Lady Dark: Bien, tuvimos un pequeño retraso luego de la Semana Santa, pero tenemos un buen motivo.
Lady Evil: Mi hermana es muy vaga.
Lady Dark: Se le llama "tareas", me parece que es algo que no conoces.
Lady Evil: Ah, yo sí lo conozco. Es lo que yo hago todo el tiempo mientras te dedicas a ver tele.
Lady Dark: Necesito inspiración para mis fanfics.
Lady Evil: Vagabunda.
Capítulo XXIV: Pura previsión
Una vez aclaradas las pautas y dispuesta la trampa, era momento de sentarse y disfrutar del espectáculo. Ian, una vez había terminado su labor de vigía y promotor de evidencia sustancial en video que podía meterlos a todos en la cárcel, consiguió de nuevo sus localidades tradicionales en primera fila, o al menos lo intentó, porque unos mastodontes ingleses se habían apropiado de sus lugares, en evidente violación de sus bien pagados boletos. Nuestro ruso, que pese a su tamaño y un brazo roto estaba suficientemente entrenado como para hundirles la nariz de un par de golpes, no tuvo que mover ni un dedo porque justo en ese momento llegaron las emperatrices del caos y la devastación, Suki y Pasha, que se encargaron de los "súbditos de la reina/hooligans sin cerebro" en un dos por tres.
Una vez más, armados de palomitas de maíz, toneladas de varios tipos de gaseosas, y unos raros tipos de bocadillos árabes cuyo nombre no vamos a tratar de adivinar, el partido estaba listo. Pero además, Pasha había implementado una última línea ofensiva en contra de sus rivales, o sea, una seria sesión de tortura psicológica a Tala aplicada esa mañana para hacerle entrar en esa dura cabeza de él que por una vez tenía que tomar ese juego con paciencia. Aparentemente, hasta este momento, nuestro rusito había sido muy necio en la antigua costumbre de destruir sin titubear como para acordarse de que su nuevo blade debía tomar las cosas con paciencia para tener suficiente de la energía del rival y destruirlo en definitiva, pero luego de muy buena "discusión", ella se lo hizo ver bien claro.
Ian, que no pierde su estilo de negociante ni un minuto, estaba aprovechando el tiempo antes del comienzo para negociar con uno de esos jeques petroleros de Arabia, bien interesado en la compra de una esposa nuevo, solo que no se decidía por una japonesa o una rusa, y con estos precios tan peculiares que pedía Ian, como no.
— Hagamos esto, le doy la morena rusa por 250 000 y de vuelto le doy una colección completa de DVD... – hablaba Ian con toda la voz del negociante, ya haciendo cuentas a su ganancias de este viaje.
— Mmm... no estoy muy convencido, tendría que revisar la mercancía antes de aceptar – consideró el jeque, mientras se acomodaba los anteojos oscuros para darle una mejor mirada a la "selección".
— Bueno, puedo enviarle una muestra de los volúmenes iniciales para que decida – le respondió el rusito.
— Me refería a ella – le dijo a su vez el árabe, señalando a la rusa vestida en camuflaje un par de asientos más abajo.
— Eso es un poco más fácil, solo ocupa alcohol, vodka preferiblemente, y un sitio oscuro – Ian instruyó a puro susurro, no fuera a ser que la aludida lo escuchase, porque en ese caso, no quedaría suficiente de él para rellenar un dedal.
— ¿Pero es saludable? – preguntó el jeque, sacando su chequera para calcular cuando dar como prima.
— Depende¿físicamente o mentalmente? – dejó escapar Ian.
— ¿Perdón? – eso sí lo dejó atolondrado, y justo cuando iba a firmar.
— Ehh... quiero decir... tan fuerte como una mula, ya sabe que esas rusas están hechas para tener niños y arar los campos – trató de resolver el pequeño, no fuera a arruinarse el negocio.
— Sin embargo, me parece interesante la de cabello lila – este árabe parece cambiar más rápido de opinión que de ropa interior.
