama desganado, dispuesto a seguir durmiendo. Mientras, su primo, cruzado de brazos, lo miraba con el ceño fruncido.
Eriol lo miró con los ojos entrecerrados y el pelo revoltoso.
-¿qué pasa ahora? –le dijo con tono de yo-no-fui.
-¿sabés que hora es? –le dijo Shaoran con tono amenazador, sin saber por qué. Su primo negó con la cabeza, hundiendo su cara en la almohada. -¡SON LAS 2 DE LA TARDE! Ya limpié el piso, hice el desayuno, armé las camas, alimenté al perro, planché la ropa –Shaoran enumeraba cada una de esas cosas con un dedo. -¡y VOS DURMIENDO COMO EL VAGO Que SOS! –le quitó bruscamente la almohada -¡LEVANTATE A AYUDAR!
-¿ayudar a qué? Según vos, ya esta todo hecho, ¿no? -se dejó de refregar los ojos con las manos como un niño pequeño tendió a mirar a Li, pero él ya se había ido. –va a ser mejor que me levante…
se sacó el pijama y se puso un simple pantalón negro con una remera blanca sin mangas, dejando ver sus esculpidos brazos. Armó la cama y juntó la ropa con la que había salido la noche anterior. Se acordó de la nota que le había dejado Tania, y la volvió a leer. Repasó el teléfono que ella le había dejado y, a escondidas para que su primo no lo descubra, levantó el tubo de su habitación y llamó.
Después de un par de repiques, alguien atendió. Era una voz femenina.
-Hola…. Esteee… ¿estaría…
-¿eri? ¿sos vos?
-sí, cómo.. adivinaste… eh?
-Tu voz es única, mi vida… pensé que nunca más me ibas a llamar..., que alegría!
-Bueno, gracias, yo…. Llamaba para … para invitarte…
-¿a dónde? ¿o es sorpresa? –la chica trataba de mostrar el mayor entusiasmo posible. Era cazar ahora, o morirse de hambre.
-Te paso a buscar… a las 8 de la noche… ¿Qué te parece?
-Te voy a estar esperando, Eri… Te amo…Hasta las 8, mi vida!
-Chao, Tania… yo… también…
-Besos!
-Otro.
Así, la llamada terminó. Al colgar el tubo, su primo apareció por detrás.
-con que llamando a hurtadillas, ¿eh? -Eriol se volteó. Su primo se hallaba en la habitación, de vuelta, mirándolo con aprehensión.- Te vas a meter en problemas… Esa chica no te quiere para nada bueno.
-¿Volvemos a lo mismo? –dijo Eriol levantando la voz. –esta vida es mía, y yo hago con ella lo que quiero.
-Y después me llevás a la playa y te largás a llorar como un maricón que sufre por sus amores. –Shaoran le replicaba a propósito, para que se diera cuenta. Se acercó despacio a él, que estaba sentado en la cama cerca del teléfono. –Sabés que podes contar conmigo para todo… pero no para esto… no soporto verte sufrir, Eriol…
-Entonces no me veas. –se levantó bruscamente y salió de la habitación. Se dirigió al comedor. Por lo visto ya habían almorzado. La casa se hallaba vacía. Toda su familia trabajaba de horario corrido los sábados, así que siempre estaban él y Shaoran solos. Eriol abrió la heladera y sacó un yogur. Se sentó a la mesa a comerlo solo.
-Podrías esperarme. Yo no comí con ellos. –le dijo Shaoran, acercándose a él, con otro yogur.
-Problema tuyo, no mío. –le dijo en un tono cortante. Su primo se lo quedó mirando sin decir palabra, ya que esa no era la actitud frecuente de Eriol, que se levantó y se fue al patio. –Voy a recoger la correspondencia.
-Bueno. –cuando vio que su primo ya había salido. –Qué mierda te habrá metido esa pendeja en la cabeza.
Eriol no dejaba de pensar. Debía pensar un lugar a donde ir, una buena ropa, un rico perfume... y un lujoso motel. Pero, antes que todo, de dónde sacar dinero suficiente para hacer pasar una noche de maravillas a su… ¿novia?
Podría ser, hacía tiempo que no había pensado en conseguir otra pareja después de esa. Lo había lastimado tanto que incluso la idea de acercarse a las chicas con otras intenciones le hacía doler la cabeza y que sus lágrimas brotaran como agua de fuente.
No había nada en el buzón.
