Capítulo XIX: Casi, pero no
Retrocediendo unos cuantos minutos en el tiempo respecto a nuestro capítulo anterior, nos encontramos conque Kai, luego de su acto de desaparición decidió ir a ver el partido entre el White Tiger X y la Dinastía F, parado en la aguja que corona el estadio, bastante genial¿no? Más allá de que era obvio que Kai tiene muy buen equilibrio y que ciertamente no sufre de miedo a las alturas, ese era el sitio más raro posible para parase, pero eso es asunto de él, al menos hasta que...
— ¡KAIIII¡Baja de ahí en este momento! – se escuchó el grito, inmediatamente debajo de él, y más rápido aún cumplió con semejante orden, porque, pese a que no lo demuestre, lo sorprendió tanto que casi se cae y se mal mata.
Pese a lo conocido de la voz, Kai temió llevarse una sorpresa muy mala si veía hacia abajo, así que dando un salto, bastante atlético y ágil si se debe decir, para girarse en redondo y llevarse una sorpresa mucho peor.
— �¿Qué demonios les pasa a ustedes dos! – gruñó Kai, encontrándose cara a cara con las estimadas Asuka Minamoto y Pashanka Ekaterina Larionovitch Bazdehieff, aunque a ella no le guste ese segundo nombre. Ahora bien, aunque no lo demuestre, nuestro amado Kai (N/A: Esto de amado solo aplica a fangirls) estaba de verdad sorprendido, por no decir asustado, y con un claro sentimiento de dejavú. Frente a él, nuestras damas nuevamente habían optado por el uniforme de las porristas, extracorto, como la última vez, e incluso más, porque Asuka pidió un diseño que dejaba ver el ombligo y mangas bajas que dejaban ver los hombros también. Pero el cambió estaba en el color, y solo por el caso de que Pasha recupere la memoria respecto a su presentación previa en tan atuendo, para que al menos se sintiera a gusto, estaban vestidas de negro y con bordes en plateado (N/A: Si han visto el video "Radio" de Robbie Williams, saben más o menos a lo que nos estamos refiriendo)
— ¿Qué¿No te gustan? – le dijo contenta Suki, dando un giro que dejó que su falda subiera un poco más de lo permitido, lo que a su vez le sube el ritmo cardíaco a Kai.
— Ah... ehh... ¡Eso no importa! – dijo Kai muy súbitamente, meneando la cabeza - ¿Qué pretenden vestidas así?
— ¿Me lo preguntas a mí? – dijo a su Pasha, con ironía, evidentemente ella no estaba muy contenta con su vestuario de la ocasión.
— Vamos a echarte porras para alegrarte la pelea – respondió Asuka – No te gusta mi bastón – este es otro cambio introducido para felicidad de Pasha, y la de Suki también, para qué negarlo, en lugar de pompones como la última vez, estaban usando bastones, pero no de hecho no eran bastones, eran alabardas de combates con listones negros y plateados amarrados en la punta, de momento, para ocultar la naturaleza letal de sus accesorios.
Kai tomó a Suki de un brazo y se alejó caminando un poco de Pasha, como queriendo que no los oyeran: — ¿No hiciste ya este truco cuando estábamos en Roma?
— Mmm... sí, pero parece que ella no lo recuerda – le respondió su prometida con completa inocencia.
— ¿Y que pasa si ella lo llega recordar? – le mencionó él de modo oscuro.
— Bueno, supongo que o corro muy rápido o le pongo uso a esta cosa – le respondió Suki con una sonrisa, señalando la alabarda en su mano.
— Ella tiene una igual – le recordó Kai.
— Entonces será una pelea justa – y separándose de él, regresó al lado de Pasha – Nos vemos Kai ¡No olvides mirar a la gradería para vernos! – finalizó ella, guiando a la rusa por otra salida. Mientras, Kai siguió por su camino, considerando seriamente no salir a jugar hoy para no llevarse el show, pero decidió internamente, aunque esto nunca será admitido en público, que tal ver a Suki pegando brincos en ese trajecito, no sería algo tan malo, después de todo.
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— No las veo por ningún lado¿y tu? – Akira se dirigió a Ian, ambos estaban sentados en la primera fila de la gradería del beyestadio, preparados para presenciar el encuentro entre el PPB All Starz y los Blitzkrieg Boys.
