Hola, una vez más aquí esta mi capitulo, ya se que me tarde mucho, pero no se enojen, no tienen idea de toda la tarea que tengo que hacer, y aunque ya tenia los capítulos hechos, decidí cambiar un poco las cosas, lo que dio por resultado, este capitulo totalmente nuevo. A demás, estoy en la universidad y la verdad las cosas están un poco pesadas últimamente.
Quiero agradecerles a todos los que mandaron su Review, y la próxima vez intentare actualizar mas rápido, pero no prometo nada.
Con respecto a lo de Voldemorth/Harry, al final no estoy muy seguro si ponerlo o no, porque siempre si he cambiado varias cosas y la verdad preferiría dejarlo para una nueva idea que tengo.
Como quiera. Se aceptan comentarios y sugerencias, si tienen alguna queja o algo, manden un review.
Disfruten el capitulo.
ARLET HONEY
La mañana siguiente fue un tanto imprevista para Harry, que despertó a las once de la mañana, si a eso se le puede llamar mañana, y después de perder su tiempo buscando un cambio de ropa que no estuviera taan arrugado, llego a tiempo al comedor para un frugal almuerzo de diez minutos. Avanzando con un poco de calma hacia sus amigos, sin percatarse de algunas miradas que se dirigían a el de todas partes del comedor, saludo con una sonrisa discreta.
-Buenos días, perdón por el retrazo –dijo el chico mientras tomaba asiento entre Ron y Ginny y se preguntaba porque esta ultima no estaba con sus amigos como acostumbraba.
-Al fin –dijo Ron mientras comenzaba a hacer aspavientos con las manos- te estuve moviendo por cinco minutos, ¿A que hora dormiste?.
-No se, creo que caí rendido a eso de las dos, -el muchacho sonrió de manera inocente y giro hacia Ginny- hasta creía que tal ves no los iba a alcanzar –continuo manteniendo su expresión, haciendo enrojecer ligeramente a la pelirroja.
-No, como crees que no te íbamos a esperar –Ginny negó ligera, pero determinadamente con la cabeza.
-Je, pues no es para tanto –Harry volteó hacía el techo- y díganme, ¿ya se fue Harvey? –continuo, dejando pasar sin querer, un poco de resentimiento.
La bruja, que antes tenía una cara de ligera ensoñación, entrecerró los ojos y estrecho los labios, al tiempo que giraba la cabeza al lado contrario, para que él no pudiera ver su expresión. Un movimiento en vano, pues este había girado su cabeza en dirección a la puerta. Unos segundos después, y antes de que sus amigos preguntaran que pasaba, entro su nuevo profesor de DCAO, vestido, como siempre, a la manera muggle. Una playera de manga larga, un pantalón deportivo; serraba el conjunto unos tenis, y todo era de color azul pálido y blanco perla, dejando ver lo atractivo que era.
-Buenos días, perdón por el retrazó –dijo mientras se acercaba a la mesa de griffindor y respiraba forzosamente- ¿Dónde me puedo sentar?.
Y cuando lo dijo, Harry se dio cuenta de que el único lugar disponible estaba a cinco lugares de ellos, pues muchos alumnos continuaban desayunando.
-Pues es ahí o en la mesa de profesores –dijo Ginny de forma cortés, al tiempo que señalaba la mesa de enfrente, donde estaba su lugar vacío.
Por un momento, perecía que el muchacho iba a lanzarle una maldición desvanecedora, pero antes de que transcurriera siquiera un momento, Ron intervino.
-Siéntate aquí, yo y Mione ya terminamos –dijo al tiempo que se ponía de pie e ignoraba la mirada asesina de su hermana- después tenemos que aclarar unas cosas Ginny.
-Por cierto Harry –dijo Hermione al moreno, que parecía vivir en otro planeta pues no se daba cuenta de nada, al tiempo que se levantaba y acompañaba al pelirrojo a la salida- Mc Gonagall quiere ver a todos los de sexto en el aula de transformaciones a las doce, ya sabes para aclarar lo de los nuevos horarios.
-Y dime Harry, ¿qué materias piensas cursar?, porque supongo que quieres ser auror, o no?.
Pregunto Harvey mientras caminaban hacia el salón de defensa, pues Harry había insistido en acompañarlo a su primera clase después de que Ginny saliera apresuradamente del comedor, alegando que llegaría tarde a su clase.
-¿Cómo lo sabes? –pregunto sorprendido.
