N/A: Ya, después de siglos de no actualizar, aquí tenemos el capítulo 4! Lamento la demora, ya que este cap sí lo terminé hace tiempo, pero por flojera no lo había subido. Y desafortunadamente el cap 5 sí tardará bastante, ese no le he avanzado nada. En fin… Disfruten la lectura!
Saito Tenshi
Capítulo 4: Visita al Cementerio
El rojizo reflejo del sol daba cierto aspecto sepulcral al cementerio, como si una lluvia de sangre hubiera pasado. Las inscripciones de las lápidas marcaban fechas recientes… muy recientes. Ángel-Saito miraba con tristeza el lugar, y su mirada se posó en dos niños y una niña que miraban tristemente dos tumbas con una lápida grande en común. Ángel-Saito se acercó, y pudo reconocer que se trataba de los gemelos Hikari y de Meiru. Los tres se encontraban llorando, Meiru trataba de consolarlos, pero no pudo del todo por estar llorando también.
-¿Qué pasa¿Por qué lloran?- Preguntó Ángel-Saito al trío de amigos.
-No pueden escucharte, Saito.- Dijo Ángela acercándose. -Tampoco verte. Acércate a la lápida y ve por ti mismo lo que pasa.-
El pequeño ángel asintió y dio un paso hacia las tumbas, algo temeroso. Repentinamente, sus ojos empezaron a cerrarse, sin darse cuenta, su corazón era el que lo ponía temeroso, no su mente.
-¡De nuevo?- Dijo alarmado Ángel-Saito. -¡Vamos¡Quédense abiertos!- Ordenaba a sus ojos medio cerrados.
-¡Vamos, Saito¡Tú puedes!- Dijo Ángela animando al pequeño. -¡No tengas miedo¡Yo sé que tú puedes!-
Ángel-Saito no estaba dispuesto a rendirse ni decepcionar a su primera amiga. -¡Quiero saber por qué lloran¡Manténganse abiertos!- Dijo dando otro paso. -¡Quiero…- Uno más. -…saber….- Otro. -…por qué…- Y otro. -…lloran!- Respiraba agitadamente, ya estaba frente a la lápida, con sus ojos abiertos completamente. –¡Lo logré!-
-¡Bien hecho!- Le felicitó una orgullosa Ángela. –Ahora, lee lo que esta escrito en la lápida.-
-Okay… Voy a le… ¡Oye!- Ángel-Saito se detuvo y volteó a ver a Ángela. -¡No sé leer!- Dijo al realizar que en su corto tiempo de vida en la Tierra, jamás tuvo la oportunidad de aprender a leer y escribir; a la hora de dormir, su madre, y a veces su padre, les leía un cuento a los mellizos, pero ellos jamás pudieron reconocer las letras.
-Ahora puedes, Saito querido.- Dijo Ángela. –Inténtalo.-
-O… Okay… Lo intentaré…- Respondió un nervioso Ángel-Saito. Acercó su cara a las lápidas y leyó en su mente:
"Aquí descansa el alma de una bondadosa, amable y de buen corazón madre, Hikari Haruka."
Ángel-Saito tragó saliva, pues aquel nombre era el de su mamá. Tragó saliva, y leyó la otra lápida:
"Aquí descana el alma de una brillante y amable mente de un científico y padre, Hikari Yuuchiro"
Ángel-Saitó se quedó en shock; releyó las lápidas una y otra vez, hasta que se dio cuenta que esos de verdad eran los nombres de su madre y padre. Pronto el shock se convirtió en una triste sensación que el pequeño ángel no pudo retener, así que sus ojos se llenaron de lágrimas, las cuáles recorrieron las mejillas de su cara.
-Mamá… Papá… ¿Por qué?- Dijo entre sollozos Ángel-Saito, su voy reflejando una profunda tristeza, idéntica a la de los mellizos Hikari y la niña Sakurai.
Ángela miró triste y con compasión al pequeño Ángel, -Oh, Saito…- Se le acercó y abrazó. Ángel-Saito regresó el abrazo, aún en sollozos, pero sabía que Ángela sólo trataba de consolarlo. –En este mundo, tu madre y padre fallecieron a causa de quemaduras muy severas, los hospitales estaban llenos debido al gran número de víctimas que el fuego ocasionó; varios murieron…-
-Todo fue… destruido…- Netto dijo sollozando, -¡Todo por culpa de ese navi!- Añadió, molesto y apretando sus puños.
-No… Fue culpa de World Three, Netto-kun.- Saito dijo, volteando a ver a su hermano mientras las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas. –Ellos usaron a ese navi para que las estufas estallaran y luego…-
-Los incendios… comenzaron…- continuó entre sollozos la pequeña Meiru, aún con sus ojos rojizos por tanto llanto. –Tan pronto escuché el grito de mi mamá, bajé y le dije que no se preocupara… que Roll-chan iba a corregir la mala función… Pero… cuando enfrentó a ese navi… ella… Roll-chan… fue… fue…- La pobre Meiru no pudo terminar, llevó sus manos a la cara mientras el dolor y la tristeza aumentaban las lágrimas de su llanto.