— No, pero no creo que se tarden demasiado – le respondió Ian, evidentemente ambos estaban más ansiosos por la prolongada ausencia de Asuka y de Pashanka que por lo que pudiera ocurrir en este encuentro, o al menos Aki, porque Ian no podía ser más indiferente a cualquiera de los dos eventos, para que vean que ni siquiera tenía sus cámaras encendidas.
Unas filas más arriba, los demás equipos estaban acomodados, excepto los White Tiger X y la Dinastía F, que estaban demasiado ocupados organizando casi-funerales para sus miembros, o celebrando, respectivamente. Todos estaban listos para ver este encuentro, que prometiendo una pelea entre Max y Kai, probablemente iba a ser bastante bueno.
En el momento en que Akira iba a expresar su ansiedad en otra pregunta dirigida más al aire que al Ian, el molesto D.J. Jazzman, que debería ser amordazado de nuevo, introduce a los peleadores del día, primero a los Blitzkrieg Boys, con una de esas geniales y amenazadoras entradas, especialmente Kai; y segundo, al PPB All Starz, que como todos recordarán, está un poco caído de la gracia del público por ese incidente en Nueva York entre Rick y Claude del Batallón Barthez, así que recibieron su buena abucheada.
— ¡SILENCIOOOO! – gritó Kai a todo pulmón, silenciado de inmediato al público y exigiendo respecto a sus rivales de la noche.
— Lo hecho dicho antes y lo repito¡Kai se ve tan lindo cuando se pone al mando de las cosas! – se escuchó de pronto, detrás de Ian y Akira, la entusiasmada voz de Asuka.
— ¡Suki¿Dónde es se habían...¡Oh, vaya! – lo que fuera a preguntar o reclamar Aki no se sabrá nunca, porque cuando se giró, se encontró a Pasha y Asuka repitiendo el truco de Roma, solo que mejorado en cuestión de vestuario y de accesorios.
— ¡DIOS¡Necesito más cámaras! – gritó a su vez Ian, notando también el vestuario de la ocasión, y maldiciendo el día en que no se le ocurrió que Suki tramaría algo digno de ser grabado en cada ángulo posible y vendido a 10 veces el precio habitual.
— Ni siquiera lo intentes Ian – le advirtió de inmediato Pasha, que apuntó su bastón/alabarda directo a su cabeza. (N/A: Para los que no sepan, una alabarda es una especie de lanza de batallas con dos puntas, creo hay un villano que usa algo así en uno de los últimos capítulo de Inuyasha)
— Pero es que... – le respondió Ian con ojos acuosos.
— ¡Nada! – le ordenó Pasha, de modo terminante, y avanzó hasta la barrera para comenzar de una vez con esto, no sabía cuanto tardarían los de seguridad en notar que no eran exactamente inocentes bastoncitos lo que tenían en las manos; hasta el momento habían sido engañados por los listones que envolvían las puntas, pero debían soltarlos para comenzar, así de paso, y con un poco de suerte, habría apuñalado a Suki antes de terminar.
Mientras Pasha y Asuka se acomodaban en su sitio, Kai y Max hacían lo mismo abajo, listos para su encuentro, y hay que decir que Max, al igual que gran cantidad de la población masculina dominante, nuevamente no podían pasar por alto el estilo de las dos, sobretodo cuando un indiscreto camarógrafo le hizo un encuadre cercano a la parte más baja de las faldas de ellas dos; derrame nasal para todos. Max, por tanto, la tenía difícil para concentrarse una vez que empezó su seria batalla contra Kai, y se preguntaba cómo le hacía Kai para permanecer impávido ante semejante vista, sobre todo porque él, a diferencia de todos los demás, sí tenía opciones reales, si no es que seguras, con ellas dos, en especial Asuka, porque parece obvio a todos los que se fijen, que Tala y Pasha están enseriándose.
Finalmente Max pudo centrar su mente en la batalla, como Kai, que tras una intensa pero discreta lucha interna, con algo de ventaja porque ya las había visto antes, pudo bloquear la imagen de su mente y fijarse solo en la pelea. Pero muchos hombres perdieron partes vitales de la pelea, sobre todo cuando ellas dos hacían amplios saltos mortales en el aire, con listos bicolores y cabelleras al aire (sueltas esta vez), cada una saltando y esquivándose, no solo en sus piruetas sino en sus trucos con sus bastones, a veces fingiendo un baile y a veces una pelea, es de suponer que ya habían hecho esto antes, porque estaban perfectamente coordinadas, era una vista hipnotizante, bella y evidentemente letal al mismo tiempo.
