Lady Dark: Muchas gracias a todos los que nos han seguido hasta ahora.

Lady Evil: Muchos incluso desde nuestro primer fic.

Lady Dark: Esta larga aventura a llegado a su fin, les prometimos que terminaríamos y siempre cumplimos.

Lady Evil: Apreciamos mucho sus reviews y comentarios.

Lady Dark: Y esperamos que disfruten mucho de esto, los hicimos especialmente largo, para no dejar nada colgado.


Capítulo XLII: Caminos distintos

¡HOLA A TODOS Y A TODAS! SEAN BIENVENIDOS A LA GRAN FINAL DEL CAMPEONATO MUNDIAL DE BEYBLADE! – tal era la perorata que D.J. Jazzman empezó a gritar a todo pulmón desde su posición en el centro de la arena de beyblade.

Nadie había desalojado la arena desde el final del duelo entre el BBA Revolution y la Dinastía F, lo que quiere que los vendedores ambulantes habían hecho su agosto y que las filas para el baño eran más largas que lo que cualquier ser humano es capaz de soportar, lo que explicaría la humedad en el piso. Sin embargo, el momento del final definitivo se acercaba y nadie iba a dejar sus asientos ni por todo el oro del mundo.

Siendo esta su casa, Aki no había permitido que Ian pagara los asientos de primera fila, se aseguró de pagar los mejores, y el mismo se aseguró que estuviera suavecitos, Suki no alguien del que se desee estar cerca cuando tiene mal humor, y considerando que, si su plan funcionaba, ella iba a estar de un horrendo humor, al menos la sentada se la iba a poner cómoda. Era tal la depredación de asientos, que hasta tuvo que poner unos de esos guardias de seguridad de la corporación que lucen como matones de discoteca, solo para asegurarse que ningún gracioso le quitara su sitio, y de paso, taparle la vista a todos los miembros de otros equipos que iban a estar sentados atrás, solo por el gusto de hacerlo.

Suki entró a la gradería casi como una reina, con la completa seguridad de que saldría de ahí siendo la prometida del campeón mundial de beyblade, otra cosa de la cual presumir. Aki, detrás de ella, tenía una pose igual de orgullosa, no por que su hermano fuera a ganar, no señor, sino porque estaba seguro de salir de ahí con unos cientos de miles más en el bolsillo, y dejaría a unos sportbook en la pura quiebra. Ian, que sería el único que los acompañaría en gradería, tenía la cara de zorrito que se robo la gallina, lo sabe todo, pero se divierte mucho para contarlo.

— Vamos a ganar, vamos a ganar – canturreaba Asuka en gradería, casi deseando tener su disfraz de porrista, pero su abuelo iba a estar viendo esto, y, podría sobrevivir a Voltaire, pero a su propio abuelo no.

— Suki, no deberías esperar a que terminara el encuentro, quién sabe lo que pueda ocurrir – sabiamente le advirtió Akira, haciéndose el inocente.

— Tonterías, no existe manera en este planeta que Kai pueda perder – insistió ella, ordenando que le trajeran un refresco al asiento.

— Mmmmm... yo no d... – pero cualquier cosa que Ian fuera a comentar fue prontamente cortada por un codazo y una mirada de Aki, que puede ser muy amenazante cuando se lo propone, y que antes de que Suki se pusiera a sospechar, le devolvió una sonrisa tan grande que casi se ocupan anteojos oscuros para evitar que su brillo lo deje a uno ciego.

XD XD XD XD

Mientras tanto, rompiendo la costumbre de presentarse todo el equipo al mismo tiempo, Daichi y Tala se aprestaron a la arena: el mono rojo venía definitivamente solo, pero Tala traía a Pasha, aunque ella estaba en un estado que no era de mucha ayuda tampoco. La extraña decisión de Kai de irse a algún lado llevándose a Bryan y a Spencer la puso inevitablemente nerviosa, y, en su vasta experiencia sobre planes y conspiraciones, estaba segura de algo se cocina por ahí. Desgraciadamente, la necesidad de estar pendiente de Tala le impidió rastrearlos, e iba a tener que confiar en su buena fortuna, lástima que eso no le ha funcionado muy bien que digamos desde que inició este torneo.

— Pasha – le llamó una voz.

— ¿Ahh¿Qué pasa? – Tala entrecerró los ojos a esa reacción, Pasha tenía que estar de verdad dividida entre qué hacer para perder la concentración de ese modo, y si la mirada no lo engañaba, en esa pálida sien se estaba presentando el típico tic de estrés de cuando está preocupada.

— Ya vamos a comenzar – le dijo el pelirrojo a Pashanka, en tono tal que pareciera que se habían invertido los papeles, ella peleaba y él la calmaba.

— Cierto... – tomó unos minutos para concentrarse y enfocarse de nuevo, por lo que la siguiente amenaza le salió un poco desanimada – Recuerda, pierdes esto y te mato.

