Lady Dark: Hola a todos.
Lady Evil: Han venido el día de hoy a apreciar otro genial capítulo de relleno.
Lady Dark: Pero ya casi nos acercamos a nuestra parte favorita de la historia, un solo capítulo más y ya.
Lady Evil: Aunque por ahora deberán enfrentar tontería sin sentido.
Lady Dark: Sufran o disfruten, según cada cual.
Capítulo XXVIII: Luces, cámara.
El vuelo de Quantas aterrizó finalmente en Sydney como a las 3 de la tarde hora local, lo que era un brutal desfase del punto de salida, donde eran cerca de las 6 de la mañana del mismo día, de modo que todos los miembros de los equipos de los equipos se sentían como algo parecido a huevos estrellados, y hubo un par que a los que sus compañeros tuvieron que medio arrastrar y medio cargar para salir del avión, especialmente a Daichi, que se veía más del otro mundo que de este. En cambio, tras horas de y horas de buena comida, suavecitos sillones de cuero y hasta masajes de pies, los Blitzkrieg Boys estaban de lo más descansados.
— ¡Ah! Así es como se debe viajar – dijo Suki con un sonido de satisfacción mientras caminaba por encima de los cuerpos caídos de las víctimas de la Clase Turista.
— Si, y espero que tan satisfactoria actividad no se vea frustrada por la elección de un mal hotel – agregó Ian, cruzándole de los ojos a Pasha, encargada de detalles tan banales como esos.
— ¡Dejen de quejarse quieren! Me costó bastante trabajo cambiar las reservaciones que hicieron esos inútiles de la BBA para tomar el hotel más alejado posible de los tontos de los demás equipos – les respondió la rusa, enojada de que duden de sus dones de agente turística.
— ¡Ves! Eso es a lo que me refería. ¿Cómo voy a torturar a los demás equipos y grabar sus caras cuando noten el laxante en el desayuno si estamos en otro hotel? – reclamó Ian ante tal injusticia.
— ¡Silencio! Tienen la más mínima idea de lo que cuesta hacer una reservación con tan poco tiempo en Australia? Es verano, la mitad del país ha sido tomada por los turistas – exclamó injuriada la rusa, ante el obvio desconocimiento del esfuerzo que le tomó todo esto.
— Pero no es divertido sin gente que torturar – se quejó Ian con un puchero, otro que ha estado pasando demasiado tiempo con Asuka y Akira.
— ¡Suficiente! Estamos aquí para jugar y ganar, no para su pequeño entretenimiento – le silenció Pasha de inmediato.
— ¡Ooohhh! No eres divertida – se quejó Akira, que hasta el momento había logrado mantenerse fuera de la conversación.
— No, no lo soy. Tengo que llevarle una victoria definitiva al jefe, con estos gastos de la tarjeta de crédito o le llevo el trofeo o él conseguirá mi cabeza – hasta Pasha es capaz de sentir miedo con esas ideas girando por ahí.
— El jefe no va a arrancarte la cabeza – le aseguró Tala, en un intento de calmarle los nervios.
— Sí, probablemente solo te arranque la piel y tapice una silla con ella – agregó Bryan con tranquilidad.
— ¡Ah Bryan! Tu sí sabes como tranquilizar a la gente – le dijo Pashanka con sarcasmo.
— ¡Es todo un placer para mí! – le respondió Bryan con una sonrisa de tiburón que usualmente hace que todos los pobres tontos tiemblen de miedo.
Media hora después y tras burlar varios chequeos de armas, los Blitzkrieg Boys llegaron a su hotel, bien alejados del resto de los equipos, para tranquilidad de Pasha y aburrimiento de sus parásitos agregados. Probablemente el señor Dickenson les reclamaría esa completa falta de compañerismo y espíritu deportivo cuando se de cuenta, pero esos trucos y ligeros regaños de viejito amable y ochentero, más parecidos a los consejos de un abuelito no funcionan con gente demasiado entrenado en sarcasmo, altanería, y acostumbrada a moverse bajo el chasquido del látigo y que cuando tienen ocasión de portarse mal, no lo hacen a medias.
Mientras el resto de los equipos estaban demasiado cansados para siquiera levantar sus miserables restos mortales del primer punto de sus cuartos en que cayeron, ni que decir de tener curiosidad, energía u ocasión de darse cuenta de que los Blitzkrieg Boys no están. Estos, aunque lejos de su nivel acostumbrado de energía, aún tenían la suficiente para entrar dignamente a su hotel y empezar a complotar en contra de todo el mundo, uno nunca sabe cuando ocupa tener listo un plan para humillar y destruir a determinada persona.