Cuando Kai ganó, con la enorme explosión que fue eso, ellas dos pegaron sendos saltos de alegría, siendo más honestos los de Asuka, pero la falta de vivacidad de Pasha no fue excusa para igualmente todos los hombres a su alrededor se les quedarán viendo más a ellas que a Kai o Max.
— ¿Qué fue eso Max? – reclamó al rubio el altanero de Rick, evidentemente no muy convencido por la actuación de Max en contra de su antiguo coequipero.
Max se defendió y todo, y si ya han visto la serie no hace falta desglosar más de su guión sin sentido aquí, solo digamos, y ya deberían saberlo, que Rick se fue con todo en contra de Tala en el siguiente encuentro, pero ustedes ya saben eso también, y que el pobre Tala va a ocupar otro trago después de todo esto. Ahora, lo bueno, es la reacción en las graderías, donde Pasha, pausó en su movimiento, o mejor dicho lo exageró, porque clavó su alabarda en el suelo, efectivamente astillando el concreto.
— Pasha – se dirigió a ella Ian, que parecía listo a esconderse tras su asiento – no crees que estás exagerando un poco, una derrota no es para tanto.
— Creo que ya habías dicho eso antes Ian – casi le gruñó ella.
— ¿En verdad? No me acuerdo – le planteó inocente el pequeño, haciéndose el desentendido de las miradas mortales que ella le dirigía.
— ¡JA! Siempre supe que Kai era mejor – se burló Suki al lado de ella, apenas agachándose a tiempo para evitar ser decapita por la punta de la navaja gigante que la rusa llevaba en la mano.
Unas cuantas líneas más arriba, y esto es solo una paráfrasis porque vamos a hacer citas a lo loco...
— Ahora le toca a Kai en contra de Rick – comentó Kenny, comiéndose las uñas y sentado junto al resto del BBA Revolution.
— Ya verás como Kai lo derrota – proclamó segura de sí Hillary, siempre la admiradora de Kai, aunque no muy abiertamente, primero por la mala lengua de Tyson, pero sobretodo porque tal actitud ha probado ser mala para la salud con la señorita Minamoto rondando por ahí.
— Yo no lo creo tan fácil – murmuró Hiro, en ese molesto tono de sabelotodo que cualquier persona inteligente odiaría, lástima que no haya muchos de esos por aquí.
— ¿Qué? – preguntó a coro su equipo, que parece que a veces practica para ser coro de iglesias con esas coordinaciones.
— Inevitablemente la fuerza de Rick es mayor que la de Kai, esta pelea es muy difícil, si no es que imposible para él – siguió Hiro, 5 segundos después, una gigantesca alabarda con listones negros y plateados en los extremos se habían clavado en su asiento, para ser más precisos, justo entre sus piernas, a escasos centímetros de las "joyas familiares". La cara del hermano mayor de Tyson pasó por una extensa gama de colores en cuanto pudo reaccionar, desde el azul, hasta el blanco pastoso, y ni que decir de las expresiones de su equipo, y saltando al rojo y el verde una vez que la dueña de la lanza llegó a recogerla.
— Ooopsss... mira a donde vino a parar esta cosa¿te lastimóoo? – dijo Pasha, llegando inocentemente donde ellos, serio cambio de hacia unos minutos que estaba deseando matar a alguien – Una se descuida un segundo y estas cosas van a para a cualquier lado – colocó la punta de su zapato justo entre las piernas de Hiro, solo que un poco más abajo, hizo algo de fuerza, y la lanza salió, dejando una respetable hendidura en la silla – Bueno, gracias – le saludó sonriente, bajando de nuevo a sus asientos, parece que alguien a tomado lecciones de sadismo risueño de Asuka.
Es probable que ahora el brillante entrenador del BBA Revolution va a ocupar un cambio de ropa interior, mientras que parecía que Suki iba a matarse de la risa que le daba el espectáculo.
Abajo, entretanto, empezó el encuentro entre Rick y Kai, y vaya que Rick se pone bastante emocional cuando se trata de un encuentro de beyblade, al grado que, o le daba una embolia, o al menos le daba un derrame facial, y eso sí que deja marca, sino, pregúntenselo a Stallone, no tiene la cara así solo porque sí.