Tala aprovechó que todavía estaban dentro del túnel de acceso, lejos de cualquier testigo, para acercarse a la rusa, que aún se veía completamente fuera de sí, fuera por la tensión de lo representaba este último encuentro, el cansancio que había sido los últimos meses de planeación y entrenamiento, o la completa resaca que el pasarse la noche anterior bebiendo vodka puro le había provocado, o una combinación de todas las anteriores. Ivanov, que dentro de la jerarquía corporativa estaba muy cercano a la posición de Pasha, sabía que esto era solo un poco de las labores que debía cumplir, y que aún le faltaba bastante para tener unas vacaciones.

— Pasha – empezó el pelirrojo quietamente, no tanto para no ser escuchados sino para asegurarse de que ella le escuchara con atención.

— ¿Sí? – le dijo ella, aún algo abrumada con toda la situación.

— Después de que esto termine – siguió él, viéndole directamente a los ojos - tu y yo tenemos que tomar unas vacaciones... solos.

— ¿Qué quieres decir...? – pero antes de que ella terminara de hablar, Tala la había tomado en los brazos y le había plantado un apasionado en la boca, dejándola completamente sin aliento.

— Nos vemos luego – fue todo lo que le dijo él, caminando rápidamente al área de batalla, y dejando cualquier reacción de ella para después.

— ¿Tala? – apenas pudo decir Pasha en un susurro, permaneciendo parada en su sitio sin tener idea de que hacer o de cómo reaccionar.

(N/A: Para que luego no digan que no cumplimos, ahí esta, romance entre Pasha y Tala)

XP XP XP XP

— Ok, demasiado, no echo más – Spencer cayó exhausto al suelo, llevaban buen tiempo practicando con Kai antes del torneo, dejando que Tala enfrentara solo el primer encuentro, lo que de seguro iba a dejar a Pasha furiosa.

— Lo mismo – Bryan, con un poco menos de remilgos, también se rindió en el suelo, tanto él como Spencer le habían dado a Kai todo lo que tenían, y si tomamos en consideración que eran los Blitzkrieg Boys de los que estamos hablando aquí, era bastante.

— Puede alguien decirme de quién fue la brillante idea de hacer esto justo antes del encuentro final – preguntó Spencer, mientras buscaba dónde conseguir un vaso de agua.

— Sí, porque personalmente, esta táctica de agotarse antes de encuentros vitales me parece loca, y no lo suficiente para ser de Pasha – agregó Bryan.

— Eso no tiene importancia – dijo por su parte Kai, de modo cortante, tanto esfuerzo en combatir a los dos rusos lo había dejado cansado, y se veía casi tan mal como se sentía, pero creía haber cumplido con lo necesario para estar satisfecho.

— ¡Entonces no fue idea tuya! – exclamó Bryan de inmediato, viendo por donde iba el asunto, otra retorcida actividad Hiwatari.

— ¿Qué...? – Kai fue a pedir explicaciones de semejante idea, pero no le dieron tiempo de seguir.

— Fue ese loco de tu hermano – siguió Bryan, apoyando todo su peso en el muro y observando críticamente a Kai, como si solo eso le permitiera ver cómo se habían desenvuelto los hechos - ¡Lo sabía! Debe ser otra conspiración.

— Dejen de balbucear – le cortó Kai, dirigiéndose hacia la puerta del estacionamiento que habían usado para entrenar y se iba a dirigir a la arena cuando sonó la voz de D.J. Jazzman por un altavoz cercano.

— ¡QUÉ INCREÍBLE ENCUENTRO¡TALA Y DAICHI HAN EMPATADO!

— Ya lo oíste, Tala empató, ahora seguro que Pasha lo mata y a nosotros nos toca limpiar – se quejó Spencer, que solo siguió apoyado contra el muro.

— No sería la primera vez – Bryan solo se encogió de hombros, tampoco tenía muchas ganas de ver eso.

— Me voy – dijo Kai secamente, listo a cumplir con su trabajo una última vez en ese torneo, tal vez ahora sí podría retirarse del beyblade.

— Hey... ¿adónde va él? – preguntó Spencer en voz alta.

— Spencer¿te golpeaste la cabeza o qué? – le dijo Bryan, entrecerrando los ojos y mirándolo sospechosamente - Tiene que enfrentarse a Tyson.

— Ahh... – sí, es solo que el ruso simplemente ya estaba cansado de esto, solo quería volver a casa a dispararle a los técnicos del laboratorio - Recuérdame¿por qué seguimos participando en estos tontos torneos de beyblade? Estoy harto de los mocositos que creen que porque pueden lanzar un trompo son superestrellas, y más de los imbéciles fans que de hecho los consideran estrellas por lanzar trompitos.

— Bueno, todo esto forma parte de un plan de contención del jefe – explicó Bryan, qué si gusta de estar al día en la diaria corrupción y conspiración de la compañía - No puede darse el lujo de despedirnos, pero somos muy peligrosos para andar por ahí haciendo lo que queramos en la corporación, así que nos distrae enviándonos a esto.