— Esa es un poco más difícil, ya tiene comprador planeado – Ian se excusó, no es que no la pudiera ofrecer tampoco, es difícil predecir como actuaría Kai, pero Voltaire, ese sí es un problema y si iba a verder a alguna de las dos, mejor conseguía suficiente dinero para desaparecer sin dejar rastro.
— Puedo doblar la oferta – sugirió el otro.
— Entonces no hay problemas – eso sí que convenció a Ian - puedo gestionarle una revisión de esa si quiere.
— Me interesa revisarlas a las dos... como una comparación claro – se apresuró a agregar, sonrojándose ligeramente.
— Claro, esto es lo que vamos a hacer...
— Ian... – esa voz es conocida, y de miedo.
— Sí, Pasha – tembló la voz de Ian, mientras se giraba lentamente para encontrarse cara a cara con la pesadilla de casi cualquier hombre.
— ¿Puedo saber qué haces? – preguntó ella, con la voz tan baja y letal que se podría comprar con el susurro de una serpiente.
— Nada... solo aquí... hablando con mi buen amigo Ahkbar – inventando una excusa, Ian palmeó la espalda del confundo jeque, que ya no sabía ni que pensar.
— Ahhjjaaa... – no estaba convencida.
— Sí – le respondió el ruso, con la mejor imitación de inocencia que podía lograr en esta situación, y cuando finalmente ella se volvió a sentar en su sitio, antes de sentarse él también, le gesticuló rápido al jeque para lo llamara luego, no fuera a desaprovechar la oportunidad.
El primero en subir al plato fue Aaron, seguido por la implacable sombra de Barthez, que, como Pasha o Aki bien le pudieron haber sugerido, debería intentar algo más original que solo verse o actuar como Boris, que, no por nada, no solo se había ganado el despido con eso, sino que se había ganado la invitación permanente para residir en el manicomio de Moscú. Por su parte, Aaron no es otra cosa que una mala excusa para mantener este como un juego multi-étnico, porque hasta este punto del campeonato no solo no había jugado ni una sola vez, además, está por demostrar por qué nunca volverá a jugar, trampas o no.
En contra de este pobre, y ciertamente explotado Aaron, va Tala, que no se ve para nada de buen humor en este día, de hecho, de pronto había conseguido tal mirada homicida que dejó al negrito temblando como conejito, y eso que el juego ni había iniciado. Cualquiera que supiera, podía decir que el pelirrojo al fin había prestado atención a las clases de tortura psicológica e intimidación de Pasha.
Cuando al fin el escandaloso y muy mal vestido D.J. Jazzman dio su acostumbrado grito de inicio, Aaron hizo lo que pudo para imponerse ante nuestro ruso, que al fin parecía jugar correctamente, y no pudo estar más asombrado porque la trampa de telaraña de su blade no funcionara, excepto quizás que Barthez, ese sí parecía al punto de una crisis cardiaca. Tala, al fin sintiéndose de humor en este torneo, o al menos con la certeza de nadie tratará de matarlo cuando termine el encuentro, finalmente desató con todo gusto el poder de su Novae Rog y convirtió el blade de Aaron en el accesorio de un cóctel tropical.
— ¡Sí! Nadie como mi Tala! – exclamó Pasha orgullosa, cuando los miserables pedazos del blade de Aaron salieron volando por los aires.
— Claro – murmuró a su lado Suki, con más cinismo del que uno creería que ella maneja.
— Yo siempre he sabido que es bueno – Pasha defendía su terreno ante la evidente falta de creencia en la voz de su compañera de asiento.
— No creo que eso fue lo que pasaba por tu cabeza cuando lo sometiste a la tortura del agua china ayer por la noche – siguió la japonesa con su voz cantarina y reproche.
— Estaba deshidratado – se defendió la rusa con toda la veracidad posible.
— ¿Y de quién sería la culpa de eso? Ahh... ¡ya sé! Fue por tu tour por las dunas en la mañana – para alguien que al enojarse se dedica a romper quijadas a diestra y siniestra, Asuka está sorprendentemente recriminatoria esta mañana, debe ser insolación.
