Hola gente hermosa, hoy amanecí de muy buen humor porque al fin me llego la inspiración, ya tenia echo la mayor parte de este capitulo, pero no me terminaba de convencer, así que decidí empezar desde cero, y creo que resulto buena idea.

Como sea, me gustaría pedirles una disculpa por el ligero retraso, y avisarles que desgraciadamente voy a seguir actualizando a este ritmo.

Como sea, bienvenidos sean todos a la continuación de esta historia que cada vez me esta gustando más.


Contestación a los Reviews:

Caro: Muchas gracias por tu review, ya ves que no tuviste que esperar tanto. Jeje, no que pueda decir que lo mismo de los demás.

Jak-luna: Si, a mi también me estaba impacientando este chico, pero no podía forzarlo a hacer nada, cada vez que lo intentaba, la historia rechazaba el guión.

Stiby: Lamento haber tardado en hacer esta historia, pero la verdad no tenia tiempo, y justo cuando lo tuve, pase por un bache en la inspiración. Sin embargo, espero que te sigua gustando mi historia, y que te guste este capitulo en especial.

Slyther88: Ya pronto se van a declarar, lo prometo. Solo espérate un poquito más.

Selene1981: Pues, ya vez, aquí una vez más, esperando que pienses que ha balido la espera. También aprovecho para decirte yo también espero pronto volver a ver tu nuevo capitulo.

Martyna: Pues bueno, yo si he leído Fics en donde Harry tiene guardián, pero la historia no es tan buena como la mía (broma), la verdad algunas de esas historias me gustaron mucho, pero la verdad, me gusta hacer cosas nuevas, con ideas nuevas. Espero que siguas leyendo mi historia.

Prongs: Ejem, bueno, pues…. Veras, el otro fic que puse, también me gusta a mi mucho, pero la verdad yo creo que va a tener que esperar. Todavía no se que final ponerle a al historia en mi cabeza y no se si quiera comenzar a desarrollar situaciones que lo contradigan. Además, no voy a tener mucho tiempo para ese por el momento, sin embargo, prometo que si voy a hacer esa historia.


En fin.

Disfruten leyendo:


Revelando sentimientos:

Los días pasaron con rapidez, para ser más específicos, transcurrieron tres semanas desde que el nuevo curso comenzó, ¡¡¡¡¡Y todavía NADA!!!!!.

Era desesperante ver como el chico que vivió, capaz de sobrevivir a la maldición asesina, enfrentar a Voldemort una vez al año desde los once, invocar un patronus corpóreo fácilmente, salvarse de las garras de grupos enteros de mortifagos, fuera incapaz de darse cuenta de una sola verdad.

Le gustaba su profesor.

Ron Weasley, un mago pelirrojo, tímido, de mirada azul acero, como a el mismo le gustaba alucinar, digo, decir, jugaba enojado contra el tablero mágico, una partida de ajedrez por la mañana, mientras esperaba la llegada de su novia.

-Torre, avanza tres casillas –dijo con tono molesto a una torre antipática que le rogaba no lo hiciese- ¡Ya! –su voz sonaba ligeramente furica.

La torre, con un respiro de resignación, avanzo con paso inseguro hasta la posición indicada, solo para ser machacada por un peón de manera infantil.

'Tan infantil como Harry', pensó con resentimiento.

Varias veces se había sorprendido de las indirectas tan fuertes que mandaba Harvey hacia el moreno, pero eso no parecía ayudar en mucho, las miradas significativas, las palabras insinuantes, los "Bienes a mi cubículo más tarde", que quien sabe que cosas harían tras esa puerta, todas y cada una de esas flechas de "Tómame, dime que me amas y soy tuyo" por parte de Harvey, Desperdiciadas.

-Alfil, ataca a la reina –dijo aún más enojado, recordar eso no ayudaba a su estado anímico.

