Lady Dark: Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón...

Lady Evil: Nos tomó tres semanas poder tener listo otro capítulo.

Lady Dark: Pero es que con el cierre del semestre y un resfriado, no he tenido tiempo de poder escribir.

Lady Evil: A mí me pareció que tenías bastante tiempo.

Lady Dark: Tú cállate, no te he visto hacer nada, al menos yo estaba acabando con la U.

Lady Evil: Como sea.

Lady Dark: Ya que nos disculpamos y excusamos, podemos pasar al capítulo, finalmente.


Capítulo XXXI: Listones violeta

— Bueno¿qué les pareció? – preguntó de modo confiado Bryan una vez que alcanzaron a los "porristas" en la parte más apartada de las graderías.

— Como siempre, lleno de atroces defectitos y faltas de disciplina que convirtieron lo que debió ser una victoria fácil y definitiva en una fatigosa actividad que solo sirve para extender el tiempo que estos vagos me molestan en la gradería – le respondió de inmediato Pasha, en lo más estricto y cruel de su modo militar.

— Chistoso, hace 10 minutos estaban gritando a los cuatro vientos tu eterno am... – y cualquier cosa que Ian fuera a agregar fue callado por una enguantada mano y un zapatazo con afilado tacón en el pie.

— Más les vale ponerse entrenar más, ya pasamos a la final y yo no voy a someterme a una derrota en las puertas de otro campeonato – les advirtió ella terminantemente.

— Pashanka, nadie como tú para hacernos sentir bien – murmuró Spencer, pero no muy alto, no fuera a ser que ella lo escuchara de verdad.

— Oh bien, al menos ya terminamos con esta perdida de tiempo, solo falta ver qué otro equipo acumula suficientes victorias para pasar a la última ronda y podremos escapar de esta horripilante isla – gruñó Tala, único que de verdad tiene que sufrir las locuras personales de Pasha.

— No me ha parecido tan mala isla, tiene lindas playas, geniales hoteles, sol eterno – pareció Aki con una sonrisita.

— Tiburones, sobre pagado servicio a la habitación y ese sol solo provoca cáncer – siempre la positiva perspectiva rusa de Tala.

— Conque sigues pidiendo servicio a cuarto¿qué va a decir el jefe? – una agazapada sonrisa por parte de nuestro productor ruso miniatura.

— Ya cállate Ian – malas pulgas de Tala.

— ¿Alguien ha visto a Kai? No lo vimos cuando salimos de la arena – comentó Spencer, notando por primera vez, que Kai no estaba a vista por ninguna parte, no es que eso fuera extraño, pero al menos siempre había alguien capaz de rastrearlo cuando fuera necesario.

— Nada de suerte, nosotros perdimos a Suki hace un rato también – respondió a su vez Aki, y ella sí es difícil de rastrear.

— Ooooohhhh... – mal pensado y generalizado coro.

— No... tu no crees... – Ian hasta se llevó la mano a la boca.

— De ella, yo lo creo todo – Pasha agregó, girando los ojos.

— Pero él no estaba en mucha condición de nada – dijo a su vez Aki.

— Eso nunca la ha detenido antes – murmuró Ian, del modo más pervertido posible, por cierto.

— ¿Deberíamos buscarlos? – preguntó muy bajito Tala, casi sonrojándose.

— Mmm... no creo que deberíamos interrumpir – le respondió Spencer, igual de bajito.

— Esos sí son malos modales – coincidió Aki, pero más que vergüenza, él tenía una rara sonrisa malosa.

— Al demonio los modales, piensa en lo que ganaría con eso – Ian agarró sus cámaras y salió corriendo por el pasillo, seguido por Aki y los demás, que al menos tendrán que controlar lo que seguramente se salga de control.

XD XD XD XD

Una vez terminada la pelea entre los White Tiger X y los Blitzkrieg Boys, que en opinión de cualquiera con algo de cerebro debe haber sido la mejor de todo el torneo hasta el momento; el patético equipo perdedor se encargó de arrastrar sus adoloridos cuerpos de regreso a sus vestidores. Había que tener especial cuidado con Ray, que no había tanto tiempo para descansar luego de su encuentro contra Kai como lo había tenido Lee.