— ¿Y de verdad cree que eso funciona? – se preguntó Spencer, todo mundo suponía que en algún momento, antes de imaginar la conquista mundial con trompos, Voltaire realmente había sido alguien brillante, ahora es difícil saberlo.

— Parece que sí – le confirmó Bryan.

— Y luego dicen que no está senil – murmuró el otro, mientras se apoyaba más en el muro, hasta que un crujido proveniente de su espalda le hizo parar - Seriamente, luego de esto voy a exigirle a Pasha que contrate una masajista para que nos acompañe a los encuentros – declaró Spencer, buscando una posición más cómoda para su apaleado ser.

— Solo soñando – le respondió Bryan – Sabías que de hecho ella es masajista.

— ¿Quién te dijo eso? – cualquier dolor que Spence tuviera, desapareció al oír semejante comentario.

— Ahh... alguien por ahí – le respondió Bry, con su acostumbrada evasiva - Aunque no sé si creérmelo, nunca la he visto mover ni un dedo.

— Sería típico de ella – gruñó Spence por lo bajo, haciendo crujir sus dedos - Pero de verdad¿quién te lo dijo?

— ¿Recuerdas a Karl von Xylander¿En Seguridad de la Sede central?

— ¿El señor "yo soy perfecto, guapo y todas me desean"? – exclamó enojado Spencer - Me encantaría romperle la cara.

— De acuerdo a las malas lenguas, salió un par de veces con nuestra Emperatriz de Hielo – le dijo el peligrisáceo en tono conspirador.

— Todo el mundo le achaca un amante a Pashanka, parece que el ser "oficial" con Tala no evita eso – le comentó el rubio, y con un tono de zorrito malvado - Deben ser el pantalón de cuero y el látigo.

— Sí – asintió Bryan - En cualquier caso, la última vez que tuve una asignación corta ahí compartí unos tragos con él.

— ¿Estas loco¿Con él? – y Spencer creía que conocía a sus amigos. Matar, destazar y destruir emocionalmente es una cosa, irse de tragos voluntariamente con Karl Wolfdietrich Ritter von Xylander es otra completamente distinta - Estoy seguro que fue a presumirte de todas sus novias, y de lo perfecta que es su vida y de cómo va a llegar a presidente de la corporación antes de cumplir 30.

— No, él no iba a decirme eso, sabe que yo viajo constante con él que sí va a ser presidente antes de cumplir 30 – comentó Bryan, y en aún más confidencia agregó - Aunque sí, habló acerca de ser Vicepresidente de Seguridad antes tener 30.

— Ese es el puesto de Pashanka, lo va a matar – y Spencer seriamente disfrutaba de la idea de Pasha matando a ese alemán - Y tú, en definitiva estás loco.

— Yo solo acepté para alterarle la bebida – lo que en una actitud muy típica de Bryan - pero en el proceso, me soltó unas cosas interesantes del periodo en que salió con nuestra invaluable líder.

— ¿Cómo qué? – nada como buena información para picar a Spencer.

— Bueno, cómo que ella, sabe dar masajes de 7 modos distintos, sabe usar ese látigo de modos muy interesantes y tiene un tatuaje – susurro casi Bryan, no fuera a escucharlos ella.

— ¿Tatuaje? – eso sí es interesante.

— Oh sí – asintió Bryan.

— ¿Dónde? – ah, la curiosidad mató al gato, suerte que Spencer no es uno.

— Me temo que no me dijo – suspiró el otro ruso.

— ¿Crees que Tala sepa? – eso sí sería noticia interesante para su capitán.

— Solo un modo de averiguarlo – dijo Bryan, él y Spencer compartieron en silencio una mirada complicitiva durante unos segundos y se pararon de un salto.

— ¡Yo voy por el tequila! – gritó Spencer mientras iban a de regreso al camerino.

— Y yo por los Doritos – le contestó Bryan.

XD XD XD XD

Pasha aún estaba aturdida por lo que había pasado entre ella y Tala unos minutos antes. ¿Había dicho lo que había dicho¿De verdad la había besado? Tenía seriamente que dejar de beber tanto, es claro que le estaba empezando a afectar el cerebro.

Y todo esto fue empeorado por el cuadro que se topó unos minutos después, cuando apenas se estaba recuperando luego del shock de haber oído el resultado entre Daichi y Tala.

— ¿QUÉ RAYOS TE PASÓ? – gritó ella, con tal intensidad en los vidrios de las puertas en ese pasillo del beyestadio prácticamente temblaron.

— Nada – murmuró Kai, tratando de pasarla.

— ¿NADA¿NADA ME DICES? – el nervio de algunos hombres – APENAS Y PUEDES CAMINAR CORRECTAMENTE. ¿CÓMO PRETENDER JUGAR?