La pieza se movió con más dignidad que su compañera ha acatar la decisión de Ron, destruyendo de manera rápida, e incluso limpiando el polvo de la jerarca en la casilla con presteza.

-Nunca me ha gustado cuando matan a la Reina –se escucho la voz de Hermione a las espaldas de Ron, que no volteo.

-Será porque eres una –dijo aún dándole la espalda.

-.......No seas estúpido, yo no soy una reina –dijo esperanzada la castaña.

-No, no lo eres –Ron volteo a verla juguetonamente girando en su silla- creo que me equivoque de chica.

La bruja lo miro con enojo y decepción, y justo cuando estaba por abrir la boca, el pelirrojo continuo.

-Las reinas solo son Hermosas, pero tu eres un Ángel –y dicho esto, la jalo por la cintura y la coloco en sus piernas.

¡Y comenzaron los besos!, la castaña beso los labios carnosos y rojos del pelirrojo, mientras este se ponía ligeramente rígido, capturando la sensación que le proporcionaba su novia, comenzando a recorrer su espalda con lentitud y miedo, llegando a su cuello, que había descubierto, era sumamente sensible y......

Una tos se escucho en el lugar, congelando a ambos chicos.

-No sabia que hicieran eso a estas horas de la madrugada –dijo una voz joven.

Ambos giraron lentamente hacia la entrada de la sala común, sus miradas incrédulas y sin saber a ciencia cierta que hacer. Bueno, claro que sabían que los podían descubrir, eso le agregaba heroicidad al asunto, pero en realidad no querían que los descubrieran.

-Harvey –saludó Ron con cierta inseguridad en la voz, mientras Hermione solo atinaba, después de un tiempo de congelamiento, a levantarse.

-Ron, Mione –dijo el mago algo apenado, mientras ponía una carita estilo ú.ú – necesito, este, pedirles un favor....


Estaba bajando los escalones que conducían a las mazmorras, sus zapatos hacían eco por los pasillos, pero él difícilmente lo escuchaba, el ambiente era tétrico, pero aun así, el no disminuyo la velocidad.

Faltaba poco.

Una luz al final del corredor le hizo comenzar una carrera, llego lo más rápido que pudo, y giro la puerta, solo para sentir como su corazón moría por el dolor. Pues ahí, en medio de la habitación, se encontraba Cho, la chica más bonita que hubiera visto en su vida, besando a Harvey apasionadamente, parecía que no lo habían visto, así que Harry tomo el aire que pudo, de manera pesada y grito.

Les grito que pararan, que no debían hacer eso en publico, pero siguieron.

Le grito a Cho, con toda su alma, que dejara de hacer eso, pues ella todavía debía estar pensando en Cedric. Pero los besos comenzaron a ser insuficientes para ambos, y comenzaron a tratar de quitarse la ropa.

Y por ultimo, les grito que se detuvieran, que simplemente, lo estaban lastimando más de lo que pudieran creer.

-Harvey –dijo Cho cuando se separo a tomar aire- suena muy bonito –dijo acercándose una vez más para luego continuar entre besos- casi... tanto.. como Cedric......Cedric¡...Cedric¡¡, Cedric¡¡¡¡

Y ahora no era Harvey el que besaba, era Cedric, que ya no tenia puesta la camisa, pues Cho se la había logrado arrancar.

Harry, asustado, intento girarse, pero no pudo, ni siquiera pudo cerrar los ojos o bajar la mirada, su cuerpo simplemente no le respondía. Y, justo cuando creía que no podía ir peor, sintió una respiración cálida en su cuello que le erizo la piel, al tiempo que unas manos pálidas lo recorrían con lentitud y bajaban lentamente a sus caderas.

-No tengas miedo –dijo la voz de Harvey en su oído- yo estoy aquí.


Se incorporo en su cama de cuatro pilares, la luz de la luna entraba por la ventana del dormitorio, cayendo un poco más debajo de sus pies, iluminando el lugar, Ron y los muchachos estaban dormidos, al parecer el primero tenia un buen sueño, pues Harvey creyó escuchar un "Hermy" entre sus ronquidos justo antes de girarse al lado contrario.