Volvió a la casa, con paso lento, meditando y respirando el aire fresco.
Las brujas no existen, pero que las hay, las hay. Y esa era el ejemplo a seguir para las que quisieran arruinarle la vida a jovencitos como él. Pero eso no le iba a pasar de vuelta. Tania no quería algo serio, pero él podría llegar a convencerla.
Entró a la casa, donde su primo aun estaba sentado a la mesa, con su yogur. Su mirada estaba perdida.
-No hay cartas.- dijo Eriol, para romper el silencio incómodo que él habría creado, sentándose frente a Li.
El moreno lo miró seriamente a los ojos.
-¿Hay algo que yo no sepa?
Eriol no comprendía. -¿Sobre qué?
-Sobre lo que te pasó con ella.
-No quiero hablar. – se levantó para dirigirse a otro lugar, para evadir la pregunta, para que no volviera, para no desarmarse por completo una vez más ante ese recuerdo.
Sintió que Shaoran lo agarraba fuertemente de un brazo para darlo vuelta y que diera la cara.
-¿Qué pasó., Eriol? No eras así, no…
-No quiero hablar –dijo el morocho, tratando de desasirse de las manos de Li, que lo tenía agarrado de las muñecas para que no se escapara y que hablara, de una vez por todas.
-Por favor, Eriol…
-Noo….
-Sabes que estoy acá, que podes contar conmigo, que soy una tumba y que lo que me digas no se va a enterar nadie, pero vor favor decime qué te pasó.!
-No, Shaoran, no. –sus piernas comenzaban a debilitarse… y otra vez iba a llorar. Otra vez por lo mismo.
-¿Te hizo algo?
No obtenía respuesta, su primo había roto en llanto. Pero tenía que hacerlo hablar.
-¿Qué te hizo?... Eriol, por favor… Qué mierda te hizo esa tipa!
-¡¡Que mierda te importa! –el morocho se desprendió de las manos de su primo, su mejor amigo con violencia. Subió corriendo a su habitación, le costaba mantenerse en pie.
Los recuerdos…
Shaoran subió tras él y volvió a agarrarlo.
-¿No te das cuenta que no podés seguir así, Eriol? Estás sufriendo al pedo, entendelo!
-No, no, no…
-¿no te enseñaron otra palabra acaso? –Li trataba de ser lo mas duro posible para que su primo se desahogara, que soltara todo lo que tenía tan amarrado adentro, y que tanto dolor le causaba.
-Ella…. –le costaba, no quería… -ella me…
-¿Qué te hizo, Eriol? –le dijo ahora con tono comprensivo, soltándole las manos de a poco para abrazarlo.
-me…
-Por favor, Eriol, yo sé que podés, dale.
-No pude controlarme… no pude decirle que no!
-A qué!
Eriol cayó de rodillas llorando, y Shaoran lo abrazó. No comprendía… Eriol había ocultado eso casi un año, sin contárselo a nadie.
flashback
-¿Vas a venir conmigo?
-No sé, depende de lo que digan mis padres. Ya sabés que no le gusta mucho la idea que salga con una mujer que me dobla en edad, y si les digo que me voy a una fiesta con vos, menos me van a dar permiso.
La mujer se acercó a él y lo besó. Sabía que ese pequeñito (para ella) era capaz de hacer cualquier cosa si ella se lo rogara.
-Por favor, Eriol… La vamos a pasar bien, te lo prometo.
-OK, voy a tratar de convencerlos…
-Mentiles –su novio la miró desconcertado –Deciles que te vas a una fiesta con una amiga tuya, por ejemplo tenés a Rika, Chiharu, o con Yamasaki. –y haciendo pucherito le dijo –Por favor, tesoro, quiero que estés conmigo esta noche…
-Bueno. No puedo negarme a lo que me pidas, y menos si me prometes diversión.
Otra vez se besaron.
-Ya sabés, lindo, te espero a las 11 en la esquina de tu casa, ¿bien?
-Perfecto, ahí voy a estar.
-Te amo, Eriol…
-Yo también, hermosa…
Allí, ella se subió a su coche y él comenzó camino a su casa.
Era tan fácil. Era cierto, nunca podía decirle que no, ella lo tentaba.
Pero ese poco autocontrol podría llegar a ser demasiado peligroso…
-Esta me gusta más.
-Me parece que es muy corta.
-Esto no es una búsqueda de maridos, Sakura, es una cacería..!