— Pashanka, si sigues así te vas a desgarrar la garganta, cálmate – y efectivamente él se veía muy calmado, pese a estar lleno de raspones y tener la ropa medio desgarrada.

— Dime por favor que fuiste atacado por una banda rabiosa de admiradoras, dime que te piso una estampida de rinocerontes, dime lo que quieras pero no me digas lo que estoy pensando – ella estaba casi suplicando, rogando porque el orgullo y el honor de Kai no sobrepasaran su sentido común.

— He hecho lo que debía hacer – respondió Kai, estaba completamente serio, con sus rojos ojos directamente sobre ella.

— Ahh... y eso me lo pone muy sencillo. ¿Tienes idea de lo que está pasando? – de no haber dudado que tuviera alguna eficacia, Pasha lo habría golpeado ahí mismo, aunque fuera para aliviar algo de tensión - Tala empató, quién sabe lo que pasará ahora. Mi ascenso puede irse a la basura ahora.

— Lamento oír eso, pero tus problemas laborales son tuyos y nada más – le dijo Kai, desechando sus preocupaciones,

— ¿Cómo te atreves a decir eso? – exclamó ella con ultraje - Sabes lo que le pasó a Boris por fallar. ¡YO NO QUIERO IR A UN GULAG!

— Mi abuelo no te enviará al gulag – le aseguró el peliazul - pero esto es algo que mi honor como luchador me exigía.

— ¿Honor como luchador? – Pasha no puede creer que estaba escuchando eso, hay días en que ni ella sabía que pasaba por la cabeza de heredero Hiwatari - Somos soldados, Kai, aprovechamos todas las oportunidades para superar al rival, los que se apegan a su honor mueren con él.

— Entonces mi honor como guerrero – dijo él de modo terminante.

— Eso te va a matar un día, y lo peor es que vas a arrastrarme contigo – murmuró ella – Pero antes voy a matar a Bryan y Spencer, porque estoy seguro que cooperaron en esto.

— Tengo que irme – apenas susurró Kai, pasándola y dirigiéndose a la arena, a acabar con Tyson.

— ¿Puedes prometerme algo? – le pidió ella antes de que desapareciera.

— Adelante – él hizo pausa, como el que escucha el ruego de los condenados, aunque es imposible saber cuál de ellos dos iba a ser el que sufriera más por las consecuencias.

— Gana esto – fue todo lo que le dijo Pashanka, y Kai, sin responder, siguió su camino hacia el encuentro.

XP XP XP XP

— Ok – empezó Suki - Déjenme ver si entendí bien ambos monos rojos...

— Tala se va a enojar si te escucha hablando de él de ese modo – le recordó Akira.

— Como si me importara – exclamó ella, y siguió – Ambos pelirrojos perdieron...

— El término correcto es empatar – le corrigió Ian.

— ¡Cómo sea! – le dijo ella, hastiada de las interrupciones – El punto es que nadie ganó el primer encuentro, y según el viejo pelón que ocupa seriamente perder peso...

— El señor Dickenson – interrumpió de nuevo Aki.

— ¡Igual! – casi gritó ella - Ahora todo se va a resolver entre el Hoyo sin Fondo ambulante y mi adorado Kai.

— Eso mismo – asintió Akira.

— Excelente, más estrellato para mi amor – se levantó de pronto y exclamó lo más alto que pudo - ¡PARA QUE TODOS ESTOS IDIOTAS SEPAN QUIENES SON LOS MEJORES! JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA

— Ahh... Suki, los idiotas están sentados detrás de ti – le susurró Ian, apuntando detrás, donde efectivamente los demás equipos estaban mandando miradas de muerte en dirección a la japonesa.

— ¿Cómo si me importara? – se encogió Asuka de hombros, y dio otra risa tan pasada de maléfica que más sonaba a caballo (N/A: Piensen en las risas de Scarlet en FF7)

— Bien por ti, y nos es que me importen sus sentimientos tampoco, pero, mi brazo acaba de sanar y no me gusta la idea de abrirme camino a punta de golpes para salir de aquí – y efectivamente, Gary parecía desear romperle el brazo de nuevo, no es que haya mucho amor ahí para comenzar.

— Que lo intenten – y con chasquido de Suki, sus matones personales se enderezaron en atención, listos a efectivamente golpear o disparar a los que se atravesara (N/A: Hemos estado viendo muchos fanfics de FF7, porque aquí tendemos que pensar en los Turks de Shinra: trajes, armas y todo lo del caso)

Los miembros de los demás equipos, sentados atrás, le habrían dejado bien claro a Suki que es lo que opinaban de ella, o demostrado su apoyo abierto por el BBA Revolution, o hasta aplaudido por la falta de victoria de Tala; pero la historia de los que pasó entre la ella y la rusa con Hillary y Hiro se extendió, y nadie quería una lanza de combate clavada entre las piernas. Además, los matones de Suki, con sus nada discretas armas de 9 milímetros, tienen el poder de mantener a todos a raya.