El moreno giro la mirada hacia la ventana, intentando ver las estrellas, pero la luz de la luna llena lo golpeo de lleno.

-Lupin debe de estarlo pasando mal –dijo con voz intranquila, mientras se recostaba una vez más, intentando volver a dormir.


Se levanto media hora más tarde de lo acostumbrado, después de tener ese perturbador, e inclasificable sueño, le había llevado una hora volver a dormir.

-¡Buenos días! –dijo feliz cuando llegó al comedor, donde ya lo estaban esperando su profesor y sus amigos.

-Díaz .

Contestaron los tres de manera distante.

-Huy, ¿Qué les pasa? –dijo mientras se llevaba a los labios el dedo índice de manera casual.

-Nada Harry –el joven maestro se veía poco convincente y algo cansado, pero aun así, se hizo hacia un lado, invitándolo a sentarse a su lado.

-No es cierto, -Harry tomo el lugar ofrecido- anda... Dime –dijo sonriendo.

-No es nada.

-Dime –repitió mientras le picaba las costillas con un dedo.

-Nada¡ -imperturbable.

-Dime.

-Nada, y deja de picarme las costillas. –ligeramente enojado.

-Dime.

-Que dejes de picarme las costillas –ligeramente encabronado.

-Dime.

-N.o.e.s.n.a.d.a –vena palpitante en la frente.

-Dime.

-CARAJO¡¡¡ -grito mientras se levantaba de su silla y lo arrinconaba contra la mesa- Deja de picarme las costillas.

Harry, realmente asustado, comenzó a achicarse, intentando alejarse, pero las manos de Harvey se colocaron sobre la mesa, a ambos lados de él.

-¿Porqué no te das cuenta?¡¡¡ -dijo con algo de resentimiento impreso en la voz.

Todo el comedor había detenido su movimiento, ni siquiera en la mesa de profesores se escuchaba sonido alguno.

Harvey suspiro.

-Lo siento –bajo las manos y se sentó en la mesa una vez más- la luna llena siempre me exalta los ánimos.

Y comenzó a comer.

Harry, un tanto perturbado, se sentó una vez más en la mesa, y todo el caos normal de la comida comenzó otra vez. Hermione comía su ensalada en silencio, Ron comía su pollo completo, Harry comía lo primero que se le antojo en la mesa y Harvey comía como un aborigen muerto de hambre, o un niño de hospicio, o un hipopótamo pequeño, bueno, ustedes entienden.

Transcurrieron algunos minutos de incomodo silencio, Hermione había terminado la ensalada, y con algo de miedo, tomo una pequeña rebanada de tarta de calabaza, que se termino más rápido que cuando llegó al plato.

Luego, para incomodidad de los presentes, paseo la mirada por cada una de las cabezas que comía, incomodando a cada uno de ellos como venia haciendo en las ultimas tres semanas. Su mirada se posó en Harvey, que parecía ser el único que no sentía el poder de su mirada, mientras este tomaba una GRAN rebanada de pastel de frutas.

-No entiendo como puedes comer tanto –dijo la castaña, ocasionando que Harvey se congelara justo cuando el pastel iba a medio camino de su boca.

-Sabes? –dijo mientras apretaba ligeramente los dientes y levantaba una ceja- Hermione... tu eres una persona hermosa por quien eres, preciosa ...... –Ron estaba expectante- sírvete otra rebanada –concluyo mientras le ofrecía la tarta de chocolate que todavía sobrevivía milagrosamente al desayuno.

La bruja pareció dudar entre hacer lo que decía Harvey o ir a vomitar al baño.

-No –concluyo muy decidida, mientras la mesa se iba haciendo en el silencio.