— Entonces¿todo terminó? – preguntó con inocencia el pequeño Kenny, mientras se movían por los amplios y algo intimidantes pasadizos subterráneos del beyestadio, delante de él, se movía el equipo, de modo algo lento, porque Gary tenía que ayudar a Ray a andar hacia su camerino.

— ¡Qué perceptivo Kenny! – le respondió la pelirrosa china, pesadilla del estilista de acuerdo a Suki, y eterna enamorada de Ray, aunque las muy chismosas mala lenguas que abundan por ahí pueden a veces suponer tórridos romances con Lee.

— No hay necesidad de ponerse sarcástica conmigo, Mariah – Kenny se puso en modo defensivo, es obvio que con ella en modo cáustico casi cualquiera se siente intimidado.

— Deja de decir tonterías y yo dejaré de señalártelas – es evidente, que la cercanía de Pasha y Asuka con la mayoría del personal femenino estaba teniendo serios efectos sobre su tierna y personalidad, si es que alguna vez llegaron a tener algo así en sus duelos de blades, o escobas o lo que usaran.

— No fue una tontería, yo solo quiero saber si ya no vamos a competir más en este torneo – insistió Kenny, y si fuera otra persona con la que estuviera discutiendo, probablemente ya habría sido asfixiado o decapitado para este momento.

— Eso es una tontería Kenny, y muy obvia – y Mariah empezaba a alcanzar ese punto, suerte que no estaba armada.

— Entonces¿sí o no? – ha estas alturas el Maestro Tao está preparado para comenzar a lanzar golpes.

— Uggghhh... sí, oficialmente estamos fuera de competencia¿ya? – finalmente cedió Mariah ante la necedad de Kenny.

— O sea que no vamos a participar más – pero parece que Kenny está muy apegado a su propia necedad.

— Arrgggg... ¡Kenny! - ahora así, el pequeño va a morir.

— De hecho, todavía vamos a participar en un torneo de exhibición antes de la final en Japón – interrumpió Lee, en un tono más explicativo, no es que realmente quisiera salvar a Kenny de la muerte, porque parece que en cada equipo hay algún miembro al que los demás, no importa lo sabios o impávidos ante la vida que parezcan, querrían matar a la primera oportunidad.

— ¿Ves Mariah? No era una pregunta tan tonta – el peliverde de inmediato le lanzó a Mariah su más autocomplaciente y burlona sonrisa, seguida de una sacada de lengua para acentuar su punto. ¡Muy maduro!

— ¡Cállate Kenny! – ahora sí Mariah estaba lista a pegarle, lástima por las constantes interrupciones que se lo hacían casi imposible.

— Calmados gatitos – sí, es el maestro Tao, de tan reciente aparición y sin embargo, su inconfundible personalidad nos hace pensar que George Lucas va a estar haciendo una seria demanda legal a cierto estudio japonés por violación de derechos de autor y plagio de personaje - La furia no nos lleva a nada, debemos relajarnos y meditar para tener armonía con el universo.

— Sí, Maestro Tao – podías sacar más emoción de un funeral que de este grupo.

— ¡Ouuch Gary! Con cuidado – Ray, como ya dijimos, tenía que ser ayudado por Gary para caminar, y parecía querer quejarse todo el camino, además de que el gigante chino no es muy bueno en ese de ser asistente físico.

— Perdón Ray – le respondió Gary, que la tenía algo complicada cargando a Ray, su equipo de beyblade y viendo al mismo tiempo todos los anuncios de comida del pasillo – Mmm... pizza.

— ¡Ouucchhhh! – hasta ahí llegó la rodilla de Ray.

— ¡Cuidado Gary! – le regañó Mariah en protesta por golpear a Ray, lo que distrajo a Gary e hizo que golpeara la otra rodilla de Ray.

— Aaaahhggg... Mariah, no estás ayudando – le reclamó el chino, aguantándose las increíbles ganas de jadear, gritar o lo que fuera.

— Oh, pobrecito Ray – de inmediato ella le agarró la mano que tenía libre, como disculpándose.

— Mariah, soy solo yo, o has estado pasando mucho tiempo cerca de Bazdehieff y Minamoto – le señaló Kenny concienzudamente.

— Cierra el pico Kenny, y no menciones a esas maniáticas locas – le amenazó ella, señalándole con una uña como garra, excepto que pintada en rosado y con chispitas doradas.