Pero regresando a lo que nos interesa, ya ustedes saben como fue ese encuentro, y si no lo saben, no tenemos idea de que hacen leyendo este fanfic; pero no hay que ser tan malos con los neófitos, podemos resumir que Kai imitó la técnica de olas de Max, de modo que los ataques de Rick no le hacían daño, lo que era desesperando para ese altote con mala decoloración capilar y peor carácter. Kai incluso lo lanzó a los cuernos electrónicos del plato (¿a quién se le ocurrió ponerle cuernos a un plato de beyblade?), pero a diferencia de Tala, pobre traumado, Rick sí se pudo soltar, y volver a atacar a Kai.
Aunque esa parte no era la que nos interesaba, eran Pasha y Suki, que una vez hubieron asustado hasta la muerte a Hiro, reiniciaron sus giros y piruetas aéreas, sorprendentes considerando que era incluso menos especio que cuando lo hicieron en Roma, agregado a los pases de las gigantes cuchillas que tenían en las manos, sea por arriba o por debajo, esquivándolas perfectamente. Saltos mortales, piruetas y cruces aéreos, todos manejando al mismo tiempo sus alabardas, incluso dividiéndolas en dos, porque estas armas que Asuka habían mandado a pedir venían con la característica de poder atornillarse o desatornillarse en dos mitades y usarlas como gigantescas dagas de tiro al blanco. Pero ya es mucha descripción, finalmente Kai ganó, Rick se lamentó, y de pasó asustó a D.J. Jazzman con lo melodramático y escandaloso que se pone, y nuestras porristas especiales lo celebraron bastante.
Un poco más arriba, otra vez...
— ¡Qué genial! – gritó Daichi desde su asiento.
— Me encantaría estar ahí abajo con ellos – dijo a su vez Tyson
(N/A: De nuevo no estamos citando sino parafraseando, recordar esas frases a la perfección es bastante tedioso)
— ¿Qué les dije? - comenzó Hillary sonriente, en su adoración muy bien encubierta a nuestro vencedor del día - Kai es el único capaz de cambiar de estrategia a media batalla y lograr una victoria de esa manera...
CLANK... ese es el sonido, en estéreo, de dos mitades de una alabarda de combate clavándose a escasos centímetros de ambos lados de la cabeza de la castaña Hillary, que apenas se atrevió a girar la cabeza unos grados a la derecha para asegurarse de que de hecho todavía podía moverla.
— ¡Demonios, fallé! – medio gruñó, medio murmuró Suki, subiendo en ese momento en la escalera.
— ¿Qué... qué... qué te propones? – apenas pudo pronunciar Tyson.
— ¿Yo? – dijo la lila Suki con muy mal fingida inocencia – Solamente se me soltaron, ya saben lo sudorosas que se ponen las manos con el ejercicio y en cualquier momento... mmm... se sueltan.
— Claro que te creemos eso... – murmuró por lo bajo Daichi, probablemente el que menos conoce la reputación de Asuka, y por tanto más tranquilo ante ella, porque Kenny a su lado estaba a un pelo de desmayarse ahí mismo.
— Oh, bien, permíteme – Suki se acercó a Hillary, aún congelada en su sitio, y cogió cada mitad de su lanza con una mano, a propósito acercándose a los oídos de la castaña, y susurrándole al oído dijo – Esto es solo una advertencia, Kai es mío y solo mío – y dándole un solo tirón a las lanzas, las despegó del concreto sin mucho esfuerzo, con completa tranquilidad bajó a su sitio, mientras que con un fluido movimiento las volvía a armar como una sola pieza.
— Ooohhhhh... ¡Eso estuvo genial! – Ian, pese a las amenazas de muerte de Pasha, había sacado cada cámara de video que cargaba, le había dado al menos dos a Akira y se las habían arreglado a como podían para no perder ni una escena de todo esto, esos dos incidentes con lanzas fuera de control que casi castran a Hiro o decapitan a Hillary tendrían una posición especial en su colección de videos, y de seguro valdrían por cualquier inimaginable tortura que Pasha ideara por esto.
— Gracias – aparentemente Suki no era tímida para las cámaras, porque incluso ya había ordenado el paquete especial que Ian estaba preparando con sus videos, e incluso unas cuantas copias más, serían un excelente regalo de cumpleaños para su abuelo, con suerte lo matarían finalmente y le darían a ella el mando de la compañía familiar; como ven, no es tan tonta como parece.