-Bueno, yo no puedo obligarte ha comer –dijo con tono calmado, aunque en realidad se veía ligeramente peligroso- pero lo que si puedo, es echarte una maldición y dejarte tan hinchada como un globo, quieres? –pregunto una vez más, mientras acercaba un poco más el pastel.

Hermione se paso nerviosa una mano por el pelo.

-Tal vez puedas echarme ese conjuro, pero me lo quitaría con un movimiento de muñeca.

Ahora si, toda la mesa se quedo en silencio total por segunda vez, era Rarísimo que Mione presumiera de sus habilidades.

-Mira –Harvey dirigió una mano a su pantalón de pana negro, buscando su varita- no dudo que con cualquier otro podrías –saco el objeto- pero –apuntó- dudo que puedas hacerlo, sobre todo porque Dumbledore no pudo destransformar a su osito de felpa.

Una vez esas palabras estuvieron en el aire, la castaña palideció ligeramente, y tomo una rebanada de pastel, ocasionando las risas de sus compañeros de casa, mientras volvían a poner atención a sus asuntos.


-En verdad Dumbledore tiene un osito de felpa? –preguntó Ron una vez que se dirigían a tomar la primera clase del día.

-Tenia, ahora solo tiene un trozo de carbón –le contestó el mago con una sonrisa de cómplice.

-Eso es cruel –Harry parecía ligeramente molesto- ¿Porqué hiciste algo así?.

El mago pareció sorprendido por el tono ligeramente recriminatorio que uso su, digo, Harry, pero después de unos momentos de pensarlo, sonrió nuevamente y dijo.

-Bueno, veraz. Cuando llegué preguntando por el puesto que desarrolle durante las vacaciones, Dumbledore se veía muy dudoso de siquiera hacerme una prueba, pero fui muy insistente y.....

Flash Back

-Lo siento,...... pero el puesto ya está ocupado –dijo por enésima vez el director, mientras lo miraba paciente.

-Pero, señor, no dudo que la persona que contrato sea un excelente mago –la voz de Harvey era extremadamente gentil- pero yo soy mejor.

El director, tras pensarlo unos momentos mientras jugaba con las puntas de su barba, concluyo.

-Bien, haremos esto, tendrá que pasar tres pruebas de mi elección, y si lo hace satisfactoriamente, le diré a la ultima persona que vino a verme, que esta despedida....

Fin del Flash Back

-La primera de las pruebas –continuo el joven mago- fue una de fuerza, venciditas, para ser más exacto. Valla que ese señor tiene fuerza para su edad.

Y Harry no pudo evitar recordar las veces en las que lo había visto luchar, demostrando tener una fuerza mucho mayor a lo ordinario. Aunque.... pensándolo bien..., y la imagen de el muchacho, deteniendo con una sola mano la puerta que trataba infructuosamente de cerrar su tío, le vino a la mente.

-La segunda, fue una prueba un poco rara –Harvey se llevo una mano a la nuca- consistió en conseguir que McGonagall me sonriera.....

Flash Back

-Esto es imposible –dijo el muchacho en un susurro.

Ya había agotado toda su repertorio de chistes, obscenos, diputados, por lo cual se gano una mirada de interrogación, los de Pepito y el lobo, los de el dragón verde como la cera..... pero todavía no conseguía nada.

-Será mejor que se rinda –dijo la bruja mientras lo miraba, su paciencia se había agotado totalmente en el sexto chiste de los "dibutatos", ¿A quién le interesaba que tan estúpidos podrían ser?.

-....Snif, snif.

Unos sollozos pequeños interrumpieron los pensamientos de la profesora de transformaciones, que volteo a ver al pequeño niño que lloraba de manera queda en la mesa frente a ella.

-Disculpe.... sucede algo señor....? –todavía ni siquiera sabia el nombre del muchacho frente a ella.

-...Snif, snif, Harvey –dijo el jovencito tímidamente, mientras se acurrucaba en sus propios brazos de manera infantil.