— Solo decía que empiezas a comportante un poco como ellas, en especial Asuka – siguió Kenny, que parece que no sabe captar ni indirectas ni directas.

— Kenny por última vez, yo no pienso, me parezco, comporto en lo más mínimo como ese par de prófugas de manicomio, yo soy mucho mejor y más bonita, y yo te lo demostraré – exclamó ella, cruzándose de brazos y levantando orgullosa la barbilla.

— ¿Puedo saber como piensas hacer eso contra un par que no solo empataron en el Concurso de Más Ardiente Chica del Blade sin siquiera tener un blade, sino que derrotaron a todos como Equipo Más Demoledor, y aún sin competir? – le señaló Kenny, que personalmente, había votado por Suki como la más ardiente y sexy, pero que no lo supiera Mariah o estaba feo.

— Muy simple, en la próxima parada las derrotaré en su propio juego, nunca sabrán lo que les pasó – y con eso, Mariah lanzó una muy extraña versión de la risa malvada que hizo que los demás se les erizara el pelo, pero de lo feo que sonaba.

— ¿En su juego¿Te refieres a la manía de fiestas, persecuciones policíacas, golpizas y espionaje industrial en las que ellas dos están? – preguntó incrédulo Lee de que ella piense tal tontería.

— Exactamente – asintió ella orgullosa, ahora en definitiva poniendo nerviosos a los hombres del equipo.

— Yo no quiero saber, ellas simplemente son muy buenas para ti Mariah, agradece que aún estás viva luego de los encuentros que has tenido – Lee en definitiva la paró en seco con esa parte.

— Podrías arrepentirte de eso – le señaló Gary a la pelirrosa, mientras Lee abría la puerta.

— ¡Ya verás! – comenzó con infundado orgullo Mariah - No hay nada que ellas hagan que yo no pueda hacer o pueda sorp... sorprend... – se paró en seco, igual que hicieron todos los demás, en cuanto posaron sus ojos en lo que había dentro de su camerino.

1, 2, 3 segundos... y todos salieron corriendo y gritando, hasta lo que se supone que no podían - ¡AAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

XD XD XD XD

— Te lo digo, tenemos que irlos a buscar a un motel – la frase que Bryan acababa de decir no era algo que estuviera lejos de la mente de los presentes miembros de los Blitzkrieg Boys, llevaban buenos 20 minutos recorriendo los pasillos del estadio, y no tenían ni una pista de donde podían haberse ido a meter Kai y Suki.

— Bryan, te lo repito una vez más, no voy en definitiva, a acompañar a ninguno de ustedes a un motel, aunque sea a buscar a esos dos – plantó Pasha su negativa de inmediato.

— Amargada – murmuró el otro.

— Vamos por aquí, tal vez están metidos en un closet – exclamó Ian, arrastrándose por un lado de la pared al estilo Misión Imposible, con una mano en las perillas y otra en su cámara por la posibilidad de pescar a la pareja en algún momento digno de vender en Internet. Detrás de él iba la turba, solo para no dejar que Ian tuviera la exclusiva.

— Todos se han vuelto locos – gruñó por lo bajo Tala, único que junto a Pasha habían mantenido una postura medianamente digna y caminaban por el pasillo, no se arrastraban y hurgaban por las puertas como ciertas personitas.

— ¿Y eso es nuevo? – respondió la rusa, tratando de no observar el espectáculo que hacia su equipo unos metros delante.

— No, no lo creo... ¿dónde se habrán ido a meter esos dos? Porque la teoría de Ian de que están en un closet o un motel no me suena – dijo Tala pensativo, algo confundido por tan súbita desaparición de un par que solo anda junto cuando no hay más opción.

— No lo sé y no quiero saberlo – gruñó la rusa, masajeándose el puente de la nariz - yo solo quiero acabar con esto, recibir mi ascenso y mi aumento de suelto e irme de vacaciones una semana a Tahití, Hawai, Canarias, el Caribe o cualquier sitio donde me den bebidas altamente alcohólicas con sombrillitas.

— No me dijiste que íbamos de vacaciones – le comentó Tala, inclinando su cabeza para verla mejor.

— Yo no dije nosotros, dije yo – aclaró de ella de modo cortante e inmediato - A ti no te estoy incluyendo.