— Oh bien, no es tan mal hotel. Tenemos vista al mar, y todo – admitió Ian, luego de revisar las instalaciones.
— Y hay piscina olímpica, cancha de tennis, mini golf, spa de lujo, bar, discoteca, boutique, salón de belleza, gimnasio, televisión satelital, alquiler de autos, y demás – declaró Pasha, orgullosa de su elección de hotel.
— ¿Y platos de bayblade? – preguntó Kai, medianamente interesado en los dones de agente turística de Pasha, y preguntándose si, ya habiéndose librado de todos los molestos equipos, podría entrenar alguna vez sin que estalle una batalla campal por ahí... muy poco probable con estos compañeros de viaje.
— Ahh sí, sí, eso también – le respondió Pasha sin interés.
— ¿Cuartos para cada uno? – preguntó Suki excitada ante las posibilidades.
— Si – respondió Pasha de inmediato.
— Yo comparto con Kai – sí, ese tipo de posibilidades.
— No en mi ronda, no lo dejarías descansar con tus arrumacos – intervino la rusa de inmediato, que sabía muy bien lo insistente que podía ser Suki al estar a solas en cuarto con Kai, que vivía ignorándola siempre que esa ocasión se presentaba - Las dos suites presidenciales del penthouse, ocho cuartos en total.
— Aguafiestas – se quejó la japonesa.
— Uuuhhhh. No crees que el jefe va a notar este pequeño detalle cuando llegue la cuenta, la BBA no cubre cambios de reservación, menos a sitios tan lujosos – le recordó Tala, lo que no impedía que él mismo ya estuviera saqueando el minirefrigerador de la suite.
— Va a enojarse de todos modos, así que voy a disfrutar mientras pueda - Pasha se encogió de hombros, y fue a robarse algo del bar, agregando - Además, tal vez así ustedes entrenen por una vez en este torneo
— Nosotros hemos entrenado – se defendió Spencer, de forma bastante descarada.
— No, cada vez que tratamos de hacer un completo entrenamiento de equipo alguno de ustedes me hace un acto de desaparición – se quejó la rusa, bajando una botellita de vodka de un tiro.
— De verdad que te estas poniendo amargado Trina – murmuró Tala antes de darse cuenta de lo que estaba siquiera diciendo.
— ¿Dijiste algo, Ivanov? – le preguntó ella, de un modo tan tenso ante ese nombre que casi le salían chispas entre los dientes apretados.
— No, nada – respondió el pelirrojo de inmediato, escondiéndose cobardemente detrás de uno de los sillones de tapizado italiano, que daría lástima manchar en sucia sangre.
— Más te vale – le dijo ella, con una mirada tan furiosa que casi podría incinerar el susodicho sillón.
XD XD XD XD
El siguiente día, el dulce sueño de Aki fue interrumpido por un chirriante sonido que venía de la sala de la suite, murmurando algún insulto en un extraño dialecto en contra de su agente de viaje y el desgraciado que lo haya convencido de que seguir a Kai era una buena idea, Aki se puso una bata y salió a ver que diantres estaba pasando. En la sala descubrió que era el sonido, nada más y nada menos que el único ser vivo en esta tierra que puede quejarse al tiempo que chilla en ultrasonido, Suki; y no solo eso, sino que nota que es el último en despertarse, incluso después de Asuka, lo que en definitiva debe ser una señal del Apocalipsis.
— ¿Es que ya nadie puede dormir tranquilo? Puedo saber que está pasando – preguntó Aki, sin poder reprimir un bostezo en ese momento.
— Tus deducciones son tan buenas como las mías – le dijo Ian, aún frotándose los ojos para quitarse el sueño, y con evidente mal humor - Ella llegó 10 minutos y empezó una combinación de gruñidos, chillidos y extraña jerga.
— Aquí tenemos al equipo comando mejor entrenado del planeta, entre tanto psicópata conspirador, espía y mercenario alguien tiene que saber lo que ella está diciendo – se quejó Akira de la evidente inutilidad de los presentes.
— No tengo ganas de traducir antes del desayuno – le dijo Pasha con tranquilidad, sentada en un sillón y revisando su agenda electrónica para ese día - ¿Alguien llamó para que nos subieran algo?
— Hace un rato, no debe faltar mucho para que llegue – le informó Spencer, que por su parte, buscaba algo con que taponarse los oídos para no tener que escuchar a Asuka, o al menos disminuir el ruido.