— Eso fue una excursión turística, recreación de la Legión Extranjera, me gusta el uniforme – le respondió Pasha, súbitamente muy concentrada en encontrar algo en su bolsa de viaje.
— Claro – más cinismo.
— Bueno... ehhh... ¡Un momento! – reacciona al fin Pasha, viendo lo raro de la situación - ¿Yo por qué tengo que explicarme contigo? No soy la que cruzo ilegalmente medio mundo en un contenedor para acosar a mi forzado prometido.
— Hey, no tienes que ponerte defensiva conmigo, es claro que te carcome la conciencia – como verán, Suki ha tomado unos cursitos de sicología recriminatoria para torturar a Pasha.
— ¡Yo no tengo conciencia! – Pasha pegó el grito al cielo.
— Se nota por como lo tratas, tchisk... tchisk... – le sermoneó Asuka, tomando un sorbo de su refresco.
— Hay días que no puedo contigo – Pasha dijo casi en tono de derrota; y notando de pronto algo dijo con nuevos ánimos - ¿Dónde se metieron esos dos?
— ¿Ahh...?
— Akira e Ian, estaban aquí cuando inició la pelea pero desaparecieron – señaló la rusa, mirando alrededor en búsqueda del par.
— Cierto, Ian hablaba con ese individuo raro – recordó Suki, que parecía tener una memoria muy modificable, o al menos muy poco estable últimamente... o cuando le conviene.
— Siii, me pregunto quién era – el instinto de KGB está pateando de nuevo.
— No sé, pero Ian y Akira se fueron hace 10 minutos arrastrando esa bolsa café que olía raro – recordó de pronto Suki, más concentrada en la arena, donde ya había ocurrido todo el pequeño melodrama en la banca del Batallón y al fin Miguel, con su cabello como tocado por un rayo y que debe de ocupar más fijador en la mañana que Tala y su peinado de ala de avión, se aproximaba a pelear en contra de Kai, cuya bufanda se veía especialmente linda hoy.
— ¿Qué habría en esa bolsa? – se preguntó Pasha, más interesada en la pelea, y contenta de que la menos no tendría que inventar otra tortura para Tala esta noche.
XD XD XD XD XD
Bien, todos ustedes, vieron ese encuentro. O por lo menos podemos estar seguras de que la gente de Latinoamérica si lo voy a diferencia de España (y luego dicen que Europa es un continente adelantado), pero para no dejar nada fuera, demos unos cuantos detalles.
Miguel entró en pelea con toda su dignidad y listo a no usar nada de trampas ni trucos sucios para ganar, lo cual, visto desde esta historia, es imposible de todos modos, ya que el pequeño equipo de intervención arruinó su juguete. Y Kai... bueno, Kai es siempre Kai así que es obvio que subió al plato serio y casi sin expresión humana de algún tipo, razón por la que todas lo amamos.
El encuentro comenzó, y Miguel empezó un ataque a toda potencia, Kai no gusta de quedarse atrás, así que le respondió con lo mismo. Finalmente Miguel dio su ataque final, el Fire Execution, para lo que, como extrañamente le pasa a todos los miembros de su equipo, da la impresión de que le salen alas, cosa de la que ya hemos hablado mucho y hace más que obvio el ver que equipo que hizo esta serie está loco. En cualquier caso, no ataque de Miguel no fue suficiente y Kai barrió el piso con él, como siempre, además de que de nuevo le prendió fuego al plato, pero por una vez fueron medio previsores e instalaron un extintor de incendios en la boca de la esfinge que adornaba el plato, como para ahorrarse el trabajo.
— Bueno, ese fue un gran ataque - dijo Kai, reconociendo el trabajo de Miguel, antes de girar y bajar del plato.
— Es encantador - dice Hillary desde el público refiriéndose a Miguel, y alguien la habría golpeado por eso de no ser porque las que usualmente realizan esta práctica están algo ocupadas en otra cosa. Para saber qué es, debemos regresarnos unos minutos en el tiempo.