-Jaja, pues.... porque vi los libros que compraste y me doy una idea.... Defensa –comenzó mientras contaba con la mano- Herbologia, Cuidado de criaturas mágicas, encantamientos, transformaciones y creo que pociones –Harry hizo una mueca de disgusto- ¿Qué pasa?, ¿no te gusta la materia?.
-Pues.... no he tenido tiempo de decírtelo, pero Snape, –y aquí puso cara de franca desesperación- Snape no acepta en su clase a alumnos que no hallan sacado un extraordinario en el timo, y ya viste que no pude conseguir uno, además... creo que aunque lo hubiera sacado, se negaría a darme clases ahora que no esta obligado. No se que hacer –concluyo con un suspiro.
-Y porque no le dices a Dumbledore que lo obligue a darte clase, por lo que veo tienes tus influencias.
-Porque, si Harry obliga a Snape a darles clase, lo más probable es que se empeñe en hacerlo olvidar lo poco que ha aprendido.
Ron interrumpió a sus espaldas, asustando ligeramente a ambos.
-Hola, Ron, –dijo Harry mientras se llevaba una mano al pecho, tomando su corazón y giraba para encontrarse a su amigo, que estaba al lado de Hermione- Mione, ¿qué hacen aquí?, pensé que tenían reunión.
-Pues....... –comenzó el pelirrojo, a la vez que veía al suelo.
-La cancelaron –dijo rápidamente la castaña.
-Ha, -Harvey parecía debatirse entre la incredulidad y la duda, pero después de un tiempo, entrecerró los ojos y agregó con una sonrisa maliciosa- ¿Por qué?.
-Pues.... porque......he...¿He, perdón?
-No sabemos, cuando llegamos al salón de juntas, estaba pegado un letrero explicando que se había cancelado –Ron interrumpió a su amiga, y cuando termino de dar su explicación, lanzó una mirada de suplica a su profesor, instándolo a no hacer mas comentarios.
-Bueno, continuemos –el muchacho giro una vez más y comenzó a caminar una vez más
-Pues... parece que el y mi padre se odiaban a muerte y....
Pero antes de que pudiera terminar su frase, Cho Chang salió de un salón a su izquierda, acompañada de unas cuantas de sus amigas, y cuando Harry volteo a verla, pudo apreciar como su cara de alegría pasaba temporalmente a una de sorpresa, mezcla turbia de confusión.
-Hola Harry –dijo sonriendo tímidamente mientras le daba, inconscientemente, una mirada de arriba abajo, evaluándolo.
-Ho-hola –'¿me esta checando?', pensó al tiempo que pasaba por su lado 'bueno,... no importa, creo'.
Y justo estaba por continuar con su respuesta para con Harvey, cuando, al voltear a verlo, descubrió que la mirada de él no se separaba ni un momento del cuerpo de Cho, mientras mantenía una expresión de neutralidad total. '¿Qué jodidos?'. Y aunque no supiera explicarlo muy bien, sintió enojo florecer en su interior.
Soltó una tos fingida, justo como las que lanzaba su ex profesora Dolores para llamar su atención, logrando su cometido rápidamente.
-¿Si? –Harvey parecía haber salido de su ensoñación.
-Nada, te decía que ya casi llegamos –Harry señalo al pasillo que tenia delante de él y comenzó a caminar hacia ahí, dándole temporalmente la espalda a todos.
-¿Estas....?.
Escucho el moreno a sus espaldas la voz ligeramente divertida de Harvey, pero la segunda palabra fue dicha tan bajo, que no alcanzó a escucharla bien, sonaba como seboso o meloso?. Y antes de que pudiera pensar que pudo haber sido, volvió a escuchar la voz clara de el chico, que ahora estaba a su lado.
-¿Sabes?, creo que tengo la solución a tu problema de pociones.... –dijo mientras sonreía y se llevaba un dedo a la barbilla, pensando.
-Si estas pensando en chantajearlo –interrumpió Hermione, que al fin abría la boca- el resultado seria mucho peor que decirle a Dumbledore.
-Je, no es eso, ya verán –y despidiéndose de los muchachos con un ademán, entro a su salón, donde un montón de chiquillos de segundo le estaba esperando ya.
Harry llego a penas a tiempo al salón, acompañado de sus amigos, y después de saludar a sus compañeros, tomaron asiento al lado de Neville, que releía un folleto que Harry reconoció como el de Criador de plantas mágicas, una carrera que, según recordaba, requería pociones, encantamientos, herbologia y cuidado de criaturas mágicas.
-¿Eso es lo que decidiste estudiar? –pregunto sin poder contenerse.