En ese momento, Kai entró a la arena de combate, y dando la clara impresión de que este no sería su primer combate del día. Cada uno tenía su propio comentario de lo que Kai pudo haber estado haciendo, pero a nosotros eso no nos importa realmente.

— Ahh... Ian – exclamó Suki después de unos segundos y de chequear bien a través de sus binoculares.

— Sí, Suki – contestó el enano de modo inocente, como si no viera nada raro.

— ¿Puedo saber por qué Kai se ve cómo recién salido de un compactador de basura? – y le señaló al peliazul, que más bien parecía salido de una pelea con Kriki, si nos preguntan a nosotras.

— Tal vez estuvo en uno – le respondió Ian con una sonrisita, inclinando la cabeza en sugerencia.

— ¡No te hagas el listo conmigo! – le espetó ella, cruzándose de brazos y mirándolo de modo bastante enojado.

— ¿Qué quieres decir? – y ahora, Ian siguió con un parpadeo inocente ante la expresión cada vez más enojada de Suki.

— ¡Sabes perfectamente de lo que estoy hablando! – casi le gritó en ella, con lo que sus guardaespaldas se pusieron en expresión aún más amenazante, si eso es posible - Ahora dime¿por qué Kai se ve así?

— Asuka, yo no soy clarividente¿cómo quieres que lo sepa? – le dijo Ian, enfrentando el sentido común a la necedad de la joven Minamoto.

— Yo no sé, se supone que lo sabes todo por aquí – le dijo ella, tan concentrada en Ian que no veía a Aki casi partirse en dos por culpa de una silenciosa risa.

— ¡Yo no lo sé todo! – exclamó Ian, y en una movida suicida agregó - Por ejemplo, no sé el raro tipo de tinte que usas para teñir tu cabello de violeta, o lavanda o raro tono que uses.

— ¿CÓMO TE ATREVES! – ahora sí que gritó - Mi cabello es perfectamente natural.

— Naturalmente sintético – siguió el pequeño ruso.

— Ian, te recuerdo que ando a mis matones, y no tengo ningún miedo de usarlos – casi en señal, uno de los susodichos matones crujió sus dedos, como si deseara moler a alguien.

— Ok, ok. No hace falta ponerse agresivo – Ian ahora trató de apaciguar un poco a la volcánica y temperamental japonesa.

— Ahora respóndeme – le ordenó ella.

— ¿Qué quieres que diga? No tengo idea – hay gente a la que le cuesta entender las cosas, pero la falta de expresión seria de Ian no ayuda a poner en claro su punto, dado que, teniendo una vista bien clara de la risa de Aki, cuesta no contagiarse.

— ¿Y tú de que te ríes? – y ahora Suki también puede ver a Akira, segura de que se está riendo de ella.

— De nada, absolutamente nada – Aki apenas y podía respirar, nada le podía estar saliendo mejor hoy.

El encuentro entre Tyson y Kai comenzó, y todos ustedes lo han visto, y todos los que son fans de Kai lo odian, así que no vamos a profundizar mucho en descripciones. Solo vamos a decir que Tyson peleó, y Kai peleó, y a todos les pareció raro lo brutal de los ataques de Kai, y aunque muchos de los presentes lo achacaron a alguna táctica extraña o deseo de motivar a Tyson a luchar, Aki bien pudo decirles que se debe a que Kai no es muy coherente bajo prolongado efecto de alcohol y cansancio, otra pieza de su maléfico plan. Y otro detalle que tenemos que preguntaros, si son los trompitos los que se están arreando¿por qué son los beyluchadores los que se ven cansados? Ellos ciertamente no se mueven de su sitio, y todos los efectos especiales los ponen las bestias bit. Así que alguien tiene que explicar eso.

Mientras avanzaba el encuentro y se iba destrozando más y más del estadio debido a la fuerza de los embates de Kai y Tyson, se pudieron registrar variadas reacciones, la mayoría de sorpresa y reverencia ante la fuerza de los beyluchadores. Pero en terrenos más familiares, Suki no quería ver, Ian devoraba las palomitas como si estuviera en un cine, Akira cruzaba los dedos (aunque sea engañoso el adivinar a quién le echaba suerte); Pasha, en los pasillos inferiores, había detenido sus esfuerzos en ahorcar a Tala por empatar para dedicarse a despellejar a Bryan y Spencer por permitir que Kai hiciera semejante tontería.

No importa que ya no haya arreglo, el solo matarlos sería satisfacción suficiente para ella.

Y entonces, la cosa se puso fea, el ataque final de Kai y Tyson, hizo no solo volar el techo, sino aparecer toda una constelación de astros en el cielo. Lo que, para cualquier conocer del anime, puede ser achacado a la presencia de alguna excelente droga en el aire acondicionado o a que los escritores de esto vieron demasiadas veces la secuencia final de End of Evangelion, definitivamente nosotras sí lo hicimos. Si ustedes no tienen idea de lo que estamos hablando, lo sentimos mucho por ustedes.