La bruja lo pensó unos momentos, pero como no le vio nada de malo, se acercó hacia él, poniendo una mano en su espalda.

-Vamos, no es tan grave –McGonagall se sentía ligeramente arrepentida, pero definitivamente no iba a permitir que un chico cuidara a Harry Potter- no siempre se puede obtener todo lo que deseas.

Harvey, tímidamente, levanto su mirada llena de lagrimas hacia la bruja, para después, de manera rápida, volverla a bajar.

-Snif, Snif, Buuuaaa –comenzó a soltar todo el llanto reprimido- no, snif, no es eso...snif. Siempre me...snif, pasa lo mismo, snif, snif, nunca, snif, puedo hacer, snif, nada bien, snif, snif.

-Vamos, eso no es cierto –McGonagall sobo con lentitud la espalda del muchacho, intentando contenerlo- has llegado más lejos que otros magos, además se ve que eres un chico fuerte.

-Snif, snif –Harvey se limpio con su manita las lagrimas del rostro, y con lentitud, giro hacia la bruja- us..snif, usted cree? –dijo poniendo sus ojitos de cachorrito medio muerto esperanzado con problemas de autoestima y mirada nebulosa (eh?).

La bruja solo atino a hacer lo primero que se le vino a la cabeza.

-Si –dijo al tiempo que sonreía quedamente.

Fin del Flash Back

-Cuando se entero que estaba fingiendo, casi me mata –continuo el chico, haciendo que Harry y sus amigos lo miraran con incredulidad- la tercera prueba, resultó ser mucho más difícil que las anteriores, realizar un hechizo que él no pudiera deshacer –dijo refiriéndose al director- pero después de algunos intentos fallidos, conseguí transformar su osito de felpa en un trozo de carbón.

-Entonces –Harry se veía algo escéptico- Dumbledore adicionó gente para que fuera mi guardaespaldas?.

-No –el rostro de Harvey estaba inexpresivo- solo se extendió el rumor de que ibas a tener guardaespaldas y varios magos se presentaron en el despacho del director para ofrecer sus servicios, incluyéndome.

Y llegaron al salón de Harvey.

-Hasta luego, se cuidan –dijo con una sonrisa en los labios, y se interno en su clase.


-Mierda.

Exclamó el pelirrojo en la clase de transformación, estaban aprendiendo a transformar un trozo de carbón en una manzana, cosa realmente difícil.

-Harry, me ayudas? –Ron puso ojitos de cachorrito mientras señalaba su trozo de carbón rojo.

'Definitivamente no pienso pedirle ayuda a Mione', pensó viendo hacia ella, que continuaba transformando carbones al por mayor, ya iba por su manzana numero quince.

Era raro, pero desde que el curso comenzó, el moreno había sorprendido a todos, parecía que podía realizar cualquier hechizo con solo ver como se realizaba una sola ocasión, ya había aprendido a manejar a los shikigamis de la señorita Honey, podía invocar alrededor de siete, y hacer que lo obedecieran con premura, mientras que la mayoría solo podía con uno o dos. Además, en la clase de encantamientos estaba a punto de conseguir crear un nuevo juego de ajedrez mágico, sus piezas ya parecían poder discernir un poco, superando a los demás, que solo habían conseguido que se movieran a voluntad. Y en los cursos de levitación y animagia, recibía acabos de los profesores, aunque ahí si que no sabia que le aclamaban, pues ni todavía conseguía levantarse del suelo, ni podía hacer una ligera transformación en su persona. En fin, si Flitwick y McGonagall decían que lo hacia bien..... Ron no podía alegar nada al respecto.

-Eh? –Harry lo volteo a ver con la boca llena, pues ya se estaba comiendo la manzana, totalmente aburrido, aunque parecía pensar.

-¿Qué si me ayudas? –repitió con algo de envidia, 'Yo también quiero manzana'.