-Si, pero no creo que vaya a poder, saque apenas un aceptable en pociones... ya hable con él, y me dijo que no podía darme clase –Neville se paso una mano por la nuca, nervioso. Se veía que estaba al borde de un ataque de nervios, y Harry maldijo a Snape por ello.
-Yo escuché que Pansy saco un aceptable y piensa darle clase –Ron interrumpió, no ayudando mucho a mejorar el estado de Neville- es un cerdo favoritista.
-Eso es solo un rumor –dijo Hermione, intentando animar al muchacho, pero su tono de voz revelaba que ni ella misma se lo tragaba.
-No te preocupes Neville, -dijo apoyando la mano en su hombro, y aplicando la misma sonrisa tranquilizadora, esperando que funcionara y el muchacho no se pusiera a gritar- yo también tengo el mismo problema, y creo que ya hallaremos la solución.
Justo en ese momento, el resto de las platicas se dejaron de oír, para dar la bienvenida a la profesora Mc Gonagall. A cada paso que daba se escuchaba el eco de sus zapatos por el piso de roca, y después de dar dos vueltas por el salón, mirando a cada unos de los alumnos, comenzó.
-Muchachos, como sabrán, este año ustedes elegirán las materias que deberán cursar para poder aplicar los exámenes de admisión a las carreras de su elección –en este punto, giro su mirada hacia Neville- así que les aré entrega de una ficha de solicitud que deberán llenar con su nombre, su nota obtenida en el timo, y la carrera que piensan cursar, esto es para que los profesores se centren en la carrera particular de cada uno. Las fichas serán entregadas al profesor correspondiente, y este decidirá si los acepta como alumnos o no –al decirlo, varios pupitres se escucharon rechinar- los llamare por orden..
Todos estaban, en mayor o menor medida, muy nerviosos, bueno....excepto Hermione, que había sacado un extraordinario en todas sus materias. Uno a uno fueron pasando, primero Seamus, que pidió cuatro, luego Tomas, que pidió las mismas que Seamus, cuando llego el turno de Hermione, que había elegido ser sanador y quiso tomar siete materias, Mc Gonagall le recomendó que no aceptara tantas, y luego de un breve estiras y aflojas, termino recibiendo seis fichas, Luego de un tiempo, paso Neville, y aunque la profesora lo miro preocupada no comento nada.
-Potter, tu turno.
Para sorpresa de si mismo, Harry no sentía tanto nerviosismo como creía, así que se levanto y fue a pedir las materias que tenia planeado.
Muy bien señor Potter –dijo la profesora mientras entregaba los papeles seleccionados- pero le repito que es una carrera muy difícil.
-Gracias, pero ya estoy decidido –y eso pareció agradarle a la bruja, pues sonrió y dijo.
-Me alegra, muy pocos saben que es lo que quieren, pero aun mas pocos saben porque lo quieren –dijo soltando una mirada indescifrable- trae esto cuando termines –arrepentida de haber mostrado esa sonrisa, la bruja arrugo ligeramente sus cejas y volteo a su lista, llamando al siguiente.
Ron ya se había dado cuenta de las intenciones de su hermana. Y rayos, no lo pensaba permitir. Vale, que admitía que en otras circunstancias apoyaría a su hermana a seducir a su mejor amigo, huy. No por nada era su hermana y prefería su felicidad a la propia. Pero....no, no lo podía negar, ya se había dado cuenta de que Harvey y Harry se amaban, aunque el ultimo pareciera no haberse dado cuenta.
Y es que Harry era taaannnn.... tremendamente despistado que dudaba se diera cuenta de la importancia que tenia para él y para todas las personas que conocía. Podías odiarlo, amarlo, querer estrangularlo o protegerlo y desear no haberlo conocido, pero lo que no podías era simplemente ignorarlo. Y eso fue justamente lo que paso con Ron cuando lo conoció. Desde la primera vez que lo vio en el tren, y con el paso del tiempo, había decidido que lo protegería como si fuera un hermano más, y había momentos en los que se enojaba con él, había momentos en los que deseaba estar sobre él y no a su sombra, como siempre parecía estarlo, pero la mayoría del tiempo parecía que no podía lograrlo, o siquiera estar a su nivel. No, no se refería a la altura, para nada, él mismo había crecido demasiado para su gusto, y comparado con Harry, este todavía parecía un niño.