— De acuerdo, ahora eso sí eso es exagerado – exclamó Ian ante semejante espectáculo.

— ¿Te parece? – le preguntó Aki, muy tranquilo, considerando que su apuesta aún no está ganada.

— Sí, pero no importa. Solo espero que este miserable agujero tenga seguro porque ese techo en definitiva no se arregla fácil – comentó el ruso, mientras un pedazo del susodicho techo se soltaba y aplastaba a alguna ilusa unas cuantas filas a la derecha, no es que importe realmente.

Finalmente, y para desgracia de cualquier persona con buen gusto, sentido común o que tenga apuestas contra Tyson, el gordito demostró tener mayor resistencia de la que se suponía, y pudo mantener su blade girando más tiempo que el Kai. Esto significó la victoria del BBA Revolution sobre los Blitzkrieg Boys, por más que nos duela.

— No es posible – Asuka estaba tan asombrada que apenas y podía hablar – No lo puedo creer.

— Créelo Suki, Kai perdió de nuevo – le dijo Ian, sospechosamente tranquilo en la situación, dándole golpecitos en el hombro.

— ¡Qué vergüenza¡El oprobio¿Qué irán a decir mis amigas? – chilló Suki, en otro de sus humildes y desinteresados discursos.

— Bueno, si la vergüenza es demasiada, siempre puedes romper tu compromiso con Kai – sugirió Aki, con una sonrisa demasiado obvia para su buena salud.

— Ni lo pienses Akira, Kai es mío no importa lo que pase – le gruñó ella, evidentemente malinterpretando el gesto de Aki.

Con eso, ella se paró, y con toda la dignidad posible, salió de la gradería, ignorando los gestos de alegría de los demás equipos, satisfechos con haberle bajado un poco el orgullo a ella y a los Blitzkrieg Boys. Claro que esas risitas insidiosas pararon de inmediato al ver a Aki, que, pese que su hermano y su equipo habían perdido, hacía tales gestos de victoria que parecía que se había ganado unas docenas de medallas olímpicas, brincos al aire y todo lo demás. Eso se explicaría claro si supieran que gracias a su conjura, astucia y malignidad en contra de su propio hermano, acaba de ganar suficiente para comprarse un par de Ferraris, pero ellos tienen una idea más o menos buena de Akira Hiwatari, y es mejor no arruinárselas.

XD XD XD XD

— Y una vez más, ustedes me decepcionan – gruñó Voltaire, caminando de una lado al otro frente a la fila de perfectamente formados miembros de los Blitzkrieg Boys.

Estaban reunidos en la sala de la mansión Hiwatari, uno de los pocos cuartos que el equipo de limpieza de la mansión había logrado arreglar luego del desastre de fiesta de la noche anterior. Voltaire andaba de un lado al otro, como león enjaulado y tan peligroso como uno, mientras que los miembros del equipo se cuadraban en perfecto estilo militar. Todos, menos Kai, que no iba a plantarse por su abuelo y solo estaba apoyado junto a la puerta, en su pose de brazos cruzados y ojos cerrados.

Pasha se había deshecho de los guardaespaldas, que en definitiva no iban a poder ejercer su efecto intimidatorio con Voltaire, y se limitaba a estar sentada de uno de los sillones de cuero oscuro que adornaban la sala. Aki, a su lado, estaba a propósito no prestándole atención a las rabietas de su abuelo, favoreciendo revisar las cifras de sus ganancias por las apuestas.

— Quiero que me den una razón valedera por la que no deba enviarlos a todos al exilio en el primer barco de carga que zarpe – continuó el anciano, cada vez más enojado.

— Ehhh... y si prometemos no volverlo a hacer – intentó Ian con una sonrisita.

— Eso fue lo mismo que dijeron la última vez, y ya ven como acabó – le replicó Voltaire, con una expresión tan falsa de afabilidad que hasta era gracioso.

— Pero no nos fue mal esta vez – fue a comentar Tala, medio en disculpas.

— Déjenme ver – comenzó Voltaire, poniendo un gesto pensativo - Perdieron completamente en Italia...

— Fue culpa de Kai, él se dejó ganar – se excusó de inmediato el pelirrojo, casi deseando poder esconderse detrás de Pasha.

— Y no vi que te fuera mejor con ese enano pelirrojo, a menos que también perdieras a propósito – le espetó el jefe, acribillándolo con la mirada.

— Ehh... no.

— Kai fue lo único que impidió una derrota en España, y ambos perdieron aquí – continuó el anciano.

— En un resultado global, nos fue mejor que a los demás – consideró Spencer.

— Y aún así perdieron – gruñó el viejo, que dio un giro y se planto justo al frente del Pasha, con un papel en la mano - Ni que decir con el hecho de que ya me llegó la cuenta de los gastos.