Harry hizo un movimiento con su mano, diciéndole que esperara un poco, mientras le daba la ultima mordida a su manzana y la tragaba rápidamente.

-Ebanesco –dijo con el corazón de la manzana en su mano derecha, ocasionando que esta desapareciera- pero si es muy fácil, toma tu varita, y concéntrate en.........

Cinco minutos más tarde.

-Ahora, expulsa la magia lentamente, pero de manera continua.

Ron sostenía su varita y cerraba los ojos, haciendo lo que le indicaba el moreno.

-Harry, esto no va a funcionar –Ron abrió los ojos y miro a su amigo, que lo veía con una sonrisa en los labios- ¿Qué?¡.

Pero cuando giro su mirada a la mesa, pudo ver que ya no había carbón, solo una manzana un poco chueca.

-Bien echo, señor Potter, señor Weasley –dijo la profesora McGonagall mientras los miraba con satisfacción- cinco puntos a cada uno.


Se sentía un poco preocupado, Harry siempre se había portado muy bien con él, y ahora tramaba su caída a sus espaldas.

'Pero es lo correcto', le dijo su propia voz interna, 'es demasiado lento', 'si no hacen nada, nunca se va enterar'.

Corrió hacia el campo de Quidditch, su escoba bajo el brazo, tal vez durante la practica podría olvidar que él y su novia estaban atentando contra su mejor amigo.

-¡¡Buenos días!! –grito hacia lo alto del estadio, donde su equipo estaba practicando para el primer partido de la temporada.

Angelina bajo en picada hacia él, molesta porque su guardián llegaba tarde a la primera practica.

-Perdón por llegar tarde, tuve que atender un asunto muy importante –Ron sonrió nervioso, esperando un regaño, mientras se rascaba la nuca.

-Que no vuelva a pasar –suspiro resignada la capitana y lo acompaño al aire- Harry¡¡¡¡, ya puedes dejarle el lugar a tu amigo¡¡¡¡ -grito hacia los aros, donde el pobre muchacho se las estaba viendo negras, no podía bloquear casi ningún tiro.

'¿Quién diría que Ginny es tan buena?', pensó el pelirrojo, mientras observaba como esta se lanzaba contra los aros que protegía Harry, anotando otro tanto. El moreno, apenado, voló hacia Ron y Angelina con una sonrisa tímida, no había realizado un buen papel como guardián.

-Que bueno que llegaste Ron, Ginny me estaba haciendo puré –Harry sonrió un poco mas, parecía que estaba pensando en algo, se veía algo distante.

-Lo siento, prometo que no vuelve a pasar –'qué no pregunte porque me tarde', 'que no pregunte'. Pero Harry se sumergió una vez más en sus pensamientos.

-Bueno, y mientras tanto, que are yo? –pregunto mientras veía a Angelina una vez que hubo salido de sus pensamientos.

-Pues tu.... –dijo la capitana mientras pensaba un poco- practicaras después con todo el equipo, quiero que te ataquen mientras tu buscas la Snitch, pero –y sonrió un poco hacia Harry- mientras puedes ir a saludar a tu profesor –y apunto hacia debajo de ella, donde estaba viendo un apuesto chico de ojos grises.

-Ehhhhh –el moreno pareció pensarlo un poco- de acuerdo –y voló lentamente hacia él.


Ron caminaba, cansado, hacia su cuarto, en verdad estaba muerto, después de la practica, fue a ajustar los últimos detalles del plan que se habían realizado apenas esa mañana, si él mismo no estuviera arto de la situación, se habría negado a realizar todo en una misma tarde, pero la verdad no creía poder aguantar una vez más ver como Harvey le lanzaba una súper directa/indirecta a Harry, solo para ver como el moreno no reaccionaba ante el gesto, la frase, o que se yo.

Subió lentamente los escalones de la escalera, y entró en el cuarto sin hacer ruido, con los ojos cerrados por el cansancio, camino hacia su cama totalmente adormilado.