Para empezar, Harry era el niño que vivió, y eso lo dejaba por una distancia considerable. Después estaba el echo de que generalmente conseguía las cosas que necesitaba sin haberlas pedido, como cuando recibió su escoba en primer año o como cuando pudo entrar al torneo de los tres magos en cuarto cuando todo mundo quería hacerlo. Y también, aunque le apenara decirlo, siquiera pensarlo, que, a veces, cuando no podía ocultar el echo de que no tenia mucho dinero, se sentía un poquito inferior a Harry.
Pero al punto.
Desde el día que la señora esa había llegado para hacer lectura del testamento, y toda la familia se había dado cuenta de la relación de ellos dos, se había prometido de manera callada, que ayudaría a Harry. Pasase lo que tuviera que pasar y sin importar otra persona. Aunque.... honestamente, no encontraba la manera de ayudarlo.
Llego el día de regreso a Hogwarts, y valla que se llevo una sorpresa mayúscula cuando resulto que aquel chico extraño resulto ser su profesor. Pero decidió que no tenia mucha importancia si te ponías a pensarlo detenidamente, y menos cuando el mismo llego a la mesa de su casa, para disgusto de su hermana, que creía podría alejarse con sus amigas a la hora de la comida.
Y eso era precisamente lo que le preocupaba.
Ginny.
Se levanto a saludar el día y darse una ducha, limpiándose con esmero en ella, y una vez fuera, vestido y arreglado, decidió que ya era hora de despertar a Harry.
-Ya, hermano, despierta –'¿por que rayos parece nunca crecer?', se pregunto mientras se acercaba más a la cama y lo miraba, '¡si parece un niño!'- ¡Levántate!.
Pero Harry ni siquiera abrió los ojos un poco, solo siguió dormido, en la misma posición mientras murmuraba algo.
-Harvey –su voz era apenas un pequeño susurro, pero la frase llego clara a los oídos de él.
-Despierta Harry –'si él estuviera aquí, si despertarías más rápido' pensó mientras lo sacudía ligeramente y comenzaba a desesperarse.
-No..... Harvey,..... –el moreno se movió a la derecha- todavía no son las doce, podemos dormir un rato más.
'Es cierto, estas vacaciones se ha levantado muy tarde', y entre recuerdo y recuerdo, salió lentamente del cuarto, pasando entre las camas de sus compañeros, que miraban un tanto divertidos la escena.
-¿Lo vas a dejar así? –pregunto Seamus mientras terminaba de ponerse su corbata y lo miraba de manera interrogante.
-Si, parece que esta teniendo un buen sueño, -explico mientras tomaba la perilla de la puerta- y, de todas maneras, hoy no tenemos clase –y saliendo del cuarto, comenzó a bajar las escaleras con una sonrisa en la cara.
-¡Ron!
La voz más dulce que él conociera, inundo la sala común con lentitud, haciéndolo sonreír un poco más fuerte y bajar de un tirón el resto de las escaleras.
Y es que....
En medio de la sala, estaba un ángel de piel morena y pelo castaño, el centro de su felicidad y la persona que más lo entendía en este mundo de locos. Se acerco con lentitud el ultimo metro que los separaban y saludo, saboreando su nombre antes de darle un beso en los labios. De buenos días.
-Hermione.
-Ron.
La castaña enrojeció ligeramente, pero, aprovechando que la sala común estaba todavía bacía, acepto el beso que le ofrecía su novio.
Porque sí, hacía un mes seis días que eran novios. Esas vacaciones las había aprovechado el pelirrojo en hacer que la joven bruja se convirtiera en su novia. Y lo había logrado con éxito.
Salieron de la sala común cuando se escucho el primer sonido de las puertas al abrirse, y fueron al comedor, aprovechando los lugares ocultos y lugares vacíos para intercambiar caricias.
-¿Hasta cuando vamos a decirle? –pregunto Hermione, después de dejar la boca de Ron.
Y antes de responder, Ron bajo la mirada, triste, al suelo, que parecía encontrar muy interesante.
-No quiero que se sienta excluido.
Y ante esto, Hermione no pudo decir nada más, ella parecía querer tanto a Harry como él, y eso le causo un sentimiento muy agradable en el interior. Así que fueron al comedor, que se lleno progresivamente rápido, esperando la ora de comer. Dumbledore dio iniciada la comida y Harry todavía no llegaba o daba muestras de querer hacerlo, al igual que su nuevo profesor de DCAO. Pero lo que si llego fue su hermana, y justo estaba por decir buenos días, cuando esta pasó casi de largo, solo con un ligero saludo en el aire que casi paso desapercibido para él. Cruzó el comedor hacia sus compañeros de curso, y después de hablar en voz baja con ellos, fueron a sentarse de manera desvergonzada en los espacios vacíos que había entre ellos, solo dejando el reducido espacio de dos asientos, uno de los cuales ocupo su hermana.