— Uuuuppppssss... – murmuraron los presentes, todos menos Pasha, que estaba sudando la gota gorda ante la mirada de Voltaire.

— Este, señor – trató ella - si pudiera explicar...

— No, no puedes – le cortó terminantemente el señor Hiwatari, que siguió con su paseo por la habitación - Y nuevamente, ustedes son una desgracia para esta Corporación. Así que¿han pensado en un motivo por que el no deba mandarlos al exilio?

— ¿Tendría que mandar también a tus únicos herederos? – sugirió Akira, con una sonrisa muy inapropiada para alguien a punto de acabar en un gulag.

— Ni siquiera me tientes – le respondió el abuelo, entonces dio un profundo respiro, libero un suspiro y continuó un poco más calmado - Ok, no los voy a exiliar de una vez.

— Además, si lo consideramos bien, no hay mucha diferencia entre nuestras bases de entrenamiento y un gulag – hay días en que Bryan de verdad no sabe cuando tener la boca cerrada, hoy es uno de ellos.

— Veamos si dices eso luego de pasar una semana durmiendo a la intemperie – le lanzó Voltaire, junto con una rabiosa morada.

— De acuerdo, me callo – Voltaire debe ser uno de los pocos seres humanos que puede efectivamente intimidar a Bryan

— Dejaremos este asunto así – el anciano concluyó, y apuntando un dedo al equipo les indicó - Ustedes cinco, va de regreso a Rusia en el primer avión que salga.

— Sí señor – respondieron ellos marcialmente.

— Y Pasha, discutiremos más de esto en la reunión de jefes de la semana próxima – había cierto tono en su voz que le dijo bien claro a la rusa que podía olvidarse por una temporada de aspirar a ese ascenso. ¡Rayos, más peleas con Kalidranov!

— Sí, señor – fue todo lo que ella dijo en voz alta.

— Por cierto, Kalidranov llamó – comentó el jefe de modo tranquilo - su equipo para el campamento está listo.

— SIIIIIIIIIIII. YUUUUHHHHHHHHHHHHHUUUUUUUUUU – brincaron y gritaron los rusos, y al darse cuenta de la mirada de reprobación que recibieron de Voltaire, trataron de callarse un poco - Ehhh... perdón, señor.

— Pero no van a haber nada de vacaciones hasta entonces – les advirtió el otro.

— Demonios – más murmullos.

— ¿Qué dijeron? – les retó el jefe.

— Nada señor – volvieron a responder marcialmente.

— Y¿Asuka? – Voltaire abandonó el tono marcial por uno de más de enojado pariente.

— ¿Síiiiii? – ella se conocía ese todo, usualmente era porque había hecho algo malo, aunque no podía imaginar que sería.

— Tu cocodrilo aún está en mi patio – le recordó el señor Hiwatari.

— Ahhh... sí – eso era, el bolso de viaje con patas - Ya me lo llevo – y salió casi corriendo por la puerta.

— Ahora, largo de aquí todos – ordenó el anciano.

— Sí señor – más rápidos que perezosos, los muchachos se escabulleron por la puerta.

— Una palabra Akira – llamó Voltaire cuando el resto del equipo se estaba retirando.

— Sí, abuelo – le dijo su nieto, con su mirada más inocente y tranquila.

— No creas que no sé lo que hiciste – le dijo Voltaire, hundiéndose en el mullido cuero de su sillón.

— No sé de lo que estás habl... – fue a decir Aki, pero su abuelo le detuvo con una mirada.

— Lo que hiciste fue traidor, vil, sinvergüenza y de una grado inimaginable de falta de ética o mínima moral – el anciano hizo silencio, dejando que sus palabras se hundieran antes de continuar, poniendo una sonrisa - Estoy orgulloso de ti muchacho.

— ¿En verdad? – Akira no se lo creía.

— Claro, ese es el comportamiento de un verdadero Hiwatari – le felicitó el abuelo, con una verdadera sonrisa de orgullo.

— Creí que preferirías los ataques frontales de Kai – comentó su nieto, aunque Voltaire nunca había realmente demostrado preferencia por un estilo u otro.

— Eso funciona de tanto en tanto, y casi nunca cuando se trata de negocios – explicó el anciano, haciendo un gesto en la mano como para restarle importancia al asunto - Vas bien.

— Gracias.

— Pero si tu hermano llega a saberlo estás muerto, y yo no voy a intervenir – le advirtió en tono bajo y seco.

— Genial – gruñó Aki, y eso le hizo preguntarse algo - Pero¿cómo lo supiste?

— Tú, y el resto de esos malagradecidos mocosos creen que pueden engañarme – le murmuró el anciano en tono impaciente - Pero no es así, yo sé todo lo que dicen o hacen.

— Ahh... – eso sí no se lo esperaba - Bueno, respecto a lo que dije el mes pasado en la fiesta de Sayaka, yo...