-Meiru-chan…- Netto se acercó a su amiga y la abrazó, tratando de consolarla. –Nosotros también lo intentamos… Conectamos rápidamente a nuestros navis, pero… Pese a que eran dos contra uno… Rockman fue borrado…-
Saito bajó la mirada, al parecer recordando ese horrible evento, -Megaman también sucumbió… Ni las fuerzas de Rock y Mega juntos fue suficiente para vencerle…-
En las mentes de los tres amigos se formaron los terribles recuerdos de la batalla contra aquel navi: Meiru veía como su navi rosada con detalles negros y cabello rubio con un moño verde era encerrada en un aro de fuego y trataba inútilmente de apagar las llamas usando torres de agua, pero tan pronto el agua se extinguía, llamas aparecían; la pobre navi estaba sudando, el calor la estaba debilitando, a duras penas se mantenía en pie, y eso sólo por los ánimos de su operadora, no obstante, las llamas se acercaron más a la acorralada navi, y pronto la envolvieron. Los gritos de dolor y horror fue lo último que supo la pequeña Meiru de su navi, pues pronto las llamas se extinguieron sin dejar rastro alguno de la navi rosada; la PET de Meiru sólo mostraba las palabras "Borrada".
Los recuerdos de los gemelos no fueron nada mejor: Rockman, un navi de traje azul oscuro y azul rey, cabello negro y ojos verdes, peleaba contra las llamas, tratando de corregir el error, mientras que Megaman, de traje verde oscuro y verde esmeralda, cabello negro y ojos azules, cubría a Rock del ataque de algunos virus. Antes de que ellos pudieran iniciar algún progreso, se vieron forzados a esquivar un potente rayo de fuego, voltearon a ver hacia la fuente de aquel rayo, y sólo vieron la silueta de un navi con una llama que salía de la parte superior de la cabeza de éste. Cuando preguntaron su nombre, sólo obtuvieron de respuesta más llamaradas, cargaron su Rock y Mega Busters, y lanzaron apenas se completó la carga, sin embargo, éstos disparos fueron bloqueados por una ola de fuego que se movía con gran velocidad y potencia hacia ambos navis, quienes, ante la sorpresa, se quedaron paralizados, sin posibilidades de evadir tan tremenda ola. No hubieron gritos, pero tampoco rastro alguno de los navis cuando la ola desapareció; las palabras "borrado" aparecían en las PETs de los mellizos.
Los sollozos de Meiru fue lo único que impidió que reinara un silencio total, Saito y Netto pronto se unieron a su llanto.
-¿Rock…Man¿Es ese el navi de Netto-kun?- Preguntó Ángel-Saito viendo a Ángela con sus ojos un poco irritados por las lágrimas.
Ángela no respondió, ella simplemente terminó con el abrazo y limpió suavemente las húmedas mejillas del pequeño ángel, viéndole con dulzura, tranquilidad y maternalmente.
-Así que… ¿Esto pasó por "World Three"? Ellos fueron los responsables de las muertes de personas inocentes y de mis padres…- Ángel-Saito dijo, apretando sus puños al sentir como rabia y enojo comenzaba a invadirlo.
-El líder de World Three es Lord Willy. Él desarrolló un profundo rencor y odio hacia Hikari Tadashi, tu abuelo.- Explicó Ángela, mientras se agachaba y tomaba las manos del joven ángel, calmando esa ira que estaba surgiendo. -Él odiaba también a tu padre. Lo que ese hombre más desea es vengarse de la familia Hikari, mi querido Saito.-
-Entonces… eso quiere decir que… ¡Netto está en peligro!- Ángel-Saito dijo alarmado, pero antes de que Ángela pudiese responder o él hacer algo, una niña apareció corriendo hacia el trío de amigos, pero pasó a través de la ángel y el pequeño ángel, lo cual ocasionó una extraña sensación en éste.
-¡Oigan¡Chicos!- La niña gritó. Ángel-Saito se recuperó de aquella sensación y miró a la niña: era rubia, con dos largas trenzas, una enorme frente, era muy pequeña, lo que indicaba que tendría unos ocho años, y usaba un vestido rojo. -¡Ya van a empezar las noticias¡Quizá hablen de Ijuin Enzan!-
Los mellizos y Meiru pararon de sollozar al escuchar el grito de la niña rubia, quien llegó con el grupo, para luego recuperar el aliento que perdió al correr.
-¿Ijuin Enzan?- Repitió Netto.
-¿El NetBattler Prodigio?- Saito Preguntó.
-¡Sí¡Ese mismo Enzan!- Aseguró la pequeña rubia.
-¿Estas segura, Yaito-chan?- Preguntó la niña Sakurai.
-¿Por qué no vamos a mi casa, vemos las noticias, y lo comprueban ustedes?- Sugirió la rubia, Yaito.
-Sí, esa es la mejor opción¡vamos chicos!- Dijo Saito; todos asintieron.
-Mi limosina nos espera en la entrada¡vamos!- Yaito dijo cuando todos comenzaron a correr hacia la entrada del cementerio; en un par de minutos ya no había señal de ellos.
-¿En…zan?- Preguntó Ángel-Saito.
-Vamos con ellos, Saito.- Ángela dijo mientras tomaba la mano del pequeño ángel y comenzaban a volar.
-Esas noticias… ¿Van a ser buenas?- Preguntó preocupado el pequeño ángel, mirando a Ángela, pero ella no respondió. Ángel-Saito miró al frente, esperando que sí fueran buenas noticias, pero algo andaba mal… Lo podía sentir en su corazón.
N/A: bueno, aquí termina. En el próximo cap les puedo decir que aparecen Enzan y Blues, la pregunta es, para bien o para mal? Espero me disculpen la tardía en subir este capítulo, y que de antemano me disculpen por el tiempo que tardaré para subir el otro. Espero que les halla gustado este capítulo! Muchas gracias por leer! Hasta el próx. cap.!