-¡¡¡RON!!!.

El pobre hechicero se llevo el susto de su vida, salto en su lugar y estaba por correr hacia la puerta, cuando escucho la risa más frágil y pura que había oído. Controlando los latidos de su corazón, se forzó a girar la vista hacia la cama de Harry.

Era f.a.s.i.n.a.n.t.e verlo.

El chico que vivió estaba riendo infantilmente en medio de su cama, la túnica se había ido, y ahora solo se podían verlos pantalones de mezclilla seminuevos ajustándose a sus piernas, la camisa blanca, contrastando con su piel, la corbata desatada. Estaba entre arrodillado y acostado en la cama, mientras se apoyaba ligeramente en los brazos para no perder el equilibrio.

-Ha-harry –el pelirrojo reacciono después de un rato, se llevo una mano al pecho, comprobando que su corazón estaba en su lugar- no vuelvas ha hacer eso, casi me matas.

Pero mientras su frase fue pronunciada, un silencio repentino se implanto, ahora el chico que vivió se acercó un poco más hacia la orilla.

-Ron, podemos hablar?.

Había cierto miedo en el tono que utilizo, pero el pelirrojo solo se acercó con paso decidido y calmado hacia donde estaba sentado Harry, se coloco a su lado, y le sonrió.

-Si.


Harry no sabia que hacer, el desayuno fue bastante relajante y todo, pero desde que Harvey había puesto sus manos alrededor de su cuerpo, cuando estaba enojado, recordó ese estúpido sueño que siempre huía de él por las mañanas, y lo estuvo pensando por largo rato.

Definitivamente no tenia porque reaccionar así por ver a Cho besándose con alguien más, el problema era que no era solo alguien más, sino que era Harvey, y cuando el moreno por fin entendió que quería decir eso, se encontró a si mismo totalmente perturbado, imágenes de Harvey pasaban por su cabeza una y otra vez, a cualquier hora, en cualquier momento. Incluso cuando ayudo a Ron con la manzana, estaba pensando en él.

Bueno, definitivamente volar le caería bien, sentir el viento contra su cara siempre despejaba su mente. Ron no llego a practicar a tiempo y lo colocaron en los aros.

Y ahí también pensó en él, normalmente no seria tan pésimo en eso, tenia buenos reflejos, no tan bueno como Ron, pero tampoco tan malo. Incluso Angelina parecía un tanto enojada con él.

-Harry¡¡¡, ya puedes dejarle el lugar a tu amigo¡¡¡.

'Al fin', pensó mientras intentaba atrapar la ultima jugada de Ginny, fallo.

-Que bueno que llegaste Ron, Ginny me estaba haciendo puré.

-Lo siento, prometo que no vuelve a pasar.

Pero la verdad ya no le estaba poniendo atención, Harry había invitado a Harvey a ver la practica, pero parecía que no iba a poder venir, y el pensar en eso, le hizo recordar su rostro, sus ojos grises e hipnotizantes, su nariz perfecta, sus labios rojos e inyectados de sangre. 'Estas divagando', se reprendió a sí mismo.

-Y mientras tanto, que are yo? –pregunto un poco turbado, poniendo una sonrisa en su cara.

-Pues tu......practicaras después con todo el equipo, quiero que te ataquen mientras tu buscas la Snitch, pero mientras puedes ir a saludar a tu profesor –y apunto hacia bajo de ella, donde estaba viendo un apuesto chico de ojos grises.

-Ehhhhh –el corazón de Harry brinco- esta bien –y voló hacia él.

-Buenas tardes –dijo Harvey cuando estuvo a un metro de distancia.

-Buenas tardes, pensé que no ibas a venir –Harry se ruborizo ligeramente.

El profesor, un tanto confundido, sonrió ante el gesto del moreno, y continuo platicando como siempre lo hacia.......