Este cuarteto recogió sus cosas y fueron a encontrar al equipo en la entrada de los camerinos, de modo que Suki pudiera matar a besos a Kai y Pasha pudiera amenazar a Tala de muerte por atreverse nuevamente a perder, justo como ella había dicho que lo haría, día deprimente para el pelirrojo en verdad. La señorita Minamoto casi hace, pero a propósito eso sí, las de Pasha en Madrid, montarse encima de Kai usando esa faldita, y con la cámara de Ian al frente; afortunadamente para la decencia pública, tanto testigo intimida un poco a Suki y Pasha no está dispuesta a que los expulsen del país por indecencia pública.
Pero no solo se toparon con su equipo, sin con el PPB All Starz, que traían cara de funeral, menos Max, que se veía bastante satisfecho de su actuación, y Rick, que aún parecía que se le iban a reventar las venas de la cara.
— Bien, hasta la próxima entonces – se iba a despedir Max, y claro que Kai, siendo Kai, no le estaba respondiendo.
— Adi... ¡ohh¿Ustedes siguen vivas? – es evidente que con esos gritos de sorpresa, Judy y Emily recuerdan bien su pequeña estadía compartiendo cuarto con las señoritas Minamoto y Bazdehieff. A Pasha no podrían importarle menos, pero Suki, no es lo mismo.
— Ahh... La niña de la cabeza de zanahoria gigante, es obvio que no has seguido mi consejo y conseguido un buen estilista que te corrija ese horrible tinte naranja y corte de árbol de Navidad gigante – Suki es cruel, honesta, pero cruel – Pero al menos tus amiguitos se han corregido, mira Aki – ella señaló a Michael – este ya dejó de usar shorts... mmm... pero parece que aumentó el rimel.
En este punto, tanto Michael, como Emily y Eddie se hubieran defendido, pero al igual que Hillary lo descubrió antes, Suki aún tenía su alabarda en la mano, y no estaban muy de humor de regresar a casa en muchas cajas pequeñitos para todos sus pedazos. Pero es claro que Rick no conoce el gran valor de la discreción y de mantener la boca cerrado antes fuerzas destructivas de la naturaleza como estas.
— ¡La próxima te demostraré Kai! – chillaba Rick para el que le interesara.
— Perdedor – canturreó por lo bajo Asuka.
— ¿Perdedor? – gruñó Rick – Al menos no he perdido casi cada encuentro que he jugado, como cierta persona que veo aquí – evidentemente se refería a Tala, y eso le iba a costar.
Medio segundo después, la rusa Pasha, al menos 30 centímetros más baja que él, y con 25 kilos de peso menos, le había tomado la mano y torcido hasta que chillar�, le pateó la parte de atrás de la rodilla y lo obligó a caer al suelo, donde le colocó la mitad de su lanza en el cuello y le dijo muy lentamente.
— Otra frase de esas – le dijo ante la sorpresa del resto de los All Starz, la costumbre de los Blitzkrieg Boys y la cámara de un jubiloso Ian – y personalmente me encargaré de que no vuelvas a ver la luz del día – lo soltó, y dándole una última patada en la pierna, se fue con su equipo de regreso a la gradería para ver el resto de los encuentros. Uno pensaría que Aki, Kai o Tala la regañarían por esa escena, pero eso una batalla perdida.
— ¿Qué fue eso? – medio murmuró Rick, definitivamente con un tobillo distendido, cuando Eddie le ayudó a ponerse de pie.
— Mmm... creo que debí habértelo advertido – se disculpó Emily con tranquilidad.
— ¿Qué cosa? – le espetó el enorme Rick.
— Nunca te metas con Minamoto o Bazdehieff – le explicó la zanahoria... perdón, Emily – Pero tienes suerte, al menos no acabaste con moretones por dos meses, cómo alguien que conozco – le dijo, ojeando a Michael.
— No fue mi culpa – se defendió el beisbolista/beyluchador - ¿cómo iba a saber que Asuka le quiebra los brazos a los que insulten a Kai?
— ¡Nadie te mandaba a flirtear con ella! – le siguió regañando la pelinaranja.
— Y van de nuevo... – murmuró Judy, que nuevamente tenía que buscar un médico para su equipo tras otro cruel encuentro con la corte de pesadilla que acompaña a los Hiwatari.