— Más les vale, o tendrán una remodelación entre manos – agregó Pashanka, cuyo estómago empezaba a retumbar, aunque podría ser que este trabajo que empieza a desarrollar úlcera como al jefe.
— ¿Qué pasa ahora? – se escuchó la voz de Kai, que entró justo en ese instante, de seguro debía de haberse estado bañando, porque tenía el cabello húmedo todavía y se estaba colocando sus marcas azules.
— Es tu novia – le indicó su hermano al rincón donde Suki caminaba como histérica de un lado al otro - Tú adivina lo que balbucea, es muy temprano para mi.
— ¡Suki! – casi le gritó él para llamar su atención.
— ¿Qué? – finalmente ella dejó de hablar en lengua extraña, y como si recién se despertara o cayera en la cuenta, se dirigió a Kai.
— ¿Qué rayos es tu problema? – le preguntó él, contagiándose del generalizado mal humor.
— Dime Kai – ella se agarró casi con desesperación de su chaleco - ¿Crees que soy una persona aburrida?
— ¿Qué? – Kai comenzaba a preguntarse si Suki no se habría puesto a experimentar con el cajón de las medicinas.
— ¿Soy aburrida¿Ordinaria¿Simple? – le preguntaba ella con creciente angustia, con cada palabra hundía más los dedos en la ropa de Kai, como si su vida dependiera de las respuestas a esas preguntas.
— Suki – Kai le agarró las muñecas y la miró a los ojos con completa y absoluta seriedad y convencimiento - Eres el dolor de cabeza de la humanidad, una plaga de Armagedón, un arma de destrucción masiva, la criatura más escandalosa del planeta, y probablemente mi causa de muerte. ¿Ordinaria o simple? Jamás.
— Ah Kai, sabía que me querías – aprovechando la posición, ella se lanzó a abrazarle el cuello.
— Si, si, como sea – murmuró Kai, tratando de quitársela de encima.
— Podrías explicar que pasa – preguntó por su parte Aki, mientras Bryan atendía la puerta para recibir al fin el desayuno.
— Ese estúpido gordito tiene un equipo de televisión que lo sigue todo el día. ¿Por qué no yo? – respondió Asuka del modo más brusco, aún pegada al cuello de Kai.
— Explícate mejor – hasta Ian, que suele medio entender la cabeza de Suki, se vio confundido por eso.
— El estúpido de Jazzman anda con un equipo de periodistas siguiendo al tonto Tyson todo el día para hacer un programa de él – al fin aclaró ella, cuando Kai se la lograba zafar para irse a comer algo antes de que Bryan, Spencer y Akira se lo comieran todo - No es justo, yo soy mil veces más bonita, inteligente e interesante.
— La peor parte es que tiene razón – murmuró Bryan a Spencer.
— Shhh – lo calló este, no fuera a ser que ella los escuchara a los matara.
— Si tanto te interesa salir en televisión¿por qué no le dices a tu abuelo que te compre una estación de transmisión o una cadena? – preguntó Ian tranquilamente, y con descaro agregó – Así de paso puedes transmitir mis videos, o darme un programa de televisión, algo simple, como un talk show o un reality show.
— ¡Lo que yo quiero es justicia, ese gordo y el mono rojo no pueden recibir más atención que yo! – exclamó Asuka, como rogando la furia del cielo para el que piense que Tyson puede ser más interesante que ella.
— Suki, ares un ejemplo de humildad – le dijo Aki con una indescriptible cantidad de sarcasmo, haciendo solo una pequeña pausa en su actual actividad de saquear la mesa del desayuno.
— Honestamente Minamoto¿de verdad quieres salir en televisión? – le preguntó Pasha, que en ese momento se las arreglaba para hacerle una llave mortal al cuello de Bryan para conseguir al menos un vaso de jugo y unas panqueques con mermelada para el desayuno.
— ¡No, yo no hago esos ridículos! – profirió de inmediato la japonesa, sonrojada de solo pensarlo.
— ¿Entonces cuál es tu condenado problema? – Pasha, al igual que la mayoría de la humanidad, es incapaz de entender a Suki la mayor parte del tiempo, y menos cuando apenas ha comido.
— Olvídalo Pasha – murmuró Tala desde atrás de ella, arreglándoselas para conseguir algo de jamón y huevo con una taza de café de entre las garras acaparadoras de Ian – No tiene sentido tratar de sacar algo lógico de aquí.
