N/A: Hola! Aquí estoy de nuevo. Quiero aclarar que este es el fic "El secreto de Fawkes" con otro nombre. Se le he cambiado por varias razones, pero la principal es que el título anterior aunque va con el fic no llama a leerlo y lo he cambiado en mi opinión por uno mejor. Bueno como siempre que disfrutéis con este capítulo.
6-El mejor regalo
Faltaba solamente un día para Navidad, un agotado Draco Malfoy subía a su habitación después de haber estado entrenando. Le dio la contraseña a la gárgola y subió por las escaleras. Entró en el despacho y, vio lo que nunca había imaginado ver: Ginny Weasley se besaba con un prefecto de Ravenclaw de séptimo curso. Sin saber porque una amarga sensación recorrió su cuerpo, ¿Celos tal vez? -Se dijo a si mismo- Estoy loco ¿Celos por una Weasley?. Sin poder creérselo aún, recriminó con voz enfadada:
-Weasley esto no es un hotel- Ginny se volteó sorprendida.
-¿Perdona? Déjame acabar de creerme que esto me lo ha dicho Draco Malfoy, a quien, cada vez que vengo, le encuentro en una situación mucho más comprometida que esta.
Draco abrió la boca pero ningún sonido salió de ella y sabiendo que había perdido los argumentos, se fue frustrado hacia su habitación. Ginny se separó del chico con el que estaba, su nombre era algo así como Steff. Todavía no se creía lo que acababa de hacer. Se había estado besando con un chico, que ni siquiera le gustaba, para darle celos a Malfoy. ¿Qué mierda estoy haciendo?¿Celos a Malfoy? Estoy mal de la cabeza, esto de la convivencia me afecta.
-Steff ya es tarde, creo que deberías irte- el prefecto comprendiendo que le habían usado se fue sin decir una sola palabra.
Ginny se quedó pensando ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué diablos era tan importante lo que Malfoy pensara sobre ella? Últimamente estaba muy rara. Su cabeza era un autentico lío y eso la perturbaba. Subió a su habitación rendida, estaba segura de que no iba a poder controlar a su conciencia y eso la atormentaba. Cuando llegó Malfoy estaba dormido, parecía tan inofensivo. ¡Ja! Malfoy nunca llegará a ser inofensivo. Se metió en la cama, este había sido un día muy largo. Mañana saldría todo mejor.
El sonido de la ducha la despertó. Se levanto y vio unos cuantos paquetes en los pies de su cama. Sería posible… ni siquiera se había acordado de que hoy era navidad. Corrió hacia sus regalos y los fue abriendo uno a uno.
Draco Malfoy salió de la ducha empapado, buscó su ropa en el baño pero no la vio. Se le habría quedado fuera como siempre, se envolvió en una toalla y salió. Allí estaba la Weasley abriendo sus regalos. Cogió su ropa y se metió en el baño a vestirse.
-Weasley creí que con el tiempo me habías cogido cariño, pero veo que o eso no es cierto, o no demuestras tu cariño con regalos de navidad.-Ginny miró al chico que ya salía vestido.
-Tampoco me has dado tu ninguno, porque si crees que verte con una toalla es agradable estás muy equivocado, más bien es todo lo contrario.
-La equivocada eres tu- añadió el rubio acercándose peligrosamente a la chica- si verme en toalla, o incluso desnudo, fuera un regalo para las chicas, sería el hombre más generoso del mundo.
-Con esto me estás dando a entender una de dos: o que eres naturista; opción por la cuál no me inclino, o que vas muy sobrado.
-Muy bien, Weasley basta de sarcasmo barato, ¿Quieres mi regalo o no?