— Vaya clase de novia tengo – exclamó el otro en voz baja y con una ligera sonrisa en sus labios, no muy descarado, aún apreciaba su capacidad para respirar.

— ¿Alguien ha dicho eso seamos? – le gruñó ella, entornando sus ojos de modo amenazador.

— Creo que el que grites a los cuatro vientos que me amas tiende a dar esa idea – le recordó Tala de la pequeña escena que había escenificado hace poco más de media hora en la gradería.

— Nunca dije algo así – negó ella, cruzándose de brazos y mirando en otra dirección.

— Quieres que llamemos a Ian para que nos repita la escena en video – le indicó él, listo para hacerle señas al pequeño ruso, que estaría muy feliz de someter a Pasha a una vergüenza.

— Si dije algo así, fue en un sentido completamente distinto al que tu indicas – le miró ella, retándolo a que la contradijera, y él lo hizo.

— Estás en negación – la sonrisa de Tala estaba palpable hasta en su voz, debe tener una especie de deseo suicida el día de hoy.

— Y tú estás alucinando – le respondió ella con todo el sentido de superioridad que podía reunir, que por algún motivo, no era mucho el día de hoy.

— Podemos hacer caso a Ian e ir a un cuarto, para ver cuál de los dos tienes la razón – Tala cambió su sonrisa por una especie de mueca burlona, o medio pervertida, que Pasha no sabía que era capaz de conjurar, la dejó completamente confundida unos segundos hasta que al fin parpadeó un par de veces y trató de hablar con una fuerza de carácter que de verdad no sentía en ese momento.

— Otra sugerencia de esas Ivanov, y vas a ocupar un cuello ortopédico por una muy larga temporada – para acentuar su punto, ella le apuntó con su índice, casi metiendo su muy afilada uña negra en su ojo.

— Si tú lo dices – le respondió Tala en voz cantarina, y debía sentirse muy bien con su victoria sobre Lee porque en condiciones normales, ya habría retrocedido 10 metros ante ella.

Mientras estos dos peleaban, cortejaban, flirteaban o cualquier tipo de cosa que su enfermiza personalidad los lleve a hacer, el resto del equipo seguía en su búsqueda de la otra pareja no menos anormal.

— No puedo creerlo, no están en ninguna parte – Ian en frustración, elevó las manos al aire, rogando por algo emocionante que filmar.

— No pueden haber desaparecido en el aire – comentó Spencer, abriendo otra puerta y fijándose, solo para recibir un grito y una toalla a la cabeza por parte de Emily - ¡Perdón!

— Seguro ni siquiera están en el estadio – consideró Bryan, que no creía poder encontrarlos por ahí cerca.

— No tendrá esto que ver con las llamadas que Suki estuvo haciendo desde que llegamos a este país – consideró Aki, que usualmente conocía cualquier plan que Asuka pudiera conjurar en su maléfica cabecita.

— Ni siquiera sé que se trataban esas llamadas – gruñó Ian lanzando una mirada de reojo a Aki, el ruso es otro que también odia quedarse fuera del plan.

— No me mires a mí, ni siquiera yo lo sé todo – Akira levantó las manos como en renuncia, simplemente no tenía idea.

— Bueno, en algún lado tienen que estar y algo deben de hacer sido esas llamadas – le recordó Bryan, curioso todavía de la manía telefónica que la japonesa había demostrado durante las últimas horas.

— ¿Por qué? Pudo solo ser que ordenaba una pizza o ropa de catálogo – razonó Spencer, que se pregunta por qué cada vez que alguien por aquí hace una llamada o algo así ya todos los demás desarrollaban la completa teoría de conspiración.

— ¿Suki? – le preguntó Ian, que sí conoce a Asuka y sabe cuándo planea algo.

— Uno que sabe, yo por mi parte, creo que no era nada importante – se plantó Spencer.

De pronto, toda la atención del grupo se fue hacia el corredor por el que venían, se escuchaban una serie de apagados gritos y gruñidos desde esa dirección, y se aproximaban con gran velocidad, aunque aún eran imposibles de discernir. Hasta que al fin aparecieron unas borrosas manchas corriendo a gran velocidad, y todos se tuvieron que pegar a la pared para dejarlas pasar, Pasha prácticamente lanzándose a los brazos de Tala.