— Puedo saber como llegaste a averiguar todos estos interesantes, aunque completamente inútiles, chismes – preguntó Aki, que acababa de ganar un encuentro de esgrima con palillos de queso en contra de Kai por Spencer para controlar el yogur de guanábana – Yo apenas acabo de levantarme, debo decir que es increíble sorpresa verte despierta, ni que decir que ya saliste, obtuviste chismes y volviste a quejarte.
— No es tan temprano – comentó Bryan, fijándose en el reloj.
— ¿Qué hora es? – Aki ni es eso se había fijado, si él no está despierto y la comida no ha llegado, simplemente es muy temprano.
— Las 8 – le respondió el ruso de cabello gris, que seguía batallando con Pasha por el control de la mermelada.
— Dios, no sabía que hubiera sol tan temprano – Aki hasta temblaba de miedo, él despierto a esas horas, y sin ningún motivo o conspiración a la cuál responder, era casi tan raro como que Suki también estuviera despierta.
— Bueno – finalmente empezó a aclarar la japonesa, ligeramente avergonzada - el asunto es que escuche anoche que en el spa tenían un genial masaje con agua de rocío de amanecer y quería probarlo.
— Eso lo explica – dijo Kai con seriedad mortal.
— Y cuando estaba por ahí – siguió ella en tono conspirador - escuche a uno de los muchachos del catering diciendo que hubo todo un acto hace un rato en el hotel en que están hospedados los equipos del torneo de... bueno, esa tontera que ustedes juegan.
— Eso no es nuevo, pero sigue – le indicó Pasha, que empezaba a interesarse en la conversación.
— Al parecer – ahora bajaba hasta casi un susurro - al fin esta mañana, los responsables de transporte y el viejo roco ese que dirige este circo...
— Dickenson – interrumpió Ian.
— ¡Ese mismo! Se dieron cuenta de que nosotros no llegamos ayer con los demás – Suki se veía bastante divertida con esa noticia, por algún motivo.
— Vaya que reaccionan lento – la ineficiencia de la BBA nunca deja de sorprender a Pashanka Bazdehieff, suprema señora del comportamiento mandón y la eficiencia forzada con látigos.
— Dicen que al vejete casi le da un infarto – eso es lo que ponía a Suki de tan buen humor.
— Eso debió haber sido todo un espectáculo – casi llegó a suspirar Bryan - Lástima que me lo perdí.
— ¡Qué raro! No se han dado cuenta de donde estamos después de 14 horas – se preguntó Tala en voz alta.
— Y no creo que se den cuenta – Pasha también tenía una mirada completamente maliciosa, como si ocultara algún secreto - Puse la reservación a nombre del gerente de una de nuestras subdivisiones petroleras africanas, no hay manera que se den cuenta.
— ¿Y vas a dejar las cosas así? – preguntó Ian, extrañado de esta manera de esconderse de pronto.
— No veo porque no – le respondió la rusa, encogiéndose de hombros.
— Aclárame esto – Aki había de pronto perdido el hilo de toda esta conversación - ¿qué tiene que ver nuestra supuesta desaparición con Tyson saliendo en tele?
— Ah, sí – exclamó Suki, dándose cuenta de su error - También escuche que estaban haciendo este show – y de regresó al llanto y los pucheros - ¡No es justo, yo quiero ser más importante que él!
— Te diré esto – la interrumpió Aki antes de que empezara de nuevo con esa tiro melodramático - ¿Qué tal si tú y yo vamos a hacerle la vida imposible a Jazzman y a Tyson mientras que Pasha se encarga de que los muchachos entrenen?
— No me olviden, yo quiero ir – se ofreció de inmediato Ian.
— Nada te detiene – le respondió Akira, encogiéndose de hombros.
— Es que antes tengo que ir a la enfermería – les informó el pequeño ruso - ya me puedo quitar el yeso.
— Excelente, así también podrás cargar con el soldador – parece que el gemelo Hiwatari ya tienen un plan listo para poner a Suki feliz.
— ¿Para qué quieres un soldador? – temía preguntar su hermano.
— Para soldar las puertas del auto de Jazzman antes de arrojarlo al mar – le informó el otro tranquilamente.
— Me gusta, me gusta – casi se carcajeaban en pareja Ian y Asuka.
Lady Dark: No estuvo tan mal¿verdad?
Lady Evil: Me gusta cuando Suki se vuelve loca.
Lady Dark¿Eso que tiene de nuevo?
Lady Evil: Nada, pero me gusta cada vez que lo veo.
Lady Dark: Igual. Eso es todo por ahora, nosotras nos vamos al cine.