-Buenos días Roney –le saludo de manera formal mientras veía la cara de estupefacción de Hermione y el rostro ligeramente calculador de Ron- y, -agregó mientras una sonrisa picara se posaba en su boca- ¿cómo les fue hoy en la mañana? –y ante esto, Ron no pudo si no enrojecer, él sabia que aunque no les había comentado nada a su familia, todos ya tenían la sospecha de lo que ocurría entre ellos dos.
-Eso...-pero sentía que su voz no sonaba con la suficiente confianza- no te incumbe Ginny.
Y continuo comiendo, ignorando parcialmente a su hermana, mientras intercambiaba caricias por debajo de la mesa con su novia. Bueno, no de esas caricias atrevidas, sino simples contactos casuales y roces tímidos de manos encontradas por lo bajo.
Ya había transcurrido casi todo el desayuno, y había pasado la profesora Mc Gonagal a decirles que los esperaba en el salón de transformaciones, cuando por fin apareció Harry, se veía un poco agitado, pero camino con moderada lentitud el tramo que lleva de la puerta, hacia la mesa de su casa. Ron se pregunto temporalmente donde había aprendido a caminar con esa fluidez y gracia, que lo hacia parecer mucho más fino de lo que estaba acostumbrado, y al parecer no era él único en notarlo, varias cabezas en el comedor voltearon a verlo, su caminar continuo y seguro, acompañado por la ligera sonrisa en su rostro, hacían de Harry, un gran atractivo visual para muchas chicas, y chicos, si considerabas el echo de que varias cabezas que se dirigían hacia él parecían tener una sombra de deseo oculta bajo la admiración.
-Buenos días, perdón por el retrazo
Harry dirigió una mirada ligeramente interrogativa hacia Ginny, antes de tomar asiento en el único lugar vació, sin darse cuenta.
-Al fin, te estuve moviendo por casi cinco minutos –'bueno, no hay que exagerar'- ¿A que hora te dormiste ayer?.
-No se, creo que caí rendido a eso de las dos, -dijo su amigo mientras ponía una sonrisa inocente y se giraba hacia Ginny, sin saber el efecto que podría tener ese echo en su hermana- hasta creí que tal vez no los iba a encontrar.
-No, ¿Cómo crees que no te íbamos a esperar?.
-Je, pues... no es para tanto –Ron volteo a verlo, mientras levantaba el rostro hacia el techo del comedor, en un movimiento lleno de gracia, y entrecerraba ligeramente los ojos- y díganme, -dijo a nadie en particular- ¿Ya se fue Harvey.
Y casi inmediatamente después, como si un resorte lo hubiera impulsado, giro la cabeza hacia la puerta, antes de que pudieran contestarle que todavía no se presentaba a desayunar.
-Buenos días, perdón por el retrazo –sin quererlo, Harvey repitió la misma frase de Harry, se notaba que había venido corriendo, pero Ron estuvo seguro que no era precisamente porque hubiera ido a ser ejercicio, más bien parecía, por sus ligeras ojeras, que él tampoco había podido dormir bien- y....¿dónde me puedo sentar?
'Buena pregunta'
-Pues es ahí o en la mesa de profesores.
Y antes de que la matara, o hiciera algo peor de lo que creía, ofreció su lugar.
-Después tenemos que arreglar unas cosas Ginny
Y el después llegó.
-¡¡Se supone que eres mi hermano y deberías apoyarme!! –le soltó Ginny en cuanto lo llevo lo suficientemente lejos de Harry, un poco antes de la hora de la comida. Estaban cerca del lago, viendo la superficie de este mientras algunos tentáculos salían con cuidado de ahí.
-Yo.... yo no pienso permitir que lo estropees –comenzó mucho más inseguro de lo que se había propuesto.
-¿Estropear?, estropear ¿que? –Ginny parecía realmente molesta- ¿ya viste como.... ese,... como lo mira?, ¿cómo lo trata?.
-No dijiste nada cuando estaba con Cho, -el tono de Ron se volvió suspicaz- ¿Por qué? –pero la pelirroja no respondió, solo bajo la mirada- ¿Por qué sabias que no funcionaria? –y la mirada de su hermana se hablando, dando la respuesta sin consentirlo- Si.
Y dejando espació, permitió que su hermana organizara su respuesta. Estaba conciente de que su actitud hacia ella era cruel, pero no podía permitirlo mucho tiempo o saldría más lastimada.