XP XP XP XP XP XP
— Sabes, he hecho muchas cosas raras en mi vida, pero esto debe ser lo más extraño del mundo – se quejó Aki, acompañando a Ian mientras se movían a hurtadillas entre los asientos.
— ¿Más raro que cuando te arrastraste por las cloacas para colarte en la fiesta de graduación de tu prima Chidori y soltaste 200 ratas en el piso de baile? – le preguntó Ian.
— Es difícil comprar... ¡Un segundo¿Cómo supiste de eso? – alarmado se volteó hacia Ian, porque arrastrarse por esa cloaca, no importa lo entretenido que resultó el final, no es algo que uno viva contando.
— Suki me lo contó, ella no parece tener problemas con el asunto – consideró el pequeño ruso.
— Claro que no, ella entró campante y sonante entre el servicio de catering y puso salsa tabasco mexicana en el ponche de frutas y laxante en las gaseosas – respondió Aki de mal humor.
— ¿Y Kai no estaba? – Ian no se habría sorprendido si la respuesta fuera negativa, Kai no parece de los que voluntariamente arruinan fiestas de graduación.
— Ah, no, él sí estaba, era el responsable de cerrar el agua en los baños, así cuando el laxante de caballos hiciera efecto... – Aki prefirió dejar la idea colgando.
— Vaya modo de alegrar la fiesta – Ian nunca tenía la suerte de ir a fiestas como esa¡qué aburrido!
— Por eso es que ya no nos invitan – acabó Aki.
— No entienden el sentido del humor – se quejó Ian cuando al fin se asentaron en el sitio elegido, una esquina del estadio desde donde estaban justo encima del ala del estadio en donde estaban sentados los demás equipos, que no competían hoy.
— ¿Guantes? – dijo Aki, poniéndose un par de guantes de plástico quirúrgicos.
— Listo – respondió Ian, poniéndose uno igual.
— ¿Máscaras? – esta vez, mascarilla quirúrgica.
— Lista – Ian se puso la suya.
— ¿Armas? – de otro paquete sacaron lo que parecían unos pequeños lanzagranadas portátiles.
— Listo.
— ¿Munición? – y abrieron la bolsa, que resultó estar bien llena de pelotas café grisáceas del tamaño de pelotas de tenis; excremento de camello, para los que no lo sepan.
— Listo – le respondió feliz Ian, ambos cogieron bastantes de las ya mencionadas esferas y cargaron sus respectivas armas.
— Ahora, solo elige un blanco y dispara – dijo despreocupadamente Aki, y ambos abrieron fuego.
Por los próximos, y muy entretenidos minutos, la mayor parte de los espectadores, o al menos los demás equipos y personal de la BBA, pudieron prestar bastante poca atención al juego, con una certera lluvia de bastante desagradables pelotas de excremento de camello dándoles en la cabeza. Ian y Akira se buscaron ciertos blancos muy específicos, especialmente equipos a los que todavía no habían torturado de un modo específico, sea con cateos personales, problemas de aduana o guerras de alimentos; o sea, el White Tiger X el PPB All Starz. Para cada caso, primero Mariah y Kenny apenas pudieron usar a Gary de escudo humano, que como estaba comiendo una de esas rarezas árabes ni se dio cuenta; mientras que en el otro caso, el cabello de Rick hasta cambió de color con la cantidad que le calló. Todo esto en cuestión de 3 minutos, y Seguridad no se fue en búsqueda de responsable sino hasta que hicieron blanco también en los escandalosos A.J. Topper y Brad Best.
— Te dije que estábamos exagerando – susurró Aki a Ian, cuando ya se les habían acabado las municiones y se escondían de Seguridad.
— ¿Exagerar? Yo no fui el que hizo blanco en la boca de D.J. Jazzman – le respondió Ian, que aprovechaba su diminuto tamaño para esconderse tras un murito.