Lady Evil: Tenemos entradas para el estreno a medianoche de Star Wars: Episode III.
Lady Dark: Y no hay manera que faltemos a eso.
Lady Evil: Anakin Skywalker es tan lindo.
Lady Dark: Y Lord Darth Vader es tan malo, eso lo hace sexy, no importan las cicatrices.
Lady Evil: Pero antes, es hora de las respuestas.
XD XD XD
littledark – Lady Dark: Gracias, me encanta que la gente recuerde mis cumpleaños. Lady Evil: Aunque la mayor parte del tiempo ella tenga que recordárselo a la gente. Lady Dark: A veces hay que poner un poco de motivación.
Kaitt-San – Lady Evil: Me parece que es de mala educación preguntar cuántos cadáveres tengo bajo mi piso. Lady Dark: No, lo de mala educación es preguntar tu edad. Lady Evil: Olvídalo entonces. Lady Dark: No tengo idea de por qué tu amiga quiere a Ming-Ming, desde que yo la vi no quiero más que empujarle ese micrófono por la garganta. Lady Evil: De hecho, hemos planeado varias horrendas muertes para ella, efectuadas tanto por Pasha como por Asuka. Lady Dark: Pero me temo que deberás esperar al siguiente fanfic¡y vaya que va a ser interesante!
Sele-chan – Lady Dark: Es chistoso, pero creí que las eternas enemistadas con Pasha y Suki ya no nos enviaban más reviews. Lady Evil: No, solo que ya no amenazan con grabar vivas a México en la cara de alguna de ellas. Lady Dark: Pero es que todos las aman cuando se unen al grupo y matan gatos, gringos y raros. Lady Evil: Apreciamos que te hayan gustado esos capítulos, siempre tratamos de ponerle aunque sea algún detallito gracioso. Lady Dark: Pero, vamos a tener que recordar esto, no vamos a tener nada de BEGA en este fic, no hemos encontrado la manera de mantener las amenazas de Suki y Pasha en solo amenazas una vez que ellos lastimen a Kai y Tala. Lady Evil: Porque, créelo o no, la única manera en que hemos mantenido bajo control las verdaderas personalidades de ellos es mantenernos lejos de problemas reales. Lady Dark: Cuando estos llegan, el humor desaparece y nos ponemos homicidas, y de verdad. Lady Evil: Así que será hasta el siguiente fic, donde podemos controlar la historia mejor.
Sumimo-Sham – Lady Dark: No, no, nada de parejas reales, así no podemos manipularlas a gusto. Lady Evil: Pero respóndeme¿qué tiene de malo poner a Aki con un chico? Bien manejado puede salir excelente, sin cambios de personalidad y cursilerías, de por sí no sabemos hacer eso. Lady Dark: Deja de dar excusas, escucha a la mujer, lo mejor es no hacer yaoi. Lady Evil¡Tu solo no quieres escribir un yaoi! Lady Dark¿Y puedes culparme? Lady Evil: Pero si va a ser increíble, ya hasta empecé a diseñar la historia. Será graciosa.
Fanny-Shadow – Lady Dark: No es por ponerme delicada ni criticona con historias que no he leído, pero, no crees que es excesivo que, tras mezclar esa abominable cantidad de animes, agregues a 8 amigas. Lady Evil¿No hicimos una vez algo parecido? Lady Dark: Sí, pero íbamos matándolos en el camino. Lady Dark: La verdad es que nosotras no odiamos tanto a Voltaire, pero de seguro Kai le tiene cierto rencor. Lady Evil: Y Suki y Aki de seguro gustan de torturándolo, y creo que Pasha quiere matarlo para asegurarse que le Aki o Kai le den un ascenso. Lady Dark: Lástima que no te gustó lo de los White Tigers, pero es imposible tenerlos a todos contentos, hay otros que preferirían que todos nuestros capítulos fueran así. Lady Evil: Siguiente punto, sí, Tyson nos cae increíblemente mal, tan mal, que estaríamos felices si alguien le arranca las orejas y hace un collar con ellas. Lady Dark: A mí, no me mieres con lo del yaoi, ha sido la eterna idea de ella. Lady Evil: Yo insisto que no tiene nada malo, ni siquiera va a parecer un yaoi; por ejemplo, ustedes no ven romance entre Kai y Suki o Pasha y Tala, pues sería igual, relación, no romance. Lady Dark: Excusas, puras excusas, no eres más que una chica otaku genérica yaoista. Lady Evil: Y muy orgullosa.