-Yo... yo lo am...
-¡¡No!! –soltó de manera brusca, y las lagrimas que casi se escaparon de los ojos de ella, le indicaron que tal vez estaba siendo demasiado brusco- no –bajo tres cuartos su tono- tú no lo amas, –dijo acercándose con cuidado, esperando que no saliera mal y limpiando con su mano una lagrima que se escapo- te gusta, te apasiona, te agrada estar cerca de él, como a muchos más, pero no lo amas.
-Harvey tampoco lo ama –dijo en un ultimo intento desesperado- o.... por lo menos no puedes estar seguro.
-No –concedió- pero si te puedo decir que a Harry también le gusta, -y poniendo una sonrisa tierna continuo- aunque no parece darse cuenta. –su hermana lentamente comenzó a asentir- ¿Lo habías visto antes tan feliz?, yo no –dijo antes de que le interrumpiera- ya no se obsesiona con la muerte de Sirius, ríe más,-sonrió para si mismo- es más bromista, pero sobre todo.... no se siente solo.
Ginny pareció pensarlo un poco, debatiéndose entre las opciones que tenia frente a si, y cuando finalmente se decidió, comenzó a hablar en un tono muy bajo, sus defensas al fin habían caído.
-Pero.....
'¿Pero?, nada de pero'
-Nada, -dijo con la voz calmada, pero mucho más segura que en un principio- mira Ginny. Harry es... es..... es como mi hermano –concluyo, esperando haberse dado a entender.
-Yo también soy tu hermana, ¿lo protegerías antes que a mi?.
-No lo se. –dijo Ron, aunque tenia una pista de la respuesta- Pero si estoy seguro que no voy a permitir que te lastimes y lo lastimes a él, no de esa manera, ¿estamos?
Un momento de indecisión en la mirada de su hermana, Ron estaba harto, por decir poco, y estaba seguro que si no respondía afirmativamente, le declararía la guerra a su hermanita.
-Si, de acuerdo –la voz de ella expresaba tristura.
-¡Pero por....q! –y ahora era turno de Ron de arrepentirse- ah, lo siento.
-¡¡Gracias!!.
Fue lo primero que dijo Harry al recibir su horario de clases en el desayuno a la mañana siguiente. Parecía que lo decía a nadie en particular, o eso parecía al principio, cuando cerro los ojos con emoción contenida, esperando que lo que hacia poco había leído no desapareciera o fuera solo un juego de su mente. Una vez más, abrió los ojos y releyó su horario escolar.
Ahí estaba, Pociones estaba escrito varias veces en su horario. Y al fin estuvo conciente de la carga que tenia por saber que no podría tomar la materia. Además, se escuchaban grititos de felicidad contenida en algunas mesas aledañas, Neville entre ellos.
-¿por qué te preocupaste? –la voz de Harvey susurrando en su oído, lo hizo sentir una ligera corriente en su columna- te dije que lo podía resolver, ¿no?.
Y antes de que se pudiera dar cuenta de lo que estaba haciendo, tomo al chico de piel albina por su camisa roja y lo jalo hacia sí, depositando un beso de agradecimiento y alivio en su mejilla izquierda.
'¡Coño!', '¿Qué acabas de hacer?'. Sintió como si un balde de agua fría cayera en su cabeza, y aflojo a su presa con cierto miedo a encontrar enojo en sus ojos.
-Heee..... lo siento –dijo sin atreverse a verlo a la cara. Suerte para Harvey, que en ese momento estaba más rojo que su camisa.
-N-nno importa.
Y sin voltear a verse siquiera una vez, siguieron comiendo su desayuno, dejando pasar el tiempo. Afortunadamente faltaba poco para que terminara, y una vez el director lo hubo dado por finalizado, ya se habían calmado lo suficiente.
-¿Cuál es tu primera clase? –preguntó Harvey.
-Magia antigua.... –contesto el moreno, después de mirar una vez más su horario.
Hacia unos cuantos minutos que habían llegado al aula, y Harry agradeció a Hermione por haberlo obligado a correr el ultimo tramo hacia ahí, pues apenas si ocuparon un lugar decente en el salón. Tenían clase junto con Ravenclaw, y aunque Harry se sintió un poco extraño cuanto tomo asiento al lado de Marietta, que una vez más acompañaba a Cho. Decidió no decir nada, ni saludar a la ultima, mientras ella permaneciera en medio
Poco después de que llego al salón, el resto de los alumnos llego, siete minutos antes de que la clase comenzara, y todos se hallaban disputando un sitio muy cerca del estrado del maestro.