— Akira – le cortó de nuevo el abuelo.

— Sí señor – el jovencito se puso aún más derecho.

— Vete antes de que me arrepienta de que conserves la cabeza – le advirtió el abuelo.

— ¡Sí, señor! Por cierto señor¿no importa si me voy mañana a unas vacaciones largas con Suki a Tahití verdad? Porque ella invitó a Kai y como siempre él no quiso ir, y no me pareció bien desperdiciar las reservaciones, así que...

— ¡Akira! – Voltaire cortó su desesperante tirada con un gruñido casi tirando a grito.

— Sí, señor – sonrió el otro.

— Vete antes de que cambie opinión.

— ¡Sí, señor! – le respondió el nieto, casi cerrando de golpe la puerta.


Lady Dark: Esperamos que hayan disfrutado de nuestro capítulo final definitivo.

Lady Evil: Dejamos unos cuantos cabos sueltos que pueden ajustarse a lo que ocurrió después en la serie.

Lady Dark: Queda la posibilidad de escribir otro fic después, sea como secuela o precuela. Pero tenemos que analizar una posible historia.

Lady Evil: De momento, los dejamos con esto. Agradecemos mil veces su apoyo y hacemos nuestra última revisión de reviews.

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LiZzi – Lady Dark: Bien eso depende, vomitar de hecho puede ser agradable. Lady Evil: En el momento no, pero uno se siente muy bien después. Lady Dark: Y ese chantaje sirve para que veas que Kai no es tan noble tampoco, sigue siendo un Hiwatari. Lady Evil: Y el ser capaz de chantajear lo hace aún más lindo.

littledark – Lady Dark: Bien, podemos pensar que la muerte de Voltaire sería buena para el mundo, pero considera que entonces todo quedaría en manos de Akira y Kai. Lady Evil: Y todavía eso no parece malo, pero entonces sus principales subordinados serían Pasha y los Blitzkrieg Boys, y eso nos hace figurarnos como va a acabar todo. Lady Dark: Y ya viste, por cierto Ian no dijo nada porque estaba sobornado.

Fanny-Shadow – Lady Dark: Gracias, nosotros extrañábamos los reviews. Lady Evil: Especialmente ella. Lady Dark: Y espero que nos envíes la nueva versión de tu fic, aunque no estoy del querer ver el de Yu-Gi-Oh, ese enano de doble personalidad me perturba. Lady Evil: No te hagas, a ti te gusta. Lady Dark: Yami, no Yugi, ese mocoso tiene 16 años y tiene mente de 4 años. Lady Evil: Pues a mi no me molesta, como la yaoista que soy, disfruto de las uniones Yami x Kaiba. Lady Dark¡Yaoistas!

Alexa Hiwatari – Lady Dark: Es el alcohol, Tala se pierde mucho cuando aún está ebrio, simplemente se puso curioso. Lady Evil: Ya pudiste leer el resultado final de ese exceso de alcohol. Lady Dark: O exceso de amor. Lady Evil: Masoquismo. Lady Dark: Lo mismo. Lady Evil: Y ya viste lo que pasó con Kai. Lady Dark: Cayó bajo el influjo maléfico de su hermano, su propio honor y los pésimos escritores de Beyblade. Lady Evil: Nosotros solo lo ajustamos un poco a nuestras propias necesidades.

Alega Sumimo-Sham – Lady Dark: Es triste, y mucho el despedirse. Lady Evil: Pero esperamos poder regresar alguna vez. Lady Dark: Mantén la esperanza, que eso es lo importante. Lady Evil: Que nosotras no vamos a dejar de escribir, tal vez vayamos un tiempo a Gundam Wing a escribir una secuela que debemos, pero amamos mucho a Pasha, Suki y Aki para dejarlos tirados.

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Ahora, un último reconocimiento a todos los que nos han enviado reviews durante todos nuestros capítulos. Y un reconocimiento especial de corazón a aquellos, que habiendo mandado más de 100 durante los primeros 23 episodios, fueron cruelmente borrados por el despreciable servidor de este sitio.

Hikari Mitsune K.

Naoko Harada

miyod

Silverhell

#17

Alega Sumino-Sham

Javiera Hiwatari

Malale

littledark

fanny-shadow

Mary-Mary (aunque la desgraciada de hecho nos insultó y a nuestros personajes, pero el aumentar nuestra lista de reviews es lo que importa)

Mannaz-San

Sele-chan

sky d

Alexa Hiwatari

dragonnety

Yoko

chica g anime

Kize Gorak

Alicia

Tea

Zen/Kurai Kurayami Kage

Oneesan (otra perra quejosa que no puede quedarse callada, pero hizo un comentario grande con muchas quejas, y como dijimos, el aumentar nuestra lista de reviews también importa)

Denia (en sustitución de Zen por la "muerte del vejete", esas fueron sus palabras)

LiZzi