¡ABRAAAAAANNNN PASOOOO! – eran los White Tiger X, que hace unos minutos habían salido de la arena de juego alegando que algunos de sus miembros no podían caminar, pues ahora lo hacían bastante rápido. Claro que quién no lo haría un colosal reptil de 10 metros de largo persiguiéndolo, y que ya tenía lo que parecía ser un pedazo de tela rosada entre los colmillos.

— ¿Qué rayos... – Bryan tuvo que apretarse junto a la pared para dejarles espacio y los espantados White Tiger, que iban a estar muy nerviosos si lograban sobrevivir eso.

— ¡Señor! – apenas murmuró Ian, grabando todo, especialmente la bestia, le darían gran dinero cuando la enviara a "Cuando los animales atacan".

— ¿Kriki? – Aki entrecerró los ojos y se fijó en el animal, se le hacía extrañamente conocido, hasta que al fin le brilló el foco - ¡KRIKI! - identificó de inmediato el listón violeta amarrado al cuello del imponente cocodrilo indo-pacífico, que pese a estar muy entretenido en su persecución, se paró justo junto al japonés, para sorpresa y evidente ataque cardiaco de sus compañeros, no muy felices junto a semejante bestia.

— ¿Kriki? – dijeron al tiempo los demás, viendo, sin poder creerlo, a Aki abrazar al cocodrilo como si fuera un cachorrito, y el animal respondiendo del mismo modo, con unos lengüetazos a su cara.

— ¿Cómo llegaste aquí? – preguntó Aki al cocodrilo, como si esperara que le respondiera, aunque Kriki ya le dirigía unos sonidos como un llanto o algo así, el típico sonido chillón de un bebé reptil.

— Yo lo traje, señor Hiwatari - se escuchó otra voz, jadeando desde la dirección en que veía la persecución, tenía un marcado acento australiano, y pertenencia a un joven en shorts café y camiseta que no debía de pasar de los 25 años.

— ¿Neil? – evidentemente Aki lo reconocía como el cuidador de la reserva que el abuelo de Suki tenía en Australia - ¿Por qué lo trajiste?

— Ordenes de la señorita Minamoto – se excusó el otro - me dijo que lo llevara a su camerino, pero creo que nos perdimos.

— ¿Se perdieron? – preguntó incrédulo Bryan, aún preguntándose como alguien solo sale de paseo con un cocodrilo de 10 metros en una correa.

— Supuse que era el camerino correcto y fui por un refresco, pero supongo que me equivoqué – explicó Neil en una especie de disculpa, no sabiendo si con este pequeño desastre había puesto a Aki feliz o enojado, es tan difícil saber lo que estos Hiwatari y Minamoto piensan.

— No importa – Aki le restó importancia al asunto moviendo una mano, mientras usaba la otra para rascar entre los ojos de la enorme bestia junto a la que estaba agachado.

— Solo era el White Tiger X, no hay que preocuparse mucho – admitió también Ian, que reconocía esta como una increíble ocasión para conseguir filmación.

— Y... ¿dónde está la señorita? – preguntó nervioso Neil, después de todo ella era la que había pedido que le llevara a Kriki, y no era buena idea decepcionarla.

— ¿No lo sabes? – si Neil era al que ella había estado llamando, y ni él sabía donde encontrarla, estaba difícil hallarla en el estadio.

— Ni idea – reconoció el australiano, al tiempo que le pasaba a Akira la colosal cadena de titanio que servia de correa a Kriki.

— Debe andar por ahí – consideró Pasha, que ya había recuperado la dignidad luego de la incómoda postura en brazos de Tala que la estampida de gatos y reptiles le obligó a tomar. Al tiempo, el cocodrilo dio otro extraño sentido entre chillido, llanto y gruñido en dirección a Aki, moviendo la cabeza.

— ¿Qué dices? – le preguntó este acercándosele al hocico - ¿Sabes dónde está?

— ¿Está hablando con el lagarto? – murmuró Spencer por lo bajo, y dándole unas incómodas miradas a Akira.

— Cocodrilo – le aclaró Bryan.

— Lo que sea – y con una señal, más que desesperado, le indicó - ¡está hablándole! – todos se han vuelto locos.

— Llévame donde Suki – con eso, Akira cogió la cadena de titanio, la amarró a un cierre debajo del listón violeta de seda que Kriki llevaba y se montó en su espalda como quién monta una ola y ambos salieron a toda velocidad.