— ¿Qué quieres que diga? Simplemente no lo pude evitar, el tipo nunca se calla – se defendió Akira, deshaciéndose de la evidencia de un bote de basura.
— Le borraste las huellas a eso – preguntó Ian, notando lo que estaba haciendo.
— Por supuesto que sí¿qué crees¿Qué soy un novato? – le respondió Aki, quitándose los guantes.
— No, pero nunca se sabe – Ian, también se había quitado ya los guantes y mascarilla, deshaciéndose de la evidencia – En este momento ocupamos un incinerador, luego podrían hacer pruebas de ADN.
— ¡Ahí están! – se escuchó una exclamación cuando una fuerte mano agarró y Ian por los hombros, casi haciéndolo brincar.
— ¡Ah, son ustedes! – Ian, apenas evitando el ataque cardíaco, se volteó para enfrentarse cara a cara con Asuka y Pashanka, que no se veían de muy buen humor.
— ¡Claro que somos nosotras! Se perdieron la pelea de Kai¿dónde se habían metido? – preguntó Asuka, fijando su verde mirada en los dos muchachos, que casi sentían que ella los atravesaba con la vista.
— ¿Nosotros? Fuimos a buscar refrescos – Akira se apuro a defenderse, tal vez demasiado ansiosos para ser realista.
— No me engañan ustedes, son responsables de ese caos olorífico en la las graderías¿verdad? – le recriminó Pasha, y no se queda corta, ese olor a camello no se va a quitar del público de gradería sino hasta el Día del Juicio.
— ¿Nosotros? – Ian dijo con una mejor actuación que la de Aki, ya más recuperado de la impresión.
— ¡Iannnnn! – gruñó Pasha, con cada vez menos paciencia.
— Pues para que te digo que no si sí – este rusito debe de haber visto algún capítulo del Chavo del Ocho.
— Me lo supuse – respondió Pasha con un dejo de decepción.
— Son ellos – gritó alguien desde el otro lado del corredor, donde unos muy impresionantes elementos de seguridad los estaban cercando.
— ¡A correr! – gritó Aki, y cada cual se fue por su lado. Mientras Aki e Ian esquivaban a los matones de seguridad y se apuraban al bus para calentar las máquinas de escape, Suki y Pasha hicieron una cruza de saltar, correr y noquear, bajando en un segundo a la arena justo cuando Kai acababa de terminar con su encuentro y se reunía con el resto del equipo en la banca.
— Buen trabajo – le reconoció Spencer.
— Me gustó la parte en que incineraste su blade – dijo a su vez Bryan, con menos entusiasmo que en un funeral, y antes de que alguien pudiera decir, escuchó un tremendo barullo en un sector de la gradería y un gritó muy reconocido se escuchó.
— ¡KAAAAAIIIII! – era Asuka, que junto a Pasha prácticamente habían bajando haciendo un giro mortal desde los asientos, esquivado la seguridad de piso y corrieron hacia su equipo.
— ¿Qué pasa? – fue a preguntar Tala, pero antes de que alguien le respondiera, Pasha lo había agarrado por el brazo, obvio indicativo que se iban ya.
— ¿Podrían explicarnos? – se quejó a su vez Bryan, que los siguió mientras todo el equipo salía a la carrera del estadio y hacia el bus.
— Es una historia muy larga – explicó Suki, que llevaba a Kai del brazo – Pero hablemos de algo importante, como de linda que se veía la bufanda de mi Kai.
Lady Dark: Otro lindo capítulo terminado, un poco atravesado, pero terminado.
Lady Evil: Completamente loco, eso es lo que.
Lady Dark: Nadie se queja.
Lady Evil: Yo sí.
Lady Dark: Tú no cuentas. Pasemos a las respuestas.