'Sip', 'definitivamente me gusta', pensó mientras estaba acostado en su cama. Había llegado desde hacia una hora, esperando encontrar a Ron, definitivamente tenia que contarle a alguien.

Un ruido en la puerta lo saco de sus cavilaciones, el pelirrojo entraba de manera queda a la habitación, y caminaba como sonámbulo hacia su cama.

-¡¡¡RON!!! –grito para asustar a su compañero.

Y no pudo evitar reírse de él.

-Ha-harry, no vuelvas ha hacer eso, casi me mantas del susto.

Definitivamente fue gracioso verlo, pero aun así, todavía no podía quitarse al profesor de su cabeza, Dios, necesitaba contárselo a alguien. Así que con un poco de miedo, preguntó.

-Ron, podemos hablar –dijo acercándose a la orilla de su cama, no se atrevía a levantar la mirada, hasta que un peso a su izquierda, lo obligo a ver a su amigo a su lado.

-Si.

Y valla que fue difícil comenzar a platicar, definitivamente no podía soltarle así como así la verdad, pensaría que es un pervertido.

-A-alguna vez, -comenzó mientras elegía cuidadosamente sus palabras- te has sentido atraído por alguien de tu mismo sexo?.

La pregunta pareció tomar al pelirrojo por sorpresa, pero después de pensarlo un poco concluyó.

-Eh, si –dijo algo apenado, enrojeciendo.

-¿Quién? –'Esa respuesta no la esperaba', (je je, espérate).

-Sabes Harry.... –Ron sonrió tímidamente y comenzó a jugar con sus manos- eres un chico muy... lindo.

-Oh, gracias, -el moreno no sabia muy bien que hacer, ¿lindo?- pero quien?.

Ron, con mucha lentitud, levanto las manos y se las llevo a la sienes, comenzando a masajearlas en círculos.

-Tu –soltó de golpe, pero rápidamente se relajo- no es que me gustes para novio, ni mucho menos –dijo apresuradamente cuando vio la cara de Harry, algo así Oo- pero si me pareces... he, ligeramente atractivo.

-"......." - Oo

-Quita esa cara –Ron se puso de mal humor.

-Pero tu tienes a Hermione –dijo el moreno, por supuesto que ya se habían dado cuenta que esos dos traían algo entre manos, mas específicamente, SE traían entre manos.

-Pues si –el mago asintió- por eso te dije que no te quería para novio, además, eso no te quita que estés...... ¡¡¿Qué?!!, ¡¡Ya lo sabias!! –Ron se levanto de golpe de la cama, provocando que el moreno lo viera con una sonrisa de oreja a oreja.

-Sipi, por favor Ron, es o.b.v.i.o –concluyo Harry.

El ambiente se congelo por unos instantes, Ron parecía pensativo, pero después de unos momentos, soltó un suspiro de resignación y se volvió a sentar a su lado.

-Lo siento, no quería que te sintieras excluido –explico mientras miraba al suelo.

-Ron.... yo ya me siento ligeramente excluido –Harry miraba el vacío- pero –agregó girándola mirada hacia él- esta bien, ya me lo esperaba, y me alegra por ambos.

Ambos se vieron a los ojos por unos momentos, y sonrieron de manera relajada, sin ninguna razón aparente, aunque ambos sabían que ahora su amistado volvía a ser la de antes, o incluso mejor.

-Bueno –Ron desvió la vista de Harry- no creo que eso era lo que me quisieras preguntar, ¿asía donde va esto?.

-Creo que me gusta Harvey –soltó de pronto el moreno.

El pelirrojo solo lo vio por unos instantes sin decir palabras, se levanto de la cama, camino hacia la suya, se cambio el pijama, se acostó en su cama, y cuando estaba por cerrar las cortinas de la misma, grito.

-¡¡¡¿Y tenias que decirlo precisamente HOY?!!!.

Y, dejando a un estupefacto Harry, cerro las cortinas con fuerza, para comenzar a roncar minutos más tarde....


Gracias por leer.