El ambiente de este era muy peculiar, ya que en vez del clásico escritorio, se hallaba una mesa que contenía varios papeles, algunas hojas de árbol, libros y artefactos.
Pero antes de que los alumnos llegaran a los extremos, y comenzaran a pelear, la nueva maestra, que parecía no superar los 24 años, hizo su entrada por la puerta, acallando a todos los alumnos, que corrieron a ocupar los lugares restantes de la sala.
Llevaba un vestido azul cielo que parecía estar echo de una sola pieza de tela y que provocaba sonrojo en muchos de los chicos ahí presentes, su cabello blanco estaba decorado con flores silvestres, algo un poco raro si te ponías a pensar en que el clima de ahí no era precisamente muy cálido, aunque todavía no hacia frió.
Sonriendo de manera un tanto despreocupada, camino con paso ligero, colocándose tras la mesa, y apareciendo una silla con una varita que parecía estar echa de una rama, pues estaba ligeramente chueca por varios nudos que contenía.
-Buenos días, muchachos –dijo con voz dulce y fina- soy la señorita Arlet Honey, y seré la encargada de dar la clase de Magia antigua.
Una vez hubo terminado su frase, callo, esperando que alguno de los alumnos hiciera un comentario, y después de pasear la mirada por todos los alumnos, poso la mirada en Harry, antes de ensanchar su sonrisa y volver a abrir la boca.
-Bien, si no tienen nada que decir, -y giro los ojos hacia el resto de los presentes- comenzare con la clase. ¿Alguno de ustedes tiene una idea de lo que veremos en la materia?.
Hermione, para no perder la costumbre, levanto la mano, al igual que algunos chicos de ravenclaw.
-Si –dijo la maestra, cediendo la palabra a la morena, por ser ella la que más rápido levanto la mano.
-Magia antigua, o magia complementaria es una materia en donde se ven los diferentes tipos de magia a trabes de la historia, sus diferentes catalizadores y las costumbres que se han ido perdiendo con el tiempo.
-Bien, cinco puntos para grifindor –dijo con una sonrisa pequeña, parecía una niña pequeña- he dividido el curso en grupos. Estudiaremos –dijo estirando la mano, hacia donde estaba un trozo de papel rectangular de no mas de una mano de ancho y lo alzo para el resto del salón- las cartas mágicas.
Cuando la bruja levanto el papel, todos los alumnos pudieron ver que en el se encontraba dibujado un niño, sentado en un trono con los ojos cerrados, rodeado de lo que parecían ser espirales de fuego y vestido con un arlequín rojo. Y antes de que alguno de ellos hiciera un comentario, Harry sintió como la carta o lo que fuera absorbía la magia de la profesora, tornándola propia y haciendo escupir un ligero remolino de fuego que asusto a todos.
-Estas –La bruja continuo, ignorando algunos ruidos de admiración y miedo- son muy útiles cuando los magos no pueden dominar algún hechizo en particular, o cuando su regente le impide hacerlo. Si pueden conseguirlas, o hacerlas claro –y por la sonrisa que dejo salir, dejo muy en claro porque no eran muy conocidas- También estudiaremos a los shikigamis –dijo colocando las palmas sobre las hojas que aun estaba verdes y frescas.
Y aunque ahora los alumnos estaban un poco más preparados para esperar lo que fuera, soltaron un grito de admiración cuando estas comenzaron a moverse y se transformaron en ligeras presencias, tomando una forma semitransparente, antes de dar vueltas por el salón en un baile cadencioso y regresar a la posición inicial. Donde la señorita Honey parecía disfrutar con las caras de sus alumnos.
-Los shikigamis son espíritus que utilizan la magia de algunos magos para poder aparecer, son muy utilizados por el imperio mágico oriental para realizar trabajos menores, y se les puede llamar, ya sea de hojas de algunos árboles mágicos, o de pergaminos especiales.
Los alumnos no salían de la impresión, ya estaban acostumbrados a ver otras cosas, pero esto era totalmente diferente, nunca habían visto algo parecido. Algunos alumnos levantaron la mano, deseosos de preguntar cualquier cosa, pero la maestra hizo un movimiento con la mano, dando a entender que luego contestaría sus preguntas.