La castaña sacudió la cabeza. Tomoyo era realmente incontrolable. Cuando quería algo, lo obtenía, y no le importaba lo que dejara en el camino hasta ese destino.
Se estaba vistiendo para su cita con ese chico tan guapo, sexy… y rico. Se había puesto una remera bastante transparente, rosada, con un escote que dejaba casi ver sus senos. Abajo, se había puesto una falta de jean ultra-corta, con unas botas negras largas. Iba a seducir, a matar, y a ganar el premio mayor.
Faltaba sólo una hora.
Se maquilló poco, para parecer natural. Él parecía un chico bueno, y ella debería simular lo mismo, aunque fuera con su rostro solamente.
Ese día iba a ser el principio de una nueva vida…
-Dile a mis padres que no sé a que hora vengo. –dijo Eriol, recogiendo las llaves de la casa para no molestar a nadie cuando volviera (si volvía ese mismo día) y de las llaves de su scooter.
Estaba infartante. Su atuendo era simple: una remera manga larga, negra con gris, y unos jeans un poco gastados, pero que aun servían. Su pelo estaba brillante, su piel suave y olorosa, sus bóxers limpios… y la protección en el bolsillo de su campera de jean. No necesitaba vestirse con Armani para demostrar que era el chico más guapo de toda la ciudad, y que debajo de esa ropa habían un par de músculos duros y ejercitados.
Shaoran lo miraba.
-Mucha suerte, Eriol. Y acordate de controlarte.
-Deja de decirme lo mismo siempre. Pareces disco rayado.
-Es un consejo. Depende de vos seguirlo. Te lo digo por tu bien.
-Gracias –le dijo, con una sonrisa irónica y falsa. –Me voy, adiós.
Salió de su casa, con la scooter azul cromada, lista para la cita.
El cabaret quedaba a 15 minutos, así que supuso que llegaría un poco temprano. Pero listo. Para su sorpresa, en el alféizar de la ventana cerrada del Eternal party había una chica, con unas piernas espectaculares sentada, que se levantó al ver la motocicleta con ese joven tan chulo arriba.
-Hola, mi amor.
-Hola, Tania, ¿cómo estás?
-Ahora que te veo, estoy más que bien. –se acercó y le dio un beso tímido en la comisura de los labios, haciendo que el morocho se sonroje. Ella sabía tratar con los chicos buenos. Lo mejor, siempre era para el final. Debía mostrar ser prudente en una cita, como una chica digna de ser novia de una cuenta bancaria.
-Este… bueno, ¿vamos?
-Sí. ¿Me subo?
-Por supuesto, pero ven adelante.
A Tania no le importó el hecho de tener pollera y estar subida en moto, aunque prefería las limusinas espaciosas. Pero sabiendo lo que vendría, y con el chico con el que daba gusto hacerlo, no tenía problema alguno.
El viento sacudía los cabellos de los jóvenes, que había agarrado la carretera para llegar al lugar que Eriol había planeado para la cita.
No era nada barato, pero ella se lo merecía. Además, su primo nunca utilizaba los ahorros, y tampoco los contaba, por lo que no se daría cuenta de los mil dólares que faltaban en la caja fuerte. Después se los devolvería, pero ahora los necesitaba más que nunca.
-Espero que montes tan bien como a esta motocicleta, Eriol.
Otra vez los cachetitos colorados. Tania se volteó despacio, tomó a Eriol por el cuello y comenzó a besarlo apasionadamente. Lo soltó al ver que perdía el control sobre el vehículo, pero él volvió a tomar la iniciativa, comenzando a manejar con una sola mano y, con la otra, acariciarle las piernas a Tania, mientras que ella hacía lo mismo, pero con la entrepierna de él.
-Te voy a montar como nadie te ha montado antes, diosa.
-Qué poco autocontrol que tenés, mi vida. Me excita eso.
-Y a mi me excitas vos. –una vez más, Tania volteó su cabeza para besar el cuello del joven. Comenzaba a pensar que no era mala idea no sólo quedarse con sus billetes, sino también con él. El tiempo lo diría.
Mientras, él pensaba en algo más.
El control.
Maldito control.
Lo perdía fácil. Se perdía fácil. Y no se daba cuenta de eso, hasta que ya era demasiado tarde.
-Vamos, entremos mi amor.
-Pero soy menor de edad.
-Parecés más grande, dale.