-Está bien dámelo, estoy preparada para cualquier tipo de broma o de cosa absur…
¿Malfoy la estaba besando? Joder y de que forma, sus labios se compenetraban perfectamente, sabía que quizás ese fuese el mejor beso de su vida y que no debía desaprovecharlo, pero no podía dejar que Malfoy acabara, todo lo que había luchado por demostrar un odio ficticio hacia aquel chico se desmoronaría. Ginny dejó de pensar en todo eso cuando el rubio la agarró por la cintura. ¿Cómo podía ser tan condenadamente dulce? No le dio tiempo a reaccionar ante el movimiento de las manos del chico hacia su espalda, cuando este ya se había separado y echando una última mirada a la chica, en la que a Ginny le pareció ver un brillo extraño, salió hacia la puerta dejando a una sorprendida pelirroja que luchaba porque su corazón no latiese más fuerte. Sabía lo que eso significaba y no quería que pasase, no con Draco Malfoy.
N/A: Se que he tardado muchísimo, pero he estado muy liada con los exámenes y en las vacaciones entre fiesta y fiesta no he pisado mi casa más que para dormir pero aquí estoy de nuevo. Gracias a las personas que leen esto y espero que me dejéis algún review. Bueno como compensación os alado aquí un minific que no tiene nada que ver con este, simplemente lo escribí un día y he pensado que es demasiado corto para publicarlo por separado. Espero que lo disfrutéis.
Hacerte feliz:
-Hoy al despertarme miré a mi lado buscándote, supongo, que aún tenía la esperanza de que siguieras ahí y de que lo de anoche solo fuese una pesadilla. Pensé; "¿Qué importa si no está? No me hace falta, con solo mover un dedo podría tener a quince chicas rodeándome", pero esa maldita voz, que me atormenta desde que te conocí, me agregó: "mas sólo la quieres a ella".- Todas las miradas se volvieron sorprendidas hacia el chico que se había puesto de pie sobre la mesa de Slythering y había empezado a hablar. No era muy común, mas bien nada común, que Draco Malfoy dijera "te quiero". Nadie excepto una pelirroja, sabía para quien iba ese discurso- es solo su cara la que te gusta ver al despertar, y solo a ella miras anonado todas las noches mientras duerme. ¿Para que engañarte? Por mucho que te duela la quieres.
Joder ¿Por qué me haces esto? Sabes que puedes hacer con migo lo que quieres, y aquí me tienes, subido en una mesa, expresando lo que nadie imaginó escuchar de mi boca. A partir de ahora no podré caminar como si fuese el único capaz de controlarlo todo, porque no controlo lo que siento; ni podré menospreciar a la gente débil porque yo también lo soy. Tu me haces débil, me hace débil el pensar en que te pueda ocurrir cualquier cosa, me hace débil querer estar con tigo a cada segundo que pasa y me hace débil el quererte mas que a nada. Tu me preguntas que porque no puedo ser una persona normal y nunca te he respondido, pero lo voy a hacer ahora. Tuve miedo, mucho miedo de sentir esto. A un Malfoy se le enseña a odiar, a insultar, a ser superior, pero nunca me enseñaron lo que es el afecto, lo que es la ternura, y mucho menos lo que es querer a alguien. Querer a esa persona tanto hasta el punto en que duele. Duele no poder estar a tu lado, duele el pensar que en cualquier momento te puede pasar algo y sobre todo el pensar que nunca vas a volver a dirigirme la palabra; ni a mirarme, ni a abrazarme como todas las noches que te veo a escondidas. Hace tiempo que ya no pedo insultarte, hace tiempo que ya no pedo ignorarte y ahora no podré volver a tenerte cerca. Siento todo lo que te hice hasta ahora y odio el haber comprendido tan tarde que lo único que me importa es hacerte feliz. Se que siempre has odiado esconderte. Me has pedido mil veces que te demuestre lo que quiero y yo te quiero a ti por eso te lo voy a demostrar. Gin ¿me dejaras hacerte feliz para siempre? ¿podrás estar a mi lado pese a lo imbécil que he sido?. Virginia Weasley ¿Querrías ser mi luz?
Un mar de murmuraciones se levantó en ese momento, mientras, una pelirroja se acercaba a su novio con lágrimas en los ojos y le besaba, cerrando así una unión, que pese a ser polémica e increíble, sería quizás, la más sincera que ese colegio vería.