— Ahora sí enloqueció – gruñó Spencer sin creérselo, mientras el grupo salía corriendo detrás de la pareja de japonés y cocodrilo - ¡Está montando un cocodrilo como una tabla de surf!

— Nosotros estamos siguiéndolo mientras monta un cocodrilo indo-pacífico que de acuerdo a Aki sabe donde está Asuka y lo usa para rastrearla – le recordó Bryan encogiéndose de hombros - ¿quién crees que está más loco?


Lady Dark: Bien, les prometí que aún no iba a dejar tranquilos a los gatos chinos.

Lady Evil: Y no es que tengamos algo especialmente en contra de ellos.

Lady Dark: De hecho, Ray es el único aparte de Kai y Tala que tiene algo de interesante en esta serie.

Lady Evil: Pero sus compañeros tienen algo raro que nos impulsa a arrojarles todas las horribles pesadillas que Suki y Aki son capaces de conjurar.

Lady Dark: No es muy lógico, pero cuando algo de lo escribimos tiene que ser necesariamente lógico.

Lady Evil: Pero a partir de ahora les daremos un descanso.

Lady Dark: Y nos pondremos a torturar a Voltaire.

Lady Evil: Pero antes, es hora de los reviews.

XD XD XD

littledark – Lady Dark: Bueno, tampoco podemos decir que Kai es muy pobrecito. Lady Evil: Pero tampoco podemos decir que ellos dos estén haciendo lo que todos piensan que están haciendo. Lady Dark: Es peligroso hacerse ideas basándose en las suposiciones de Ian, todos saben que él está loco y siempre piensa en el más extraño escenario posible. Lady Evil: Deberás esperar al próximo capítulo para ver que es lo que está pasando. Lady Dark: Y sí, tener a Pasha diciendo amor es raro, pero podemos achacárselo a la adrenalina, drogas, intervención extraterrestre o algo así.

Alexa Hiwatari – Lady Dark: Gracias, apreciamos el cumplido. Lady Evil: Y seguiremos así, por los capítulos que aún falten. Lady Dark: Que esperamos no sean demasiados.

Sumino-Sham – Lady Dark: Jejejejeje... ¿qué quieres que diga? Soy una fanática comprometida y me gusta que todos tengan eso claro. Lady Evil: Como si verte leer 5 novelas de Star Wars, 2 de ellas completamente en inglés, no lo dejara bastante claro. Lady Dark: Me gusta ampliar mis conocimientos, y Jedi Trial fue muy buena, Anakin es lindo. Lady Evil: Mucho Star Wars, esto es Beyblade. Lady Dark: Cierto, cierto. Lady Evil: Sumino, entendemos perfectamente lo que sientes hacia FanFiction, y si ocupas cómplices en la muy justificada actividad de rastrear y matar al webmaster, puedes contar con nosotras. Lady Dark: Ese nos las debe. Lady Evil: Mi hermana sigue enojada de cuando borró su crossover de Harry Potter y H.P. Lovecraft, la muy tonta no guardó copia y lo perdió todo. Lady Dark: Buajajaja... era mi favorito. Lady Evil: Recuerda, siempre guarda copias de lo que hagas, no importa lo viejo que sea.

Fanny-Shadow – Lady Evil: Confiamos en que serás justa con la personalidad de nuestros bebés y que los cuides mucho. Lady Dark: Rómpele la quijada a Hillary por nosotras. Lady Evil: Y personalmente, puedes colocar eso en la sección de anime crossover, aunque si la pones en la Beyblade de seguro vas a tener muchos más reviews. Lady Evil: Y debo decir que me agrada mucho tu idea de mezclar hasta al Perico de los Palotes en la historia. Lady Dark: Puro caos. Lady Evil: Pero sería increíble con yaoi. Lady Dark: Mi hermana, le eterna fan del yaoi. No le hagas mucho caso.

dragonnety – Lady Dark: La verdad es que eso de dejar reviews se no pone complicado a veces, porque nosotras no tenemos Internet en casa, sino que yo voy a un cyber café y copio todos los fics que me interesan con Evi quiere leer y entonces ella opina. Lady Evil: Pero eso como que complica escribir reviews conjuntos. Lady Dark: Pero vamos a tratar de enviarte uno un día de estos.