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Malale – Lady Dark: No importa que hasta ahora se te ocurra dejar review, lo importante es que leas el fic. Lady Evil: Claro que agradecemos si los sigues dejando. Lady Dark: Estamos de acuerdo con tu expresión. Lady Evil: Esta página debería arder en el infierno. Lady Dark: Creo que ya he lamentado a muchos que no han podido ver esa última temporada de Beyblade. Lady Diana: Lástima eso, porque por más tonto que sea el final, Kai se ve muy lindo. Lady Evil: Demasiado lindo. Lady Dark: No sé ustedes, pero por aquí, la fiesta suele empezar entre las 7 u 8 y sigue hasta como a las 2. Lady Evil: Lo que de por sí es medio ilegal porque el Ministerios de Salud prohíbe la venta de alcohol luego de la 1. Lady Dark: Los motivados siguen toda la noche. Lady Evil: Regresando al tema, yo, en lo personal, prefiero a Pasha y Suki por sus defectos. Lady Dark: Y le dimos medio capítulo a Ian y Aki solo por ti, y aquellos fan que lo adoran. Lady Evil: Por ahora, Suki seguirá con su obsesión hacia Kai, aunque luego podríamos inventar algo para distraerla. Lady Dark: Y aunque podría ser que Pasha abandone a Tala en algún momento, seguro él ya estaría más muerto que vivo como para que lo puedas aprovechar.
Silverhell – Lady Dark¿Sabes? Debes de ser la única lectora que de hecho nos hecha porras por torturar a Tala. Lady Evil: Que de hecho, va a tener un descansito, ahora vamos a torturar gatitos.
miyod – Lady Dark: No importa, lo importante es que escribiste. Lady Evil: Nosotras sabemos de primera mano lo que es eso, bueno, al menos yo sí lo sé. Lady Dark: Dices que yo no estudio. Lady Evil: Considerando que cuando dices que estudias hasta las 4 de la mañana, lo que de hecho haces es leer fanfics y comer palomitas. Lady Dark: Cada cual tiene sus propios métodos.
Javiera Hiwatari – Lady Dark¿Verdad? Más bien hemos sido demasiado buenas con Tala. Lady Evil: No te pierdes nada de no conocer a Barthez, se resume muy fácil. Tiene el look de Gideon de V-Force y hace una mala imitación de la actitud de Boris, así de simple. Lady Dark: Como dije antes, este capítulo es para los que dicen que Aki no aparece mucho. Lady Evil: Y eso de los reviews, ya lo sabíamos, pero es que a veces hay que responder a la carrera, o ustedes dicen más o menos lo mismo, así no hay con que ser creativas. Lady Dark: Apreciamos que entiendas el orden dentro de nuestro caos, a veces hasta a nosotras nos pierde un poco. Lady Evil: Y eso de Saint Seiya, es pura cosa de traductores.
#17 – Lady Dark: Si, ya sé, adoras a Ivanov y no soportas que lo torturemos. Lady Evil: Espero que eso no importa que torturemos a los demás, porque son los siguientes en la lista. Lady Dark: Claro que molestaremos un poquito a Tala y a Kai. Lady Evil: A la próxima tendremos violencia acuática y luego unas carreritas. Lady Dark: Va a estar sangriento. Lady Evil: Respecto a tu pregunta, sí, fue contra Garlard que Tala peleó, ayudado por Bryan y Specer, solo que en algún punto de la versión traducida para occidente por algún motivo Bryan y Spencer desaparecieron en el aire. Lady Dark: Tenemos copias de los screencaps en que aparecen ellos también vapuleados por Garland, pero al ver la serie solo anda Tala. Lady Evil: Es frustrante. Lady Dark: Pero no vamos a ponerlo, tendríamos que hacer un giro un poco más dramático, explicar demasiadas cosas que hacen de esa parte de la serie ilógica y meter mercenarios porque ni Pasha ni Suki estarán felices hasta que decapiten a Boris. Lady Evil: Mejor les damos trabajo o vacaciones y las mantenemos felices.
Sumimo-Sham – Lady Dark: No nos quejamos, y vaya que vamos a darte noticias de esos dos. Lady Dark: Ve los próximos dos episodios, va a estar muy locos.
