CAPÍTULO 2.

Volvió a casa más tarde de lo común y bastante desanimada. No podía dejar de pensar en lo mismo una y otra vez, y lo que se encontró no le levantó mucho el ánimo.

Draco y Sarah estaban en el sofá, abrazados, y viendo, lo que parecía, una película. ¿Draco viendo una peli en casa¡Pero si no soportaba ver cine en televisión! Esa chica le estaba cambiando mucho.

Con lo entretenidos que estaban, no se habían dado cuenta de su presencia, aunque ella se encargaría de hacerse notar. Estaban a oscuras, la excusa perfecta.

Avanzó un poco hacia donde sabía que estaba una mesita con una pequeña lámpara. Empezó a actuar. Tiró la lámpara haciendo como si se chocara contra ella.

Al escuchar el ruido, la pareja se asustó, por lo que Draco cogió su varita rápidamente y encendió la luz.

-¡Oh, lo siento!- dijo, fingiendo arrepentimiento- como todo estaba a oscuras…

Draco bajó la varita y suspiró al ver a su compañera de piso frente a él.

-Hermione, ten más cuidado la próxima vez ¿quieres?- dijo molesto- estábamos viendo una película.

-Qué muggle…- dijo ella en un susurro lo bastante audible.- ¿desde cuando haces tú ese tipo de cosas?

-Bueno, es que ella es muggle…

-¿Cómo? Tú, Draco Malfoy¿saliendo con una muggle? Eso sí que no me lo creo.

-Sí… ¿Qué problema hay?

-No sé…- dijo irónica- quizá, que ayer estuvimos hablando del mundo mágico, nuestras varitas, las fotos que se mueven… Ningún problema, qué va.

-Lo cierto es- interrumpió la aludida- que todos en mi familia son muggles, excepto mi hermano. Así que sé todo lo que hay que saber de vuestro mundo. Aparte de todo lo que Draco me ha enseñado. Ya le conozco muy bien.

Seguro…

-No creo que le conozcas lo sufientemente bien, como para saber que Draco, no soporta ver películas en la televisión. Porque, Draco, odia hacer cosas de muggles.- Le dijo mirándola fijamente.- ¿No te lo había dicho? Vaya, cuanta confianza tenéis¿no? Buenas noches.- Se despidió dejándolos solos y con una sonrisita de superioridad en los labios.

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A la mañana siguiente, salió de su habitación lista para irse a la Facultad, cuando, vio a Sarah y a Draco, dormidos en el sofá, muy juntos y abrazados. ¡Esa chica había pasado la noche en SU casa, y en SU sofá! Y lo peor de todo¡abrazada a SU compañero de piso¿Quién demonios se creía que era?

Su novia.

Cierto, SU novia, ella no tenía nada que hacer, al menos por ahora. Aunque…

Parecía que estaban en un profundo sueño, ella se encargaría de hacerlos despertar.

Corrió hasta la puerta, y al salir, dio un fuerte portazo.

La pareja se despertó al instante con el ruido de la puerta.

-¿Qué ha sido eso, Draco?

-Habrá sido Hermione, a esta hora siempre se va a la Universidad.

-¿Estudia en una Universidad muggle? Esa chica es muy rara.- dijo levantándose.

-No es rara, es la bruja más inteligente de mi generación- dijo defendiéndola.- Pasa muchas horas estudiando para sacar buenas notas, para eso vino a Oxford.

-Ya, por eso no tiene vida propia.

-¿Qué? Claro que la tiene. Sus amigos de siempre están en Londres y casi nunca se ven, pero también tiene amigos en la Facultad.

-Entonces¿por qué siempre está aquí? Si tiene amigos¿por qué no sale con ellos?- preguntó interesada.

Draco empezaba a molestarle. ¿Qué más daba si Hermione estaba siempre allí? Era su casa también.

-¡Es su casa, tiene derecho a estar aquí!- dijo molesto- ¿qué mas te da a ti? Ni siquiera la conoces. Ella sale cuando quiere, no cuando yo se lo digo¿entiendes?

-Por supuesto que lo entiendo, Draco. Sólo que… ella pasa mucho tiempo aquí cuando estoy yo…- Draco la miraba con cara de confusión.- Cuando estamos tú y yo… juntos.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Bueno, ya me voy, tengo que ir a trabajar.- Draco abrió la boca para decir algo, pero la volvió a cerrar.- Piensa, amor, piensa.- Le dio un beso rápido en los labios y se marchó.

"Que piense… ¿qué diablos quiere que piense?" Ya tenía bastante con el comportamiento de su amiga desde hacía algún tiempo. Sabía que algo le ocurría, pero no tenía ni la más remota idea de qué era. Y estaba Sarah… sentía un cariño grande hacia ella, pero ¿la quería? Creía que sí, pero no estaba del todo seguro. ¿Y qué sentía por Hermione? La quería, de eso estaba seguro, pero ¿solo era amor de amigos? no lo sabia…

Tenía que hablar con ella, saber qué le pasaba. Sí, cuando volviese de la Universidad lo haría. No sabía qué iba a decirle exactamente pero lo intentaría.

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-¡Harry!-gritó Ron Weasley.

-¿Qué?

-¿Has vuelto ya de Júpiter¿En qué demonios estás pensando?- le preguntó molesto.

-No…en nada, en nada- dijo sin darle importancia.- ¿Qué decías?

-Pues que…-fue interrumpido por su amigo.

-Ron… ¿tú sabes con quién vive Hermione en Oxford?