Entraron. El calor lo agobió de entrada, y se vio obligado a sacarse la chaqueta, luego la camisa, y cuando su novia lo llevó a esa habitación aparte, toda la ropa.
No podía decirle que no. Una vez mas. Le sacó la remera, luego la pollera y, tirándole la ropa interior, la acostó en la cama y se subió sobre ella. Lamía y mordía cada parte de su cuerpo como una fiera hambrienta, sintiendo el gusto salado de su sudor. Ella se movía lo suficiente como para desesperarlo y que la penetrara. Así fue. El éxtasis no tardó en llegar. Estaba sediento de pasión, y muerto de amor por ella. Su voz, su cuerpo, su piel, quería que ella fuera suya para siempre. Sólo ella, sólo suya.
Luego, en medio del acto sexual, Eriol sintió que abrían la puerta de la habitación. Entraron tres hombres negros y musculosos con una mujer semidesnuda.
¿Qué hacian esos ahí?
-Tranquilo, Eri, son sólo amigos. La vamos a pasar bien.
La mujer tomó del cuello al joven y empezó a besarlo, a acariciar su miembro otra vez, recomenzando en lo que habían quedado. Eriol miró de reojo a los que habian entrado.
¿Amigos de su novia? ¿Para qué?
El deseo lo hacía perder la concentración de lo que hacían ellos, para concentrarse solamente en hacer gozar a esa mujer que amaba, aunque él tuviera 16 y ella 34. El amor no tenía edad.
De repente, una imagen los asustó. Los hombres se desnudaron completamente y se acercaban a la cama acariciando sus miembros y lamiéndose los labios. La chica se acercaba con una jeringa en cada mano.
-Tranquilo, mi amor. No pasa nada.
Algo pasaba.
La chica se sentó en la cama.
-¿Querés, pequeño? –iba a preguntar qué era, pero su novia le susurró diciéndole que por favor lo hiciera por ella, para demostrarle su amor. Era el cerebro contra el sexo. El segundo fue más fuerte, más aun cuando su pareja comenzó a moverse, haciéndolo gemir del placer y provocando pequeñas risas por parte de los negros.
No podía negarse.
-Sí.
-Está a mis órdenes. Yo lo controlo. –dijo entre risas la novia del joven.
Era cierto. Él no tenía control, ni autocontrol, ni selfcontrol ni nada por el estilo. Él era de ella, y era su robot, su muñeco, ella hacía de él lo que quisiese, y él, por poca voluntad, aceptaba.
Y aceptó.
Un segundo después se arrepintió, pero ya era tarde.
Maldito y peligroso descontrol.
/FIN CAPI 3/
N de A:
Sorry x la tardanza, de vuelta, es que estuve ocupada. Muchas gracias por los reviews!
Me disculpo por no haber actualizado antes (problemas con la PC) y por haber puesto las actualizaciones :D
¿Quién será esa mujer? ¿Pasará algo con Li y Sakura? ¿Y Eriol y Tomoyo?
Esto va en el próximo capi. Este estuvo un poco mas fuerte y lo hice mas largo para complacer a los que me lo pidieron. El cap 4 va a ser muuy revelador…! Y perdon a los que no les gusta que Eriol aparezca tan sensible, y Tomoyo y Sakura tan perras, pero la historia es así…
Grax a Akirachinty, sakura hil-angel, pandorayoukai, la lokitasofy, megumi tao, kagome, xpick, lebel27, AzukaMaeryx, kura kura y serena! Grax x decirme lo que pensaban del ff, y espero haberlas complacido (aunque sea un poco) con este capi
Y que no las haya hecho sufrir tanto!
Grax a los que me dijeron que está bueno el fic, que escribo bien, que no tarde, que siga así, que no actualice con peticiones de reviews (bueno, son mi incentivo) y espero haber despejado un par de dudas.
Si kieren, dejen sus fics asi los leo, j eje :P
Ahora sí…
Gracias a tods los que me van leyendo,. Y lean mis otros fics!
HACE CLICK EN EL BOTONCITO Que DICE GO!
VAMOS, SÉ Que QUIERES HACERLO! P
ACTUALIZO CUANDO TENGA 25 REVIEWS …!
(sino, no actualizo –y saben que no miento :P)! mua j aja aj!)
La calidad del próximo capi depende de las reviews de los lectores
SOS UN INCENTIVO A MI CREATIVIDAD :-)
StArHuNtEr: al servicio del lector fiel
milymg (arroba) hot – mail, punto com --- MSN