-También están, por supuesto –dijo tomando un báculo de la mesa, que estaba adornado con una especie de zafiro del tamaño de un huevo y era de color azul- los primeros prototipos de varitas. Algunos son mejores que las mismas –y al decirlo, movió la mano apuntando a la pared del castillo- difindo –y de la punta del báculo, salió una fuerte honda que corto la pared a lo largo- Pero son muy caras o difíciles de hacer, todo lo contrario a las varitas de ahora, que se pueden hacer en un tiempo record. –y poso una vez más el báculo en la mesa, no sin antes reparar la pared- Estudiaremos algunos tipos de bailes y cantos, -dijo levantando uno de los libros, que se titulaba Ceremonias mágicas- que se utilizaban para llamar la lluvia, curaciones y para hacer algunas invocaciones a espíritus mas antiguos y sabios, entre otras cosas. Por ultimo –dijo mirando a los chicos una vez más- estudiaremos la animagia in animanus, ya que la animagia como tal, la estudiaran en transformaciones y la levitación en encantamientos según entiendo.
Cuando el silencio estuvo impuesto en el salón, y dejo en claro que la profesora había terminado, varias manos se elevaron sobre las cabezas, deseosas de saber más. Harry no levanto la mano, no porque no tuviera preguntas que hacer, '¿regente?', 'animagia in animanus?'sino porque tenia miedo de que sus preguntas fueran estúpidas.
-¿Si? –Arlet, sonrió enigmáticamente y cedió la palabra ha Seamus.
-¿Q-qué es eso de nuestro regente? –Pregunto el muchacho con cierta vergüenza, provocando cierto alivio en Harry.
La profesora lo miro entre extrañada y sorprendida antes de preguntar.
-¿Alguno de ustedes puede responderle? –dijo paseando la mirada por todos los ahí presentes, incredulidad reflejada al darse cuenta de que solo muy pocos levantaron la mano, la mayoría de ellos hijos de magos- a ver,..... tú –la maestra señalo a un tímido Neville, que estaba sentado casi al fondo del salón.
-Pues..... me dijo mi abuela.. que cada ente nace bajo el dominio de una fuerza mágica, que puede facilitar o dificultar el dominio mágico del mismo. –dijo el chico un poco tembloroso, pero seguro.
-Si, así es –y agrego con un poco de curiosidad- y ¿sabes cual es tu regente? Guapo.
-La naturaleza –Nevilla parecía querer desaparecer, pero sonrió tímidamente, que él recordara nunca le habían dicho guapo.
-Aaahhh, la naturaleza –la maestra parecía encerrada en su mundo- como me gusta, tan calmada, tan estable y llena de vida. Bueno –dijo saliendo de su entonación de manera abrupta, asustando ligeramente a algunos de los ahí presentes- ¿Otra pregunta? –y en esta ocasión solo algunas manos se levantaron, incluyendo a Harry, que había decidido no quedarse con la duda -¿si? –dijo casi inmediatamente la mujer, señalándolo con alegría.
-¿Qué es animagia in animanus?, ¿cuál es la diferencia?.
La bruja lo miro con dulzura y sonrió tiernamente, como cuando se ve algo que hace mucho tiempo se desea, y cuando contesto, lo hizo con la voz más suave que había utilizado hasta ahora.
-La animagia no solo es la transformación de un mago en un animal, las primeras guerras entre magos se realizaron por medio de animales mágicos, como los Fénix, los Pegasos, los minotauros y muchos más, de echo, esa fue la causa principal de que casi quedaran extintas algunas especies. La animagia in animanus, consiste en conceder y alimentar a la criatura con tu propia esencia mágica para volverla más fuerte y resistente. Las batallas entre colosos duraban días, y solo terminaban con la muerte o la falta de poder del mago que las dominaba. Además, existen otros animales que demuestran tener poderes por si mismos, el mejor ejemplo, fue la manada de chacales encontrada en América y que convivían con los pieles rojas de la zona, que los trataban con respeto y devoción.
Una vez contestada la pregunta, Arlet giro una vez más al resto de la clase, que estaba en completo silencio, y como una pregunta lleva a la otra, el resto de la clase estuvo compuesta de preguntas de los estudiantes. Hasta que llego la hora, y un pitido de reloj les anuncio el fin de la clase, para desesperación de todos, pues estaban disfrutando la clase como ninguna.
-Antes de que se retiren. –dijo la profesora- La próxima clase veremos cuales son sus regentes –levanto la mano, pidiendo silencio, pues los murmullos de excitación aparecieron- y por lo tanto tienen tarea –silencio- Bueno, no es para tanto, solo tienen que investigar como funciona el hechizo de esencias que utilizaremos, se llama verita escenum incite.
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