-No. ¿Por qué preguntas eso ahora? Harry, no estás en lo que estás…

-Nunca nos lo dijo, nunca hemos ido a visitarla…

-¡Porque nunca nos ha invitado! Harry, sé que la echas de menos, yo también. Esas cartas que nos manda cada dos meses, son demasiado poco. Pero tenemos que seguir con nuestras vidas. Ella se fue y tampoco ha venido a visitarnos, no te sientas culpable.

-Es que ella…-comenzó "No se lo digas a Ron, ya sabes como es."

-¿Ella qué, Harry? Por favor, olvida a Hermione un momento, tenemos trabajo.-dijo tajante.

-Está bien, pero creo que deberíamos hablar con ella…

-Harry…

-Vale, vale. Ya lo dejo.

"Nos veremos pronto, Herm"

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Estaba en la cocina bebiendo café, cuando notó la puerta abrirse. Seguro que era Hermione, Sarah no tenía la llave aún. Salió dispuesto a hablar con ella sobre su extraño comportamiento. Ya había preparado su mini discurso.

Pero no estaba preparado para ver lo que vio. Hermione, estaba besándose apasionadamente con un tío que ÉL no conocía de nada. Y lo peor de todo¡se estaba quitando la camisa, y ella le estaba ayudando! No se habían dado cuenta de su presencia y seguían a lo suyo. Decidió hacerse notar. (N/A ¿Os suena?)

Carraspeó una vez. Nada. Ahora lo hizo más fuerte. Nada. ¿Cómo se atrevían a ignorarlo¡Ignorarlo a él! Desde luego, no sabían con quien estaban tratando.

Bien, ya se enterarían que había un Malfoy en la habitación.

-¡Hermione Granger¡¿Qué estás haciendo!- gritó.

Del susto, los dos se separaron rápidamente, con la respiración agitada y rojos hasta decir basta.

-Herm¿quién es este tío?- preguntó su acompañante.

-Pues…él es… mi comp…- empezó respirando entrecortadamente.

-Soy su comprometido- le cortó Draco.

La chica le miró con los ojos como platos y sentía como la ira crecía en su interior.

-¿Qué?- se giró para mirar a la chica- ¿Por qué me traes aquí si sabías que tu comprometido estaba en casa¿Estás loca o qué?- dijo abrochándose la camisa y dirigiéndose a la puerta.

A Draco se le dibujó una sonrisilla que intentó disimular cuando ella le miró con odio, antes de salir detrás del chico.

-¡Jess!- le llamaba- ¡puedo explicarlo¡Vuelve, por favor¡Jess!

Demasiado tarde, se había subido al coche y se había marchado. Entró corriendo de nuevo al apartamento y azotó la puerta hecha una furia.

El rubio estaba sentado en un sillón, con su pose habitual, y al parecer bastante tranquilo.

-¡Tú!- gritó, señalándole con el dedo- ¿Quién demonios te crees que eres para hacer eso¡Dime!

-Bueno,- dijo calmado- no creí conveniente que ese te estuviese comiendo la boca delante de mí.

-¡Pues te hubieses ido a tu habitación¡Tengo todo el derecho de hacer lo que yo quiero, donde yo quiera, en MI casa¿Entiendes?

-¡No creo que tengas el derecho de tirarte a ese en el salón, y delante de mí!

-¡Seguramente, tu te habrás tirado a Sarah cien veces en este mismo salón!- le espetó.

-¡Claro que no!

-Ya, claro- dijo irónica- Draco¡¿Por qué dijiste que eres mi comprometido¡Lo has estropeado todo¡Ahora les dirá a todos sus amigos de la Facultad que estoy comprometida!

-Yo… lo siento…no quería- dijo acercándose a ella.- Dije lo primero que se me ocurrió.

-¡No querías pero lo hiciste!- dijo sin poder contener las lágrimas.

-Además¡ese tío no es bueno para ti! Así no se trata a las mujeres.- dijo limpiándole una lágrima con el dorso de la mano.

-Draco, él me trataba bien… No sé de donde has sacado eso- dijo cerrando los ojos inconscientemente, debido a la caricia.

Aún no se había dado cuenta de cómo se encontraba ella en esos momentos. Mejillas encendidas con rastros de lágrimas, labios rojos y húmedos, el pelo revuelto, y la camisa semiabierta, dejando ver parte de su sujetador.

Seguía con los ojos cerrados, aunque la caricia había terminado. Los abrió y se encontró a dos ojos grises que la miraban fijamente.

La atrajo hacia si cogiéndola por la cintura, la miró y la besó. Ella se entregó entera en ese beso, perdiendo la noción del tiempo, sintiendo sólo esos labios que tanto deseaba desde hacía tiempo.

Sus labios…

No. No podía hacer eso. "¿Acaso está jugando conmigo?" No, no y no. "Está con Sarah"

Puso sus manos en su pecho, separándose de él, alejándole. Más lágrimas salían de sus ojos. Se encontraba traicionada, dolida.

-¿Qué se supone que estás haciendo¡No puedes hacer esto!- lloraba a lágrima viva- ¡No puedes hacerme esto!- gritaba. Draco sólo podía mirarla, sin saber qué decir, qué hacer.

-Herm…Hermione. Yo…

-Déjalo. No importa. Olvidamos lo que ha pasado¿vale?- dijo con una sonrisa que dejaba mucho que desear.

-Sí, será mejor.

-Sí… Me voy a la cama. Buenas Noches.

-Buenas… noches.

Se marchó a su habitación, para llorar durante toda la noche, mientras él pensaba en lo sucedido. ¿Celos? Podría ser.

El abismo se abría cada vez más.

Fin del capítulo.

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¡Hola! No he tardado mucho tiempo¿no? Je je.

Espero que este capi os guste, ya empieza la acción. Muchas gracias por los reviews. Pero ¡dejadme más!

Nos vemos en el próximo capítulo.

Besukiss!

Reviews…